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31.03.03

570 - JUAN PABLO II: A LA IX ASAMBLEA GENERAL DE LA ACADEMIA PRO-VITA

JUAN PABLO II: DISCURSO A LA IX ASAMBLEA GENERAL DE LA PONTIFICIA ACADEMIA PRO-VITA (24-02-03).

La Iglesia respeta y apoya la investigación científica, cuando tiene una orientación auténticamente humanística, evitando toda forma de instrumentalización o destrucción del ser humano y manteniéndose libre de la esclavitud de los intereses políticos y económicos. (texto completo).

Amadísimos miembros de la Academia pontificia para la vida:

1. La celebración de vuestra asamblea me ofrece la ocasión de dirigiros con alegría mi saludo, expresándoos mi aprecio por el intenso empeño con el que la Academia para la vida se dedica al estudio de los nuevos problemas, sobre todo en el campo de la bioética.

Doy las gracias en particular al presidente, profesor Juan de Dios Vial Correa, por las amables palabras de saludo que me ha dirigido, así como al vicepresidente, monseñor Elio Sgreccia, diligente y valioso en su entrega a la tarea que se le ha confiado. Saludo también con afecto a los miembros del consejo directivo y a los relatores de esta importante reunión.

2. En los trabajos de vuestra asamblea habéis querido afrontar, en un programa articulado y denso de reflexiones complementarias entre sí, el tema de la investigación biomédica, afrontándolo desde el punto de vista de la razón iluminada por la fe. Es una perspectiva que no restringe el campo de observación, sino que más bien lo amplía, porque la luz de la Revelación ayuda a la razón para lograr una comprensión más plena de lo que es propio de la dignidad del hombre. ¿No es el hombre quien, como científico, promueve la investigación? A menudo el hombre es también el sujeto en el que se realiza la experimentación. En cualquier caso, es siempre él el destinatario de los resultados de la investigación biomédica.

Es un hecho reconocido por todos que los adelantos de la medicina en la curación de las enfermedades depende prioritariamente de los progresos de la investigación. En particular, es sobre todo de este modo como la medicina ha podido contribuir de manera decisiva a derrotar epidemias letales y a afrontar con éxito graves enfermedades, mejorando notablemente, en grandes zonas del mundo desarrollado, la duración y la calidad de la vida.

Todos, creyentes y no creyentes, debemos rendir homenaje y expresar nuestro sincero apoyo a este esfuerzo de la ciencia biomédica, que no sólo nos permite conocer mejor las maravillas del cuerpo humano, sino que también favorece un nivel digno de salud y de vida para las poblaciones del planeta.

3. La Iglesia católica quiere expresar también su gratitud a los numerosos científicos dedicados a la investigación en el ámbito de la biomedicina. En efecto, muchas veces el Magisterio les ha solicitado su ayuda para la solución de delicados problemas morales y sociales, recibiendo una colaboración convencida y eficaz.

Quisiera recordar aquí, en particular, la invitación que el Papa Pablo VI dirigió, en la encíclica Humanae vitae, a los investigadores y científicos, para que dieran su contribución "al bien de la familia y del matrimonio", tratando de "aclarar más profundamente las diversas condiciones favorables a una honesta regulación de la procreación humana" (n. 24). Es una invitación que hago mía, subrayando su permanente actualidad, que se ha acentuado debido a la creciente urgencia de encontrar soluciones "naturales" para los problemas de infertilidad conyugal.

Yo mismo, en la encíclica Evangelium vitae, pedí a los intelectuales católicos que estuvieran presentes en los ambientes privilegiados de la elaboración cultural y de la investigación científica, para promover en la sociedad una nueva cultura de la vida (cf. n. 98). Precisamente con esta perspectiva instituí vuestra Academia pontificia para la vida, con la tarea de "estudiar, informar y formar en lo que atañe a las principales cuestiones de biomedicina y derecho, relativas a la promoción y a la defensa de la vida, sobre todo en las que guardan mayor relación con la moral cristiana y las directrices del magisterio de la Iglesia" (Motu Proprio Vitae mysterium, 4).

