El VARÓN ante un mundo AFEMINADO. En la fiesta de San José
P. Javier Olivera Ravasi, SE
Durante mi adolescencia dejé la práctica religiosa por dos motivos: uno, por los pecados propios y, otro, por ver el “modelo” del joven varón que había en las parroquias: aburrido, afeminado, poco viril… Claro que seguramente, en algunos casos, exageraba para tener una excusa para no ir a Misa. Pero la exageración siempre parte de una base.
Sólo luego de algunos años entendí que no todos los varones en la Iglesia eran así y decidí, por gracia de Dios, volver.
La actual dialéctica marxista de oponer al varón contra la mujer ha hecho que, lamentablemente, la misma figura del hombre, de quien tiene cromosomas “xy” (vale aclararlo hoy en día) se haya desmoronado.
Basta para esto ir a las tiendas de ropa para darse cuenta: la ropa es casi completamente “unisex” y es difícil encontrar ropa de hombre más allá de la diferencia de talles.
Esto mismo, unido a la ideología de género imperante, ha hecho que se haya desatado una verdadera crisis de la masculinidad. Por el ataque permanente contra lo varonil.
La otra tarde, me contaba mi hermano, una joven venía con las dos manos llenas del supermercado y no “tenía manos” para abrir la puerta del edificio. Mi hermano (porque mi padre nos educó así), se adelantó para abrirle la puerta como un caballero.
La chica, en vez de agradecer, le dijo en tono despectivo:
- No soy discapacitada – a lo que mi hermano le respondió:
- ¿Estás segura?
Esta crisis actual, que va desde la ropa unisex a la prohibición del clásico “piropo” va haciendo mella en las generaciones al punto tal que, las mujeres dentro de unas décadas ya sí dirán con todo derecho que “no hay hombres”; no hay hombres porque no se le dejará ser tales.
Es decir: vivimos, en muchos ambientes, un mundo “afeminado”.
Esta es la razón por la cual, hoy, en la fiesta de San José, el varón que Dios quiso poner como padre putativo de Jesús, recordé un librito leído hace años titulado así: “Salvaje de corazón”.
El autor, John Eldredge, no es católico, es protestante y escribió esta obra hace más de veinte años anticipándose en el tiempo. A simple vista, parece un libro de auto-ayuda para varones cristianos en el cual, amén de las falencias propias de alguien que no posee la verdad completa, dice muchas verdades naturales a partir de la fenomenología y la principal es esta, si uno debiera resumirlo: y es que, el mundo moderno ha terminado por matar al hombre, ha matado su esencia, lo ha pulverizado detrás de una computadora mientras él, anhela por vivir salvajemente.
Pero… ¿Cómo pensó Dios al hombre?
Dios pensó al varón como a un ser aventurero, dominador “para que domine” dice el Génesis:
“Hagamos al hombre a imagen nuestra, según nuestra semejanza; que domine sobre los peces del mar y las aves del cielo, sobre las bestias domésticas, y sobre toda la tierra y todo reptil que se mueve sobre la tierra”.
El papel del varón entonces, no es estático, sino dinámico. Su vida, desde pequeño, como con los temperamentos, se muestra más “activa” que la de la mujer, naturalmente más contemplativa; es la educación la que hace que el hombre, poco a poco, deba ser formado en la contemplación.
El varón tiende, por naturaleza, a dominar las cosas, a encontrarle el sentido; a desarmarlas y a volverlas a armar.
Y esto se ve, más claramente, como en los temperamentos, cuando uno es niño, antes de la educación.
El varón, el niño, es ante todo ese loco aventurero que vuelve con la camiseta rota, el pantalón hecho pedazos pero con la cara contenta. Poco a poco, la educación (que debe existir, claro está, pues no somos rousseanianos), va haciendo que vayamos domesticando a esa bestia para enseñarle buenos modales.
Pero es en la selva, en lo salvaje, en lo agreste que el hombre encuentra su misión: como Moisés escapando del faraón, como San Juan Bautista en el desierto o como Cristo en la montaña.
