No sea usted tan católico, por favor
En algún sitio he leído que Alfonso XIII reprendía a una marquesa exaltada, diciéndole: “No seas tan monárquica, por favor”. Lo mismo se le podría pedir al Sr. Bono: “No exhiba usted su catolicismo”. Porque, sin entrar en la conciencia del Presidente del Congreso, a uno, quizá malpensado, le asalta la duda de si, en este caso y en casos similares, no estaremos ante una especie de “catolicismo de cuota”. Como se trata de lograr votos, conviene tener algún ejemplo de “católico” en el partido para poner en el escaparate cuando sea menester. Es un mensaje muy claro el que así se pretende lanzar: “Católicos de España, podéis votarnos. En nuestras filas militan católicos ejemplares”.
Lo más curioso de este sello de “catolicidad” es que siempre sale a la palestra para interpretar “auténticamente” la esencia del catolicismo. Bono, y otros como Bono, están ahí para decirnos en qué consiste el “verdadero” cristianismo. No es discípulo de Cristo el que escucha al Papa, o el que se deja guiar por los Obispos. No, el verdadero discípulo es aquel que se ajusta al diseño que de discipulado traza Bono, el hacedor de puentes, el “pontífice”.
No sólo Bono – y otros como él - hacen la exégesis justa del Evangelio, que a eso ya estábamos acostumbrados, sino que también nos ofrecen la lectura correcta de las encíclicas papales. Si uno escucha a Bono, resulta que la “Evangelium vitae” aconsejaría, llegado el caso, votar a favor de una ley que convierte el delito de aborto en un derecho civil. Y por si alguien menos versado en Teología no lo había percibido hasta ahora, Bono tiene la gentileza de descubrirlo.
Lo de menos es que exista un quinto mandamiento, que dice: “No matarás”. Lo de menos es que haya temas innegociables para un católico con responsabilidades políticas, como el derecho a la vida. Lo de menos es que la Iglesia recuerde, en todo el mundo, y no sólo en España, la necesidad de la coherencia entre actuación política y compromiso de fe. Lo de menos es que para comulgar haya que estar “en comunión”. Todo eso es lo de menos. Bono interpreta la ley divina, toda la ley: la ley moral natural, le ley antigua y hasta la ley evangélica.
Bono apela a su conciencia. Pero la conciencia puede formular un juicio recto o un juicio erróneo. Y para formular un juicio recto se debe buscar lo que es justo y bueno, y discernir cuál es la voluntad de Dios. Una tarea nada fácil, de ahí que sea necesario contar con ayuda: interpretando prudentemente la experiencia, atendiendo a los consejos de personas entendidas, e invocando la luz que proviene de lo alto.
No sé si Bono habrá dado estos pasos. No sé si habrá pensado que quien obra deliberadamente contra el juicio cierto de su conciencia se condena a sí mismo. Yo no lo sé. Ni me corresponde a mí saberlo. Pero sí deduzco que Bono hará, tal vez, grandes servicios a su partido, pero creo que, en este tema, ninguno a los católicos.
Guillermo Juan Morado.
56 comentarios
En cuanto a Bono, desde esta semana he dejado por completo de creer que Bono sea creyente de nada -yo le creía, de verdad, y hasta confiaba en que no votara la ley- y... mire, lo de la cuota ya no es una sospecha malévola: estoy segurísima de que es algo así.
Porque, ¿qué demonios es eso de su "conciencia"? Si usted va de católico públicamente, se mete la conciencia en... ahí mismo. Porque una cosa sería que dijera que él va de progre y que no aceprta tales o cuales cosas de la doctrina. Bueno, pues entonces no nos cuente que vota como católico, o que vota en conciencia o que vota como socialista. Usted vota lo que le mandan pero está encantado de que se lo manden.
Y si usted tiene su conciencia en tanta estima, se la guarda también y no nos la exhiba.
Y lo gracioso, ¿sabéis qué es? Que a los no católicos les trae completamente sin cuidado "su problema" con la comunión, su conciencia, la EV, y todo el numerito que está montando.
