Revelación cristiana y religiones (II)
3. El Concilio Vaticano II y el magisterio posterior
3.1. Vaticano II
El Vaticano II no se planteó de modo explícito la existencia de la revelación en las religiones. Sin embargo, contiene indicaciones sobre la concepción de la revelación y sobre la existencia de verdad entre los no cristianos, que nos pueden ayudar para plantear este tema.
La Dei Verbum presenta, como hemos visto, un concepto de la revelación económico y sacramental (cf DV 2), que llega a su plenitud en Cristo (cf DV 4).
El Concilio reconoce la presencia de verdad en las religiones no cristianas. En LG 16 se afirma de “quienes, ignorando sin culpa el Evangelio de Cristo y de su Iglesia” que “cuanto hay de bueno y verdadero entre ellos, la Iglesia lo juzga como una preparación al Evangelio y otorgado por quien ilumina a todos los hombres para que al fin tengan la vida".
El Concilio reconoce, pues, que se da verdad entre los que no son cristianos: en las tradiciones religiosas hay “verdad y gracia” (AG, 9); “verdad y bondad” (cf OT 16); “preciados elementos religiosos y humanos” (GS 92); “tradiciones ascéticas y contemplativas cuyas semillas ha esparcido Dios algunas veces en las antiguas culturas” (AG 18). En la declaración Nostra Aetate se indica que en las religiones se da “una cierta percepción de aquella fuerza misteriosa que se halla presente en la marcha de las cosas y en los acontecimientos de la vida humana” (NA 2). Y se establece el principio de que “la Iglesia católica nada rechaza de lo que en estas religiones hay de verdadero y santo” (NA 2). Estos elementos de verdad tienen, según el Concilio, su origen en Cristo (NA 2; AG 11.15); son “semillas del Verbo".
La verdad de las religiones no cristianas debe reconocerse y respetarse (cf NA 2) y la Iglesia invita a sus miembros a que “descubran, con gozo y respeto, las semillas de la Palabra” (AG 11) que se contienen en las tradiciones nacionales y religiosas; así como a reconocer, guardar y promover aquellos bienes espirituales y morales, así como los valores socioculturales que existen en los adeptos de otras religiones (NA 2). La verdad presente en las religiones es considerada como una “preparación del Evangelio” (LG 16; cf AG 2.9).
La Iglesia tiene la obligación de anunciar a Cristo, “en quien los hombres encuentran la plenitud de la vida religiosa” (NA 2). La misión de la Iglesia consiste en “purificar, perfeccionar y elevar” (cf LG 17) los esfuerzos religiosos del hombre.
El Concilio invita al diálogo y a la colaboración con los no cristianos con el fin de “reconocer, guardar y promover” los bienes espirituales y morales así como los valores socio-culturales que en ellos existen (cf NA 2).
3.2 Magisterio posterior: Pablo VI y Juan Pablo II
Pablo VI se ocupó del tema de la presencia de verdad y santidad en las religiones tanto en la encíclica Ecclesiam Suam como en la Evangelii Nuntiandi. La religión cristiana aparece, en estos textos del Papa Montini, como cumplimiento de las religiones naturales.
Juan Pablo II destaca, por una parte, por su praxis de diálogo interreligioso (visita a Marruecos en 1985; encuentro en la Sinagoga de Roma; encuentro de Asís con las grandes religiones mundiales) y, por otra, por su doctrina sobre la universalidad de la acción del Espíritu Santo. Esta doctrina es expuesta, de manera singular, en la encíclica Redemptoris missio (4-II-1979).
Los documentos del Consejo Pontificio para el Diálogo interreligioso desarrollan la doctrina conciliar sobre el valor de las religiones. El primero de estos documentos, “La actitud de la Iglesia frente a los seguidores de otras religiones", de 1984, insiste en la importancia y en las modalidades del diálogo. En “Diálogo y anuncio", de 1991, se afirma que el diálogo sólo es posible desde la valoración positiva de otras tradiciones, en las cuales actúa la gracia y el Espíritu Santo.
