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31.08.04

665 - PARAGUAY: ANTICONCEPCIÓN DE EMERGENCIA

PARAGUAY: ANTICONCEPCIÓN DE EMERGENCIA

Comunicado de la Conferencia Episcopal de Paraguay sobre la Píldora anticonceptiva de emergencia (PAE)

Ante la prescripción médica, la libre venta y uso de la Píldora Anticonceptiva de Emergencia (PAE) en Paraguay, la Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal Paraguaya, CEP, se dirige a los católicos y a las personas de buena voluntad para informarles y orientarles sobre un tema que afecta el derecho a la vida.

1. Qué es: Píldora elaborada a base de altas dosis de hormonas (estrógenos y progestógenos sintéticos) que se administran hasta 72 horas después del acto sexual.

2. Cómo actúa: Tiene tres mecanismos de acción. 1) Inhibe la ovulación (que salga el óvulo del ovario); 2) Espesa el moco cervical (la sustancia compuesta de proteína y agua del cuello uterino para que no se encuentre el óvulo con el espermatozoide); 3) Dificulta la implantación del óvulo fecundado (embrión humano, que es persona) mediante la modificación de las condiciones en el interior del útero (endometrio). Esta es la acción más grave porque, habiendo ya una concepción, no habrá implantación, y sí muerte del embrión.(AREF I., Afez ESE, "Contraceptivos postcoitales", Harper&Row Publishers, Hagerstown, Virginia, 1980, págs. 747-767; Navqui RH, Warren JC. "Interceptives: drugs interrupting pregnancy after implantation", Steroides 1971; 18:731)

3. Efectos de la pastilla: No es un fármaco que cura ni previene enfermedades; más bien (su concentración hormonal es equivalente a tomar una alta dosis de anticonceptivos) pueden producir trastornos y problemas de salud en la mujer, especialmente en las adolescentes, algunos inmediatos, como por ejemplo cefaleas, vómitos, etc, y otros posteriores, como por ejemplo el debilitamiento de los órganos internos que favorecería procesos cancerígenos.

4. Las leyes enseñan: A continuación citamos las principales leyes nacionales y convenios internacionales que protegen la vida humana desde su concepción: El Artículo 4 de la Constitución Nacional; Ley 1/89, Pacto de San José de Costa Rica, Artículos 4 y 5; Declaración de los Derechos del Niño, 1959, preámbulo; Convención de las Naciones Unidas sobre Derechos del Niño (Ley 57/90), preámbulo, párrafo 9, Art. 6; Código Civil, Art. 28; Código Sanitario, Art. 15 al 22, especialmente el 18 sobre mayoría de edad; Ley 1702/01, Art. 1, inc. A (modificado por Ley Nro. 2169/03); Ley 1680/01, Código de la Niñez y la Adolescencia.

Una resolución Ministerial nunca puede avasallar todo un sistema legal superior vigente a nivel nacional e internacional. Las resoluciones ministeriales y planes de acción de Salud Reproductiva deben ajustarse al orden legal citado más arriba. Consideramos que este desajuste violenta el estado de derecho y de justicia, que busca una sana convivencia democrática. Las autoridades deben rever esta posición.

5. Objeción de conciencia: Los médicos, enfermeras, obstetras, farmacéuticos, y también los educadores deben ejercer la objeción de conciencia moral con firmeza, testimoniando valientemente en los hechos el valor inalienable de la vida humana, a estas formas ocultas de agresión a los individuos más débiles e indefensos, como es el caso embrión humano.

Objeción de conciencia es negarse a realizar actos contrarios a principios éticos y/o religiosos, sin que ello implique persecuciones o exclusiones de ningún tipo.

6. Exhortación: Como Iglesia Católica, siempre defensora de la vida, exhortamos a todos a respetar el principio científico del inicio de la vida humana, desde la concepción hasta su muerte natural. La fecundación debe considerarse como inicio y no la implantación en el útero. El óvulo fecundado ya tiene el genoma completo (estructura genética) de un nuevo ser. Es vida humana.