Pero hay gente joven que no tiene ni idea de la doctrina católica porque ya son segunda o tercera generación de alejados de la Iglesia que...¿qué pensarán? Mañana igual os cuento qué piensan...
¡Es que este tema me lacera no imagináis cómo!
Ampararse en la EV es justamente para confudir a la opinión pública: la gente no sabe nada de documentos pontificios, la inmensa mayoría de la gente no va a ir a buscar la encíclica, ni saben cómo se busca ni cómo se llama ni como se pronuncia, ni van a leerla ni a esforzarse en entenderla, ni les importa.
Sólo dirán algunos (a los que les importe la conciencia de Bono, que serán 4 ó 5): "Pues dice Bono que un Papa dijo que en casos extremos sí se puede abortar"
Es por eso que Bono siempre "sale" como "español" de pro y al paso cuando un nacionalista de ERC o similar, insulta a los españoles. Cuando se sabe que el PSOE pacta y gobierna con ERC.
(eso recoge los votos de ciudadanos socialistas moderados y nacionales, anti-separatismos)
Y en lo religioso, también Bono es el muro de contención ante los votantes. Se fotografía con sacerdotes, va de procesiones el primero y se proclama "católico" a los 4 vientos cada vez que la Iglesia muestra "confrontación" contra ZP o su gobierno.
Y como sabe de estrategia, Bono se cuida mucho, y sólo ataca a "Los Obispos carcas. A los de Rouco" porque sabe que el votante-medio socialista (salvo excepciones), suele practicar un "catolicismo folklórico-popular", donde los curas de parroquias en barrios obreros son los guay, pero los mitrados son "el poder fáctico y fascineroso".
Por eso en Andalucía, tierra donde se vota durante 25 años al socialismo por mayoría absoluta, es también la región que más fervor muestra respecto a las costumbres populares religiosas y donde la Iglesia recauda más por la declaración de la renta.
Bono tiene su papel y lo cumple a la perfección. Y si tiene que reinterpretar la encíclica, lo hará si eso supone: "mostrar firmeza,rectitud ante la agresividad de los Obispos reaccionarios de la Iglesia de antaño".
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Mejor enfado, enojo, irritación, disgusto... ; que hay menores leyendo (alguno de 12 años) (SPH)
Gracias, Amfortas, los domingos no son mi mejor día, pero vamos tirandillo. Y lo dicho por el pater: vuelve por aquí con más asiduidad. Se te echaba de menos.
(ups, JJ, sí, aquí lo tengo, siempre pegado a mí,terminando deberes ¡a estas horas!, está más pegado a mí que cuando era nasciturus; pero no creo que se me escandalice por esa palabra...te lo aseguro, JJ. Además, Bono me produce más que enfado, enojo, irritación o disgusto, bastante más, pero te haré caso)
El que iba en las procesiones de Toledo como el más católico entre los católicos. El que comulgó en San Carlos Borromeo con Zerolo. El que juzga al Papa, a los obispos y a todo el que se ponga a tiro con su vara de medir personalísima.
El que utiliza su supuesta condición de católico para conseguir votos en Castilla_La_Mancha y luego para tener un puesto como "barón" del PSOE...
Y ahroa tiene que sacar pecho cuando lo único que han hecho los obispos es recordar lo establecido por la Iglesia desde... no sé cuándo.
Lo de citar una encíclica llega al sarcasmo. Pero en fin... estamos en España... o en lo que queda de ella.
¿Catolicismo a la carta, eligiendo el sr.Bono el menú?
¿Catolicismo a la carta, eligiendo el sr.Bono el menú?
Así, a posteriori casi me da vergüenza decir que más que esperar, estaba segura de que los llamados católicos del PSOE no se sumarían a esto. Quito, el casi: visto desde el día de hoy, me avergüenza enormemente haber tenido la ingenuidad de creer que llegado a este punto, se plantarían, sólo en este tema.
Ciertamente, no de ahora, sino de siempre, he pensado que todo político es corrupto, en algún modo y grado, todo el que está en política es gente corruptible y corrompida de hecho. Pero siempre he pensado también que es mil veces más golfo ab ovo un liberal del PP, por definición, que un tonto útil del PSOE. Bueno, pues a mis años admito sonrojada que a mí la gente tipo Bono, sin haber sido nunca santos de mi devoción, me han tenido en la creencia de que eran realmente cristianos en su corazón. Sólo son políticos...
