Fantaseando sobre la homosexualidad
El recientemente nombrado predicador de la Casa Pontificia P. Roberto Pasolini OFM ha realizado un esfuerzo realmente notable para lograr que extrañemos a su predecesor, el P. Cantalamessa. Nos interesa comentar lo más brevemente posible algunas de sus consideraciones tal como son presentadas en este artículo.
Éste es el “link” al vídeo del P. Pasolini.
“Sin embargo, en febrero, Pasolini rechazó esta interpretación, diciendo: “Hagámonos una pregunta, porque la pregunta es legítima: ¿existe alguna forma de aprobación de las relaciones del mismo sexo en las Escrituras? Y la respuesta no es fácilmente un no, porque en realidad hay historias”.”
Luego va decir que en realidad no hay historias, pero podemos imaginar que las hay, total, la imaginación es libre.
“Pasolini procedió a analizar pasajes de las Escrituras, destacando algunos que sugirió podrían ser evidencia de relaciones homosexuales. Señaló primero a Jonatán y David, indicando que a menudo se invoca esta historia como una historia de amor homosexual, pero añadió que decir que tenían una “relación homosexual es un estiramiento del texto”.
Pero a pesar de esto, animó a los católicos a “imaginar” y “pensar” que Jonatán y David eran activamente homosexuales, ya que “seguramente había en ese tiempo historias de amor homosexual, eso es evidente, por lo tanto, nada nos prohíbe poder pensarlo, poder imaginarlo”.”
Podemos imaginar también que la Tierra tiene tres Lunas, y en general, muchas cosas para las cuales no tenemos fundamento real alguno. ¿Cuál es el interés de imaginarnos cosas de ese tipo?
“Pasolini también señaló al Centurión que se acercó a Jesús por su siervo enfermo, cuya fe Cristo alabó enormemente. El fraile cuestionó por qué el Centurión estaba tan dedicado a un simple siervo, sugiriendo que quizás “como algunos dicen, tal vez había una relación entre ellos”.
Imaginar esto “no es indecoroso”, dijo, y añadió que si fuera así, Cristo habría elogiado a un homosexual activo.”… Imaginen si fuera el caso: ¿Jesús dio el mayor elogio a quién?”.
Mismo argumento. Si ese centurión hubiese sido hincha de Peñarol (no hay nada indecoroso en imaginarlo, a pesar de lo que digan los hinchas de Nacional), entonces el mayor elogio que dio Jesús…etc.
Nótese además el posible elitismo de la duda ¿cómo alguien iba a estar tan dedicado a un simple siervo?
“Este escenario significaría «que tenemos que revisar todas las opiniones que tenemos”,”
Perdón ¿por qué? Me perdí, no entiendo…
“continuó, «o más bien tenemos que verificar que Jesús realmente no tenía miedo de hablar bien de las personas – volver a la bendición (Fiducia Suplicantes) que el Papa escribió recientemente y que levantó un nido de avispas”.
Hablar bien de las personas no es hablar bien de los actos ni de las tendencias, ni tampoco es bendecir situaciones objetivas de pecado.
“Pasolini amplió su hipótesis de que el centurión recibió la alabanza de Cristo como un homosexual, diciendo que «hablar bien de alguien no es aprobar toda su vida: ¿quién entre nosotros tiene una vida que sea 100% perfecta o completamente ordenada?”
Y si además tenemos en cuenta que no tenemos ninguna razón para decir que ese centurión era homosexual…
“Y sin embargo recibimos bendiciones, buscamos bendiciones todo el tiempo, porque todos necesitamos sentirnos mirados con respeto, con confianza y con amor, porque eso eventualmente nos mueve hacia el 100%, ser mirados con respeto incluso cuando somos un poco extraños, un poco erráticos, un poco no tan en orden, eso es todo”.”
Esa búsqueda continua de bendiciones habría que ver en qué coordenadas geográficas se verifica, porque hace un tiempo que tenemos en Occidente el fenómeno de la “secularización” por el cual una gran parte de la población en nuestras sociedades busca cualquier cosa menos bendiciones a lo largo de toda su vida.