Por consiguiente, en el ámbito de la investigación biomédica, la Academia para la vida puede constituir un punto de referencia y de iluminación no sólo para los investigadores católicos, sino también para cuantos deseen trabajar en este sector de la biomedicina para el bien verdadero de todo hombre.

4. Renuevo, por tanto, mi apremiante llamamiento para que la investigación científica y biomédica, evitando cualquier tentación de manipulación del hombre, se dedique con tesón a explorar caminos y recursos para el apoyo de la vida humana, la curación de las enfermedades y la solución de los problemas siempre nuevos en el ámbito biomédico. La Iglesia respeta y apoya la investigación científica, cuando tiene una orientación auténticamente humanística, evitando toda forma de instrumentalización o destrucción del ser humano y manteniéndose libre de la esclavitud de los intereses políticos y económicos. La Iglesia, al proponer las orientaciones morales indicadas por la razón natural, está convencida de que presta un valioso servicio a la investigación científica, ordenada a la consecución del bien verdadero del hombre. Desde esta perspectiva, recuerda que no sólo los objetivos, sino también los métodos y los medios de la investigación deben ser siempre respetuosos de la dignidad de todo ser humano, en cualquier etapa de su desarrollo y en toda fase de la experimentación.

Hoy, tal vez más que en otros tiempos, dado el enorme desarrollo de las biotecnologías también experimentales en el hombre, es necesario que los científicos sean conscientes de los límites insuperables que la tutela de la vida, de la integridad y de la dignidad de todo ser humano impone a su actividad de investigación. He hablado muchas veces de este tema, porque estoy convencido de que callar ante ciertos resultados o pretensiones de la experimentación en el hombre no le está permitido a nadie, y mucho menos a la Iglesia, a la que la historia y quizá los mismos cultivadores de la ciencia podrían imputarle mañana su posible silencio.

5. Deseo dirigir, en especial, unas palabras de aliento a los científicos católicos para que, con competencia y profesionalidad, den su contribución en los sectores donde es más urgente una ayuda para la solución de los problemas que afectan a la vida y la salud de los hombres.

Mi llamamiento se dirige, en particular, a las instituciones y a las universidades que llevan el título de "católicas", para que se esfuercen por estar siempre a la altura de los valores ideales que han propiciado su origen. Hace falta un verdadero movimiento de pensamiento y una nueva cultura de perfil ético elevado y de valor científico irreprensible, para promover un progreso auténticamente humano y efectivamente libre en la misma investigación.

6. Es necesaria una última observación: crece la urgencia de colmar la gravísima e inaceptable brecha que separa el mundo en vías de desarrollo del mundo desarrollado, en lo que atañe a la capacidad de realizar la investigación biomédica, en beneficio de la asistencia sanitaria y en apoyo de las poblaciones afectadas por la miseria y por desastrosas epidemias. Pienso, de modo especial, en el drama del sida, particularmente grave en muchos países de África.

Es preciso tomar conciencia de que dejar a esas poblaciones sin los recursos de la ciencia y de la cultura no sólo significa condenarlas a la pobreza, a la explotación económica y a la falta de organización sanitaria, sino también cometer una injusticia y alimentar una amenaza a largo plazo para el mundo globalizado. Valorar los recursos humanos endógenos quiere decir garantizar el equilibrio sanitario y, en definitiva, contribuir a la paz del mundo entero. La exigencia moral relativa a la investigación científica biomédica se abre así necesariamente a un discurso de justicia y de solidaridad internacional.

7. Deseo que la Academia pontificia para la vida, que se dispone a iniciar su décimo año de vida, acoja este mensaje y lo transmita a todos los investigadores, creyentes y no creyentes, contribuyendo también de este modo a la misión de la Iglesia en el nuevo milenio.