Guillermo Juan Morado.
64 comentarios
Sigo la serie encantada... y perpleja.
Estoy ya de hipócritas y sepulcros blanqueados hasta el gorro.
Nuevamente se recurre al artilugio circiterista y ambiguo de decir que en otras tradiciones o religiones actúa la gracia y el Espìritu Santo. Esto es verdad o mentira según qué perspectiva se tome, porque siempre se puede decir que el Espíritu Santo actúa, hasta cuando llueve.
Si lo que se quiere decir es que el Espíritu Santo y la gracia se otorgan a través de las religiones, como mediación de gracia, es un error postconciliar y una grave variación mutagénica de la doctrina catolica, muchas veces declarada por instancias de la Santa Sede. Es una herejía. Santo Tomás y los Concilios siempre han sostenido el carácter mortal y mortífero de todo rito o religión que aparte a Cristo. Las religiones, qua religiones son vanas observancias, dispensadoras de muerte.
Si lo que se quiere decir es que el Espíritu santo actúa a pesar de las religiones y estructuras, sobre la persona, es verdad. Pero esto no se aclara.
Hay aquí un error fundamental, consolidado en declaraciones de menor nivel al pontifical, como los disparates de Tauran que ayer comentamos y del cardenal Bagnasco, que llega a sugerir que la religión judía salva, al sostener que la iglesia no intenta convertir a los judíos.
Es otra religion.
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Pues toma la correcta, la católica y punto. ¡Si no hay nadie adoptando otra!, guarda ya la artillería.
Errores condenados por el Syllabus:
XV. Todo hombre es libre para abrazar y profesar la religión que guiado de la luz de la razón juzgare por verdadera.
XVI. En el culto de cualquiera religión pueden los hombres hallar el camino de la salud eterna y conseguir la eterna salvación.
XVII. Es bien por lo menos esperar la eterna salvación de todos aquellos que no están en la verdadera Iglesia de Cristo.
XVIII. El protestantismo no es más que una forma diversa de la misma verdadera Religión cristiana, en la cual, lo mismo que en la Iglesia, es posible agradar a Dios
Es otra religion.
Cuarta vez que los copian, como si el Syllabus no estuviera en internet, como si no lo huiéramos leído nunca o como si, de no conocerlo, no se enrtendiera a la primera.
No es cierto, Yolanda, la interpretaciòn al uso, es la heretica, como ayer probé con innumerables ejemplos sobre los que el Padre guarda silencio, porque nada puede decir.
Por eso las declaraciones de los dignatarios vaticanos, por eso los sincretismos, la renuncia a predicar el Evangelio a los judíos, los actos litúrgicos con chamanes, el beso al Corán.
La interpretaciòn anticatolica es la usual. Recién ahora Benedicto está aclarando, despues del precio de la difusión universal del indiferentismo y del relativismo en los fieles. Todo por demagogia, por facilismo, por "hablar de cosas que agradan", y por un malentendido espíritu de concordia irenista, que sacrifica la verdad a la paz.
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¿a qué uso? ¿al uso de quién? Y si lo fuera de alguien, por qué no vas a su sede a sacar la artillería.
De allí la vehemencia de la fe, por la que por cierto pido disculpas.
675 Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes (cf. Lc 18, 8; Mt 24, 12). La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra (cf. Lc 21, 12; Jn 15, 19-20) desvelará el "Misterio de iniquidad" bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad. La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne (cf. 2 Te 2, 4-12; 1Te 5, 2-3;2 Jn 7; 1 Jn 2, 18.22).
En la práctica, cómo hemos de guardar y promover los cristianos "los bienes espirituales y morales así como los valores socioculturales de los adeptos de otras religiones".
Todos estos avances son prolegómenos de esa "impostura religiosa". La clave la da que es una idea nueva, un desarrollo anómalo. Lee "Amo del Mundo", de Benson, o "Sermones sobre el Anticristo", de Newman, o "Diálogos", de Solovieff: allí está la clave de estos sincretismos y a dónde conducen.