Todo hombre, especialmente cuando es más pequeño, busca el desafío, busca la aventura, busca el riesgo; y sólo se detiene ante su gran enemigo: el miedo.
Porque el miedo es el único enemigo del varón.
Podríamos decir entonces, siguiente a Eldredge que, todo varón posee, por naturaleza, un anhelo desesperado por:
- Una batalla que pelear.
- Una aventura que vivir
- Una bella que rescatar.
1. Una batalla que pelear
Pero… ¿cuál es la razón, se preguntan las madres, por la que, los hijos cuando son chicos, a veces pelean a puños con otros? ¿Por qué a los hombres nos gustan naturalmente las películas de acción?¿por qué a veces, a un varón, en un semáforo, se le pone en la cabeza que debe ganarle con su vehículo al que está al lado?
Porque hay en el corazón del hombre un deseo natural por mostrar su dominio, por mostrar su valor, por ser el héroe que ganó en la batalla.
Y esta es la razón por la que lucha de pequeño, aún por pequeñeces.
Porque quieran o no; el varón se hace a los golpes.
Esta es la razón por la que, cuando hay una guerra -o al menos en el pasado en Argentina- tantos jóvenes de apenas 16 años pedían por favor alistarse para ir a pelear por unas islas, las Malvinas, que apenas conocían de nombre, aun sabiendo que no podrían volver.
Y todo hombre, es en esta lucha, jerárquico: pues apenas el varón sabe quién es el que manda, él se somete de modo natural.
Y es una batalla por pelear, aún consigo mismo, porque “el reino de los cielos es de los que se hacen violencia”, decía el Señor.
2. Una aventura que vivir
El juego es un modo excelente de ver lo que hay en el corazón de toda persona. Es allí cuando vemos qué tiene adentro.
Es claro que, el juego de niños y el juego de niñas, es distinto por naturaleza. Y no sólo como cuando, antes, cuando éramos chicos, se jugaba con lo que uno tenía a mano, sino también hoy, con los juegos electrónicos: no juega igual el varón que la mujer. Ni juega a lo mismo.
El varón busca, aún en la ficción, aún en la mediocridad de nuestros aparatos modernos, la aventura. De pequeños, nadie jugaba a ser oficinista, o a escribir en una computadora o a poner sellados en los papeles…
Todo hombre quiere desempeñar el papel de héroe. Y, si no es el héroe, es quien sigue al héroe, cuadrándose ante él, dando la vida por él. Aún en la aventura, que está escrita en su corazón.
La aventura de hacer una casa en un árbol; la aventura de cruzar un río que parece un mar; la aventura de entrar en una casa vacía de noche…
(Tengo muchas anécdotas de mi infancia pero hay una sola, una, que nunca se me pudo borrar de la memoria y fue cuando, teniendo yo 7 años, mi padre nos llevó a dormir a una sierra, en Córdoba, con mis hermanos: el más grande tenía 9, yo 7 y el otro 5. Fue sólo una noche, habremos subido apenas 300 metros, pero para nosotros fue algo único: nos pareció un mes, hicimos fuego en la montaña, creíamos que éramos Rambo…)
La aventura, la aventura…
Pone a prueba al hombre; y el varón quiere ser admirado, quiere que lo miren, especialmente, quiere que lo mire su padre:
- “¡Mira cómo lo hago!¡miráme!
Pero no…; con excesivo cuidado, a veces, sobre todo las mamás, que no entienden a ese salvaje de corazón que llevamos dentro (y no lo entienden no porque sean malas, sino porque no entienden nuestra simplicidad), quieren que sus hijos se críen para ser oficinistas:
- ¡Bájate del árbol!
- ¡No saltes desde ahí!
- No corras que te vas a resbalar…
Es que esto es lo que nos constituye y nos va formando como hombres.
Necesitamos de la aventura como la mujer necesita de la conversación. Y necesitamos de los golpes…
Necesitamos ponernos a prueba y mostrar que podemos; porque la naturaleza del varón está hecha para eso; está hecha para probarse y proteger.
