Un diálogo sobre la lógica "borrosa"
Presentamos a continuación un diálogo entre los dos famosos profesores de Lógica “CLÁSICO” y “BORROSO":
-BORROSO: La “lógica borrosa” o “lógica difusa” (“fuzzy logic”) es una rama moderna de la lógica que tiene gran aplicación en la tecnología, pues permite fabricar sistemas expertos que funcionan más eficientemente teniendo en cuenta los grados de propiedades “borrosas” o “vagas” como “alto”, “muy alto”, “bajo”, “caliente”, “algo caliente”, “frío”, “rápido”, “lento”, etc.
Se basa en la noción de “grados de pertenencia a una clase”. Dentro de un universo de objetos “x” llamado U, respecto de una clase A, asigna a cada “x” de ese universo un valor de pertenencia a A que va de 0 a 1. Por tanto, x1 puede tener un valor de pertenencia a A de 0, 2, mientras que x2 puede tener un valor de pertenencia a A de 0, 5, etc. Por ejemplo, alguien de 1,70 m. de estatura pertenecerá al conjunto de los “altos” con un valor de 0,3, o sea, 30 %. Se sigue de ahí que la proposición “xn pertenece a A” (es decir, “xn es A”) puede tener una multitud de valores de verdad posibles, según el grado de pertenencia de xn a A. O sea, que no hay solamente dos valores de verdad, “verdadero” y “falso”, sino muchos más posibles. Los expositores de la lógica “borrosa” dicen que la lógica binaria clásica es un caso límite de la lógica borrosa, la cual sería su generalización: el caso límite en que en determinado universo de discurso los valores de pertenencia a A sólo pueden ser 0 y 1. Esta lógica binaria, dicen, no es suficiente para el mundo real, en el que muchas veces los conceptos empleados son “borrosos”, de ahí la necesidad de su “generalización” hacia la lógica borrosa. En esta lógica no vale el principio de tercero excluido, pues éste excluye, precisamente, la posibilidad de otros valores distintos de “verdadero” y “falso”, y supone un universo de discurso como el de la lógica clásica, en el que sólo hay dos valores de pertenencia posibles, 0, es decir, no pertenencia, y 1, es decir, pertenencia sin más.
- CLÁSICO: El admitir grados de pertenencia de un elemento a un conjunto va contra los principios de no contradicción y de tercero excluido.
- BORROSO: ¿Cómo es eso?
-CLÁSICO: En efecto, los conceptos de objetos naturales son siempre indivisibles, por más que estén compuestos de muchas notas. Así, si a “animal racional” le quito “racional”, ya no tengo al hombre, sino a otro animal, y si a “figura plana cerrada de tres lados” le quito o agrego un lado, ya no tengo un triángulo. Un 5 no es un 6 disminuido, ni tiene una pertenencia parcial a la clase de los seises, sino que es otro número, no pertenece a la clase “6”. Y un perro no es tampoco “50 % humano” al tener la animalidad y faltarle la racionalidad, como una naranja no es tampoco 30 % manzana. Si a “perro” le quitamos la nota de “mamífero”, o de “animal”, o de “ser vivo”, o de “cuerpo”, ya no tenemos un “perro”.
- BORROSO: ¿Y entonces?
- CLÁSICO: La única forma de que pudiese haber grados de pertenencia a un concepto o clase sería si la totalidad de la comprensión del concepto se pudiese realizar sólo parcialmente en ese elemento, lo cual es contradictorio. Porque, por la indivisibilidad de los conceptos, la pertenencia a un conjunto viene dada por la posesión de la totalidad de la comprensión del concepto en cuestión. Así, para ser miembro del conjunto de los “perros” no alcanza con ser mamífero, carnívoro, con cuatro patas, si por otra parte falta alguna de las notas esenciales de “perro”. Entonces, si algo tiene la totalidad de las notas de “perro”, está totalmente dentro de la extensión de “perro”, y si no la tiene, aunque tenga muchas de esas notas, está totalmente fuera, como “gato” o “caballo”.
-BORROSO: ¿Y eso cómo afecta al principio de tercero excluido (aparte de que, como vemos, va contra el primer principio, el de no contradicción)?
-CLÁSICO: Porque por lo dicho, el principio de tercero excluido debe entenderse así: “A es 100 % B, o en un 100 % no es B”, por lo que A pertenece a B en un 100 % o no le pertenece en un 100 %, cosa que es directamente contradictoria de la tesis de los grados de pertenencia a un conjunto.
-BORROSO: ¿No pueden decir los filósofos “borrosos” que ellos sostienen justamente la borrosidad de los conceptos, en vez de la indivisibilidad o simplicidad de los mismos, y que sobre este supuesto, la tesis de los grados de verdad de las proposiciones no va contra los principios de no contradicción ni de tercero excluido?
-CLÁSICO: En efecto, la borrosidad de los conceptos es la negación de su indivisibilidad, porque si se puede pertenecer parcialmente a la extensión de un concepto, es porque se puede poseer parcialmente su comprensión y seguir sin embargo siendo una realización de ese concepto.
-BORROSO: ¿Y por qué eso no podría ser así?
-CLÁSICO: Es que los conceptos son indivisibles. Si fuese verdad que los conceptos son borrosos, entonces se podría seguir siendo “perro”, al menos en un porcentaje menor al 100 %, no siendo mamífero, o no siendo carnívoro. Y no es así. Un gato no es “perro” en ningún porcentaje. Un 5 no es un 6 al 75 %. Un triángulo no es la realización parcial de un cuadrado. Etc.
- BORROSO: ¿No bastará con decir que el principio de tercero excluido se cumple para los conceptos no borrosos, y no se cumple para los conceptos borrosos?
- CLÁSICO: Es que si hay conceptos “borrosos” y otros “no borrosos", entonces sólo se puede pensar a los segundos como un caso límite de los primeros, es decir, a partir de ellos, y no al revés.
- BORROSO: ¿Por qué?
- CLÁSICO: Porque se puede afirmar, como hacen los filósofos “borrosos”, que la lógica binaria vale para universos de discurso en los que los objetos sólo pueden tener el grado de pertenencia 1 o el grado de pertenencia 0 a un conjunto cualquiera, y que esa lógica es un caso límite de la lógica borrosa, como el 100 % es el límite que no alcanzan los porcentajes inferiores. De ese modo, la lógica borrosa sería una “generalización” de la lógica binaria. Y entonces, los conceptos indivisibles, que sólo admiten la pertenencia 1 o 0 para los objetos, serían un caso particular y especial de conceptos borrosos.
-BORROSO: ¿Y a la inversa es imposible?
- CLÁSICO: En efecto, porque los conceptos indivisibles sólo admiten el 100 % de pertenencia o la pertenencia 0, y entonces, no hay grados en los que se pueda afirmar un caso límite, ni forma de llegar a partir de ellos a los conceptos “borrosos”. Por eso, sostener que el principio de tercero excluido se cumple para conceptos no borrosos solamente, es sostener que la vaguedad es el rasgo fundamental de la realidad, que la precisión es en realidad una forma extrema de vaguedad, y que el principio de tercero excluido y el de no contradicción no valen para la realidad como tal, sino sólo para ciertas formas particularmente abstractas y elaboradas de nuestro pensamiento.
- BORROSO: ¿La afirmación de grados de verdad en las proposiciones también va contra el principio de tercero excluido?
- CLÁSICO: En efecto, por la misma indivisibilidad de los conceptos, para que una proposición sea verdadera, todas las notas del predicado le tienen que pertenecer al sujeto en la realidad; para que sea falsa, basta con que le falte al sujeto una de las notas de la comprensión del predicado. Por eso “los gatos son perros” es falsa, a pesar de que los gatos tienen muchas de las características propias de los perros.
- BORROSO: ¿Y entonces?
- CLÁSICO: Quiere decir que un predicado cualquiera, o pertenece a un sujeto según la totalidad de sus notas, y entonces, la proposición es verdadera, o no, y entonces, la proposición es falsa, aunque el sujeto tenga muchas de las notas del predicado. Eso quiere decir que el principio de bivalencia (“toda proposición es verdadera o falsa”) se deriva del principio de tercero excluido (“un predicado pertenece o no pertenece a un sujeto”) sobre la base de la indivisibilidad de los conceptos. Quiere decir también que en las proposiciones falsas puede haber grados de verdad, según que el sujeto tenga más o menos notas de ese predicado que no tiene. No en las verdaderas, pues la totalidad de las notas del predicado, el sujeto o la tiene o no la tiene.
- BORROSO: ¿Eso quiere decir que las proposiciones verdaderas son 100 % verdaderas, pero las proposiciones falsas no son 100 % falsas?
-CLÁSICO: No, porque la proposición es falsa porque el sujeto no tiene la totalidad de las notas del predicado, y ese no tener la totalidad de las notas es siempre algo que se da al 100 %, precisamente porque sólo se tiene parte de las mismas. La proposición falsa es 100 % falsa, aunque tenga algo de verdadera, curiosamente.
- BORROSO: ¿Eso no es contradictorio?
-CLÁSICO: No, porque la falsedad se dice de la proposición al 100 % mirando a la totalidad de las notas del predicado, y la verdad se dice de esa misma proposición, digamos, al 40 %, mirando a algunas notas del mismo. El predicado sólo es él mismo con la totalidad de sus notas, y por tanto, en la proposición falsa ese predicado, como tal predicado, le falta totalmente al sujeto. Esa es la indivisibilidad de los conceptos: un perro no es una suma de “cuerpo” más “viviente” más “animal”, etc., sino una unidad simple que integra esas notas en forma necesaria, de modo tal que faltando una sola de ellas, ya falta la totalidad del “perro”.
- BORROSO: ¿Y de qué manera la afirmación de grados de verdad en las proposiciones verdaderas va contra el principio de tercero excluido, entonces?
-CLÁSICO: Por lo dicho, el principio de bivalencia, derivado del principio de tercero excluido, hay que entenderlo así: “toda proposición es 100 % verdadera o 100 % falsa”. La afirmación de grados de verdad en las proposiciones entendida como la negación del principio de bivalencia así entendido, entonces, lleva a la negación del principio de tercero excluido.
- BORROSO: Sin embargo, parece que la realidad nos obliga a aceptar que existen conceptos “borrosos”. En efecto, si para todo miembro de la especie humana se puede afirmar o negar totalmente que es “alto”, entonces, necesariamente, habrá dos seres humanos que se diferencian solamente en un milímetro, o menos, de estatura, y uno de ellos será “alto” y el otro “no alto”. De lo contrario nunca pasaríamos, recorriendo esa serie, de los “altos” a los “no altos”, o a la inversa. Esto es absurdo, precisamente porque “alto” es un concepto borroso, es decir, un concepto que es tal, que determinados miembros de su extensión ni totalmente pertenecen ni totalmente dejan de pertenecer a la misma. Otro ejemplo: como nadie se hace calvo porque se le quite un cabello, si vamos quitando a alguien los cabellos uno a uno va a haber un período de tiempo durante el cual esta persona ni completamente sea calvo ni completamente deje de serlo. De lo contrario, si sólo hubiese la opción “calvo o no calvo”, serían las dos únicas alternativas luego de cada cabello extraído, y entonces, el pasaje de no calvo a calvo, o no se daría nunca, o se daría por un solo cabello. Todo lo cual es absurdo. De esto se sigue una lógica “polivalente” en que la que no hay solamente dos valores de verdad, “verdadero” y “falso”, sino una multitud de valores veritativos, consistentes en los grados de verdad y de falsedad de cada afirmación en la que entran predicados “borrosos”.
-CLÁSICO: Me parece que aquí el problema está en que se considera a los miembros de la extensión de un concepto materialmente, no formalmente. Es decir, se los considera en sí mismos, tomados con todas sus características, en vez de considerarlos en cuanto realizan la comprensión de ese concepto. “Hombre”, por ejemplo, forma parte de la extensión de “animal” sólo por algo de lo que el hombre es, por su vida sensitiva, no por su vida racional. Se podría decir que el hombre, entonces, es “30 % o 60 % animal” y que en parte integra y en parte no integra la extensión de “animal”, pero no es así en realidad, pues “animal” incluye a “hombre” en su extensión precisamente en tanto que el hombre tiene vida sensitiva, y no bajo otro aspecto. Así entendido, “hombre” es totalmente parte de la extensión de “animal”, no sólo parcialmente. En efecto, son miembros de la extensión de un concepto aquellos objetos que realizan totalmente en sí mismos la comprensión de ese concepto, no los que solamente realizan en sí mismos la comprensión de ese concepto.
-BORROSO: Pero es que justamente, no se puede decir que todos los que de algún modo son “altos” realizan totalmente en sí mismos la comprensión de “alto”. Si así fuese, sólo se podría ser totalmente algo y totalmente no alto, y volveríamos al absurdo que ya señalé: dos individuos muy cercanos en estatura serían, uno, totalmente alto, y el otro, totalmente no alto.
-CLÁSICO: Aquí me parece que el problema es que se confunde la comprensión de un concepto con la magnitud cuantitativa de la realización de ese concepto. Por ejemplo, una superficie de un metro pintada de blanco es tan blanca como una superficie de un centímetro cuadrado pintada de ese mismo color. El grado en que alguien sea “alto” no es un grado en su realización de la comprensión de “alto”, ni por tanto de su inclusión en la extensión de “alto”, sino en la magnitud cuantitativa con que se realiza esa comprensión. Recordemos que la extensión y la comprensión de un concepto están relacionados entre sí, de modo que si la pertenencia a la extensión del concepto es parcial, también lo será la realización de la comprensión del concepto en ese sujeto. Pero una realización parcial de la comprensión de un concepto dado sólo se da en la predicación metafórica de ese concepto, no en su predicación propia. Así, al llamar a alguien “El León de Judá” se está predicando sólo el valor y el predominio del león. Fuera de eso, la posesión parcial de la comprensión de un concepto significa ser otro concepto diferente, como “perro” es distinto de “gato”, a pesar de que ambos son “mamíferos”, “animales”, “vivientes”, “carnívoros”, etc.
- BORROSO: Pero es que “alto” es justamente un concepto cuantitativo. ¿Qué le queda a su comprensión si quitamos su magnitud cuantitativa?
-CLÁSICO: Contra esto, personas de distinta estatura serán consideradas todas “altas”, si bien unas serán más altas que otras, y eso es lo que afecta a la magnitud cuantitativa de la realización de la comprensión del concepto, no lo primero. Una forma, sin dejar de ser ella misma, puede manifestarse más o menos en la materia según que ésta esté más o menos dispuesta a recibirla. La impresión de un sello puede ser más o menos perfecta según la cantidad de tinta y la calidad del papel. Por la continuidad propia de la materia extensa, la serie de grados posibles de realización de una misma forma puede ser igual a la cantidad de números reales que hay entre 0 y 1.
-BORROSO: ¿Dice Santo Tomás de Aquino algo que pueda iluminar o confirmar este punto?
-CLÁSICO: En efecto, este problema se encuadra de Aristóteles en adelante en lo que la Escolástica llama la “intensión y remisión de las formas”, y tiene que ver con la explicación de los grados que se dan en las cualidades corporales y espirituales. La tesis tomista queda bien caracterizada por los textos que siguen, donde Santo Tomás enseña claramente que hay una forma de darse “grados” en una cualidad determinada que no cambia la especie de esa cualidad ( ni, por tanto, agregamos nosotros, la comprensión de esa cualidad, ni tampoco, por tanto, la extensión de la misma, ni la pertenencia a esa extensión de sus inferiores), pues no afecta a la cualidad en sí misma sino solamente al sujeto que participa de la cualidad:
- “Aumentar alguna cualidad no es más que participar más algún sujeto de esa cualidad, pues la cualidad no tiene otro ser que el que tiene en el sujeto.” (De virtutibus in communi, q. 1 a. 11 co)
- “…el más y el menos se dice de dos formas. De un modo, según que la materia participa diversamente de la misma forma, como el leño de la blancura, y según esto, el más y el menos no diversifican la especie.” (De anima, a. 7 arg. 6).
- “…el aumento y la disminución en las formas que aumentan y disminuyen sucede, de una manera, no por parte de la misma forma en sí misma considerada, sino por la diversa participación del sujeto en la misma (…) este aumento de los hábitos y otras formas no se hace por adición de una forma a otra, sino por el hecho de que el sujeto más o menos perfectamente participa de una y la misma forma.” (Iª-IIae q. 52 a. 2 co.)
- “Si por “adición” se entendiese este aumento en las formas, esto no podría ser sino de parte de la misma forma, o de parte del sujeto. Pero si fuese de parte de la misma forma, ya se ha dicho que tal adición o sustracción cambiaría la especie; como cambia la especie del color, cuando de pálido se hace blanco.” (Ibid.)
- BORROSO: Pero entonces ¿el error de algunos expositores de la “lógica borrosa” está en tomar materialmente en vez de formalmente los inferiores de la extensión de un concepto, o en confundir la realización de la comprensión de un concepto con su magnitud cuantitativa?
-CLÁSICO: Ambas cosas. Se fijan en que lo que es “alto” o “blanco” lo es en determinado grado de magnitud cuantitativa, y eso es tomarlo materialmente, en vez de considerar que formalmente hablando se realiza en todos esos grados completamente, como no puede ser de otro modo, la comprensión de “alto” o de “blanco”. Por eso, entienden los grados de magnitud cuantitativa de la realización de la comprensión del concepto como grados de la comprensión misma, y por tanto, como grados de la pertenencia a la extensión del concepto. De ahí se sigue también que confunden los grados con que un predicado se realiza en diversos sujetos con grados de la predicación misma.
-BORROSO: Pero se podría predicar absolutamente sólo una parte de la comprensión de un predicado.
-CLÁSICO: Sí, pero entonces no se predicaría el predicado simplemente hablando, sino que se agregarían expresiones como “en parte” o bien, se predicaría metafóricamente. En cambio, cuando de un predicado que se atribuye sin más a un sujeto se dice que el sujeto pertenece sólo en parte a la extensión de ese predicado, lo cual implica que sólo en parte se realiza en él la comprensión del predicado, se está diciendo por eso mismo que la predicación misma del predicado respecto del sujeto es parcial. Lo cual es obviamente absurdo.
-BORROSO: Sin embargo, cuando decimos que algo es más o menos blanco, estamos hablando de tonalidades diferentes, y no solamente de cantidades diferentes de la misma tonalidad.
-CLÁSICO: Pero es que cuando algo es “menos blanco” es porque allí está mezclado el blanco con otro color, de modo que en realidad se trata de un determinado porcentaje de blanco en la mezcla, o sea, una cuestión de magnitud cuantitativa.
-BORROSO: Con todo, “alto”, a diferencia de “blanco”, no significa una cualidad absoluta de las cosas, sino algo relativo y pensable sólo en relación a un término de comparación. ¿Cómo puede tener entonces grados de magnitud cuantitativa?
-CLÁSICO: Es que dado el término de comparación, los grados de magnitud cuantitativa son algo absoluto, no relativo. Si el valor por encima del cual se toma la “altura” es 1, 70 m., entonces alguien de 2 metros de estatura es “alto” para cualquier punto de vista. Igualmente si comparamos a alguien de 1,70 m. con alguien de 1,60 m, el primero será “más alto” que el segundo absolutamente hablando.
-BORROSO: Pero ¿qué pasa con los conceptos relativos como “caliente”? La misma cosa puede parecerle “caliente” a un sujeto y “no caliente” a otro. ¿Cómo podemos hablar ahí de una única comprensión, por más que se realice en diferentes grados de magnitud cuantitativa?
-CLÁSICO: Es el mismo caso de “alto”. La comprensión de “caliente” es siempre la misma, y está determinada por cierto umbral que depende de la constitución orgánica del ser vivo en cuestión y de los hábitos adquiridos por ese sujeto, que se suman a su constitución orgánica, y de la relación objetiva de todo ello con la fuente de calor. Precisamente la diversa constitución orgánica y los diversos hábitos de los distintos sujetos harán que apliquen o no apliquen diversamente la misma comprensión de “caliente” a determinados objetos. Y para un mismo sujeto, las distintas temperaturas de distintos objetos harán que aplique según grados, también, ese mismo predicado “caliente” a esos objetos. Precisamente, la relatividad de “caliente” consiste en que la misma comprensión es afirmada, en un caso dado, por algunos sujetos y negada por otros.
-BORROSO: Pero si hay conceptos que son relativos a los sujetos en el sentido de que depende de cada sujeto si predica o no ese concepto en un caso dado, entonces la extensión de esos conceptos depende de los sujetos, y entonces, la comprensión de esos conceptos también depende de los diversos sujetos, o sea, es variable. ¿No alcanza con eso para decir que la extensión de esos conceptos es vaga o borrosa?
- CLÁSICO: Empezando por lo último, no, no alcanza, porque aún en esa hipótesis no es necesario que para cada sujeto cognoscente no sea claro si un elemento dado entra o no entra en la extensión del concepto en cuestión, y no hace falta, en esa hipótesis, postular un “super sujeto” que haría algo así como el promedio objetivo de todos esos casos subjetivos y lo encontraría “borroso”. Pero además, un concepto puede ser variable de ese modo cuando es convencional, como por ejemplo la mayoría de edad legal, en cuyo caso además vemos que no es para nada “difusa” o “borrosa”. “Alto” no es convencional de ese modo, pues dada cualquier población con diferencias de estatura entre sus miembros el promedio por relación al cual tendrá sentido el término “alto” es algo objetivo, natural, y lo mismo sucede con “más alto que”, o sea, el uso comparativo del término. Por donde se ve que lo que es relativo no siempre es subjetivo en el mismo sentido.
-BORROSO: Pero un promedio es en sí mismo algo borroso, no es una línea nítida. Entre “alto” y “no alto” hay una zona extensa indeterminada, no un punto indivisible.
-CLÁSICO: Pues no. Esa zona extensa existe entre “alto” y “bajo”, no entre “alto” y “no alto”.
-BORROSO: ¿Se logra con esto evitar el “efecto cascada” por el cual al final la diferencia entre “alto” y “no alto” es un milímetro o un centímetro, o la diferencia entre “calvo” y “no calvo” es un cabello?
-CLÁSICO: Lo que hay que decir en esta hipótesis es que los distintos sujetos van participando cada vez menos de “alto” o de “calvo”, hasta que ya no participan simplemente de esa cualidad. El centímetro o el milímetro no hacen la diferencia entre “alto” y “no alto”, entre “calvo” y “no calvo”, sin más, sino entre la ínfima participación en “alto” o en “calvo” y la ausencia total de participación en esas cualidades, lo cual no parece tan absurdo. El crepúsculo no es el pasaje abrupto de la luz a la oscuridad, y no tiene nada de absurdo. En este caso, la objeción hace lo contrario de lo que hacia la objeción anterior: toma las cualidades en sí mismas, sin atender al grado cuantitativo de su realización en el sujeto.
-BORROSO: En “alto”, sin embargo, hay un componente subjetivo, que es la limitada capacidad de nuestra percepción para percibir esas diferencias de estatura de modo que nos resulten significantes.
-CLÁSICO: Eso sólo quiere decir que esa “ínfima participación” de la que hablamos tiene un componente subjetivo, no que no exista ni sea posible. Esa dificultad nuestra para percibir diferencias no hace que exista una franja extensa entre “alto” y “no alto”, pues donde dejamos de percibir esas diferencias como significativas también dejamos de percibir la altura en general.
