26.03.10

1029 - MASSIMO INTROVIGNE: PEDOFILIA. MIENTE EL NEW YORK TIMES.

MASSIMO INTROVIGNE: PEDOFILIA. MIENTE EL NEW YORK TIMES.

Fuentes: The New York Times; CENSUR y Zenit, 25-03-10

"¿De cuántos de estos "descubrimientos" tenemos aún necesidad para darnos cuenta de que el ataque contra el Papa no tiene nada que ver con la defensa de las víctimas de los casos de pedofilia (…) sino que intenta desacreditar a un Pontífice y a una Iglesia que molestan a los lobbies por su eficaz acción de defensa de la vida y de la familia?"

¿Quiénes aportan al libreto del New York Times? ¿Qué conexión existe entre el lobby anticatólico que representa ese periódico y los grupos de "disidentes católicos" que no están en comunión con la Iglesia?

Massimo Introvigne, Director del CESNUR (Centro studi sulle nuove religioni), sale al paso frente a otro intento de enlodar a Benedicto XVI (vid. NG 1028). Una vez más el New York Times y la prensa mundial que le hace coro, son instrumento de las logias y los lobbies anticatólicos. Basados en la traducción de Zenit, publicamos la declaración de Introvigne:

El lobby laicista contra el Papa. El gran bulo del New York Times

"Si hay un periódico que me viene a la mente cuando se habla de lobbies laicistas y anticatólicos, este es el New York Times. El 25 de marzo de 2010, el diario de Nueva York ha confirmado esta vocación suya con un increíble bulo relativo a Benedicto XVI y al cardenal secretario de Estado Tarcisio Bertone.

"Según el diario, en 1996 los cardenales Ratzinger y Bertone habrían ocultado el caso, señalado a la Congregación para la Doctrina de la Fe por la arquidiócesis de Milwaukee, relativo a un cura pedófilo, Lawrence Murphy. Increíblemente -tras años de precisiones y después de que el documento fue publicado y comentado ampliamente en medio mundo, revelando las falsificaciones y los errores de traducción de los lobbies laicistas- el New York Times acusa ahora a la instrucción Crimen sollicitationis de 1962 (en realidad, segunda edición de un texto de 1922) de haber sido usada para impedir que el caso Murphy fuese denunciado a las autoridades civiles.

"Los hechos son un poco distintos. Alrededor de 1975 Murphy fue acusado de abusos particularmente graves y desagradables en un colegio para menores sordos. El caso fue inmediatamente denunciado a las autoridades civiles, que no encontraron pruebas suficientes para proceder contra Murphy. La Iglesia, en esta cuestión más severa que el Estado, continuó sin embargo con persistencia indagando sobre Murphy y, dado que sospechaba que fuese culpable, a limitar de diversos modos su ejercicio del ministerio, a pesar de que la denuncia contra él hubiese sido archivada por la magistratura correspondiente.

"Veinte años después de los hechos, en 1995 -en un clima de fuertes polémicas sobre los casos de los "curas pedófilos"- la archidiócesis de Milwaukee consideró oportuno señalar el caso a la Congregación para la Doctrina de la Fe. El señalamiento era relativo a violaciones de la disciplina de la confesión, materia de competencia de la Congregación, y no tenía nada que ver con la investigación civil, que se había llevado a cabo y que había concluido veinte años antes. Se debe también observar que en los veinte años precedentes a 1995 no había habido ningún hecho nuevo, o una nueva acusación hacia Murphy. Los hechos de los que se discutía eran aún aquellos de 1975. La archidiócesis señaló también a Roma que Murphy estaba moribundo. La Congregación para la Doctrina de la Fe ciertamente no publicó documentos y declaraciones veinte años después de los hechos, sino que recomendó que se continuase limitando las actividades pastorales de Murphy y que se le pidiese que admitiera públicamente sus responsabilidades. Cuatro meses después de la intervención romana, Murphy murió.

