Encuentro Nacional de Mujeres : Abortista, Anticatólico y Sacrílego (2-2)
“La Iglesia que ilumina… ”: El odio sacrílego.
Esta furia anticlerical llega incluso a la blasfemia y al sacrilegio. No exageramos las palabras. Por el contrario, lo decimos con las palabras justas y precisas. Si para entender esto es necesario detenerse a explicar los dos términos, lo haremos brevemente.
Opuesto a la virtud de la Religión, entonces, se encuentra el vicio de la irreligión que falta al primer Mandamiento. Este primer mandato reprueba y prohíbe el sacrilegio, una de las faltas de irreligión, el cual “consiste en profanar o tratar indignamente los sacramentos y las otras acciones litúrgicas, así como las personas, las cosas y los lugares consagrados a Dios”[1]. Existen, en efecto, tres clases de sacrilegio: personal (contra las personas), local (contra los lugares), y real (contra las cosas). Distinción que corresponde al diferente grado de santidad, como lo explica el mismo Santo Tomás de Aquino.[2]