-BORROSO: Susan Haack dice que la lógica “borrosa” puede entenderse en dos sentidos: uno estricto, en el cual se trata simplemente de que los predicados de las proposiciones designan conjuntos “borrosos”, con grados de pertenencia a los mismos, en los cuales, si X tiene un grado de pertenencia 0,3 al conjunto A, la proposición “X es A” tiene un grado de verdad de 0,3. El otro, amplio, en el cual el valor mismo de verdad es algo “borroso”, porque “verdadero” es un elemento del conjunto que también integran “muy verdadero, algo verdadero, poco verdadero”, cada uno de los cuales se caracteriza por un grado de pertenencia al conjunto de lo “verdadero” que no tiene porqué coincidir con el grado de pertenencia de “x” al conjunto “A”. Haack acepta lo primero y rechaza lo segundo. Para ella la verdad no puede ser algo “borroso” sin que con eso se venga abajo lo que siempre se ha entendido por “lógica”.
-CLÁSICO: Pero esto a primera vista es intrigante, porque si “borroso” es aquel conjunto cuyos elementos tienen grados de pertenencia al mismo, y ella admite que pueda haber grados de verdad en una proposición, entonces parece que “verdadero” también admite grados de pertenencia y es por tanto “borroso”.
-BORROSO: La respuesta parece estar en que en otra parte Haack aclara que cuando decimos que “X es A es 30 % verdadero”, en realidad estamos diciendo que ““X es 30 % A” es verdadero”, o sea, 100 %, digamos, verdadero. O sea que en realidad Haack no admite grados de verdad propiamente dichos.
-CLÁSICO: La tesis de Haack parece implicar la aceptación de los conjuntos “borrosos” y por tanto la negación del principio de tercero excluido.
-BORROSO: Si aplicamos la distinción entre la cualidad o perfección y el grado en que el sujeto participa de ella, que vimos mencionada por Santo Tomás, ¿podríamos interpretar los “grados de verdad” de las proposiciones como grados en que ese sujeto que es la proposición participa de la cualidad “verdadero”? En ese caso no se seguiría la negación del principio de tercero excluido, como ya hemos dicho.
-CLÁSICO: El problema aquí es que, como dijimos arriba, los grados de verdad de las proposiciones se dan solamente en las proposiciones falsas. El error no tiene porqué ser absoluto, un error puede tener algo de verdad, y puede ser más o menos verdadero. El que afirma un concepto afirma implícitamente cada una de sus notas constitutivas, el que afirma que un gato es un perro, por ejemplo, afirma implícitamente que un gato es un mamífero, un carnívoro, un animal, etc., y todas esas afirmaciones implícitas son verdaderas. Por eso, siendo ambas proposiciones falsas, se puede decir que “un gato es un perro” es más verdadera que “un gato es un cocodrilo”, la cual con todo conserva algo de verdad, porque afirma implícitamente que un gato es un cuerpo, viviente, animal. Pero sólo son verdaderas proposiciones como “un gato es un felino” o “un gato es un mamífero”, en las cuales el predicado se realiza en el sujeto según la totalidad de sus notas esenciales. Es la verdad la que no puede tener nada de erróneo y por tanto, un juicio verdadero sólo puede ser 100 % verdadero. Y un juicio falso, como dijimos, es 100 % falso, aunque tenga algo de verdadero. Y como dijimos, afirmar grados de verdad, negando esto que acabamos de decir, es ir contra el principio de tercero excluido.
-BORROSO: Por tanto, como lo que está contenido en una proposición, aunque sea implícitamente, puede ser explicitado en una conclusión derivada lógicamente de esa proposición, porque deducir es explicitar lo que está implícito en las premisas, de premisas verdaderas no se puede derivar lógicamente una conclusión falsa.
-CLÁSICO: En efecto. De las tesis “borrosistas” se sigue que la verdad es un caso extremo de la falsedad, como 100 % es el límite superior de los otros porcentajes.
-BORROSO: ¿El afirmar, entonces, grados de verdad y de falsedad implica tener una lógica polivalente, es decir, de más de dos valores de verdad?
-CLÁSICO: Haack parece decir que no. No hay en esos casos otros valores distintos de “verdadero” y “falso”, sino que lo que hay son grados de los mismos.
- BORROSO: Eso es coherente con lo que dice Santo Tomás acerca de que la intensión y remisión de las formas no implica cambios en la especie de las mismas.
- CLÁSICO: Sólo que, como hemos visto, en la verdad de las proposiciones sólo se dan grados en el caso de las proposiciones falsas. La lógica es bivalente, entonces, porque lo que hace que se supere el número dos, y sólo en el caso de las proposiciones falsas, no es la especie de la proposición falsa, sino su grado de falsedad y de verdad.
- BORROSO: Si son los conceptos de los “objetos naturales” los que son indivisibles ¿entonces los conceptos de los entes artificiales sí serían divisibles y predicables de modo borroso?
-CLÁSICO: Los entes artificiales no tienen naturaleza o esencia, y por tanto, en su caso los conceptos son convencionales y designan más bien el uso que hacemos de ellos. El uso es un uso determinado en cada caso. Un cilindro de madera puede servirnos tanto de silla como de mesa. Eso quiere decir que según el uso que hagamos de él va a formar parte de la extensión de “mesa” o de la de “silla”. Pero va a formar parte, en cada caso, totalmente de cada una de esas extensiones, según se considere al objeto formalmente según tal o cual uso.
-BORROSO: ¿Cómo entender entonces que el principio de tercero excluido se cumple también en el caso de los conceptos “borrosos”?
-CLÁSICO: Basta con que los inferiores de ese concepto sean tomados formalmente, y no sólo materialmente. Entonces se verá que pertenecen totalmente a la extensión de ese concepto, y que los objetos que no pertenecen a esa extensión, totalmente no le pertenecen, de modo que siempre será verdad que un objeto cualquiera será o no será lo significado por ese concepto, más allá del grado cuantitativo en que lo sea, que eso pertenece a la consideración material, no formal, de esos inferiores.
-BORROSO: ¿Y por qué lo que importa es la consideración formal de los inferiores del concepto?
-CLÁSICO: Porque se trata de considerar a los inferiores de un concepto en tanto que tales, es decir, en tanto que comprendidos bajo esa extensión, que es considerarlos formalmente en tanto que miembros de la misma. Ahora bien, la única razón de la pertenencia de un objeto a la extensión de un concepto es que en ese objeto se realiza la comprensión del concepto en cuestión. Considerado entonces en tanto que comprendido bajo la extensión de ese concepto, o sea, considerado formalmente en tanto que integrante de esa extensión, ese objeto tiene una única propiedad, que es justamente que en él se realiza esa comprensión. No entra dentro de esta consideración, por tanto, la magnitud cuantitativa de la realización de la comprensión de dicho concepto en ese objeto, ni tampoco, por tanto, si también se realiza en él bajo otro aspecto la propiedad contraria, por la cual también pertenece formalmente en forma plena a la extensión del concepto que significa esa propiedad contraria.
-BORROSO: ¿No se podría decir que el principio de tercero excluido permanece de todos modos, si entre ser totalmente blanco y ser totalmente no blanco se admiten grados de blancura?
-CLÁSICO: Es que ese ejemplo no muestra la validez del principio de tercero excluido, porque dicho principio no se aplica a “ser totalmente blanco” y “ser totalmente no blanco”, sino a “ser totalmente blanco” y “no ser totalmente blanco”, entre los cuales, obviamente, no hay tercera posibilidad. Los grados de blancura no son grados en la predicación de “totalmente blanco” ni en la realización de “totalmente blanco” (o de “totalmente no blanco”) en el sujeto, sino que son grados en la realización de “blanco” y de “no blanco”.
-BORROSO: Pero es que si “blanco” y “no blanco” se dan según grados, entonces no puede ser que las únicas alternativas sean “blanco” y “no blanco”.
-CLÁSICO: Otra vez se están confundiendo los grados en la magnitud cuantitativa de una propiedad y los grados de la propiedad misma. Todos los grados cuantitativos de “blanco” son formalmente “blanco”, en ellos se realiza completamente la comprensión de “blanco”, por más que materialmente difieran los grados cuantitativos de esa perfección en los distintos casos. Todos caen por tanto enteramente, desde el punto de vista de la consideración formal, dentro de la extensión de “blanco” y fuera de la de “no blanco”. Y por eso mismo, si algo es blanco solamente en cierto grado, cae completamente en la extensión de “blanco” por lo que tiene de blanco, y completamente en la extensión de “no blanco” por lo que tiene de no blanco. Porque lo que importa es la consideración formal, no material, del inferior de un concepto.
-BORROSO: ¿Qué pasa entonces con la idea que hace falta una lógica con más valores de verdad que “verdadero” y “falso”, y concretamente, con otros valores de verdad que signifiquen los grados de verdad y de falsedad de una proposición?
- CLÁSICO: Es consecuencia de la confusión señalada entre grados de magnitud cuantitativa en que se realiza un predicado en diversos sujetos, y grados en la predicación de ese predicado respecto de esos sujetos, porque se supone que al predicar simplemente un predicado, si lo significado por ese predicado se realiza sólo en cierto grado de magnitud cuantitativa en el sujeto, la predicación será verdadera sólo en esa medida, y que sólo sería completamente verdadera si ella misma fuese parcial en ese mismo porcentaje. Contra esto, si un objeto es, digamos, 30 % blanco, la afirmación que dice que ese objeto es blanco no es 30 % verdadera, sino verdadera sin más, porque efectivamente, para ser 30 % blanco hay que ser blanco, y serlo precisamente en ese grado de magnitud cuantitativa. Pues se deberá poseer completa la comprensión de “blanco”, de lo contrario no se trataría de 30 % de blanco, sino de 30 % de algún otro color.
-BORROSO: ¿Qué pensar entonces, también, de la idea de que la lógica “binaria” basada en el principio de tercero excluido es un “caso límite” de la lógica “borrosa”, aquel que sirve para los casos en que los predicados se realizan en los sujetos al 100 por ciento?
-CLÁSICO: O sea, que la precisión es un caso límite de la vaguedad, concepto claramente absurdo. El único caso límite pensable de la “vaguedad” es la vaguedad sin límites. En realidad, esa idea se basa en la misma confusión entre la comprensión de un predicado y la magnitud cuantitativa con que esa comprensión se realiza en un sujeto dado. La comprensión del predicado, en una proposición verdadera, se realiza siempre en el sujeto al 100 % de su significado, de lo contrario, la proposición sería falsa, como es falso decir que una habitación hay 12 personas si sólo hay en ella 11, o que algo es un ser humano si solamente es un chimpancé, que sin embargo comparte tantas características con el hombre.
-BORROSO: Entonces no hay nada que decir contra las exitosas aplicaciones tecnológicas de la “lógica borrosa”.
-CLÁSICO: Obviamente. Como suele suceder en estos casos, el error no está en las tecnologías o en los descubrimientos científicos, sino en las malas interpretaciones filosóficas de los mismos, o también, en el mal vocabulario que utilizan los científicos para describir sus descubrimientos y teorías. Así, los lógicos “borrosos” hablan de grados de verdad de una proposición, cuando en realidad lo que quieren decir ese que una proposición “100 por ciento verdadera” como “Juan es racional” tiene como referente a un sujeto en el cual el predicado de la proposición se realiza según la plenitud de su comprensión pero sólo en determinada medida de magnitud cuantitativa.
-BORROSO: ¿Cómo se explica entonces el éxito práctico de los sistemas expertos basados en la lógica “borrosa”?
- CLÁSICO: Ante todo, porque tales sistemas expertos, como máquinas que son, desconocen totalmente los conceptos de “verdad” y “error”, “conjunto”, “clase”, y en general, todos los demás. Simplemente tienen determinadas reglas que determinan que frente a determinadas situaciones, es decir, influjos eléctricos recibidos por el sistema, la reacción del sistema debe ser tal y cual. Es parecido a lo que sucede en una calculadora o computadora, que en realidad no calcula nada sino que se limita a recibir y trasmitir cargas eléctricas. Somos nosotros los que interpretamos esos procesos electrónicos (previamente arreglados por nosotros mismos para que se acomoden a esa interpretación) en términos de conceptos tales como “verdad”, “error”, “cálculo”, etc. Y al hacerlo, podemos incurrir en errores filosóficos influidos por filosofías erradas.
69 comentarios
El blanco viene a ser el resultado de todas las longitudes de onda del espectro visible, por tres longitudes de onda (larga, media y corta) o por dos longitudes de onda complementarias.
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Sin duda que la Física ha dado un paso gigantesco al poder analizar cuantitativamente de ese modo los colores, y me parece que ese análisis cuantitativo viene a confirmar lo que digo en el "post", pues es lógico pensar que cuando esas distintas longitudes de onda se mezclan salga algo así como un promedio (mirando, como digo en el "post", a la magnitud cuantitativa de la cualidad y no a la comprensión de su concepto).
Filosóficamente, todavía queda la cuestión de si se puede reducir completamente el color a algo cuantitativo, que parece que hay que responderla claramente por la negativa, ya que quien ve un color no ve algo cuantitativo, sino cualitativo.
Es decir, el azul, percibido, no es un número.
Y una vez que se reconoce esto, ya no se ven razones decisivas para recluir esas cualidades en la conciencia del sujeto en vez de reconocerlas presentes también en la cosa misma, asociadas de algún modo al dato cuantitativo de la longitud de onda.
Saludos cordiales.
Laus Deo
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Muchas gracias y saludos cordiales.
Y ahora dos sugerencias: Como o han hecho otros autores, empezando quizás por Platón, dale nombres a los interlocutores. En varios momentos me perdí y me costaba seguir el hilo de la conversación.
Otro punto, ya más de contenido. Es una pregunta: La resistencia a admitir la gradualidad en la forma, ¿es por salvar a toda costa el principio del tercio excluido, o hay otra razón de fondo?
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Muchas gracias, Fray Nelson. En efecto, me he ido convenciendo de que el diálogo es la mejor forma de tratar algunos temas cuando se trata de llegar al meollo de una cuestión. Tiene la ventaja de que uno va cambiando los roles, por así decir, y entonces, descarga toda la fuerza tanto en el planteo de la objeción como en la respuesta a la misma, permitiendo concentrar toda la atención en el punto que se discute a esa altura del diálogo, "olvidándose" del resto. Y también, que permite un tratamiento progresivo (¡no "progresista"!:) de los temas, por avances y encuadres sucesivos que ayuda a no saltear etapas en el razonamiento. Y finalmente, elimina bastante los "ripios" y hace que cada párrafo tenga una razón concreta para existir, concretamente, la pregunta a la que responde.
Ahí van los nombres de los dialogantes, falta mucho para llegar al arte literario de Platón :)!
En cuanto a la salvación del principio de tercero excluido, es que de eso depende todo lo demás en el plano intelectual, porque dicho principio va unido al de no contradicción, como digo en el último párrafo del diálogo.
La visión que niega el tercero excluido y por tanto el principio de no contradicción debe llevarnos necesariamente a una concepción de la realidad en la que nada tiene una identidad definida. Los límites entre el tigre y el no tigre se vuelven fluidos, lo cual quiere decir que no hay tigres. Esa fluidez afecta también a los límites entre la vida y la materia inanimada, entre una especie y otra, entre el espíritu y la materia, entre el ser humano y los irracionales, entre Dios y el mundo, entre la verdad y el error, entre el bien y el mal, entre el devenir y su sujeto, entre el ser y el devenir, entre el ser y la nada. Al final sólo queda el "devenir" heraclitiano en el que se funde todo, se confunde todo, y nada existe.
Saludos cordiales.
Saludos cordiales.
Nota: Hay símbolos matemáticos en UTF-8. Por si ayuda, para corta-y-pega:
A ∪ Ā = U
A ∩ Ā = ∅
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Muchas gracias, lo incorporo al texto.
Saludos cordiales.
Lo único que he echado en falta es una nota al pie que defina el "principio de tercero excluído", ya que el no iniciado en filosofía puede no saber qué significa: que tomadas conjuntamente una proposición y su complementaria (su negada) no es posible que exista una tercera posibilidad completamente ajena a las anteriores: si tenemos lo que "es X" y lo que "no es X", no es posible que exista nada que no esté ya incluído en alguna de esas categorías, algo que "no sea ni (X) ni (no X)".
Así, según el diálogo, la lógica difusa pretendería la existencia de terceros no excluídos, ya que supone que en lógica difusa sí puede existir algo que no sea (X) ni sea (no X). El problema es que en realidad esto esconde varias falacias superpuestas:
- La primera falsedad aparece al pretender la existencia de algo que "no es (X)" y al mismo tiempo "no es (no X)". La lógica difusa trabaja, como la clásica, sobre la PERTENENCIA a categorías, no sobre la EXCLUSIÓN de categorías, de modo que lo que en realidad dice es que ese algo "es (X) parcialmente" y al mismo tiempo "es (no X) parcialmente".
De hecho, si pretendiese trabajar sobre la exclusión de categorías y no sobre la pertenencia a categorías, simplemente llevaría a un absurdo impracticable. ¿Qué es un "no perro"? ¿es "gato"? ¿es "manzana"? ¿"blanco"? ¿"alto"? ¿"Via Láctea"? ¿"matemáticas"? ¿"e=mc2"? ¿"bondad"?
La realidad es infinita, de modo que el intento de definir algo por medio de la exclusión de una categoría finita sólo puede dar como resultado algo igual de infinito que la propia realidad de la que se sustrae esa categoría.
- La segunda falsedad viene de que, en lugar de usar la precisión matemática de los grados de pertenencia, como se hace al describir la propia lógica difusa, se usa un lenguaje coloquial al negar la validez del tercero excluído. Es falaz porque ese lenguaje coloquial es impreciso.
Si lo expresásemos en términos matemáticos de lógica difusa, el tercero sigue siendo excluído: si algo "es 30% (X)", sólo puede ser "70% (no X)". Ni siquiera la lógica difusa puede admitir que exista algo que sea "30% (X) Y 20% (no X)" porque ese algo estaría obligado a ser 50% "ni (X) ni (no X)", es decir, 50% "no definido" (ni siquiera podría ser 50% "nada", porque "nada" está incluido en el "no X" para cualquier X distinto del propio "nada").
PD: Evidentemente, esto entronca en el relativismo filosófico, que entre otras cosas postula que la realidad no es absoluta sino que se deriva del punto de vista del observador.
En la práctica, esto supone postular un "tercero incluído" en el sentido de ubicar ese "algo" que no es ni (X) ni (no X) en ese "universo alternativo" del que observa desde otro punto de vista, que sería distinto del "Universo" formado por la unión de (X) y (no X), aunque no por ello menos "real".
Desde luego, pretender semejante cosa es algo absurdo, pero hay quienes lo defienden. La de veces que he intentado razonar demostrando lógicamente la imposibilidad del tercero "progre", y me han respondido con el sempiterno "eso será cierto desde tu punto de vista, pero...".
Un saludo.
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Hablar de pertenencia lleva necesariamente a hablar de no pertenencia, de lo contrario la pertenencia sería trivial. Lo interesante de la pertenencia es justamente, que a veces no se da.
"Ser no X", por otra parte, es una forma incorrecta de decir "No ser X".
Por eso mismo, lo correcto no es decir que algo es un "no perro", sino que no es un perro, no pertenece a la clase de los perros. Como Ud. dice:
"¿Qué es un "no perro"? ¿es "gato"? ¿es "manzana"? ¿"blanco"? ¿"alto"? ¿"Via Láctea"? ¿"matemáticas"? ¿"e=mc2"? ¿"bondad"?"
De lo contrario, además, la lógica trabajaría solamente con proposiciones afirmativas, lo cual es evidentemente falso.
No se trata, por eso, de definir algo mediante su exclusión de una categoría, sino de poder negar que pertenezca a esa categoría, cosa elemental.
Si afirmamos que algo es 30 % X y 70 % No X, o bien lo entendemos de ese algo materialmente considerado, o formalmente considerado.
En el primer caso no hay problema, porque es claro que la misma cosa existente puede presentar diversos aspectos. Pero para eso no hace falta la lógica "borrosa", pues no tiene nada de borroso que un tablero de ajedrez sea 50 % blanco y 50 % no blanco.
En el segundo caso, estamos diciendo que algo es X con solamente el 30 % de la comprensión de X, que es lo mismo que decir que un perro es un caballo porque es un mamífero de cuatro patas.
Lo que yo digo, como se ve en la respuesta a otro mensaje, es que si aceptamos que los conceptos son indivisibles, en el sentido de que no se pueden retirar notas de su comprensión sin que pasen a ser otro concepto, eso último lleva a la negación del principio de tercero excluido. Y que si negamos que los conceptos sean indivisibles, nos quedamos sin conceptos y sin pensamiento.
Saludos cordiales.
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¿Porqué no puede ser que a la vez valga el principio de tercero excluido y haya grados de verdad, no solamente en las proposiciones falsas, sino también en las verdaderas?
Del principio de tercero excluido se deduce que toda proposición es verdadera o falsa (principio de bivalencia). En efecto, si en la realidad A es B o A no es B, donde "A es B" es "A" y "A no es B" es "No A", entonces, si yo afirmo que A es B, y en la realidad es así, digo la verdad, y si en la realidad no es así, digo algo falso. Y si afirmo que A no es B, y en la realidad es así, digo la verdad, y si no es así, digo algo falso. Y no hay otra posibilidad.
Sobre esta base, o bien habría algunas proposiciones 100 % verdaderas, o no. Lo que pasa es que en el segundo caso todas las proposiciones serían falsas, porque es propio de la proposición falsa tener un grado de verdad menor del 100 %.
Eso se debe a la indivisibilidad de los conceptos, que no son, obviamente, etiquetas. Podríamos decir que "los gatos son cocodrilos", que es falsa, obviamente, tiene un grado de verdad del 30 %, porque los gatos efectivamente son cuerpos, vivientes, animales, carnívoros.
Por tanto, si hay proposiciones verdaderas, y no solamente proposiciones falsas con cierto grado de verdad, entonces lo verdadero es 100 % verdadero, y lo que no es 100% verdadero es falso. Y es, atención, 100% falso, aunque tenga algo de verdadero, curiosamente.
Porque la verdad o falsedad sin más de la proposición se dicen por relación a la totalidad del predicado indivisible, mientras que los grados de verdad en las proposiciones falsas se dicen atendiendo a algunas de las notas que integran esos predicados indivisibles.
A una proposición falsa le falta en su totalidad el "tener el 100 % del predicado", precisamente por el hecho de que tiene sólo el 40 %, digamos, del mismo, y así es totalmente falsa precisamente porque tiene algo, nada más, de verdadera, como es totalmente falso, falso sin más, que los gatos sean cocodrilos.
Por tanto, el principio de bivalencia, que se deriva, recordemos, del principio de tercero excluido, debe entenderse como "toda proposición es verdadera 100% o falsa 100%", es decir, o bien el sujeto tiene el 100% del predicado, y la proposición es verdadera, o no lo tiene, y la proposición es 100% falsa, simplemente hablando, aunque bajo cierto aspecto tenga algo de verdadera.
Y entonces, si afirmamos grados de verdad en las proposiciones sin agregar que al mismo tiempo son siempre 100 % verdaderas o 100 % falsas, sino negándolo, estamos negando el principio de bivalencia, y por tanto, el principio de tercero excluido del que aquel se deriva.
Obvio, si negamos la indivisibilidad de los conceptos en cuanto a su comprensión, entonces cae este razonamiento, pero cae también cualquier otro razonamiento, porque nos quedamos sin conceptos. Si los conceptos no son indivisibles, entonces "hombre" sigue siendo "hombre" al quitarle "racional", y "perro" sigue siendo "perro" al agregárselo, y entonces todo perro es hombre y todo hombre es perro y toda cosa es cualquier otra cosa.
La misma lógica borrosa seguiría siendo borrosa una vez eliminada de la comprensión de su concepto la nota de "admitir grados de pertenencia a una clase y en particular grados de pertenencia a la clase "verdadero"", y así la lógica clásica sería borrosa y la borrosa clásica y nada sería nada.
Igualmente lo "moderno" podría ser pacientemente transformado hasta convertirse en idéntico a "medieval", y se superarían muchas controversias.