"Este nuevo ejemplo de periodismo basura confirma cómo funcionan los "pánicos morales". Para enfangar a la persona del Santo Padre se remueve un episodio de hace treinta y cinco años, conocido y discutido por la prensa local ya a mitad de los años 70, cuya gestión -en cuanto era de su competencia y un cuarto de siglo después de los hechos- por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe, fue canónica y moralmente impecable, y mucho más severa que la de las autoridades estatales americanas. ¿De cuántos de estos "descubrimientos" tenemos aún necesidad para darnos cuenta de que el ataque contra el Papa no tiene nada que ver con la defensa de las víctimas de los casos de pedofilia -ciertamente graves, inaceptables y criminales, como Benedicto XVI ha recordado con tanta severidad- sino que intenta desacreditar a un Pontífice y a una Iglesia que molestan a los lobbies por su eficaz acción de defensa de la vida y de la familia?"

Nota del editor de Noticias Globales:

El "caso Murphy" entre 1977 y 2002, fue competencia del entonces arzobispo de Milwaukee, Mons. Rembert G. Weakland, oprobio para la Iglesia. El diario de New York ha dedicado a Weakland numerosos y grandes espacios. El arzobispo dimisionario sigue siendo, a pesar de todo, elogiado en ámbitos de la "disidencia católica". Entonces, cabe preguntarse: ¿Quiénes aportan al libreto del New York Times? ¿Qué conexión existe entre el lobby anticatólico que representa ese periódico y los grupos de "disidentes católicos" que no están en comunión con la Iglesia? FIN, 26-03-10

24.03.10

1028 - MARCELLO PERA: GUERRA AL CRISTIANISMO.

MARCELLO PERA: GUERRA AL CRISTIANISMO.

Fuente: Corriere della Sera, Milán, 17-03-2010

Esta guerra al cristianismo no sería tan peligrosa si los cristianos la advirtiesen

Por su especial interés damos a conocer una carta al director del periódico Corriere della Sera firmada por Marcello Pera. Pera es Senador de la República Italiana y profesor de filosofía, no es católico. Escribió diversos libros sobre la identidad cristiana de Europa, entre los que destacan: Senza radici, Pera, Marcello y Ratzinger, Joseph, Ed. Mondadori, Milano 2004; Perché dobbiamo dirci cristiani, Ed. Mondadori, Milano 2008, con prefacio del Papa Benedicto XVI.

Una agresión al Papa y a la democracia

Carta al director de Marcello Pera (Corriere della Sera, Milán, 17-03-2010, pag. 23). (Hemos resaltado algunos párrafos de la carta en negritas).

Estimado director:

La cuestión de los sacerdotes pedófilos u homosexuales desencadenada últimamente en Alemania tiene como objetivo al Papa. Pero se cometería un grave error si se pensase que el golpe no irá más allá, dada la enormidad temeraria de la iniciativa. Y se cometería un error aún más grave si se sostuviese que la cuestión finalmente se cerrará pronto como tantas otras similares. No es así. Está en curso una guerra. No precisamente contra la persona del Papa ya que, en este terreno, es imposible. Benedicto XVI ha sido convertido en invulnerable por su imagen, por su serenidad, su claridad, firmeza y doctrina. Basta su sonrisa mansa para desbaratar un ejército de adversarios.

No, la guerra es entre el laicismo y el cristianismo. Los laicistas saben bien que, si una mancha de fango llegase a la sotana blanca, se ensuciaría la Iglesia, y si fuera ensuciada la Iglesia lo sería también la religión cristiana. Por esto, los laicistas acompañan su campaña con preguntas del tipo «¿quién más llevará a sus hijos a la Iglesia?», o también «¿quién más mandará a sus chicos a una escuela católica?», o aún también «¿quién hará curar a sus pequeños en un hospital o una clínica católica?».

