Salvo la frase que resalto en rojo (que más bien parece una gambeta a lo Messi) el resto está muy bien y, aunque aún tiene cosas que cambiar (el liberalismo en Francia ha hecho estragos incluso en los ambientes católicos), dice unas cuántas verdades que pocos se animarían a decir.
P. Javier Olivera Ravasi
En una entrevista con Jordi Évole, la sobrina de la candidata a la presidencia francesa Marine Le Pen aseguró haber recibido una educación católica muy tradicional y defendió las raíces cristianas de Francia.
“Creo, como muchos otros franceses no creyentes, en las raíces cristianas de Francia”. Así se ha expresado Marion Maréchal-Le Pen, diputada francesa y dirigente del Frente Nacional, durante una entrevista con Jordi Évole para el programa Salvados de La Sexta.
A la pregunta de Évole sobre si utilizaba la religión como elemento de confrontación, Marion Le Pen responde: “De ningún modo. Soy católica en el ámbito privado, pero no utilizo mi cargo para hacer evangelización”.
La sobrina de la candidata a la presidencia Marine Le Pen también confesó conocer las oraciones en latín tras haber recibido una educación católica “muy tradicional”.
“Es nuestro patrimonio en común, el latín. Es un sentimiento cultural, aparte del sentimiento religioso”, defendió Marion Le Pen, que no tuvo reparo en rezar el Padrenuestro en latín ante las cámaras.
Durante la entrevista, Évole quiso saber si la dirigente del Frente Nacional tenía “problemas de conciencia” al declararse católica y al mismo tiempo “negarse a admitir refugiados tal y como recomienda el Papa”.
“No tengo problemas de conciencia porque el Papa es un líder espiritual y no un líder político, y yo no me dedico a la teología, soy política”, fue la respuesta de la entrevistada.
En opinión de Marion Le Pen, Francisco es un papa que toma “posiciones políticas muy claras, que son las suyas”. “Todo el mundo tiene la libertad de discrepar con la política del Papa”, subrayó, añadiendo que el romano pontífice “es infalible respecto al dogma”.
“Hoy en Francia, y también en Europa, nos dejamos llevar mucho por las emociones, creo que no es la mejor forma de responder ni a la necesidad de estas personas en su país ni a las de los franceses aquí”, aclaró Marion Le Pen.
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