Saludos cordiales.
"...ya que quien ve un color no ve algo cuantitativo, sino cualitativo.
Es decir, el azul, percibido, no es un número. "
La mente percibe como cualitativos muchos estímulos que no lo son en el mundo físico fuera de ella. Los colores son sólo uno de múltiples ejemplos.
Si le da usted un vistazo a wikipedia.org/wiki/Color_blindness, verá que cuando se habla de anomalías en la percepción de los colores, es imprescindible, para una correcta evaluación, tener en cuenta la longitud de onda en la que se presenta la ceguera al color. luego la valoración subjetiva no es suficiente.
Por supuesto que hablar de que "el azul es percibido" no es faltar a la verdad, pero sí lo es decir que no es un número, entendiendo como "número" que tiene unos valores de longitud de onda o, si lo prefiere y la resulta más cercano, colorimétricos que lo definen. Lo mismo podemos decir de los sonidos y del resto de estímulos que recibimos mediante los sentidos. Todos son cuantificables y ello nos permite tratarlos con mayor exactitud que si dispusiéramos únicamente del subjetivo valor cualitativo.
Entiendo que para alguien que es aristotélico, tomista,...y binario, resulte difícil aceptar que la realidad física ponga en ocasiones contra las cuerdas a la filosofía y que ni la metafísica ni la lógica logren salvarla, por muchos trabalenguas y giros que hagan, pero es así, aceptarlo o no es cosa suya.
Por último, una pregunta para "CLÁSICO"; si modificamos gradualmente la longitud de onda del azul, ¿cuando dejará de ser azul?, ¿cuando usted no lo "vea" azul o cuando no lo "vea" yo?
Saludos.
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"La mente percibe como cualitativos muchos estímulos que no lo son en el mundo físico fuera de ella. Los colores son sólo uno de múltiples ejemplos."
Dejando de lado lo que viene a partir de "que no lo son", eso es lo que yo digo. Lo que alguien ve es lo que su mente percibe. Y lo ve, precisamente, como lo percibe, y a la inversa.
Es muy curioso. Nadie ve ni percibe, efectivamente, longitudes de onda. Pero todo el mundo está dispuesto a dar su vida por las longitudes de onda y a tratar de mera ilusión subjetiva lo único que realmente ve. Más empirismo, please.
Ya dije que no niego lo de las longitudes de onda. Pero en materia de colores, lo que VEMOS se sienta en el trono. Lo otro puede formar parte de la corte.
Y si tenemos diferentes percepciones de un color, eso no cambia el hecho de que cada uno verá que el azul desaparece gradualmente hasta que ya no hay más azul.
Pero esta descripción exige que todos los grados de azul sean azul. Sería demasiado poco "binario" decir que un grado de azul es otro color distinto del azul. Para eso mejor decir que es un grado de ese otro color distinto del azul. Ahí vienen los textos valiosísimos de Santo Tomás: la forma es y sigue siendo la misma, cambia el grado de su participación por el sujeto, hasta que ya no participa de ella, obviamente.
Si reducimos los colores a solas longitudes de onda, la cosa es peor aún, porque las longitudes de onda, férreas determinaciones cuantitativas, no admiten grados. Supongamos que una longitud de onda es de 1 metro. No hay grados posibles de esa longitud de onda. Algo distinto de 1 metro será simplemente otra longitud de onda, no un grado de la misma.
Podemos decir que los colores son franjas situadas entre dos longitudes de onda. Pero entonces, o bien en toda esa franja hay el mismo tono de ese mismo color, y estamos en lo mismo, no hay grados, o bien hay grados, pero ¿grados de qué? ¿De estar situados entre esos dos valores? Eso se cumple igualmente para todos.
¿Se dirá que depende de la distancia a que un punto se encuentra de esos dos valores? Esos son grados de la distancia total. El color sería entonces la distancia total. Pero ahí se termina el color, justamente, y empieza otra franja de otro color.
En fin.
Saludos cordiales.
- A mi juicio el ejemplo de la "aminamidad" del hombre es torticero, el ejemplo óptimo sería el de la "racionalidad" que se en mayor o menor medida en el reino animal (no tengo la menor duda de que algunos animales saben inducir, pues algunos aprenden a base de premios y castigos) y llega más o menos a su plenitud en los hombres.
- La lógica binaria mata en muchas ocasiones al lenguaje natural que pretende formalizar. En tu ejemplo de "ser alto", para la lógica binaria da exactamente lo mismo lo que una persona mida, siempre va a resultar alta pues tiene altura (incluso los bajos son altos); del mismo modo, todos los niños etíopes que sacan en los telediarios son gruesos, pues tienen anchura (incluso los más esmirriados son anchos) . Esta forma de entender la lógica atenta contra el sentido de sus respectivas proposiciones enunciadas en un lenguaje natural, sin duda alguna en el 99,9% de las ocasiones no es esto a lo que nos referimos cuando expresamos en lenguaje natural que "una persona es alta" o "ancha".
Dicho de otro modo, desde la lógica difuda no te queda otra que reconocer que una hormiga es alta, pero poco. De mismo modo tenemos que reconocer que -256º es calor, pero escaso, etc. Lo cual se asemeja mucho más al lenguaje natural.
De esto se deduce que NO, que la lógica difusa no entiende la extensión de un concepto materialmente, sino formalmente tal y como expone los grados de perfección Santo Tomás. Con la ventaja de que es mucho más fiel al lenguaje natural que la lógica binaria no acaba de traducirla correctamente (tampoco del todo la difusa, pero se le acerca mucho más).
- Desde luego que "La clave del asunto es que los conceptos de objetos naturales son siempre indivisibles" es un enunciado falso. Una persona que muere ¿ya no es persona porque ha perdido su cuerpo? Menudo disparate, menuda herejía. Ha perdido una de su notas pero sigue siendo hombre (aires de familia que decía Wittgenstein).
O te replanteas la crítica a la lógica difusa o me da que no te queda otra que reconocer el disparate de la doble verdad averroista.
Saludos.
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El problema ahí es que la racionalidad en el sentido en que la tiene el ser humano no la tienen los otros animales, simplemente hablando. Me refiero a la capacidad de pensamiento abstracto y todo lo que de ella se deriva: el lenguaje articulado, el libre albedrío, la historia como creación de cultura, etc.
En los otros animales hay una sensibilidad interna que puede realizar operaciones bastante asombrosas, pero que no alcanza el nivel de lo abstracto y por eso no supera el plano de lo sensible.
Por eso los horneros hace miles de años que vienen haciendo el nido exactamente del mismo modo, sin progreso alguno.
Más allá de todo eso, el hecho es si admitimos una diferencia esencial y no sólo de grado entre el hombre y los otros seres vivientes. Si no lo hacemos, tendremos problemas con aquello de la "imagen de Dios" en el hombre.
Si lo hacemos, entonces no es cuestión de sacar y poner: en este caso, el 100 % es esencialmente distinto del 99 % y de todos los otros porcentajes.
De todos modos, lo de la "animalidad" venía como ejemplo de que lo que forma parte de la extensión de un concepto, formalmente considerado como tal, forma parte de ella porque realiza en sí mismo la totalidad de la comprensión de ese concepto, como "hombre" realiza en sí mismo la totalidad de la comprensión de "animal".
Lo cual no quita, obviamente, que en "hombre" haya cosas que no hay en "animal" y que no están tampoco en los animales irracionales.
Es decir: animal = dotado de conocimiento y apetito sensible, que puede ser: 1) racional: hombre 2) Irracional: los otros animales.
Si los animales participaran, entonces, de la racionalidad humana (cosa que no es así, pero no importa ahora) tendrían el 100 % de la comprensión de "racional", pues como dice Santo Tomás, la forma es la misma, lo que cambia es el grado de su participación por el sujeto. Y no habría problema, entonces, de que formasen parte de la extensión de "racional", cosa que lo harían enteramente, no según grados.
Hay que hacer un lugar en el lenguaje natural, además, para que pueda ser verdadera la proposición "Juan no es alto". Ese sentido de "alto" y de otros conceptos similares es el que plantea el problema atacado por los lógicos "borrosos" y que nosotros discutimos aquí. La lógica borrosa no dice que todo sea "alto", sino que es problemático, justamente, el punto en que se pasa de "alto" a "no alto".
Un hombre muerto, obviamente, no es un hombre, sino un cadáver. El hombre es un ser vivo.
En cuanto al alma separada del cuerpo, enseña Santo Tomás, que no es en esto hereje, ni lo ha declarado nunca así la Iglesia, que es alma humana, pero no es persona ni es ser humano, porque el ser humano y la persona humana es el compuesto de alma y cuerpo.
Saludos cordiales.
Eso hace de la lógica "difusa" algo tan apasionante......y tan difícil
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Me parece que me he referido justamente a los predicados supuestamente "borrosos" en el "post".
Que la lógica difusa sea apasionante y difícil me parece excelente. De lo que yo hablo es de su interpretación filosófica.
Saludos cordiales.
También me parece disparatada la expresión "Contra esto, si un objeto es, digamos, 30 % blanco, la afirmación que dice que ese objeto es blanco no es 30 % verdadera, sino verdadera sin más".
Cuando decimos que una bellota es un roble en potencia, estamos diciendo que dicho enunciado es potencialmente verdadero, es decir en parte. Por más que busco en Aristóteles y en Santo Tomás lo que encuentro siempre es que lo es en potencia, en parte, pues tiene su forma (por tanto que en parte es verdadero); y no encuentro por ningún lado expresiones que indiquen que "la bellota es un roble sin más".
El lenguaje natural utilizado por Aristóteles y Santo Tomás confirma la lógica difusa.
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Si alguien dice que un objeto es 30% blanco, no está diciendo que es blanco en potencia.
La bellota no es un roble en potencia. Es un roble adulto en potencia y un roble en semilla en acto. La especie no cambia al alcanzar la edad adulta, de lo contrario, una semilla de manzana podría desarrollarse en una naranja.
"La semilla es un roble en potencia" no es potencialmente verdadero sino actualmente falso, porque implica que la semilla es en acto de otra especie que el roble.
"La semilla es un roble adulto en potencia" es actualmente verdadero.
"La semilla es un roble en acto" es verdadero, pues el roble pasa por todos esos estados actuales a lo largo de su vida: semilla, pequeña hoja que sale de la semilla, tronco que comienza a crecer, árbol adulto. Es sólo nuestra costumbre la que nos hace entender siempre por "roble" el roble adulto.
Como dice Santo Tomás: en estos casos la "forma" (no la figura) es siempre la misma, son los grados de participación de la forma en la materia lo que varía.
Saludos cordiales.
Imagino que la "trampa" de su afirmación está en el efectivamente, pero le guste o no lo que llega a nuestro cerebro vía nuestro sentido de la vista es el resultado de ver, detectar, percibir, llámelo como quiera, distintas longitudes de onda. ¿Qué cree usted que somos como un analizador de espectro y como él deberíamos representar en nuestra mente lo que vemos, con una gráfica?, no hombre, la evolución nos dotó de receptores que nos permitieran sobrevivir, no nos convirtió en instrumentos de medida.
"...eso no cambia el hecho de que cada uno verá que el azul desaparece gradualmente hasta que ya no hay más azul."
Su respuesta no contesta a mi pregunta, se la reformularé usando su propia respuesta.
¿Cuando "ya no hay más azul", cuando lo deja de ver azul usted o cuando lo dejo de ver azul yo?, según su criterio "binario" no podemos tener ambos razón, o aún es azul o ya no lo es, entonces ¿cuál es el criterio "cualitativo" que lo determina?
Saludos.
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En realidad, la trampa de mi afirmación está en el "ver". "Ver" es "ver", eso que hacemos con los ojos y que no es una guiñada. Y yo, por mi humilde parte, no veo longitudes de onda.
Sí veo colores, como el azul, que son irremediablemente cualitativos.
¿Que las longitudes de onda causan lo que veo? Muy interesante y digno de ser analizado filosóficamente. ¿Que cuando analizamos lo que veo desde el lado puramente cuantitativo sólo podemos afirmar longitudes de onda? Acatemos la autoridad de los científicos, y observemos que es lo esperable cuando nos ponemos en un punto de vista puramente cuantitativo. ¿Que veo longitudes de onda? No.
¿Que las percibo? No. ¿Que causan lo que percibo, etc.? Vuelta al comienzo.
En cuanto al ver azul, suponemos que salvo daltonismo de alguno de nosotros, todos vemos el azul las mismas veces y en la misma tonalidad, dadas iguales condiciones de iluminación, etc.
Pero supongamos que A es daltónico o alguna otra cosa parecida, y B no. Entonces A ve azul donde B no ve azul. Claro, si A es daltónico, la explicación está a la vista: pobre, es daltónico, o sea, está equivocado, el principio de no contradicción sigue en pie.
Pensemos en un objeto que sea relativo al sujeto. ¿Cuál será? Sobre gustos no hay nada escrito, pero tampoco hay contradicción posible. "Me gusta" no es contradictorio de "No me gusta", dichos por distintos sujetos, y nadie va a contestarle al otro "No, no te gusta".
Saludos cordiales.
"...la capacidad de pensamiento abstracto y todo lo que de ella se deriva: el lenguaje articulado, el libre albedrío, la historia como creación de cultura, etc."
Mezcla usted conceptos que no tienen relación causal directa y además antropomorfiza usted las cosas en grado extremo. Hay animales con conocida, y demostrada, capacidad para el pensamiento abstracto, capaces de crear su propio lenguaje (que no es ni necesita ser equiparable al nuestro). Más difícil es lo del libre albedrío, sobre todo por que no está claro ni que el hombre disponga de él. En cuanto a la "historia como creación de cultura", no veo que a una causa directa de disponer de capacidad para el pensamiento abstracto, si no el resultado de otros factores que lo incluyen.
Saludos.
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Es claro que "antropomorfiza" Ud. cuando atribuye pensamiento abstracto a los animales. Sobre el libre albedrío ya hemos argumentado hasta el hartazgo. Lo de la creación de cultura muestra una diferencia esencial entre el hombre y los otros animales: el hornero, como dije, hace miles de años que hace el nido de la misma manera. No hay historia, no hay creatividad, no hay cambios, no hay novedad, no hay progreso, no hay estilos arquitectónicos ni revoluciones ideológicas, hay solamente unos instintos muy especializados.
Como dice Chesterton, una historia de las vacas en 60 volúmenes sería una lectura un poco aburrida.
Precisamente, el concepto abstracto, al tener infinidad de formas posibles de realizarse en lo concreto, abre el camino a la novedad y la creatividad.
Saludos cordiales.
http ://edwardfeser.blogspot.com.co/2016/03/putting-nature-on-rack.html
Laus Deo
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Muy bueno, muchas gracias.
Saludos cordiales.
Pues supone usted mal y además su suposición está muy alejada de la realidad. Y digo de la realidad "medible" cuantificable objetivamente, no de la que aceptamos como convencionalidad en el día a día.
Veo que no ha visitado el enlace que le propuse, supongo que gusta más de las lecturas con más solera histórica, pero cuidado que con tanto viaje intelectual al pasado no acabe perdiendo de vista el presente.
Saludos.
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Es que de nuevo, la idea de medir cuantitativamente lo que vemos me parece extraña, pues lo que vemos es cualitativo. Y no es "convencional", sino natural, como los ojos mismos.
Preguntar por la medida cuantitativa de una cualidad es como preguntar qué apariencia tiene un objeto cuando no lo estamos mirando. El intento de responder la pregunta hace imposible la respuesta. Una vez que tenemos arregladas nuestras cifras puramente cuantitativas, ya no estamos midiendo la cualidad, obviamente.
Hemos llegado al extremo, en nuestra cultura, de aceptar que vemos lo que leemos que debemos ver, en vez de lo que vemos. Sobre esa base, lo natural se vuelve convencional, y las teorías científicas son la única realidad firme. Mayor autodevaluación del ser humano es difícil de imaginar.
Saludos cordiales.
Saludos.
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En eso por lo menos estamos de acuerdo .)
Saludos cordiales.
El problema de la "imagen de Dios" sólo se da en la lógica binaria. Según ésta, no tenemos ni una migaja de perfección, lo cual parece contradecir aquello de "Vió Dios que todo era bueno" (antes del pecado original el hombre tampoco era 100% perfecto).
La lógica difusa expresa cláramente lo que Santo Tomás (ningún enemigo de la fe, coincido contigo) expresaba mediante lenguaje natural y contradice la lógica binaria. Lo que no existe carece de toda perfección; lo que existe participa de la perfección, y el hombre por encima de cualquier otra creatura; Dios es la perfección absoluta.
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Rigor es justamente lo que le pediría yo a ese mensaje. En cuanto a la perfección correspondiente a la naturaleza humana, antes de la caída teníamos el 100 %, es decir, incluyendo no sólo las partes esenciales sino también las integrales.
Lo que pasa es que la naturaleza humana misma implica una participación imperfecta en el ser. Hay que distinguir el plano de la esencia y el plano del ser, el plano de la naturaleza humana y el plano del "actus essendi". Una cosa es ser perfecto hombre y otra ser perfecto Ente, que sólo Dios lo es.
Sólo en Dios la perfección de la Esencia se identifica con la suma Perfección del Ser, es decir, sólo para Dios ser perfecto en su naturaleza es ser perfecto en el Ser, pues su Esencia es el mismo Ser Subsistente.
Saludos cordiales.
Difícilmente nos vamos a entender así. ¿Qué diferencia hay entre acto y potencia si los dos son (así, sin más diferenciación que no casa con la lógica binaria ni con pegamento)? ¿nos olvidamos de Aristóteles y volvemos a Parménides? Peor aún, ¿a Zenón?
Saludos.
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Dos cosas que tienen la misma esencia son lo mismo. La esencia es "aquello que algo es". Y en este caso es la del "roble", y es claro que es la misma esencia de la bellota, porque no vamos a decir que la bellota es "abedul" u "olmo", o de alguna otra especie distinta del roble en general.
Y porque en general la generación de un ser vivo implica trasmitirle la misma naturaleza de sus engendrantes.
"Fruto", "bellota", "árbol adulto", son diversos estados por los que pasa la naturaleza del roble durante su existencia.
Los robles adultos y las bellotas, por compartir la misma forma, son robles, y no son naranjas ni abedules ninguno de los dos.
El acto es en acto, la potencia es en potencia. El ente en potencia, por serlo, no cae fuera del ente. Sí cae fuera del ente en acto. La potencia o es ente o no es ente, pero lo que no es ente de ningún modo no es nada, tampoco potencia.
La bellota es roble en acto, bellota en acto, y roble adulto en potencia.
Saludos cordiales.
Saludos.
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Lo que gratis se afirma, gratis se niega.
Saludos cordiales.
Los procesadores de esas maquinas funcionan con una logica exclusivamente binaria y seria muy problematico si donde hay un cero o un uno de repente apareciera un medio o un tercio.
Los lenguajes con los que se programan tambien se fundamentan en la logica binaria. Soy programador, y estoy seguro que los que han programados estos sistemas perfectos con logica borrosa se encontrarian muy muy incomodos si resultase que los condicionales que escriben no tienen porque estar evaluando unos o ceros si no resultados intermedios. Asi que la logica borrosa en su aplicacion practica es solo una cubierta de la logica binaria y que ni la contradice ni va mas alla de ella.
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La verdad, según la definición tradicional, es la adecuación entre el intelecto y la realidad, o sea, que en el caso de las proposiciones, es una cualidad de la proposición en tanto que adecuada a la realidad de las cosas.
Eso implica que la relación que la proposición establece entre el sujeto y el predicado se dé en la realidad tal como la establece la proposición. Concretamente, y hablando siempre de proposiciones categóricas, la proposición afirmativa "une" al sujeto y al predicado, y entonces, deben darse unidos en la realidad para que sea verdadera. La proposición negativa "separa" al predicado del sujeto y entonces deben darse así separados en la realidad para que la proposición sea verdadera.
Lo que sostengo aquí es que, dada la indivisibilidad de los conceptos, el predicado sólo puede estar o totalmente unido al sujeto, o totalmente separado de él, y así debe entenderse el principio de tercero excluido, aunque en este caso muchas notas del predicado puedan darse en el sujeto y así la proposición falsa, si se afirma ese predicado de ese sujeto, tendrá algo de verdadera, siendo de todos modos 100 % falsa al carecer del predicado como totalidad simple e indivisible.
Y que entonces, si afirmamos grados de verdad en el sentido de negar que, por lo dicho, toda proposición es 100 % verdadera o 100 % falsa, que entiendo que es lo que hacen los lógicos "borrosos", negamos el principio de tercero excluido.
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Si lo anterior que creo entender es así, entonces, me parece que sí estaríamos en una negación del principio de tercio excluso, es decir, que el principio de tercio excluso, no se aplicaría a la relación sujeto y predicado, sino a la proposición. Pero se haría un jueguecito retórico para no dejar a las claras que están aplicando el valor de verdad a un objeto no pertinente.
Si no voy muy equivocada, hasta ahora, entonces me parece que no sólo caen en cascada, como dice el autor, el principio de no contradicción, sino también el principio de identidad. Y entonces si caen también tanto contradicción como identidad, aunque sea una lógica útil en ciertos aspectos de la tecnología, sacar conclusiones filosóficas de ella, o también podríamos decir, metafísicas u ontológicas, que creo que es por donde va quien quiera sacar conclusiones de aquí, es del todo ilícito.
Por otro lado, se me ocurre un cierto juego que proponer a un defensor de la lógica difusa. Del mismo modo que Aristóteles dice que nadie puede negar el principio de no contradicción sin usarlo necesariamente, me gustaría ver cómo es un alegato en favor de los diferentes valores de verdad de una proposición, sin usar en ese alegato, el principio de tercio excluso, o no contradicción o identidad.
Y como veo que el autor del blog sabe del tema, me gustaría hacerle una pregunta, si logro explicarme bien y no es muy confundente. Usted habla de la confusión existente en esta lógica entre su atención a la materialidad del concepto y su formalidad. Una intuición parecida he tenido siempre con Frege, que tanto avance a supuesto para la lógica moderna. Pero siempre me he preguntado si la mentalidad que él inició no adolecía de un error de base. Cuando estudié en filosofía de la matemática la definición lógica que quiso hacer de los números naturales, me pareció que en su definición del número, que es un ente abstracto, atendía más bien a la materialidad que a la formalidad. Según la jerga que me explicaron, que no la misma que la fregeana: "cero es la extensión del concepto ser distinto de sí mismo." "Uno: Ser equinumérico al concepto ser distinto de sí mismo", y así recursivamente... es decir, atendía a la definión en base a una extensión material y no formal del número. A su vez, en la creación de la lógica de predicados, siempre me pareció que el intento de decibilidad semántica, adolecía de atención a la formalidad del concepto. Mi pregunta es primero, si mi intuición es errada y no puede achacar este error a Frege, y a lo mejor ni siquiera lo estoy entendiendo bien, y si no lo es, si este vicio se ha extendido a la mentalidad en general de las lógicas no clásicas iniciadas por él.
GRACIAS. Un Saludo. PAZ Y BIEN.
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Al parecer lo que Ud. presenta ahí como doctrina de Frege es un intento de definir un concepto en forma puramente extensional. Pero de todos modos hay una comprensión en juego que sirve de base a todas las extensiones posteriores, si bien es contradictoria: "ser distinto de sí mismo". Y es que es imposible que haya una extensión si no hay una comprensión de un concepto.
Saludos cordiales.
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En cuanto a la semántica, según entiendo, tiene que ver con la relación entre el signo y lo significado por él, al contrario de la sintaxis, que mira a la relación de los signos entre sí.
No me parece que la lógica pueda ser algo puramente sintáctico, si bien es claro que la lógica es formal y que prescinde por eso mismo de la materia de las proposiciones. Pero "formal" no creo que equivalga a "puramente sintáctico", ni tampoco por tanto creo que "material" equivalga a "semántico".
