Los secuestros de Hamas y la esclavitud de los blancos

Hace ocho años publicamos aquí un comentario a un libro del profesor Robert Davis titulado Christian Slaves, Muslim Masters (Cristianos esclavos, amos musulmanes”), acerca de la esclavitud blanca, un tema completamente tabú del cual está casi prohibido hablar (disponible AQUÍ en francés).

Porque la esclavitud que es lícito criticar, es sólo la de blancos a negros; nunca al revés.

Porque lo otro no “vende".

A partir de los secuestros de personas de parte de la agrupación palestina Hamás, surge ahora la oportunidad para recordar estas verdades históricamente incorrectas para,

Que no te la cuenten

P. Javier Olivera Ravasi, SE

Hemos convertido a vídeo el artículo que, con algunos comentarios, puede verse aquí:


Los historiadores estadounidenses(1) han estudiado todos los aspectos de la esclavización de los africanos por parte de los blancos, pero han ignorado en gran medida la esclavitud de los blancos por parte de los africanos del Norte. Christian Slaves, Muslim Masters [Esclavos cristianos, amos musulmanes] es un libro cuidadosamente documentado y escrito con claridad sobre lo que el profesor Davis denomina “la otra esclavitud”, que floreció durante aproximadamente la misma época que el tráfico transatlántico de esclavos y que devastó a cientos de comunidades costeras europeas. En la mente de los blancos de hoy, la esclavitud no juega en absoluto el papel central que tiene entre los negros. Y, sin embargo, no se trató ni de un problema de corta duración ni de algo carente de importancia. La historia de la esclavitud en el Mediterráneo es, de hecho, tan siniestra como las descripciones más tendenciosas de la esclavitud americana.

Un comercio al por mayor

La costa de Berbería, que se extiende desde Marruecos hasta la actual Libia, fue el hogar de una próspera industria del secuestro de seres humanos desde 1500 hasta aproximadamente 1800. Las principales capitales esclavistas eran Salé (en Marruecos), Túnez, Argel y Trípoli, habiendo sido las armadas europeas demasiado débiles durante la mayor parte de este período para efectuar algo más que una resistencia meramente simbólica.

El tráfico trasatlántico de negros era estrictamente comercial, pero para los árabes los recuerdos de las Cruzadas y la rabia por haber sido expulsados de España en 1492 parecen haber motivado una campaña de secuestro de cristianos que casi parecía una yihad.

“Fue quizás este aguijón de la venganza, frente a los amables regateos en la plaza del mercado, lo que hizo que los traficantes islámicos de esclavos fueran mucho más agresivos y en un principio mucho más prósperos (por así decirlo) que sus homólogos cristianos”, escribe el profesor Davis.

Durante los siglos XVI y XVII fueron más numerosos los esclavos conducidos al sur a través del Mediterráneo que al oeste a través del Atlántico. Algunos fueron devueltos a sus familias contra pago de un rescate, otros fueron utilizados para realizar trabajos forzados en África del Norte, y los menos afortunados murieron trabajando como esclavos en las galeras.

Lo que más llama la atención de las razias esclavistas contra las poblaciones europeas es su escala y alcance. Los piratas secuestraron a la mayoría de sus esclavos interceptando barcos, pero también organizaron grandes asaltos anfibios que prácticamente dejaron despobladas partes enteras de la costa italiana. Italia fue el país que más sufrió, en parte debido a que Sicilia está a sólo 200 km de Túnez, pero también porque no tenía un gobierno central fuerte que pudiese resistir a la invasión.

Las grandes razias a menudo no encontraron resistencia

Cuando los piratas saquearon, por ejemplo, Vieste en el sur de Italia en 1554, se hicieron con el alucinante número de 6.000 presos. Los argelinos secuestraron 7.000 esclavos en la bahía de Nápoles en 1544, una incursión que hizo caer tanto el precio de los esclavos que se decía poder “intercambiar a un cristiano por una cebolla”.

España también sufrió ataques a gran escala. Después de una razia en Granada en 1556 que se llevó a 4.000 hombres, mujeres y niños, se decía que “llovían cristianos en Argel”. Y por cada gran razia de este tipo, había docenas más pequeñas.

