El crucifijo y el alcalde de Baena
Según hemos podido ver en el vídeo que recoge InfoCatólica, el alcalde de Baena se ha negado a retirar el crucifijo del salón de plenos de su ayuntamiento. Algún partido de la oposición consideraba como una urgencia, parece, que en tan “aconfesional” estancia no podía tener cabida la efigie de Cristo en la Cruz. Quizá, luego, esos mismos, que sienten tal alergia a la colonización religiosa de espacios “públicos”, se vistan hasta de nazarenos para procesionar en Semana Santa. Todo es posible.
La presencia del crucifijo en los “santuarios” del Estado es un tema complicado. No porque la mansa representación de Jesús hiera a nadie. Él es el Inocente. El Hombre de corazón puro. El Hombre que sigue recordándonos hoy que el amor vence a la muerte, que la generosidad es mejor que el egoísmo, que la esperanza supera a la postración de no atisbar el futuro. En Italia, en un debate similar, un alto tribunal sentenció que el crucifijo era un “símbolo de civilización”. Y es verdad. No se puede entender Occidente, ni el concepto de “derechos humanos”, ni la idea de la compasión, olvidando a Cristo. Si alguien tiene, por méritos propios, el derecho a ser honrado y reconocido por todos, por todos los hombres de bien, es Jesús. Eso, a mi modo de ver, es indiscutible.
Pero otras veces pienso si no será profanar la imagen del Verbo encarnado, del Hijo de Dios hecho hombre, del Profeta que es más que un profeta, del Rey del Universo, hacer que su icono sea testigo silente de tanto desvarío. ¿Cómo se compagina, en el mismo hospital, la capilla dedicada a Cristo, Señor de la vida, con el quirófano en el que se practican abortos? ¿Cómo hacer compatibles la sentencia inmoral, basada exclusivamente en un derecho positivo que ignora a Dios, con la representación de Aquel que es nuestra Justicia? ¿Cómo conjugar el crucifijo y una educación prácticamente atea, negadora del valor trascendente de la persona?
Los símbolos, las señales, los signos no viven solos. No subsisten solos. Piden un hábitat que les ayude a desplegar su significado y su sentido. Sin este entorno, el símbolo se deprecia, y corre el riesgo de quedar reducido a una especie de caricatura.
El reino de Cristo es el de la verdad y de la vida, el de la santidad y de la gracia, el de la justicia, el amor y la paz. Pedir que el crucifijo no sea desterrado de los ámbitos directamente vinculados al poder público exige, creo yo, una revisión del concepto de poder. Si el César se cree dios, no hay lugar para Dios. Ni, al final, para el hombre, ni para nada que sea verdaderamente humano.
Guillermo Juan Morado.
75 comentarios
Por cierto, Padre, la argumentación de que Cristo es símbolo de civilización o que debe ser honrado por los hombres de bien, es un disparate. Si Cristo no es Dios, no tiene más derecho (en realidad tiene menos) a ser honrado que Sacco y Vanzetti o Gandhi. Por favor no nos terminemos creyendo los argumentos "humanistas" y "neutros" tan caros al postconcilio. La "Iglesia, experta en Humanidad". No se la cree nadie, y suscita hilaridad en los no creyentes, y verguenza ajena en quienes sí creen.
Lo que cabe preguntarse es si tiene sentido tener crucifijos en lugares públicos en una sociedad que ha dejado de ser cristiana, esto es, creer que Cristo es Dios.
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Eso, estimado amigo, es lo que planteo.
Si no es Dios, es un narcisista megalomaníaco sumamente peligroso, un loco más. C.S. Lewis ya explicó esto, y Chesterton antes.
No sólo en los individuos, en las familias y en las organizaciones, sino en el Estado.
No, no hay forma de "vender" el Cristo gran hombre pero no Dios. O es Dios o es un blasfemo o un loco. La lógica de los judíos era implacable. No hay tercero excluido aquí.
Un simple hombre no puede hacer ni decir lo que decía El.
Por eso, o Dios o loco y blasfemo. No hay opción
Fil 2,6-7
El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre.
Nadie está dejando en segundo plano la humanidad del Verbo. He dejado en claro la doctrina de la Quas Prima, que especifica que el derecho a la Soberanía Social de Cristo es triple: por su Unión Hipostática, por su excelsa dignidad como Hijo de David (el hombre más perfecto que jamás existió) y por su proeza maravillosa, el rescate de la humanidad.
