Reciente entrevista a Mons. Fernández
En su entrevista concedida a “Infovaticana”, Mons. Fernández respondió de esta manera a la siguiente pregunta (los resaltados en negrita son nuestros):
“En 2021 este Dicasterio afirmó que no se puede bendecir a las parejas homosexuales, ¿está usted de acuerdo?”
“Mire, así como estoy firmemente en contra del aborto (y lo desafío a que encuentre alguien en Latinoamérica que haya escrito más artículos que yo en contra del aborto), también entiendo que «matrimonio» en sentido estricto es sólo una cosa: esa unión estable de dos seres tan diferentes como son el varón y la mujer, que en esa diferencia son capaces de engendrar nueva vida. No hay nada que pueda compararse con eso y usar ese nombre para expresar otra cosa no es bueno ni correcto. Al mismo tiempo creo que hay que evitar gestos o acciones que puedan expresar algo diferente. Por eso pienso que el mayor cuidado que hay que poner es en evitar ritos o bendiciones que puedan alimentar esa confusión. Ahora, si una bendición se da de tal manera que no provoque esa confusión, habrá que analizarlo y confirmarlo. Como verá, hay un punto en que se sale de una discusión propiamente teológica y se pasa a una cuestión que es más bien prudencial o disciplinar.”
Frente a eso, me parece obvia la necesidad de aclarar lo que sigue:
1) El único matrimonio que hay es en sentido estricto. No hay un sentido amplio de “matrimonio” que pueda incluir otra cosa distinta de la unión legítima entre un varón y una mujer.
2) El significado y uso del término “matrimonio” es, comparativamente al menos, algo de importancia muy secundaria y menor en este tema, que no es si las uniones homosexuales pueden ser llamadas “matrimonio” o no, sino si son moralmente lícitas, o no.
3) De hecho, el paralelismo con el aborto lleva a pensar que, como efectivamente es en verdad, en ninguno de los dos casos hay ni licitud moral ni posibilidad de legalización que no vaya contra la ley natural y la finalidad misma de la ley en la sociedad.
4) La bendición a parejas homosexuales, en tanto que parejas, pues de eso estamos hablando, no es lícita, no ante todo y en primer lugar porque provoque o pueda provocar confusión, sino porque se está bendiciendo algo que es intrínsecamente malo e inmoral, como son los actos homosexuales y la disposición a realizarlos. En efecto, tales actos son el componente por lo menos habitual, si no esencial, de tales uniones y parte al menos de la razón de ser de las mismas.
5) No se ve tampoco cómo evitar la confusión, no acerca del matrimonio, sino acerca de la maldad intrínseca de los actos homosexuales, con tales bendiciones.
29 comentarios
Esta parte final de las declaraciones de Mons. Fernández relativiza las cosas, por lo que los puntos 3 y 4 de su aclaración creo que están de más, Nestor.
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Más bien esos puntos apuntan precisamente a esa parte de las declaraciones, porque es lo que digo en el "post", el problema no es ante todo la confusión acerca del matrimonio, sino la maldad intrínseca de los actos homosexuales y la confusión acerca de la misma.
Saludos cordiales.
En ese acto de bendición, el sacerdote, como instrumento de la gracia divina, reconoce la imagen y semejanza de Dios en cada ser humano, independientemente de su orientación sexual. En ese encuentro, se vislumbra la compasión y el amor incondicional de Cristo, que abraza a todos sus hijos con ternura y misericordia.
Que en ese momento sagrado, el alma del fiel se llene de paz y esperanza, recordando que su identidad y valía no se reducen a una sola faceta de su ser. Que encuentre consuelo y fortaleza en el amor de Dios, y que sepa que en la Iglesia hay un lugar para cada uno, con todas nuestras luchas y búsquedas, para caminar juntos hacia la plenitud en Cristo.
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Es que ahí yo veo solamente a un fiel, no veo a una pareja que se presenta para ser bendecida como tal pareja homosexual.
