La belleza de la voz
“La cultura del canto es también cultura del ser” y “los monjes con su plegaria y su canto han de estar a la altura de la Palabra que se les ha confiado, a su exigencia de verdadera belleza”, decía Benedicto XVI comentando una meditación de San Bernardo de Claraval.
El canto, el ser – la realidad en su dimensión última- , la plegaria, la Palabra; en definitiva, la belleza. “Estoy convencido de que la música es verdaderamente el lenguaje universal de la belleza”, ha dicho también el Papa. Quizá la voz sea, de todos los instrumentos, el más bello. Dios dio a los hombres la voz para que, de algún modo, como respondiendo, se hiciesen eco de su gloria.
Las voces blancas de los niños reproducen, a escala terrestre, el canto de los ángeles. En una celebración religiosa, como las que tienen lugar en la Basílica de San Pedro, la voz de la escolanía rasga los cielos y se acerca al trono de Dios.
Pero la voz humana conoce diversas calidades, timbres y registros. Mientras escribo escucho a Luis Peças, un afamado contratenor portugués. Interpreta, a menudo, música barroca. Y, del Barroco, yo me quedaría, creo que sin dudarlo, con la música.
Las nuevas tecnologías nos permiten escribir en nuestro ordenador y escuchar, por ejemplo, a María Callas. En una escena de la película “Cadena Perpetua”, los reclusos sospechan la existencia de otra dimensión de la vida cuando, a través de la megafonía del penal, se escucha un fragmento de “Las bodas de Fígaro”: “Las cosas buenas no hace falta entenderlas”.
El carácter prosaico de nuestra existencia está sembrado de cifras, de señales, de indicios de algo más, de lo que nos excede y supera. La música, el canto y la voz son una de ellas.
Guillermo Juan Morado.
38 comentarios
My brother.
A fuer de extremista, yo descartaría casi todo lo demás: la religiosidad barroca que suena a hueco y horrible temor al vacío, la conciencia barroca vuelta sobre sí en un pliegue casi incestuoso, parte de la literatura concebido como juego nominalista, la espiritualidad y el culto morboso de la muerte que culmina en el romanticismo, el "arte religioso" (cuya cúspide de "irreligiosidad religiosa" es la Teresa de Bernini), la pintura, la escultura y casi casi la arquitectura barrocas (quod non fecerunt barbari, Barberini). Pero bueno, yo firmo con pseudónimo y no temo represalias.
Aunque en otras cosas, me gusta más el Renacimiento.
En música, no.
____________
Qué malo es usted!
Lo cierto es que el Barroco no es sublime sólo en música. La poesía lírica no desmerece de la del Renacimiento en absoluto. Conservamos un corpus de sonetos, octavas, silvas, estancias, tercetos... que son un tesoro de joyas compitiendo entre sí en excelencia, joyas como nunca se han vuelto a componer en nuestra común lengua; ya quisiéramos poetas así de nuevo en castellano.
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
___________
Por ejemlo, no?
Pero no es lo mejor.
Donde estén los tercetos finales del soneto "Cerrar podrá mis ojos..."
Pero la Epístola Moral a Fabio, con todos sus tópicos, sí, pero con momentos verdaderamente deliciosos como:
"Un ángulo me basta entre mis lares,
un libro y un amigo, un sueño breve,
que no perturben deudas ni pesares.
Esto tan sólamente es cuanto debe
Naturaleza al parco y al discreto,
y algún manjar común, honesto y leve"
Hace respirar hondo.
Y volviendo a Lope, "¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?" es sublime.
Pero también hay largos poemas de escuela gongorina nada despreciables: El Paraiso Cerrado para Muchos, Jardines Abiertos para Pocos, de Pedro Soto de Rojas describiendo su Carmen granadino... oh, oh, oh, qué decir, me fascina.
Me encanta también Juan de Tassis, conde de Vilamediana, en un soneto que acaba "...la gloria, con caer, de haber subido", encantador con sus imágenes de héroes ígeneos como Ícaro o Faetón, caídos, sí, pero tras intentar alcanzar metas luminosas, ambiciosas, elevadísimas...
Y, en general, Quevedo, lo mismo en desgarradores sonetos como:
"Ah, de la vida...¿nadie me responde?" que en pícaros versos de amor como "¡Ay, Floralba!, soñé que te...¿dirélo?" u otros de rendida entrega a la amada como el primero citado, es inigualable. Tan gran misógino y al mismo tiempo, gran poeta de amor, si no el primero.
En fin, no era este el tema, sino la voz, y por cierto, un post, de-li-cio-so.
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado
Es el Siglo de Oro...
¿Qué tengo yo que mi amistad procuras? ¿Qué interés se te sigue, Jesús mío...
Me encanta la piedad de Lope de Vega.
La Pasión Según San Mateo
Y, en otro orden, la música de cámara o la popularizante de los cancioneros entre el XVI-XVII,
Y piensp ahora en Sor Juana, qué mujer, qué artista, qué inteligencia, qué perspicacia, qué delicadeza
y la cándida víctima levanto,
de mi atrevida indignidad me espanto
y la piedad de vuestro pecho admiro.
