La perla en medio de las contradicciones
Basadas como están en la experiencia, es posible que estas reflexiones tengan algo de parcial. Pero bueno.
Cuando decimos que Cristo le da sentido a nuestra vida lo decimos en serio, o sea, que sin Cristo, nuestra vida no tiene sentido.
Y eso quiere decir, que mirada de un modo puramente humano, nuestra vida se parece a una película de terror.
O a una gran madeja de contradicciones y absurdos.
En última instancia, al menos, pero es una última instancia real y cotidianamente presente.
Sin duda, hay muchas cosas buenas y apasionantes, terriblemente interesantes. Pero nosotros no estamos bien.
Y no es cuestión de psicólogo o psiquiatra solamente. El compañero de pantano no puede sacarnos de él.
Sí, la psicología y la psiquiatría son importantes. Pero el problema principal de nuestra vida no es la enfermedad psicológica. Es la barrera que se interpone entre Dios y nosotros, o sea, el pecado.
De modo tal que solamente Cristo y su gracia hacen posible que nos reconciliemos con la vida.
Sí, la Creación es buena, pero estamos heridos por el pecado original y por nuestros pecados personales (y por los pecados de otros).
Solamente al pie de la Cruz de Cristo, rociados por la Sangre que brota de las divinas llagas del Salvador, que murió por nuestros pecados para obtenernos el perdón del Padre, es posible encontrar la paz en este mundo.
La fe en Cristo no es un maravilloso adorno suplementario que viene a coronar una vida de por sí bastante buena ya.
No. Cuando miramos a nuestra vida sin Cristo, el resultado final inevitable es la tristeza, la depresión y la angustia.
Por ejemplo, en la parábola evangélica del tesoro escondido en el campo, no se nos dice qué otras cosas había en el campo. No creo que alcance con decir que no había nada más que tierra y pasto. Sería más adecuado a nuestra experiencia decir que había otras cosas bastante feas y malas.
Excluyendo, eso sí, los pecados mortales sin confesar, porque en ese caso no estamos en gracia de Dios: no hay tesoro, no hay perla.
Pero si están ese tesoro y esa perla, eso es lo único absolutamente valioso, y todo cambia, no porque ahora crezcan flores en el campo y todo esté limpio. Las heridas, las consecuencias del pecado, original y personal, nuestro y de los otros, permanecen.
Sino porque ahora en medio de todo eso está lo único bueno sin más, lo único absolutamente valioso. El único sitio donde podemos confiarnos absolutamente y ver solamente cosas positivas, sin autoengañarnos.
Es decir, la gracia de Dios. Lo único que nuestra época y todas las épocas necesitan en forma absoluta y categórica.
Como le dijo Jesús a la Samaritana: “SI conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice “dame de beber", tú le pedirías a Él, y Él te daría agua viva.”
En medio de todas esas espinas y zarzas punzantes, se ha plantado la semilla de la vida eterna, y crece día a día, mientras no pongamos el obstáculo del pecado mortal. Y si tenemos la desgracia de ponerlo, Dios es tan misericordioso que nos dejó una segunda oportunidad de salvación en el Sacramento de la Penitencia, si nos arrepentimos sinceramente y sinceramente nos proponemos no pecar más.
Es cierto, la gracia de Dios nos permite darle sentido también a las cosas buenas que de suyo tiene la vida humana, la naturaleza, la razón, la ciencia, la familia, el amor humano, el arte, etc.
Pero, mirando a nuestra situación concreta, solamente ella nos permite hacerlo.
La semilla de vida eterna va sanando y renovando también la vida humana y temporal.
Por eso mismo, solamente los santos pueden darnos una visión equilibrada de la vida, apenas nos salimos del terreno de las verdades teológicas y filosóficas.
Así que disculpen, pero por si sirve de algo :)
Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.
8 comentarios
Que la Virgen santísima no nos suelte de su mano en los tiempos difíciles actuales y próximos.
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Así sea.
Saludos cordiales.
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Muchas gracias y que efectivamente así sea. Saludos cordiales.
Sin embargo, algo de verdad en esa imagen hay. Al menos quiere decir que la alegría cristiana no implica necesariamente ese ideal burgués de bienestar y éxito humano que parece haberse colado incluso en tantas presentaciones catequéticas, donde es innegable el fondo de mentalidad pelagiana que encierran.
Saludos cordiales.
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Gracias a ti y saludos cordiales.
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Pincelada genial, Néstor. Sabrás vos reprimir a tu ego, pero esto te ha salido genial.
El mal de nuestra época son los "miedos".
La seudo filosofía de nuestra época es la basada en las contradicciones (negando los principios de la vera filosofía), que fuera coronada por el existencialismo sartriano concluyendo que todo, incluso el hombre, es un absurdo, una "pasión inútil".
A eso se llega al olvidar a Dios, negando obstinadamente las realidades trascendentes. Pero no se trata de olvido y negación inocentes, sino que hay una intención y una militancia perversas. Se enseña y se predica el mal, como si fuera bien.
Esa es una de las razones por las que cuesta tanto evangelizar.
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Gracias y saludos cordiales.
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Muchas gracias. Hay que derogar las leyes permisivas con el aborto, mientras no se haga eso nuestras sociedades todas estarán en pecado. Antes se hablaba mucho de "estructuras de pecado", ahora parece que pasó de moda...
Saludos cordiales.
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