Exhortamos a los padres y educadores a ayudar a los adolescentes y jóvenes a comprender y a vivir con verdad su propia sexualidad, integrando en la libertad responsable los impulsos y las emociones, capacitándose para un amor auténtico, basado en la castidad, que es el uso correcto de la sexualidad.

Respetar, defender, amar y servir a la vida, a toda vida humana, es llevar al Paraguay por un camino de justicia, de desarrollo, de libertad y de verdadera paz.

Asunción, 31 de agosto de 2004

OFICINA DE PRENSA Y COMUNICACIÓN DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL PARAGUAYA, CEP

26.08.04

664 - USA: LA IGLESIA Y LA VIDA PÚBLICA II

USA: LA IGLESIA Y LA VIDA PÚBLICA II. Nota del Cardenal Ratzinger a la Conferencia Episcopal.

Fuentes: ACI; AICA.

Presentamos a nuestros lectores, tal y cómo lo dieron a conocer diversas agencias de prensa católicas, el texto de la nota que dirigió el Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, al Cardenal Theodore McCarrick, Arzobispo de Washington, con ocasión de la asamblea de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, celebrada en Denver, del 14 al 19 de junio de este año. Al concluir esa reunión los obispos dieron a conocer la Declaración Católicos en la Vida Pública, de la que informamos en Noticias Globales 649 (20-06-04).

"Dignidad para recibir la Sagrada Comunión. Principios Generales

1. El presentarse para recibir la Sagrada Comunión debería ser una decisión consciente, basada en un juicio razonado respecto de la propia dignidad para hacerlo, según los criterios objetivos de la Iglesia, haciéndose preguntas como: "¿Estoy en plena comunión con la Iglesia Católica? ¿Soy culpable de algún pecado grave? ¿He incurrido en una pena (p.ej. la excomunión, el entredicho) que prohíbe que reciba la Sagrada Comunión? ¿Me he preparado ayunando por lo menos una hora antes?" La práctica de presentarse indiscriminadamente a recibir la Sagrada Comunión, simplemente como consecuencia de estar presente en la Misa, es un abuso que debe ser corregido (cf. Instrucción Redemptionis Sacramentum, n. 81, 83).

2. La Iglesia enseña que el aborto o la eutanasia son pecado grave. La Carta Encíclica Evangelium vitae, respecto de decisiones judiciales o leyes civiles que autorizan o promueven el aborto o la eutanasia, declara que existe "una grave y clara obligación de oponerse por la objeción de conciencia. …En el caso de una ley intrínsecamente injusta, como una ley que permite el aborto o la eutanasia, nunca es lícito por tanto obedecerla, o 'participar en una campaña de propaganda a favor de tal ley o votar por ella'" (n. 73). Los cristianos tienen "una grave obligación de conciencia de no cooperar formalmente en prácticas que, aún permitidas por la legislación civil, son contrarias a la ley de Dios. En efecto, desde el punto de vista moral, nunca es lícito cooperar formalmente con el mal. …Tal cooperación nunca puede ser justificada invocando el respeto a la libertad de otros o apelando al hecho de que la ley civil lo permite o lo requiere" (n. 74).

3. No todos los asuntos morales tienen el mismo peso moral que el aborto y la eutanasia. Por ejemplo, si un católico discrepara con el Santo Padre sobre la aplicación de la pena de muerte o en la decisión de hacer la guerra, éste no sería considerado por esta razón indigno de presentarse a recibir la Sagrada Comunión. Aunque la Iglesia exhorta a las autoridades civiles a buscar la paz, y no la guerra, y a ejercer discreción y misericordia al castigar a criminales, aún sería lícito tomar las armas para repeler a un agresor o recurrir a la pena capital. Puede haber una legítima diversidad de opinión entre católicos respecto de ir a la guerra y aplicar la pena de muerte, pero no, sin embargo, respecto del aborto y la eutanasia.

4. Aparte del juicio de un individuo respecto de su propia dignidad para presentarse a recibir la Santa Eucaristía, el ministro de la Sagrada Comunión se puede encontrar en la situación en la que debe rechazar distribuir la Sagrada Comunión a alguien, como en el caso de un excomulgado declarado, un declarado en entredicho, o una persistencia obstinada en pecado grave manifiesto (cf. Can. 915).