Tal vez el alma con temor retiro,
tal vez la doy al amoroso llanto,
que arrepentido de ofenderos tanto
con ansias temo y con dolor suspiro.
___________________
de mi atrevida indignidad me espanto
¿Qué sacerdote no se espanta de su "atrevida indignidad"?
Buenas noches, padre, descanse y rece un poquito por mi familia. Yo aún le debo una de las dos oraciones.
:)
solicitud, ardores y desvelos;
crece con riesgos, lances y recelos;
susténtase de llantos y de ruego.
Pues de Juanita de Asbaje es triste y al tiempo gracioso este soneto dedicado a su propio retrato, un tanto "retocado" parece que era como hoy se retocan con Photoshop los estragos de los años y hasta se cuelgan en el feisbuc, jaja, por si te encuentran antiguos conocidos. Es serio lo siguiente: una compañera mía sólo cuelga sus fotos retocadas en el facebook y me dice: "Es por si me ve un antiguo novio". Dios mío, patético pero cierto, créame. Triste, triste pero gracioso, busque este soneto, y verá:
"Este que ves, engaño colorido..."
Y, sobre los celos, sor Juana tan actual hoy como en el XVII:
"Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba..." que pasapor ser el mejor de sus sonetos. Ya que en redondillas o décimas hizo sus composiciones poéticas más famosas, por ejemplo "Hombres necios...etc" (exceptuando el Primero Sueño).
Pero hay un soneto curioso, de mujer lista, que me gusta también:
"Detente, sombra de mi bien esquivo..."
Está todo en la Wikisource o el la Biblioteca Virtual Cervantes.
Y de regreso a Lope, qué me dice de
"Noche, fabricadora de embelecos..."
Aunque a mí, de Lope, todos los versos Sacros me encantan, son tan auténticos... Los dos versos finales de "Pastor, que con tus silbos amorosos..." le tienn que encantar a usted, mírelos.
Y, sin embargo, sigue siendo Quevedo, para mí, lo mejor de nuestro Barroco lírico.
"¡Ah de la vida!"... ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
las Horas mi locura las esconde.
¡Que sin poder saber cómo ni a dónde
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no me ronde.
Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto:
soy un fue, y un será, y un es cansado.
En el hoy y mañana y ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto".
Estremecedor. En especial los versos 5 y 6 -puro desgarro- y el 11, acierto retórico como pocos.
Me voy a trabajar, dejando claro que si me he salido tanto del tema de la música y me he desviado hacia la poesía es porque me ha dado usted cuerda. :D
Hasta luego. Y garcaias por dejarme hablar de lírica barroca: "mi" tema.
que, del arte ostentando los primores,
con falsos silogismos de colores
es cauteloso engaño del sentido;
éste, en quien la lisonja ha pretendido
excusar de los años los horrores,
y venciendo del tiempo los rigores
triunfar de la vejez y del olvido,
es un vano artificio del cuidado,
es una flor al viento delicada,
es un resguardo inútil para el hado:
es una necia diligencia errada,
es un afán caduco y, bien mirado,
es cadáver, es polvo, es sombra, es nada.
No quisiera que faltara mi enhorabuena por la sinfonía de belleza que nos has brindado, tanto en el artículo como en los comentarios. Hago extensiva mi enhorabuena a los comentaristas, ¡Cada cual mejor!.
por lo que me toque, gracias.
Me ha encantado eso de la sinfonía de belleza.
Incorpórese con alguna cítara o alguna chirimía.
me despertaste del profundo sueño,
Tú que hiciste cayado de ese leño,
en que tiendes los brazos poderosos,
vuelve los ojos a mi fe piadosos,
pues te confieso por mi amor y dueño,
y la palabra de seguirte empeño,
tus dulces silbos y tus pies hermosos.
Oye, pastor, pues por amores mueres,
no te espante el rigor de mis pecados,
pues tan amigo de rendidos eres.
Espera, pues, y escucha mis cuidados,
pero ¿cómo te digo que me esperes,
si estás para esperar los pies clavados?
¡Mi amado, las montañas,
los valles solitarios nemorosos,
las ínsulas extrañas,
los ríos sonorosos,
el silbo de los aires amorosos;
la noche sosegada,
en par de los levantes de la aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora.
¿A que está de acuerdo conmigo?
Par mí estas dos liras son lo más hermoso que se ha escrito nunca en nuestra lengua. El resto del Cántico es bellísimo, insuperable, pero estos diez versos llevan la chispa divina impresa y una extraña, rara y muy desusada expresión de amor que trasciende cualquier explicación que en prosa se puediera hacer de Lo amado.
__________
Esta mañana pensaba en San Juan de la Cruz, a propósito de lo tratado en este post. No es Barroco, pero es insuperable.
Formal y materialmente insuperable.
Cuando la belleza se fija en un objeto excelso y alcanza a fundirlo en forma ajustada al objeto, entonces no hay renacimiento o barroco o clasicismo o romanticismo. Hay:
La cena que recrea y enamora.
El canto cual tu lo enseñas,
no es anhelo
ni petición de algo
que al fin es alcanzable.
CANTAR ES SER.
Para el Dios esto es cosa fácil.
Aplaudo esta cita.
Dejar un comentario