Nadie.
Yo, desde luego, no.
También ver a los otros, claro.
Yo al menos, y seguramente cualquiera que sepa leer ya ha entendido que estás llamando Anticristo a quien se lo estás llamando e impostura religiosa al CVII .
Ya ha quedado claro.
Voy a tomar más antieméticos.
Y Anticristo, será el Anticristo, venga ahora o dentro de mil años. Precursores, muchos, como dice Newman.
Asì que please, hermana progre, no me calumnies.
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¿Entonces a quién machacas con tanta insistencia? Nadie se reconoce en esa imputación aquí. Vete a casa Bruno a decírselo a Gallizo, por ejemplo.
(y no me empiece con victimismos, a lo mejor es que done las dan las toman: ¿somos malinterpretados cuando hablamos demasiado, quizá?)
Otro ejemplo: durante cinco años Pablo VI o mejor, la CDF cesó de condenar herejes. Justo en el lustro de mayores herejías. Hay "desistencia" de la autoridad, como dice Amerio, no herejìa. Hay complacencia o blandura con el error. Hasta san Pedro fue blando con el error, consintiendo a los judaizantes, como dice San Pablo, no es nada raro en la historia de la Iglesia.
Hay muchos ejemplos de esto en la crisis arriana, sin mencionar al Papa Liberio, que no cayo en herejía pero la permitió con su actuar ambiguo. De eso se trata, de ambiguedades, medias verdades circiterismos.
Insisto en recomendarte el debate con Gallizo en Casa Bruno: él, más o menos -circiter ;)- asume las tesis que tú niegas.
Por cierto, Dios salva como quiere y con los medios que quiere.
A Él le toca salvar, a nosotros obedecerle y darle gracias por haber conocido la única religión verdadera, en sentido pleno: la católica.
¿Cómo vamos a negar esto? Dejaríamos de ser católicos si lo hiciésemos.
¿Qué impide ver en las religiones la plasmación histórica y cultural de estas creencias y sentimientos, sin duda con mezcla de errores, pero no malas en sí mismas, al menos en tanto que verdaderas religiones - aunque no religiones verdaderas -?
Muy bueno el chiste de asrone que cierra el anterior post, jajaja
¿Qué hacía Jesús en el Templo cuando lo perdieron María y José? :)
Mmmm, no sé, ¿discutía con luis? ¿posconciliaba?
Gracias, padre, a ver cómo discurre todo.
¿Qué hacía Jesús en el Templo cuando lo perdieron María y José? :)
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Sí, es de esas preguntas que... no se sabe a qué vienen.
La "gentil luz" que lo guiaba no procedía de la Iglesia Anglicana, sino del Espíritu Santo operando a pesar de esa Iglesia, como lo deja en claro muchas de veces, al repudiar el liberalismo teologico en el que ya apuntaba la teoría modernista del sentimiento religioso como experiencia inmanente que condenaría unos años despues San Pío X en la Pascendi.
Muy probablemente, porque Newman pertenecía al alma de la Iglesia Católica, mucho antes de su conversión formal. Como el caso de Chesterton, y de muchos cismàticos materiales que en realidad reciben la justificación y la gracia por el bautismo o por la acción del Espíritu santo, a pesar de los ritos mortíferos de las falsas religiones.
Las concretas modalidades que asumen las religiones desde el punto de vista existencial, ese es el problema disimulado en la doctrina conciliar y postconciliar. No he visto citado en ningún texto, salvo la Dominus Iesu, que en definitiva es un correctivo al Espíritu del Concilio, dichos aspectos existenciales profundamente negativos.
Newman no reconocería estas valorizaciones de las religiones y estas insinuaciones de aspectos salvíficos y sincréticos, porque Newman era católico con la Tradicion, y esta, es otra religion.
No entro en el debate, perdón pero es que veo demasiado lío, aunque me parece excelente que se concrete bien. En realidad, tanto el Padre Guillermo como luis coinciden en lo esencial, lo que pasa es que sus estilos de expresión son totalmente diferentes, y en expresión el continente condiciona el contenido. Y que tal vez algunas frases deberían estar en otro orden o junto a otro " subtema " para no mezclar ideas.