En apoyo de este especial servicio, tan querido para mi corazón y tan necesario para la humanidad de hoy y del futuro, invoco sobre vosotros y sobre vuestro trabajo la ayuda constante de Dios y la protección de María, Sede de la Sabiduría. Como prenda de luces celestiales, os imparto de buen grado a vosotros y a vuestros familiares y compañeros de trabajo la bendición apostólica. FIN, 31-03-03

28.03.03

569 - ESPAÑA: FRACASO DE LAS POLÍTICAS DE SALUD REPRODUCTIVA

ESPAÑA: FRACASO DE LAS POLÍTICAS DE SALUD REPRODUCTIVA. Aumenta el aborto quirúrgico entre adolescentes.

Fuentes: Propias; ABC, Madrid, 01-03-03; El País, Madrid, 10-03-03; Vid. NG 386, 512, 518, 560.

Por Juan Bacigaluppi

Mientras Hispanoamérica sufre una campaña feroz para legalizar el aborto, ya sea a través de los medios químicos o mecánicos -píldoras y DIU's- distribuidos en los llamados programas de salud reproductiva o procreación responsable; o a través de la despenalización del aborto quirúrgico, como en el caso de Venezuela, Perú o Uruguay. Una vez más se pone de manifiesto -esta vez en España- el fracaso de las campañas de información sexual, que entre otras cosas pretenden eliminar el llamado "embarazo adolescente" y, en general, el "embarazo no-deseado". Reproducimos un editorial de ABC, y parte de los comentarios de otro diario madrileño, El País.

Aborto y educación (Editorial, ABC, Madrid, 01-03-03):

"Los últimos datos conocidos sobre la evolución de la práctica del aborto entre embarazadas con edades comprendidas entre 15 y 19 años son realmente preocupantes. Actualmente, el porcentaje de abortos en ese tramo supera el 40 por ciento, lo que quiere decir que se ha duplicado entre 1990 y 2000, según un informe elaborado por el Instituto de Economía y Geografía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Los porcentajes varían sustancialmente entre Comunidades. Murcia apenas supera el 33 por ciento, mientras Cataluña rebasa el 60 por ciento. A la vista de estos datos resulta evidente que el aumento sustancial de las campañas de información y prevención de embarazos no deseados no ha tenido los resultados deseables, y no puede decirse que sea debido a la escasez de mensajes y programas dirigidos a los jóvenes. Sería bueno que en torno a esta situación se hiciera una revisión de planteamientos, de manera que la formación de los jóvenes sobre su sexualidad comprenda también un principio de responsabilidad sobre el desarrollo personal y una definición más exigente de las consecuencias de sus actos. Si sólo se incide en la seguridad en las relaciones sexuales y se omite cualquier emplazamiento moral a asumir el ejercicio de la propia libertad en todos sus aspectos, se está reduciendo la sexualidad a un mero pasatiempo, sin contextos afectivos ni vínculos con la madurez. Si se acepta que el aborto -aparte de seguir siendo un delito- es una realidad negativa, especialmente en una sociedad obsesionada por la preservación del medio ambiente y la prolongación de la existencia, también habrá de aceptarse que en el panorama descrito por el CSIC no sólo está en riesgo la salud de los jóvenes frente a las enfermedades de transmisión sexual, sino también la valoración moral que debe merecer la vida humana ya concebida, relegada a un plano irrelevante en este mar de porcentajes y estadísticas". (Hasta aquí el editorial de ABC).

En una nota deformada por su ideología "progresista", El País (10-03-03), sobre el mismo tema, recoge la siguiente frase: "'Resulta sorprendente que las cifras de aborto suban año tras año, porque se supone que la información sobre contracepción está al alcance de todo el mundo', afirma Margarita Delgado, demógrafa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Sin embargo, la estadística es tozuda: en 2001 se registraron 69.857 interrupciones voluntarias del embarazo (un 9,6% más que el año anterior, según el Ministerio de Sanidad) y se abortaron 15 de cada 100 gestaciones". La investigadora citada y El País ignoran, -¿cínicamente?- que es una constante empíricamente comprobable que a más "información" y facilidad para conseguir medios anticonceptivos, para supuestamente evitar el aborto quirúrgico, éste aumenta.

