354 - CHILE: EL ARZOBISPO DE SANTIAGO HABLA DEL EVANGELIO DE LA VIDA.

CHILE: EL ARZOBISPO DE SANTIAGO HABLA DEL EVANGELIO DE LA VIDA.

Fuentes: Propias. Al final del texto figuran las notas de la Agencia Católica Argentina (AICA), sobre las intervenciones de los obispos argentinos sobre las llamadas leyes de salud reproductiva, que pueden encontrarse en la página web www.aica.org.

Con ocasión del Te Deum de este año del Día de la Independencia, 18 de septiembre, Mons. Francisco Javier Errázuriz, Arzobispo de Santiago de Chile, ante las más altas autoridades de los tres poderes del Estado, dijo en la homilía:

"(…) 2. 'A ti, Señor, te alabamos', también porque crece entre nosotros el compromiso con la vida. En el año que concluye desde las pasadas Fiestas Patrias, el Supremo Gobierno ha dado dos señales de gran relevancia. Recientemente la iniciativa de proponer al Congreso Nacional el respeto irrestricto a la vida, hasta el punto de optar por ella, derogando la pena de muerte. Y anteriormente, a comienzos de junio, en la Asamblea Especial de las Naciones Unidas sobre 'La mujer en el año 2000', manifestó ante el mundo otra de sus decisiones de la mayor trascendencia. La Sra. Ministra y Directora del Servicio Nacional de la Mujer expresó con claridad y valentía: 'Quisiera afirmar ante este Foro el compromiso de Chile con la vida, contrario al aborto'. Honra al Supremo Gobierno esta declaración, eco de nuestra Constitución Política.

En verdad, quien no protege la vida humana más indefensa, quien no la respeta ni le abre el camino hacia la sociedad, no puede decir que está a favor de la vida. Tampoco a favor de la mujer, que atenta contra sí misma y se daña seriamente, a veces para toda la vida, cuando cede a la presión social y acepta abortar. Éstas, y otras graves consecuencias, provienen de opciones a favor de la cultura de la violencia y de la muerte, presentadas con disfraces de progreso, emancipación y bienestar. Son la negación de la asombrosa verdad que ya sabemos por la ciencia y la teología. En efecto, los resultados de las más recientes investigaciones nos confirman que desde el instante mismo de la concepción, existe una nueva vida humana que clama por desarrollarse y nacer, y que desde el primer momento comienza a desplegar su autonomía, su extraordinaria riqueza y su admirable originalidad. Quienes en la práctica no quieren que se reconozca su dignidad sagrada de vida humana, pasan por alto el deber básico de una sociedad de respetar y defender derechos tan elementales como el derecho a la existencia y a la libertad.

Se equivocan quienes piensan que lamentablemente somos uno de los últimos países del mundo occidental que no ha optado por el aborto. Con orgullo somos uno de los primeros países del mundo que declaró ante el Foro de las Naciones, que inicia el tercer milenio con una opción decisiva: la de abrirle camino a la cultura de la vida.

Pero optar por la cultura de la vida va mucho más lejos. Es un proyecto global para toda la sociedad. Es tener una especial solicitud, verdadero amor de predilección, por todos los que viven al margen de la existencia: por los más pobres, por los enfermos, por los que viven en soledad y por los que no encuentran empleo, por los inmigrantes, por los que han perdido su libertad, o caído en adicciones y en la desesperación. Es mejorar la calidad de la educación, de la salud, del descanso y de las relaciones humanas. Es crear nuevas fuentes de trabajo, humanizar las empresas y disminuir la brecha enorme que existe entre los más altos y los más bajos ingresos. Optar por la vida es optar por los niños y por la mujer, como también por la autoridad como instancia de apoyo subsidiario y de servicio. Optar por la vida es, irrenunciablemente, optar realmente por el 'santuario de la vida', es decir, por la familia y también por el matrimonio para siempre, y con ello, por la confianza, la ternura, la alegría y la fidelidad.

Pero bien lo sabemos, no hay opción por la vida que no conlleve mucha dedicación, y así mucha renuncia, en vista del bien de los demás. Es Jesucristo, en este Año Santo, quien nos dice que el Buen Pastor da su propia vida para que todos tengamos vida, y la tengamos en abundancia. Es ésta la calidad de vida que buscamos para el país y para los constructores de la sociedad cuando comenzamos a preparar la celebración de nuestro bicentenario. Entre nosotros no debe primar la contracultura del egoísmo y de la muerte, sino la cultura de la generosidad y de la vida. (…)".

Sobre las intervenciones episcopales en ARGENTINA, a raiz del las llamadas leyes de salud reproductiva, pueden verse en la página web de la Agencia AICA, www.aica.org: el documento de la Conferencia Episcopal Argentina, LA BUENA NOTICIA DE LA VIDA HUMANA Y EL VALOR DE LA SEXUALIDAD (11-8-00). En la misma página web, se encuentra la noticia del documento de los Obispos de la provincia eclesiástica de Salta, en las noticias del día 20-9-00; la aclaración del Arzobispo de Santa Fe, Mons. Edgardo Storni, 31-8-00; las declaraciones del Obispo de Formosa, Mons. José Conejero, 25-7-00; las declaraciones del Nuncio Apostólico, Mons. Santos Abril, 5-7-00, (también en Noticias Globales 329); el comunicado del Obispo de San Justo, Mons. Jorge Meinvielle, 26-6-00; la Declaración del Arzobispado de Buenos Aires, servicio especial 21-6-00; las declaraciones del Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, servicio especial 21-6-00; la declaración del Obispo de San Luis, Mons. Rodolfo Laise, 5-6-00. (La fechas coresponden a las del boletín diario de AICA por correo electrónico). FIN, 25-9-00