De todos modos, incluso en el caso del fiel individual aislado, el sacerdote tiene el deber de anunciarle el Evangelio completo y sin silenciamientos falsamente "misericordiosos".
Saludos cordiales.
De todos modos, incluso en el caso del fiel individual aislado, el sacerdote tiene el deber de anunciarle el Evangelio completo y sin silenciamientos falsamente "misericordiosos".
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Por supuesto!
Un supuesto practico:
Dos personas con tendencia homosexual que viven juntos pero como hermanos sin actos pecaminosos. Están en Gracia santificante y van a Misa; ¿ reciben plenamente la bendición de Dios ambos ?
Y en el caso de que no estuvieran en Gracia santificante; asisten a Misa sin comulgar; ¿ reciben plenamente la bendición de Dios al concluir la Misa ?
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Sigo sin ver ahí a la "pareja homosexual" de la que todos sabemos que se está hablando en estos casos, que es la que practica los actos homosexuales y por eso es "pareja".
Por otra parte, y sin negar, claro está, el valor de las bendiciones, en caso de no estar en gracia de Dios lo urgente es recibir el Sacramento de la Reconciliación, lo cual supone, claro, el arrepentimiento y el propósito de enmienda.
Porque no creo que haya en el Infierno un lugar más refrigerado para aquellos que desciendan allí provistos de la bendición sacerdotal.
Saludos cordiales.
En primer lugar, mons. Fernández no responde a la pregunta. Esto no deja de ser llamativo. Y, por el contexto, preocupante.
Luego, ¿a qué se refiere con matrimonio "en sentido estricto"? ¿Acaso si lo tomamos "en sentido amplio" puede aceptarse la bendición de parejas homosexuales?
Al reducir el fundamento de su "argumentación", por la que rechaza la bendición de parejas homosexuales, a esa confusión de nombres (o de realidades), deja abierta la puerta a una ulterior posibilidad de que se admita tal bendición, en la medida en que se evite tal confusión. Dado que su rechazo es puramente extrínseco, en sus palabras se da por supuesto que tales uniones no son intrínsecamente malas, en cuanto podrían ser susceptibles de recibir una bendición: "es algo a analizar y confirmar". Esto es contrario a la fe católica. Además de que nunca puntualiza que se refiere a uniones homosexuales, sino a cualquier realidad que no sea el matrimonio. En fin, este es el hombre designado para presidir el Dicasterio que ha de velar por la Fe católica. Que Dios nos ayude.
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Es cierto, me faltó lo del matrimonio "en sentido estricto". Lo agrego.
Gracias y saludos cordiales.
Vale la pena leer (¿lo habrá hecho mons. Fernández? No se nota en su "respuesta") la Carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe "Homosexualitatis problema". La cual dice, por ejemplo:
"Sin embargo, en la actualidad un número cada vez más grande de personas, aun dentro de la Iglesia, ejercen una fortísima presión para llevarla a aceptar la condición homosexual, como si no fuera desordenada, y a legitimar los actos homosexuales".
En fin, Dios no hizo llover sobre Sodoma y Gomorra agua bendita, sino azufre y fuego que destruyó ciudades, habitantes y vegetación... (Gn 19, 24-25).
"sino acerca de la maldad intrínseca de los actos homosexuales, con tales bendiciones."
Nestor, parece que no leíste el cap 8 de Amoris Laetitia, cuyo autor principal es precisamente el entrevistado, en el que el concepto de acto intrínsecamente malo es desterrado del Magisterio... evolución del dogma.
Aclaro que no estoy de acuerdo con la postura de Francisco-Fernandez, pero es lo que hay. Habrá que trabajar fuerte instruyendo católicamente a las nuevas generaciones para que de ahí salga un Papa católico que resuelva las cosas. En todo caso habrá que ser santos y rezar, porque quien sabe cómo arreglar las cosas, y puede hacerlo, es Dios.
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El concepto de "acto intrínsecamente malo" forma parte intrínsecamente, justo, del Magisterio de la Iglesia, así que no puede ser desterrado del mismo.
Saludos cordiales.
