Malentendidos
Acabo, casi por casualidad, de “desfacer un entuerto”. Y es cierto que los “entuertos”, los agravios, presuntos o reales, nos visitan en la cotidianidad de nuestras vidas. Igualmente, los “malentendidos”; las malas interpretaciones, la equivocación en el entendimiento de algo.
Hablamos y escuchamos, escribimos y leemos, emitimos y recibimos signos. Pero gran parte de la comunicación se basa en lo que damos por supuesto, en lo “no-dicho” que, a veces, pesa más que lo efectivamente mencionado o proferido.
No es extraño que nos sorprendamos de que algo que hemos afirmado, insinuado o sugerido se perciba mal. Y tampoco es infrecuente que seamos nosotros mismos quienes no situamos en su adecuado contexto lo que los otros nos dicen.
La relación entre los seres humanos exige una ingente dosis de paciencia, de perseverancia, de constancia, para aclarar las palabras y las situaciones. Quizá nos pueda faltar humildad para preguntar a quien nos ha dicho algo – o a quien ha callado - por qué lo ha hecho y qué quería decir, o no decir, en realidad.
En el Evangelio se muestra cómo Jesús era, en ocasiones, incomprendido. Por los que no eran de los suyos y, por consiguiente, no querían entender, y también por los suyos, por quienes, amándolo, lo habían dejado todo para seguirle. El evangelio de San Marcos testimonia, por ejemplo, que cuando el Señor anuncia su Pasión, ellos, sus discípulos, “no entendían sus palabras y temían preguntarle” (Mc 9, 32).
Explicar, querer entender lo explicado, preguntar… Son verbos que indican una acción necesaria para que no se rompan los vínculos que nos unen. Y, una vez superado el malentendido, a empezar de nuevo, sin dejar que el resentimiento anide en esa parte menos iluminada de nuestro corazón.
Realmente, el Evangelio es humano. La Verdad de Dios llega a nosotros en esa sorprendente, limitada y forzosamente ambigua mediación de lo humano. Nos alcanza a través de ese instrumento prodigioso del lenguaje, que vela y desvela, alumbra y oscurece, matiza y hasta confunde. También en el lenguaje, el Deus revelatus permanece absconditus; es decir, sigue siendo Dios.
Guillermo Juan Morado.
47 comentarios
Lap rimera parte del post es una muestra brillante de su capacidad didáctica. ¡Parece un profe de lengua! ¡Lleva dentro una pequeña Yolanda!
Y la segunda parte nos tiene que hacer reflexionar cuando leemos o escuchamos la Palabra.
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Jajajjajaja.
Bueno, si no hubiese estudiado Filosofía y Teología, habría estudiado, quizá, por orden de preferencias: Historia del Arte o Lengua y Literatura.
-comunicarnos
-pensar
-¡rezar!
-Y todo ello sin olvidar el poder performativo del lenguaje, que configura la realidad al medida de las palabras que no sólo la representan sino que la mueven, conmueven, remueven y transforman.
Como de todo se puede hacer uso perverso, el lenguaje puede servir para la mentira, incluso para hacer pasar por verdad la peor de las mentiras.
Y en el colmo de la perversión, para incomunicar: hay palabras que levantan muros.
Y, como en música, las palabras se alterna con silencios. Los silencios hablan, mienten y performan también.
En un blog sólo tenemos la palabra, y encima escrita. Nos despegamos de los gestos, la entonación, la situación extralingüística... y nos tenemos que aferra, desesperantemente a veces, a la literalidad de las palabras secas.
Pero, a pesar de lo fácil que es que esta circunstancia dé lugar a malentendidos; los malentendidos, al enfado; el enfado, a la bronca; la bronca, a la enemistad... aquí no pasa.
Tineo:
espero que tú también lleves un poquito a esta pequeña Yolanda. Casi quepo en un bolsillo. :-D
Yo os llevo a todos, a diario, en mis oraciones.
Creo que el exceso de malicia nos convierte una veces en víctimas y otras en verdugos. Debe ser el sino de la dialéctica.
Es muy difícil hacerse entender. Sobre todo cuando entran las víceras por medio.
