Cómo se pasa la vida
“Cómo se pasa la vida,/ cómo se viene la muerte/ tan callando”, decía Jorge Manrique. No es que yo esté al borde de una depresión, no. Estoy tranquilo, animado y sanamente optimista. Pero no puedo evitar el pensamiento de la muerte. Tan cercana. Como Noviembre es el mes de los difuntos, voy de funeral en funeral. El lunes, uno, organizado por el Cabildo, y hoy, otro, en el Seminario. Y la semana que viene, más.
Lo que me sorprende es que ya, casi, he conocido a todos los difuntos por los que se pide de modo “especial”; es decir, a los más recientes. Han sido mis profesores, mis amigos, incluso mis compañeros de trabajo. Y eso me hace pensar y me conmueve.
Y, junto a Manrique, viene a mi mente un poema que leí por primera vez en mis años, ya lejanos, de Bachillerato. Un poema de Juan Ramón Jiménez. Dice así:
“Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;
y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Todas las tardes el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón de aquel mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará, nostálgico.
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando”.
Juan Ramón Jiménez no se aleja mucho de algunos sentimientos que se expresan en el libro de la “Sabiduría”: “Corta es y triste nuestra vida; no hay remedio en la muerte”. La experiencia humana – humana, demasiado humana - , es así de lúcida: “Caerá con el tiempo nuestro nombre en el olvido, nadie se acordará de nuestras obras; pasará nuestra vida como rastro de nube, se disipará como niebla acosada por los rayos del sol y por su calor vencida”.
La esperanza cristiana revoluciona estas expectativas. Sí hay remedio a la muerte. Y nuestro nombre; es decir, lo que somos, no caerá en el olvido, porque la memoria de Dios, su amor incondicional, nos rescata de la muerte. En esa esperanza vivimos. Y en esa esperanza recordamos a los que nos han precedido en la señal de la fe y duermen en el sueño de la paz.
Guillermo Juan Morado.
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Caerá con el tiempo nuestro nombre en el olvido, nadie se acordará de nuestras obras
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón de aquel mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará, nostálgico
Nuestra esperanza no puede cifrarse en el non omnis moriar del rastro de nuestra fama, nuestra obra. Esta también perecerá.
Nuestra esperanza está en que, aunque todo esto sucediera, aunque en este mundo llegara a no quedar ni un rastro de nuestro paso por él, Dios es Quien no nos borra para siempre de Sí.
Sabido esto, mientras aún peregrinamos, la pérdida de los que más amamos, por más que nos duela, no nos hace inconsolables. Más bien son ellos los que viven y nos aguardan en la Vida que ya no se acaba.
Y en la afirmación de esa realidad "dura", extrínseca al sujeto, hay algo de esperanza, que apenas despunta en su inmanencia metafísica.
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Sin duda. Muy realista. Pero duro, si no hubiese motivo de esperanza. El cristianismo está tan bien hecho, que sólo lo pudo haber hecho Dios.
Y entonces, diríamos con R. Darío:
Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura, porque ésa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror…
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!…
La esperanza no es un añadido, es una certeza.
Hasta más o menos los cuarenta somos inmortales, pares de Dios. Algo o alguien nos cuenta que somos mortales, y a partir de esa edad empieza la larga pedagogía del siervo.
Del siervo que va a dormir de viejo a los pies del amo. Es todo lo que hay que aprender, a morir, y se tarda toda la vida en aprenderlo.
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Sin duda, ya tengo 43.
el ser humano, para darle poder?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad...
La larga pedagogía del siervo se hace menos larga y la servidumbre, un gozo.
Les dejo aquí unos versos sencillos de un poeta italiano de Trieste que me gusta mucho, no especialmente católico, pero lleno de un amor que evidentemente no procedía de él. Se llama Umberto Saba (1883-1957):
AMÉ
Amé las palabras sencillas que nadie
se atrevía a decir. Me encantó la rima flor
amor,
la más antigua y difícil del mundo.