3. Una belleza por rescatar
Un autor impío, Nietzsche, decía que “un verdadero hombre quiere siempre dos cosas: el peligro y el juego. Por eso ama a la mujer: el juego más peligroso”.
Es que, la mujer, es la ayuda adecuada: (“no es bueno que el hombre esté solo, dice Dios en el Edén: le haré una ayuda adecuada”.
La mujer está hecha para el varón y el varón está hecho para la mujer, digan lo que digan hoy. Y, de ello, se da cuenta el varón apenas comienza a tener uso de razón, aunque, en su primera infancia, más bien la desprecie por ese natural modo de ser de cada uno: “las niñas no juegan como los niños”, no tienen ese modo bruto que al varón le gusta. La mujer se relaciona con la palabra mientras que el varón se relaciona con el cuerpo.
Pero, todo varón, en su interior, anhela ser quien pelee una aventura para rescatar a una princesa; quiere ser quien venza al dragón, desea el peligro que implica jugarse por ella. Por eso, desde pequeño, el varón debe ser educado en ese sentido principesco de la vida, “principesco” no en el sentido de “delicado”, sino de “principios”. La mujer es “cosa sagrada” nos enseñaban cuando éramos chicos; y las cosas sagradas no se tocan, no se golpean, se protegen.
Y cuando ese deseo de proteger a la mujer, ese deseo de ser valorado por ella disminuye, el varón se atemoriza, se disminuye, se evapora, se afemina…; que es lo que está pasando hoy; y sólo surge de modo bestial en situaciones límites, porque sólo el límite hace salir de nosotros lo que llevamos dentro.
Conclusión
Hoy, en la fiesta de San José, ese varón destinado por el Señor para ser el esposo de la Santísima Virgen María y el educador de Nuestro Señor Jesucristo a lo largo de su infancia, pidámosle que, por su intercesión, Dios nos conceda santos varones, que den el buen combate de la Fe, en defensa de la mujer y de la Esposa de Cristo, que es la Santa Madre Iglesia.
P. Javier Olivera Ravasi, SE
55 comentarios
Me indignaba el modo cómico popular un tanto despreciativo de tratarle en ciertos villancicos.
Me parece desafiar todos los tópicos típicos sobre el macho ibérico y un santo con una personalidad impresionante. Nada que ver con los topicazos que usted describe.
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Pues acá, en Hispanoamérica, hace siglos, los "machos ibéricos" conquistaron y evangelizaron este continente que aún los admira. Sin embargo, con los años, España ha cambiado y, salvo excepciones, se ha aputosado, con perdón del argentinismo. PJOR
Y una mujer normal, por muy fuerte interiormente o activa que sea, anhela un hombre protector que atempere la batidora de ideas y percepciones que es la cabeza de una esposa, hermana o buena amiga.
Saludos cordiales.
Pero volviendo al tema del macho ibérico - o iberoamericano - existe un refrán: "dime de que presumes y te diré de qué careces".
Por eso el discretísimo San José, llevando al niño de la mano me parece la perfecta imagen del verdadero varón cabal y sin complejos.
Es muy bonito ver a San José con el Niño en brazos, pero obviamos que fue él quién organizó la huída a Egipto, quién trabajó allí para mantener la Familia, y que, con toda seguridad, los bandidos que hubiera en el camino habrían tenido que matarlo antes de llegar hasta la Virgen o el Pequeño Jesús.
No sabemos cuándo murió San José, estaba vivo cuando Jesús tenía 12 años, y, probablemente murió cuando hubo cumplido su labor y el Hijo, que era Hijo de Dios pero a él había sido confiado, ya podía hacerse cargo de su propia vida.
Todavía para mi abuela los más pobres entre los pobres eran las viudas y los huérfanos. Ella no se consideraba pobre porque tenía marido.