Pero en cualquier caso, bienvenidos sean aquellos que son capaces de tender puentes donde se abren simas.
La verdad es la que disipa todo malentendido. Lo que pasa es que los mortales amamos el engaño, la sombra, el error.
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A mi no va a faltar la humildad de preguntar. Porque no he entendido nada.
Guillermo: ¿Dónde está, qué es; a quién afecta el entuerto casi por casualidad desfacido?
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Por ejemplo aquí:
-No; no estoy de acuerdo: El Evangelio no es humano es divino. Si fuera humano estaría adaptado a la humana curcunstancia, es por esto que no es comprendido por quien no está genéticamente predispuesto, por lo menos, a oírlo.
El lenguaje sigue siendo un medio demasiado corto y tosco para explicar las esencia de Dios.
¡Ahhhhhh!!!!!!!!!! bueno: sino es relevante,...
De lo que se deduce que otros han comprendio menos que yo y,... A mi esto de las hipótesis como las utopías, no me hipotecan.
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No sin la voluntad, luis.
La vida afectiva no puede ser ignorada. Las pasiones, los sentimientos, los apetitos y la voluntad no son ajenos a un conocimiento capaz de convicciones reales, irreductibles a meros conceptos y palabras .
Sabias palabras que he leído esta misma mañana. Espero que no lo consideres demasiado voluntarista...
Vaya, que además hay que querer, luis.
La caridad sin verdad es un dios ciego y caprichoso.
La verdad sin caridad, un demonio gélido.
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¿Y eso por qué?
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Definitivamente, los escritos del padre Guillermo, no sólo inducen a la reflexión sino que acabo de comprobar que tiene el don de la providencia.
Sólo hay que leer las noticias de esta web, hoy.
Desde mi punto de vista, no se trata sólo de las palabras que utilizamos, sino de las que decidimos no utilizar. Hay palabras que, cuando se cargan de intencionalidad, destruyen.
Comunicar evitando, en la medida de lo posible, el dejarnos llevar por las pasiones (egoismo, rabia, protagonismo, ego), o la imposición sin razonamiento, porque suele anular la voluntad para el entendimiento mutuo. Se levantan muros como dice Yolanda. Y sin una disposición y voluntad para el entendimiento, es imposible deshacer malentendidos. Al contrario, se crean constantemente.
La caridad sin verdad es un dios ciego y caprichoso.
La verdad sin caridad, un demonio gélido.
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De acuerdo. Y Marcos siempre conjugando los ideales y la realidad. Como debe ser.
Y de hecho, hay palabras que sirven como muro y se usan deliberadamente como muro.
Piensa en palabras que se han convertido en "iconos2 d elo políticamente correcto: te sueltan una de ellas ... y ya es una acusación que cierra todo diálogo.
Por ejemplo: hablas de algo con un listillo paganizado y como todo argumento te dicen... "pero eso lo dices porque eres católica"
ZAS: golpe contra un muro
Se acabó la comunicación
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¿Y a esto sigue sin decirme nadie un porqué?
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Huy, y con un católico menos paganizado y dice: ¡Claro, como es cura!
Y con otro; "Claro, como es conservador!"
Y así.
Hay que apostar por una comunicación franca ( o real ).
Con primacía formal de la verdad, por supuesto.
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¿Y a esto sigue sin decirme nadie un porqué?
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A ver, Yolanda, la verdad formalmente, la verdad en cuanto tal, no puede ser alterada según el capricho de nuestra voluntad. Aunque nuestra voluntad, bien orientada, nos puede ayudar muchísimo a descubir la verdad.
Lo digo sin tecnicismos, es sólo una respuesta coloquial.