Por supuesto que se pueden citar muchísimos documentos magisteriales al respecto y debemos agradecer estos post del Padre, interesantísimos. Gracias, Padre Guillermo.
Yo tengo claro que:
1.- Jesucristo es el ÚNICO Salvador. Ya lo dice bien claro san Pablo: no tenemos bajo el cielo otro Nombre que pueda salvarnos.
2.- Siendo así, la única religión que no tiene NADA que aprender de las demás es la católica. Y sí las demás de ella, todas las demás. No deseo parecer intolerante, pero es que no sé si además deberíamos llamarlas " religiones " ( apelo al verdadero significado del término ) o simplemente creencias. No es lo mismo, si deseamos ser exactos en los términos. Lo que pasa es que los seguidores de Jesús nos hemos vuelto muy-muy políticamente correctos, mientras que los demás se aferran a sus creencias como lapas. Y esa dejación nuestra ( luis tiene razón ) abre el camino al sincretismo. Ya sé que Jesús dijo " Quien no está contra nosotros está con nosotros. " Pero es que esas creencias sí están contra nosotros - sibilinamente, claro - porque ellos no hacen dejación de nada de nada de nada de nada de nada.... Y alguna hasta habla de convertirnos, tarde o temprano, a su " fe ".
3.- Es evidente que un católico puede colaborar con miembros de esas creencias en todo cuanto contribuya al bien de la sociedad. Eso ya lo explica el actual Papa, y no es el único, por supuesto.
4.- A mí jamás se me ocurrirá intentar aprender nada de ninguna de esas creencias. Nada de nada. Porque si Jesucristo es el único Salvador, todo cuanto esas creencias puedan ofrecerme lo tengo elevado a la enésima potencia en la doctrina de Jesucristo, tanto en el orden humano como en el espiritual.
Bueno, que no pensaba entrar en el debate y al final he picado. No volverá a ocurrir a no ser que alguien me haya malinterpretado, espero que no.
Saludos cordiales. Da un beso a tu padre de mi parte, Yolanda. La Misa de mañana, en honor a los santos ángeles, va por él.
no piques, no piques
El mero hecho de que existan religiones nos interpela, ¿no?
En fin. Cosa de la crítica.
Reconozco mucho de lo que usted dice, pero no puedo compartir el punto de vista del objeto formal, para decirlo en términos escolásticos, que Usted presenta, siguiendo el Espíritu del Concilio, y es que las religiones son vías de salvación, mediaciones del Espíritu Santo, quasi revelaciones.
Reconozco tradiciones, reconozco valores, reconozco todo lo humano en ellas. Humano, demasiado humano. El esfuerzo está, el sentimiento religioso está, pero el secreto del cristianismo es que todo ese esfuerzo queda trunco. El sentimiento religioso, sin la Revelación de Dios en Israel y en Cristo, es la torre de Babel: confusión de religiones y de lenguas, y trabajo parado a la mitad del cielo. Aún peor, las fuerzas que liberan las falsas religiones pueden ser instrumentadas y de hecho lo son por los poderes infernales (silencio ominoso del Concilio Vaticano II respecto de esta realidad, reflejada por la Tradíción entera de la Iglesia. Este silencio es una inequívoca ruptura con la Tradición, que no asume un caracter herético positivo, sino una negativa a exponer la totalidad de la doctrina catolica. Este silencio es apenas levantado en la Dominus Iesu, que corrije el espìritu del Concilio).
Pero falta la piedra angular, y ahí la religión, que como todo ente accidental reposa en un principio final constitutivo, revela no solo su insuficiencia soteriológica, sino también su carácter mortífero. Siempre.
Reconozco tradiciones, reconozco valores, reconozco todo lo humano en ellas. Humano, demasiado humano. El esfuerzo está, el sentimiento religioso está, pero el secreto del cristianismo es que todo ese esfuerzo queda trunco. El sentimiento religioso, sin la Revelación de Dios en Israel y en Cristo, es la torre de Babel: confusión de religiones y de lenguas, y trabajo parado a la mitad del cielo...