Hace pocos días una laicista ha dejado escapar la intención. Ha escrito: «La entidad de la difusión del abuso sexual de niños de parte de sacerdotes socava la misma legitimidad de la Iglesia católica como garante de la educación de los más pequeños». No importa que esta sentencia carezca de pruebas, porque se esconde cuidadosamente «la entidad de la difusión»: ¿uno por ciento de sacerdotes pedófilos?, ¿diez por ciento?, ¿todos? No importa ni siquiera que la sentencia carezca de lógica: bastaría sustituir «sacerdotes» con «maestros», o con «políticos», o con «periodistas» para «socavar la legitimidad» de la escuela pública, del parlamento o de la prensa. Lo que importa es la insinuación, incluso a costa de lo grosero del argumento: los sacerdotes son pedófilos, por tanto la Iglesia no tiene ninguna autoridad moral, por ende la educación católica es peligrosa, luego el cristianismo es un engaño y un peligro.

Esta guerra del laicismo contra el cristianismo es una batalla campal. Se debe llevar la memoria al nazismo y al comunismo para encontrar una similar. Cambian los medios, pero el fin es el mismo: hoy como ayer, lo que es necesario es la destrucción de la religión. Entonces Europa, pagó a esta furia destructora, el precio de la propia libertad. Es increíble que, sobre todo Alemania, mientras se golpea continuamente el pecho por el recuerdo de aquel precio que ella infligió a toda Europa, hoy, que ha vuelto a ser democrática, olvide y no comprenda que la misma democracia se perdería si se aniquilase el cristianismo.

La destrucción de la religión comportó, en ese momento, la destrucción de la razón. Hoy no comportará el triunfo de la razón laicista, sino otra barbarie. En el plano ético, es la barbarie de quien asesina a un feto porque su vida dañaría la «salud psíquica» de la madre. De quien dice que un embrión es un «grumo de células» bueno para experimentos. De quien asesina a un anciano porque no tiene más una familia que lo cuide.

De quien acelera el final de un hijo porque ya no está consciente y es incurable. De quien piensa que «progenitor A» y «progenitor B» es lo mismo que «padre» y «madre». De quien sostiene que la fe es como el coxis, un órgano que ya no participa en la evolución porque el hombre no tiene más necesidad de la cola y se mantiene erguido por sí mismo.

O también, para considerar el lado político de la guerra de los laicistas al cristianismo, la barbarie será la destrucción de Europa. Porque, abatido el cristianismo, queda el multiculturalismo, que sostiene que cada grupo tiene derecho a la propia cultura. El relativismo, que piensa que cada cultura es tan buena como cualquier otra. El pacifismo que niega que existe el mal.

Esta guerra al cristianismo no sería tan peligrosa si los cristianos la advirtiesen. En cambio, muchos de ellos participan de esa incomprensión. Son aquellos teólogos frustrados por la supremacía intelectual de Benedicto XVI. Aquellos obispos equívocos que sostienen que entrar en compromisos con la modernidad es el mejor modo de actualizar el mensaje cristiano. Aquellos cardenales en crisis de fe que comienzan a insinuar que el celibato de los sacerdotes no es un dogma y que tal vez sería mejor volver a pensarlo. Aquellos intelectuales católicos apocados que piensan que existe una «cuestión femenina» dentro de la Iglesia y un problema no resuelto entre cristianismo y sexualidad. Aquellas conferencias episcopales que equivocan en el orden del día y, mientras auspician la política de las fronteras abiertas a todos, no tienen el coraje de denunciar las agresiones que los cristianos sufren y las humillaciones que son obligados a padecer por ser todos, indiscriminadamente, llevados al banco de los acusados. O también aquellos embajadores venidos del Este, que exhiben un ministro de exteriores homosexual mientras atacan al Papa sobre cada argumento ético, o aquellos nacidos en el Oeste, que piensan que el Occidente debe ser «laico», es decir, anticristiano.

La guerra de los laicistas continuará, entre otros motivos porque un Papa como Benedicto XVI, que sonríe pero no retrocede un milímetro, la alimenta. Pero si se comprende por qué no cambia, entonces se asume la situación y no se espera el próximo golpe. Quien se limita solamente a solidarizarse con él es uno que ha entrado en el huerto de los olivos de noche y a escondidas, o quizás es uno que no ha entendido para qué está allí.

Marcello Pera

http://www.marcellopera.it/

FIN, 24-03-10

20.03.10

1027 - USA: EL DESTAPE DEL CISMA. LOS CATÓLICOS DE OBAMA (III).