En este universo de paradojas, donde los pecados se entrelazan con la fragilidad humana, es difícil establecer jerarquías de abominación a los ojos del Creador. Sin embargo, en nuestras limitadas comprensiones, podemos afirmar que la soberbia, con su afrenta a la divinidad, puede ser vista como una negación aún más profunda y trascendente.
En esta reflexión, surge una elección ficticia pero reveladora. Si me dieran la oportunidad de intercambiarme ahora mismo por Franco o García Lorca, consideraría que el último se encuentra en un lugar más propicio.
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No, por supuesto, no todos los pecados mortales tienen la misma gravedad, ni todos los condenados sufren una pena eterna igualmente grave. Dante Alighieri lo ha ilustrado en forma magnífica con sus círculos descendentes, pero en dependencia de la teología católica tradicional.
Con todo, queda el hecho de que todos los condenados están en el infierno, que es lo sustancial.
Como el cuento que suelo repetir para aflicción de mis lectores, sobre el que va a un velorio y pregunta de qué murió el finado. Le dicen que de pulmonía y vuelve a preguntar si le atacó los dos pulmones. No, uno solo, le contestan. Y responde que menos mal.
En cuanto a Franco y García Lorca, recemos para que ambos estén en el Cielo. Humanamente hablando le veo más méritos a Franco, pero el juicio que importa es el de Dios, claro está.
Saludos cordiales.
En más de una ocasión el papa Francisco ha insistido en que para la Iglesia la palabra matrimonio (el matrimonio en sentido estricto, dice Fernández) debe reservarse para la unión entre un varón y una mujer. Pero que las uniones entre homosexuales deben encontrar amparo en las leyes civiles.
Concedo que esto no es todavía la bendición para esas uniones objetivamente desordenadas. Pero el río vivo de la Tradición, igual que el camino o río de la sinodalidad, llevan ese curso.
Con todo, el arzobispo Fernández está en comunión plena con el Papa, no lo dudo, pues éste acaba de nombrarlo prefecto de Doctrina de la Fe. Nada menos.
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Si Ud. cree que el río vivo de la Tradición va en ese sentido, tiene un problema, el mismo problema, en realidad, que tienen el P. Martin y otros. En general no debemos dejar que los enemigos de la Iglesia nos informen sobre el estado de la misma. Contra lo que pueda tal vez parecer, no siempre dicen la verdad.
Saludos cordiales.
Sí sí, pero en estos tiempos eso ya no importa mucho, porque igual introducen cambios, poco importa que algún fiel por ahí grite que la doctrina no puede cambiar, y lo imponen con la fuerza de un inclemente autoritarismo. La misa, en sus partes esenciales, también es parte de la Tradición recibida por los apostoles, en el caso del rito romano por el apóstol San Pedro, y por lo tanto ningún Papa ni Concilio tiene atribuciones para cambiarla (en sus partes esenciales); pero Pablo VI, la cambió aún así, la impuso por la fuerza del poder, y prohibió la misa de la Tradición. Benedicto XVI trató de dar pasos tímidos para corregir el grave error, pero Francisco retomó el autoritarismo e inclemencia de Pablo VI. Y ahora tenemos algo nunca ocurrido en la historia de la Iglesia: una misa creada ad hoc, completamente diferente de la que fue desarrollada organicamente, y que había sido mantenida intacta en sus partes esenciales.
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Eso importa en estos tiempos y en cualquier tiempo, porque la fe católica es verdadera, y no es algo que lamentablemente ha sido refutado por las desgracias actuales, como curiosamente parecen pensar muchos "tradicionalistas".
¿Ud. considera que la Misa que se celebra hoy día en la Iglesia es inválida, ilícita, o que es pecado participar en ella?
Saludos cordiales.
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Pues eso.
Saludos cordiales.