Amé la verdad que está en el fondo,
casi como un sueño olvidado, que el dolor
descubre. Con miedo el corazón
se le aproxima y ya no la abandona más.
Te amo a ti que me escuchas y a esta amable
carta dejada al final de mi juego.
Y aunque su obra está apenas traducida, aquí el original en italiano. Para que aquellos que puedan disfrutarlo lo hagan. En epsecial para luis:
AMAI
Amai trite parole che non uno
osava. M'incantò la rima fiore
amore,
la piú antica difficile del mondo.
Amai la verità che giace al fondo,
quasi un sogno obliato, che il dolore
riscopre amica. Con paura il cuore
le si accosta, che piú non l'abbandona.
Amo te che mi ascolti e la mia buona
carta lasciata al fine del mio gioco.
(Y que conste que los he tenido que copiar del libro).
Ay, Padre Guillermo, qué bien nos maneja. Desde luego, es usted un excelente cura.
Y yo temiendo que no volvieras en mucho tiempo...
Buena traducción, hermosa.
Pero en italiano todo suena inmejorablemente bien.
Con paura il cuore
le si accosta, che piú non l'abbandona
JRJ y R.Darío tampoco creoq ue fueran especialmente católicos... pero la poesía es también una forma de conocimiento. Si no, ¿tendríamos esa cumbre absoluta de la lírica que es el Cántico Espiritual de SJdlC?
Y sabía que tú también ibas a disfrutar del original italiano, como el Padre y luis. Qué envidia...
Mientras que si me dan un libro de Metafísica y otro de Historia, no lo dudo; leo el segundo, cualesqueira que sean los subtemas de cada libro. Es eso os envidio yo: a ti, al pater y a luis, que con toda seguridad os sentiríais como pez en el agua con el primero. La Historia es más "de andar por casa"
(Ah, y yo también tengo una vocación de poeta frustrada, ya sabes, como Cervantes: es "la gracia que no quiso darme el Cielo"; es un consuelo compartir esa desdicha con Cervantes, ¿no crees?)
Y, sí, Yolanda y Eduardo: ¿El gran reto de la Teología? Compaginar metafísica e historia. O, por decirlo con palabras de von Balthasar, "el Todo en el fragmento".
Era católico supersticioso, con una visión muy pobre del cristianismo seco, hispánico y barroco que era el único que conoció, como la mayoría de los sufridos católicos americanos.
Es muy interesante su poesía "al Kempis". Es una caricatura del cristianismo, una visión de lo que parecía el catolicismo a una persona hace cien años, y ciertamente se presentaba como catolicismo.
Ha captado bastante bien el problema del empobrecimiento religioso de la devotio moderna influyendo en el postridentinismo, del barroco con su falsa antítesis vida-Dios (la carne vs. los fúnebres ramos en la poesía que trajo Yolanda).
Fue mi primer contacto con el paradigma barroco preconciliar, y me dio escalofríos.
Bueno, el "pathos" es el mismo del poema de Rubén, y es también americano y contemporáneo.
que tú, maestro, citas y nombras,
que el hombre pasa como las naves,
como las nubes, como las sombras...
huyo de todo terreno lazo,
ningún cariño mi mente alegra,
y con tu libro bajo del brazo
voy recorriendo la noche negra...
¡Oh Kempis, Kempis, asceta yermo,
pálido asceta, qué mal me hiciste!
¡Ha muchos años que estoy enfermo,
y es por el libro que tú escribiste!
Poemas de Amado Nervo
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Huy, qué mal! Seco, hispánico y barroco... En una gradualidad de horrores...
Las patas del elefante barroco oprimiendo el pecho.
El día que me quieras tendrá más luz que junio;
la noche que me quieras será de plenilunio,
con notas de Beethoven vibrando en cada rayo
sus inefables cosas,
y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo.
Las fuentes cristalinas
irán por las laderas
saltando cristalinas
el día que me quieras.
El día que me quieras, los sotos escondidos
resonarán arpegios nunca jamás oídos.