USA: EL DESTAPE DEL CISMA. LOS CATÓLICOS DE OBAMA (III).

Fuentes: Propias; Life News; en el texto y en el número anterior.

Por Juan C. Sanahuja. Viene de NG 1026

Las prestadoras católicas de servicios de salud. Las monjas aliadas de Obama. La rebelión de las monjas: investigadas por la Santa Sede; aplaudidas por The New York Times. El brazo político del cisma

Las prestadoras católicas de servicios de salud.

Desde que comenzó a estudiarse en el Congreso el proyecto de ley de reforma del sistema de salud, las tres grandes organizaciones católicas de servicios de salud -Saint Vincent de Paul, Catholic Charities USA y la Catholic Health Association- adoptaron una postura ambigua con respecto a los contenidos pro aborto del proyecto.

En concreto, las prestadoras católicas de servicios de salud evitaron definirse claramente sobre la financiación con fondos federales del aborto voluntario (a petición). Haciendo hincapié en el aspecto asistencialista de la necesidad de la reforma, ignoraron las exigencias de los obispos en cuanto al tema del aborto y la objeción de conciencia; por ejemplo, para la Hermana Simone Campbell, directora ejecutiva de NETWORK, éstos temas eran detalles insignificantes que no podían demorar a los legisladores, (vid. Life Site, 29 y 30-07-09).

Es de notar que los obispos norteamericanos desde hace años remarcan la necesidad de la reforma del sistema de salud, pero esa necesidad asistencial no puede anteponerse a principios éticos como el respeto a la vida humana y el derecho a la objeción de conciencia. (Vid. NG 993)

Las monjas aliadas de Obama

Varios medios católicos insistieron en que a las organizaciones católicas de servicios de salud les interesaban sobre todo las enormes sumas de dinero que recibirían del gobierno, de aprobarse la reforma del sistema de salud. Incluso se hicieron públicas las retribuciones de Catholic Health Association (CHA) a su directora general, la Hermana Carol Keehan y a otros de sus directivos. Los montos de dinero llaman mucho la atención si se tiene en cuenta que, al menos nominalmente, la CHA es una organización sin fines de lucro.

También creó malestar y sospecha la cercanía de la Hermana Carol Keehan al gobierno de Obama, como lo demuestran las fotos oficiales distribuidas por la Casa Blanca, (vid. Life Site, 07-08-09).

Pasaron algunos meses, hasta llegar a lo que se prevé será la votación definitiva del "proyecto del Senado" por parte de la Cámara de Representantes (vid. NG 1026). La Catholic Health Association (CHA) manifestó el 15 de marzo su pleno apoyo al proyecto, en un documento firmado por Keehan, quien se había reunido el día 3 de marzo con el presidente Obama. La posición de la CHA está en abierta oposición al rechazo del proyecto de ley por parte de la Conferencia Episcopal y muchos obispos en particular,

Como informamos (vid. NG 1026), la actitud y el documento de la Catholic Health Association fueron duramente criticados por el Cardenal George, presidente de la Conferencia Episcopal y Mons. Chaput, arzobispo de Denver, a los que se sumaron de inmediato Mons. Robert Lynch, obispo de St. Petersburg, Florida, y el arzobispo de Kansas City, Mons. Joseph Naumann.

Por su parte, adhirieron públicamente al magisterio episcopal las religiosas reunidas en el Council of Major Superiors of Women Religious (CMSWR); y la Asociación de Médicos Católicos reafirmó que el "proyecto del Senado" pretendía financiar el aborto voluntario.

La rebelión de las monjas

Sin embargo, atribuyéndose la representación de todas las religiosas norteamericanas, las monjas aglutinadas en la Leadership Conference of Women Religious (LCWR) apoyaron a la disidente Keehan y al "proyecto del Senado", es decir, apoyaron el uso de fondos federales para financiar el aborto a voluntad (a petición). Lo cierto es que a la Leadership Conference of Women Religious están afiliadas la mayoría de las familias religiosas femeninas de los Estados Unidos, pero las cuestiones de fe y costumbres no se deciden por el juego pseudo democrático de las mayorías y minorías, sino por la adhesión o el rechazo del magisterio de la Iglesia.