Si no se tratara del crimen abominable del aborto, de la eliminación de miles de inocentes, parecería que este mensaje "políticamente correcto", es una broma. Entre 1991 y el 2000, España superó el medio millón, 500.000, de niños no nacidos asesinados, teniendo en cuenta sólo el aborto quirúrgico y legal, que no ha conseguido erradicar el aborto quirúrgico clandestino.

Las adolescentes, que son uno de los principales blancos de las "campañas de salud para evitar el aborto", siguen manteniendo el "liderazgo" en toda la Unión Europea. Hace tres años, el British Medical Journal publicaba un trabajo de Churchill y colaboradores, en el que se llamaba la atención sobre el hecho de que la gran mayoría de las adolescentes que se quedaban embarazadas precozmente ya habían acudido, en el año anterior, a los servicios sanitarios para recibir información anticonceptiva (Churchill D y cols., BMJ, 2000;321:486-9). El estudio también afirma que entre las adolescentes que abortaban la mayoría había recibido con anterioridad la píldora postcoital (píldora del día después o para anticoncepción de emergencia). Es decir, eran usuarias de productos para producir abortos por medios químicos. "Estos datos nos sugieren que la falta de información quizás no sea la única causa de nuestros problemas, ni la información y distribución de preservativos sea la solución efectiva que acabará con ellos", continuaba el trabajo. Respecto a la efectividad de dar preservativos a los jóvenes, "porque de todos modos es probable que acaben teniendo relaciones sexuales", otro trabajo de investigación sugiere que esto puede asociarse a más embarazos imprevistos, más enfermedades de transmisión sexual y al inicio más precoz de relaciones sexuales; es decir, tiene el efecto contrario de lo que se pretende evitar (Jaccard J y col., American Journal of Public Health, 2000;90:1426-1430). FIN, 28-03-03

23.03.03

568 - ONU: CORTE PENAL INTERNACIONAL NACE ABORTISTA Y PRO-HOMOSEXUAL.

ONU: LA CORTE PENAL INTERNACIONAL NACE SECTARIAMENTE ABORTISTA Y PRO-HOMOSEXUAL.

Fuente: Life Site, 25-02-03; Vid. NG 282, 326, 403, 515.

Por Juan Bacigaluppi.

Según la agencia Life Site, tres de los máximos jueces que componen la Corte Criminal Internacional, tienen antecedentes pro aborto. El canadiense Philippe Kirsch que fue elegido presidente de la Corte, compuesta por 18 jueces; Akua Kuenyehia de Ghana y Elizabeth Odio Benito de Costa Rica, ambas vicepresidentes de la Corte.

Phillippe Kirsch, uno de los principales impulsores de la Corte, durante el período de su creación, "utilizó procedimientos abusivos y manipuladores, para poder imponer la ideología radical feminista pro-aborto", en los estatutos de la Corte".

Según Gwen Hardolt, de la organización REAL Women de Canadá, observadora en las conferencias en las que se gestó la Corte Criminal Internacional, contó que el 5 de julio de 1998, se celebró un encuentro secreto con 30 delegados especialmente elegidos en la embajada canadiense en Roma. El propósito de este encuentro fue adoctrinar a éstos en la agenda feminista y conseguir imponer la "agenda de género" en el Estatuto de Roma.

Los pocos elegidos que concurrieron a la reunión mencionada en la embajada de Canadá en Roma, fueron invitados directamente por Rhonda Copelon, cabeza del radicalizado grupo pro-abortista Women's Caucus for Gender Justice, que sostiene la llamada "agenda de género", y trata de imponerla a todos los países usando la justicia internacional.