Si alguien deja en segundo plano la Humanidad de Cristo son precisamente los que no reconocen la Soberanía Social de Cristo, que precisamente le corresponde al Verbo Encarnado en virtud de su unión con la bendita naturaleza humana. De suerte que quienes niegan la Soberanía de Cristo incluso en las realidades sociales y políticas, practican un discreto docetismo personalista en nombre de la "libertad religiosa" y "los derechos de la persona humana" a un Estado laico.
Está clarísimo lo que digo: para quien niega que Cristo sea Dios, sus actitudes son incomprensibles, y propias de un blasfemo o de un loco. No hay Cristo sin Dios. Como líder meramente humano o como Profeta, no es bueno. "¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino Dios?"
Ahora, no nos engañemos con que igual a Cristo lo tienen que reconocer como hombre iluminado, líder político o profeta del humanismo o del conservadorismo compasivo.
Por eso, Cristo dio sobradas pruebas de ser Dios.
Para ser sólo hombre, es un poco exagerado.
Y no pretendo que un no creyente reconozca que un señor que dice que si no lo comen no tendrán vida es un líder humano razonable.
"""no hay forma de "vender" el Cristo gran hombre pero no Dios"""
Pues sí que debe de haberla porque de hecho se vende genial. Podrá parecernos mal. Pero vende.
luis, cuándo no te peleas con asun...¿te notas un qué sé yo?... un, ¿cómo diría?, aquí lo llamamos "mono", técinicamente síndrome de abstinencia.
De buen rollito, eso siempre ;)
Ah, ya me he apuntado a un curso de comprensión lectora. No hay nada como tener un blog para aprender.
Sólo lo digo porque hoy día la alternativa Dios o loco no se la plantea normalmente la gente cuando piensa en Jesús.
En cuanto a lo de estado confesional, Jesús dijo "dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios" y "mi Reino no es de este mundo" Y que la autoridad era servicio y que no había que buscar el poder no ser soberbios, y que los últimos serán los primeros etc Así que no me parece oportuno.
Respecto al post, me había alegrado el discurso del alcalde socialista y no me di cuenta del aspecto negativo de que tal vez sería mejor no poner su imagen en ciertos lugares. Me inclino por no poner el crucifijo presidiendo un lugar donde no lo amen ni crean en él. Pero por otro lado me alegro de la reacción del alcalde de Baena. Así que no sé.
Pues claro que si se niega la veracidad de los Evangelios se puede construir un líder político, un subversivo o un gurú religioso. Pero si se toman los Evangelios como lo que son, textos auténticos, se vuelve muy problemático defender un Cristo meramente hombre y al mismo tiempo, cuerdo.
No creo que sus declaraciones (por cierto respaldadas por los signos que realizaba y por su innata Auctoritas y nobleza: "¿quien podrá convencerme de pecado?" "aprended de Mí que soy manso y humilde de corazón")sean aceptables en un simple hombre.
Para ser simple hombre, declaraciones como las que hace en el Evangelio deberían ser atribuidas a un loco. Su existencia preabrahamanica, por ejemplo. Su afirmación de que vio a Satán caer del Cielo. Eso de que obra conjuntamente con el Padre. El discurso del Pan de Vida. El discurso a la Samaritana. La afirmación sobre destruir el Templo.
Tertium non datur. O Dios, o loco o blasfemo. Por eso los jefes de los judíos, que no aceptaron su divinidad, se enfrentaron al dilema de hierro, y aplicaron la ley, incurriendo en deicidio.
"A veces, Luis, y se lo digo con afecto, razona usted como un protestante radical. No como un católico".
"No es buen camino dejar en segundo plano la humanidad del Verbo".
Sobre todo cuando no los he empleado yo. Por eso me sorprendo, nada más. Pero no perdamos tiempo en cumplidos, como dice Newman la acusación de soberbia es la única que no se puede desmentir so pena de incurrir en ella.
Inicialmente me parecía coincidir con el comentario de Asun ya que, de hecho, mucha gente lo considera un revolucionario, un visionario, etc. Pero estas posiciones no van a la raíz de su persona y doctrina, pues como revolucionario o como visionario, etc., sería tan petardo que sólo cabría la salida de juzgarlo loco.
Así que yo estoy de acuerdo con lo de signo de civilización, pero reconozco el peligro de olvidar, o difuminar, por la vía de ese discurso, la condición divina de Cristo.