Investigadas por la Santa Sede; aplaudidas por The New York Times

Cabe señalar que desde 2009, la Leadership Conference of Women Religious (LCWR), está sometida a dos investigaciones por parte de la Santa Sede. Una visita apostólica ordenada por la Congregación para la Vida Consagrada y los Institutos de Vida Apostólica, para examinar el orden de vida de las religiosas, y una evaluación doctrinal ordenada por la Congregación para la Doctrina de la Fe, que debe estudiar la adhesión a la doctrina de la Iglesia de las afiliadas a la LCWR en temas como la ordenación de mujeres; la naturaleza de la Iglesia; la salvación a través de la Iglesia, las confesiones cristianas y las otras religiones; y el problema de la homosexualidad, (Life Site 22 y 24-04-09).

El grupo de monjas disidentes -más que disidentes, herejes- decidieron resistir a la visita apostólica porque, según ellas, el "Vaticano está 'fichando' a las congregaciones religiosas que están en desacuerdo con algunos aspectos de la doctrina católica, sobre todo en materia de sexualidad", (vid. Info Católica, 25-11-09, 29-01-10).

Según Life Site (18-03-10), el paradigma de la disidencia católica es la Leadership Conference of Women Religious (LCWR), a la que se subordinan la Catholic Health Association (CHA) y el grupo NETWORK (National Catholic Social Justice Lobby).

Uno de los grandes apoyos mediáticos del grupo rebelde es The New York Times, también vocero de los grupos pro-gay y pro-aborto, y actualmente motor de la ola de calumnias que pretenden involucrar a Benedicto XVI con los escándalos provocados por una mínima parte del clero católico, manipulados por los lobbies anticristianos. (Vid. por ejemplo, The New York Times, 01-07-09).

El brazo político del cisma

El brazo político del cisma son las organizaciones de pseudo católicos pro-Obama, Catholics in Alliance for the Common Good y Catholics United, que tomaron parte activa a favor de la reforma propuesta por el presidente, e incluso organizaron campañas sucias para confundir a los católicos como lo denunció Mons. Michael Bransfield, obispo de Wheeling-Charleston.

Recordemos que Catholics in Alliance for the Common Good, en contraste con lo expresado por importantes obispos, apoyó públicamente el nombramiento como secretaria de salud del gobierno de Obama de la "católica abortista" Kathleen Sebelius, entonces gobernadora de Kansas. Sabelius fue amonestada varias veces por su obispo, Mons. Joseph Naumann, arzobispo de Kansas City, hasta que éste le prohibió comulgar, (vid. NG 1012). Entre los que apoyaron abiertamente el nombramiento estuvo el teólogo liberacionista Miguel Díaz, actual embajador de los Estados Unidos en el Vaticano, y un grupo de profesores de universidades católicas, algunos de ellos sacerdotes, (vid. Life News, 04-03-09). FIN, 20-03-10

Para más datos pueden verse:

-Pro-Life Advocates Dismiss Catholic Nuns' Letter Backing Pro-Abortion Health Care

-Catholic Health Association Endorses Pro-Abortion Senate Health Care Bill

-AP Confirms Health Bill Radically Opens Federal Funds to Abortion

-Major Catholic Organizations Push for Healthcare Overhaul Despite Abortion Mandate

-Prominent Nun Ridicules Healthcare Vote Delay over "Insignificant Details"

-Catholic Organizations' Support for Health Care Reform Follows the Money Trail

19.03.10

1026 - USA: LA VOZ DE LOS OBISPOS. DESTAPE DEL CISMA. CATÓLICOS DE OBAMA.

USA: LA VOZ DE LOS OBISPOS. DESTAPE DEL CISMA. CATÓLICOS DE OBAMA.

Fuentes: Propias; CNA, 15 a 19-03-10; Life Site, 15 y 16-03-10, entre otros; Pagina web de Network.

