En la fiesta de Pentecostés
7 comentarios
1. Recordar que la virtud de la virginidad es un don especial del Espíritu Santo, y el martirio y la vida religiosa es un don excelso del Espíritu Santo.
youtube.com/watch?v=75MbyrkWBO8
2. Espíritu Santo, Señor y Dador de vida (vivificantem), por obra de Él la Encarnación del Verbo, la Inmaculada Concepción, toda la Creación y la Nueva Creación.
3. En esta tan importante fiesta solemne de la Iglesia Católica celebramos la venida del Espíritu Santo como alma de la Iglesia, como alma del alma de los bautizados, a los 50 días de la Resurrección de Nuestro Señor Jesús, para congregarnos en un solo Cuerpo; para vivificarnos en santidad en Cristo, Cabeza del Cuerpo, en plena comunión de unidad Pastor y rebaño, pastores y rebaños en Cristo, Iglesia de Roma e Iglesias locales en Cristo; y para hacernos peregrinos con la lámpara encendida llena de aceite para conocer al Padre y Dios nuestro en la Jerusalén celestial.
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Así sea. Saludos cordiales.
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Sí, un pequeño canal en el que tengo unos pocos videos.
Saludos cordiales.
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¡Gracias !! :)
Saludos cordiales.
Designaciones y cisma que lo invocan como excusa cuando mucho de lo sucedido es por otras razones, digamos, más políticas.
Cuando aparece la Secuencia debería haber una estremecimiento de los bautizados.
Oremos fervientemente para que la acción del Espíritu la veamos cotidianamente, sus Dones se conozcan y aprecien, se estudien y se apliquen en las acciones eclesiales sobre todo en las pastorales.
Alabado sea Dios Trino.
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Así sea. Saludos cordiales.
Tengo unas consultas, por favor. Pentecostés alude a la misión visible (al menos directamente) del Espíritu Santo, ¿no? Ahora bien, así como tal representación sensible fue causada eficientemente por toda la Santísima Trinidad, lo mismo parece ocurrir con la misión visible del Verbo (Encarnación). Claro que la Encarnación en cuanto tal fue obra de toda la Santísima Trinidad, pero me refiero, especialmente, a los actos humanos de Jesucristo.
Ahora bien, el principio «quod» de operación es el supuesto, la persona, que en el caso de Jesucristo es la Segunda de la Santísima Trinidad, el Verbo. Entonces, las operaciones humanas de Jesucristo (predicar, caminar, etc.) parecerían exclusivas del Verbo y parecerían ser así operaciones de Dios «ad extra» no comunes a las tres divinas Personas (pues «actiones sunt suppositorum»). Y así parecería haber operaciones de sólo una Persona divina que serían «ad extra» de Dios, lo cual dice Ott que es contrario a la fe.
Además, ¿habría «causa segunda» en dichas operaciones humanas de Jesucristo? Si la causa se refiere al supuesto, no podría haber causa segunda, porque el supuesto es el Verbo, que es Dios. Entonces parecerían ser inmediatamente producidas por Dios (es decir, no mediando otro supuesto creado): ¿eso equivaldría a ser las mismas inmediatamente creadas (como es el caso del alma humana)? Pero sí parecería mediar en dichas operaciones una naturaleza creada, la naturaleza humana creada de Jesucristo. Pero si es así, ¿cómo se puede crear (si es el caso) con una naturaleza finita mediando?
Claro que toda la entidad de dichas operaciones sería producida por Dios (por las tres divinas Personas en común). Pero entonces ¿cuál sería el papel de la Persona del Verbo en dichas operaciones? No habría una dependencia en el ser (de las mismas) respecto del Verbo (pues tales operaciones dependerían de toda la Santísima Trinidad en cuanto al ser (y en cuanto al modo (o principio «quo»), de la naturaleza humana creada)), pero parece que tiene que haber alguna vinculación real (que no parece ser la eficiente) entre las mismas (sólo de parte de ellas) y el Verbo, más allá de la mera atribución lógica y gramatical, que parece un tanto extrínseca (pues es el Verbo divino quien personal y realmente nos redimió): si es así, ¿en qué consiste tal vinculación real no eficiente?