La aparición de una gran flota podía hacer huir a toda la población al interior, vaciando las zonas costeras.

Cuando aparecían los piratas, la gente a menudo huía de la costa hacia la ciudad más cercana (…). Los piratas volvían una y otra vez para saquear el mismo territorio (…).

Durante los siglos XVI y XVII, los piratas establecieron bases semipermanentes en las islas de Isquia y Procida, cerca de la desembocadura de la Bahía de Nápoles, elegida por su tráfico comercial.

Al desembarcar, los piratas musulmanes no dejaban de profanar las iglesias. A menudo robaban las campanas, no sólo porque el metal fuese valioso, sino también para silenciar la voz distintiva del cristianismo.

En las pequeñas y más frecuentes incursiones, un pequeño número de barcos operaba furtivamente y se dejaba caer con sigilo sobre los asentamientos costeros en mitad de la noche, con el fin de atrapar a las gentes “mansas y todavía desnudas en la cama”. Esta práctica dio origen al dicho siciliano “pigliato dai turchi” (“tomado por los turcos”), y se emplea cuando se coge a alguien por sorpresa o por estar dormido o distraído.

Las mujeres eran más fáciles de atrapar que los hombres, y las zonas costeras podían perder rápidamente todas las mujeres en edad de tener hijos. Los pescadores tenían miedo de salir, y no se hacían a la mar más que en convoyes. Finalmente, los italianos abandonaron gran parte de sus costas (…).

La piratería llevó a España y sobre todo a Italia a alejarse del mar y a perder con efectos devastadores sus tradiciones de comercio y navegación: “Por lo menos para España e Italia, el siglo XVII representó un período oscuro en el que las sociedades española e italiana fueron meras sombras de lo que habían sido durante las anteriores épocas doradas” (…).

La vida bajo el látigo

Los ataques terrestres podían ser muy exitosos, pero eran más arriesgados que los marítimos. Los navíos eran por lo tanto la principal fuente de esclavos blancos (…). Un buen barco mercante de gran tamaño podía llevar unos 20 marinos en buen estado de salud, preparados para durar algunos años en galeras. Los pasajeros en cambio para servían obtener un rescate. Los nobles y ricos comerciantes se convirtieron en piezas atractivas, así como los judíos, que a menudo podían significar un suculento rescate pagado por sus correligionarios. Los dignatarios del clero también eran valiosos porque el Vaticano solía pagar cualquier precio para arrancarlos de las manos de los infieles.

Cuando llegaban los piratas, a menudo los pasajeros se quitaban sus buenos ropajes y trataban de vestirse tan mal como fuese posible, con la esperanza de que sus captores les restituyeran a sus familias a cambio de un modesto rescate. Este esfuerzo resultaba inútil si los piratas torturaban al capitán para sonsacarle información sobre los pasajeros (…)

A su llegada al norte de África, era tradición que los cristianos recientemente capturados desfilaran por las calles para que la gente pudiera hacer burla de ellos y los niños cubrirlos de basura.

En el mercado de esclavos, los hombres estaban obligados a brincar para demostrar que no eran cojos, y los compradores a menudo querían desnudarlos para ver si estaban sanos, lo cual también permitía evaluar el valor sexual de hombres y mujeres; las concubinas blancas tenían un gran valor, y todas las capitales esclavistas poseían una floreciente red homosexual (…).

La mayoría de estos esclavos públicos pasaban el resto de sus vidas como esclavos en galeras. Resulta difícil imaginar una existencia más miserable. Los hombres eran encadenados tres, cuatro o cinco a cada remo, y sus tobillos quedaban encadenados también juntos. Los remeros nunca dejaban su bancada, y cuando se les permitía dormir, lo hacían en ella (…).

El profesor Davis señala que no existía ningún obstáculo a la crueldad: “No había fuerza que pudiese proteger al esclavo de la violencia de su amo, no existían leyes locales en contra de la crueldad, ni una opinión pública benevolente, y raramente existía una presión efectiva por parte de los Estados extranjeros”.