- El prácticamente hacer de la facticidad popular una especie de "lugar teológico". Si bien lo aplica a "los pobres", intentando salvar lo que ve de salvable en la "teología" de J. Sobrino, eso de hacer una teología "desde el pueblo" podría también aplicarse a la homosexualidad, en tanto hay de hecho homosexuales y uniones homosexuales en el pueblo (desgraciadamente): vid. el artículo de mons. Fernández: https://repositorio.uca.edu.ar/bitstream/123456789/7828/1/pobres-teologia-notificacion-obras-fernandez.pdf.
- El tender a considerar que todos están predestinados y confiar que todos, de hecho, se salvarán. Si es así, ¿qué más da predicar la verdad, la fe católica, o tergiversarla?; ¿qué más da pecar o no pecar, ser casto o no serlo (entregándose a la "sanación oscúlica"), ser rematadamente homosexual en los actos o no serlo? Vid. el artículo de mons. Fernández: https://repositorio.uca.edu.ar/bitstream/123456789/7786/1/romanos-gracia-predestinacion-fernandez.pdf.
"Como sucede en cualquier otro desorden moral, la actividad homosexual impide la propia realización y felicidad porque es contraria a la sabiduría creadora de Dios. La Iglesia, cuando rechaza las doctrinas erróneas en relación con la homosexualidad, no limita sino que más bien defiende la libertad y la dignidad de la persona, entendidas de modo realístico y auténtico". "Pero se debe dejar bien en claro que todo alejamiento de la enseñanza de la Iglesia, o el silencio acerca de ella, so pretexto de ofrecer un cuidado pastoral, no constituye una forma de auténtica atención ni de pastoral válida. Sólo lo que es verdadero puede finalmente ser también pastoral. Cuando no se tiene presente la posición de la Iglesia se impide que los hombres y las mujeres homosexuales reciban aquella atención que necesitan y a la que tienen derecho" (CDF, Homosexualitatis problema, 7 y 15).
Y perdón por la extensión, Néstor: agrego lo último, muy al caso:
"Es evidente, además, que una clara y eficaz transmisión de la doctrina de la Iglesia a todos los fieles y a la sociedad en su conjunto depende en gran parte de la correcta enseñanza y de la fidelidad de quien ejercita el ministerio pastoral. Los Obispos tienen la responsabilidad particularmente grave de preocuparse de que sus colaboradores en el ministerio [¡cuánto más ellos mismos!], y sobre todo los sacerdotes, estén rectamente informados y personalmente bien dispuestos para comunicar a todos la doctrina de la Iglesia en su integridad" (ibid., 13).
P. S. Néstor ya trató (críticamente, claro) la errónea posición de mons. Fernández en dos muy buenos posts, hace unos años:
1) www.infocatolica.com/blog/praeclara.php/1705120406-la-predestinacion-segun-mons.
2) www.infocatolica.com/blog/praeclara.php/1705300823-la-predestinacion-segun-mons.
Bien aquí va mi planteo: ¿por qué la masturbación es intrínsecamente desordenada? a mi entender esta es la primera cuestión que hay que dejar clara, porque si no es intrínsecamente desordenada, que mas da "practicarla" solo, con ella, con el o con "elle".
Ahora bien... sin dudas muchos rápidamente van a responder, con pasajes bíblicos (como el de Onan) etc. o del Catecismo... bien... pero la pregunta no se responde ¿Por qué es intrínsecamente mala (qué es lo que tiene de injusto)? alguno va a responder que no cumple con su finalidad de "apertura a la vida"... pero a eso alguien pude responder que muchos otros sentidos o funciones, que tienen una finalidad especifica se los utiliza para una finalidad diversa sin que sea intrínsecamente desordenada a modo de ejemplo didáctico: la función de lamentarse, para preservar la vida... también se la utiliza para compartir un café o un wihsky solo o con algún amigo etc. como una función social, y no en primer lugar para preservar la vida física (aunque también contribuye a la preservación de la vida física) en todo caso atendiendo a la vida emocional etc. y reitero la pregunta ¿Porqué es intrínsecamente desordenada? y no ¿Quién dijo que es intrínsecamente desordenada?
[...]
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La masturbación es mala porque va contra la finalidad natural de los órganos sexuales que es la transmisión de la vida.
