Leído para Ud.: “Las neuronas de Dios. Una neurociencia de la religión, la espiritualidad y la luz al final del túnel”. Por el Dr. Jordán Abud (3-3)
3- OTRA VEZ EL MATERIALISMO PRESOCRÁTICO
Por todo lo expuesto diremos que, efectivamente, el libro unifica. Pero explicando lo más por lo menos, y no lo menos por lo más. Es decir, más allá de los avances tecnológicos y de las novedades de laboratorio, no ha sabido sobreponerse a la fuerza del materialismo y terminó siendo otro exponente de lo que Mario Caponnetto llama el retorno de los presocráticos.
Decimos que unifica porque la obra pareciera una recusación del dualismo cartesiano, lo cual es plenamente válido. Pero, paradójicamente, los fenómenos que avalan tal recusación son interpretados a la luz del monismo materialista que aparece como el rasgo común y más sobresaliente de las neurociencias.
Citemos entonces, por última vez, a quien hemos recurrido en este tramo de la crítica. Resulta ineludible, por tanto, un fuerte cuestionamiento crítico frente a lo que a todas luces es, cuanto menos implícitamente, una muestra evidente de materialismo ingenuo y acrítico que, en definitiva no es sino una aporía. Es lícito, por tanto, desde el hilemorfismo objetar que sin la presencia de un principio formal no pueden explicarse los fenómenos en cuestión; y resulta plenamente lícito, también, sostener que ese principio formal no puede ser corpóreo. La argumentación de Santo Tomás tiene, a nuestro entender, plena vigencia[1].