Solo un apunte. Las madres sí entendemos a nuestros pequeños salvajes. Pero cuesta aguantar su ritmo y más en una sociedad sin niños y con más peligros. No es dejar que corran por el pueblo con amigos y vecinos y que vengan sucios como antaño. Es tener que llevarles al parque, a las tareas... Estar vigilantes toda la tarde (sin poder hacer otras tareas importantes). Y aturar, no solo sus travesuras, sino también las miradas, a veces realmente duras, de otros padres que esperan que les tengamos atados. Después además hay que hacer todas esas otras cosas que no pudimos hacer antes por estar toda la tarde de un lado a otro. A veces incluso, ante la falta de críos, toca jugar con ellos. Mi hijo agota a los abuelos, tíos y padres en menos de una tarde. Como normalmente estamos solos los padres, pues ni le cuento. Cada año cumplo 10.
Macho ibérico no tiene por qué ser sinónimo de machismo. Machismo es creerse superior a nosotras. El feminismo es el nuevo machismo al creerse ellas inferiores. La diferenciación es saberse diferente. La lucha por entenderse hace que haya fricciones. Benditas fricciones, si éstas llevan a la humildad, y por lo tanto, a Dios.
Además, muchas feministas, incluso se tomarán a mal que las ayudes, o creerán que intentas ligar con ella y puedes acabar hasta teniendo problemas.
Considero que la caballerosidad hoy es algo que ha de ser reservado para con tu familia, tu novia/mujer y si acaso otras mujeres que sepas que son antifeministas.
San José, intercede por nuestros varones ante Dios, nuestro Señor.
Celebro que recuerde la huída a Egipto. Yo tengo por costumbre cuando retiro el Belén en enero poner una imagen de la Sagrada Familia con una borriquita camino de Egipto.
San José es un santo inspirador para todas las ocasiones. Desde el trabajo y la oración hasta la buena muerte.
Excelente texto -me repito- del P.Jorge a la altura de sus textos sobre Lutero, por ejemplo. Una foto de la realidad.
Una sugerencia, estimado P.Jorge: Envíele una copia a los chicos de R.D.
La necesitan, para discernir... O mejor, convertirse.
Saludo cordial (y gracias por decir lo que hay que decir con las parrecías bien puestas).
www.youtube.com/watch?v=j3jGG32ekdk
Me pueden referir que versículo es ese?
No lo encuentro en la Sagrada Escritura. Gracias.
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Mt 11,12
"Soy rarita", le dije, tanto para ser hombre como para ser mujer.
Sí la encontrará, pero en un grupo tan reducido que actualmente se calcula entre el 25 al 30%. Y si Dios no pone fin a este período denominado Ultimos Tiempos, no quedarán mas que algunos pocos, como nos describe Génesis 19, cuando fueron destruidas Sodoma y Gomorra, a consecuencia del pecado vomitivo de la homosexualidad.
Actualmente la Iglesia está dividida a causa de la predicación de dicho falso evangelio, ya nos avisó JP-II en el congreso Eucarístico de Filadelfia en 1976, cuando aún era cardenal:
“Estamos ante la confrontación histórica más grande que los siglos jamás han conocido. Ante la lucha final entre la iglesia y la anti-iglesia; entre evangelio y anti-evangelio… pero ahora hemos llegado al final de esta batalla que muy pocos realmente perciben en el mundo actual y que los hace incapaces de discernir los signos de los tiempos y entender lo que está pasando en el mundo de hoy en sus más profundas causas ontológicas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni tampoco entienden.” En efecto, en ellos se cumple la profecía de Isaías, que dice: Ustedes oirán una y otra vez y no entenderán; mirando, no verán. Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible, han cerrado sus ojos y tapado sus oídos, con el fin de no ver con los ojos y no oír con los oídos, ni comprender con el corazón.
2ª Tesalonicenses 2:
“Sobre la Parusía, que nadie os engañe en modo alguno, porque antes ha de venir la Apostasía y ha de aparecer el hombre de la INIQUIDAD, el destinado a la perdición, el adversario, que se levantará contra todo lo divino y todo lo que tenga carácter religioso, hasta llegar a sentarse en el santuario de Dios, haciéndose pasar a si mismo por Dios.
