870 - REINO UNIDO: LA ÚLTIMA TRINCHERA DE LA FAMILIA
REINO UNIDO: LA ÚLTIMA TRINCHERA DE LA FAMILIA.
Fuentes propias y Life Site, 20-11-07.
Por Juan Bacigaluppi
La última trinchera en la defensa del orden natural. Inseminación de lesbianas. La dictadura del relativismo. La intimidación homosexual
Las recientes iniciativas de algunos parlamentarios británicos de modificar el proyecto de ley de embriología propuesto por el gobierno son el último intento para defender los derechos de los chicos a crecer y ser educados en una verdadera familia.
Es más, con la sanción de la ley caería la última trinchera en la defensa de los vestigios del orden natural que aún quedan en la legislación británica.
El ex líder conservador , Iain Duncan Smith y un grupo de parlamentarios, grupos de derechos de familia y líderes religiosos han denunciado el proyecto de ley de Fertilización Humana y Embriología.
Inseminación de lesbianas
El proyecto de ley propone eliminar el requisito legal que obliga a las clínicas de fecundación artificial (FIV) a tener en cuenta la necesidad que el niño tiene de un padre, porque admite el derecho a que mujeres solteras o lesbianas sean sometidas a tratamientos de procreación artificial (vid NG 868). El proyecto de ley permitiría que dos mujeres fueran consideradas como "los padres" de un niño concebido con espermatozoides u óvulos donados. (Recordamos el primer ministro Gordon Brown prometió al formar gobierno impulsar la agenda homosexual en todo el mundo)
En un artículo en la edición del Daily Mail's Sunday (18-11-07), Iain Duncan Smith denomina el proyecto de ley como el "último clavo en el ataúd" de la familia verdadera.
La dictadura del relativismo
45 miembros del Parlamento, incluido un grupo de legisladores laboristas, firmaron una moción en la Cámara de los Comunes que dice que el proyecto "socava claramente el interés superior del niño".
Sin embargo, la dictadura del relativismo parecería imponerse. El 19 de noviembre, el primer ministro Gordon Brown, dijo que no habría libertad de voto para los parlamentario de laboristas, insistiendo en que el proyecto de ley debe avanzar.
En una carta al Times, el Cardenal Cormac Murphy O'Connor, primado de Inglaterra y Arzobispo de Westminster, escribió que la propuesta del proyecto "subordina los derechos naturales del niño a los deseos de la mujer".
Al Cardenal Murphy O'Connor, se unió el Dr John Sentamu, Arzobispo Anglicano de York, quien dijo que las propuestas del gobierno de Gordon Brown son inmorales. Sentamu añadió que ignorar la necesidad de un padre era contradictoria con el énfasis que está poniendo el gobierno en la necesidad de la figura paterna para fomentar la "cohesión social". El proyecto se deriva de una "mentalidad consumista" por la que "lo que es científicamente posible se convierte automáticamente en derecho", concluyó.
La Sociedad para la Protección de los Niños No Nacidos (SPUC) declaró que la "ficción jurídica" en torno a las cuestiones de paternidad, "debe ser rechazada como contraria a la honradez, a la justicia y al interés superior del niño" (…) y acusó al proyecto de favorecer infundadas demandas en base a un supuesto derecho a la paternidad.
La columnista del Daily Mail (19-11-07), Melanie Philips defendió las iniciativas parlamentarias de frenar el proyecto calificándolas de "el último intento desesperado de resistencia para defender a la familia después de décadas de ataques por parte de una alianza de feministas, activistas homosexuales, abogados divorcistas y de personajes infectados de 'marxismo cultural''".
La intimidación homosexual
En las décadas transcurridas desde la "catástrofe" de la revolución sexual de los 60, dice Philips, "paso a paso, el tejido de la vida familiar fue destruido. Se desestigmatizó la maternidad fuera del matrimonio y la ilegitimidad, la cohabitación se hizo rutina y el matrimonio fue sancionado por las leyes fiscales".
"El resultado ha sido una epidemia de 'huerfanía' y una creciente ola de miseria juvenil y desintegración social." (…) y "toda persona que se enfrentó a la imposición de la agenda homosexual en la vida política británica fue crucificado como 'homófobo', creando un clima de desenfrenada intimidación y presión cultural que ha sofocado el debate y amedrentado a los políticos". FIN 21-11-07