5. Respecto del grave pecado del aborto o la eutanasia, cuando la cooperación formal de una persona es manifiesta (entendida, en el caso de un político católico, como hacer campaña y votar sistemáticamente por leyes permisivas de aborto y eutanasia), su párroco debería reunirse con él, instruirlo respecto de las enseñanzas de la Iglesia, informándole que no debe presentarse a la Sagrada Comunión hasta que termine con la situación objetiva de pecado, y advirtiéndole que de otra manera se le negará la Eucaristía.

6. Cuando "estas medidas preventivas no han tenido su efecto o cuando no han sido posibles", y la persona en cuestión, con obstinada persistencia, aún se presenta a recibir la Sagrada Comunión, "el ministro de la Sagrada Comunión debe negarse a distribuirla" (cf. Declaración del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos "Sagrada Comunión y Divorcio, Católicos vueltos a casar civilmente" [2002], n. 3-4). Esta decisión, propiamente hablando, no es una sanción o una pena.

Tampoco es que el ministro de la Sagrada Comunión esté realizando un juicio sobre la culpa subjetiva de la persona, sino que está reaccionando ante la indignidad pública de la persona para recibir la Sagrada Comunión debido a una situación objetiva de pecado.

Nota: Un católico sería culpable de cooperación formal en el mal, y tan indigno para presentarse a la Sagrada Comunión, si deliberadamente votara a favor de un candidato precisamente por la postura permisiva del candidato respecto del aborto y/o la eutanasia. Cuando un católico no comparte la posición a favor del aborto o la eutanasia de un candidato, pero vota a favor de ese candidato por otras razones, esto es considerado una cooperación material remota que sólo puede ser admitida ante la presencia de razones proporcionalmente graves".

FIN, 26-08-04.

24.08.04

663 - USA: LA IGLESIA Y LA VIDA PÚBLICA.

USA: LA IGLESIA Y LA VIDA PÚBLICA. Aborto, homosexualidad, eutanasia.

Fuentes: Propias; LifeSite Daily News, 18-07-04 al 18-08-04; Web Spirit Daily; LifeNews, 10-07-04; (Vid. NG 561, 601, 642, 649).

Por Juan Bacigaluppi.

Cada día son más intensos los llamados a la coherencia con la fe y la moral de la Iglesia, dirigidos a los políticos y electores católicos, por parte la jerarquía de los Estados Unidos. Tanto a los funcionarios públicos como a los políticos se les exige el rechazo del aborto, la eutanasia, el reconocimiento legal de las uniones homosexuales y las experiencias con células estaminales, lo que implica rechazar también la fecundación "in vitro". Al resto de los ciudadanos se les recuerda su obligación de ejercer su derecho al voto, y a la vez se les insiste que votar por candidatos que apoyen esos temas constituye una cooperación formal al mal.

Con el fin de ayudar en el discernimiento a la hora de votar, la agencia Catholic News Service (CNS), el servicio oficial de noticias de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, publicó en el servicio del 16 de agosto pasado, un destacado texto sobre "las claras diferencias" que hay entre los candidatos a la Presidencia, George Bush y John Kerry, sobre el tema del aborto.

Dijo CNS que sobre ningún tema hay tan claras diferencias entre los dos candidatos como en lo que hace al aborto.

"En ejercicio de la Presidencia, -recordó la agencia-, Bush promulgó la ley prohibiendo el aborto 'por nacimiento parcial' y su gobierno la defendió en los estrados judiciales; promulgó la ley de defensa de los niños nacidos vivos; volvió a la 'política de Ciudad de México', por la que se prohibe el uso de fondos de los Estados Unidos para promover el aborto en otros países; se negó a subvencionar con fondos federales al Fondo para la Población de las Naciones Unidas porque esta institución promueve el aborto compulsivo y la esterilización forzosa; y ha nominado jueces federales que defienden la vida humana".