En cuanto a la lamentación, más bien me parece que su efecto "per se" es la expresión de un estado afectivo, si bien en ciertos casos, o sea, "per accidens", puede contribuir a la supervivencia, como en el caso de un niño pequeño que llora porque se siente mal.
Digo "per accidens" por lo que tiene que ver con el concepto mismo de "lamentación", puede ser que considerada en el caso concreto del niño enfermo, sea también un efecto "per se", y por tanto, natural.
Lo que depende de la libertad del ser humano no es "natural" en tanto que es por elección y no por naturaleza, pero sí puede ser "natural" en el sentido de que no vaya contra la naturaleza humana, sea porque sigue el dictamen de esa naturaleza, como en el caso de un acto de justicia, o porque no se opone a la naturaleza humana, como sucede por ejemplo con la medicina. En esos casos, lo "natural" es la inteligencia y voluntad del hombre, que lo capacitan para lo artificial.
Saludos cordiales.
Pero el depósito de la Fe, verdadera imagen (basta contrastar la estabilidad del depósito con la movilidad del río) e idea de la Revelación custodiada (otra imagen de estabilidad contrapuesta a la movilidad del río) por la Iglesia, permanece y se alza contra las innovaciones.
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Es que la Tradición en la Iglesia es algo vivo, porque es la comunicación de la fe que viene de los Apóstoles de una generación a otra. Y crece y se desarrolla en la Iglesia, como los seres vivos, no la Revelación, como dice la Dei Verbum, sino la comprensión de la misma. La prueba de ello son las definiciones dogmáticas, que llevan a una comprensión siempre más precisa de lo revelado.
El Magisterio y su labor de custodia son justamente parte de ese crecimiento y son los que garantizan que se mantenga fiel a la Revelación divina.
Pensemos solamente en la historia de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, que obviamente no fue una nueva Revelación, pero significó un crecimiento grande en la comprensión de la Iglesia, desde la época en que casi todos los teólogos la negaban, y en Roma no se celebraba la fiesta, hasta que fue definida como dogma de fe.
Saludos cordiales.
Palabras del papa Francisco en la homilía del 11 de octubre de 2022, con ocasión del sexagésimo aniversario de la apertura del Vaticano II.
El Papa ha nombrado al padre James Martin miembro del sínodo sobre la sinodalidad que se celebrará en dos sesiones en octubre de este año y del siguiente 2024. Igual que ha nombrado prefecto de Doctrina de la Fe al arzobispo Víctor Manuel Fernández.
El río vivo de la Tradición o camino sinodal sigue su curso.
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Bueno, por "río vivo de la Tradición", así con mayúscula, entiendo que ha de entenderse la Tradición de la Iglesia, que obviamente no fue redescubierta con el Concilio.
Y en general, cuando ciertas expresiones son equivocadas, no deben tomarse como base para entender lo que son las cosas y significan los términos, y comunicarlo así a los otros.
Saludos cordiales.
Viva Cristo Rey!
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En efecto. Recordar sólo que, obviamente, el Dios católico es el único que hay, no hay un dios musulmán o hindú ni ningún otro. El único Dios se ha revelado plenamente sólo en la religión católica.
Saludos cordiales.
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La Iglesia está en el mundo y los miembros de la Iglesia están expuestos a las mismas tentaciones que todos los hombres. Tienen la gracia de Dios para poder evitarlas, pero esa gracia no les quita el libre albedrío con el que pueden desobedecer a Dios. La Iglesia como tal es Santa, porque es Santa su Cabeza, que es Cristo, y son santos los medios de salvación que Dios ha puesto en ella, y son santos los mismos fieles por el Bautismo, con santidad ontológica, que necesita la cooperación del libre albedrío, movido por la gracia de Dios, para ser santidad moral.
Saludos cordiales.
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En efecto, algo puede ser estable, es decir, no momentáneo, pero no indisoluble.
Saludos cordiales.
Pero en sentido pasivo terminó con la muerte del último de los Apóstoles y no cabe llamarla viva. Escritura y Tradición integran la Revelación.