“No conforme con los puntos anteriores, Pasolini hizo más referencias al argumento que defienden los activistas homosexuales de que Cristo y Lázaro tuvieron una relación homosexual, o que existió tal relación entre Cristo y los discípulos. Aunque no rechazó completamente la idea, describió tal teoría como «una forma de tratar de proyectar en las Escrituras nuestras propias preguntas, nuestra propia curiosidad, es decir, queremos encontrar algo que no está escrito: es un poco como si leyeras las bodas de Caná y quisieras saber cómo estaba vestida la novia: no está escrito, el Evangelio no lo dice, así que la Biblia no nos da todas las respuestas, porque no son necesarias”.”
Aquí ya entramos en el terreno de la posible blasfemia inmunda, que en boca de un religioso sería sin duda una abominación sacrílega. No lo dice abiertamente, pero no lo rechaza tampoco del todo, y deja abierta la duda, con la excusa de que la Biblia no lo dice, cosa que no ha tenido en cuenta al hablar de David y Jonatán y del centurión y su criado. Es más, al decir que no es necesario que la Biblia lo diga, parece insinuar que se trata de algo evidente, o al menos, que puede tratarse de una verdad que no es necesario que conozcamos.
“Pareciendo criticar a quienes mantienen firmemente la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad, Pasolini comentó que Cristo mostró “misericordia hacia las personas en el ámbito de la sexualidad, o en el ámbito de aquellas cosas que socialmente ponen a las personas en los márgenes”, repitiendo así uno de los temas recurrentes del Papa Francisco en el Sínodo de la Sinodalidad.”
Sin duda, no tiene nada ver la misericordia para con las personas con la aprobación de las tendencias o los actos contrarios a la naturaleza.
“Llegando a la culminación de su argumento, Pasolini afirmó que la Biblia tiene “cierta condena de lo que podríamos llamar homosexualidad”. Pero dijo que lingüísticamente, la palabra “homosexualidad” se ha convertido en un sustantivo para referirse a cosas que en la Biblia son condenadas, como “los actos homosexuales, pasivos y activos”.”
Bien, la Biblia condena los actos homosexuales, es un buen punto de partida.
““La Biblia nunca habla de homosexualidad en términos generales”, dijo. “Deplora algunas actitudes concretas, algunos episodios, algunas acciones, no a la persona.”
De nuevo, nadie habla de las personas, sino de las tendencias y los actos.
“Aquí no hay palabra contra la inclinación, sino contra los actos homosexuales, lo que podríamos llamar ‘homogenitalidad’, es decir, según las Escrituras, un acto genital del mismo sexo tiene una posible significación activa”.”
Es de cajón que si los actos son malos, las tendencias a realizar esos actos también son malas. Si la Iglesia dice “desordenadas”, es porque reserva el término “malo”, en moral, a aquello que es un acto libre de la persona, cosa que a la tendencia no se aplica. Pero sin duda, de todos modos, que el desorden es malo, porque el orden es bueno, y en ese sentido, una tendencia desordenada es mala, obviamente.
Lo cual es bastante más, por otra parte, que “una posible significación activa” (¿?????)
“Esto, argumentó Pasolini, significaba que no hay juicio “sobre la condición o la orientación homosexual, lo que hoy podríamos llamar homosexualidad como una orientación psicológica o condición existencial, es decir, no hay palabra que se refiera a esta categoría de personas – es decir, aquellos que se despiertan y miran a una persona del mismo sexo y sienten atracción por ella – porque de esto es de lo que estamos hablando hoy: no de las personas que tienen episodios de homosexualidad, sino de las personas que están experimentando algo a nivel emocional, psicológico, del cual no pueden y no quieren encontrar distancia”.”
Pero es que esas personas que sienten la atracción homosexual se dividen a su vez en dos grupos: los que realizan actos homosexuales, concordes con esa atracción, y los que no.
¿Está el predicador pontificio tirando abajo la puerta abierta en la que dice que se puede perfectamente ser católico y tener la tendencia homosexual si se lucha contra ella y se tiene el propósito firme de no realizar actos homosexuales? No parece que para parir semejante ratoncito haga falta todo el terremoto montañero que parece querer armar aquí este religioso.