Éxtasis de tus ojos, todas las primaveras
que hubo y habrá en el mundo serán cuando me quieras.
Cogidas de la mano cual rubias hermanitas,
luciendo golas cándidas, irán las margaritas
por montes y praderas,
delante de tus pasos, el día que me quieras...
Y si deshojas una, te dirá su inocente
postrer pétalo blanco: ¡Apasionadamente!
Al reventar el alba del día que me quieras,
tendrán todos los tréboles cuatro hojas agoreras,
y en el estanque, nido de gérmenes ignotos,
florecerán las místicas corolas de los lotos.
El día que me quieras será cada celaje
ala maravillosa; cada arrebol, miraje
de "Las Mil y una Noches"; cada brisa un cantar,
cada árbol una lira, cada monte un altar.
El día que me quieras, para nosotros dos
cabrá en un solo beso la beatitud de Dios.
Este poema, de Amado Nervo, es más jugoso, italiano y renacentista.
Y tiene un mensaje afín al cristianismo, si se quiere interpretar de ese modo.
y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo.
Cogidas de la mano cual rubias hermanitas,
luciendo golas cándidas, irán las margaritas
por montes y praderas,
El día que me quieras, para nosotros dos
cabrá en un solo beso la beatitud de Dios.
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Oh, luis ha admitido un errro? Es cierto lo que veo?
cabrá en un solo beso la beatitud de Dios
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Bueno, bueno, bueno o como el tango:
El día que me quieras
la rosas que engalana
se vestirá de fiesta
con su mejor color.
Al viento las campanas
dirán que ya eres mía
y locas las fontanas
me contarán tu amor.
La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar
y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo,
luciérnaga curiosa
que verá...¡que eres mi consuelo..!
Me lo ha recordado inevitablemente
Lo otro era sequedad, esto es ahogarse en almíbar.
Ne quid nimis.
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Jajajajajja. Lo sabía.
Para que vea que, a veces, es mejor lo seco, lo hispánico y lo barroco.
Madame la Mort...
La Muerte se inclina, estira sus falanges y alza a Martinito. Lo deposita, sacudiéndose como un pájaro, en el brocal.
Al fin reflexiona la huesuda señora pasa algo distinto.
Está acostumbrada a que la reciban con espanto. A cada visita suya, los que pueden verla, los gatos, los perros, los ratones huyen vertiginosamente o enloquecen la cuadra con sus ladridos, sus chillidos y su agorero maullar. Los otros, los moradores del mundo secreto los personajes pintados en los cuadros, las estatuas de los jardines, las cabezas talladas en los muebles, los espantapájaros, las miniaturas de las porcelanas fingen no enterarse de su cercanía, pero enmudecen como si imaginaran que así va a desentenderse de ellos y de su permanente conspiración temerosa. Y todo, ¿por qué?, ¿porque alguien va a morir?, ¿y eso? Todos moriremos; también morirá la Muerte.
Pero esta vez no. Esta vez las cosas acontecen en forma desconcertante. El hombrecito está sonriendo en el borde del brocal, y la Muerte no ha observado hasta ahora que nadie le sonriera.
Mújica Laínez.
La dinámica de hoy se ha desarrollado con la poesía, pero me ha parecido absolutely superb lo escrito por luis:
"Hasta más o menos los cuarenta somos inmortales, pares de Dios. Algo o alguien nos cuenta que somos mortales, y a partir de esa edad empieza la larga pedagogía del siervo."
Muy alejado de lo vulgar y mundano "crisis de los 40". Ahora bien, pregunto, desde el desconocimiento porque no tengo parámetros de comparación. Recientemente he cumplido los 34, así que poco puedo decir al respecto, pero tengo dudas sobre la existencia de dicho cambio existencial como mera pauta cronológica a los 40.
¿No depende del grado de madurez espiritual o de la personalidad reflexiva a modo individual? ¿Realmente hay "algo o alguien", como indica luis, que nos cambia la perspectiva a partir de una edad mediana?
