359 - JUAN PABLO II: RECONFIRMA LA DECLARACIÓN DOMINUS IESUS.
JUAN PABLO II: RECONFIRMA LA DECLARACIÓN DOMINUS IESUS.
Fuentes: AICA, 2-10-00: Angelus, 1-10-00. Vid. Noticias Globales 343 y 344 (LAS RELIGIONES MUNDIALES NO SON COMPLEMENTARIAS A LA REVELACION),
Juan Pablo II tomó posición ante las voces que en las últimas semanas criticaron el contenido de la declaración Dominus Iesus y que afirmaron -entre otras cosas-, que no habría sido aprobada personalmente por Su Santidad.
"Espero que esta declaración, -dijo el Santo Padre, el domingo 1 de octubre-, que para mi significa tanto, después de tantas interpretaciones equivocadas, pueda asumir finalmente su función de aclaración y al mismo tiempo de apertura".
Presentamos el texto de las palabras del Papa en el Angelus (1-10-00), tal como fueron publicadas por la Agencia AICA de Buenos Aires:
"En la cumbre del Año Jubilar, con la Declaración 'Dominus Iesus' -Jesús es el Señor-, que he aprobado de forma especial, he querido invitar a todos los cristianos a renovar su adhesión a Cristo en la alegría de la fe, atestiguando unánimemente que El, es también hoy y mañana, 'el camino, la verdad y la vida'. Nuestra confesión de Cristo, como único Hijo, mediante el cual nosotros mismos vemos el rostro del Padre no es arrogancia que desprecia a las otras religiones, sino agradecimiento gozoso porque Cristo se nos ha mostrado sin ningún mérito por nuestra parte. Y El, al mismo tiempo, ha hecho que nos comprometiéramos a seguir dando lo que hemos recibido y también a comunicar a los demás lo que se nos ha dado, porque la Verdad dada y el Amor que es Dios pertenecen a todos los seres humanos".
"Con el apóstol Pedro confesamos que 'en ningún otro nombre hay salvación'. La declaración 'Dominus Iesus', sobre las huellas del Vaticano II, muestra que esto no significa que se niegue la salvación a los no cristianos, sino que se indica la fuente última en Cristo, en quien se unen Dios y hombre. Dios da a todos luz de manera adecuada a su situación interior y ambiental, concediéndoles la gracia salvífica a través de caminos que él conoce. El Documento aclara los elementos cristianos esenciales, que no obstaculizan el diálogo, sino que muestran sus bases, porque un diálogo sin fundamentos estaría destinado a degenerar en palabrería vacía".
"Esto es también válido para la cuestión ecuménica. Si el documento, con el Vaticano II, declara que 'la única Iglesia de Cristo subsiste en la Iglesia católica' no significa que tenga en poca consideración a las otras Iglesias y comunidades cristianas. Esta convicción va acompañada por la conciencia de que esto no es un mérito humano sino un signo de la fidelidad de Dios, que es más fuerte que las debilidades humanas y los pecados que confesamos de forma solemne ante Dios y ante los hombres al principio de la Cuaresma. La Iglesia Católica sufre -como dice el documento- por el hecho de que verdaderas Iglesias particulares y comunidades eclesiales con elementos preciosos de salvación estén separadas de ella".
"El Documento manifiesta una vez más la misma pasión ecuménica que constituye la base de mi encíclica 'Ut unum sint'. Espero que esta declaración, que para mí significa tanto, después de tantas interpretaciones equivocadas, pueda asumir finalmente su función de aclaración y al mismo tiempo de apertura. ¡Qué María, a quien el Señor en la Cruz nos confío como Madre de todos nosotros, nos ayude a crecer juntos en la fe en Cristo, Redentor de todos los hombres, en la esperanza de la salvación, ofrecida por Cristo a todos, y en el amor, que es el signo de los hijos de Dios!".
FIN, 2-10-00