Los esclavos blancos no sólo eran mercancías, sino también infieles, y merecían todo el sufrimiento infligido por sus dueños.

El profesor Davis señala que “todos los esclavos que, habiendo vivido en bagnos (que es como se llamaba a los almacenes de esclavos), sobrevivieron para contar sus experiencias destacaban la crueldad y la violencia endémica ahí practicada”. El castigo favorito era el azotamiento. Un esclavo podía recibir hasta 150 o 200 golpes, lo cual podía dejarlo lisiado. La violencia sistemática convirtió a muchos hombres en autómatas (…).

Los esclavos públicos también contribuían a un fondo para mantener a los sacerdotes en el bagno. Era una época muy religiosa, e incluso en las condiciones más terribles los hombres querían tener la oportunidad de confesarse, y, lo más importante, de recibir la extremaunción. Había casi siempre un sacerdote cautivo o dos en los bagnos, pero para estar disponible para sus deberes religiosos, otros esclavos debían contribuir y comprarle su tiempo al Pachá, por lo que a algunos esclavos en las galeras no les quedaba nada para comprar comida o ropa (…).

Una forma de aligerar la carga de la esclavitud era “tomar el turbante” y convertirse al islam. Esto eximía del servicio en galeras, de los trabajos más penosos y de alguna que otra faena impropia de un hijo del profeta, pero no de ser esclavo. Uno de los trabajos de los sacerdotes de los bagnos era evitar que los hombres desesperados se convirtieran, pero la mayoría de esclavos no parecían necesitar el tal consejo. Los cristianos creían que la conversión podría poner en peligro sus almas, además de requerirse también el desagradable ritual de la circuncisión de los adultos. Muchos esclavos parecían sufrir los horrores de la esclavitud tratándolos como un castigo por sus pecados y como una prueba a su fe. Los dueños les disuadían de la conversión, ya que éstas limitaban el uso de los malos tratos y bajaban el valor de reventa de un esclavo.

Para los esclavos, resultaba imposible escapar. Estaban muy lejos de casa, a menudo eran encadenados, y podían ser identificados de inmediato por sus rasgos europeos. La única esperanza era el rescate. A veces la suerte no tardaba en llegar. Si un grupo de piratas había capturado tantos hombres como para no tener ya espacio bajo el puente, podía hacer una incursión en una ciudad y luego regresar a los pocos días para vender los cautivos a sus familias (…).

La mayoría de los esclavos dependían de La labor caritativa de los Trinitarios (orden fundada en Italia en 1193) y de los Mercedarios (fundada en España en 1203). Estas órdenes religiosas se establecieron para liberar a los cruzados en poder de los musulmanes, pero pronto cambiaron su trabajo por el de la liberación de los esclavos en poder de los piratas berberiscos, recaudando dinero específicamente para esta labor (…). Sin embargo, nunca hubo suficiente dinero para liberar a muchos cautivos, y el profesor Davis estima que no más de un 3 o un 4% de los esclavos fueron rescatados en un solo año. Esto significa que la mayoría dejó sus huesos en las tumbas anónimas de cristianos, fuera de las murallas de la ciudad.

Las órdenes religiosas llevaban cuentas exactas de los resultados obtenidos. En el siglo XVII, los trinitarios españoles, por ejemplo, llevaron a cabo 72 expediciones para el rescate de esclavos, con una media de 220 liberaciones por cada una de dichas expediciones (casi 16.000 rescatados). Era costumbre llevarse con ellos los esclavos liberados y hacerlos caminar por las calles de la ciudad en las grandes celebraciones. Estas procesiones, que tenían una profunda connotación religiosa, se convirtieron en uno de los espectáculos urbanos más característicos de la época. A veces los esclavos marchaban en sus antiguos hábitos de esclavos para enfatizar los tormentos que sufrieron; otras veces llevaban trajes blancos especiales para simbolizar su renacimiento. Según los registros de la época, muchos esclavos liberados no se reinsertaron por completo después de sus vivencias, especialmente si habían pasado muchos años en cautiverio.