No sé, lo vería más lógico como pauta general a otra edad más avanzada donde el camino recorrido inevitablemente nos acerca más al final y uno lo enfoca como preparación ante el Altísimo, pero ¿a los 40?. Si pregunto es porque lo escucho muchísimo pero tengo mis dudas al respecto. No debería de ser cronológico sino de madurez espiritual individual.
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Creo que es la toma de conciencia, real, de la propia mortalidad. La conciencia de lo pronto que se llega a esos años, y de lo poco que queda. Y de lo escaso de nuestros logros.
Puede que sea algo así, no sé.
Y no está mal tener algo en común con Cervantes, aunque sea una limitación.
Tiene usted, Padre Guillermo, un pensamiento ágil. En efecto, "El Todo en el fragmento". ¿Qué es el ente, en verdad, sino esta maravillosa síntesis? El hecho ontológico de la existencia remite al Ser del que procede. Toda la gigantesca arquitectura aristotélica conduce a esta conclusión de forma necesaria, aun cuando el dios aristotélico sea sumamente pobre en atributos. Santo Tomás de Aquino recoge el testigo del estagirita, pero contando con la Revelación de la Palabra del Padre, construye ese gigantesco monumento de la racionalidad y la fe que fue toda su obra teológica, hasta hoy insuperable.
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Puede, puede. Aunque esa conciencia de "lo pronto que se llega" también ocurre cuando cambia en el cumpleaños el -2- por el -3- . No sé, es curioso leer sobre este tema y, sin embargo, ocurre. Casi todo el mundo coincide cuando se alcanza la barrera psicológica de los 40.
Influye en la toma de conciencia lo expresado en su entrada. Ver abandonar este mundo a profesores, compañeros, etc.
Bueno, mejor seguir con la poesía que es un género que eleva el espíritu.
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Casi peor sería, Eduardo, ser mancos. Mientras la limitación sea la poesía, aun siendo la más excelsa de las capacidades humanas para mí, se puede soportar.
Me resistía, pero lo haré. Algo o alguien o la magia atribuida a los números simbólicos.
Hace... no demasiado... cumplí 40.
Durante el año de los 30 vivía sin vivir en mí. Iba consuciendo y, de prointo, algo extgraño, un vértigo desagradabe me asaltaba... simplemente con el rabillo de ojo había percibido una señal de limitación de velocidad...a 40.
Pasaba por una librería y, al descuido, otra vez el msimo vértigo, retomaba la mirada y... un libro infantil: Alí Babá y los 40 ladrones.
¡Acercarse a la página 40 de un libro! Qué vértigo...
Así todo. No creas, aunque lo parece, que hablo SPH.
Pero también sé, es cierto, que no todo el mundo lo vive igual.mi marido a los 39 estuvo bastante insoportable y deprimidillo. Dio un vuelco absoluto a su vida. Y todo nos sonrió desde entonces, bueno, hasta no hace mucho.
Cumplirlos fue casi un alivio para mí. Al soplar las 40 velitas, mientras los memos de tu familia y amistades te jalean y te aplauden como si de verdad tuviera alguna gracia que te den el "pase a la reserva", una siente irreversible el paso dado y se dice: se acabó, ya no me importa.
No es sólo la madurez espiritual de uno/a. El mundo no ayuda a cumplir años con alegría, y menos si eres mujer.
Pero me alivió cumplirlos tras un año de angustia. Además, total, a partir de ese momento es perfectamente legítimo hacer restricción mental si alguien es tan maleducado de preguntarte la edad. Creo que las poquísimas veces que se ha dado el caso, he mentido sólo por vicio de no decir jamás la verdad a semejante pregunta insidiosa
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
las Horas mi locura las esconde.
¡Que sin poder saber cómo ni adónde,
la salud y la edad se hayan huído!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no me ronde.
Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto;
soy un fue, y un será y un es cansado.
En el hoy y mañana y ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto
Quevedo... ay
Y que no se le ocurra a luis venir a ponerle pegas de barroquismo. El puro grito como expresión del alma, que decía, creo que el prfesor Blecua, de estos versos.