He tratado sobre este asunto: razón-voluntad en el siguiente texto:
Un sabroso saber [Texto impreso] : el conocimiento de Dios en Santo Tomás
Juan Morado, Guillermo 1966-
Autor personal: Juan Morado, Guillermo (1966-)
Título: Un sabroso saber [Texto impreso] : el conocimiento de Dios en Santo Tomás / Guillermo Juan Morado
Publicación: Santiago de Compostela : [Instituto Teológico Compostelano], 2009
Descripción física: 29 p. ; 24 cm
Serie: (Subsidia compostellana ; 2)
Nota general: Información provisional
Nota general: "Conferencia pronunciada en la celebración de Santo Tomás de Aquino, en el Instituto Teológico Compostelano, el 10 de febrero de 2009"
N. depósito leg.: S 434-2009
1. Les es más fácil que otros dirijan sus vidas. Es cómodo, no hay que pensar.
2. Rechazan de plano la voluntad de entendimiento, tienen mayor dificultad para aceptar la verdad y pueden incluso rechazarla. En efecto, un acto, una idea, una acción particular puede resultar repulsiva cuando aceptarla impide a la persona ratificar sus esquemas mentales o ideológicos.
Me encuentro, a diario, con personas que son eruditas en su materia, sea cual fuere, pero incapaces de entenderse con el resto de la sociedad. Tan importante es el conocimiento, como lo es el saber transmitirlo.
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Gran reto para todos: hasta para los pobres curas!
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Ud. no tiene tal carencia, padre. Se lo aseguro. Tienen una gran suerte sus feligreses no-virtuales allá donde esté ¡Por eso ayer lanzé "mis quejas" interneteras! Era eso, o le monto una manifestación en su puerta. SPH
PD- Y me llevo a Yolanda con una pancarta " ¡Evagrio vive aquí!"
Romano Amerio veía la crisis de la Iglesia postconciliar precisamente en la inversión de la ordenación intelecto-voluntad, en particular en una primacía formal de la caridad sobre la fe, que llevaba a buscar lo que nos une, no lo que nos separa- como dijo uno de los mentores del Concilio-, con sacrificio de la verdad. El gran filólogo veía en esa inversión una inversión trinitaria, como si el Verbo no procediera del Padre y el Espíritu Santo de ambos, sino al revés.
Desgraciadamente, en nombre del amor se hacen también las peores cosas. Y ya vemos a religiosos y laicos católicos que invocan la misericordia para justificar el aborto, la caridad para admitir uniones homosexuales, la compasión para con los genocidas y opresores del débil.
Por eso: hacer la caridad de la verdad, como dice San Pablo, siempre.
P. Guillermo: ¿dónde se puede comprar Un sabroso saber?
(mire que si no lo pirateo, jaja)
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Eso, luis, como bien explica el P. Tomás Trigo Oubiña, " Es porque la voluntad puede estar bien o mal dispuesta. Esto sucede porque la pasión mueve a la voluntad a querer o a rechazar algo, y si la voluntad se deja dominar por la pasión, ejerce su influencia sobre el entendimiento para que juzgue de un modo o de otro. Y con ello, se desvirtúa la verdad."
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Es esencial. Profundizar en esa "finezza" de Santo Tomás, para obviar eso de:
- "Los toros son horribles. Torturan a los animales"
- ¿Quién dice eso? - Una reclusa acusada de maltratar a sus padres.
Por mí, sin problema...
Las editoras, ya no sé.
Ayer hablé de Evagrio con un buen conocedor de su pensamiento, y el primero a quien yo le oí mencionar a ese personaje.
Y Evagrio es Evagrio.
Claro que llevamos todos una pequeña Yolanda en el bolsillo, al lado del corazón, y la incluimos en nuestras oraciones, como buenos feligreses de esta parroquia virtual. Y últimamente también nos acordamos de tu padre en su enfermedad. Ánimo.
Magistral la "clase" que has dado en tu comentario, como siempre que intervienes.
Y, por cierto, congratúlome de que en algunos comentarios haya sido de nuevo aludido el insigne y venerable eremita oriundo del Ponto.
P. Guillermo: ¿por ese orden, historia del arte y lengua y literatura? Pues no es buen orden, ya sabemos que uno acaba engolfándose en el arte barroco, y de ahí vienen múltiples desviacionismos protoheréticos... Yo también quisiera saber de historia del arte, pero en su día escogí griego y me quedé "in albis" en cuestiones pictóricas, escultóricas et al. Pero no estuvo mal lo del aoristo, el espíritu áspero y los diálogos de Platón en COU. O tempora!