Por su parte, dice CNS, "Kerry, como senador votó seis veces en contra de la ley que prohibe el aborto 'por nacimiento parcial'; fue co-firmante del proyecto de ley de libertad de elección (Freedom Choices Act), que prohibía a los estados poner límites al aborto; se opuso a que los padres de familia tuvieran injerencia en las decisiones sobre el aborto que tomaran sus hijos menores de edad; y ha prometido proponer para la Suprema Corte de Justicia, sólo a aquellos jueces que 'repeten la libertad de elección de la mujer'"

El aborto es un homicidio

El 18 de julio, Mons. Charles Chaput, Arzobispo de Denver, recordaba que los políticos y funcionarios que no aceptan todo el contenido de la doctrina de la Iglesia sobre fe y moral, no podían llamarse católicos. "Estar a favor de la 'elección', es decir de asesinar niños, es incompatible con la fe católica. Pero no estamos en contra del aborto por principios religiosos, estamos en contra porque aborto significa el homicidio de niños no-nacidos. El aborto es un tema que afecta a los derechos humanos y a la dignidad humana. Sería como pretender callarnos cuando hablamos en contra de la esclavitud y de la segregación recial. Aducir la separación de la Iglesia y el Estado en estos temas es una táctica inescrupulosa. Defendiendo la dignidad humana no interferimos con el Estado ni con el gobierno. Alentamos a nuestros fieles a votar en conciencia".

Reiteradamente a los largo de este año, Mons. Chaput ha insistido a los fieles de su diócesis que los temas sobre la dignidad de la familia, el matrimonio y la vida humana deben ser centrales a la hora de la reflexión electoral.

La homosexualidad es inadmisible

Raymond L. Burke, Arzobispo de San Luis (vid. NG 642), volvió sobre estos temas a raíz del plesbicito convocado por el gobierno de Missouri sobre la definición de matrimonio, a fin de reconocer o no, en la Constitución del Estado, el llamado "matrimonio homosexual".

Mons. Burke recordó a los fieles de su diócesis que deben ejercitar sus derechos y oponerse a estas pretensiones, recordando la inmoralidad intrínseca de los actos homosexuales y la ilicitud del concepto de "matrimonio homosexual". "Sería un error de cada uno de nosotros y un error por parte de la sociedad reconocer a las uniones del mismo sexo como 'matrimonio'"

Recordemos que Missouri es uno de los estados en los que la organización sectaria Mainstream Coalition, con la excusa de defender los derechos civiles pretende "monitorear" los sermones en las iglesias cristianas a fin de "vigilar" si en ellos se predican los principios de moral natural que condenan la homosexualidad, (vid. NG 659, ¿Derechos civiles, libertad religiosa o persecución?). En estos días se conoció el apoyo de John Kerry, de Ted Kennedy y de Hillary Clinton, a la Mainstream Coalition, (vid. Americans United for the Separation of Church and State, agosto 2004).

Profesión de fe

Por otro lado, son varios los obispos que han pedido a todos los agentes de pastoral de sus diócesis, -sacerdotes y laicos; catequistas y encargados de áreas pastorales; profesores y maestros de instituciones católicas; etc.-, la renovación explícita y por escrito de su fe en la doctrina sobre temas de fe y moral de la Iglesia.

Por ejemplo, el nuevo obispo de Richmond, Virginia, Mons. Francis X. DiLorenzo, ha recordado que no se admitirá en ningún ámbito oficialmente católico la enseñanza y/o la predicación de temas morales según la llamada "teología del disenso".

Una de sus primeras medidas fue remover de su cargo a Judy Jonson, llamada "católica disidente" encargada de la comisión diocesana de la mujer, miembro de la Women's Ordination Conference (un grupo que pretende la ordenación sacerdotal de mujeres). Mons. DiLorenzo dijo que tener a esta feminista anti-católica en una comisión diocesana, es tan contradictorio como que un miembro del Hamas fuera profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

Católicos en la vida pública

Más recientemente, el arzobispo de Atlanta, John F. Donoghue, junto con el Obispo de Charleston, Robert J. Baker y el Obispo de Charlotte, Peter J. Jugis publicaron una declaración prohibiendo a los sacerdotes de esas diócesis dar la Comunión a los políticos y funcionarios que públicamente hayan apoyado o apoyen el aborto.