Por Juan C. Sanahuja

La reforma del sistema de salud pública. Rechazo de los obispos. Los obispos insisten. El destape del cisma. Los católicos de Obama (II)

El 15 de marzo, el Cardenal Francis Georges, arzobispo de Chicago y presidente de la Conferencia Episcopal norteamericana, dio a conocer una declaración en la que en nombre de de todos los obispos del país, rechazó el proyecto de ley de reforma del sistema de atención de la salud (vid. NG 994), que será votado en pocos días nuevamente por la Cámara de Representantes.

La reforma del sistema de salud pública

El proyecto ley fue propuesto al Congreso por el presidente Barack Obama, de ahí que se lo llame ObamaCare. La Cámara de Representantes lo aprobó el 2 de noviembre de 2009, incluyéndole una enmienda que prohibía la financiación del aborto voluntario (a petición) con dinero del presupuesto federal, si bien dejaba en pie la financiación del aborto terapéutico y del aborto en casos de violación o incesto. (Enmienda Stupak, propuesta por el representante demócrata Bartholomew Thomas "Bart" Stupak).

El 8 de diciembre de 2009, el Senado decidió tratar el proyecto sin la enmienda Stupak, y así lo aprobó el 24 de diciembre de 2009, dejando en pie la financiación del aborto voluntario (a petición) con fondos federales. Esta versión de la reforma del sistema de atención de la salud, llamada "proyecto del Senado", volverá a ser tratada por la Cámara de Representantes dentro de pocos días.

Rechazo de los obispos

En su declaración el Cardenal Georges, dijo que los obispos rechazan el proyecto porque "el precio a pagar es muy alto" y "las pérdidas muy grandes". "Dos principios básicos preocupan a los obispos católicos: el cuidado de la salud significa cuidar de las necesidades de salud de todos, a través del respeto a la vida humana; y la expansión de la atención de la salud no debe implicar la expansión de la financiación del aborto obligando a todos los ciudadanos a pagarlos (…) por eso, los obispos sostienen que deben oponerse a menos que y hasta que se resuelvan estos graves problemas morales".

El mismo día 15 de marzo, el arzobispo de Denver, Charles J. Chaput (vid. NG 994), en su columna semanal en el Denver Catholic Register, dijo que el proyecto de ley de atención de la salud del Senado, no cumple con las mínimas normas morales y por lo tanto, no tiene el apoyo de los obispos católicos.

Tanto el Cardenal Georges como Mons. Chaput, resaltaron que "el proyecto del Senado" no asegura el derecho a la objeción de conciencia de los agentes sanitarios ni de las instituciones de salud católicas.

Los obispos insisten

De lo que no se puede acusar a la Conferencia Episcopal norteamericana y a los obispos de los Estados Unidos individualmente, es de no hablar. Tanto la Conferencia como un buen número de obispos en decenas de ocasiones han defendido públicamente la vida humana y los derechos de la conciencia, además de otros derechos sociales como el derecho a la salud de los inmigrantes. Basta ver las intervenciones del Comité de Actividades Pro Vida de la Conferencia Episcopal, muchas de ellas dirigidas directamente al Congreso para darse que la autoridad eclesiástica habló y sigue hablando, (vid. NG 993).

Estas intervenciones episcopales no se han hecho sólo una vez, como para simplemente "cumplir", sino que, el indispensable testimonio episcopal sobre la reforma del sistema de salud ha sido y es constante. Sin ir más lejos, desde octubre de 2009, en la página de Internet de la Conferencia Episcopal, hay una "alerta" dirigida a la Cámara de Representantes y al Senado, dispuesta para que cualquier ciudadano pueda acudir al Congreso reclamando que el nuevo sistema de salud respete la vida humana, y además, la misma Conferencia imprimió millones de tarjetas para que los norteamericanos pudieran firmar y enviar a las autoridades; lo mismo hicieron algunas diócesis, facilitando así la comunicación, y necesaria presión, sobre los legisladores de sus estados.

El destape del cisma

El Cardenal George y Mons. Charles Chaput, rechazaron explícitamente los argumentos favorables al "proyecto del Senado" de la Catholic Health Association (CHA) y del grupo llamado NETWORK (National Catholic Social Justice Lobby). La directora general de Catholic Health Association (CHA) es la Hermana Carol Keehan, quien el 15 de marzo publicó un comunicado apoyando la reforma de salud de Obama, que contradice todas las intervenciones episcopales.