Y le has agregado un elemento que es bien importante: la perplejidad. Si bien conceptualmente solo cabe la disyuntiva Dios o loco, existencialmente sí "tertium datur": la suspensión del juicio ante Alguien que no parece un loco. Imaginemos un psiquiatra positivista en la época de Cristo.
La naturaleza divina, más que opacar la humana, la ilumina como una linterna dentro de un fanal. Hasta la más mínima fibra humana resplandece con un brillo adánico y más que adánico. Todas las facultades, todas las emociones tienen la delicadeza con que ha diseñado la Creación. Toda su psiquis está construida, modelada, sobre el Amor al Padre, el Amor que ha creado el Universo y las estrellas. Su afectividad se ha modelado en el regazo de María, la más perfecta de los seres humanos. Su modelo de padre es San José, el hombre más cabal e íntegro de toda la historia.
Dice cosas propias de un loco, pero parece la persona más cuerda y más buena del planeta. Tiene un perfecto equilibrio emocional, un humor invulnerable y una inteligencia brillante, tres cualidades que nada tienen que hacer con la locura cuando se reúnen. Observa los más pequeños detalles, está pendiente de todos los gestos de los demás ("dénle de comer" le dice a los padres de la niña resucitada; "¿quién me tocó?" a la hemorroísa; "no tienes marido, porque tuviste 4, y este no es tu marido"). Tiene capacidad de observación de la naturaleza y forma símiles con sus imágenes. No es un loco, no tiene ningún trastorno. Y dice cosas de loco. ¿O será que dice la verdad? Pero no puede ser, los dioses no caminan sobre la tierra. Pero es tan humano y tan normal. Pero...
En honor a esa perplejidad, el crucifijo puede estar entre los modernos gentiles. Pero en ese caso, la Iglesia tiene que ser guardiana de su condición divina, y gritar, con san Pedro, "este Jesús, al que Ustedes mataron, ha resucitado de entre los muertos". Si lo vende como un humanista más, un idealista y un maestro, no logrará nada. Y si se vende como una ONG, pues nadie le hará caso.
Otro día cuento mi historia del crucifijo, el Banco y el judío. Aunque no sé si ya la conté en un blog.
Pero además no estoy de acuerdo con Genjo en que las otras figuras de Jesús sean como él dice un petardo. La prueba es que muchos le admiran simplemente como revolucionario. Aunque lo normal es que la admiración sea al menos como profeta o como hombre de Dios. Obviamente yo sí pienso que es Dios y por eso es el modelo de hombre perfecto. Pero que hay otras opciones es evidente.
Creo de todos modos que mientras que se hable desde la prepotencia y la soberbia, lo que se tenga que decir no le apetecerá a nadie escucharlo. Lástima.
(por ejemplo el último comentario lo he leído en diagonal por si había algo interesante, pero con bastante poco interés ¿qué me puede aportar alguien tan lejano al espíritu de Jesús sobre Jesús? Desde la prepotencia y la soberbia infalible absolutamente NADA. Ya tenemos el evangelio y deja bien claro quien tiene la autoridad.
Pero repito que para hablar de Jesucristo y que te escuchen lo mínimo es que uno se baje del pedestal.
Allá tú.
Entiendo que luis provoca la ingesta de bicarbonato sódico,en cantidades industriales,pero la cura de almas es así...¡qué le vamos a hacer!.
Durante un tiempo,en que,pecado de juventud,yo era adicto a "lo auténtico",un poco fundamentalista como luis,también pensaba que no tenía sentido la presencia del crucifijo,en lugares e instancias públicas,para quien Xto. nada representaba,y,al que,incluso,ofendían.Distingo entre cruz,y,crucifijo.
Pues bien,en el transcurrir de la vida,cuando ya mis ansias de cambiar el mundo han remitido,estoy convencido de que la presencia de un crucifijo,viendo el efecto que tienen,en las personas, las procesiones de Semana Santa,manifiestamente mejorables,es mejor,con todas las imperfecciones,defectos,contradicciones y críticas la presencia a la ausencia del crucifijo:si alguna presencia de lo sagrado queda,para mucha gente,es un crucifijo en alguna parte,"el que esté libre de culpa que tire la primera piedra".
Por cierto, la venta de crucifijos,para llevar colgado,no baja apenas.