Es claro que si las palabras o grafías no tienen algún significado, no hay "lógica" alguna de la que hablar.
Habrá que decir entonces que hay significados que tienen que ver con la "forma" del pensamiento, y otros que tienen que ver con la "materia" del mismo, y que sólo los primeros (y en esa medida, la semántica) forman parte de la Lógica.
Saludos cordiales.
—«la evolución nos dotó de receptores que nos permitieran sobrevivir, no nos convirtió en instrumentos de medida»: falso el segundo punto. Una cosa no excluye la otra. Y pongo dos ejemplos: 1. En Astronomía se puede —y de hecho se hace y se registran— a simple vista, por comparaciones con estrellas próximas, evaluar la magnitud de estrellas variables, lo hacen los astrónomos aficionados y, si tiene experiencia, son muy precisas, más que con un fotómetro... y baratas. 2. En Oceanografía, registros de altura media y rumbo de ola: puede que no sean muy precisas, pero hay un montón de ellos y con correlaciones se puede caracterizar los climas de oleaje imprescindibles por ejemplo para dimensionar escolleras de puertos.
Respecto a lo que comenta sobre el color, demuestra una ignorancia de los trabajos del CIE de 1931, en los que se basan todos los sistemas de calibración de color que se emplean actualmente en diseño gráfico digital, que estudiaron la percepción humana de la luz, en base a la percepción RELATIVA de los colores en una muestra de personas. De ahí sacaron el modelo de espacio de color XYZ que es fundamental por ejemplo para relacionar los espacios RGB (pantalla) y CMYK (papel) e incluso los grados de daltonismo que en diseño gráfico pueden ser fundamentales.
Aparte de esto, parece que no se entera que la discusión es sobre metafísica, no física, o quizá es que niega la existencia de la metafísica sin querer decirlo, como tantos filósofos de la ciencia actuales.
Este fragmento perteniciente a la metafísica es contrario a tu afirmación de que una bellota es un roble en acto. Insisto, como dice Aristóteles, la bellota es un roble en potencia, pero aún no es un roble en acto.
Este matiz que tú obvias es lo que recoge la lógica difusa, pero no la lógica bivalente.
Si quieres continuar el debate, continuámos. Decidas continuar o no, saludos.
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Cuando decimos que una bellota es un roble en potencia, podemos estar diciendo dos cosas distintas: 1) Que todavía no tiene en acto la naturaleza del roble 2) Que todavía no es un roble adulto.
Lo primero es absurdo. La bellota existe en acto, y tiene por tanto en acto alguna naturaleza o esencia, y no puede ser otra que la del roble.
Por tanto, lo segundo.
Por tanto, eso es lo que está diciendo ahí Aristóteles, y usa la palabra "trigo", por ejemplo, en su acepción usual de "trigo adulto, plenamente desarrollado". No en el sentido de "algo que tiene en acto la esencia o naturaleza del trigo", porque eso estamos de acuerdo, pienso, que la semilla de trigo lo es, como la bellota es en acto algo que tiene la naturaleza del roble, y en ese sentido, es un roble en acto.
Saludos cordiales.
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Es que la analogía del ente tiene que ver ante todo con el ente en acto y el ente en potencia, y por ese lado no hay asidero para la lógica "borrosa" como digo en las respuestas a otros mensajes.
En todo caso, es como dice uno de los comentaristas, se trata de expresar la distinción entre ente en acto y ente en potencia en un lenguaje artificial que, precisamente, no lo permite.
Saludos cordiales.
Por ejemplo, como informático distingo como realidades distintas varias que probablemente vd trata como iguales:
- "X no es un perro": "X != perro"
Esto es una comparación, de modo que el resultado no es una categoría sino la verdad o falsedad de la comparación.
- "X es un no perro": "X == !(perro)"
Esto es una comparación sobre la categoría "perro".
- "X es un noPerro": "X == noPerro"
Esto es una comparación sobre la categoría "noPerro".
Las dos últimas no son equivalentes: "X == !(A)" y "X == B" no son equivalentes de por sí: sólo lo son cuando, circunstancialmente, "B == !A".
(para una mayor precisión, he utilizado elementos de la notación de progamación en C y Java. En esta notación:
- "!" es prefijo de negación: "!(perro o gato)"
(hay que tener en cuenta que "!perro" es un operador junto a una categoría, luego equivale a "!(perro)" y no a "noPerro").
- "=" es para asignación de un valor.
- "==" es la comparación "igual a".
- "!=" es la comparación "distinto de".
Para las operaciones lógicas creo que es más claro seguir usando y/o en lugar de &&/||)
Por cierto, con el uso de esta notación no pretendo trasladar el debate al procesamiento ciego de señales eléctricas. Trato de debatir sobre categorías y sobre la pertenencia o no pertenencia las mismas, aunque tratando de expresar la mayor precisión posible.
Así pues, "es un no perro" no es ni más correcto ni más incorrecto que "no es un perro". De hecho, en mi anterior comentario donde decía "un no perro" quería decir "un noPerro" (categoría "noPerro") y no "un no perro" (negación de la categoría "perro"). Aunque materialmente lleven a un mismo resultado, formalmente son cosas distintas y deben llevar una manipulación lógica distinta.
De hecho, creo observar otra fuente de confusión, ya que muchos enunciados no distinguen entre objetos y categorías. Así, se dice de la misma forma "Rex es un perro" y "perro es un mamífero", cuando el primero se refiere a la pertenencia del objeto "Rex" a la categoría "perro" mientras que la segunda se refiere a la inclusión de la categoría "perro" en una categoría mayor "mamífero". Incluso el uso del verbo ser parece indicar de algún modo una equivalencia, cuando realmente suele indicar pertenencia a una categoría: "Rex" no es lo mismo que "perro" sino que pertenece a esa categoría.
Espero que con lo dicho se aclare un poco el sentido de mi comentario original:
- Al hablar del tercero excluído trataba sobre las categorías opuestas, que son distintas aunque en este caso resulten ser complementarias. "no es un perro" no es una categoría sino una afirmación, verdadera o falsa: la categoría es el sujeto de la afirmación, "perro" o "noPerro", y no el verbo, "es" o "no es". Como digo, que "noPerro" sea la cateroría cuyos miembros cumplen que "no es un perro" es circunstancial (aunque el principio de Tercero Excluído lo tenga como condición previa).
- Cuando nos movemos en el terreno de la lógica abstracta, una categoría concreta como "perro" se puede manipular exactamente igual que su complementaria "noPerro". En cambio, cuando queremos aplicarlo al mundo real, sólo es posible definir concretamente "perro" ya que se desconoce el universo completo ajeno a "perro", que es lo que constituye "noPerro". Por eso "noPerro" sólo se puede definir en función de "perro", negándolo; por eso la única categoría "real" es "perro" y no "noPerro"; y por eso toda lógica, tanto la clásica como la difusa, trabajan en definitiva sobre la inclusión en categorías reales y no sobre la exclusión de esas categorías o sobre la inclusión en las categorías complementarias. Esto me parece más que relevante a la hora de abordar la vertiente filosófica de la cuestión.
Sobre lo último que menciona en su respuesta, creo que la clave la podemos visualizar fácilmente mediante gráficas de conjuntos, del álgebra de Boole: si tenemos un conjunto "mamíferos", los conjuntos "caballo" y "perro" están contenidos en "mamíferos", aunque son disjuntos entre sí. Así pues, no se puede decir que "un perro es 30% caballo" porque ambos sean mamíferos, ya que lo único que hacen es participar de un superconjunto superior en el que ambos participan de forma independiente. De hecho, ni siquiera sería cierto decir que "tanto el perro como el caballo son un 30% mamífero", porque ambos son 100% mamíferos (¿o es que alguno de ellos es mínimamente ovíparo, por ejemplo?).
Evidentemente, esto se puede complicar hasta la extenuación: ¿podemos decir que "mulo es 50% caballo y 50% burro"? ¿o debemos considerar que "mulo" es una categoría plenamente distinta de "caballo" y de "burro"? Supongo que vd dirá que es caballo y burro al 50% materialmente considerado, y que es categoría aparte formalmente considerado.
Un saludo.
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Sin duda que los conceptos son anteriores a su negación y en ese sentido, al menos todos los conceptos primitivos son positivos y no negativos.
Por eso mismo, el único sentido real que puede tener "X es un no perro" es "X no es un perro".
Si X fuese la nada absoluta, "X es un no perro" sería verdad, pero estaríamos afirmando que la nada es algo. En cambio, "X no es un perro" también sería verdad, y no estaríamos afirmando la existencia de X, es decir, de la nada.
Cuando decimos que el caballo es un mamífero, estamos afirmando algo acerca de lo que el caballo es. No lo estamos solamente inscribiendo en una clase, sino ante todo estamos incluyendo ciertas notas en la comprensión del concepto de "caballo", con lo cual significamos su esencia o naturaleza, lo que él es.
Y eso lo hacemos también cuando decimos que "Rex es un perro". En realidad, sin comprensión no hay extensión, y viceversa, y sin poseer determinadas notas no es posible ser incluido en clase alguna.
El verbo "ser" implica sí equivalencia en estos casos, pero no de un modo indebido, pues lo que quiere decir "Rex es un perro" es que "Rex es uno de los inferiores de la comprensión "perro"", es decir, uno de los integrantes de la extensión de ese concepto. Y lo mismo al decir "el caballo es mamífero": el caballo es un miembro de la extensión del concepto "mamífero".
Por eso nunca el uso del verbo "ser" autorizó a deducir que "Todo perro es Rex" o que "Todo mamífero es caballo".
En cuanto al principio de tercero excluido, es una proposición en la que interviene el verbo "ser": "Toda cosa es o no es", "Un sujeto es o no es lo significado por un predicado cualquiera", "Un sujeto tiene o no tiene un determinado predicado", "Un predicado se atribuye o no se atribuye a un determinado sujeto", etc.
O en su formulación lógica: "De dos proposiciones contradictorias, una de ellas necesariamente ha de ser verdadera", o también "Dos proposiciones contradictorias no pueden ser ambas falsas".
Es una disyunción entre dos afirmaciones, o desde otro punto de vista, entre una afirmación y una negación, que por tanto, tienen como cópula el verbo ser o algún otro verbo que en definitiva supone el ser.
Sin duda que tanto el perro como el caballo son 100 % mamíferos, y que un perro no es 30 % caballo ni viceversa.
Pero también es cierto que "un perro es un caballo", siendo falsa, es más verdadera que "un perro es un cocodrilo", porque lo primero implica alguna proposición verdadera que no está implicada por lo segundo, a saber, que "un perro es un mamífero".
En el caso del mulo, es un híbrido entre dos especies, que no puede reproducirse a su vez. Tal vez pueda entendérselo como una participación imperfecta de dos formas diferentes en la misma materia. Aquí jugaría un papel también la distinción tomista entre las formas, que son siempre 100 % lo que son, y el grado de su participación en las mismas del sujeto. Dos formas distintas no pueden ser recibidas perfectamente en la misma materia al mismo tiempo.
Saludos cordiales.
Algunos estudiosos y científicos no están de acuerdo entre sí sobre los diferentes rangos de las longitudes de onda, por lo que es difícil calcular con precisión en dónde comienza y en dónde acaba cada color Esto se debe a que los límites de los colores se aproximan a medida que los mismos se van mezclando unos con los otros
En otras palabras, es decir que en las últimas longitudes en las que termina un color ya se está formando el siguiente. Los límites del espectro de luz visible terminan en la luz ultravioleta y en los infrarrojos.
A grandes rasgos, de forma muy simplificada ( subrayo esto) podemos establecer la siguiente categorización en cuanto a las longitudes de onda y el color que vemos:
* 625 - 740: Rojo.
* 590 - 625: Naranja.
* 565 - 590: Amarillo.
* 520 - 565: Verde.
* 500 - 520: Cian.
* 435 - 500: Azul.
* 380 - 435: Violeta.
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Precisamente, Santo Tomás diría que el hecho de que no esté claro si el límite entre el rojo y el naranja, por ejemplo, está en 625 o 630 o 620, digamos, se debe a que por esas alturas la forma del "rojo" comienza a ser participada menos perfectamente, y comienza a ser participada también imperfectamente la forma del "naranja".
En realidad, si atendemos a la teoría de los colores primarios, habría que decir que toda la zona del "naranja" es la zona de cada vez menos perfecta participación en la forma del "rojo" y cada vez más perfecta participación en la forma del "amarillo".
En ambos casos, aceptamos el concepto básico en que se apoya lo que digo en el "post".
Saludos cordiales.
Saludos cordiales.
Supongo que se relaciona usted por profesión o por afición al diseño gráfico. En todo caso le sugiero que actualice sus datos, ha llovido bastante desde 1931, sobre todo en lo relativo a la comprensión de la fisiología de la visión, neurología, física..., que es de lo que hablo y no de calibrados de color para impresión gráfica, etc...
Pero está claro que usted tampoco se ha tomado la molestia de informarse antes de escribir, por ejemplo sobre la ceguera a los colores como le sugerí a Néstor. Yo no entiendo esa manera de proceder que es casi una norma en muchos de ustedes.
Pero puede usted responder a la pregunta que Néstor a rodeado con su habilidad discursiva, si lo desea.
¿Cuando deja de ser azul el azul, cuando usted ya no lo percibe como azul, o cuando lo hago yo?, ¿quiere usted convertir la Fisica es una cuestión de opiniones (cualitativa) en vez de datos (cuantitativa)?
Mientras se hagan referencias, aunque sea como ejemplos, a la Física y a sus sistemas, opinaré desde la Física, si no le importa. En cuanto a la matefísica, por supuesto que existe, como existe la Historia y la ficción histórica, ¿adivina dónde sitúo a la Física y a la metafísica,respectivamente, si hacemos esa misma diferenciación entre ellas?
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No se trata de rodear nada. Que dos personas, en iguales condiciones de iluminación, etc., perciban diferentemente los colores sólo puede deberse a que una de ellas tiene algún problema visual del tipo del daltonismo.
O simplemente a que una tiene la vista más aguda y sensible que la otra.
En ese caso es claro que no hay problema alguno para la lógica "binaria", pues ésta sostiene que dos proposiciones contradictorias no pueden ser ambas verdaderas, y aquí, si esas percepciones se traducen en proposiciones, una de las partes estará equivocada debido a su inferior capacidad visual, como si una persona dijese que hay un solo matiz de "azul" donde otra con mejor vista percibe varios.
Saludos cordiales.
La lógica modal de Aristóteles (y cualquier otra de las que he tenido conocimiento) es tetravalente, lo cual acerca a Aristóteles a la lógica difusa.
Además confundes los valores de verdad con los enunciados afirmativos y negativos. Y mira que te avisa de ello el texto que transcribes. Afirmativos los que atribuyen un predicado a un sujeto, negativos los que no. Falso y negativo no son la misma cosa porque, tranquilamente, un enunciado negativo puede ser perfectamente verdadero, indefinido si es problemático, o también sencillamente falso Evidentemente no se dan los tres valores a la vez pues reina el principio de no contradicción por encima de todo.
Néstor:
No importa que niegues la validez del texto anterior. Tenía que haber empezado por el siguiente para acortar la discusión. Este no admite réplica (a la luz del presente, el anterior tampoco la admite):
"Porque lo que es posterior en cuanto a la generación, es anterior en cuanto a la especie y en cuanto a la substancia (por ejemplo, el varon adulto es anterior al niño, y la persona humana, anterior al semen,; pues lo uno ya tiene la especie, y lo otro, no)" Metafísica 1050, 4-8.
Espero no tener la necesidad de explicar que semen significa semilla (lo mismo que la bellota), ni traer el texto en el que Aristóteles cuenta que hombre y la mujer sólo son producidos por el varón. Hay otro fragmento, no lo tengo subrallado y por eso no lo encuentro, creo que en la Física, en el que asegura que el movimiento, y por tanto la adquisición de la esencia se da en el momento de caer en terreno fértil.
Así que volvamos al principio: La lógica difusa capta mejor la metafísica peripatética que la lógica bivalente. Ya no tenemos la necesidad de afirmar junto con los eléatas que el movimiento no existe, ni que la bellota no es en absoluto un roble. Según la lógica difusa:
-"una lechuga es un roble" vale 0
-"una bellota es un roble" vale un tanto% pues lo es en potencia, pero no en esencia.
-"un roble es un roble" vale 1.
Saludos.
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Ante todo, Aristóteles no puede estar diciendo que el niño no tiene la especie humana, y si lo dice, tal vez influenciado por la mentalidad pagana de entonces, entonces es claro que ese pasaje suyo no hace autoridad alguna.
O bien, hay que suponer que la frase "pues lo uno posee ya la forma específica y lo otro no" se refiere solamente al ejemplo del semen y el hombre, no al del niño y el adulto.
Y en ese caso, eso se entiende fácilmente desde la teoría aristótelica de la "animación retardada", pues en efecto, el hombre es tal por su forma sustancial, que es el alma intelectiva, que según Aristóteles se infunde unos cuantos días después de la fecundación.
Pero de todos modos, supongamos que el niño todavía no pertenece a la especie humana, y la bellota todavía no tiene la naturaleza del roble.
Entonces el paso de niño a hombre adulto implicaría un cambio sustancial, y el paso de bellota a roble también. Es absurdo, pero no importa: la verdadera generación del ser humano se daría cuando el niño se volviese humano, y la verdadera generación del roble, cuando la bellota pasase a tener la esencia o naturaleza del roble.
Hasta ese momento, el niño sería humano solamente en potencia, como la bellota sería roble solamente en potencia.
Y entonces la tesis de Ud. se reduce a decir que cuando afirmamos que "A es B", y A sólo es B en potencia, esa proposición tiene un valor de verdad intermedio entre 0 y 1.
No es así. En esos casos la proposición "A es B" tiene un valor de verdad 1 si por "B" entendemos "B en potencia", y tiene un valor de verdad 0 si por "B" entendemos "B en acto".
Y si pensamos a "B" prescindiendo de que esté en acto o en potencia, por eso mismo la proposición tiene un valor de verdad 1, ya que suponemos que A es B al menos en potencia.
Sobre esta base, y siempre en la hipótesis que hemos supuesto, "una bellota es un roble", si a "roble" lo entendemos prescindiendo de si es roble en acto o roble en potencia, y por tanto, abarcando ambas posibilidades, es verdadera, tiene valor de verdad 1.
Si "roble" tiene el sentido de "roble en acto", y sobre la hipótesis que venimos suponiendo, la proposición es falsa, tiene valor de verdad 0.
Si "roble" lo entendemos en el sentido de "roble en potencia", la proposición "una bellota es un roble", siempre en la hipótesis supuesta, es verdadera, tiene valor de verdad 1.
Aún suponiendo, entonces, que ni el niño ni la bellota tienen en acto la naturaleza humana o la naturaleza del roble, respectivamente, las proposiciones "el niño es un ser humano" y "la bellota es un roble" no tienen porqué tener un valor de verdad distinto de 1 y 0.
Noto además que ha cambiado Ud. su tesis, porque antes sostenía que la bellota sí tiene la esencia o naturaleza del roble:
"Que tengan la misma esencia, no hace que las bellotas sean árboles. ¿o acaso los robles son frutos por compartir la misma forma que poseen las bellotas?"
Saludos cordiales.
- el texto anterior fue tomado de Metafísica 1050a, 4-8 (se me perdió la "a" por el camino: Disculpas).
- No he corregido mi tesis, mi tesis es que la lógica difusa capta mejor que la binaria a la filosofía peripatética (primera intervención: la lógica binaria mata el lenguaje natural; segunda intervención: mata el lenguaje natural utilizado por Aristóteles y Santo Tomás), no lo de la esencia de la bellota. Lo de la bellota es un error por escribir de memoria sobre Aristóteles. De todos modos: Nuevas disculpas por haberte trastocado el discurso, no era mi intención, pero dicho lapsus no afecta en nada a mi tesis.
Néstor:
Puede que Aristóteles estuviese influenciado por la mentalidad pagana de entonces, pero es no es la cuestión que se debate. La explicación que das al texto la tomas de la Suma teológica, 1 parts, q.118, a.2, ad 2 que es exactamente lo que iba a ser el segundo pilar de mi argumentación: las esencias del enbrión van cambiando (primero inanimada, después sensible, y por último la racional, pero desde el principio tiene potencialemente el alma racional).
No hace falta de que me convenzas de que la bellota tiene la esencia del roble desde su formación, ni de que el óvulo fecundado tiene la esencia de hombre desde su fecundación, pues es la doctrina de la Iglesia (se comprueba en la doctrina contra el aborto).
De lo que no puedes convencerme (y este es el centro de lo que llevamos discutiendo estos días) es de que la lógica difusa no refleja muchísimo mejor el pensamiento de Aristóteles (y, derivadamente, el de Santo Tomás) porque la teoría del acto-potencia es creada específicamente para solucionar la siguente paradoja: "Pues lo distinto del Ente (sic) no es; de suerte que, según el dicho de Parménides, sucederá necesariamente que todos los entes serán Uno (sic) y que éste será el Ente." (Metafísica 1001a, 32).
Y lo resuelve mediante la siguiente afirmación:
"Pues en potencia, es posible que una misma cosa sea simultáneamente los contrarios, pero en entelequia no" (Metafísica 1009a, 35-36).
Esos contrarios a los que se refiere la última cita son Ente y No-ente; y éste ser simultáneamente dos contrarios es un ser intermedio entre el abismo del no-ser y del ser de Parménides, un ser distinto: el terceno no excluído de Aristóteles y, derivadamente, de Santo Tomás que según ellos no atenta contra el principio de no contradicción. Recalco lo de "según ellos".
Saludos.
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El texto de Aristóteles dice:
"Y esta opinión, la de que las contradicciones y los contrarios se dan simultáneamente, les vino de las cosas sensibles a los que dudaban al ver que los contrarios se producen de lo mismo. Por consiguiente, si no es posible que lo que no es llegue a ser, el objeto preexistía siendo igualmente ambas cosas, en el sentido en que Anaxágoras afirma que todo está mezclado en todo, y también Demócrito. En efecto, éste afirma que lo Vacío y lo Lleno se dan igualmente en cualquier parte, aunque uno de éstos es Ente, y el otro, No-ente. Así, pues, a los que forman su opinión a base de estas cosas les diremos que en cierto modo dicen rectamente y en cierto modo están en el error; el Ente, en efecto, se dice en dos sentidos, de suerte que, en un sentido, es posible que algo llegue a ser desde el No-ente, pero en otro sentido no, y que simultáneamente una misma cosa sea Ente y No-ente, pero no según lo mismo. Pues, en potencia, es posible que una misma cosa sea simultáneamente los contrarios, pero en entelequia no."
Ahí está combatiendo la doctrina de Protágoras, cuyo relativismo lleva a la consecuencia de que las proposiciones contradictorias pueden ser ambas verdaderas. Lo que dice Aristóteles es que esa opinión les viene de ver que de lo mismo pueden producirse los contrarios, por ejemplo, digo yo, de un mismo mármol se puede hacer diferentes estatuas, y como eran seguidores de Parménides, y negaban que lo que no es pueda llegar a ser, concluían que los contrarios preexistían en las cosas, de modo que la misma cosa era y no era en acto lo mismo.
Aristóteles responde con la teoría del acto y la potencia: el ente en potencia es un ente en sentido relativo y un no ente en sentido relativo. De ese no ente relativo que es el ente en potencia puede proceder el ente en acto, con novedad y sin contradicción, supuesta la acción de una causa. Y una cosa puede ser ente en potencia y no ente en acto, sin contradicción, como el estudiante de arquitectura es arquitecto en potencia y no es arquitecto en acto. Y finalmente, los contrarios pueden, sí, darse simultáneamente, pero en potencia, no en acto, como en el bloque de mármol están en potencia todas las estatuas posibles.