Desde entonces sólo cabe el progreso orgánico, homogéneo y accidental en el conocimiento y exposición del Depósito de la Fe. Como en el ejemplo de la Inmaculada Concepción. No ninguna novedad sustancial, no afirmar hoy lo que se negó ayer ni negar hoy lo que se afirmó ayer.
Únicamente ganar precisión y claridad "siempre en el mismo sentido, siempre en el mismo dogma" (Commonitorium de San Vicente de Lerins).
Con la nueva expresión de la Tradición viva, que se remonta a Juan Pablo II y es hoy un lugar común en la deriva de la Iglesia, se confunden los aspectos pasivo y activo de la Tradición y se abre la puerta a la evolución sustancial y heterogénea de la doctrina católica.
Basta leer el Instrumentum laboris para el Sínodo de la sinodalidad, donde se mencionan "el Depósito de la Fe y la Tradición viva" como si la segunda no formase parte del primero.
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Si por "sentido pasivo" se entiende la recepción de la Revelación divina por parte de la Iglesia, terminó con la muerte del último Apóstol por lo que se refiere a la Revelación misma, no por lo que se refiere a la comprensión de lo revelado, y en ese sentido y bajo ese aspecto la Tradición es "viva", también.
Lo que hacen la Escritura y la Tradición es trasmitir la Revelación, pero en la Tradición va incluida la comprensión cada vez mayor de la Revelación, que no es Revelación, y que no está contenida explícitamente en la Escritura. Por ejemplo, las definiciones dogmáticas forman parte sin duda de la Tradición de la Iglesia.
Por otra parte, nada exige en el concepto de "Tradición viva" que se hable de cambio sustancial. La misma noción de "desarrollo" apunta de suyo al cambio solamente accidental: una misma cosa que se desarrolla, no que se transforma en otra cosa. Supongamos que un hada madrina hace que un gato se convierta en perro, lo que no puede hacer de todos modos es que eso sea un "desarrollo" del gato.
Si ha sido necesario añadirle al "desarrollo" el adjetivo "homogéneo", ha sido por los errores contrarios que hablaban de "desarrollo" cuando en realidad querían decir "cambio sustancial".
Saludos cordiales.
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Volviendo a lo que dice mons. Fernández, en realidad parece que valdría su argumentación, tal como suena, para rechazar la bendición de una pareja de novios en cuanto tales (digo de novio y novia, que ahora hay que aclarar todo), toda vez que no se trata de una unión matrimonial. Pero esa unión, la de un cristiano noviazgo, no tiene nada de malo y es, por tanto, susceptible de ser bendecida en cuanto tal. Curiosa consecuencia. Al relativizar el mal moral, el bien sale perdiendo.
2358 Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición.
Para las bendiciones a parejas hetero se solicita acaso que vivan en Castidad?? Se les pregunta por el Sexto Mandamiento?? El catecismo dice en el punto 2358 que los actos homosexuales "no pueden recibir aprobación en ningún caso". Pero acaso recibe aprobación la.fornicacion en la bendición a parejas hetero??? No.
Por tanto, James Martin, Francisco y sobre todo Monseñor Tucho, que es quien tiene la última palabra como miembro de la comisión para la Doctrina de la Fe, pueden determinar que puede haber bendiciones en alguno de los siguientes supuestos (1) que vivan en castidad los.miembros de la pareja homo, (2) que se pregunte y exija la castidad para la bendición de todas las parejas, tanto hetero como homo (3) que de acuerdo al punto 2358, igual que ahora no se pregunta a las parejas hetero por la castidad, tampoco se haga para la bendición de parejas homo.
Seguramente se vaya al tercer supuesto que he enumerado. Si la Iglesia dice que es correcto, hay que acatar lo y alegrarse. Puede haber mucho lío, pero Francisco es el Vicecristo y la Iglesia nos regala su Magisterio.
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Niego la paridad. No tiene sentido preguntarle a las parejas normales, naturales, casadas, se supone, si tienen o no relaciones sexuales entre sí, porque se supone que lo hacen y está bien que lo hagan.