Yo creo que es el cerebro, qué quieren que les diga. Cuando el montañista corono al pico, se demora un poquito allá arriba, y a bajar. Cuando te das cuenta que estás bajando la ladera, pasaste los famosos cuarenta.
El espíritu debería hacer el proceso inverso, aprovechando, como en un golpe de yudo biológico, la declinación de la bios para avanzar en la zoe, que diría Jack Lewis.
Y como la zoe es aniquilarse, hacer la kenosis, no debería ser complicado. "Es necesario que El crezca y yo disminuya" "Cuando eras joven ibas a donde querías.
Cuando seas viejo, otros te atarán y te llevarán donde no quieras".
Como decía también Newman: "cuando era joven me creía un santo. Ahora me he dado cuenta de que sólo era buena salud".
Hay un must para leer al respecto, el libro "Las edades de la vida", de Guardini. Como lo escribió pasados los ochenta, es una buena recapitulatio.
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Me lo cuentas cuando quieras abrir una lata de fabada ¡o conducir!.
;)
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Ni siquiera, luis.
Una se ve aún ascendiendo, sin coronar ninguna cumbre que obligue a descender...¡y ya el mundo te está empujando a bajar!
He ahí lo injusto y lo tremendo del caso. Que si una aún no se percibe bajando ninguna ladera, ¿por qué todo y todos te fuerzan al descenso?
Mi último comentario era rigurosamente serio. Incluso el del cuadragésimo cumpleaños. Y hasta el de la lata de fabada: lleva dos semanas con el brazo izquierdo escayolado mi hijo pequeño ya ya está tan deseperadito con la cantidad de limitaciones que padece (por ejempleo: no jugar a la Play-Statión, a los 12 años, es una tgragedia, jeje) que daría varios miles de neuronas a cambio de su brazo, casi seguro que lo haría (ahora sí es SPH).
Evagrio entendería mucho de virtud monacal; pero de mujeres, NADA. El fatídico fragmento que ha hecho tan célebre y celebrado en esta parroquia a Evagrio debería ser reescrito.
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Sí, puede que visto desde ese ángulo existencial, sea una conclusión certera. Similares frases me las dicen constantemente en mi entorno: "ya, ya te darás cuenta Marcos... ahora eres un newbie, a kid.. te comes el mundo, lo postras ante Dios y sientes que puedes hacerlo.."
Pero claro, cuando veo a mi alrededor a personas más allá de los 40 con estilos de vida y pensamiento a lo Peter Pan, pues me entra las dudas respecto al tema cronológico.
Y Yolanda también concuerda, en parte, puesto que se queja de que la sociedad es la que empuja o impone cuándo debes de estar bajando esa ladera o cuándo en la cima, sin tomar en consideración la madurez espiritual de cada uno o su visión del mundo.
Sin embargo, Eduardo asiente en la teoría de "haber cruzado la frontera".
Intentaré obtener el libro que recomienda luis "las edades de la vida".
dudas, dudas... supongo que se sabrán con el paso del tiempo.
Y el verso cae al alma, como al pasto el rocío... que decía Neruda.
De Ars moriendi (perfecto título para este post),un soneto de título también perfecto: "Ocaso" (en todos los sentidos, bueno, excepto en el de Compañía de Seguros, supongo).
Una delica de melancolía en el declinar del día y de la vida. Menos desgarro barroco y más intimismo de belle époque (bueno, 1921). Lo dicho: una delicia, una esquisitez, una joyita en verso lapidario, o mejorque lapidario: bordado como las iniciales en una camisa, o en unas sábanas de alguien que se va a ir. Como bordando nuestras inicales en el almohadón sobre el que reposará nuestra cabeza, así me parece bordado este soneto herido.
OCASO (Manuel Machado)
Era un suspiro lánguido y sonoro
la voz del mar aquella tarde... El día,
no queriendo morir, con garras de oro
de los acantilados se prendía.
Pero su seno el mar alzó potente,
y el sol, al fin, como en soberbio lecho,
hundió en las olas la dorada frente,
en una brasa cárdena deshecho.