La agenda de género, considera violencia contra la mujer, entre otras cosas, a toda ley que prohiba o restrinja el "derecho al aborto", en cualquier país, aún en tiempo de paz. También está incluido en la agenda, con el calificativo de "crimen de persecución", toda limitación al reconocimiento social y jurídico del "estilo de vida homosexual".

El 19 de febrero pasado, las redes de información feministas como RIMA o CIMAC, dieron a conocer la promesa de la jueza Odio, en su agradecimiento a las "organizaciones de mujeres", por haber sido elegida como miembro de la Corte, "de trabajar por los derechos humanos de las mujeres", que en clave feminista quiere decir, imponer los contenidos de la llamada agenda de género. FIN, 23-03-03.

11.03.03

567 - NICARAGUA (II): EL CASO DE LA NIÑA EMBARAZADA.

NICARAGUA (II): EL CASO DE LA NIÑA EMBARAZADA. Carta del Cardenal López Trujillo al Cardenal Obando Bravo

Carta del Cardenal Alfonso López Trujillo, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia al Cardenal Miguel Obando Bravo, Arzobispo de Managua

Prot. No. 85/03-V/I

A Su Eminencia Revdma. el Sr. Cardenal Miguel Obando Bravo.

Arzobispo Metropolitano de Managua

Ciudad del Vaticano, 21 de febrero de 2003.

Eminencia:

La Prensa ha divulgado ampliamente los hechos lamentables referidos a una niña de nueve años, víctima de una dolorosa y deplorable agresión sexual, de la cual se ha seguido su embarazo. Consecuencia de tan tristes hechos han sido la crítica situación médica de esta niña y de su hijo aun no nacido (dada la tierna edad de la madre), el temor a las graves secuelas psicológicas, la profunda perturbación de la vida familiar y una considerable polémica que ha superado, como bien sabe Vuestra Eminencia, los confines, no sólo de Nicaragua, sino del mismo Continente Americano.

Oportunamente Vuestra Eminencia ha señalado abierta, clara y públicamente la doctrina inequívoca de la Iglesia al respecto. La nueva vida humana en el seno de esta niña, es inocente y don de Dios, y reclama que se pongan todos los recursos de la ciencia médica y de la sociedad para que se atienda debidamente el derecho a la vida. Como afirma el Papa Juan Pablo II, y Vuestra Eminencia ha testimoniado, "cada ser humano inocente es absolutamente igual a todos los demás en el derecho a la vida. Esta igualdad es la base de toda auténtica relación social que, para ser verdadera, debe fundamentarse sobre la verdad y la justicia, reconociendo y tutelando a cada hombre y a cada mujer como persona y no como una cosa de la que se puede disponer", (Evangelium vitae n. 58).

Ante la confusión que se puede generar por determinadas recientes manifestaciones en los medios de comunicación, en relación al inmoral aborto llamado "terapéutico", es menester recordar, como así lo ha hecho Vuestra Eminencia, que las circunstancias de este embarazo, "aun siendo graves y dramáticas" -para emplear las palabras de la encíclica Evangelium vitae- jamás pueden justificar la eliminación de un ser humano inocente. " (EV n. 58).

En esta difícil situación, los familiares, los médicos y profesionales, y las autoridades pueden ser magníficos testimonios de una cultura de la vida. Conviene tener muy en cuenta la gravedad de las actuales amenazas contra la vida humana, y la necesidad de una verdadera conciencia social de su valor eximio. Se trata de un aspecto en que la entera sociedad, y especialmente quienes tienen a su cargo el bien común, deben avanzar cada día en el reconocimiento de las consecuencias de la dignidad de todo ser humano, como la Iglesia viene señalando constantemente.

Quiera Nuestro Señor Jesucristo y Su Santísima Madre confortar a las inocentes víctimas de tan execrable suceso, e iluminar las mentes y mover los corazones de todos aquellos que con su servicio a la vida pueden ser de auxilio en las presentes circunstancias.