Nuevamente, muchas gracias.
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Las operaciones divinas que son comunes "ad extra" son las que Dios realiza mediante su Naturaleza divina, que es lo que es común a las Tres Personas de tal manera que sólo se distinguen por sus relaciones de origen, de las cuales no es sujeto ni término nada creado, en tanto son relaciones que surgen de la comunicación de la misma Naturaleza divina.
Por tanto, nada obsta a que las operaciones que el Hijo de Dios realiza mediante su naturaleza humana sean exclusivas de Él mismo.
Esas acciones no tienen causa segunda, porque efectivamente, las acciones son de los supuestos, y el supuesto aquí es el Verbo.
Pero eso no quiere decir que esas acciones sean inmediatamente creadas, porque proceden de las facultades creadas de la naturaleza humana de Cristo, que son movidas por el Verbo de Dios a producir esas operaciones según su modo natural.
Así lo dice Santo Tomás en Ia., q. 45, a. 8:
"La operación de la naturaleza presupone los principios creados. Por eso, todo lo producido por la naturaleza es llamado criatura."
Porque la moción divina de esos principios naturales creados supone la creación divina de esos mismos principios.
En esa moción divina de las facultades humanas de Cristo interviene por un lado toda la Trinidad y por otro lado la sola Persona del Verbo, pero a títulos diferentes: la Trinidad como Causa de esos movimientos, el Verbo como Sujeto Personal de los mismos.
Es cierto que decimos también que nosotros somos causas de nuestros propios actos, y entonces habría que distinguir la causa que no es como tal sujeto de los actos causados, que sería el caso de la Trinidad como tal, y la causa que es el mismo sujeto del acto, que sería la sola Persona del Verbo, la cual por tanto causaría sus propios actos de dos maneras diferentes: una en tanto que "uno de la Trinidad", y otra en tanto que Encarnado.
Justo estos días estaba viendo un texto de Santo Tomás que habla de esto, pero por ahora no lo encuentro.
Saludos cordiales
¿Y qué tipo de causalidad es la que corresponde al Verbo en tanto que encarnado, es decir, la que se atribuye a la sola Persona del Verbo respecto de esas operaciones, al decir, por ejemplo, que el Verbo (encarnado) predicó, padeció y murió? ¿Sería toda la Santísima Trinidad causa "eficiente" de esas operaciones, según el modo (principio quo) de la naturaleza humana asumida por el Verbo? Y entonces, repito, ¿cuál sería la causalidad propia y exclusiva del Verbo? ¿Se puede acaso hablar de un influjo real del solo Verbo en tales operaciones...? Porque para ser real, ha de ser decretado en su causación ab aeterno: y esto parece corresponder a toda la Santísima Trinidad en común, respecto de un efecto producido in tempore conforme a la naturaleza humana asumida.
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Toda la Trinidad hace que la naturaleza humana de Cristo sea asumida por el Verbo de Dios, pero sólo el Verbo de Dios la asume personalmente, de modo que sólo Él es sujeto de las operaciones de esa naturaleza humana. El agente es el que actúa, que es el que es principio de una operación, y por tanto, en sentido amplio al menos, causa de la misma. Por ejemplo, cuando Dios mueve la voluntad de Pedro para que éste se arrepienta, Dios es Primer Motor de ese acto de arrepentimiento, y Pedro es sujeto personal, activo, obviamente, de ese acto. Es decir, que Pedro es una causa segunda movida por la Causa Primera.
El Verbo, en tanto que sujeto de esas acciones, es principio y causa de las mismas según su naturaleza humana asumida, y eso es exclusivo suyo. Según su Naturaleza divina, es Causa Primera de esas mismas operaciones junto con el Padre y el Espíritu Santo. Esto sucede en la Eternidad, aquello en el tiempo.
Saludos cordiales.
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