Para mi pobre cuerpo dolorido,
para mi triste alma lacerada,
para mi yerto corazón herido,
para mi amarga vida fatigada...
¡el mar amado, el mar apetecido,
el mar, el mar y no pensar en nada!...
(Y métricamente tan original el soneto con serventesios por cuartetos; la chispa del genio estalla el los tercetos y da un vuelco el corazón. Sí: menos mal que somos cristianos.)
Hay días...
Una lata de fabada Litoral, cuando vienes agotada del trabajo, son las tres, tu hijo tiene que comer, hay que hacer una comida que no dejaste hecha la noche anterior porque estabas cansadísima o harta o prefería distraerte con cualquier conversación, que una también tiene derecho, y a las cuatro hay que ir a una evaluación, a las seis llevar al niño a entrenar, a las siete recoger al mayor en la estación de Renfe, poner la lavadora, corregir exámenes, vistar a tu padre, gestionar las cuentas, y todo sobre las mismas dos únicas manos. Como para que te falte una.
La lata de fabada litoral (perdón por la publicidad) es algo tan real, que si encima hay que abrirla con un solo brazo... los personajes inmortales que se dediquen a crearlos los genios, una querría también crearlos, o al menos una fabada natural hecha por una misma, pero me conformo con poder abrir la lata... y tener un rato para mi modesto asueto o para respirar.
Sabemos adónde vamos y de dónde venimos. Entre
[dos oscuridades, un relámpago.
Si lo quieren leer completo (no lo copio para no aburrirles) lo pueden leer en:
http://www.galeon.com/martadk/escritores/aleixandre.htm#poema3
(Mejor léanlo de algún libro, pues en esta versión la longitud de los versos está alterada). Pertenece a Historia del Corazón (1954)
caramelos... no, no. en todo caso un htc con android (SPH)
ays, señor, señor. Cuántas correcciones al ego tenemos que sufrir a manos de los que han pasado la frontera...
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Haces muy bien Yolanda. Es admirable observar a alguien que, por circunstancias de la vida, lleva sola toda la carga profesional, personal y familiar.
Aunque soy de los que pienso que Dios concede fardos pesados a quien los puede soportar y llevar con dignidad.
Debo de retirarme con la familia. Hasta luego, si Dios quiere
En parte tenía razón, por supuesto se puede contrarrestar esta afirmación, pero mi intención no es crear una nueva definición de "vejez", sino hacer una reflexión en una situación concreta y real.
Un abrzo en el Señor
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Bueno, Marcos, asrone y demás "infantes" de la Puerta de Damasco, eso de "pasar la frontera" es muy drástico... Sólo tenemos 39 y alguno más.
Y Desiderio, que yo reflexione sobre la edad, pase, pero que otro me llame "viejo", aunque sea metafóricamente puede desencadenar mi santa ira... (SPH; es broma).
Pues un cura, un poco volteriano, celebró la Misa, con el obispo presente, y al llegar a esa intercesión de la plegaria, dijo: "con nuestro obispo X, indigno siervo tuyo".
El obispo, sobresaltado por la impertinencia, al acabar la Liturgia llamó a capítulo al cura, amonestándole: "Eso que has dicho no está bien. Sólo lo puedo decir yo". Y el sacerdote le contesta: "Yo he dicho lo mismo que dice usted, con una sola diferencia, yo creo lo que he dicho y usted no".
Será una leyenda urbana, ¿no?
Ay, estos presuntos jovenzuelos que se las dan de haber nacido en la era digital...
Con 34 tacos no se ha nacido en la era digital, chicos.
Mis hijos sí han nacido con un mouse en la mano y conectados a la red. Vosotros, presuntos jovenzuelos, igual que el pater, luis, el P. Nicolás, Eduardo, yo misma etc, nos hemos incorporado y poca diferencia hay entre vosotros y los que han pasado no sé qué frontera...salvo que al llevar más tiempo incorporados, tenemos más soltura.