Grillos y cadenas de esclavos españoles presentados como ex-votos

(Iglesia de San Juan de los Reyes,Toledo)

¿Cuántos esclavos?

El profesor Davis señala que las numerosas investigaciones efectuadas han logrado que se determine con la mayor precisión posible el número de negros traídos a través del Atlántico, pero no existe ningún esfuerzo similar para determinar la extensión de la esclavitud en el Mediterráneo. No es fácil conseguir cifras fiables. Los árabes no suelen conservar los archivos. Pero a lo largo de sus diez años de investigación, el profesor Davis ha logrado desarrollar un método de estimación.

Por ejemplo, el registro indica que desde 1580 hasta 1680 hubo un promedio de unos 35.000 esclavos en países berberiscos. Contando con la pérdida constante a través de la muerte y del rescate, si la población se mantuvo constante, entonces la tasa de captura de nuevos esclavos por los piratas era igual a la tasa de desgaste. Hay una buena base para la estimación de las tasas de mortalidad (…).

Davis concluye: entre 1530 y 1780 hubo, con casi total seguridad, un millón y tal vez hasta millón doscientos cincuenta mil cristianos blancos europeos esclavizados por los musulmanes de la costa bereber. Esto supera con creces la cifra generalmente aceptada de 800.000 africanos transportados a las colonias de América del Norte y más tarde a los Estados Unidos.

El profesor Davis explica que, a finales de 1700, se controló mejor este comercio, pero hubo un renacimiento de la trata de esclavos blancos durante el caos de las guerras napoleónicas.

La flota norteamericana no quedó libre de la depredación. Fue sólo en 1815, después de dos guerras contra ellos, que los marinos estadounidenses se libraron de los piratas berberiscos. Estas guerras fueron importantes operaciones para la joven república; una campaña que se recuerda en las estrofas de “a las orillas de Trípoli”, en el himno de la marina. Cuando los franceses tomaron Argel en 1830, todavía había 120 esclavos blancos en el bagno.

¿Por qué hay tan poco interés por la esclavitud del Mediterráneo, mientras que la erudición y la reflexión sobre la esclavitud negra nunca termina? Como explica el profesor Davis, los esclavos blancos con dueños no blancos simplemente no encajan en “la narrativa maestra del imperialismo europeo.” Los patrones de victimización tan queridos por los intelectuales requieren de la maldad del blanco, no del sufrimiento del blanco.

El profesor Davis también señala que la experiencia europea de la esclavitud a gran escala muestra el engaño en que consiste otro tema favorito de la izquierda.


[1]Artículo original, aquí: https://bomradiobenidorm.com/es/blog/ver/cultura/hubo-mas-europeos-esclavizados-por-los-musulmanes-que-esclavos-negros-enviados-a-america. “Hubo más europeos esclavizados por los musulmanes que esclavos negros enviados a América” (http://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=4449).

[2] Robert C. Davis, Christian Slaves, Muslim Masters: White Slavery in the Mediterranean, the Barbary Coast, and Italy, 1500-1800, Palgrave Macmillan, 2003, 246 pp.

14 comentarios

  
Cordá Lac
Me parece que hay otro olvido. La esclavitud de negros por parte de negros. Los negros africanos llevados en los barcos negreros aceptan el sistema de esclavitud porque es algo que conocen de su mismo entorno y entre ellos mismos (y son los descendientes de esos esclavos los que hoy viven en países desarrollados mientras que los que quedaron en su tierra no pasan de vivir en países en desarrollo --o subdesarrollados, como prefieren decir algunos--). De la misma manera que en la antigüedad europea los blancos toman esclavos en su entorno en las guerras porque eso es lo que conocen de su entorno y saben que en cualquier momento se pueden cambiar las tornas.
24/10/23 11:24 PM
  
Rafaelus
Gracias por el artículo, es magnífico, interesantísimo.

En el penúltimo párrafo se dice:

"...explica el profesor Davis, los esclavos blancos con dueños no blancos simplemente no encajan en “la narrativa maestra del imperialismo europeo.” Los patrones de victimización tan queridos por los intelectuales requieren de la maldad del blanco, no del sufrimiento del blanco."