Y luego está el ínclito Garrigues Walker. Bueno, de este nunca habría esperado otra cosa, por muy vinculado que esté con la UNAV... o precisamente por ello. Con este todo encaja.
A cuidarse que viene el frio.
(Maris, ay qué lista eres tú, con tanto lobito, y cuánto te gustan los corderitos y las ovejitas...)
No sé si son todos corruptos. Eso quizás sea mucho decir... Lo que le ocurre a Bono es lo que le ocurre a muchos católicos: vivimos un catolicismo muy light. Quizás no seamos conscientes de ello, y nos suceda en temas de mucha menor enjundia, pero tendemos a supeditar la religión a otras muchas cosas. Como no somos ninguno presidente del Congreso, no salimos en las noticias, ¿pero cuántas veces al día dejamos al lado nuestras convicciones para sumarnos a lo políticamente correcto? Ante un chiste irreverente, un comentario sobre un hombre o mujer que pasa, unos usos y costumbres, etc., etc. Y ya sabemos aquello de que "un grano no hace molino, pero..."
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Huy, Amfortas, yo creo que no es comparable ninguna posible tibieza común con el comportamiento de estos "católicos" públicos y su responsabilidad.
Por fortuna no son "muchos" los que exhiben un catolicismo estilo Bono. Que no es que sea light, es que es de escándalo tremebundo. En efecto, el común de los católicos, si nos comportamos con cierta inconsistencia, "nos sucede en temas de mucha menor enjundia". eso para empezar. Y , probablemente, por eso no somos presidentes d las Cortes, porque tenemos algo más de vergüenza y de consistencia que Bono, pepiño, Aguirre, gallardón, etc.
Por supuesto que no voy a presumir de integridad de comportamiento, de ser siempre consecuente, pero creo que gracias a Dios, la mayoría de católicos no llega a este extremo. Es decir: si son favorables al aborto, lo primero que se dice es "no soy católico". Hay temas y temas.
"Dejar de lado las convicciones" no es algo que haga un católico conscientemente. Creo yo."Un grano no hace molino, pero..." , dices: claro, como que los ejemplos que pones están tan a años luz del ejemplo de Bono...
Es cierto que muchos católicos (ojo, no digo bautizados), en mayor o menor medida viven de forma light su cristianismo, pero yo no conozco a ninguno que invoque encíclicas para justificar que se considere un derecho el asesinato de un hijo por su madre.
De hecho, una persona que se dedica a enmendar la plana al magisterio y los obispos y a la vez se declara católica está incurriendo en una contradicción
Sí... la verdad es que yo también me sonrojaría.
73. Así pues, el aborto y la eutanasia son crímenes que ninguna ley humana puede pretender legitimar. Leyes de este tipo no sólo no crean ninguna obligación de conciencia, sino que, por el contrario, establecen una grave y precisa obligación de oponerse a ellas mediante la objeción de conciencia. Desde los orígenes de la Iglesia, la predicación apostólica inculcó a los cristianos el deber de obedecer a las autoridades públicas legítimamente constituidas (cf. Rm 13, 1-7, 1 P 2, 13-14), pero al mismo tiempo enseñó firmemente que «hay que obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hch 5, 29). Ya en el Antiguo Testamento, precisamente con relación a las amenazas contra la vida, encontramos un ejemplo significativo de resistencia a la orden injusta de la autoridad. Las comadronas de los hebreos se opusieron al faraón, que había ordenado matar a todo recién nacido varón. Ellas «no hicieron lo que les había mandado el rey de Egipto, sino que dejaban con vida a los niños» (Ex 1, 17). Pero es necesario señalar el motivo profundo de su comportamiento: «Las parteras temían a Dios» (ivi). Es precisamente de la obediencia a Dios -a quien sólo se debe aquel temor que es reconocimiento de su absoluta soberanía- de donde nacen la fuerza y el valor para resistir a las leyes injustas de los hombres. Es la fuerza y el valor de quien está dispuesto incluso a ir a prisión o a morir a espada, en la certeza de que « aquí se requiere la paciencia y la fe de los santos » (Ap 13, 10).