“Además, argumentó que “la Biblia ni siquiera asume un mundo en el que exista una tendencia distinta a la heterosexual: en la cultura de ese tiempo, la única tendencia que existía a los ojos de los autores y las personas que veían era la heterosexual.””
A ver, estamos en tiempos del Imperio Romano, y la cultura griega de Atenas ya era algo del pasado. Palestina era parte del Imperio Romano, y había judíos como San Pablo que hasta tenían la ciudadanía romana y conocían la cultura romana. Por eso San Pablo se refiere tan explícitamente a la homosexualidad al comienzo de su Carta a los Romanos. Los judíos de aquellos tiempos no vivían adentro de un pozo.
Pero además, la tendencia es lo que es por los actos a los que tiende. “Potentia dicitur ad actum”. Condenar los actos es condenar las tendencias, con la diferencia ya dicha de que las tendencias pueden ser involuntarias, y en ese sentido, no son culpables, sin que por eso dejen de ser desordenadas, y por tanto malas, al menos hasta que el desorden sea bueno o indiferente.
Si en Levítico 20, 13, por ejemplo, dice que
“Si alguno se acuesta con varón como los que se acuestan con mujer, los dos han cometido abominación; ciertamente han de morir. Su culpa de sangre sea sobre ellos.”
eso quiere decir dos cosas: en primer lugar, que efectivamente tampoco la gente del Antiguo Testamento vivía adentro de un pozo, y en segundo lugar, que sería totalmente absurdo agregar a esa frase una aclaración como la siguiente: “Pero cuidado, que si se trata solamente de la tendencia a realizar tales actos, no tiene nada de malo”.
“Mientras que la sociedad moderna incluye el concepto de “personas homosexuales”,”
Concepto totalmente ambiguo, porque puede entenderse en el sentido de “personas naturalmente homosexuales”, lo cual es absolutamente falso.
“en los tiempos bíblicos “no se hablaba de eso, por eso también fueron estigmatizados con tal fuerza los actos homosexuales: eran actos que se categorizaban inmediatamente como algo que no existía, como una mujer poniéndose pantalones”.”
Claro, se condenaba lo que no existía y no sucedía nunca, y cuanto más inexistente era algo, con más fuerza se lo condenaba, por lo visto. ¿Se dedicaban a perder el tiempo condenando cosas inexistentes? Es claro que no.
Son momentos de juicio en la Iglesia. Son juzgadas las palabras y los silencios. Se manifiestan los pensamientos de muchos corazones, tanto por lo que se dice y se hace, como por lo que no se dice y no se hace. Y gracias a Internet, queda todo registrado.
9 comentarios
Aparte de eso, cero patatero en Sagrada Escritura. La biblia no dice nada de tendencias (salvo genéricamente que todos estamos dañados por el pecado original), pero sí de conductas que son pecados y graves. Entre ellas, las conductas homosexuales.
Lo mismo en varios testimonios de la Tradición, como los que siguen a continuación.
San Agustín:
“Así pues, todos los pecados contra naturaleza, como fueron los de los sodomitas, han de ser detestados y castigados siempre y en todo lugar, los cuales, aunque todo el mundo los cometiera, no serían menos reos de crimen ante la ley divina, que no ha hecho a los hombres para usar tan torpemente de sí, puesto que se viola la sociedad que debemos tener con Dios cuando dicha naturaleza, de la que él es autor, se mancha con la perversidad de la lascivia” .
San Juan Crisóstomo:
“Todas las pasiones llevan consigo un carácter vergonzoso, pero nada más ignominioso que el delirio por personas del mismo sexo, por el cual el alma se degrada más, se cubre más de oprobio, que el cuerpo por las enfermedades físicas.
Los hombres, dice San Pablo, han cambiado los placeres legítimos de la unión conyugal por placeres abominables, rechazando la unión de los sexos conforme a la naturaleza.