Seguid siendo tan buenos comunicadores, y no careemos en malentendidos.
http://www.autorescatolicos.org/guillermojuanmorado.htm
No tiene desperdicio. Todo es un filón.
Es para estar dándole las gracias permanentemente a nuestro anfitrión.
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Al 200% de acuerdo, Marcos. ¿Qué más da conocer la verdad si no se comunica? Hay graves problemas de comunicación Iglesia-Mundo.
Por supuesto, nuestro párroco virtual no tiene ese problema. Y por eso San Pablo II tiene los mejores coentaristas de la blogosfera: porque es la mejor parroquia de la blogosfera.
Tineo, asrone,Marcos, etc: no empecemos con Evagrio que me marcho a otra parroquia. Cualquier día le cambiáis el nombre a la parroquia y le ponéis San Evagrio. Y entonces sí que me hago budista.
Por lo demás, en una parroquia que tan cariñosamente me trata y que con tanta suavidad me ayuda a acercarme de nuevo y sin prejuicios a realidades de mi Iglesia, olvidadas o preteridas por mí durante años , incluso, por qué no admitirlo, despreciadas a veces(sin renunciar a muchas otras cosas)...¿cómo no sentirse casi en la Gloria? Y muy reconciliada con unos y otros.
¿Griego en vez de arte, Tineo? Yo, Arte y Griego. ¡Y cómo me gustaban ambas cosas! En Historia del Arte, era tan aplicadísima que incluso fuera de todo horario razonable me iba con una amiga con el Diego Angulo bajo el brazo a seguir estudiando plantas de catedrales góticas aunque fuera a...a cualquier sitio, si en nuestras casas ya se hartaban de vernos estudiar los dos gruesos volúmenes del Angulo co absoluto olvido del asueto. Pero el caso era estudiar arte. Y sin perjuicio del aoristo y los verbos polirrizos.
(Mi padre mejorando en el sanatorio de larga estancia para rehabilitación: en uno o dos meses nos lo devuelven casi "en condiciones", eso dicen. Y le ha encantado el sitio, menos mal. Lo malo es lo lejos que nos queda para visitarle. Pero su médico es un íntimo amigo nuestro. Todo genial dentro de lo malo. Y seguro qeu vuestras oraciones tienen mucho que ver en la buena marcha de este asunto)
Gracias a todos. Qué buena gente sois.
ved la noticia de aquí mismo
http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=4628
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Sin duda. Un aspecto al que conviene estar atentos.
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No tan banal, Eduardo, el ejemplo. Malentendidos en esa materia con la que ejemplificas pueden ser graves. Si encima se complica el mensaje por su propia complejidad interna y si encima afecta a partes importantes de la personalidad de cada uno... ya ni te cuento.
Pero hablando se entiende la gente -dicen- si hay voluntad de entendimiento. La voluntad es, aquí, lo relevante. En el mensaje explícito y en los silencios. La voluntad de que no haya malentendidos, la voluntad de entenderse.
Cuántos problemas se ahorrarían con esa decidida voluntad de no caer en el malentendedio o de desfacer entuertos si el malentendido ya se hubiera producido.
Disputa del Romano y el griego
Palabras son de sabio y díjolo Catón:
el hombre, entre las penas que tiene el corazón,
debe mezclar placeres y alegrar su razón,
pues las muchas tristezas mucho pecado son.
Como de cosas serias nadie puede reír,
algunos chistecillos tendré que introducir;
cada vez que los oigas no quieras discutir
a no ser en manera de trovar y decir.
Entiende bien mis dichos y medita su esencia
no me pase contigo lo que al doctor de Grecia
con el truhán romano de tan poca sapiencia,
cuando Roma pidió a los griegos su ciencia.
Así ocurrió que Roma de leyes carecía,
pidióselas a Grecia, que buenas las tenía.
Respondieron los griegos que no las merecía
ni había de entenderlas, ya que nada sabía.
Pero, si las quería para de ellas usar,
con los sabios de Grecia debería tratar,
mostrar si las comprende y merece lograr;
esta respuesta hermosa daban por se excusar.