La declaración, publicada en la página web Spirit Daily, señala que: "Los funcionarios públicos católicos que apoyan el aborto están cooperando públicamente al mal. Con su apoyo a la legislación pro-abortista ponen de manifiesto estar en situación de pecado grave, por lo que se los excluye de la Sagrada Comunión, por el tiempo en que persistan en su posisción pro-abortista".

La carta continúa: "Debido a la influencia que tienen los católicos que trabajan en la vida pública sobre la conducta diaria de los ciudadanos y en el futuro de nuestra nación, declaramos que los católicos que se desempeñen en la vida pública y defiendan posiciones contrarias a las enseñanzas de la Iglesia sobre la santidad e inviolabilidad de la vida humana, especialmente aquellos quienes están o fueron elegidos para cargos públicos, no deben ser admitidos a la Sagrada Comunión en ninguna iglesia católica dentro de nuestras jurisdicciones: la Arquidiócesis de Atlanta, las Diócesis de Charleston y de Charlotte".

Para reconciliarse con la Iglesia y ser admitidos al Sacramento de la Eucaristía se les exige a esos políticos católicos que rectifiquen públicamente su apoyo al aborto. "Solamente después que ocurra la reconciliación con la Iglesia, con el conocimiento y el consentimiento del obispo local y el repudio público a su postura, se le permitirá a esas personas acercarse al Sacramento de la Sagrada Eucaristía".

La declaración concluye: "Tomamos esta decisión para salvaguardar la altísima dignidad del Santísimo Sacramento del Altar, y para reasegurar a los fieles en la fe, y salvar a los pecadores", (vid. Declaración católicos en la vida pública, NG 649).

El aborto no es un tema más

A su vez, Mons. Robert J. Carlson de Sioux Falls (Dakota del Sur), en su mensaje del mes de agosto, rechazó la postura de aquellos que consideran al aborto simplemente un tema más a la hora de votar.

Recordó que el aborto es un crimen contra la ley natural, y que oponerse al aborto obliga a cada católico bajo pecado grave que no admite ninguna excepción. Recordó la reciente carta del Cardenal Joseph Ratzinger a la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, en la que se dice que todo católico debe evitar la cooperación formal al mal, y que quienes deliberadamente votan por un candidato que esté a favor, por ejemplo, del aborto o la eutanasia, están cooperando al mal y no pueden acercarse a recibir el Sacramento de la Eucaristía.

También han hecho público que los politicos que apoyen el aborto no deben acercarse a recibir la Sagrada Eucaristía, entre otros, Mons.Bernard Harrington, obispo de Winona (Minnesota); el obispo de Lexington, Kentucky, Mons. Ronald Gainer y el de Wilmington, Delaware, Mons. Michael Saltarelli. Éste último recordó a las instituciones católicas que no deben invitar a políticos abortistas, ya sea para exponer sus ideas en charlas, clases o conferencias o incluso a simples actos honoríficos. FIN, 24-08-04

20.08.04

662 - URUGUAY: ABORTO, ¿UN PASO MÁS?.

URUGUAY: ABORTO, ¿UN PASO MÁS?.

Fuentes: Propias y en el texto.

Por Juan Bacigaluppi

El día 4 de mayo de este año el Senado de Uruguay rechazó un proyecto de ley que legalizaba el aborto quirúrgico, (NG 632, 633 y 637). Sin embargo, las fuerzas abortistas no se dieron por vencidas, y el pasado 6 de agosto fue aprobada la "Normativa de atención sanitaria. Asesoramiento para una maternidad segura" por Resolución Ministerial del Ministerio de Salud Pública. La noticia se conoció recién hace una semana.

La norma reconoce que "el aborto es un acto médico" y marca un hecho sin precedentes en la región, pues obliga a los médicos del sector público y privado a brindar asesoramiento a las mujeres que decidan abortar, a pesar de que el aborto es ilegal. El Ministerio se compromete a "Difundir y controlar la aplicación de esta normativa tanto a nivel del subsector público como a nivel del subsector privado, del sistema de salud".