Esto es también porque reconocer una culpa y lamentarla es una manera sutil de vanagloriarse del poder y la superioridad sobre la víctima. Los que antes eran esclavos explotados por los blancos, hoy son víctimas redimidas también por los blancos, porque siempre se considera inferiores a las víctimas. Por eso los izquierdistas de clase alta no son igualitarios cuando se casan sino que prefieren emparantar entre sus similares sociales, no con los oprimidos a los que pretenden liberar.

25/10/23 1:31 AM
  
Rmontaud
EE.UU., es la que impone todo el ámbito cultural a Europa. (Y Europa se deja), normal entonces el silencio de la esclavitud en Europa, que padeció un ilustre literato español, no es políticamente correcto hablar, inclusive en el ámbito religioso. Bueno en el sentido de esclavitud globalmente la sociedad ha mejorado ( si nos olvidamos de otro tipo de esclavitud).
25/10/23 6:21 AM
  
SS
Curioso quiénes eran sus aliados .
25/10/23 6:37 AM
  
África Marteache
Amarrado al duro banco
De una galera turquesca,
Ambas manos en el remo
Y ambos ojos en la tierra,

Un forzado de Dragut
En la playa de Marbella
Se quejaba al ronco son
Del remo y de la cadena:

«¡Oh sagrado mar de España,
Famosa playa serena,
Teatro donde se han hecho
Cien mil navales tragedias!,

»Pues eres tú el mismo mar
Que con tus crecientes besas
Las murallas de mi patria,
Coronadas y soberbias,

»Tráeme nuevas de mi esposa,
Y dime si han sido ciertas
Las lágrimas y suspiros
Que me dice por sus letras;

»Porque si es verdad que llora
Mi captiverio en tu arena,
Bien puedes al mar del Sur
Vencer en lucientes perlas.

»Dame ya, sagrado mar,
A mis demandas respuesta,
Que bien puedes, si es verdad
Que las aguas tienen lengua,

»Pero, pues no me respondes,
Sin duda alguna que es muerta,
Aunque no lo debe ser,
Pues que vivo yo en su ausencia.

»¡Pues he vivido diez años
Sin libertad y sin ella,
Siempre al remo condenado
A nadie matarán penas!»

En esto se descubrieron
De la Religión seis velas,
Y el cómitre mandó usar
Al forzado de su fuerza.

Luis de Góngora y Argote, 1583
25/10/23 11:09 AM
  
África Marteache
"La Orden Real y Militar de Nuestra Señora de la Merced y la Redención de los Cautivos, más conocida como Orden de la Merced (en latín: Ordo Beatæ Mariæ Virginis de Redemptione Captivorum), es una orden religiosa católica mendicante, fundada en 1218 por san Pedro Nolasco (ca. 1180–1245) para la redención de los cristianos cautivos en manos de musulmanes (60 000 hasta 1779). Los mercedarios se comprometen con un cuarto voto, añadido a los tradicionales de pobreza, obediencia y castidad de las demás órdenes, a liberar a otros más débiles en la fe, aunque su vida peligre por ello.

La fundación de la Orden se produjo diez días después de la triple aparición de la Virgen María, en su advocación de Virgen de la Merced, acaecida el 1 de agosto de 1218: al fundador de la orden san Pedro Nolasco, al rey Jaime I de Aragón conocido como "el conquistador", y al confesor del fundador San Raimundo de Peñafort".