Recuerdo que en el lecho de muerte John Wayne se convirtió al catolicismo,y,que recientemente Mickey Rourke confesó su catolicismo,pero tu de pecado no entiendes mucho,me parece,yo sí,no por sabio,sino por pecador,necesitado de que Xto. me perdone y me salve,cada vez que caigo.
Salud
Los ingleses dicen que cuando apuntas a alguien con un dedo, te apuntas a ti con los otros cuatro. Es inevitable.
Normalmente,lo digo por mi,me asomo a Infoc...
desarmado,por eso cuando ciertos escritos se producen pues no me lo espero y
me afecta.
Hay un par de personas a las que he tenido -y aún tengo, aún tengo algo, que homo sum- un asco, un odio y una efervescencia emocional vengativa similar a la que se ve que, por la razón que sea, que ignoro y que quiero seguir ignorando, tienes tú a don Guillermo.
Bien, este tipo de comportamientos hacen más daño a quien los comete que a quien va dirigida la intención de daño.
A corto, cortísimo plazo, eres tú el perjudicado. Mucho más que don Guillermo, eso seguro. Es que a él le resbala, de verdad, no le desprestigia, NADA, 0%.
Pero en breve tú tendrás alguna secuela que te dañará a ti.
A mí me lo hizo ver una persona excepcional que me mostró la inutilidad, lo absurdo y lo autolesivo de estos odios.
Saludos cordiales a todos y hasta otra.
El argumento expuesto es derrotista de entrada. El crucufijo debe estar presente normalmente en el espacio público porque éstos deben ser representativos de una nación católica, y aparte debemos recristianizar esta sociedad, que sí que es cristiana, pero que se ha vuelto tibia.
Toca todas las actitudes e interpela por igual a los no creyentes como a los creyentes, a los laicos como a los sacerdotes. El crucifijo en un contexto de pluralismo religioso liberal es inaceptable en un ámbito estatal si Jesús es un maestro o filántropo más, como el Buda, Sócrates o Gandhi. Pero el crucifijo debe estar ahí, sin embargo, porque Cristo es el Hijo de Dios vivo, y el Salvador del hombre. Decirlo así requiere coraje de los hombres de Iglesia. Mucho coraje.
"¿Cómo se compagina, en el mismo hospital, la capilla dedicada a Cristo, Señor de la vida, con el quirófano en el que se practican abortos? ¿Cómo hacer compatibles la sentencia inmoral, basada exclusivamente en un derecho positivo que ignora a Dios, con la representación de Aquel que es nuestra Justicia? ¿Cómo conjugar el crucifijo y una educación prácticamente atea, negadora del valor trascendente de la persona?"
Pues como la luz o la sal. ¿Cómo se compagina un cristiano casto dentro de una sociedad que premia la lujuria? ¿Cómo se mantiene una parroquia, presencia de Cristo, en un barrio en el que abunda el mal? ¿Cómo ...? Mezclandose.
Lo que quiero decir es que aunque sea una presencia artificiosa o heredada, aunque el que mira no vea en el crucifijo a Dios mismo, mientras pueda mantenerse su presencia, debe ser así.
Porque al cristiano casto lo ven como a un retrogrado reprimido, los pocos que van a la misa en la parroquia rodeada de mal como unos necios... Pero hay deben estar, neciamente.
El tal Eusebio no ha dicho nada que permita inferir otra cosa que resentimiento al Padre. Podría ser cualquier cosa, no entiendo esta pasión por pegarle a los conservadores. Lo mismo si dijeras que es de las panteras negras o liberal.
Independientemente de a quien respaldara, eso ha sido una forma de explicar brevemente que asumía la posición conservadora en el debate. Si era verdad o no, ya lo he puesto en cuarentena. También dije que podía ser un cura, y eso no quiere decir que esa forma de actuar defina a los curas.
Con esto no juzgo el corazón de los que hablan de Cristo como revolucionario, pero sí que pienso que su valoración, con todo lo sincera que sea, no llega al fondo de la cuestión y se queda en un nivel digamos sentimental.
Otra cosa sería decir que Cristo es el Auténtico Revolucionario, porque es Dios que transforma el hombre, la sociedad y la historia... En fin, creo que se entiende.
Si somos verdaderamente cristianos no podemos ver locura en Jesús, hemos de ver que Él es camino (y no me refiero sólo hacia el Padre) y modelo de vida, eso significa ser discípulos.
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