Dice el texto: "El aborto provocado es hoy la principal causa de muerte materna en nuestro país por lo que se debe tomar la iniciativa para prevenir el daño provocado por esta práctica. En este sentido el aborto como práctica ilegal no puede ser abordado por el médico, ni por el equipo de salud, ni por el sistema sanitario. Pero este hecho ilegal tiene un antes (desde la consideración de la posibilidad de recurrir a la práctica del aborto a la concreción del hecho) y un después (desde la realización del aborto provocado hasta la rehabilitación completa de la mujer en los aspectos bio­sico­sociales).

El subdirector general de salud, Julio Vignolo, reconoció que la aprobación de la Normativa "significa aceptar que el aborto es un acto médico que, si bien es ilegal, se produce muy a menudo en nuestra sociedad, y que su clandestinidad es uno de los factores que aumentan los riesgos y propician su realización en condiciones inadecuadas".

Según el documento se creará un centro "que atenderá a todas las mujeres que lo requieran, y sin excepciones, obtendrán información en anticoncepción. Además aquellas que estén evaluando abortar, accederán a otras opciones como la adopción. En caso de no cambiar su decisión serán asesoradas acerca de las medidas de prevención que deben adoptar. Y aquellas que ya hayan pasado por un aborto, serán tratadas para evitar infecciones que determinen su muerte".

Sigue diciendo que "nunca se les indicará a dónde dirigirse para realizarse un aborto y siempre la mayor reserva de los datos de la mujer afectada, marcará las condiciones fundamentales del funcionamiento de esta policlínica".

"Sin excepciones" y "reserva de datos", querría decir incluso a menores sin conocimiento de sus padres; lo que en otros textos abortistas se incluye en los términos "sin discriminación" y "confidencialidad".

El texto y la realidad

La decisión, aunque hable de presentar a las pacientes "otras opciones" no deja de ser preocupante pues es un reconocimiento y un paso hacia la banalización del crimen del aborto quirúrgico.

Confirman esta inquietud, por ejemplo, los triunfalistas comunicados de las redes de salud feministas, y las declaraciones de algunas abortistas, como la legisladora Margarita Percovich, que dijo al diario Página 12 de Buenos Aires: "Es un gran avance. Estamos contentísimas" (13-08-04).

Es muy sintomático lo que afirma en el mismo diario Leonel Briozzo, uno de los autores de la norma, que además la viene aplicando desde 2002 en el Hospital Pereira Rossell. "Partimos de la concepción de que el aborto es un hecho ilícito, dijo. Buscamos actuar en el antes y el después en el marco de una política de prevención de daño. Hay distintos escenarios. Si la mujer viene convencida de interrumpir el embarazo o si no está resuelta. En este último caso, le planteamos otras alternativas como la adopción y la existencia de ayudas sociales que, la verdad, son muy pocas. Les damos una semana para que lo piensen y reflexionen. Después, si tienen la decisión firme, les advertimos sobre las consecuencias y los riesgos de recurrir a métodos precarios como la introducción de un tallo de perejil o de una aguja de tejer. No indicamos un método de aborto en particular ni un lugar a dónde ir, pero sí les informamos cómo actúa el misoprostol". El misoprostol es el nombre genérico de un medicamento para tratar úlceras de estómago que provoca hemorragias en la mujer embarazada y causa el aborto. Un método químico que puede usarse como "abortivo doméstico", aunque con serios riesgos para la salud de la mujer.

Briozzo bregó activamente a favor de la legalización del aborto durante todo el proceso parlamentario que concluyó en mayo.

La Normativa misma tiene su origen en grupos que se manifestaron a favor de la legalización. Antes de ser promulgada por el Ministerio de Salud fue redactada y aprobada por unanimidad por el Consejo de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República; el Sindicato Médico del Uruguay y la Sociedad de Ginecotocología del Uruguay.

En esa primera instancia fue firmada por el profesor Dr. Enrique Pons (Clínica Ginecotocológica A); el profesor Dr. José C. Cuadro (Clínica Ginecotocológica C); el profesor Dr. Guido Berro (Cátedra de Medicina Legal); el profesor adjunto Dr. Leonel Briozzo (Clínica Ginecotocológica A); el profesor adjunto Dr. Hugo Godoy (Clínica Ginecotocológica B); el profesor adjunto Dr. Hugo Rodriguez (Cátedra de Medicina Legal); y la Dra. Beatriz Vidarte (Clínica Ginecotocológica A).