En cuanto a preguntarles por otros aspectos de la castidad, con ese criterio no se podría bendecir a nadie antes de asegurarse de que es canonizable en vida.
Una cosa es que la situación misma sea objetivamente desordenada, y otra que en una situación objetivamente lícita desde el punto de vista moral, se den luego actos pecaminosos.
En las parejas homosexuales, por el contrario, la relación sexual es ipso facto pecado grave.
Por eso también hay que definir bien lo que se entiende por "pareja del mismo sexo".
Porque una cosa es una relación entre dos personas en la que las relaciones sexuales son un componente previsto y previamente aceptado, y otra aquella relación en la que no es así, por ejemplo, una amistad común y corriente.
Normalmente la palabra "pareja" se usa para lo primero. Es claro que una situación así ya es intrínsecamente desordenada independientemente de la realización efectiva o no de los actos sexuales en cuestión, y por tanto, no es bendecible.
Por tanto, lo único que quedaría sería una bendición para amigos, o convivientes que incluso no tengan siquiera relación de amistad, si son situaciones en las que las relaciones sexuales no figuran en el menú, sino que están excluidas del mismo.
Es claro que una cosa así ni siquiera tiene nada que ver, de suyo, con la homosexualidad, así que tampoco es lo que se busca cuando se busca bendecir las "parejas" homosexuales.
Búsqueda que, por lo tanto, no tiene objeto posible alguno, ni puede ser fomentada ni aprobada por la Iglesia.
Saludos cordiales.
Obviamente, Dulcinea del Toboso es un trol. Quizá, como sucedía en la novela, él se vea a si mismo como una hermosa moza pero, en realidad, es basta como un arado -como se dice en España- y tira los morrillos con mas convicción que nadie del pueblo.
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El sentido del adjetivo "viva" aplicado a la Tradición se entiende, me parece, pensando en el argumento que John Henry Newman, en sus tiempos de anglicano, usaba contra el catolicismo: La Iglesia Católica ha agregado cosas a la fe, por tanto, se ha desviado. Por ejemplo, los dogmas definidos en la Iglesia Católica luego del cisma anglicano.
Ése es el tema de su libro "El ministerio profético de la Iglesia".
Su conversión al catolicismo tuvo lugar escribiendo, justamente, su "Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana", donde la tesis de fondo es la misma que la de la Constitución "Dei Verbum" del Concilio Vaticano II: en la Iglesia no crece la Revelación divina hecha por Jesucristo a los Apóstoles, pero sí la comprensión de la misma, y es bueno y necesario que sea así.
De hecho, el desarrollo es propio de los seres vivos.
Saludos cordiales.
Entre sus títulos tradicionales se encuentra el de Vicario de Cristo (no Vicecristo). Título tradicional con que el papa Francisco ha dejado de llamarse, como puede usted comprobar en las ediciones anuales más recientes del Anuario Pontificio.
El Papa es el sucesor de San Pedro, no de Cristo.
El Papa no es un déspota o tirano con poder absoluto para hacer y deshacer. Su poder es supremo en la tierra, pero no soberano o arbitrario. Está al servicio de la Escritura y la Tradición.
El Papa no es un fetiche o gurú de una secta. La infalibilidad de ciertas enseñanzas del Papa está muy acotada en los términos definidos por el Concilio Vaticano I en 1870.
Somos católicos, no hinchas del Papa.
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Mmmmm, hasta qué punto es prudente dar ideas en el estado actual del patio, como dicen allá... :)
Saludos cordiales.
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Es cierto. Con todo, alcanza con que el acto vaya contra uno de esos dos fines para que no sea lícito moralmente, porque obviamente que no tendría sentido decir que yendo sólo contra uno de esos dos fines el acto es solamente medio malo.
Saludos cordiales.
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Cierto, la coherencia no es de sus virtudes más destacadas.
Saludos cordiales.
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En efecto, aclarando al aclarador se aclara la aclaración. O no, que también puede ser.
Saludos cordiales.
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