Los últimos cautivos redimidos son del S. XVIII, de manera que la Orden Mercedaría tuvo que reformar sus estatutos.
25/10/23 11:13 AM
  
África Marteache
En principio hay que tener en cuenta también que, cuando el Estado de Israel se fundó, en Europa había millones de desplazados de los cuales nadie habla: dos millones de alemanes que tuvieron que abadonar Silesia y Pomerania; polacos que quedaron en tierras rusas, etc...
Es decir, no hay nada que le haya pasado a un africano o a un árabe que no le haya pasado también a un europeo: esclavitud, desplazamientos forzosos, hambruna, inmigración (no hay más que ver la cantidad de gente que a principios del S. XX se fue a América). Pero esto se ha olvidado para la historia oficial, no para las historias personales porque es muy posible que a algún alemán de Frankfurt se le pase por la cabeza que las tierras de su abuelo se las está beneficiando un polaco.
25/10/23 11:22 AM
  
El gato con botas
Los esclavos no rescatados eran enviados y vendidos en Estambul.
Cervantes se libró por los pelos de acabar allí cuando le rescataron los frailes de la Merced.
Había otra diferencia entre la esclavitud de bancos a negro y la de los moros a cristianos.
Los primeros viajaban del paleolítico al siglo de la ilustración; los segundos del renacimiento, la edad moderna y la ilustración al permanente neolítico musulmán.
25/10/23 12:51 PM
  
Masivo
Y luego está la esclavitud de blancos sobre blancos.

Los ingleses tuvieron esclavos irlandeses en las plantaciones del Caribe, pero no aguantaban el clima bien. Los sustituyeron por africanos después

En la II GM los alemanes hicieron amplio uso del trabajo esclavo, destino para el que reservaban a todos los pueblos eslavos cuando ganasen la guerra.

25/10/23 9:08 PM
  
Argia
Este artículo me parece terrible, creo que no hay peor cosa que la esclavitud y la crueldad que encierra.
La religión musulmana tiende hacia la esclavitud, no tienen un Padre Dios, la persona que esclaviza se convierte en dios, y a veces en un dios malvado y cruel para otra personas.
Me imagino que muchos de estos esclavistas estarán en el infierno, y ahora ellos serán esclavos del demonio.
Muchas mujeres son esclavizadas por hombres musulmanes, y a algunas les han convencido que es lo normal.
Rezo todos los días por estas mujeres y los niños tratados con crueldad.

26/10/23 10:22 AM
  
Jorge Cantu
Fray Bartolomé de las Casas, "defensor de los indios" e ídolo de los partidarios de la leyenda negra y de la 'teología de la liberación', defendía a los indígenas de ser esclavizados, pero pugnaba a la vez por reemplazarlos con esclavos africanos (poco coherente el hombre, pues).
27/10/23 4:35 AM
  
Daniel
Padre, tengo una duda, ¿Cómo que habia una floreciente red homosexual en las principales capitales esclavistas? ¿Cómo se confirma eso? ¿Los musulmanes eran sodomitas?
-------------
Algunos sí, claramente. En el libro de Davis, edición francesa, toca el tema desde la 206 a 208. Bendiciones. PJOR
29/10/23 2:07 PM
  
Rosario
Padre lo respeto mucho y su trabajo siempre es muy bueno pero en esto No coincido, aprovechar este momento para hablar algo que no tiene que ver me parece que es desviar el tema, además de que dio voz a un judío y ahora habla del tema de Hamas pero no escucho la voz Palestina.

Hay más de 8 mil muertos palestinos, en 18 días, perdón pero me parece inoportuno el artículo.

Saludos.
31/10/23 1:41 AM
  
Tamayo
En propiedad se debería hablar de esclavitud de europeos en manos de árabes o de cristianos en manos de musulmanes, no de blancos en manos de negros porque ni árabes ni turcos son negros, son etnias que también suelen clasificarse por la antropología como de raza blanca.
Y además se explica por la rivalidad entre religiones en el Mediterráneo.
Así también había esclavos blancos en España que eran de origen morisco e incluso circasiano (musulmanes del Cáucaso como los chechenos).
Considerar negros a todos los africanos o pueblos orientales de piel morena responde más bien a cierta mentalidad anglosajona.
Y supongo que la intención del libro viene a ser la de decir "de qué se quejan nuestros negros si ellos también nos esclavizaban".
Que los feanceses se encontraran esclavos en Argel en 1830 parece un fran atraso, pero es que en las propias colonias de Francia la esclavitud fue legal hasta 1848.
Y cualquiera se hubiera encontrado esclavos en La Habana española en 1880.
03/11/23 10:40 PM

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