Hala.
(SPH)
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Eso, eso, la veteranía es un grado.
(hay un chiste de Les Luthiers, pero no es del todo de salón)
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Es muy muy muy poco de salón?
Recuerdo una vez, estando en la cola del supermercado, a una abuela sacando de su bolsillo un salero para que la cajera se lo llenara, ya que en la residencia no les daban. Si la sal no sala...
No se preocupe, sus canas, a lo Richard Gere, irán a más.
Y, luego, no pida compasión... (SPH).
- Uno, dos años menor que yo.
- Otro, unos ocho años menor.
- Y el más joven, once menos.
Aunque el más joven me sigue pareciendo, casi, un niño. Los otros, ya no. Ay, qué cruel es la vida!
(Munstock) "Oh degeneración nunca vista, oh escándalo, esto es intolerable" (bajando el tono de voz) "y disculpe, sólo por saber, cómo se llaman esas pastillas?"
Sí, me acuerdo de un anciano ya muy mayor, no demasiado buena persona, que me decía: "Mi hijo es un viejo de porqueria, está senil"
No se preocupe, sus canas, a lo Richard Gere, irán a más.
Y, luego, no pida compasión... (SPH).
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jajaja!!!
Yo tengo de peligroso lo que Evagrio de feminista.
Bueno, un poquito peligroso sí que soy...
(SPH)
¿Qué guardáis para la verdaera senectud?
Somos los niños que nacieron en los sesenta: los dueños del mundo.
Yo tengo de peligroso lo que Evagrio de feminista.
Bueno, un poquito peligroso sí que soy...
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Claro, Evagrio era feminista, como sabe Yolanda. Y Usted, peligroso, como sabemos todos.
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y disculpe, sólo por saber, cómo se llaman esas pastillas?
Jajajjajaja. Quizá se llamen "régimen", paseítos, etc. (Y no entro en la finalidad de las pastillas, que hay que especificarlo todo, por si las moscas).
Y pensar que esto era un hilo sombrío acerca del cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte, tan callando.
A ver, caballeros, piensen un poco:
Y no hallé cosa en que poner los ojos / que no fuese recuerdoi de la muerte
Pero, tampoco debemos ser sombríos...
Je soutenais l'éclat de la mort toute pure.
VALÉRY
Alguna vez me angustia una certeza,
Y ante mí se estremece mi futuro.
Acechándolo está de pronto un muro
Del arrabal final en que tropieza
La luz del campo. ¿Mas habrá tristeza
Si la desnuda el sol? No, no hay apuro
Todavía. Lo urgente es el maduro
Fruto. La mano ya lo descorteza.
...Y un día entre los días el más triste
Será. Tenderse deberá la mano
Sin afán. Y acatando el inminente
Poder diré sin lágrimas: embiste,
Justa fatalidad. El muro cano
Va a imponerme su ley, no su accidente.
Jorge Guillén
Va a imponerme su ley, no su accidente.
"No volveré a ser joven", 1982
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra
QUEVEDO
Pasa el tiempo y suspiro porque paso,
aunque yo quede en mí, que sabe y cuenta,
y no con el reloj, su marcha lenta
—nunca es la mía— bajo el cielo raso.
Calculo, sé, suspiro —no soy caso
de excepción— y a esta altura, los setenta,
mi afán del día no se desalienta,
a pesar de ser frágil lo que amaso.
Ay, Dios mío, me sé mortal de veras.
Pero mortalidad no es el instante
que al fin me privará de mi corriente.
Estas horas no son las postrimeras,
y mientras haya vida por delante,
serás mis sucesiones de viviente.
Jorge Guillén.
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Pues será que tengo percepción extrasensorial (ya sabe que la tengo)
¿Cuántos arcángeles hay? si fueran doscientos mil... pero vamos, para tres que hay, es cosa de descartar los menos probables.
No son ustedes andaluces para poner Rafael a un hijo; Gabriel no pega teniendo un hijo Guillermo, otro Fernando...
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Bien por Jorge Guillén.
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