¿No os acordáis que ya os dije esto cuando estuve entre vosotros? Vosotros sabéis qué es lo que ahora le retiene, para que se manifieste en su momento oportuno. Porque el misterio de iniquidad ya está actuando. Tan sólo con que sea quitado de en medio el que ahora le retiene, entonces se manifestará el impío, a quien el Señor destruirá con el soplo de su boca, y aniquilará con la manifestación de su venida. (Parusía).
La venida del impío estará señalada por el influjo de Satanás, con toda clase de milagros, señales, prodigios engañosos, y todo tipo de maldades que seducirán a los que se han de condenar por no haber aceptado el amor de la verdad que les hubiera salvado. Por eso Dios les envía un poder seductor que les hace creer en la mentira, para que sean condenados todos cuantos no creyeron en la verdad y prefirieron la iniquidad.
La agenda 2030 se está predicando desde la propia Iglesia ante nuestras propias narices y casi todos guardan silencio. Pero el divino juez nos aguarda al final del camino para dar a cada uno segun su merecido.
LA ULTIMA PRUEBA DE LA IGLESIA-Catecismo 675:
Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes (cf. Lc 18, 8; Mt 24, 12). La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra (cf. Lc 21, 12; Jn 15, 19-20) desvelará el “Misterio de iniquidad” bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad. La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne (cf. 2 Te 2, 4-12; 1Te 5, 2-3;2 Jn 7; 1 Jn 2, 18.22).
S. Juan 5,43: Yo he venido en nombre de mi Padre y no me recibís; si OTRO viene en su propio nombre, a ése recibiréis.
Non Nobis.
Los dos llamados José tienen una serie de virtudes que les son comunes, de tal manera que, cuando uno lee la historia de José, hijo de Jacob, enseguida piensa en San José: ambos medían sus acciones sin precipitarse, ambos tuvieron sueños, ambos tomaron decisiones, ambos protegieron a su familia, etc...
Es un modelo de hombre que ya no se tiene en cuenta, pero que está ahí para quién quiera verlo, les guste o no a las feministas.
Una prueba de esto es que no creo que nadie pueda decir que Irene Montero, simbolo nacional del feminismo radical, haya demonizado a Pablo Iglesias.
Mi madre solia decir que el macho iberico era un acomplejado, y yo creo que también hoy en día se puede decir de los hombres que se sienten aplastados por el feminismo, que son unos acomplejados.
Esto no quiere decir que no haya algunas leyes injustas con los hombres hoy en día, pero las mujeres han tenido que sufrir leyes mucho más injustas durante siglos, y aún hoy las sufren.
San José estoy segura que era el hombre perfecto, no creo que tuviera ningún complejo al apreciar la superioridad de la Virgen Maria en muchos temas o decisiones. Al contrario, seguro que le daría gracias todos los dias a Dios por su compañía, y por todo lo que podía aprender de ella.
Conste que yo no estoy del todo de acuerdo. Creo que lo que se nota, aparte del sexo de los protagonistas, es el medio del que proceden. Yo que soy de pueblo, creo que en los pueblos era un poco distinto. Ahí las mujeres también eran muy apañadas. A mi madre, por ejemplo, no había cosa que le gustase mas que una obra, jeje.
Un experimento accidental muestra la superioridad del Patriarcado
youtube.com/watch?v=P3DDidy5AG4
En general, en estas cosas la variabilidad es enorme y lo que se suele medir son las tendencias.
Es que poca gente sabe que es Doctor de la Iglesia-experto en Sagradas Escrituras- que entró en la Orden Franciscana porque estaban matando a los franciscanos en Marruecos y quiso ir a Misiones, pero se puso muy enfermo y no pudo y que fue célebre, como San Juan Crisóstomo, por tener "piquito de oro". La piedad popular ha convertido a San Antonio en buscador de novios y objetos perdidos, pero es una de las muchas deformaciones de las que debemos huír. Ya me costó convencer al Antonio de marras que su santo patrón no fue el cromo pintado que vio de niño y al que rezaban las viejas para que hallara la llave perdida y las jóvenes para encontrar novio, y que no se diferenciaba en nada de San Buenaventura, por poner un ejemplo.
