"Santa Evita" Perón
Hace un par de días que, la Confederación General del Trabajo (CGT) junto con un grupo de sacerdotes pertenecientes al movimiento de “Curas villeros”, ha comenzado a mover el avispero para pedir la apertura del proceso de canonización de Eva Duarte de Perón, esposa del extinto presidente de la Argentina, el Gral. Juan Domingo Perón.
De nada sirve ahora ponerse a narrar la vida de “Evita”, como se hacía llamar la ex carismática actriz que llegó a ser una de las mujeres más influyentes de su tiempo; ni de su juventud turbia y un tanto desordenada; ni tampoco –vale decirlo– de su muy probable conversión al final de su vida, luego de conocer a Roncalli y su muerte con todos los sacramentos (como atestiguaba el padre Benítez, su confesor e incondicional defensor).
- “Al final de cuentas, María Magdalena fue prostituta y ahora es santa” – se dirá.
- “Sí, pero no sólo se convirtió, sino que pasó gran parte de su vida como penitente, viviendo en una cueva y purgando sus pecados”.
Ahora bien: ¿Santa Evita? ¿será verdad?
Y…, cosas “veredes Sancho que non crederes” decía Don Quijote.
La verdad que uno a veces no sabe qué pensar o qué decir cuando le preguntan por estos temas.
O es como en tiempos de los Cristeros, cuando los mártires decían que “el cielo está barato” o es que hay una gran confusión y los santos se han devaluado.