Alfonso Cardenal López Trujillo, Presidente; Karl Josef Romer, Secretario

9.03.03

566 - NICARAGUA: LA CONFERENCIA EPISCOPAL DEFIENDE AL NIÑO POR NACER.

NICARAGUA: LA CONFERENCIA EPISCOPAL DEFIENDE AL NIÑO POR NACER.

Fuentes: Propias; Vid. también, "Nicaragua: continúan manipulando el caso de la niña Rosa", por el Dr. Rafael Cabrera, en Boletín VHI, 05-03-03.

La Conferencia Episcopal de Nicaragua ante el caso de un aborto practicado a una menor de edad, publicitado y arteramente manipulado ante la opinión pública por los grupos abortistas, dio a conocer el siguiente comunicado:

Conferencia Episcopal de Nicaragua, 24 de febrero de 2003

La Conferencia Episcopal de Nicaragua, fiel a su misión de continuar la tarea encomendada por el Señor Jesús, de reconciliar a los hombres entre si y llevarlos a El, nos sentimos profundamente preocupados por los actuales acontecimientos en relación a los debates y opiniones publicas suscitados a raíz del aborto provocado recientemente en una menor de edad. Ante ello, ratificamos y reafirmamos nuestra misión: Defender la Vida. Tal defensa se desprende de nuestra fe en Cristo Jesús, Dios y hombre verdadero. En efecto, profesar la fe en Jesucristo y en el Dios que nos revela, significa reconocer la vida como un don sagrado del Padre. Jesús es la vida y ha venido para que la tengamos en abundancia. "Yo soy el camino, la verdad y la vida" (Jn 14, 6). Y la vida eterna consiste en "que te conozcan a ti Dios Padre y a tu enviado Jesucristo" (Jn 17, 3). Toda vida viene de Dios y a El le pertenece, puesto que el Cristo de Dios, plenitud del hombre, pertenece al Padre" (cfr Jn 16, 28).

Alertamos a nuestro pueblo ante el anunciado anteproyecto de ley con que se pretende reglamentar la práctica del aborto, ya que su aplicación llevaría a nuestra sociedad a no respetar lo más sagrado que Dios nos ha dado: la Vida. Desde el momento de la concepción, la vida fluye en el seno materno, y Dios es fuente de la vida (sal 36, 10). Por tanto toda vida humana es sagrada y hay que respetarla. Dios nos ha dado el mandamiento de No matarás!. No es Dios de muerte, sino Dios de vida: su voluntad es que tengamos vida (Jn 14, 6). "La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida" (Congregación para la Doctrina de la Fe, Instrucción "Donum vitae" 1, 1).

Si nuestros legisladores aceptan tal aberración, dispondrían para el ordenamiento jurídico de Nicaragua un precedente de negación a sus mismos fundamentos de ser respetuosos del derecho a la Vida, como bien lo señala la misma Constitución Política de la República de Nicaragua, en su Artículo 23, el cual declara que el derecho a la vida es inviolable e inherente a la persona humana y el Artículo 74 establece que el Estado otorga protección especial al proceso de reproducción humana, haciéndolo extensiva a la mujer durante el embarazo. Asimismo el Arto. 19 del Código Civil de la República de Nicaragua prescribe que desde la concepción en el seno materno, comienza la existencia natural de las personas, y antes de su nacimiento deben ser protegidos en cuanto a los derechos que por su existencia legal puedan obtener. También el Tratado Interamericano de Derechos Humanos, conocido como Pacto de San José, reconoce el derecho a la vida desde su concepción. (cfr. Arto. 4,1).

Demandamos en consecuencia, a nuestros legisladores que, fieles al espíritu de nuestras leyes constitucionales y al sentir de nuestro pueblo, no se legisle a favor del delito. En efecto, si se mata a una criatura inocente absolutamente incapaz de defenderse, entonces se justificarían irresponsablemente el robo, el genocidio, el narcotráfico, el terrorismo. ¿Acaso hay alguna diferencia entre un bus lleno de pasajeros que recibe el impacto de un coche bomba y un instrumento metálico que impacta en el vientre materno para succionar un feto?.

