MÁS SOBRE LA CARTA DE LA TIERRA
Por Salvador Arguedas
En Noticias Globales 82, informamos de la entrega de la Carta de la Tierra a la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 3 de agosto pasado.
Con dicha entrega daba comienzo, según la información oficial, el Proyecto Carta de la Tierra en Argentina.
Ahora estamos en condiciones de informar que, según los redactores de la Carta, ese proyecto se desarrolla en el marco de "un proceso de consulta que se extenderá hasta finales de 1998", para aportar sugerencias al Consejo de la Tierra. "Se espera -dice el documento presentado en la Legislatura de Buenos Aires- que la Carta de la Tierra sea endosada por las Naciones Unidas en el año 2000; la Carta de la Tierra será equivalente a la Declaración Universal de Derechos Humanos en lo concerniente al desarrollo sostenible". Es decir, el Consejo de la Tierra no se da por vencido.
A pesar de que en la Asamblea General especial, llamada Río+5, (23-27 de junio 1997), los Jefes de Estado o sus representantes, rechazaron la inclusión de la Carta en la Declaración Política de la Cumbre de la Tierra+5, (cfr. Arguedas, S. Resultados de la Cumbre de la Tierra, AICA-DOC 416, Buenos Aires, 27-8-98). Se vuelve a la carga y esta vez se presenta la Carta, redactada en Río a comienzos de 1997, como un Borrador de Referencia de la Carta de la Tierra, que busca obtener el beneplácito de representantes "de diversos sectores claves tales como del gobierno, académico, parlamentarios, científicos, empresarios, ambientalistas, ONG's de carácter social y ecuménico".
En el expediente oficial presentado en la Legislatura, habla de un Comité Nacional de la Carta de la Tierra, que se encargará de recoger esta variada gama de sugerencias y opiniones. Aunque no dice quienes son sus miembros, es de suponer que son aquellos miembros de la comitiva que entregó la Carta a la Legislatura y que nombramos en Noticias Globales 82.
Además, por lo dicho en el expediente, confirma una vez más que la Carta de la Tierra es un empeño común del Consejo de la Tierra, con domicilio en San José de Costa Rica, y la organización no-gubernamental de Gorbachov, Cruz Verde Internacional.
No se aclara, en el impreso oficial del Consejo de la Tierra, el significado de la palabra "endosada", cuando se dice que la Carta "se espera que sea endosada por las Naciones Unidas", pero siguiendo las declaraciones de Gorbachov en Río (13-19 de marzo de 1997), complementará y servirá para la interpretación de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Cuando explicamos los antecedentes de la Carta, (AICA-DOC, 402, 30-4-98, p.221), nos referimos al procedimiento de presentarla diciendo que es un documento para el que se busca un amplio consenso internacional, sin importar la opinión oficial de los Estados. "Federico Mayor Zaragoza -escribimos entonces-, desde 1992, se está encargando de juntar firmas de personalidades mundiales a favor de la Carta de la Tierra, (vid. Correo de la UNESCO, noviembre de 1992, p. 27, sección medio ambiente).
Según esta publicación para esas fechas, Mayor -director General de la UNESCO-, 'tenía 900.000 firmas apoyando el Pacto de la Tierra'".
Parte de la estrategia está clara, por un lado se presenta un documento con un lenguaje ambiguo, muchos de sus puntos pueden ser interpretados de varias maneras, se hace firmar por personas en principio representativas, para presionar a las Naciones Unidas con millones de firmas. Por algo, Maurice Strong, declaró en Río, que la Carta de la Tierra se impondría por su propio peso y la autoridad del Consejo de la Tierra, sin tener en cuenta la autoridad de los Estados, (Arguedas, S., La Cumbre de la Tierra, AICA-DOC 402, Buenos Aires 30-4-98, p. 224).
Se prevee, además, que la Legislatura de la Ciudad ponga en marcha un plan para educar en la filosofía de la Carta de la Tierra a la población de Buenos Aires. Sin embargo, a la Carta, a pesar de las ceremonias y los discusos con los que fue entregada, nos informaron que todavía no se sabe qué camino legislativo le harán seguir.
En los impresos entregados en la Legislatura de Buenos Aires figuran los miembros del Comité Directivo de la Carta de la Tierra. Por el Consejo de la Tierra, Maurice Strong; por Cruz Verde Internacional, Daniel Goeudevert; por el Consejo Internacional de Organizaciones Científicas, Julia Marton-Lefèbre; por la Fundación Internacional Para la Supervivencia y el Desarrollo de la Humanidad, Ruste I. Khairov; por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), Comisión de Derecho Ambiental, Nicholas Robinson; por el Banco Mundial, su presidente, James Wolfensohn; por el Foro Económico Mundial (Davos), su presidente, Klaus Schwab; el Secretario General de la Conferencia Habitat (Asentamientos Humanos, Estambul 1996), Wally N'Dow; Jim McNill, "principal autor del informe Brundland" (sic); Steve Rockefeller, de la Fundación Rockefeller; Mohamed Sahnoun y Erna Witoelar.