Por tanto, no se trata de que el ente en potencia sea una especie de síntesis o mezcla de ente y no ente, sino de que según ese no ente relativo que es el ente en potencia, un sujeto puede estar en potencia a la vez para una cosa y para su contraria, como el bloque de mármol.
Porque el ente en potencia, en Aristóteles y en Santo Tomás, no es intermedio entre el ente y el no ente, sino intermedio entre el ente en acto y el no ente absoluto. Por eso es un ente relativo y un no ente relativo, pero ambas cosas respecto del ente en acto, y ambas cosas porque no llega a la perfección propia del ente en acto.
Por eso se llama "ente" en potencia, lo cual no podría ser si cayese fuera de la noción de "ente", así como de la de "no ente", o sea, si fuese un "tercero" entre ente y no ente, lo cual además sería obviamente absurdo y contradictorio.
El fondo de la cuestión es que "ente" es análogo, se dice en sentidos diferentes ("el ente, en efecto, se dice en dos sentidos", dice ahí mismo Aristóteles), y por eso mismo, tanto el ente en acto como el ente en potencia pueden ser ambos "ente", aunque de diverso modo: simplemente hablando el primero, bajo cierto aspecto, el segundo. Lo único que queda fuera del ente sin más es la nada.
Nada de esto va contra la lógica binaria ni contra el principio de tercero excluido. Algo es ente o no es ente, es ente en acto o no es ente en acto, es ente en potencia o no es ente en potencia. Para que Aristóteles fuese en contra del principio de tercero excluido debería decir que hay una tercera posibilidad entre el ser sin más y no ser sin más, o entre ser en acto y no ser en acto, o entre ser en potencia y no ser en potencia, cosa que obviamente no hace ni puede hacer. Porque también al principio de tercero excluido hay que aplicar la especificación que se aplica al principio de no contradicción: toda cosa es o no es lo mismo, al mismo tiempo y en el mismo sentido.
Saludos cordiales.
"Lo que gratis se afirma, gratis se niega."
supongo que lo dice por su afirmación gratuita sobre la, para usted, imposibilidad para el pensamiento abstracto fuera de nuestra especie.
Siempre es lo mismo, ustedes afirman con rotundidad lo que les da la gana y no aportan nada, sólo su opinión, en cambio exigen a los demás datos y pruebas exhaustivas para demostrar que no tienen ustedes razón.
Pues es muy sencillo, si quiere referencias bibliográficas, se las puedo poner, aunque sé por que le conozco, que no servirá de nada. Otra opción es que indague usted por sí mismo y averigüe lo que es evidente que desconoce. Espero que alguna vez comprendan que explicar en un blog cuestiones científicas que requieren de tiempo y espacio que no sobran para hacerlo en este medio, es bastante más complejo que poner una cita bíblica o del catecismo.
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Es evidente, por tanto, que debido a mi reconocida incapacidad para consultar bibliografías recomendadas, nos vamos a quedar sin saber si no será cuento eso de la capacidad de abstracción en los irracionales. Resignación, pues. Tal vez lo mejor sería no usar como argumentos en los blogs esas cuestiones científicas tan difíciles de explicar cuando nos piden que las fundamentemos más allá de la afirmación gratuita.
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En cuanto al tema del color, sigue usted sin dar ninguna respuesta, divaga con el asunto del daltonismo, pero no se centra en la cuestión.
"Que dos personas, en iguales condiciones de iluminación, etc., perciban diferentemente los colores sólo puede deberse a que una de ellas tiene algún problema visual del tipo del daltonismo."
Pues mire, no. Se debe a que no tenemos ni los ojos, ni el cerebro, ni la memoria, exactamente iguales entre nosotros. La cuestión es ¿quién está, usando su terminología, equivocado?, ¿quién define cuál es el color azul, usted o yo?, ¿o es una cuestión de votación democrática?
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Le voy a explicar cómo sabemos de qué color ven las cosas los demás. Supongamos que Ud. y yo desde nuestro nacimiento vemos los colores cambiados, concretamente, donde Ud. ve azul yo veo rojo y viceversa. Vamos a suponer que, como es lógico, mi forma de ver es la de la inmensa mayoría de la población, mientras que el daltónico es Ud. Así que Ud. ve la capa de un torero, la ve azul, obviamente, y oye que todo el mundo dice que es "roja". Entonces, cada vez que Ud. ve azul, donde los demás ven rojo, dice "rojo", y todo el mundo feliz. Se ha ganado la estatua al Daltónico Desconocido.
Por tanto, la única forma de saber de qué color ven los demás las cosas es suponer que las ven como las vemos nosotros, partiendo de la base de que el objeto de los sentidos es inmediatamente evidente, ya que no podemos meternos dentro de las percepciones ajenas.
Y entonces, toda afirmación acerca de que no ven las cosas exactamente como nosotros es pura especulación sin fundamento.
En cuanto a las diferencias del cerebro y otras, no es suficiente, pues con cerebros muy diferentes tenemos que admitir todos, por ejemplo, que dos más dos son cuatro.
Y en todo caso, seguimos sin percibir, como es lógico, la percepción de los demás.
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Le pondré otro ejemplo de lo poco binaria que es la Naturaleza: el hermafroditismo.
Como sabe usted, entre los seres hermafroditas pueden darse distintos tipos de hermafrodistismo. Los hay que tienen hermafroditismo simultáneo, es decir, tienen al mismo tiempo ambos sexos. Los hay que tienen hermafrotidismo secuencial, o sea, nacen con un sexo, pero cambio al otro, incluso después de haber procreado con su sexo inicial.
Dentro de los hermafroditas secuenciales tenemos la forma protandria, nacen machos y se convierten en hembras y la forma protoginia, nacen hembras y se convierten en machos.
Un caso curioso, de los muchos disponibles si se quiere tomar usted la molestia de informarse, es el de la Crepidula fornicata.
Este molusco vive apilado en colonias de individuos (12 es lo más habitual) de los que sólo el de la parte inferior es hembra, siendo el resto machos que se transforman gradualmente en hembras, en función de las condiciones ambientales y, dato a tener en cuenta, la posición del individuo en la pila. La transformación de macho a hembra, la Crepidula es hermafrodita protandria, se activa cuando muere la hembra que está situada debajo de la pila, haciendo que el macho que estaba encima de ella se convierta en hembra. El proceso tarda un mes aproximadamente.
La pregunta que le hago es, ¿cómo trata usted desde su lógica binaria, el hermafroditismo secuencial?, según el aquinate, durante los 30 días que dura el proceso, gradual, de cambio de sexo de la Crepidula, ¿qué es?, ¿macho?, ¿hembra?, ¿ninguna de la dos?, ¿ambas?.
Desde su punto de vista binario o se es una cosa o se es la otra, no hay grados, no hay borrosidad, entonces ¿qué pasa con la Crepidula?, ¿cuando tenemos el paso de 1 a 0 o viceversa?.
O igual es que la Naturaleza está equivocada y no se ha enterado de que existe el tomismo, la lógica binaria...
O tal vez es la Ciencia la errada, la que no "ve" la realidad correctamente, como parece que sí hacen usted y sus prohombres.
Saludos.
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En realidad, todo el "post" está destinado a responder a esa pregunta, porque se trata justamente de explicar dentro de la lógica binaria los cambios graduales de las propiedades llamadas "borrosas".
El punto clave es la distinción entre la forma en sí misma considerada y el grado de participación de la misma en el sujeto.
El hecho de que no cambie la comprensión de la forma, sino sólo la medida en que el sujeto participa de ella, muestra que, por un lado, la pertenencia a la extensión del concepto correspondiente sigue siendo o total o nula, pues sólo una posesión parcial de la comprensión del concepto haría posible una pertenencia parcial a la extensión del mismo, y tampoco podría hacerlo, porque al cambiar la comprensión, ya se trataría de otro concepto. Los grados de la blancura, por ejemplo, tienen que ser siempre grados de auténtica blancura, y no grados de otro color, por ejemplo, grados de amarillez o de rojez.
Por eso la lógica sigue siendo binaria.
Pero por otro lado, el hecho de que la participación de la forma en el sujeto pueda tener grados, explica las transiciones graduales características de estas propiedades. Es el sujeto de la blancura el que puede participar más o menos de ella y por eso, puede al mismo tiempo participar imperfectamente en dos formas de colores distintas, con el resultado de que la percepción nuestra de esas formas va a ser mezclada e impura.
Por ejemplo, en el caso de los hermafroditismos sucesivos, diremos que la participación del sujeto en las características de la hembra, pongamos, va disminuyendo al tiempo que va aumentando su participación en las del macho.
Saludos cordiales.
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Ante todo, el espectro de colores es precisamente una serie de franjas, por así decir, de distinto color, que se funden gradualmente unas en otras en sus límites respectivos.
Eso no puede ser explicado por las solas longitudes de onda. Desde el punto de vista matemático, desde el infrarrojo al ultravioleta hay, en los valores de las longitudes de onda, una mera continuidad numérica, sin franja alguna, sin zonas claras y zonas borrosas, que aumenta o disminuye siempre al mismo paso.
No hay longitudes de onda "claras" situadas a la mitad de la región del rojo, por ejemplo, y otras "borrosas" situadas en el límite impreciso entre el rojo y el naranja.
Mirando este panorama puramente matemático y cuantitativo, lo lógico sería que no hubiera colores diferentes, o cada longitud de onda diferente fuese un color diferente.
Por tanto, para explicar el espectro de los colores, sin negar la evidente relación con las longitudes de onda de la luz, hay que acudir a otro factor. Que por ahora permanece desconocido para nosotros salvo por una propiedad importantísima: es lo que hace que haya franjas de diverso color en el espectro. Le podemos dar el nombre que queramos, y por tanto, podemos llamarlo "forma" y "cualidad" sin problema alguno.
Lo que apunta Santo Tomás, y con lo cual además creo que se salva la parte de la verdad de las lógicas "borrosas", es que esas formas, sin dejar de ser ellas mismas, pueden ser participadas en diferentes grados por los respectivos sujetos, y así es posible, por ejemplo, el paso gradual de un color a otro.
Si el cambio que ha experimentado Plutón se debe a que los científicos cambiaron la definición de planeta, es obvio que eso no ha afectado su esencia natural.
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Cuál es la esencia de la raza de perros mastín español? ¿Dónde empieza un perro a ser mastín perfecto y menos perfecto y empieza a ser un labrador? ¿ no sabe usted que a lo largo del siglo XX se reunieron una serie de señores, empezaron a decidir convencionalmente una serie de características que debían cumplir los mastines en las competiciones, empezaron a cruzar los perros siguiendo las pautas y consolidaron una raza de perros? No hay límites en la naturaleza que diga cuando un perro es un mastín perfecto o imperfecto u otra raza distinta. No hay una esencia de lo que es un mastín inscrita en un rincón del universo.
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Es muy posible que no haya una esencia del "mastín" como tal, sino solamente la de "perro", a la que la crianza y la domesticidad ha diversificado en multitud de razas diferentes. De hecho, entre todas las razas perrunas se cumple el criterio de pertenencia a la misma especie, que es la posibilidad de tener cría fértil entre dos representantes de razas distintas.
Y ese tipo de cambios graduales accidentales es justamente el que explica la distinción de Santo Tomás entre la forma en sí misma considerada y los grados de su participación por el sujeto.
Saludos cordiales.
-Potencia es igual a ser y no ser (así, sin más, porque no hay manera de matizar esos diversos sentidos)
De tal manera que lo que estamos expresando es una contradicción, justo lo que no quería expresar Aristóteles. Éste es el problema que no logras ver porque desde el lenguaje natural no existe, pero en el formal sí.
La solución que han encontrado las lógicas que niegan el principio del tercero excluido es muy ingeniosa, se trata de multiplicar (más bien son sumas lógicas, que no multiplicaciones, pero... así las llaman) las matrices de verdad de todos los sentidos en los que expresamos el verbo "ser", de modo que esos valores de verdad intermedios no salen de la nada, sino que vienen a expresar los distintos sentidos en los que se expresa el "ser".
Si me confirmas si es posible escribir en tablas en html, te transcribo las multiplicaciones de matrices que realizan para llegar a esos valores intermedios que captan esos matices que no son captados por la lógica binaria por lo que no hace más que expresar contradicciones como la expuesta arriba.
Saludos.
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Es que es evidente que no podemos sacrificar la realidad en aras de las tosquedades del lenguaje simbólico. Si no logra expresar cosas como el "ente en potencia", entonces ese lenguaje, útil sin duda como es en su ámbito, es insuficiente para fines filosóficos. Porque a la filosofía le interesa ante todo la realidad y la verdad, en todos su matices. Y resultará entonces que el lenguaje natural es más rico y expresivo, y esa mayor riqueza, sutileza y expresividad no se pueden sacrificar de ningún modo, en filosofía, quiero decir.
Creo muy probable que sea imposible tocar la Quinta Sinfonía de Beethoveen con el equipo que usaba "Deep Purple" en sus giras. Quiero decir, tocarla del modo adecuado. Ante eso, se nos plantea un dilema ¿cambiamos de instrumentos o quemamos la partitura del gran sordo?
Chesterton se encontró muchas veces en su época, como consta en sus obras, con esa forma de argumentar que cuando ve que los sombreros no se ajustan a las cabezas propone modificar las cabezas. En realidad, la tradición escolástica sostiene que en esos casos hay que buscar otros modelos de sombrero.
Saludos cordiales.
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Con el tema de los colores, sigue con lo mismo, ignora la gradualidad dentro de la misma gama, borrosidad, y traslada sus ejemplos a un "campo favorable" a su tésis hablando de "azul" y "rojo" lo que no tiene nada que ve con lo que yo le digo.
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NÉSTOR:
Al contrario, como ya dije en comentarios anteriores, todo el "post" se ordena a explicar esa gradación sin negar el principio de tercero excluido y la indivisibilidad de los conceptos, sin lo cual no hay pensamiento.
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Hablo, lo repito una vez más, de que ambos percibimos el azul, pero nuestro límite individual de percepción es distinto, así que dejamos de ver el "azul" como "azul" en lo longitudes de onda ligeramente distintas.
Si nos atenemos a su concepción binaria de las cosas, es imposible que podamos establecer quién de los dos tiene una percepción correcta del azul y quién no (me sorprende que aluda usted a "la mayoría de la población" para justificar su postura, sería curioso ver que pasa si esa mayoría negara el principio del tercero excluido).
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NÉSTOR:
Con esa concepción no se justificaría considerar que el daltónico posee un defecto visual. En cuanto al tercero excluido, no es lo mismo la percepción, que es algo natural, que el afirmar o negar una tesis, en lo cual entra la voluntad libre. Con un poco más de "lobby" capaz que la ONU logra sacar una declaración contra el tercero excluido, pero ser daltónico o no no depende de la voluntad de uno.
Además, como ya dije, no tenemos evidencia directa de lo que ven o dejan de ver los demás.
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En el hermafroditismo, tres cuartos de los mismo. Cuando se trata de un cambio secuancial o recurrimos a cuantificar el cambio, y por tanto no tenemos esa clave de arco que a usted tanto le gusta y con la cierra todo el debate, o no tenemos nada. En el caso de la Crepidula, dos machos que inician su conversión a hembra con, pongamos, cinco días de diferencia, ¿cómo quedarían definidos por su criterio binario?, ¿son hambos machos por igual?, ¿hembras por igual?
Y qué decir de los hermafroditas simultáneos, ¿donde los sitúa el tamiz tomista?, o son una cosa o son la otra, no pueden ser ambas, según esa visión antinatural que tiene de las cosas.
La Naturaleza es como es, si alguien no lo acepta por preferir la tranquilidad y estabilidad del "blanco o negro", el problema es suyo. Hablar, artificial y artificiosamente, de "participación", "imperfección", "impureza", del sujeto es buscar, de forma bastante desesperada, la justificación, por la vía dialectica, de lo que la experiencia y la investigación niegan rotundamente.
Saludos.
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NÉSTOR:
Una vez más. Los que están infectados del virus "cientificista" (que no tiene nada que ver con la ciencia) siempre que hablan de los principios de no contradicción y tercero excluido piensan en términos de "blanco y negro", lo cual delata que no han comenzado siquiera a entender los términos del problema.
No es cuestión de "blanco y negro", sino de "blanco o no blanco", y además, tomando "blanco" ambas veces en el mismo sentido exactamente, y al sujeto que es blanco o no lo es en el mismo instante de tiempo.
Si no cuantificamos el cambio, no tendremos nada en el campo de las ciencias particulares, pero no tenemos porqué no tener nada en el campo de la filosofía. Obviamente, si se parte de la base de que la filosofía no existe, entonces ni siquiera se debería participar en esta discusión, que es filosófica.
Obviamente que no se puede ser "macho y no macho" o "hembra y no hembra" al mismo tiempo y en el mismo sentido. Si se dice una parte del animal es "macho" y la otra "hembra", se evita la contradicción al menos en lo inmediato, luego habrá que ver las implicaciones. Si se dice que es ambas cosas en momentos distintos de tiempo, lo mismo.
Si se trata de una parte que es una cosa y otra parte que es otra, hay que ver todavía si son partes de la sustancia, o si una de esas partes es la sustancia y la otra algo accidental. Por ejemplo, si el código genético es el propio del macho o el de la hembra, podría ser algo sustancialmente macho o hembra con características accidentales de hembra o macho respectivamente.
O incluso hay que considerar la posibilidad de que en las especies en que se da el hermafroditismo en forma natural los conceptos de "macho" y "hembra" no puedan ser aplicados del mismo modo que en especies como la nuestra. Después de todo hay otras especies que tienen reproducción no sexuada y no por eso dejan de ser especies naturales.
Lo único que hay que hacer es formular una teoría que respete todos los hechos y también respete los primeros principios. Es más, la necesidad misma de formular teorías viene dada por la necesidad de conciliar los hechos con los primeros principios. Si no nos creara problema alguno que la realidad fuese contradictoria, la ciencia no existiría. Obviamente que la experiencia no niega los primeros principios, si lo hiciera, ahí se quedaba todo.
Mientras esas teorías se van formulando y perfeccionando, lo que no tenemos que hacer es poner entre paréntesis los primeros principios que son los que nos guían en absolutamente todo lo que pensamos y decimos.
Saludos cordiales.
Dice, hablando de la Quinta Sinfonía, "...tocarla del modo adecuado...", esa es la clave, ese es su "error", pensar que sólo hay un modo adecuado de tocar la Quinta, de ver los colores, de,en resumen, percibir y describir la Naturaleza. Y para usted, obviamente, ese único modo es el tomista, el aristotélico, aunque hacerlo así le lleve a una visión de la realidad que está más que superada por la evidencia científica.
Saludos.
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La evidencia científica no tiene nada que ver con nuestra discusión, que es de cómo se la interpreta filosóficamente, siendo siempre la misma evidencia científica.
En cuanto a su comentario sobre la Quinta Sinfonía, precisamente, ahí está la clave de su error. No es que haya un solo modo adecuado, es que hay modos que claramente no son adecuados, y que a lo sumo dan para hacer simulaciones de las cosas. Sin duda, también se puede "tocar la Quinta Sinfonía" batiendo ollas y cacerolas.
Saludos cordiales.
Tal y como señalas hay dos únicos valores posibles cuando entendemos el "ser" como "ser en acto" y otros dos valores posibles si entendemos el "ser" como "ser en potencia". Ambos son representados mediante 0 y 1, lo que da lugar a contradicciones cuando expresamos proposiciones como "ser en potencia es igual a ser y no-ser" pues no podemos formalizar que estamos hablando en dos sentidos distintos.
Si combinamos esos dos conjuntos de 0 y 1, los del "ser como acto" y "ser en potencia", obtenemos 4 resultados distintos a la vez que cubrimos todos los sentidos del verbo "ser":
- 1;1: No es el caso de que algo tenga potencia y a la vez sea ente en acto, por lo que tendremos que despreciar dicho resultado.
- 1;0: Si algo está en potencia y no es ente, estamos ante una simple potencialidad. La bellota es en potencia un roble.
- 0;1: Si algo no está en potencia y es ente, estamos ante un ente en acto. La roble no tiene potencia de ser un roble porque ya es roble.
- 0;0: Si algo no está en potencia y no es ente, estamos ante el No-ser absoluto. La aceituna no es en potencia un puede ser un roble.
Ahora, si despreciamos el "1;1" y sustituimos las otras combinaciones por símbolos más simples ("1;0" por 1/2 ó por un 50%; "0;1" por 1; y "0;0" por 0) tenemos los valores 0 y 1 que representan los valores de un sentido del verbo ser; y el 50% que representa el valor del otro sentido del verbo ser. Éste y sólo este es el sentido de admitir un tercer valor de verdad: evitar las contradicciones de la lógica formal binaria. Y al rechazar la combinación contradictoria se respeta el principio de no contradicción.
¿A que no está tan desencaminado y respeta más de lo que aseguras el lenguaje natural de la filosofía peripatética? ¿A que no modifica las cabezas, sino los sombreros?
Saludos.
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"no podemos formalizar que estamos hablando en dos sentidos distintos."
Ahí está el quid. Si no podemos, no podemos y punto. Es como si me dijeran que no podemos fabricar una máquina que realmente piense. En efecto, no podemos. Pero podemos hacer computadoras con una asombrosa capacidad de "cálculo". Perfecto. Pero no calculan. No piensan.
Desde Aristóteles está claro que "el ente se dice en muchos sentidos", como dicen los escolásticos, es análogo. Lamentablemente, los sistemas formales no permiten hacer distinción de sentidos de un mismo término, porque fueron creados precisamente para eso, dado que la finalidad era formalizar las matemáticas y asegurar su exactitud, para lo cual cada término debe tener un solo significado siempre. Maravilloso. Eso nos demuestra que las matemáticas y la metafísica no son lo mismo. En las matemáticas no hay términos análogos, y no se puede hacer metafísica sin términos análogos. Lo otro son simulaciones que no pueden tomar el lugar del conocimiento filosófico.
Si algo está en potencia y no es ente es contradictorio, porque la potencia es el ente en potencia.
La lógica formal binaria no tiene contradicción alguna, salvo, tal vez, que se cumplan estas dos condiciones: 1) Se la simbolice al estilo usual hoy día y 2) con esa lógica así simbolizada se quiera expresar la doctrina del acto y la potencia o cualquier otro tema en el cual intervenga la analogía del ente.
Saludos cordiales.
Lo que pasa es que los científicos, como todos los seres humanos con uso de razón, son también filósofos, al menos espontáneos, y por ese lado sí, no les viene mal conocer la tesis tomista sobre los grados de participación de las cualidades, para poder darse a sí mismos y a los demás razón de sus conocimientos científicos, eso sí, no en la sede de las ciencias particulares, sino en sede filosófica.
Saludos cordiales.
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NÉSTOR:
??
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¡¡Por supuesto que las matemáticas y la metafísica no son lo mismo!! Tanto las matemáticas como la lógica son dos lenguajes formales, mientras que la metafísica es un tipo de saber. Nadie en su sano juicio osaría equipararlas; y ¿por qué me da la sensación de que me acusas de equipararlas?. Yo no las equiparo, las dos primeras son organon, la tercera un saber.
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NÉSTOR:
La única que es formal es la lógica, y es la única que es un "organon". No es un lenguaje, sino un arte del pensamiento correcto. La matemática es una ciencia. Y que la lógica es formal no quiere decir que sea simbolizada. La lógica fue formal desde Aristóteles hasta Boole expresándose casi siempre en lenguaje natural. Lo que tú haces es tomar un lenguaje simbólico artificial como norma a la cual tiene que ajustarse la metafísica, porque ese lenguaje no puede expresar, según tú mismo, la distinción entre acto y potencia, y entonces hay que decir que ésta implica la negación del principio de tercero excluido porque no hay manera de formalizar dicha distinción en el lenguaje simbólico.