Contemplamos a la Santísima Virgen María que llevaba en su seno al Hijo de Dios, y aguardó su nacimiento con esperanza y amor, pese a los peligros a la cual se enfrentaba: el repudio y la humillación. Sin embargo, el SI de María fue determinante para la Obra de la salvación. Dios expresa con la encarnación de su Hijo amado todo su amor por los hombres. Por ello es necesario un SI a la vida, un Si al mensaje de salvación ofrecido por Jesucristo. Necesitamos crear una cultura por la vida, por la esperanza, por el amor, por la unidad.

Digamos No a la cultura de la muerte, digamos No al anteproyecto de ley que aprueba el aborto, crimen abominable.

La Conferencia Episcopal de Nicaragua ratifica su posición de defender la vida de los no nacidos desde el momento en que son concebidos en el seno materno. Ya hemos recordado a nuestros fieles en otras ocasiones que se violan el derecho fontal a la vida y pecan, quienes mediante el homicidio voluntario, el suicidio, la tortura, el secuestro, la eutanasia y el aborto atentan contra su vida o la de los demás, (Mensaje del 15 de agosto de 1999 No. 80). También hemos insistido en que el irrespeto a la vida y la impunidad en que queda tanto crimen, no sólo aumenta la violencia por inmorales ambiciones de codicia y poder, sino que incluso se pretende culminar tanto horror mediante la aprobación de Leyes que legalicen el aborto, atentando así contra la vida, el Derecho Humano Fundamental, (Mensaje del 10 de noviembre de 1993). Asimismo hemos condenado la pretensión de legalizar el abominable crimen del aborto, aún el disfrazado de pretendidas atenuantes pseudo humanitarias al calificarlo como "terapéutico", (Mensaje del 10 de abril del 2000).

Nuevamente como Pastores de esta Iglesia, hacemos un urgente llamado:

1. A los Diputados de la Asamblea Nacional: Por amor a Jesucristo, por la salvación que esperan y por el bien de nuestra Nación: No aprueben el Aborto, bajo ningún motivo ni pretexto;

2. A nuestros Sacerdotes, Religiosos, Religiosas, Delegados de la Palabra y pueblo fiel: hagan oír su voz de repudio ante la pretensión de esta infamia y eleven fervientes plegarias a Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, por la mediación materna de la Purísima Madre de Dios, para que ilumine las mentes y suavice los corazones de los Legisladores, y se aparte de nuestra Patria incluso la tentación de aprobar el sacrificio de los niños por nacer;

3. A nuestros hermanos creyentes en el Señor Jesucristo pero que no están en comunión plena con nosotros: Unamos nuestras voces en repudio de este atentado contra el Quinto Mandamiento del Decálogo;

4. A los médicos, enfermeras y todo el personal sanitario les exhortamos a ser fieles a su misión de promover la vida y no poner la competencia adquirida al servicio de la muerte;

5. A las personas de buena voluntad, aunque no acepten que Jesús es el Señor: Expresen su condena ante este atentado contra el Derecho Fontal de cualquier otro Derecho Humano: El Derecho a la Vida desde su concepción en el seno materno.

6. A los militantes en los diversos Partidos Políticos: Buscando el Bien Supremo de la Patria, no permitan que se manche nuestro Pendón Nacional con la sangre de los niños inocentes por nacer.

Digamos todos un Sí a la Vida, un No a la muerte; un Sí a los niños, un No al Aborto.

Dado en Managua, a los veinticuatro días del mes de febrero del dos mil tres, Año del Señor. CONFERENCIA EPISCOPAL DE NICARAGUA. Doy fe: Mons. Mons. Juan Abelardo Mata Guevara, Obispo de Estelí y presidente del Departamento Episcopal de Movimientos Laicales, Laicos y Familia (Vida). FIN, 09-03-03