Además, se agregan los Co-Presidentes Regionales de la Comisión de la Carta de la Tierra. Mercedes Sosa, para América Latina y El Caribe; Mikhail Gorbachov, para Europa; Kamla Chowdry, para Asia; Amadou Toumani, para Africa; Maurice Strong, para América del Norte.
El Consejo de la Tierra y el nuevo gobierno mundial
Decía Gorbachov en Río, "el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe impulsar el nuevo orden mundial. Las Naciones Unidas tienen las armas legales para hacerlo. Se debe construir un nuevo mundo en base a un nuevo sistema de valores, liberales, sociales y democráticos. La ecología es el centro de este nuevo sistema de valores, plasmado en la Carta de la Tierra y la globalización debe ser el concepto en el que se base el éxito de la Carta de la Tierra. Por eso, mi fundación (Cruz Verde Internacional), tiene como fin crear y fomentar esta conciencia mundial", (cfr. Arguedas, S., La Cumbre de la Tierra, AICA-DOC 402, cit., p. 223).
En el apartado Nuevas Instituciones de una Sociedad Civil Mundial, en el Informe sobre Desarrollo Humano 1994, las Naciones Unidas califican al Consejo de la Tierra como "una ONG internacional con mayor papel protagónico (_) que servirá de 'ombudsman' mundial en lo tocante a cuestiones del medio ambiente y el desarrollo". El 'ombudsman' del nuevo gobierno mundial. (cfr. PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano 1994, Fondo de Cultura Económica, México 1994, p. 100).
El Informe juzga imprescindible instaurar a largo plazo un gobierno mundial, fortaleciendo el poder de las Naciones Unidas en materias de desarrollo humano sostenible; la creación de un Consejo de Seguridad Económica, con amplios poderes de control e intervención; y la reestructuración y el fortalecimiento de las instituciones ya existentes de gestión económica mundial, (cfr. PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano,cit., p. 93-94)
En el mismo Informe, Jan Tinbergen, Premio Nobel de Economía 1969, juzga también imprescindible un "Gobierno Mundial para el Siglo XXI", que asegure el desarrollo humano sostenible, poniendo el acento en los poderes de una policía mundial permanente facultada para citar a países ante la Corte Internacional de Justicia u otros tribunal especialmente creado, que de no ser obedecido podría acudir a sanciones no militares o a la intervención militar, (vid. PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano, cit., 97).
La necesidad de fortalecer el sistema de instituciones internacionales y transformarlo en un gobierno mundial que asegure principalmente la sostenibilidad ecológica del planeta, con un fuerte Tribunal Mundial que castigue a los remisos, es sostenida también por Paul Ehrlich -conocido catastrofista en materia de población- en su libro "La Explosión Demográfica. El principal problema ecológico". Ehrlich, quien nunca acertó ninguna de sus predicciones catastróficas sobre el crecimiento de la población, la escacez de recursos y la degradación del medio ambiente, sigue siendo considerado experto en estos temas.
Es decir, interpretando este tramposo lenguaje, la sostenibilidad del planeta o el desarrollo sustentable significan los opulentos patrones de consumo de los países del Norte; quien los ponga en peligro, por ejemplo, por tener más hijos que los estipulados de ante mano por algún organismo nacional o internacional; o el Estado que transpase la barrera de los desarrollos científicos permitidos, será duramente castigado.
Sobre este último punto queremos aclarar que el control del nuevo orden mundial también afecta a la educación y a la investigación científica, ya existen áreas permitidas a algunos países y prohibidas a otros, pero eso será tema de un artículo posterior.
Piénsese, también, las consecuencias indeseadas que puede tener la reciente institucionalización del Tribunal Penal Internacional. FIN
NOTA de Noticias Globales:
1. Además de las referencias citadas en Noticias Globales 82 sobre la Carta de la Tierra, puede verse Universidad Católica del Sacro Cuore, Medicina e Morale, julio-agosto 1997, Roma, p. 659-663.
2. Sobre metas demográficas para el desarrollo sustentable; se prevee un gasto de 30 a 40.000 millones (treinta a cuarenta mil millones) de dólares, en el período entre los años 1995 a 2000, para llegar a números "sustentables" de población, (vid. PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano, cit., p.88).
3. Sirva como antecedente sobre Wally N'Dow, que con ocasión de los trabajos y documentos preparatorios para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos (UNCH), Habitat II, Estambul, 3 al 14 de junio de 1996, insistió en "la caducidad de la familia tradicional y en las diversas formas de familia y en la elección del tipo de familia y cambios de estilo de vida", (cfr. Sanahuja, J.C., La Conferencia de Estabul: Habitat II, AICA-DOC 368, Buenos Aires 29-5-96, p. 171).