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Del mismo modo que tu osas traducir la metafísica de Aristóteles al castellano, a pesar de ser lenguas muy distintas (aunque ambas de raíz indoeuropea), otros osamos traducirlas a lenguaje formal. Y del mismo modo que tú no puedes traducir todos los detalles del griego y te ves obligado a dificultosos circunloquios, los que lo traducimos a lenguaje formal tenemos las mismas dificultades. Si tú no renuncias a tu labor, no veo porqué te atreves a sugerir siquiera que los demás nos apartemos, máxime cuando ni siquiera nos atrevemos a hacer metafísica mediante lenguajes formales, simplemente traducimos a lenguaje formal lo escrito por otros.
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NÉSTOR:
Ya dije que la lógica no es un lenguaje, y menos un idioma, que eso es lo que son el castellano y el griego. No tiene sentido comparar los circunloquios del lenguaje con las contradicciones en que se incurre cuando se quiere imitar una tesis metafísica en un lenguaje artificial que no permite términos análogos.
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Te quejas de "virus cientifista", tú haces lo mismo. Ni una palabra de la multiplicación de matrices, dices que "no se puede formalizar" del mismo modo con el que los cientifistas dicen que la metafísica es imposible: "Porque no, y punto". En fin, el debate no da para más hasta que no aparezcan nuevos argumentos.
Saludos cordiales, igualmente.
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NÉSTOR:
El que dice que no se puede formarlizar eres tú:
"no podemos formalizar que estamos hablando en dos sentidos distintos."
Saludos cordiales.
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NÉSTOR:
Puede ser. Aquí no hago ciencia, me limito a criticar las ideologías falsamente basadas en las ciencias.
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En lo de las -difíciles cuestiones científicas imposibles de exponer en un "blog"-, ya le dije que, si lo desea, le puedo poner bibliografía, pero no me haga "trabajar" en balde si luego va a ignorarla, además de la búsqueda que tanto usted como los lectores interesados pueden hacer del tema en Google simplemente poniendo: "pensamiento abstracto en animales", y "etología cognitiva".
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NÉSTOR:
Bueno, veamos algo que dicen sobre el tema.
"Vonk apunta que, hoy por hoy, todavía se discute si estos experimentos de categorización visual reflejan pensamiento abstracto auténtico en animales. También advierte de que se necesitan más investigaciones para elucidar las destrezas de diferentes animales ante este tipo de tareas. «Sospecho que especies diferentes se valen de diferentes medios», augura la investigadora.""
Era de esperar, no?
"Vonk situó a los simios ante un ordenador de pantalla táctil; les enseñó a tocar en el monitor la imagen de un animal (una serpiente, por ejemplo). A continuación, mostró a cada primate de manera simultánea las imágenes de dos animales, uno de la misma clase que la imagen original y otro de diferente especie (siguiendo con el ejemplo, un reptil que no fuera una serpiente y un ave). Cuando emparejaba correctamente las imágenes, los premiaba con una nuez o un fruto seco.Si erraban, les presentaba una pantalla negra antes de pasar al siguiente ensayo.
Tras repetir la prueba cientos de veces, Vonk observó que los cinco simios llegaban a categorizar otros animales mejor que si lo hiciesen al azar (aunque algunos acertaban más que otros). Los primates aprendieron a clasificar animales de muy diverso aspecto (tortugas y serpientes), lo que sugiere que elaboraban conceptos para reptiles, además de para otras especies, basándose no solo en su aspecto físico."
O sea, que les enseñó que al señalar ciertas imágenes recibían premio, al señalar otras, no. Es lógico que se discuta si esto implica abstracción o no, porque podría ser simplemente que habían memorizado las respuestas correctas, después de tantos ensayos. De hecho, siempre ha sido posible adiestrar animales para que hagan cosas sorprendentes, eso se ve ya en los circos.
Por otra parte, los animales sí disponen de imaginación y memoria, que son facultades sensibles. No es absurdo pensar que la imaginación sola baste para hacer ciertas comparaciones, sin llegar a la abstracción de conceptos propiamente dicha. Es claro que el león y el ciervo se reconocen mutuamente, más allá de las características individuales de cada ejemplar, y para explicar eso basta el parecido sensible entre los distintos miembros de la especie.
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Termino, ya he dicho todo lo que se puede decir y, como era obvio, no vamos a llegar a un mayor entendimiento y esto ya se va pareciendo mucho al debate que tuvimos sobre la luz y su dualidad onda/partícula.
Le agradezco el intercambio y le dejo con un par de frases de Richard Feynman, ya que los ateos no disponemos de una Biblia a la que citar, citamos a personas reales que han aportado con su vida y su obra mucho más que la filosofía y la metafísica a nuestro conocimiento del Universo.
"Para la existencia de la Ciencia son necesarias cabezas que no acepten que la Naturaleza debe seguir ciertas condiciones preconcebidas.”
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NÉSTOR:
Al contrario, la ciencia no tiene sentido fuera de la búsqueda de las leyes naturales. Toda la ciencia es búsqueda de las pautas que sigue la naturaleza.
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"La mecánica cuántica describe la Naturaleza como algo absurdo para el sentido común. Pero concuerda plenamente con las pruebas experimentales. Por lo tanto espero que ustedes puedan aceptar a la Naturaleza tal y como es: absurda.”
Un saludo.
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NÉSTOR:
Tampoco. Diez teorías diferentes pueden concordar plenamente con las mismas pruebas experimentales. Si una de ellas es contradictoria y absurda, es claro que hay que buscar entre las demás.
Saludos cordiales.
Ya veo cómo la ignorancia es atrevida. Ignorancia que quizás se confunde con la malicia -no necesariamente de los comentaristas, pero sí de sus fuentes- contra la Filosofía Perenne, considerada por ciertos "iluminados" como blanco a batir.
LA "lógica borrosa" entiendo es un intento de utilizar la gradualidad de la participación de las cualidades como un ariete contra los principios de no contradicción y tercero excluido, que son los cimientos, no sólo de la Filosofía Perenne, sino del mismísimo pensamiento humano. Yerran cuando llaman a eso "lógica", pero aciertan plenamente al llamarla "borrosa", que lo es en grado sumo.
Me ha hecho gracia la argumentación de un comentarista que ha intentado convencerte que la "borrosa" respeta el principio de no contradicción más aún que la Lógica Binaria. Es que la sofística, si la tomas con humor, puede llegar a ser hasta divertida.
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:) Saludos cordiales.
Los trabajos de Vonk no son los únicos disponibles y ni en estos ni en otros se puede decir que estemos ante un simple caso de adiestramiento o de conductismo, salvo que sea por desconocimiento o por interés en desacreditar dichos estudios, sin otro argumento que la opinión personal y la valoración subjetiva de los resultados, por supuesto.
¿Me puede decir cuales son esas nueve teorías de la mecánica cuántica que no describen la Naturaleza como algo absurdo para el sentido común y cuál es la que sí lo hace?
Gracias y un saludo.
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La misma Vonk lo dice, que se discute entre los expertos, así que en todo caso de ahí vendrán las valoraciones subjetivas, y además, ¿la valoración subjetiva sería solamente cuando se dice que esos experimentos no prueban el pensamiento abstracto en los animales, y la objetiva sería cuando se dice que sí lo prueban?
La tarea de buscar esa teoría no contradictoria que también explique los datos experimentales es de los físicos, los filósofos ya tenemos bastante con señalar que se la debe buscar, y además se nos ha advertido repetidas veces que no debemos entrometernos en el campo específico de las ciencias particulares.
Saludos cordiales.
Y creo que debieras demostrar (aún no lo has hecho) en qué sentido "1;0: algo está en potencia y no es ente de esa misma potencia" significa lo mismo que "1;1: algo está en potencia y es ente de esa misma potencia". Sólo así podrás demostrar que aceptar un tercer valorde verdad significa negar el principio de no contradicción.
Espero atentamente la demostración "1;0"="1;1". (son valores de verdad, no números, la sustitución no es operación válida).
Saludos.
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"1;0: Si algo está en potencia y no es ente, estamos ante una simple potencialidad."
No puede haber algo que esté en potencia y no sea ente, porque lo que no es ente de ningún modo es la nada, y la nada no es algo en potencia. Por eso se habla del "ente en potencia", y es contradictorio, obviamente, decir que el ente en potencia no es ente.
Así que si la formalización de que hablas se basa en ese postulado, carga ella también con esa contradicción.
Las combinaciones no contradictorias son:
1) Algo es ente y no es ente en acto, sino ente en potencia.
2) Algo es ente y es ente en acto, no en potencia.
3) La nada no es, obviamente, algo que es, sino que es un ente de razón que representa lo que no es ni en acto ni en potencia.
Hay por tanto, tres posibilidades: que aquello de lo que hablamos esté en acto, que esté en potencia, o ninguna de las dos cosas.
En el primer caso, el valor de 1) es 0, el de 2) es 1 y el de 3) es 0.
En el segundo caso, el valor de 1) 1, el de 2) es 0, y el de 3) es 0.
En el tercer caso, el valor de 1) es 0, el de 2) es 0 y el de 3) es 1.
Y también podemos tener:
1) Algo es ente en algún sentido.
2) Algo no es ente en ningún sentido.
Teniendo siempre en cuenta las tres posibilidades: ser ente en acto, ser ente en potencia, o no ser ninguna de las dos cosas, tenemos que:
En el primer caso, el valor de 1) es 1 y el de 2) es 0
En el segundo caso, el valor de 1) es 1 y el de 2) es 0
En el tercer caso, el valor de 1) es 0 y el de 2) es 1.
No hay contradicción alguna y no hay ni hacen falta otros valores de verdad distintos de 1 (verdadero) y 0 (falso).
Saludos cordiales.
Yo por mi parte, como no me siento inferior sabiendo que otros seres tienen esa capacidad, me alegro de que nuestro conocimiento nos permita averiguarlo.
Y, ¿en qué se basa usted para creer que esa "teoría no contradictoria" tiene que existir?, ¿no se plantea que puede estar pidiendo algo imposible?
Saludos.
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El hecho es que mientras los científicos no presenten algo como resultado adquirido presentarlo así nosotros es pura ideología.
Y si alguna vez lo presentan, el asunto es también entender qué entienden ellos por "pensamiento abstracto". Siempre que se discute si X es Y, hay que definir "Y". Esa definición de "pensamiento abstracto", por supuesto, nos hace entrar en terreno filosófico.
O bien se dice que es "eso que hacen los animales cuando agrupan exitosamente miembros de la misma especie o género tras ser adiestrados para ello", lo cual convierte todo el asunto en tautología.
Lo que es imposible, en virtud del principio de no contradicción, es que la realidad sea contradictoria. Y por eso todo hecho tiene que tener una explicación no contradictoria, más allá de que por el momento, y quién sabe por cuánto tiempo, no la podamos encontrar.
Aunque en realidad lo primero es no dejarse llevar apresuradamente por el pesimismo de la cita de Feynman. ¿Es realmente contradictoria, más allá de que sea verdadera o no, la actual teoría de la mecánica cuántica?
Saludos cordiales.
Buen Post
Saludos.
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Gracias y saludos cordiales.
No he dicho que la metafísica contradice a la Ciencia, lo que digo es que pretender conocer la realidad usando la metafísica es tan inútil como querer saciar el hambre leyendo recetas de cocina. En realidad menos útil, dado que las recetas pueden llegan a convertirse en comida, si se dispone de los ingredientes,en cambio la metafísica nunca pasa de lo que es, paja y más paja, palabras y más palabras, y mucha, mucha, imaginación y tiempo libre para perder elucubrando en vez de experimentando. Comparado con el científico el metafísico es como el asno de Buridan.
Saludos.
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Claro, la metafísica no sirve porque no puede experimentar, del mismo modo que la vista no sirve porque no puede tocar ni oír.
El problema ahí es que la proposición "sólo es verdad lo que se demuestra experimentalmente" no se puede demostrar experimentalmente, es filosófica...
De la filosofía más burda e inconsciente, obviamente.
Saludos cordiales.
En el primer caso, el valor de 1) es 0, el de 2) es 1 y el de 3) es 0.
En el segundo caso, el valor de 1) 1, el de 2) es 0, y el de 3) es 0.
En el tercer caso, el valor de 1) es 0, el de 2) es 0 y el de 3) es 1".
¿Por qué tú respetas el principio de no contradicción cuando multiplicas las dos matrices iniciales y dices que la lógica difusa no lo respeta cuando hace exactamente lo mismo que tú sólo que usando lenguaje formal?
Saludos.
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No estoy reconociendo lo que has venido diciendo desde el principio, porque no estoy reconociendo que la potencia no sea ente, y que por eso la afirmación de que algo es ente, cuanto se trata de la potencia, tenga un valor de verdad de 1/2. Como verás, en mi tabla no hay otros valores de verdad distintos de 1 y 0, y sobre todo, la potencia es el ente en potencia, de modo que si miramos a los distintos sentidos de "ente", hay tres posibilidades, pero si miramos solamente a la contraposición entre "ente" y "no ente", sigue habiendo solamente dos posibilidades.
Lo que pasa es que probablemente no estás acostumbrado a pensar con conceptos análogos, y por esto, todos los tomas como unívocos. Sobre esa base, "ente" se dice siempre en un solo sentido, y entonces, es claro que ha de ser el ente en acto, de modo que la potencia no es ente, y afirmar que es distinta de la nada lleva a contradicción. Por eso sin analogía del ente no es posible hacer metafísica coherentemente. Y por eso si no se puede formalizar los conceptos en tanto que análogos, es decir, si la formalización exige que cada término tenga un solo sentido, o sea, que sea unívoco, la metafísica simplemente no se puede formalizar.
Además, si el problema es formalizar proposiciones como "ser en potencia es igual a ser y no ser", el primer problema será con la expresión "ser en potencia", la cual, si no la podemos formalizar, pues ahí nos quedamos. Pero si la podemos formalizar, entonces podemos también formalizar "ser en potencia es igual a ser en potencia y no ser en acto", lo cual no tiene contradicción alguna.
Saludos cordiales.
Si dices que "En el primer caso (Algo es ente y no es ente en acto, sino ente en potencia), el valor de 1) es 0; en el segundo caso, el valor de 1) es 1; y en el primer caso, el valor de 1) es 0", estás diciendo exactamente lo mismo que las lógicas no clásicas, con la excepción de que éstas le dan otro nombre a dicho enunciado: "1/2" (ó "0,5" ó "50 %" según preferencias de distintos autores). Todo lo que he entrecomillado en este mensaje son distintos nombres para un misma referencia. No me creo que un realista como tú, esté insinuando que basta con cambiar un nombre para que la realidad mute. No entiendo porqué dices que las lógicas no clásicas niegan el principio de no contradicción y tú no, sólo porque cada uno use nombres distintos.
Saludos.
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Santo Tomás aquí no hace más que profundizar lo que ya dijo Aristóteles. Según lo que pones ahí, estoy diciendo lo mismo que dicen las lógicas no clásicas, con la excepción de que estoy diciendo algo distinto. No es cuestión de nombres, solamente, a no ser que digas que la diferencia entre 1 y 1/2 es sólo de nombres, cosa absurda. Porque además, si fuese sólo cuestión de nombres, mejor nos quedamos todos con 1 y 0 que es más claro y unánime.
Saludos cordiales.
Pero negar el principio del tercero exlcuido es hacer metafisica.
No creo que negar el principio del tercero excluido nos ayude a comer XD
Saludos.
Saludos.
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Y tan conocimiento es el conocimiento intelectivo como el empírico. El problema es de qué hambre estamos hablando, si del que tenemos en común con los otros animales solamente, o también del que es específico nuestro, según aquello de Aristóteles: "Todo hombre desea por naturaleza saber. Luego me cuenta cómo estaban las chuletas que consiguió participando en este "blog".
Saludos cordiales.
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Gracias y Felices Pascuas para Ud. también.
Saludos cordiales.
Los griegos, icluyendo a Aristóteles, creían que el centro sensitivo e intelectivo del ser humano radicaba en el ¡¡corazón!!, porque así aparentaba serlo, por aquello de la aceleración de los latidos ante las emociones y porque al morir el corazón deja de hacer taquititaqui... Nosotros, en cambio, no "razonamos" ya con base en semejante "torpeza". Igualmente, hasta que unos señores, a riesgo de sus propias vidas, afirmaron y demostraron lo contrario, la tierra era el centro del sistema solar; solamente porque así lo parecía... De esa misma forma, la luz iluminaba y "revelava" en diversos grados los colores de las cosas, conforme a lo que podíamos ver; hasta que otros sujetos "medios locos", tras pruebas y repruebas descubrieron que el fenómeno del color nace de la luz y conforma una "realidad" complejísima física-interpretativa... Ni se diga de los cirujanos que operaban sin asepsia alguna, porque desconocían las bacterias, gérmenes, virus y todos esos bichitos que no podian ver. O los que "razonaban" en función de la física perfecta de Newton, porque explicaba casi irrefutablemente la realidad del universo tal como se observa. O la sorpresita de los astrónomos que enfocaron el hubble a las zonas "oscuras" del universo, al encontrarse con que están repletas de estrellas que hacen ver al sol como una velita. Sin mencionar las increibles paradojas a las que nos llevan los recientes descrubrimientos del "mundo cuántico"...
Es decir, en tan sólo el instante de 2000 años, nuestra forma de percibir la realidad ha cambiado,evolucionado, una inmensidad, pese a que la "realidad", o mejor dicho, la apariencia de lo real sigue siendo prácticamente la misma, y gracias a una facultad que nos dota a los seres humanos de ubicación, sentido y pertinencia histórica evolutiva: el conocimiento.
Luego, razonamos en función no de lo que vemos sino de lo que conocemos. Siendo ese el verdadero quid de la "lógica" con la que ponderamos la realidad. Dicho de otra forma: somos lógicos, tanto y cuanto alcance nuestro conocimiento y comprensión de la realidad.
Así como hoy en día a nadie, salvo metáforas poéticas, se le ocurre afirmar que razona con el corazón... Asimismo resulta torpe afirmar que el blanco y el negro puros son colores, es más, que los colores lo son por sí mismos y no por las cualidades del objeto que los refleja y del sujeto que los interpreta. En verdad, lo sabemos desde primaria, aunque "vemos" colores, hasta donde sabemos,lo que percibimos son corpúsculos en longitudes de onda, conocimiento que más que obviamente tiene que cambiar la validez de nuestra lógica existencial. Ciertamente, si le preguntásemos a la Sra. que asea las calles, respecto de diferentes carteles con tonalidades muy sutiles de blanco, seguramente dirá que son blancos diferentes pero que al fin y al cabo son blancos; casi lo mismo que respondería un filósofo medieval... Mientras que un preclaro estudiante de secundaria respondería que tales carteles expresan cualidades reflectivas de las longitudes de onda de la luz que se nos la evidencian como colores del espectro visible; y que, por lo tanto, aunque los percibimos como "blancos" en realidad constituyen colores diferentes. Algo parecido a lo que ocurre en música con la llamada escala diatónica, establecida, conforme a la percepción posible del oido educado, en 7 notas fundamentales, más seminotas intermedias; cuando ahora sabemos que cada frecuencia conforma una nota diferente, independientemente de que la podamos diferenciar.
Es que ni el frio ni lo oscuro ni lo injusto ni el odio existen por sí solos, sino que ellos constituyen referenciales de cualidades que existiendo física y o intectualmente se constituyen en refenciales de sí mismas, que en cada una de sus manifestaciones la expresan en toda su posibilidad. Vale decir, el frio absoluto significa la ausencia total de calor, y no existiendo lo caliente, el frio carece de sentido; en consecuencia, existiendo el calor ya no es posible el frio, como ausencia del calor, sino en cuanto referencial del más o menos caliente, que en todo caso manifiesta en su plenitud al calor. En el mismo sentído, si en un universo asolutamente sin luz, se produjese por primera vez el titilar de una luzciérnaga, entonces estaría naciendo en primer lugar la oscuridad como expresión del referencial del fenómeno luz, porque lo "oscuro" no es al final sino lo menos claro; y desde ese instante, la esa pequeñita luz de luzciérnega será toda la luz del universo; hasta donde alcance su magnitud habrá claridad, y donde no, habrá oscuridad, pero por siempre existirá la luz, aún como posibilidad.
Los romanos, siguiendo aquel precepto de que el hombre es un animal que razona, pues a los niños con lo que ahora conocemos como síndrome de down o que implicasen mengua en su racionalidad, los abandonaban en cuarquier basurero como a lo que se reducián: simples animales. Por esas épocas el de Nazarét cambió el concepto y dijo que el hombre lo es por ser imagen y semejanza de Dios, y que por ende todos son iguales y tienen la misma dignidad; impulsando como nunca el concepto de igualdad, trastocando irremediablemente los pretendidamente "naturales" fundamentos discriminatorios y excluyentes de la política, y replanteando radicalmente la exígua perspectiva de la lógica clásica. Porque ¿entonces qué es lo que nos hace humanos? ¿Entonces la abuelita con Alzheimer no es un ser humano? ¿O para ser humano no solamente se deben poseer cualidades particulares sino también participar, tan solo participar, de valores valores trascendentales aprehendidos desde cada circunstancialidad histórica evolutiva? ¿O sencillamente será que aquel sujeto de Nazaret tenía razón?
En conclusión, si mezclamos criterios de la lógica "clásica" , desde su óptica tradicional de visualizar lo real, y la lógica concebida desde las "realidades" reveladas por la ciencia y la tecnología; no podemos obtener sino un menjurje más que borroso absurdo. Lo cierto es que la lógica moderna debe sintonizarse con los criterios modernos respecto del ser humano, del ser viviente, del universo, de la realidad, en general, revelados por el conocimiento científico, sin caer en el relativismo pragmatista y falsamente sincrético de algunas posturas cientificistas modernas, siendo absurdo, irracional e ilógico continuar ponderando nuestra realidad existencial desde los criterios de hace 2000 años.
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¿Me equivoco o lo veo un poco aferrado al estrecho criterio del principio de no contradicción? Aparentemente para Ud. el hecho de que hayamos descubierto que no pensamos con el corazón ya implica que no es verdad que pensemos con el corazón. ¿No sería más amplio decir que pensamos y no pensamos con el corazón, y lo mismo con el cerebro?
Veamos. Si en pleno siglo XXI yo razono así: "El corazón es algo que late. Pero pensamos con el corazón. Por tanto, pensamos con algo que late" ¿razono mal? (Leer algo sobre "lógica" en Internet antes de responder).
Por eso mismo, la Tierra en el centro del sistema Solar, la Tierra girando alrededor del Sol ¿estrechamente excluyentes?
En cuanto a las tonalidades muy sutiles de blanco, ¿no son tonalidades de blanco, sino de otro color? ¿No sería mejor entonces no decir que son tonalidades de blanco? (Hay que reconocer que ahí ya no es tan excluyente ni estrecho).
"Aunque las percibimos como "blanco", en realidad constituyen colores diferentes". ¿Los colores son eso que percibimos o son otra cosa distinta? En el primer caso, lo que percibimos, en su ejemplo, es blanco. En el segundo caso ¿qué nombre le podemos poner a esas cosas que sí percibimos, así no las confundimos con los colores?
"El frío no existe en sí mismo porque es la ausencia de calor". Y el calor no existe tampoco en sí mismo, supongo. Es decir, independientemente de nosotros. De lo contrario, la ausencia de calor también existiría independientemente de nosotros. ¿No había calor en el Universo antes de la aparición del hombre o de los seres vivos en general? Me parece que los físicos dicen lo contrario.