Pensad en aquella lluvia que hizo arder a Sodoma. Es imagen en este mundo del fuego real que quema al impúdico en el infierno. ¡Cuán enorme debe ser el pecado que trae el infierno sobre la tierra! ¡Oh hombre! ¡Hasta qué punto degradas tu nobleza!” .
San Gregorio Magno:
“Es por haber ardido en deseos perversos venidos de una carne fétida por lo que los sodomitas merecieron perecer a la vez por el fuego y por el azufre, a fin de que un justo castigo les mostrase lo que habían hecho por sus deseos infames” .
"188. En conclusión, el relato de la ciudad de Sodoma (así como el de Guibeá) ilustra un pecado que consiste en la falta de hospitalidad, con hostilidad y violencia hacia el forastero, un comportamiento juzgado muy grave y que, por consiguiente, merece ser sancionado con la máxima severidad, porque el rechazo del que es diferente, del extranjero necesitado e indefenso es un principio de disgregación social, que encierra en sí mismo una violencia mortífera merecedora de un castigo adecuado.
No encontramos en las tradiciones narrativas de la Biblia indicaciones relativas a prácticas homosexuales, ni como comportamientos a condenar, ni como actitudes toleradas o acogidas favorablemente.”
Pontificia Comisión Bíblica, "¿Qué es el hombre? (Sal 8, 5) Un itinerario de antropología bíblica", BAC, Madrid, 2022.
El contexto no quita nada a lo escandaloso de la cita literal que he transcrito. Invito a quien quiera a comprobarlo (el libro está disponible en papel y en edición digital).
Y tiene prólogo del cardenal Ladaria, entonces prefecto de la congregación (hoy dicasterio) para la Doctrina de la Fe (antes Santo Oficio).
¿Dónde están los guardianes de la santa Fe católica?
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El documento reconoce que “Esto parecería tener, a primera vista, un claro apoyo en el relato bíblico. En Gén 19 se nos cuenta que dos ángeles (v. 1), acogidos por la noche en la casa de Lot, son asediados por los "hombres de Sodoma", jóvenes y viejos, todo el pueblo al completo (v. 4), con la intención de abusar sexualmente de estos forasteros (v. 5). El verbo hebreo utilizado es "conocer", un eufemismo para indicar las relaciones sexuales, como lo confirma la propuesta de Lot, quien, para proteger a los huéspedes, está dispuesto a sacrificar a sus dos hijas que «no han conocido varón» (v. 8). 187."
Sin embargo, luego sigue así: “La historia, sin embargo, no pretende presentar la imagen de toda una ciudad dominada por antojos incontrolables de carácter homosexual, sino que denuncia la conducta de carácter social y político que no acoge al extranjero con respeto y, por tanto, pretende humillarlo, obligándolo a someterse a un infame tratamiento de sumisión. Esta práctica degradante amenaza también a Lot (v. 9), que es responsable del extranjero “cobijado” bajo su techo (v. 8). Esto revela el mal moral de la ciudad de Sodoma, que no solo niega la hospitalidad, sino que no soporta que entre sus ciudadanos haya quien abra su casa al forastero.”
Parece entonces que según el documento, la culpa de los sodomitas no consistía en querer tener relaciones homosexuales con estos extranjeros, sino en querer tenerlas sin el consentimiento de los mismos.
Pero para decir esto hay que olvidar otros pasajes del Antiguo Testamento como por ejemplo el que cito en el “post”, Lev. 20, 13: “Si alguno se acuesta con varón como los que se acuestan con mujer, los dos han cometido abominación; ciertamente han de morir. Su culpa de sangre sea sobre ellos.”
Donde no se dice nada, obviamente, de que esa relación deba ser sin consentimiento de alguna de las partes para que sea “abominación”.
Además, en el cap. 18, vv. 20 – 21, dice: “Dijo, pues, Yahvé: «El clamor de Sodoma y de Gomorra es grande; y su pecado gravísimo. Así que voy a bajar personalmente, a ver si lo que han hecho responde en todo al clamor que ha llegado hasta mí, y si no, he de saberlo.”
Lo cual da lugar a la intercesión de Abraham por Sodoma.