Las mentiras abortistas

Como sabemos la propanganda abortista utiliza la exageración mentirosa y la manipulación ideologógica de las estadísticas para encontrar argumentos a sus pretensiones.

La Normativa afirma que: "El aborto provocado es hoy la principal causa de muerte materna en nuestro país".

Sin embargo la misma Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, que como todas las agencias de la ONU son instituciones claramente enroladas en la cultura de la muerte, reconocen que el número de muertes maternas por todas las causas, no sólo por aborto provocado, en 2001 fue de 6 (seis) (http://www.paho.org/Spanish/CLAP/05mort.htm).

También el Programa para el Desarrollo de la ONU (PNUD), desmiente la Normativa uruguaya y dice:

"En el país se registra un muy bajo número de muertes maternas debido a complicaciones en el embarazo, parto y puerperio". (…) "Para ubicar la dimensión del problema de la mortalidad materna en Uruguay, es necesario destacar que la probabilidad de que una mujer muera por complicaciones del embarazo, parto y puerperio es mucho menor que la probabilidad de que una mujer no embarazada y en edad reproductiva de 15 a 44 años, muera por cualquier causa". (PNUD, Objetivos de Desarrollo del Milenio, Centro de Naciones Unidas en Uruguay, http://www.undp.org.uy/share/pdf/objetivosmdg.pdf).

Maternidad segura

La normativa lleva como subtítulo: "Asesoramiento para una maternidad segura".

Como informamos reiteradamente en este en este boletín el término de "maternidad segura" es otro eufemismo que la ONU y las ONG's abortistas utilizan para la difusión del aborto farmacológico y la legalización del aborto quirúrgico, (vid entre otros NG 28, 97, 104, 143, 149, 180, 188, 223, 226, 231, 254). FIN, 20-08-04

17.08.04

661 - JUAN PABLO II: ¡MUJERES, DEFENDED LA VIDA!.

JUAN PABLO II: ¡MUJERES, DEFENDED LA VIDA!.

Fuente: Zenit, 15-08-04. Homilía de Juan Pablo II en la celebración eucarística de la Solemnidad de la Asunción de María en la "Pradera" de Lourdes.

1. "Que soy la Immaculada Concepción". Las palabras que dirigió María a Bernadette el 25 de marzo de 1858 resuenan con una intensidad particular en este año en el que la Iglesia celebra el 150 aniversario de la definición solemne del dogma proclamado por el beato Pío IX en la Constitución apostólica "Ineffabilis Deus".

He deseado intensamente realizar esta peregrinación a Lourdes para recordar un acontecimiento que sigue dando gloria a la Trinidad una e indivisa. La concepción inmaculada de María es el signo del amor gratuito del Padre, la expresión perfecta de la redención cumplida por el Hijo, el punto de partida de una vida totalmente disponible a la acción del Espíritu.

2. Bajo la mirada materna de la Virgen, os saludo a todos cordialmente, queridos hermanos y hermanas venidos a la gruta de Massabielle para cantar las alabanzas de la mujer a quien todas las generaciones proclaman bienaventurada (Cf. Lucas 1, 48). (…)

3. "En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa…" (Lucas 1, 39). Las palabras de la narración evangélica nos permiten percibir con los ojos del corazón a la joven muchacha de Nazaret en camino hacia la "ciudad de Judá" en la que vivía su prima para ofrecerle sus servicios. Lo que nos impresiona ante todo de María es su atención llena de ternura hacia su pariente mayor. Es un amor concreto que no se queda en palabras de comprensión, sino que se compromete personalmente en una auténtica asistencia. La Virgen no le da simplemente a su prima algo que le pertenece; se da ella misma, sin pedir nada a cambio. Ha comprendido perfectamente que, más que un privilegio, el don recibido de Dios es un deber, que compromete al servicio de los demás con la gratuidad que es propia del amor.

4. "Engrandece mi alma al Señor…" (Lucas 1, 46). Durante su encuentro con Isabel, los sentimientos de María se reflejan con fuerza en el cántico del "Magnificat". Sus labios expresan la expectativa llena de esperanza de "los pobres del Señor" así como la conciencia del cumplimiento de las promesas, pues Dios "se acordó de su misericordia" (Cf. Lucas 1, 54).