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Yo no contradigo eso que usted dice. Pero no es lo único que se puede decir.
Yolanda, a mí sólo me interpelan en el sentido en que me interpela todo ser humano, gracias, precisamente, a Jesucristo: debo amar a todos, amar siempre. No negar jamás mi ayuda a quien la necesite. Pero amar no significa aprender de ellos. O sea, como hacían los primeros cristianos: amar, pero la Verdad sólo tiene un nombre y ese nombre es Jesucristo. Y por defender esa verdad dieron sus vidas, no pactaron, con lo fácil que hubiera sido ser tolerantes con la teología imperial romana y no acabar en la cárcel Mamertina y luego en la muerte, la esclavitud o un prostíbulo.
¿ Que otras creencias le consideran un gran profeta ? Pues mira, ya empezamos, o sea que por supuesto no lo reconocen como Hijo de Dios y Salvador. Pues a ver qué puedo aprender yo de ellos...
No, que no. Y sé que en lo fundamental estamos todos de acuerdo, me parece, porque por supuesto que tenemos la misma fe.
Ciao. Me voy a ver " Cuéntame ", que me entretiene bastante.
No estamos debatiendo pacíficamente una doctrina exótica, el sincretismo, el relativismo religioso y el indiferentismo, como si estuvieramos hablando de monofisismo y nestorianismo.
Son las herejías de nuestro tiempo. Son alentadas por la conducta y la doctrina equívoca de la Jerarquía. Los pastores son perros mudos ante estos errores.
Usted también -comprensiblemente- calla su opinión ante los ejemplos de heteropraxis que he enumerado en estos tres días. Lo respeto. Pero no puede asombrarse. Y si se asombra, asómbrese y atérrese de los efectos deletéreos de esta cesación del magisterio. Un cardenal de la Iglesia Católica que hubiera dicho lo que Bagnasco en el año 1930 hubiese seguido la suerte del cardenal Billot, que por mucho menos perdió el capelo.
Es cierto, no es lo único pero es lo esencial: "res specificuntur a fine". Y no se dice.
Recibió hoy en audiencia a una delegación judía
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 30 de octubre de 2008 (ZENIT.org).- En el complejo mundo actual, el diálogo entre las culturas y las religiones es un “deber sagrado”, ha declarado hoy jueves Benedicto XVI, al recibir en audiencia a los miembros de una delegación del International Jewish Committee on Interreligious Consultations.
Recordando que desde hace más de treinta años este Comité y la Santa Sede han mantenido “contactos regulares y fructíferos, que han contribuido a una mayor comprensión y aceptación entre católicos y judíos”, el Papa quiso aprovechar esta ocasión para reafirmar “el compromiso de la Iglesia en llevar a cabo los principios expresados en la histórica Declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano II”.
El documento, explicó, “condenaba firmemente toda forma de antisemitismo, y representaba un hito en la larga historia de las relaciones entre judíos y católicos, así como animaba a una renovada comprensión teológica de las relaciones entre la Iglesia y el Pueblo de Israel”.
A día de hoy, afirmó Benedicto XVI, los cristianos son “cada vez más conscientes del patrimonio espiritual que comparten con el pueblo de la Torá, el pueblo elegido por Dios en su gracia inefable, un patrimonio que requiere más aprecio recíproco, estima y amor”.
De la misma forma, los judíos están llamados a “descubrir lo que tienen en común con todos aquellos que creen en el Señor, el Dios de Israel, que se ha revelado a través de su palabra poderosa y generadora de vida”.
Esta Palabra, observó el Pontífice, “nos exhorta a ofrecer un testimonio común del amor, de la misericordia y de la verdad de Dios”, “un “servicio vital en nuestra época, amenazada por la pérdida de los valores morales y espirituales que garantizan la dignidad humana, la solidaridad, la justicia y la paz”.