Los romanos mostraron en seguida su agrado;
la disputa aceptaron en contrato firmado,
mas, como no entendían idioma desusado,
pidieron dialogar por señas de letrado.
Fijaron una fecha para ir a contender;
los romanos se afligen, no sabiendo qué hacer,
pues, al no ser letrados, no podrán entender
a los griegos doctores y su mucho saber.
Estando en esta cuita, sugirió un ciudadano
tomar para el certamen a un bellaco romano
que, como Dios quisiera, señales con la mano
hiciera en la disputa y fue consejo sano.
A un gran bellaco astuto se apresuran a ir
y le dicen: -"Con Grecia hemos de discutir;
por disputar por señas, lo que quieras pedir
te daremos, si sabes de este trance salir".
Vistiéronle muy ricos paños de gran valía
cual si fuese doctor en la filosofía.
Dijo desde un sitial, con bravuconería:
"Ya pueden venir griegos con su sabiduría".
Entonces llegó un griego, doctor muy esmerado,
famoso entre los griegos, entre todos loado;
subió en otro sitial, todo el pueblo juntado.
Comenzaron sus señas, como era lo tratado.
El griego, reposado, se levantó a mostrar
un dedo, el que tenemos más cerca del pulgar,
y luego se sentó en el mismo lugar.
Levantóse el bigardo, frunce el ceño al mirar.
Mostró luego tres dedos hacia el griego tendidos
el pulgar y otros dos con aquél recogidos
a manera de arpón, los otros encogidos.
Sientáse luego el necio, mirando sus vestidos.
Levantándose el griego, tendió la palma llana
y volvióse a sentar, tranquila su alma sana;
levántase el bellaco con fantasía vana,
mostró el puño cerrado, de pelea con gana.
Ante todos los suyos opina el sabio griego:
"Merecen los romanos la ley, no se la niego."
Levantáronse todos con paz y con sosiego,
¡gran honra tuvo Roma por un vil andariego!
Preguntaron al griego qué fue lo discutido
y lo que aquel romano le había respondido:
"Afirmé que hay un Dios y el romano entendido
tres en uno, me dijo, con su signo seguido.
"Yo: que en la mano tiene todo a su voluntad;
él: que domina al mundo su poder, y es verdad.
Si saben comprender la Santa Trinidad,
de las leyes merecen tener seguridad."
Preguntan al bellaco por su interpretación:
"Echarme un ojo fuera, tal era su intención
al enseñar un dedo, y con indignación
le respondí airado, con determinación,
que yo le quebraría, delante de las gentes,
con dos dedos los ojos, con el pulgar los dientes.
Dijo él que su yo no le paraba mientes,
a palmadas pondría mis orejas calientes.
"Entonces hice seña de darle una puñada
que ni en toda su vida la vería vengada;
cuando vio la pelea tan mal aparejada
no siguió amenazando a quien no teme nada".
Por eso afirma el dicho de aquella vieja ardida
que no hay mala palabra si no es a mal tenida.,
toda frase es bien dicha cuando es bien entendida.
entiende bien mi libro, tendrás buena guarida.
Por eso, queridos en el Señor, no hemos de tener a mal los consejos evagrianos, pues no hemos de juzgar al egregio monje con criterios del siglo XXI. Exigirle que esté "a la altura de nuestros tiempos" es cargar un peso excesivo sobre sus monásticas espaldas. Ello no implica que debamos estar de acuerdo con él, ni que hayamos de tratar a las féminas con la desconfianza que él aconseja.
Dicho esto, voyme a ver los nuevos posts.
;-)
que no hay mala palabra si no es a mal tenida.,
toda frase es bien dicha cuando es bien entendida.
entiende bien mi libro, tendrás buena guarida.
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Así es, Tineo.
Pero a Evagrio no lo slvo ni por esas: """Ello no implica que debamos estar de acuerdo con él, ni que hayamos de tratar a las féminas con la desconfianza que él aconseja"""
Pues eso.
Y, entre nsotros, varones y mujeres del siglo XXI: "toda frase es bien dicha cuando es bien entendida".
Otro de los secretos de este bendito blog es lo bien que se entiende la gente. Y, cuando, no, se explican las cosa con claridad y ya está
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