Mons. Chaput escribe en su columna que "la característica más dolorosa en estas últimas semanas de debate, han sido los 'grupos de católicos' que, por su afán de conseguir algún tipo de acuerdo, confunden a la comunidad católica y ayudan al avance de un proyecto de ley malo. Su juicio viciado podría tener consecuencias perjudiciales para todos". Chaput acusó a esas organizaciones de "crear confusión exactamente en el momento de los católicos necesitan pensar con claridad acerca de las cuestiones pendientes en el debate sobre la asistencia sanitaria".

El arzobispo de Denver, recordó a sus lectores que el proyecto "no merece, ni tiene el apoyo de los obispos católicos en nuestro país. (…) Los católicos y todas las personas de buena voluntad, preocupadas por las bases de la dignidad humana, deben oponerse al proyecto del Senado para la reforma del sistema de salud".

El 17 de mayo, Mons. Michael Bransfield, obispo de Wheeling-Charleston, denunció una campaña tendiente a movilizar a los católicos a favor del proyecto de ley con mensajes que confunden sobre el magisterio de los obispos. La campaña es dirigida por la organización Catholic United, en nombre de la Catholic Health Association (CHA) y del grupo NETWORK. El comunicado de mons. Bransfield aclaró que Catholic United no es una asociación de la Iglesia católica, sino una organización política.

Los católicos de Obama (vid. NG 987)

Efectivamente, Catholics United, y también Catholics in Alliance for the Common Good, son organizaciones políticas aliadas de Barack Obama, la cuales forman parte de llamada izquierda católica norteamericana -"católicos disidentes"- es decir, aquellos pseudo católicos que no aceptan el magisterio de la Iglesia sobre la vida y la familia. Apoyaron en su momento, el nombramiento de la "católica abortista" Kathleen Sebelius, ex-gobernadora de Kansas, como Secretaria de Salud del gobierno de Obama. Son financiadas según Bill Donohue, presidente de Catholic League, por Georges Soros, (Sobre Soros, vid. NG 908, 961, 977, 990). Continúa.

4.03.10

1025 - USA: LA IDENTIDAD CATÓLICA (VIII). NOTRE DAME ES PRO GAY.

USA: LA IDENTIDAD CATÓLICA (VIII). NOTRE DAME ES PRO GAY.

Fuentes: Propias; Life Site, 03-03-10.

Por Juan C. Sanahuja

Para la Universidad Católica de Notre Dame la doctrina del Catecismo es "una opinión más"

El editor del periódico del campus de la Universidad de Notre Dame, Matt Gambler, rechazó publicar la columna quincenal del profesor Dr. Charles Rice, en la que se exponía la doctrina católica sobre la homosexualidad con explícitas referencias del Catecismo de la Iglesia. Gambler solicitó al autor que reflejara "diversos puntos de vista", presentando la doctrina católica como una opinión más.

Como consecuencia, el Dr. Charles Rice, profesor emérito de la Escuela Derecho y aún miembro de la facultad, renunció a seguir publicando la columna, "Right or Wrong?", de la que se encargaba desde 1992. En el escrito censurado por la dirección del periódico universitario, Rice afirma que la tendencia actual a legitimar la homosexualidad es una consecuencia natural de la mentalidad contraceptiva, que tiene su raíz en el rechazo de la doctrina expuesta por el Papa Pablo VI en la encíclica Humanae Vitae (1968), la cual enseña que el fin unitivo y el fin procreativo del acto conyugal son inseparables.

La Universidad de Notre Dame tiene una activa política inclusiva con respecto a los homosexuales, y el lobby gay tiene gran influencia en la universidad, (vid. NG 1005).

Es de esperar que la jerarquía encare con firmeza la tarea de devolver la identidad católica a las llamadas universidades católicas, (Vid. NG 972, 973, 975, 977, 981, 982, 988, 1005). FIN, 04-03-10