Querrás decir le guste o no a los machistas, incluidos los que se disfrazan de feminismo en la actualidad cuando lo suyo es el desprecio a las mujeres hasta el punto que ya no saben ni lo que es una mujer.
Yo soy feminista de verdad, como lo era Clara Campoamor y no las hipócritas socialistas de su época. Y no tengo nada en contra de los varones, sino que cuento con los varones cabales en la lucha contra la injusticia.
A mí, como feminista y enemiga de los tópicos, ni hace falta explicarme que los varones son tan variados como las mujeres ni me va nadie a decir que no sé apreciar a mí santo preferido: San José.
No veo la relación entre ser antifeminista y ser acomplejado o no poder reconocer que una mujer es superior a ti en algo. Si así fuera no habría mujeres antifeministas argumentando en contra del feminismo. De hecho, si se me permite, voy a dejar que sea una mujer empoderada -no lo digo de forma irónica- y antifeminista quién te muestre hasta qué extremos llega el odio feminista a los hombres en España:
https://youtu.be/vCbuE3v_XQE?t=2
Me pregunto si la que ha dicho eso admitirá la superioridad de San José sobre ella porque es santo o también los santos deben ser iguales a cualquier mujer que no sea santa porque el santo está obligado a ser humilde y la mujer no.
La Virgen María obedecía a San José en la misma medida que todas las mujeres de su época que, gracias a Dios no eran feministas, de manera que las decisiones importantes o las tomaba el marido o se tomaban en conjunto. Por de pronto fue a San José al que se le dijo en sueños que tomara al Niño y a su Madre y huyera a Egipto, no sé por qué razón el sueño no lo tuvo la Virgen, que era la que tenía el mando: "José, levántate ahora mismo que tenemos que ir a Egipto y no me repliques que no te enteras de nada".
¡Estas feministas!
Guste o no San José fue un patriarca con todo lo significaba esa palabra.
Fue un hombre lleno de virtudes, las virtudes son su corona, y bajo ese punto de vista lo veo yo, no como un mindundi de tercera división que me gusta mucho precisamente porque mi ideal de hombre es cuanto más inane, mejor.
Mi padre siempre fue el paterfamilia y yo nunca cuestioné su autoridad y estoy segura que la Santísima Virgen María tampoco la de San José.
Por cierto, tal vez sea porque ni mi abuela ni mi madre fueron feministas y, por lo tanto, estaban orgullosas de sus respectivos maridos y no les llamaban "macho ibérico" sino, simplemente, "mi marido".
Por cierto, tanta mujer detrás del Bendito San Antonio, le han hecho flaco favor porque han vuelto "blandito" a un santo que no lo era, o lo que es lo mismo: lo han construido a su modo y manera.
A ver qué van a hacer las mujeres con San Juan Bautista, San Pablo, San Agustín o San Ignacio de Loyola, que son santos ígneos.
No sé de dónde saca usted q mi santo favorito me pueda parecer un "mindundi". Es un modelo a seguir para todos los católicos.
Y desde luego a las mujeres no tiene por qué gustarnos lo cursi, pero es q no sé qué tiene de cursi q un padre lleve a su hijo, en brazos o de la mano.
Es obvio q cuando se habla del "macho ibérico" nadie se está refiriendo al varón cabal ibérico sino a los típicos acomplejados q presumen de lo q carecen y sienten la necesidad de aparentar una virilidad q dudo mucho q tengan a base de despreciar a las mujeres.
No se me ocurriría meter en esa categoría machista ni a mi padre ni a mis hermanos ni a mis amigos. Machistas son los hombres y las mujeres cuya actitud se corresponde con la definición de machismo del DRAE.
Es cómodo por su parte renegar del (auténtico) feminismo cuando usted tiene ya sus plenos derechos como ciudadana gracias a la lucha de los feministas (= aquellos varones y mujeres que lucharon contra las injustas opresiones impuestas a las mujeres) Es estúpido que ustedes puedan aceptar que los feministas son los impresentables que usurpan el término hoy día para imponer sus injustas y absurdas leyes que destruyen la sociedad.
