La única reliquia de Santa Juana de Arco vuelve a Francia
Nada quedó de Juana de Arco salvo su signatura en una carta intimando a los ingleses a la rendición.
Después de la hoguera de Rouen, sus cenizas y su corazón palpitante e incorrupto fueron arrojados al Sena junto con todos sus despojos. Nada para honrarla y recordarla subsistió.
Pero, ¿qué ocurrió con el anillo regalado por sus padres, tal vez para la 1ª comunión, al que se hace referencia en uno de los pasos del proceso de Rouen?
- P. Cauchon: -“¿Tenéis anillos?”
- Juana: -“Vos téneis uno mío. Devolvédmelo. Y los borgoñones tienen mi otro anillo. Vos tenéis uno, mostrádmelo”.
- P. C.: -“¿Quién os ha dado el anillo que tienen los borgoñones?”
- Juana: -“Mi padre o mi madre, y creo que tiene escrito en su interior los nombres “Jhesus-Maria”. No sé quién se los hizo escribir; me parece que no tenía piedras, me fue regalado en la ciudad de Domrémy”.
- P.C.: -“¿Habéis curado a alguien con alguno de los anillos?”
- Juana: -“Jamás curé a nadie por medio de dichos anillos”.