De esta conciencia surge precisamente la alegría de la Virgen María, que se refleja en todo el cántico: alegría de saber que Dios "ha puesto los ojos" en su "humildad" (Cf. Lucas 1, 48); alegría a causa del "servicio" que puede realizar, gracias a las "maravillas" a las que le ha llamado el Todopoderoso (Cf. Lucas 1, 49); alegría por experimentar con antelación las bienaventuranzas escatológicas, reservadas a los "humildes" y a los "hambrientos" (Cf. Lucas 1, 52-53).

Tras el "Magnificat" viene el silencio; no se dice nada de los tres meses de presencia de María junto a su prima Isabel. O quizá se nos dice lo más importante: el bien no hace ruido, la fuerza del amor se expresa en la tranquila discreción del servicio cotidiano.

5. Con sus palabras y con su silencio, la Virgen María se nos presenta como un modelo en nuestro camino. Es un camino que no es fácil: por la falta de sus primeros padres, la humanidad lleva en sí la herida del pecado, cuyas consecuencias siguen experimentando los redimidos. ¡Pero el mal y la muerte no tendrán la última palabra! María lo confirma con toda su existencia, en cuanto testigo viviente de la victoria de Cristo, nuestra Pascua.

Los fieles lo han comprendido. Por este motivo vienen en masa ante la gruta para escuchar las advertencias maternas de la Virgen, reconociendo en ella a "la mujer vestida de sol" (Apocalipsis 12, 1), la Reina que resplandece ante el trono de Dios (Cf. Salmo responsorial) e intercede a su favor.

6. Hoy la Iglesia celebra la gloriosa Asunción al Cielo de María en cuerpo y alma. Los dos dogmas de la Inmaculada Concepción y de la Asunción están íntimamente ligados. Ambos proclaman la gloria de Cristo redentor y la santidad de María, cuyo destino humano ha sido perfecta y definitivamente realizado en Dios.

"Cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros", nos ha dicho Jesús (Juan 14, 3). María es la prenda del cumplimiento de la promesa de Cristo. Su Asunción se convierte para nosotros en "un signo de esperanza segura y de consuelo ("Lumen gentium", n. 68).

7. ¡Queridos hermanos y hermanas! De la Gruta de Massabielle, la Virgen Inmaculada nos habla también a nosotros, cristianos del tercer milenio. ¡Escuchémosla!

Escuchadla, ante todo, vosotros, jóvenes, que buscáis una respuesta capaz de dar sentido a vuestra vida. Podéis encontrarla aquí. Es una respuesta exigente, pero es la única respuesta válida. En ella se encuentra el secreto de la auténtica alegría y de la paz.

Desde esta gruta os lanzo un llamamiento especial a vosotras, las mujeres. Al aparecerse en la gruta, María confió un mensaje a una muchacha, subrayando la misión particular que corresponde a la mujer, en nuestra época que siente la tentación del materialismo y la secularización: ser testigo en la sociedad actual de los valores esenciales que sólo se pueden percibir con los ojos del corazón. ¡A vosotras, mujeres, os corresponde ser centinelas del Invisible! A todos vosotros, hermanas y hermanos, os lanzo un apremiante llamamiento para que hagáis todo lo que podáis para que la vida, toda vida, sea respetada desde la concepción hasta su término natural. La vida es un don sagrado del que nadie puede apropiarse.

Por último, la Virgen de Lourdes tiene un mensaje para todos, es éste: ¡sed mujeres y hombres libres! Pero recordad: la libertad humana es una libertad marcada por el pecado. También tiene necesidad de ser liberada. Cristo es el liberador, él que "nos ha liberado para que seamos verdaderamente libres" (Gálatas 5, 1). ¡Defended vuestra libertad!

Queridos amigos, en este objetivo sabemos que podemos contar con la que nunca cedió al pecado, la única criatura perfectamente libre. Os confío a ella. ¡Caminad con María por los caminos de la plena realización de vuestra humanidad!. FIN 17-08-04.