721 - PARAGUAY: PRESIÓN ABORTISTA.
PARAGUAY: PRESIÓN ABORTISTA.
Fuentes: Propias y Noticias Paraguayas (Sobre los Objetivos o Metas del Milenio para el Desarrollo, vid. NG 669, 680, entre otros).
Por Juan Bacigaluppi
A la presión de grupos abortistas nacionales al servicio del neocolonialismo de la cultura de la muerte sobre Argentina, Colombia, Venezuela, Brasil, Uruguay, República Dominicana y otros países de América, se le suma la constitución en Paraguay del brazo legislativo de la multinacional de la muerte y la perversión de menores.
El 22 de junio pasado quedó oficialmente constituido el Capítulo Paraguayo del Grupo Parlamentario Interamericano sobre Población y Desarrollo (GPI), en el marco del Encuentro Parlamentario sobre Población y Desarrollo, que se llevó en la Cámara de Senadores y fue organizado por la Comisión de Equidad, Género y Desarrollo Social de la Cámara de Senadores; la Comisión de Equidad Social y Género de la Cámara de Diputados y el Grupo Parlamentario Interamericano (GPI) con apoyo del Fondo para la Población de las Naciones Unidas (siglas en inglés UNFPA).
Intervinieron en el acto la senadora Mirtha Vergara de Franco y la diputada Rosa Merlo Drews; Manuelita Escobar, Representante Auxiliar del Fondo para la Población de la ONU en Paraguay y Carla Rivera, Coordinadora Ejecutiva del GPI; Mirtha Rivarola, asesora de Género y adolescencia del Fondo para la Población, y el médico abortista argentino, diputado nacional Aldo Carlos Neri, coordinador del Grupo Parlamentario Argentino.
El GPI es el brazo legislativo de la IPPF (International Planned Parenhood Federation), la internacional del aborto y la perversión de menores. El Grupo busca captar legisladores para que sean instrumentos de la reingeniería social anticristiana impulsada por la ONU, bajo la excusa de "ilustrar sobre los vínculos existentes entre población y desarrollo sustentable", la propaganda oficial reconoce que el GPI "estimula el diálogo abierto en el campo de la salud sexual y reproductiva (aborto encubierto), incluyendo temas tales como planificación familiar, migraciones, medio ambiente, equidad e igualdad de género, empoderamiento de las mujeres y políticas de población con una perspectiva de derechos". Es decir que reinterpretando los derechos humanos sus objetivos fundamentales son: legalizar el aborto, sustraer a los menores de la tutela de sus padres en materias de sexualidad, conseguir el reconocimiento social y jurídico de las uniones homosexuales, etc.
Por ejemplo, en Asunción, el pasado 22, Ralph Hakkert, Coordinador del "Proyecto Regional de Apoyo a Asuntos de Población y Desarrollo en la Implementación de los Objetivos del Milenio", del Fondo para la Población, expuso en la Cámara de Senadores sobre el Programa de Acción de El Cairo (1994) y las Metas del Milenio para el Desarrollo como base para la acción parlamentaria.
Para entender lo que pretende el proyecto, recordemos que la IPPF y algunas organizaciones feministas declararon en noviembre pasado, "esperamos que se pueda generar un compromiso crítico de las autoridades responsables con las Metas del Milenio para el Desarrollo (MDM), con el fin de asegurar que los derechos sexuales y reproductivos, (n de la r.: entre otras cosas el "derecho" al aborto), sean parte integral de este marco de desarrollo". "Brasil ya propuso incluir mucho más sobre salud sexual y reproductiva (aborto encubierto) que lo que contemplan las MDM. La defensa sostenida de los derechos sexuales y reproductivos a nivel nacional puede ayudar a impulsar a los gobiernos a integrar el paradigma total de El Cairo en sus estrategias de erradicación de la pobreza, revigorizando así su compromiso con los derechos sexuales y reproductivos. Las Metas del Milenio nos dan la oportunidad de unir una vez más la salud sexual y reproductiva a la agenda más amplia de desarrollo". (…) "Una ventaja importante de las MDM es que proveen metas cuantificables que pueden ser usadas para responsabilizar a los gobiernos", (vid. NG 680). Es decir, con la excusa del desarrollo, se busca una "reingeniería sexual" de la sociedad impuesta por presión internacional, con la complicidad de grupos locales. FIN, 28-06-05.