Si yo digo que el ser humano tiene naturalmente dos manos ¿entonces los mancos no son humanos? Y si digo que el ser humano tiene naturalmente la capacidad de ver ¿entonces el que tiene los ojos vendados no es humano? Pues lo mismo sucede si digo que el ser humano es el que tiene naturalmente la capacidad de razonar. Según la otra forma de pensar, bastaría estar durmiendo o en coma para haber dejado de ser humano.
"La lógica concebida desde realidades desveladas por la ciencia y la tecnología" ¿admite esa lógica nueva que se pueda deducir válidamente una conclusión de dos premisas particulares, o de dos premisas negativas? ¿Puede en ese caso el término medio no tener valor universal en ninguna de las premisas? ¿Se puede en ese caso sacar una conclusión negativa de dos premisas afirmativas?
Saludos cordiales.
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Muchas gracias.
Saludos cordiales.
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En efecto, la lógica y el principio de no contradicción son eternos.
Saludos cordiales.
Lo que tiene la misma referencia, pero nombres distintos son las expresiones siguientes:
a) "en el primer caso 0; en el segundo caso 1; y es en el tercer caso 0".
b) "1/2".
¿Recuerdas la matriz de dónde venía b)? La dibujé y antes que tú. La referencia de b) es la expresión a).
Precisamente, porque a) y b) son dos nombres distintos para la misma referencia podemos intercambiar el predicado a) por el predicado b) en las siguientes dos proposiciones:
A)" el valor de 'Algo es ente y no es ente en acto, sino ente en potencia' es es en el primer caso 0; en el segundo caso 1; y es en el tercer caso 0"
como
B) "el valor de 'Algo es ente y no es ente en acto, sino ente en potencia' es 1/2".
Ahora bien, dejando atrás todas las pejillerías que no van al fondo del asunto, ¿porqué dices tú que B) atenta contra el principio de no contradicción, mientras que A) no?
Saludos
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Me parece bastante evidente que el está tergiversando y llevando el argumento "ad nauseam" eres tú, y encima me acusas a mí de hacer lo que tú estás haciendo, viejo recurso también.
Podemos hacer tres afirmaciones distintas:
1) X es ente en acto.
2) x es ente en potencia.
3) X no es ente ni en acto ni en potencia.
Y en la realidad puede suceder que X sea ente en acto, o en potencia, o ninguno de los dos. Esos son los "tres casos" posibles de que vamos a hablar.
En el primer caso el valor de verdad de 1) es 1, el de 2) es 0, y el de 3) es 0.
En el segundo caso, el valor de verdad de 1) es 0, el de 2) es 1, y el de 3) es 0.
En el tercer caso, el valor de verdad de 1) es 0, el de 2) es 0, y el de 3) es 1.
Tú propones que el segundo caso es lo mismo que decir que el valor de verdad es 1/2.
¿El valor de verdad de qué? Porque en este segundo caso, como igualmente en los otros dos, tenemos tres proposiciones distintas: 1), 2), y 3). ¿Qué sentido tiene decir que las tres tienen un único valor de verdad? Por el contrario, ya dije, en ese segundo caso 1) es 0, 2) es 1 y 3) es 0.
Y evidentemente, además, no puede ser que las tres tengan el mismo valor de verdad. Si en los tres casos la proposición tuviese un valor de verdad de, supongamos, 1, 0, o, suponiendo siempre, 1/2, entonces el valor de verdad de "X es algo en potencia" sería el mismo tanto si X es algo en potencia como si no lo es, porque es en acto o porque no es ninguna de las dos cosas. Y eso es obviamente absurdo.
Saludos cordiales.
Yo no he insinuado tal cosa (las matrices confirman lo contrario) cada una de las tres afirmaciones tiene tres valores de verdad según los tres casos posibles. Ahora bien, los tres valores de verdad de 1), todos ellos en conjunto, son representados por 1. Los tres valores de verdad de 2), los tres en conjunto, son representados por 1/2.Y los tres valores de verdad de 3) son representados por 0.
Anticipo otra posible pregunta que puedes hacerme: ¿Por qué representar estos tres valores de una forma tan rara para decir exactamente lo mismo que expresamos de la otra quizá más intuitiva? Para hacer tablas de verdad más simples. En lugar de escribir todas las combinaciones posibles de dos elementos tomadas de tres en tres (excepto la combinación que ambos hemos rechazado por contradictorias, es decir, aquellas que tienen más de un 1); escribir todas las combinaciones de tres elementos tomados de uno en uno, que es exactamente lo mismo que el anterior, porque las combinaciones contradictorias han sido descartadas en origen.
En fin, nos ahorramos un lío munumental. Y mucho mayor lío si continuamos añadiendo nuevos significados del verbo ser (ser en esencia o ser en accidente, ser verdadero o ser falso...). Si con dos significados del verbo ser, tenemos tres posibilidades ¿cuántas posibilidades tenemos si incluímos todos los significados del verbo ser en expresiones como "es cierto que la mano existe en acto cuando está unida al cuerpo, pero es un accidente del un niño que existe en acto y tiene la potencia de ser ingeniero". Aquí es donde cobra sentido la lógica difusa que puede admitir hasta infinitos valores de verdad.
Y ahora, si no es mucha molestia, volvamos a mi pregunta ¿porqué usando lenguaje natural pueden existir sin dificultad tres valores de verdad distintos (son tres distintos, puesto que son son tres combinaciones distintas de tres valores de verdad de dos elementos tomados de tres en tres) sin atentar contra el principio de no contradicción, pero cuando expresamos exactamente lo mismo mediante el lenguaje formal atentamos contra el principio de no contradicción?
Saludos.
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El problema es que cada nuevo término agrega un elemento más de complejidad a la matriz, irremediablemente.
Por ejemplo, para "Juan es alto" tenemos dos posibilidades: que Juan sea alto o no,y entonces los valores posibles son 1 y 0.
Si agregamos "Juan es gordo", ya tenemos cuatro combinaciones posibles: alto y gordo, alto pero no gordo, gordo pero no alto, ni alto ni gordo. O sea, 1 y 1, 1 y 0, 0 y 1, 0 y 0.
Si queremos tener de nuevo una matriz que sea solamente valores como 1 o 0, y no del tipo 1,0 o 0,1, tenemos que usar un conjuntor como "y", "o", "si...entonces", etc.
Por ejemplo, "Juan es alto y gordo", en el primer caso será 1, y en todos los otros, 0.
Por eso, en el caso del ente, si no queremos tener combinaciones del tipo 1,0; 0,1, etc., lo que tenemos que hacer es restringirnos al término "ente" solamente, es decir, como si sólo hablásemos de ser "alto" y no también de ser "gordo".
Si hacemos eso, "X es ente en acto" y "X es ente en potencia" quedan convertidas ambas en "X es ente", porque no tenemos forma de expresar esa distinción, ya que en nuestro lenguaje formal tenemos un solo signo para "ente" y ese signo no puede aparecer en más de un sentido.
Y entonces, proposiciones como "X es ente en potencia pero no es ente en acto" se convierten en "X es ente pero no es ente", lo cual es contradictorio.
Y ése fue exactamente el problema que tuvo Parménides, precisamente porque él no aceptaba más que un único sentido del término "ente".
Y eso quiere decir, entonces, que no se puede formalizar la Metafísica, al menos de ese modo, es decir, con la exigencia de que cada signo represente solamente un único término tomado siempre exactamente en el mismo sentido.
Porque eso es lo mismo que exigir que todos los términos de nuestro discurso sean unívocos, y no se puede hacer metafísica sin términos análogos.
Porque la solución que encontró Aristóteles al problema de Parménides fue decir que el ente no es unívoco, sino análogo, y que sus dos sentidos fundamentales, en parte iguales y en parte distintos, son "ente en acto" y "ente en potencia".
Por eso es que, dentro de la filosofía de Aristóteles y Santo Tomás, la proposición "X es ente" puede tener solamente dos valores de verdad. Porque si en la realidad X es ente en acto o es ente en potencia, la proposición en cuestión vale en ambos casos 1, y sólo vale 0 si X no es ni en acto ni en potencia.
Porque "ente" puede significar tanto el ente en acto como el ente en potencia, según el caso.
Y eso no es lo mismo que decir que si X es ente en acto, la proposición vale 1, y si X es ente en potencia vale 1/2.
Saludos cordiales.
No es el caso de las lógicas no clásicas (no hay matrices sólamente con 1 ó 0) , luego tu argumentación es un brindis al sol. Ese problema sólo lo sufren los que se aferran al principio de tercerso excuido: Parménides en el lenguaje natural; o tú en lo referente al lenguaje formal.
Precisamente, la misma la solución que encontró Aristóteles al problema de Parménides (decir que el ente no es unívoco, sino análogo) es la que emplean las lógicas no clásicas (trasladar el lenguaje natural no unívoco al lenguaje formal)
Por cierto, por radicalizar tu postura en este último comentario has caído en el grupo de Parménides (uso unívoco del ser incluso en el lenguaje natural). Dices: "Porque si en la realidad X es ente en acto o es ente en potencia, la proposición en cuestión vale en ambos casos 1, y sólo vale 0 si X no es ni en acto ni en potencia". Y es del todo evidente que algo no puede ser en acto y en potencia a la vez en el mismo sentido. Ese "ambos" es más falso que una moneda de madera.
Saludos.
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Lo que quiero decir, y entiendo es lo que proponías en el mensaje anterior con aquello de la "simplificación", es que la única forma de "simplificar" y evitar combinaciones de valores de verdad del tipo de 1,0 o 0,1 (aunque no usen los símbolos 1 o 0, sino otros, lo importante es que son pares de símbolos) es usando conjunciones, disyunciones, condicionales, etc.
O bien, poniendo en juego un solo término, como en el ejemplo de "alto".
Trasladar el lenguaje natural no unívoco al lenguaje formal que es deliberadamente unívoco es justamente lo que no se puede hacer, al menos, no se puede hacer manteniendo esa característica no unívoca del lenguaje natural en el punto en que interesa, que es toda la clave de la solución aristotélica, además: la analogía del término "ente".
Porque es claro que el lenguaje formal no puede ser unívoco y no unívoco al mismo tiempo y en el mismo sentido.
En cuanto a "en ambos casos", obviamente que precisamente por eso no estamos hablando del mismo ente al mismo tiempo y en el mismo sentido. Lo que yo digo ahí, y me parece que con bastante claridad, es que si tengo la proposicion "X es ente", puedo tener, en la realidad, tres casos distintos: X existe en acto, X existe sólo en potencia, X no existe ni en acto ni en potencia.
No digo por tanto que el mismo ente puede estar en acto y en potencia a la vez respecto de lo mismo (¿cómo hay que hacer para leer eso en lo que escribí?) sino que si es el caso de que X está en acto, entonces la proposición vale 1, y si es el caso de que X está en potencia (otro caso distinto, por tanto), el valor de la proposición también es 1. Sólo es 0 cuando X no está ni en acto ni en potencia.
Para ver en eso una influencia de Parménides, hay que estar influenciado por Parménides, es decir, hay que participar de su concepto unívoco del ente.
En efecto, sólo si "ente" fuese tomado siempre en el mismo sentido exactamente, decir que "X es ente" es 1 cuando X está en acto y también es 1 cuando X está en potencia sería identificar el acto y la potencia y hacer profesión de parmenidismo.
Por el contrario, si yo sostengo que en ambos casos el valor de la proposición "X es ente" es 1, es precisamente porque entiendo que "ente" se puede decir (en diferentes ocasiones, obviamente, y respecto de diferentes sujetos, obviamente, o respecto del mismo sujeto bajo diferentes aspectos, obviamente) en sentidos en parte iguales y en parte diferentes, o sea, que "ente" es análogo.
Saludos cordiales.
El problema de trasladar el lenguaje natural no unívoco al lenguaje formal es que deliberadamente se empeñan algunos en que tal lenguaje formal sea unívoco. Tú, tanto que te quejas de Parménides, estás haciendo lo mismo que él (solo que a nivel de la lógica formal): usar unívocamente el verbo ser. Eso de que: basta con que algo sea en cierto sentido para que lo declares ente sin más distinción, es lo que hacía Parménides ¿no te das cuenta de que con semejante actitud estás negando los distintos sentidos del ser tal y como hacía Parménides?. Tu obsesión por hablar exclusivamente del ser como ente, sin más distinción, sin agregar los valores de verdad de los otros sentidos del ser, es lo que te hace ser otro Parménides más.
Aristóteles y Santo Tomás eran más sutiles, y hablaban a la vez de los distintos sentidos del ser, distinguiendo dichos sentidos pero tratándolos a la vez. Justamente lo que hacen las lógicas no clásicas, justamente lo que te niegas a hacer. Por esto mismo el lenguaje de las lógicas no clásicas son más fieles a Aristóteles y a Santo Tomás que tu obsesión por la exclusividad de un único sentido del ser que nos aboca a la insuficiencia del lenguaje que tenía Parménides para hablar del ser.
Parménides no se bajaba del caballo con respecto al principio de tercero excluido. O algo es ente o no lo es en absoluto (tercero excluido), sin más distinciones. Y por ello te rebelas contra él. Sin embargo, tú haces lo mismo, exactamente lo mismo, cuando afirmas sin ninguna distinción que tanto lo que está en potencia, como lo que está en acto, son entes (igualmente tercero excluido). Te niegas, igual que se negaba Parménides, a renunciar al principio de tercero excluido. Es cierto que ambos son entes, pero te olvidas de señalar que lo son en distinto sentido, y eso te aleja de la verdad tanto como le alejaba a Parménides.
Entre el ser y el no-ser hay muchas formas de ser, Parménides no las tenía en cuenta, tu forma de exponer la lógica tampoco las tiene en cuenta. Aunque digas que sí, las tratas siempre por separado, aunque vayas cambiando de sentidos, sólo eres capaz de tratarlos unívocamente cada vez. Parménides puro y duro. He ahí el error de la lógica clásica en la que te esfuerzas por defender.
Mañana, vuelvo al trabajo. Un placer haber debatido contigo, tanto si te he logrado convencer de las desventajas de la lógica clásica, como si no lo he conseguido. No dejaré de leer tu contestación.
Si me permites una broma para aquellos que me han tachado de dialéctico sin aportar el menor argumento: Hooligans, tranquilos, mañana gana Néstor por incomparecencia del enemigo ;-)
Un debate muy apasionante, de verdad. Saludos muy, muy, muy cordiales, Néstor.
Si quieres que responda a aquello que ha quedado en el aire (lo de los pares de símbolos), intentaré hacer hueco en cuanto pueda, pero no me atrevo a dar fecha. Hasta la próxima ocasión.
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De hecho, es Aristóteles el que presenta una defensa en toda la regla del principio de tercero excluido:
Metafísica, Libro IV, cap. 7:
“Pero tampoco entre los términos de la contradicción cabe que haya nada, sino que es necesario o bien afirmar o bien negar, de un solo sujeto, uno cualquiera. Y esto es evidente, en primer lugar, para quienes han definido qué es lo verdadero y lo falso. Decir, en efecto, que el Ente no es o que el no-ente es, es falso, y decir que el Ente es y que el no-ente no es, es verdadero; de suerte que también el que dice que algo es o que no es, dirá verdad o mentira. Pero ni se dice que el Ente no es o que es, ni que el no-ente es o que no es. Además, o bien en medio de los términos de la contradicción habrá algo como lo gris en medio de lo negro y lo blanco, o como lo que no es ni uno ni otro en medio de hombre y caballo. Si, en efecto, lo hay así, no puede haber cambio (pues se cambia desde lo no bueno hacia lo bueno o desde esto hacia lo no bueno); pero lo cierto es que siempre parece haber cambio (pues no hay cambio sino hacia los opuestos e intermedios). Pero, si hay algo intermedio, también entonces puede haber cierta generación hacia lo blanco no desde lo no blanco; pero el hecho es que no se ve que la haya. Además, todo lo pensado o entendido, o lo afirma o lo niega la mente —y esto es evidente por la definición— cuando dice verdad o mentira; cada vez que compone de tal modo, afirmando o negando, dice verdad, y cada vez que compone de tal otro modo, dice mentira. Y todavía, es preciso que haya algo además de todas las contradicciones, si no se habla por hablar; por consiguiente, alguien podrá decir algo que ni es verdad ni no verdad, y habrá algo además del Ente y del no-ente, de suerte que también habrá algún cambio además de la generación y la corrupción.
Más aún, en cuantos géneros la negación introduce el término contrario, incluso en éstos habrá algo intermedio; por ejemplo, en los números, un número que no será ni impar ni no impar; pero esto es imposible, como es evidente por la definición. Además, se procederá al infinito, y los entes serán no sólo tres, sino en mayor número. Pues nuevamente será posible negar este ente intermedio en orden a la afirmación y a la negación, y este nuevo término será algo, pues su substancia es otra. Y todavía,
cuando, preguntado alguien si algo es blanco, diga que no, ninguna otra cosa niega sino el ser; y el no ser es una negación.
(...)
25 Pero el argumento de Heráclito, al decir que todas las cosas son y no son, parece hacerlas todas verdaderas, y el de Anaxágoras, al decir que hay algo entre los términos de la contradicción, parece hacerlas todas falsas; pues, cuando se mezclan, la mezcla no es ni buena ni no buena; de suerte que no es posible decir nada verdadero."
Se ve que Aristóteles también se niega, con razón, a renunciar a este fundamental principio.
Lo de "pares de símbolos" tiene que ver con tu estrategia de "simplificación", en la que querías pasar de expresiones como 1,0 (donde hay un par de símbolos, efectivamente) a otras como 1.
El asunto es justamente el principio de tercero excluido: algo es ente o no lo es, no hay otra posibilidad. Un predicado o pertenece o no pertenece a un sujeto.
Y negar que el ente en potencia sea ente es contradictorio. Es cierto que es ente sólo analógicamente, pero la analogía no implica solamente diferencia de significados, sino también algo común entre esos diversos sentidos distintos.
Por eso hay que decir que el ente en potencia es ente, y entonces, la proposición "X es ente", cuando X es sólo en potencia, vale 1.
Y es sólo suena a Parménides, como dije ya, a los que tal vez inconscientemente siguen a Parménides y sostienen que todos los conceptos son unívocos como "caballo" o "hombre", de modo que "ente" sólo puede significar siempre exactamente lo mismo, o sea, el ente en acto. En esta hipótesis es claro que "X es ente",cuando X es sólo en potencia, no podría valer 1 y debería valer 0.
Pero supongamos de todos modos que el valor de verdad de "X es ente" cuando X es solamente en potencia no sea 1. Es decir, supongamos que la diversidad entre los sentidos de "ente" es tal que impide responder sin más que "sí" a la pregunta de si X es ente cuando X es sólo en potencia.
Tampoco podríamos en esa hipótesis decir sin más que esa proposición tenga valor de verdad 0. Porque el ente en potencia sí es ente, por más que lo sea en un sentido relativo o bajo cierto aspecto. Precisamente por eso "ente" es un concepto análogo.
El problema es que tampoco podemos decir que tenga valor de verdad 1/2.
Porque si esa diversidad de sentidos es tan grande, lo que tenemos que hacer en esta hipótesis es responder como es necesario responder cuando un término tiene varios sentidos: con una distinción.
Cuando un término de una proposición puede entenderse en varios sentidos, de tal manera que no tenemos en realidad una sola proposición, sino varias ambiguamente confundidas en una, es improcedente darle a esa frase, sin distinguir, un valor de verdad.
Sobre todo, porque es posible que tomada en uno de esos sentidos, la proposición sea verdadera, y tomada en el otro, falsa.
En esta hipótesis, entonces, a la pregunta: ¿cuál es el valor de verdad de "X es ente" cuanto X es solamente en potencia?, debemos responder así: "Si por "ente" se entiende el ente en acto, 0; si por "ente" se entiende el ente en potencia, 1".
En la lógica formalizada, creo que me has dicho, no se puede hacer distinciones dentro del sentido de un único símbolo o término. Pues ahí está el problema. No se puede expresar un término análogo en un lenguaje que exige que todos sus términos sean unívocos, y no se puede tampoco responder a una pregunta que exige ser respondida con una distinción en un lenguaje que no permite hacer distinciones.
Saludos cordiales.
me he pasado toda la hora de la comida leyendo toda la conversación, y como he tomado notas me ha salido un toxo inmenso que, como la lectura, ha sido hecho en diagonal, y como ya no tengo tiempo :( solo pondré la anécdota de un profe mio de computación (que se declaraba ferviente discípulo de Alfredo Deaño), que siempre decía cuando salía alguna veleidad 'filosofica' por nuestra parte:
"la lógica (strictu sensu apofantico) es maravillosa, pero tan solo un juego, no hagan demasiado caso de sus interpretaciones"
para acabar rematando:
"La lógica solo sirve para construir puertas [lógicas] y fabricar chips semiconductores"
Saludo,
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Es que sería bueno por un momento al menos olvidarse un poco de los chips y los semiconductores (cosas excelentes) para entender bien qué es la lógica y qué es la filosofía en general.
Por ejemplo, leer algún diálogo de Platón. Muchos han observado que en la vida hay bastantes más cosas que las computadoras, que además son muy recientes.
Saludos cordiales.
Lo que veo con mucho asombro, es que te toca lidiar con quienes sostienen los mismos errores ¡que refutó Aristóteles hace dos milenios y medio! Se ve que la ignorancia filosófica es epidemia. Si quienes promueven la increíble "lógica borrosa" leyesen a Aristóteles, creo que se les caería la cara de vergüenza por haber parido semejante insensatez.
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Es que en Filosofía el almanaque es un instrumento de un valor totalmente secundario, y las mismas posiciones, sustancialmente, se enfrentan a lo largo de los siglos. Lo único que podía mejorar a Aristóteles es la luz de la Revelación divina, por eso queremos tener por guía a Santo Tomás de Aquino.
Saludos cordiales y felices Pascuas.
"Decir, en efecto, que el Ente no es o que el no-ente es, es falso, y decir que el Ente es y que el no-ente no es, es verdadero; de suerte que también el que dice que algo es o que no es, dirá verdad o mentira."
(O sea, no hay otra alternativa entre ser y no ser, y por tanto, no hay otra alternativa que decir verdad o mentira respecto de un problema cualquiera).
"Pero ni se dice que el Ente no es o que es, ni que el no-ente es o que no es. Además, o bien en medio de los términos de la contradicción habrá algo como lo gris en medio de lo negro y lo blanco, o como lo que no es ni uno ni otro en medio de hombre y caballo. Si, en efecto, lo hay así, no puede haber cambio (pues se cambia desde lo no bueno hacia lo bueno o desde esto hacia lo no bueno); pero lo cierto es que siempre parece haber cambio (pues no hay cambio sino hacia los opuestos e intermedios)."
(O sea, el cambio es desde el no ser de algo, hacia su ser. Pero si entre el ser y el no ser puede haber otra cosa, el cambio sería desde esa otra cosa, y no desde el no ser de algo, hacia el ser de ese algo, lo que es absurdo).
"Pero, si hay algo intermedio, también entonces puede haber cierta generación hacia lo blanco no desde lo no blanco; pero el hecho es que no se ve que la haya."
(O sea, lo mismo de arriba: si pudiese haber algo intermedio entre el no ser y el ser, el pasaje hacia el ser blanco no se haría desde el no ser blanco, lo que es absurdo.)
"Además, todo lo pensado o entendido, o lo afirma o lo niega la mente —y esto es evidente por la definición— cuando dice verdad o mentira; cada vez que compone de tal modo, afirmando o negando, dice verdad, y cada vez que compone de tal otro modo, dice mentira."
(O sea: la mente no puede hacer otra cosa con un sujeto y un predicado que unirlos o separarlos. En el primer caso afirma, en el segundo, niega, y en ambos casos, o en la realidad las cosas van unidas o separadas, y por tanto, o dice verdad o dice falsedad, sin tercera posibilidad.)
