El proceso jurídico de Cristo 12. ¡Ibis ad crucem!
Cristo, con el traje de rey más parecía un payaso que un criminal. Pilato permitió el juego de locos de la soldadesca, en sí injustificado, porque esperaba convencer a la masa de la inocencia de Jesús; “los sumos sacerdotes y sus servidores” (el evangelio sólo nombra a éstos, o que da a entender que el pueblo ya estaba parcialmente conmovido) gritaron: ¡Crucifícale!