No parece, entonces, que los sodomitas estuviesen todo el tiempo queriendo abusar de forasteros visitantes, sino que lo que dice en esos versículos casa mucho más naturalmente con un pecado habitual específico como es la práctica generalizada de la homosexualidad.
Es evidente que la idea de los deberes de la hospitalidad juega un papel en ese relato así como en el de Jueces, cap. 19, y es la que está detrás del hecho de que en cada caso se proponga a las mujeres de la casa como sustitución, para evitar la afrenta a los huéspedes. Pero de ahí no se sigue que toda la maldad del acto que quieren cometer los de esas ciudades esté en el desconocimiento del deber de hospitalidad. También podrían querer sacarlos de la casa simplemente para matarlos, y eso sería sin duda una violación del deber de hospitalidad, pero no solamente eso. Y en cuanto a que se tratase de “relaciones no consentidas”, es claro que esa categoría moderna no se puede leer anacrónicamente en el texto bíblico.
De hecho, en el texto de Jue 19 se caracteriza a los habitantes de esa ciudad como “hombres perversos”, lo cual de nuevo, casa más naturalmente con la homosexualidad que con la falta de hospitalidad. La palabra hebrea es “beleyal”, que significa “sin valor”, y por extensión, “destructivo”, “malvado”, por lo que algunos textos traducen “hijos de Belial”.
El documento reconoce que hay textos del Nuevo Testamento que hacen referencia explícita al pecado de los de Sodoma como un pecado carnal, por ejemplo, 2 Pe 6, 10:
“…y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente, y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados (porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos), sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio; y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío.”
El griego dice: καὶ δίκαιον Λὼτ καταπονούμενον ὑπὸ τῆς τῶν ἀθέσμων ἐν ἀσελγείᾳ ἀναστροφῆς ἐρρύσατο: "y liberó al justo Lot oprimido por la conducta licenciosa de los malvados."
Y el final del pasaje es claro: μάλιστα δὲ τοὺς ὀπίσω σαρκὸς ἐν ἐπιθυμίᾳ μιασμοῦ πορευομένους (principalmente los que se van tras la carne en la concupiscencia de lo impuro)
De nuevo, no es lógico suponer que en la mente del autor lo que afligía a Lot eran las cotidianas humillaciones de extranjeros huéspedes.
Y también Judas, cap. 1, v. 7:
“Y lo mismo Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, que como ellos fornicaron y se fueron tras una carne diferente, padeciendo la pena de un fuego eterno, sirven de ejemplo.”
“ὡς Σόδομα καὶ Γόμορρα καὶ αἱ περὶ αὐτὰς πόλεις τὸν ὅμοιον τούτοις τρόπον ἐκπορνεύσασαι καὶ ἀπελθοῦσαι ὀπίσω σαρκὸς ἑτέρας πρόκεινται δεῖγμα, πυρὸς αἰωνίου δίκην ὑπέχουσαι.”
“Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas que en modo semejante a éstas fornicaron y se fueron tras una carne diferente, poniéndolas como ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.”
La “fornicación” aquí no es en primer lugar la fornicación simbólica de la idolatría, sino la que tiene que ver precisamente con la “carne”, y se explica que se trata de una carne “diferente”, lo cual ante todo quiere decir no cualquier pecado carnal, sino uno dotado de especiales características. Es lógico ver en ello una referencia a la homosexualidad, en cuyo caso esa carne sería “diferente” de aquella a la que naturalmente se ordena el deseo masculino. Por eso algunas traducciones ponen “carne extraña”.
Hay que tener en cuenta en todo esto, también, la tradición acerca el pecado “nefando”, es decir, del que no se debe hablar, para entender la parquedad y discreción de las referencias bíblicas a los actos homosexuales.
Y sin embargo, el documento de la Pontificia Comisión Bíblica, luego de mencionarlos, simplemente deja de lado estos dos textos bíblicos sin dar ninguna razón particular de porqué lo hace.