En el caso pues de una ley intrínsecamente injusta, como es la que admite el aborto o la eutanasia, nunca es lícito someterse a ella, «ni participar en una campaña de opinión a favor de una ley semejante, ni darle el sufragio del propio voto».(98)
Un problema concreto de conciencia podría darse en los casos en que un voto parlamentario resultase determinante para favorecer una ley más restrictiva, es decir, dirigida a restringir el número de abortos autorizados, como alternativa a otra ley más permisiva ya en vigor o en fase de votación. No son raros semejantes casos. En efecto, se constata el dato de que mientras en algunas partes del mundo continúan las campañas para la introducción de leyes a favor del aborto, apoyadas no pocas veces por poderosos organismos internacionales, en otras Naciones -particularmente aquéllas que han tenido ya la experiencia amarga de tales legislaciones permisivas- van apareciendo señales de revisión. En el caso expuesto, cuando no sea posible evitar o abrogar completamente una ley abortista, un parlamentario, cuya absoluta oposición personal al aborto sea clara y notoria a todos, puede lícitamente ofrecer su apoyo a propuestas encaminadas a limitar los daños de esa ley y disminuir así los efectos negativos en el ámbito de la cultura y de la moralidad pública. En efecto, obrando de este modo no se presta una colaboración ilícita a una ley injusta; antes bien se realiza un intento legítimo y obligado de limitar sus aspectos inicuos.
Está clarísimo el punto 73 de la Evangelium Vitae. Y, en este caso, con esta ley, no se cumple absolutamente ninguna recomendación de tal punto.
Porque, por el sólo hecho de cambiar el estatus jurídico y pasar de ser un delito a convertirse en un derecho, ya incumple:
"../..puede lícitamente ofrecer su apoyo a propuestas encaminadas a limitar los daños de esa ley y disminuir así los efectos negativos en el ámbito de la cultura y de la moralidad pública"
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Cuando se convierte en "derecho", el Estado tiene obligación de promoverlo en el ámbito cultural y educativo, defenderlo, subsidiarlo. Además, se retira o se dificulta la objeción de conciencia, puesto que ante "derechos ciudadanos",tal objeción, se consideraría "desobediencia civil".
(a menos que se especifique en las Cortes Generales el derecho a "objetar" a una ley -x-)
Es verdaderamente lamentable la caradura de Bono. Aunque ya expresé ayer, que es su papel encomendado en el PSOE respecto al "damage control", frente a la Iglesia y el electorado medio socialista, sigue siendo repugnante escucharle.
Si este señor no fuera de católico por la vida, ni me preocuparía más que otros que promueven la cultura de la muerte, pero me molesta profundamente que ese señor use el nombre de Dios y el Magisterio de la Iglesia de forma tan rastrera.
No hay, ni creo que haya, otro político más frívolo con los católicos. Ni siquiera a Llamazares se le ocurriría manipular documentos papales para uso y estrategia política.
He leído también los otros comentarios, de los demás participantes, y me parecen comentarios sensatos.
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En efecto, Marcos:
Pues a la desobediencia civil; ¿habrá un motivo mejor y más claro para ello si se diera el caso?
Si Cristo no reina, ¿reinará el hombre perfecto?
Y no solo protegido legalmente por el Estado, sino que tus impuestos y los míos irán a parar a cometer asesinatos.
Es repugnante. Por eso, cuando hace un mes se discutía este tema por esta web y todo giraba en torno a si era el PP o PSOE peor o mejor, intentaba centrarlo en que era un salto cualitativo y cuatitativo en el aborto. Aberrante otorgar el estatus de "derecho" a la facultad de asesinar.
Esa consideración de derecho al aborto es algo absolutamente aberrante, que hace variar por completo la situación. Si era mala, ahora es muchísimo peor.
A continuación vendrán las coacciones para impedir la objeción de conciencia.
Pueden ver información sobre el tema en: http://ciudadanosunidad.wordpress.com/
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