Sermón de acción de gracias por los MALES recibidos
Si recibimos de la mano de Dios los bienes,
¿por qué no vamos a aceptar también los males?
(Job)
Fin de año y Dios ha querido que lo pasásemos en familia, o más bien, entre varias familias.
Mucha agua ha corrido este año bajo el puente, dolores y alegrías, esperanzas y algunos pocos logros.
Y Dios ha querido que todo sucediera así.
Sin embargo debemos dar gracias a Dios, incluso en los males.
¿Dar gracias a Dios por los males?
Sí, como dice San Pablo, hay que “dad gracias a Dios en todo tiempo por vosotros, hermanos, como es justo, porque vuestra fe está progresando mucho y se acrecienta la mutua caridad de todos” (2 Tes I, 3)
Pero ¿por qué?¿para qué?¿cómo alegrarnos en los padecimientos?
Porque, como continúa el Apóstol: “esto es señal del justo juicio de Dios, en el que seréis declarados dignos del Reino de Dios, por cuya causa padecéis” ” (2 Tes I, 5)
No se trata de masoquismo, ni de un derrotismo, sino de ser cristianos auténticos; de ser (o al menos intentar ser) “otros Cristos”.
Pero, ¿acaso deberíamos dar gracias de los males? Sí, también de los males que hemos padecido,