También argumenta el documento que el hecho de que en Jueces 19 finalmente los moradores de la ciudad hayan abusado de la concubina del forastero muestra que no estaban sexualmente atraídos por él, sino que sólo querían humillarlo.
Argumentación peregrina, porque en primer lugar la voluntad de humillar al extranjero no excluye las costumbres corrompidas de esos hombres que precisamente los llevan a elegir esa clase de humillación, y en segundo lugar las tendencias licenciosas homosexuales no excluyen necesariamente a las tendencias licenciosas heterosexuales.
El documento se refiere al texto de Mt. 10, 14 - 15
“Y si no se os recibe ni se escuchan vuestras palabras, al salir de la casa o de la ciudad aquella sacudíos el polvo de vuestros pies. Yo os aseguro: el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma y Gomorra que para aquella ciudad.”
para decir que de aquí se infiere, aunque sea “indirectamente”, que el pecado de Sodoma fue rechazar a los enviados de Dios.
La verdad que con esta clase de argumentos se confirma la tesis contraria. En primer lugar, no se ve porqué los de Sodoma debían o podían saber que los huéspedes de Lot eran ángeles y enviados de Dios. En segundo lugar, el sentido del texto es claro: es tan grave rechazar a los predicadores del Evangelio, que es peor que el pecado de Sodoma. Acerca del cual sólo podemos inferir, entonces, por este pasaje, dos cosas: que es un pecado muy grave, y que no consiste en rechazar a los enviados de Dios, porque si el pecado de los que rechazan a los Apóstoles es más grave que el de los de Sodoma, entonces es otro pecado distinto. En tercer lugar, los de Sodoma no es que no hayan recibido a los ángeles ni hayan escuchado sus palabras, sino que quisieron abusar sexualmente de ellos, como admite el mismo documento.
Saludos cordiales.
Frente a ese documento de la PCB, "Homosexualitatis problema" dice lo que, por lo demás, es obvio: "Así el deterioro debido al pecado continúa desarrollándose en la historia de los hombres de Sodoma (cf. Génesis 19, 1-11). No puede haber duda acerca del juicio moral expresado allí contra las relaciones homosexuales" (n. 6).
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Gracias, agrego el "link". Saludos cordiales.
//www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19861001_homosexual-persons_sp.html
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Aquí está el link. Es un vídeo, por lo que escuché, la transcripción es bastante literal.
//blog.messainlatino.it/2024/11/altra-nomina-pro-lgbt-di-francesco.html?m=1
Saludos cordiales.
Eramos pocos, algún religioso, pero parecía no haber voces discordantes. Había clima de respeto y yo intervine indicando algo de lo que la Iglesia me ha enseñado al respecto y leo en las escrituras. Incluso traté de "defender" a la Virgen María en algo que hirió mi sensibilidad y que ahora no recuerdo.
Realmente no entiendo qué tienen contra Cantalamessa. Quiero decir, entiendo el recurso humorístico de la nota, pero sé que esconde una opinión. No soy fanático del tipo, pero creo quen términos generales no hay mucho que objetar. De todos modos, buen post. Ojalá no sea así de cierto lo del nuevo muchacho que le predica al Papa.
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Muchas gracias, a pesar del error teológico-deportivo :)
Cito algunas frases del P. Cantalamessa tal como aparecen en este artículo:
//www.infocatolica.com/blog/coradcor.php/2004110557-fray-raniero-cantalamessa-pre
"La cruz de Cristo ha cambiado el sentido del dolor y del sufrimiento humano. De todo sufrimiento, físico y moral. Ya no es un castigo, una maldición. Ha sido redimida en raíz desde que el Hijo de Dios la ha tomado sobre sí…
Y no sólo el dolor de quien tiene la fe, sino de todo dolor humano… Gracias a la cruz de Cristo, el sufrimiento se ha convertido también, a su manera, en una especie de “sacramento universal de salvación” para el género humano."
"¿Acaso Dios Padre ha querido la muerte de su Hijo, para sacar un bien de ella? No, simplemente ha permitido que la libertad humana siguiera su curso, haciendo, sin embargo, que sirviera a su plan, no al de los hombres."
Saludos cordiales.
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