Y no olvide que si bien usted puede tomar decisiones libres, hay montones de lugares en los que si ya no tiran a la viuda en la pira funeraria del marido, sin embargo siguen comprando y vendiendo niñas o prohibiéndoles estudiar o trabajar o hacer deporte, o se les impone un burka o la mutilación genital.
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arteguias.com/iglesia/cenotafiosanvicenteavila.htm
Claro, que poco después. un propio ángel del Señor le encargaría la primera de sus importantes misiones como fue la de llevar a su familia a Egipto.
Después podemos imaginar que, siendo maestro de su oficio, él se encargaría del negocio y María de la casa. Tiendo a pensar, como hace parte de la historiografía actual, que mas que carpintero, José debía de ser un maestro constructor, o maestro de obras. Posiblemente tuviese trabajadores bajo su cargo, al menos ocasionalmente. Y probablemente falleció poco antes del inicio de la vida pública de nuestro Salvador, puesto que era a él a quien aún se le recordaba como tal y no a Jesús.
Tampoco has contestado si a los santos ígneos los clasificamos como "machistas" o qué hacemos con ellos.
Independientemente de las normas de la sociedad de su época, San Jose tuvo que darse cuenta, especialmente porque fué un hombre humilde, que la Virgen, toda gracia, y en comunicación continua con Dios, podia resolver muchos temas con más claridad y verdad que él.
Algunos y algunas, pueden seguir pensando que la Virgen no puso sus talentos al servicio de la familia, y que iba por la vida de tonta, diciendo todo el rato : si San Jose, lo que tu digas San Jose. Para mi pensar de esta manera es un insulto a los dos.
Naturalmente que la Virgen puso sus talentos en favor de la familia, nadie duda eso, pero no hay razones para pensar que sus talentos sirvieran para allanar dificultades porque predijera el futuro, tuviera ciencia infusa o discurriera mejor que su esposo en las cosas ordinarias.
En el episodio del Niño perdido en el Templo ninguno de los padres supo interpretar lo que Jesús dijo. La Virgen meditaba las cosas en su corazón, pero no tenía las claves de entendimiento de muchas cosas, igual que San José. Unas facultades de orden sobrenatural hubieran puesto al pueblo de Nazareth a mirar a aquella familia de un modo raro. Ya da para muchas cavilaciones cómo pudo ocultar Jesús su naturaleza divina, como para pensar que también la Virgen María tuviera que ocultar facultades extraordinarias. Para ser perfecta no es necesario eso, hace falta algo mucho más difícil: no pecar.
La Virgen María se dedicaba a lo que se dedicaban todas las mujeres de su época y es de suponer que sería diligente, limpia y hacendosa, que ayudaba a todos los necesitados y que no hablaba mal de nadie.
Algunos autores, aunque esa ciudad no se mencione en los Evangelios, suponen que pudo estar trabajando en Séforis, que estaba a 9 kms. de Nazareth y quedó devastada por los romanos a partir de la sublevación de Judas de Gamala (año 6 d.C.), por lo que, seguramente, necesitaron mucho personal para reconstruirla. Séforis era una ciudad muy helenizada y, tirando de hipótesis no comprobadas, hay quién dice que Jesús podía saber algo de griego koiné, lo que facilitaría su conversación con Pilato, ya que en la escena no aparece ningún traductor y da la impresión de que hablaron directamente. En Palestina la gente no hablaba latín y que Poncio Pilato hablara arameo no es muy factible.
Tampoco es creible que Jesús, haciendo alardes, hablara todas las lenguas habidas y por haber porque no vino a este mundo a llamar la atención sobre su sabiduría fuera de lo concerniente a Dios.
Hay que descartar alardes en Jesús, y mucho más en María, porque serían altamente perjudiciales para la Misión que el Padre le encomendó.
La definición de feminista está en el DRAE.