En el mundo actual, a menudo caracterizado por la pobreza, la violencia y la explotación, el diálogo entre las culturas y las religiones debe ser visto cada vez más como “un deber sagrado que compete a todos aquellos que están comprometidos en la construcción de un mundo más digno del hombre”, constató el Papa.
La capacidad de aceptarse unos a otros y de decir la verdad en el amor es “esencial para superar las diferencias, prevenir los malentendimientos y evitar confrontaciones inútiles”.
El diálogo, añadió, es “serio y honrado” sólo cuando “respeta las diferencias y reconoce al otro en su alteridad”.
Un diálogo sincero, además, “necesita apertura y un sólido sentido de identidad por ambas partes, para que cada una se enriquezca con los dones de la otra”.
Agradeciendo al Señor por “los progresos en las relaciones entre judíos y católicos”, que se reflejan en sus encuentros con las comunidades judías en Nueva York, París y el Vaticano, el Papa ha animado a los presentes a “llevar adelante su trabajo con paciencia y renovado compromiso”.
“Con estos sentimientos, queridos amigos, pido al Todopoderoso que continue velando sobre vosotros y sobre vuestras familias, y guíe vuestros pasos por el camino de la paz”, concluyó.
El mes que viene, el International Jewish Committee on Interreligious Consultations” tendrá un encuentro con una delegación de la Comisión vaticana para las Relaciones religiosas con el Judaísmo para discutir sobre el tema “Religión y sociedad civil” en Budapest (Hungría).
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Sí, pero ese esfuerzo es algo, es más que negar a Dios. Contra Cristo y sin Cristo, no vale. Pero con Él, de modo implícito o explícito, es mucho.
Usted también -comprensiblemente- calla su opinión ante los ejemplos de heteropraxis que he enumerado en estos tres días. Lo respeto. Pero no puede asombrarse. Y si se asombra, asómbrese y atérrese de los efectos deletéreos de esta cesación del magisterio. Un cardenal de la Iglesia Católica que hubiera dicho lo que Bagnasco en el año 1930 hubiese seguido la suerte del cardenal Billot, que por mucho menos perdió el capelo.
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Billot perdió el capelo por otras causas. No son herejías. Hay que buscar la parte de verdad, que no niega la parte de no verdad. Lo de Bagnasco sí que no lo entiendo: ¿qué ha dicho exactamente? ¿Tiene usted el discurso completo? Yo no lo he encontrado.
Presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso y
al arzobispo Gianfranco Ravasi
Presidente del Consejo Pontificio para la Cultura
Deseo ante todo expresar viva satisfacción por la iniciativa conjunta del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso y del Consejo Pontificio para la Cultura, que han querido organizar una Jornada de Estudio dedicada al tema: Culturas y Religiones en diálogo, como participación de la Santa Sede en la iniciativa de la Unión Europea, aprobada en diciembre de 2006, de declarar el 2008 como "Año europeo del diálogo intercultural". Saludo cordialmente, junto con los presidentes de los Consejos Pontificios antes mencionados, a los señores cardenales, a los venerados hermanos en el episcopado, a los excelentísimos miembros del cuerpo diplomático acreditados ante la Santa Sede, así como a los Representantes de las distintas religiones participantes en este significativo encuentro.
Ya desde hace muchos años Europa ha tomado conciencia de su sustancial unidad cultural, a pesar de la constelación de culturas nacionales que han modelado su rostro. Es bueno subrayarlo: la Europa contemporánea, que se asoma al tercer milenio, es fruto de dos milenios de civilización. Ésta hunde sus raíces tanto en el ingente y antiguo patrimonio de Atenas y de Roma, como sobre todo en el fecundo terreno del cristianismo, que se ha revelado capaz de crear nuevos patrimonios culturales recibiendo la contribución original de cada civilización. El nuevo humanismo, surgido de la difusión del mensaje evangélico, exalta todos los elementos dignos de la persona humana y de su vocación trascendente, purificándolos de las escorias que ofuscan el auténtico rostro del hombre creado a imagen y semejanza de Dios. Así, Europa nos aparece hoy como un precioso tejido, cuya trama está formada por los principios y valores emanados del Evangelio, mientras que las culturas nacionales han sabido bordar una inmensa variedad de perspectivas que manifiestan las capacidades religiosas, intelectuales, técnicas, científicas y artísticas del Homo europeus. En este sentido, podemos afirmar que Europa ha tenido y tiene todavía una influencia cultural sobre la totalidad del género humano, y que no puede dejar de sentirse particularmente responsable no sólo de su propio futuro, sino también del de la humanidad entera.