"Y todavía, es preciso que haya algo además de todas las contradicciones, si no se habla por hablar; por consiguiente, alguien podrá decir algo que ni es verdad ni no verdad, y habrá algo además del Ente y del no-ente, de suerte que también habrá algún cambio además de la generación y la corrupción."
(Es decir, si es verdad que hay una tercera posibilidad entre ser y no ser, eso debe aplicarse a todas las oposiciones contradictorias: habrá algo que no será verdad ni dejará de serlo, y algo que no será ente ni dejará de serlo, lo que es absurdo.)
"Más aún, en cuantos géneros la negación introduce el término contrario, incluso en éstos habrá algo intermedio; por ejemplo, en los números, un número que no será ni impar ni no impar; pero esto es imposible, como es evidente por la definición."
(Igual que arriba: habría algo que no sería ni par ni impar, lo que es obviamente absurdo).
"Además, se procederá al infinito, y los entes serán no sólo tres, sino en mayor número. Pues nuevamente será posible negar este ente intermedio en orden a la afirmación y a la negación, y este nuevo término será algo, pues su substancia es otra."
(Obviamente, tampoco tendría que excluirse entonces la posibilidad de un cuarto entre el primero o el segundo y el tercero no excluido, y de un quinto entre cualquier de los tres primeros y el cuarto, y así “in infinitum”. Con la consecuencia de que la negación queda anulada, porque lo que no es B no queda confinado fuera de B mismo, ya que “fuera de B” y “no B” es lo mismo. Si entre cada cosa y lo que ella no es ponemos otra, entramos en un retroceso al infinito que en el límite tiene la eliminación de esa cosa misma, pues es inevitable que lo que queda fuera del no ser de algo esté dentro de su ser).
"Y todavía, cuando, preguntado alguien si algo es blanco, diga que no, ninguna otra cosa niega sino el ser; y el no ser es una negación."
(O sea, como recién se dijo, negar algo es negar el ser de una cosa y por tanto afirmar su no ser, por lo que es absurdo que algo no sea A y tampoco sea No A).
Saludos cordiales.
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Néstor:
Contra tu primer argumento: la lógica no clásica no dice que el ente no es o que es, sino que dice en cuantos sentidos algo es y (conjunción) en cuantos sentidos no es. Parece que no te das cuenta de que son distintos sentidos, por lo que es imposible que haya contradicción alguna. Tampoco dice la lógica no clásica que el no-ente es o que no es, sino que dice en cuántos sentidos algo no es y (conjunción) en cuántos sentidos es, si es el caso de que sea en algún sentido. Son distintos sentidos, no puede haber contradicción en absoluto, por tanto puede haber tantos valores a la vez como cada uno de los sentidos del ser que descubramos (exactamente lo mismo que en el lenguaje natural). Recuerda que en las matrices, antes de ser multiplicadas, sólo había dos valores para cada sentido del ser. Por lo tanto se respeta escrupulosamente lo que Aristóteles aconseja.
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No. Una cosa son los distintos sentidos de “ser” y otra que haya otros valores de verdad distintos de “verdadero” y “falso”.
Más bien, lo correcto es decir que para cada distinto sentido de “ser” hay dos posibilidades: la cosa es o no es, según ese sentido particular de “ser”, y entonces, hay también dos posibilidades para la proposición: o afirma o niega que la cosa es según ese particular sentido de “ser”. Y entonces, hay sólo cuatro casos posibles, que arrojan solamente dos valores de verdad:
1) La cosa es, según ese particular sentido de “ser”, y se afirma que es, según ese sentido de “ser”: la proposición es verdadera.
2) La cosa es, según ese particular sentido de “ser”, y se niega que la cosa sea, según ese sentido de “ser”: la proposición es falsa.
3) La cosa no es, según ese particular sentido de “ser”, y se afirma que la cosa es, según ese sentido de ser: la proposición es falsa.
4) La cosa no es, según ese particular sentido de “ser”, y se niega que la cosa sea, según ese sentido de “ser”: la proposición es verdadera.
No es esto, obviamente, lo que dicen las lógicas que afirman otros valores de verdad distintos de “verdadero” y “falso”. En particular, no dicen esto las que sostienen que hay una infinidad de grados de “verdadero”.
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Tu argumentación, por tanto, sigue siendo un brindis al Sol. No me descubres nada nuevo, ni a mí, ni a los difusos. Y es que, no puede haber contradicción, por ejemplo, entre ser ente y ser ente en potencia. Tampoco puede haber contradicción entre ser ente en acto y ser accidente, etc.
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Por supuesto que no puede haberla, y por eso una lógica que pudiese simbolizar esos distintos sentidos de “ser” no caería por ese lado en ninguna contradicción. Mientras no se logre una tal simbolización, hay que decir que hay proposiciones fundamentales de la Metafísica que no pueden ser expresadas correctamente en una lógica simbólica, y que por el momento, y por el tiempo que haga falta, la Metafísica debe conformarse con la lógica aristotélica, en lenguaje natural, como lo ha hecho durante los últimos 2500 años.
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Contra tu segundo argumento he de señalar que tampoco viene a cuento por la misma causa. Las lógicas no clásicas jamás dicen que algo es y no es en el mismo sentido, por tanto no parece hacer a dos predicados contradictorios verdaderos; Ni que haya intermedios entre dos predicados contradictorios, por lo que no parece que ambos predicados contradictorios sean falsos a la vez. Lo que defiende es que hay muchos valores de verdad, tantos como sentidos del ser hay y estos valores de verdad no se presentan de uno en uno, sino todos a la vez porque los objetos de la realidad cuentan con todos estos sentidos del ser a la vez.
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La tesis de que hay varios grados de “verdadero” lleva a negar el principio de no contradicción, porque hay que suponer siempre la otra tesis, la de la indivisibilidad de los conceptos.
Según esta última tesis, un predicado, formalmente considerado como tal concepto y tal predicado, no se puede tener “en parte”. No se puede ser “en parte perro”.
Decir que algo es un perro con una parte, solamente, de la comprensión de “perro”, por la indivisibilidad de los conceptos, es decir que eso no es un perro, sino, por ejemplo, un gato, que también es mamífero, carnívoro, etc., o un alce, que no es carnívoro, pero sí mamífero, cuadrúpedo, etc.
Pero si hay grados de “verdadero”, entonces se debería poder ser “en parte perro”, porque en algunos casos, “Fido es un perro” tendría un valor de 0,60, en otros casos, de 0,70, y en otros casos, de 0, 40.
Y eso querría decir, según los “borrosos”, que en cada caso “Fido” tiene una pertenencia de 0,60; 0,70, y 0,40, respectivamente, al conjunto de los “perros”, siendo 1 la pertenencia completa.
Y eso, por la relación que hay entre extensión y comprensión de los conceptos, querría decir que a Fido se le aplica en cada caso 0, 60 partes de la comprensión de “perro, o 0,70 partes, o 0,40 partes de esa comprensión, siendo 1 la comprensión completa de “perro”.
Lo cual implica, por lo recién dicho, que en esos casos “Fido es un perro” no es “algo verdadera”, sino “falsa”.
De la indivisibilidad de los conceptos, entonces, se sigue que para toda proposición hay solamente dos valores de verdad posibles: 1 (verdadero) y 0 (falso).
Afirmar que hay proposiciones que no son ni 1 ni 0 es decir que hay proposiciones que no son ni verdaderas ni falsas, y eso es negar el principio de bivalencia, y por tanto, el de tercero excluido, del que aquel deriva, y por tanto, el de no contradicción, al que el último se reduce.
En efecto, lo que viene a decir el principio de tercero excluido es que un predicado pertenece o no pertenece a un sujeto dado, y eso, a la luz de la indivisibilidad de los conceptos, quiere decir que o toda la comprensión del predicado se da en la realidad en el sujeto, y la proposición es verdadera, o no toda la comprensión del predicado se da en la realidad en el sujeto, y la proposición es falsa. Y no hay otra posibilidad: toda o no toda.
Afirmar grados de “verdadero”, va directamente, por tanto, contra el principio de tercero excluido.
Y negar el principio de tercero excluido es negar el principio de no contradicción, porque implica afirmar que hay algo que ni es A ni deja de ser A. Lo que equivale a decir que “es verdad que X no es A y no es verdad que X no es A”, o sea, una contradicción.
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Las queridas distinciones medievales, tan numerosas en el lenguaje natural tomista, se presentan siempre expresadas en el lenguaje formal de la lógica no clásica, jamás en el lenguaje formal de la lógica clásica que sólo es capaz de tratar al ser unívocamente. Indudablemente, el lenguaje formal de la lógica no clásica es más semejante al lenguaje natural que el rácano lenguaje formal de la lógica bivalente. Desde el principio he venido señalando que en la lógica formalizada bivalente (lógica clásica) no se puede hacer distinciones; pero en lógica difusa se hacen todas las distinciones: las necesarias para el caso concreto, y también el resto de distinciones que no son necesarias para el caso. Es un lenguaje sumamente rico pues admite todos los sentidos del ser a la vez. Eso sí¬, conviene que este lenguaje sea bien interpretado (ya hemos comprobado que no podemos formalizar de la misma manera a Aristóteles que a Santo Tomás, pues interpretan de distinta manera el ser en potencia).
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Asignar el mismo símbolo a distintos sentidos de un concepto, y variar los “grados de verdad” de las proposiciones resultantes según el sentido que se quiera expresar, no es “hacer distinciones”. En una distinción, tanto en Aristóteles como en Santo Tomás, los distintos sentidos de la proposición, según los distintos sentidos de alguno de sus términos, son siempre verdaderos (1) o falsos (0).
Además, no hemos comprobado nada, aún, acerca de la supuesta manera diferente de entender el ente en potencia en Aristóteles y Santo Tomás.
Lo que sí ha sucedido es que no has dicho nada del texto de Aristóteles en defensa del principio de tercero excluido que he citado, luego de que has dicho que:
“Por esto mismo el lenguaje de las lógicas no clásicas son más fieles a Aristóteles y a Santo Tomás que tu obsesión por la exclusividad de un único sentido del ser que nos aboca a la insuficiencia del lenguaje que tenía Parménides para hablar del ser. (…) Te niegas, igual que se negaba Parménides, a renunciar al principio de tercero excluido. Es cierto que ambos son entes, pero te olvidas de señalar que lo son en distinto sentido, y eso te aleja de la verdad tanto como le alejaba a Parménides.”
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Y en tercer lugar: si ante la respuesta a la pregunta ¿cuál es el valor de verdad de "X es ente" cuanto X es solamente en potencia?, debemos responder así: "Si por "ente" se entiende el ente en acto, 0; si por "ente" se entiende el ente en potencia, 1". Y si "Si por "ente" se entiende el ente en acto, 0; si por "ente" se entiende el ente en potencia, 1" hemos quedado en que vale lo mismo que 1/2, hemos formado un silogismo disyuntivo que cualquiera puede resolver. Cuestión de nombres como: Si Alejandro significa salvador de hombres, y Alex es la simplificación de Alejandro, Alex debe significar salvador de hombres. No entiendo dónde está el problema a tus dudas.
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No hemos quedado en nada, y no veo de dónde has sacado que hemos quedado en algo. Además, no se ve aquí de qué proposición estás hablando, que tendría el supuesto valor de 1/2.
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En fin, sigues sin explicar porqué en lenguaje natural no es contradictorio pero en lenguaje formal sí, cuando ambos tienen la misma estructura.
Saludos.
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En definitiva, sin nuevos argumentos distintos de éstos, ya respondidos hasta la saciedad, no se volverán a publicar mensajes tuyos.
Saludos cordiales.
X es igual a sí mismo, y X no puede ser distinto a sí mismo.
Si X igual a Y entonces X no distinto a Y.
Si X no igual a Z, entonces X distinto a Z.
También el del tercero excluido, enunciado como:
X es un valor de un conjunto discreto, en el que cave el valor no definido, indeterminado, otro conjunto o incluso una función o algoritmo.
El cómo computar esto en realidad es sencillo: El tipado. (Nota: Tipo es lo mismo que clase)
Un valor está compuesto por un dato y su tipo, y por cierto, tan importante es el dato como el tipo.
La ausencia de valor también es un valor: El tipo es nil/null/None, y el dato se transforma a numérico como cero.
un conjunto de valores ordenados o no, también es un valor.
Un algoritmo también es un valor: El tipo es función/lambda, y el dato es la especificación del algoritmo (o más bien la ubicación de donde encontrarlo).
Una excepción también es un valor: Indica un fallo en una operación. El tipo contiene la clase de excepción (ej: intento de división por cero, tipos incompatibles, etc), y el dato, el valor que la probocó.
Toda operación da como resultado un valor, es decir, un dato con su correspondiente tipo.
Si X e Y son de tipos distintos, no se puede operar con ellos sin transformar sus datos a un tipo común, siempre en el sentido que menos información se pierda. Por ejemplo, para sumar números enteros con números reales, primero hay que convertir ambos a números reales, y el resultado será un número real. Esta transformación se puede hacer implicita o explícitamente.
Si X no es transformable al tipo de Y, e Y no es transformable al tipo de X, entonces son necesariamente distintos, aunque los datos sean idénticos.
No obstante pueden estár definidos algoritmos de relación entre tipos distintos, para comprobar igualdad , relaciones (menor qué, mayor qué), o pertenencia al conjunto, que no precisen de transformación de los valores.
Así pues, Mucho, poco, grande, pequeño, etc, son valores implementados bien como conjuntos, especificaciones de rangos, o funciones (algoritmos). En cualquier caso, son valores dependientes del contexto, o indefinidos si no hay un contexto de referencia.
si X es igual a "mucho", Y es igual a "mucho", y Z es igual a "poco", entonces X es igual a Y, X es distinto a Z, e Y es distinto a Z, , y también, X e Y son cada uno mayor que Z, aunque no se conozca qué significa "mucho" o "poco".
Palabra de un programador: Es muy ineficiente tratar a un "mucho" como un "casi 1" y "poco" como un "casi 0", etc, pues date cuenta que así defines un número muy alto pero siempre insuficiente de excepciones para cada regla; Así no se pueden cubrir todos los casos con algoritmos genéricos, puesto que hay que prever todas las convinaciones posibles... Es del todo inviable.
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Es interesante poder refrescar de cuando en cuando la convicción de que uno no entiende el lenguaje de los programadores.
Saludos cordiales.
En relación al debate sobre los colores que tiene usted con Renzo, y no sé si con alguien más, quisiera comentar algo que me parece relevante. Hace relativamente poco hubo una polémica en en internet sobre una fotografía de un vestido que aproximadamente la mitad de la población veía azul y negro y aproximadamente la otra mitad veía blanco y dorado. Posteriormente se dió una explicación científica del fenómeno, que puede encontrar en internet, por ejemplo, aquí: www.abc.es/ciencia/20150228/abci-vestido-azul-blanco-201502271934.html. Como sé que prefiere tener los argumentos en el comentario en lugar de usar enlaces, le copio y pego las partes relevantes del artículo:
"Los colores «no existen», son percepciones subjetivas de los observadores. En este caso, la iluminación de la fotografía altera la sensación de color en algunas personas. (...) «Los colores en realidad no existen, son percepciones», explica Jordi Monés, médico oftalmólogo y retinólogo y director del Instituto de la Mácula y de la Retina. Es decir, que las cosas por sí solas no tienen un color. «El que las veamos de un color u otro depende de cómo sea nuestro detector (la retina) y de todo lo que nuestro cerebro haya aprendido a lo largo de la vida». (...)
"Pues bien, existe un sinfín de variaciones que pueden alterar la retina, como la edad, enfermedades genéticas como el daltonismo o la composición del líquito interno del ojo, que pueden cambiar la forma que tenemos de percibir esas imágenes. Tal como explica Monés, todo el proceso «es un fenómeno totalmente cerebral y muy mediatizado por pequeños matices» que determinan que sea imposible que dos personas vean un mismo objeto de la misma forma. Más allá del vestido, el lector podrá comprobar en un ambiente bien iluminado que percibe el entorno de distinta forma abriendo primero el ojo izquierdo y luego solo el derecho, o después de haber estado a oscuras o deslumbrado por la luz del sol.
"Resulta también que el sistema visual es capaz de distinguir más matices entre los tonos claros. Esto podría arrojar pistas a por qué el famoso vestido es azul para unos y blanco para otros. Y es que la fotografía original está saturada de luz y cerca de un umbral en el que el brillo de la tela azul puede ser interpretado como blanco por parte de algunas personas, cosa que no ocurre con fotografías de calidad del mismo vestido. (...)
"«El sistema visual no está diseñado para realizar valoraciones absolutas, sino más bien para hacer comparaciones», escribe un grupo de científicos en «Fundamentos Biológicos de la Conducta». Según desarrollan más adelante, el contexto o el fondo que hay en una imagen influye en cómo percibimos los colores y las formas que vemos en el frente. Esto hace que para nosotros no sea la intensidad absoluta de la luz que proviene de un objeto lo que le haga parecer brillante u oscuro, sino que es la intensidad relativa de la luz viniendo del objeto en relación con el ambiente que le rodea lo que permite la percepción de ese objeto. Igualmente, el color que nosotros percibimos de un objeto depende mucho de los colores que le rodean». Buena prueba de ello son algunas ilusiones ópticas que se pueden encontrar en internet. En algunas de ellas, el cerebro colorea los tonos de acuerdo al entorno de sombras que les rodea."
Según este artículo, entonces, parece que los colores son algo totalmente subjetivo. A mí me gustaría pensar que los colores existen en las cosas y que son tal y como los vemos, pero no sé que decir ante estas argumentaciones. Tal ve usted pueda responderlas.
Reciba un cordial saludo:
Juan G. C.
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En el tema de la objetividad de los colores hay que tener presentes varias cosas:
1) Un mismo color puede darse según diversos grados o tonalidades.
2) Una misma tonalidad de un color puede estar sometida a distintas iluminaciones.
3) Una misma tonalidad de un color, sometida a la misma iluminación, puede ser captada por órganos visuales con tal o cual configuración, y dentro de cada configuración, más o menos sanos o más o menos enfermos.
Estas cuatro fuentes de variedad aparecen mezcladas en el resumen que Ud. me envía.
Ahora bien, ninguna de las cuatro, ni las cuatro juntas, sirven para argumentar que los colores no están en las cosas, sino que pueden entenderse perfectamente en la hipótesis de que los colores están en las cosas, y que lo que nosotros percibimos de ellos es el resultado de la combinación de los colores reales con esos cuatro factores y capaz que algún otro.
De un modo análogo a como decimos que la figura de la estatua del David, por ejemplo, está en la estatua misma, aunque es claro que según la distancia y el ángulo desde el cual yo mire la estatua, voy a ver cosas "distintas".
¿Cuál es la figura "absoluta" del David? ¿La que se ve de frente a tres metros, de costado a 10 metros, desde arriba a 1 metro?
A nadie se le ocurre por eso decir que la figura del David no existe o que es algo subjetivo.
En el fondo da la impresión de que estos autores persiguen un fantasma de "objetividad absoluta" que consiste en trasladar a las percepciones sensibles las características que corresponden solamente a los conceptos inteligibles.
Saludos cordiales.
"Pues nos encontramos que la bondad, la veracidad, la nobleza y otros valores se dan en las cosas. En unas más y en otras menos. Pero este más y este menos se dice de las cosas en cuanto que se aproximan más o menos a lo máximo. Así, caliente se dice de aquello que se aproxima más al máximo calor."
Se trata, no hace ni falta decirlo, de la 4ª vía de Santo Tomás de Aquino. ¿Qué bula tiene este santo doctor para que le permitas (y te cito) "confundir la comprensión de un concepto con la magnitud cuantitativa de la realización de ese concepto" tal y como tú crees que hace la lógica difusa?
Y aunque se me tache de soberbia ¿no será que los lógicos sí que leen detenidamente a Aristóteles y a Santo Tomás a diferencia de lo que Ricardo de Argentina y tú creéis?
Saludos.
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Precisamente, lo que hace Santo Tomás en ese pasaje es NO CONFUNDIR los grados de participación en una perfección con grados de la perfección misma, es decir, con grados de la comprensión de su concepto.
Por ejemplo, "bueno" para Santo Tomás y Aristóteles es "aquello que todos apetecen". Cuando Santo Tomás habla de grados de bondad, obviamente, se trata siempre de "bondad", o sea, de "aquello que todos apetecen", y no está diciendo que en un caso sea "aquello que algunos apetecen", o "aquello que todos al menos toleran".
O cualquier otra cosa, por ridícula que sea, que pueda entenderse como afirmar grados en la comprensión de "bueno".
Así que efectivamente, a Santo Tomás hay que leerlo con más detenimiento.
Saludos cordiales.
En fin, si no quieres debatir, adiós, pero ni por un segundo creas que me has llegado a demostrar nada. Las matrices originales demuestran que respeta el principio de no contradicción a pesar de que no se respete el principio de tercero excluido. Ambos principios, por tanto son independientes entre sí.
Saludos.
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El principio de tercero excluido dice que dos proposiciones contradictorias no pueden ser ambas falsas. La negación de ese principio, por tanto, dice que dos proposiciones contradictorias pueden ser ambas falsas.
Sería posible, entonces, que "A" fuese falso y "No A" también fuese falso.
Pero afirmar que "A" es falso, equivale a negar "A", porque una proposición es falsa cuando la realidad NO ES como dice la proposición en cuestión, ahora bien, negar "A" es decir que es verdad que A no es, y eso es lo mismo que decir que "No A" es verdadero.
"No A", entonces, sería a la vez verdadero y falso. Pero como lo que es falso no es verdadero, "No A" sería a la vez verdadero y no verdadero: caería el principio de no contradicción.
Para ver, entonces, cómo el principio de tercero excluido se reduce al de no contradicción, de modo que negar aquél es negar éste, hay que suponer la definición de "verdadero" y "falso", como lo adecuado y no adecuado a la realidad respectivamente, y el carácter afirmativo, en un sentido, de toda proposición, pues decir "No llueve" es decir "Es verdad que no llueve", de modo que en general la negación es la afirmación, no de lo negado, sino de la negación misma.
Saludos cordiales.
"De modo que es evidente que no necesariamente, de toda afirmación y negación opuestas, ha de ser una verdadera y la otra falsa". De interpretacione 19b, 1.
Pero la cosa no se limita a esto:
"puede ser verdadera una más bien que la otra, pero no verdadera o falsa ya". De interpretatione 19a, 28.
Es decir, puede que la una sea más verdadera que la otra sin llegar a serlo; y la otra lo contrario, puede ser más falsa sin llegar a serlo. El siguiente fragmento apostilla lo dicho y lo amplía:
"sino que unas son o llegan a ser cualquier cosa al azar y ni la afirmación ni la negación son en nada más verdaderas, y en otras es más verdadera y se da en la mayoría de los casos una de las dos cosas, pero cabe, desde luego, que suceda también la otra en vez de la primera" De interpretatione 19a, 20
Este último fragmento no meniciona un único valor de verdad intermedio, sino un número indefinido que clasifica en tres subconjuntos conjuntos: igualmente verdaderos, más verdaderos el uno que el otro y su respectiva menos verdadera el uno que el otro.
Todo esto es lógico, pues no puede haber adecuación sobre lo que aún es en potencia y no ha llegado a ser. Negar "A" no implica afirmar "no A"
Sigo sin saber porqué es correcto lo de Aristóteles y Santo Tomás, pero no lo de los "difusos" que no se salen una micra de lo que ellos dicen.
Saludos a los que afirman que no leo a Aristóteles ni a Sato Tomás y a tí también Néstor.
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Me ha parecido mejor tratar este tema en un "post", que acabo de publicar.
Saludos cordiales.
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