Por otra parte no me parece muy cristiana su despreocupación por los sufrimientos de las personas en otros lugares del mundo, y más teniendo en cuenta que usted no es colonialista, según dice, porque si lo fuera podría tener alguna explicación.
Y Argia tiene toda la razón en que pensar de esa manera (la que usted había expuesto) es un insulto a los dos, a la Virgen y a San José.
No le he contestado nada sobre San Juan Bautista y cía porque usted no me había preguntado nada.
No tengo ni idea de por qué supone UD que alguno de ellos tiene que caerme mal. Pues va a ser que no: no tengo nada en contra de San Juan Bautista ni de San Antonio de Padua ni de ninguno de los que nombra, sean ígneos o no, lo que quiera que signifique para usted eso.
Simplemente prefiero a San José y por mí como si ud prefiere a Santa Rita de Casia, no veo el problema.
Viva San José patrón de la Iglesia!
2) Yo veo a San José viril, por lo tanto no lo insulto, lo defiendo de las que lo afeminan.
3) Los misioneros ya se encargan de difundir la religión cristiana que nos da dignidad a todos, los que se conviertan ya entenderán, pero obligar a los que no lo hagan a adoptar políticas occidentales es colonialismo puro y duro basado en que nosotros somos mejores.
El feminismo no está dentro del depósito de la Fe ni tiene nada que ver con el Cristianismo, es una ideología sin vínculo alguno con la Iglesia y, por lo tanto, opcional en el caso de que no sea disparatado.
2- La que lo he puesto como ejemplo de varón cabal he sido yo, la que ha supuesto que su imagen con el niño podía ser cursi o sugerir afeminamiento ha sido usted.
3- Por supuesto que el cristianismo nos da dignidad a todos. Por eso mismo todo cristiano debería en la medida de sus posibilidades extender el Reino de Dios y luchar por la justicia. No sé trata de imponer políticas occidentales (también occidente necesita misioneros) sino de colaborar con los ciudadanos que trabajan por la justicia.en el país que sea. Colaborar con la concienciación de los problemas, con ayuda en sus proyectos y con nuestra oración.
La igual dignidad de la mujer y el varón la deja clara Jesucristo en los evangelios cuando cita el primer capítulo del Génesis. Sí es cuestión de fe.
Despedida cordial
Por tanto cuando se desprecia a la mujer y se la trata de forma indigna, el cristiano no debe aceptarlo, sino actuar contra esa situación.
El nombre que se dé a esa denuncia de la injusticia es lo de menos.
Usted afirma:
"Yo no tengo nada de afeminado pero tampoco soy ni he sido nunca aventurero ni travieso. Siempre he sido muy formal y tranquilo, desde niño."
Pues atreverse a publicar eso que usted ha escrito, ha sido una osadía comparable con la de quien, orgulloso de su cobardía, prefiere preservarse aunque muchos arriesguen sus personas sólo para que no les llamen cobardes, pero muchos aventuran por amor a sí mismos para ser ejemplos que otros siguen. El honor sólo es el miedo a la opinión ajena.
Por tanto ser antifeminista es una cuestión de justicia.
Las leyes discriminatorias del varón no son feministas, se presenten como quieran. Esos mismos supuestos "feministas" denigran a la mujer.
Consulte el diccionario de la RAE y compruebe la definición de machismo y feminismo.
Otra cosa es que hayan usurpado el término les del ministerio de igual da y los abortistas, pero son ellos los usurpadores del término. Y las primeras perjudicadas son las mujeres.
El machismo no es la consecuencia de ser varón sino de ser misógino. Y el auténtico feminismo es la lucha contra las injusticias misóginas.
Por tanto ser antifeminista es una cuestión de ignorancia de lo que realmente significa el término.
A los usurpadores del término feminismo prefiero llamarles feminazis o ultra machistas de última generación.
Reivindico el feminismo de los orígenes pero en vista de que la gente en general no saben lo que significa en realidad ser feminista y solo quedan restos en el diccionario, de ahora en adelante diré que soy personalista a ver si me entienden.
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