En el contexto actual, en el que cada vez más frecuentemente nuestros contemporáneos se plantean las preguntas esenciales sobre el sentido de la vida y su valor, parece más importante que nunca reflexionar sobre las antiguas raíces de las que ha fluido una linfa abundante a lo largo de los siglos. El tema del diálogo intercultural e interreligioso, por ello, emerge como una prioridad para la Unión Europea e interesa de modo transversal a los sectores de la cultura y la comunicación, de la educación y de la ciencia, de las migraciones y de las minorías, hasta llegar a los sectores de la juventud y del trabajo.
Una vez acogida la diversidad como dato positivo, es necesario hacer que las personas acepten no sólo la existencia de la cultura del otro, sino que también deseen enriquecerse con ella. Mi predecesor, el siervo de Dios Pablo VI, dirigiéndose a los católicos, enunciaba en estos términos su profunda convicción: "La Iglesia debe entrar en diálogo con el mundo en el que vive. La Iglesia se hace palabra, al Iglesia se hace mensaje, la Iglesia se hace conversación" (encíclica Ecclesiam suam, n. 67). Vivimos en lo que se suele llamar un "mundo plural", caracterizado por la rapidez de las comunicaciones, por la movilidad de los pueblos y por su interdependencia económica, política y cultural. Precisamente en esta hora, quizás dramática, aunque por desgracia muchos europeos parecen olvidar las raíces cristianas de Europa, éstas están vivas, y deberían trazar el camino y alimentar la esperanza de millones de ciudadanos que comparten los mismos valores.
Los creyentes, por tanto, deben estar siempre dispuestos a promover iniciativas de diálogo intercultural e interreligioso, para estimular la colaboración en temas de interés recíproco, como la dignidad de la persona humana, la búsqueda del bien común, la construcción de la paz, el desarrollo. Con este propósito, la Santa Sede ha querido dar una relevancia particular a su propia participación en el diálogo de alto nivel sobre la comprensión entre las religiones y las culturas y sobre la cooperación para la paz, en el marco de la 62a Asamblea General de las Naciones Unidas (4-5 octubre de 2007). Para ser auténtico, un diálogo así debe evitar ceder al relativismo y al sincretismo y debe estar animado por el respeto sincero a los demás y por un generoso espíritu de reconciliación y fraternidad.
Animo a cuantos se dedican a la edificación de una Europa acogedora, solidaria y cada vez más fiel a sus raíces, y en particular, exhorto a los creyentes a que contribuyan no sólo a custodiar celosamente la herencia cultural y espiritual que los distingue y que forma parte integrante de su historia, sino que se comprometan cada vez más en buscar nuevas vías para afrontar de forma adecuada los grandes desafíos que marcan la época postmoderna. Entre estas, me limito a citar la defensa de la vida del hombre en todas sus fases, la tutela de todos los derechos de la persona y de la familia, la construcción de un mundo justo y solidario, el respeto de la creación, el diálogo intercultural e interreligioso. En este perspectiva, hago votos por el éxito de la Jornada de Estudio en programa e invoco sobre todos los participantes la abundancia de las bendiciones de Dios.
En el Vaticano, 3 de diciembre de 2008
BENEDICTUS PP. XVI
Qué bonito:
http://www.youtube.com/watch?v=AmcVsrlmQMA
hasta mañana a todos. Mañan la parte III; ¿no?
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Eso espero.
Dios dirá.
