Confesión por internet. ¿Se puede? Texto y vídeo
Nihil novum sub sole; “nada nuevo bajo el sol”.
La pandemia teledirigida que hoy estamos viviendo trajo aparejadas y como de la mano, preguntas nuevas y viejas: desde, si es válida la misa “por internet” hasta si uno puede confesarse y recibir la absolución vía telefónica o por medio de la web (entre otras cosas).
Y tanta es la confusión que hasta algún prelado -quizás con el mejor celo apostólico- intentó instaurar para su diócesis la “confesión telefónica” viéndose, pocos días después, obligado a recular luego de la palabra de Roma (véase aquí).
Lo cierto es que, hasta el momento, la “confesión por internet” no es válida ni lícita y quien se encuentre en pecado mortal, lamentablemente, deberá recurrir a un acto de contrición perfecta hasta tanto pueda confesarse.
Y la pregunta no es nueva; al menos, no es nueva para los que conocen la historia de la teología moral[1].