2. Una vez acogida la diversidad como dato positivo, es necesario hacer que las personas acepten no sólo la existencia de la cultura del otro, sino que también deseen enriquecerse con ella. Mi predecesor, el siervo de Dios Pablo VI, dirigiéndose a los católicos, enunciaba en estos términos su profunda convicción: "La Iglesia debe entrar en diálogo con el mundo en el que vive. La Iglesia se hace palabra, al Iglesia se hace mensaje, la Iglesia se hace conversación" (encíclica Ecclesiam suam, n. 67). Vivimos en lo que se suele llamar un "mundo plural", caracterizado por la rapidez de las comunicaciones, por la movilidad de los pueblos y por su interdependencia económica, política y cultural. Precisamente en esta hora, quizás dramática, aunque por desgracia muchos europeos parecen olvidar las raíces cristianas de Europa, éstas están vivas, y deberían trazar el camino y alimentar la esperanza de millones de ciudadanos que comparten los mismos valores.
3. Los creyentes, por tanto, deben estar siempre dispuestos a promover iniciativas de diálogo intercultural e interreligioso, para estimular la colaboración en temas de interés recíproco, como la dignidad de la persona humana, la búsqueda del bien común, la construcción de la paz, el desarrollo. Con este propósito, la Santa Sede ha querido dar una relevancia particular a su propia participación en el diálogo de alto nivel sobre la comprensión entre las religiones y las culturas y sobre la cooperación para la paz, en el marco de la 62a Asamblea General de las Naciones Unidas (4-5 octubre de 2007). Para ser auténtico, un diálogo así debe evitar ceder al relativismo y al sincretismo y debe estar animado por el respeto sincero a los demás y por un generoso espíritu de reconciliación y fraternidad.
4. Entre estas, me limito a citar la defensa de la vida del hombre en todas sus fases, la tutela de todos los derechos de la persona y de la familia, la construcción de un mundo justo y solidario, el respeto de la creación, el diálogo intercultural e interreligioso.
En particular, en la noticia se lee lo siguiente: El cardenal Bagnasco subraya que "no hay, en el modo más absoluto, cambio alguno en la actitud que la Iglesia católica ha desarrollado hacia los judíos, sobre todo a partir del Concilio Vaticano II", y que "no es intención de la Iglesia católica actuar activamente por la conversión de los judíos".
¿Qué ha dicho, exactamente, el Cardenal?
¿Qué quiere decir eso?
El Evangelio enseña como personas ajenas al Pueblo elegido y la Ley de Dios pueden, principalmente por buscar la Caridad, estar más cerca del Señor que quienes cumplen fielmente sus mandamientos únicamente de modo externo.
Lo que no hace en ningún lugar el Evangelio es pretender que las religiones de los paganos sean buenas, ni validas.
Que haya elementos correctos en otras religiones significa que el hombre puede acertar incluso cuandos se equivoca porque está hecho a imagen de Dios. Pero si una religión falsa tiene aspectos buenos no es por ella misma.
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Pero si las "religiones" son creaciones humanas y tienen cosas buenas, no se puede negar. ¿O sí?
Del 'dar cumplimiento a la ley de Moisés' creo que se podrían extraer enseñanzas valiosas sobre el tema de Revelación cristiana y religiones. Será más teológico o pastoral y no tan doctrinal, pero creo que eso (después de 500 millones de comentarios) ya nos va quedando un poquito claro.
Jesús, la Verdad, es educado por María y José en una religión que no era la católica.
Del 'dar cumplimiento a la ley de Moisés' creo que se podrían extraer enseñanzas valiosas sobre el tema de Revelación cristiana y religiones. Será más teológico o pastoral y no tan doctrinal, pero creo que eso (después de 500 millones de comentarios) ya nos va quedando un poquito claro.
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Ok. No lo había entendido. María y José educaron a su Hijo contando con lo que era en ese momento la última revelación de Dios.
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No, no se puede negar. Como tampoco habrá que negar las cosas malas y aberrantes y contrarias a la dignidad humana de estas "religiones".
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Obviamente.
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