"Moros en la costa". La historia se repite…
Oficio de lectura del día de ayer, 20 de Abril de 2015; abro y rezo:
“Vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos (….). Uno de los ancianos tomó la palabra y me dijo: «Esos son los que vienen de la gran tribulación; han lavado sus vestiduras y las han blanqueado con la sangre del Cordero” (Apoc 7).
Imposible no pensar en los mártires de Libia; imposible no hacer el paralelo con las niñas de Boko Haram; imposible olvidar los atentados y los asesinatos de los 12 cristianos arrojados por la borda hace días cerca de las costas italianas.
Europa está muriendo y con ella los últimos resabios de Occidente;y está muriendo de estupidez crónica. Sí, de estupidez; lo dice un cura “sudaca” desde el otro lado del charco; de estupidez ideológica.
Desconocer la historia es parte de este pensamiento nefasto que se empecina por ignorar la realidad y la realidad histórica.
Son legión, dentro y fuera de la Iglesia, quienes vienen adhiriendo hace décadas al verso de la “tolerancia ciega”, la “democracia como credo” y el “laicismo” como valor universal a lo que dé lugar. Son tantos los que fuman estas yerbas progres que poco o nada puede hacerse en una discusión medianamente seria: el que piensa diverso, al horno de los fascistas y sanseacabó.
Para no caer en el infierno de los ignavos de Dante, debemos salir también de la ignorancia -muchas veces culpable- acerca de nuestra propia historia. Si algún día vienen por nosotros, debemos estar al menos adobados y perfumados…
Historia (semper) magistra vitae est.
Pero vamos; no basta ir muy lejos en el tiempo para ver cómo anduvieron las cosas antes; suficiente con leer a Cervantes en “Los baños de Argel, “El gallardo español” o “La gran sultana” para ver que, lo que anda pasando, ya pasó.
Nos limitaremos aquí a resumir simplemente un artículo[1] publicado no hace mucho acerca de un trabajo de Robert Davis titulado “Cristianos esclavos, amos musulmanes”[2]. Espero que sirva para…
Que no te la cuenten
P. Javier Olivera Ravasi
Los historiadores estadounidenses han estudiado todos los aspectos de la esclavización de los africanos por parte de los blancos, pero han ignorado en gran medida la esclavitud de los blancos por parte de los africanos del Norte. Christian Slaves, Muslim Masters [Esclavos cristianos, amos musulmanes] es un libro cuidadosamente documentado y escrito con claridad sobre lo que el profesor Davis denomina “la otra esclavitud”, que floreció durante aproximadamente la misma época que el tráfico transatlántico de esclavos y que devastó a cientos de comunidades costeras europeas. En la mente de los blancos de hoy, la esclavitud no juega en absoluto el papel central que tiene entre los negros. Y, sin embargo, no se trató ni de un problema de corta duración ni de algo carente de importancia. La historia de la esclavitud en el Mediterráneo es, de hecho, tan siniestra como las descripciones más tendenciosas de la esclavitud americana.
Un comercio al por mayor
La costa de Berbería, que se extiende desde Marruecos hasta la actual Libia, fue el hogar de una próspera industria del secuestro de seres humanos desde 1500 hasta aproximadamente 1800. Las principales capitales esclavistas eran Salé (en Marruecos), Túnez, Argel y Trípoli, habiendo sido las armadas europeas demasiado débiles durante la mayor parte de este período para efectuar algo más que una resistencia meramente simbólica.
El tráfico trasatlántico de negros era estrictamente comercial, pero para los árabes los recuerdos de las Cruzadas y la rabia por haber sido expulsados de España en 1492 parecen haber motivado una campaña de secuestro de cristianos que casi parecía una yihad.
“Fue quizás este aguijón de la venganza, frente a los amables regateos en la plaza del mercado, lo que hizo que los traficantes islámicos de esclavos fueran mucho más agresivos y en un principio mucho más prósperos (por así decirlo) que sus homólogos cristianos”, escribe el profesor Davis.
Durante los siglos XVI y XVII fueron más numerosos los esclavos conducidos al sur a través del Mediterráneo que al oeste a través del Atlántico. Algunos fueron devueltos a sus familias contra pago de un rescate, otros fueron utilizados para realizar trabajos forzados en África del Norte, y los menos afortunados murieron trabajando como esclavos en las galeras.
Lo que más llama la atención de las razias esclavistas contra las poblaciones europeas es su escala y alcance. Los piratas secuestraron a la mayoría de sus esclavos interceptando barcos, pero también organizaron grandes asaltos anfibios que prácticamente dejaron despobladas partes enteras de la costa italiana. Italia fue el país que más sufrió, en parte debido a que Sicilia está a sólo 200 km de Túnez, pero también porque no tenía un gobierno central fuerte que pudiese resistir a la invasión.
Las grandes razias a menudo no encontraron resistencia
Cuando los piratas saquearon, por ejemplo, Vieste en el sur de Italia en 1554, se hicieron con el alucinante número de 6.000 presos. Los argelinos secuestraron 7.000 esclavos en la bahía de Nápoles en 1544, una incursión que hizo caer tanto el precio de los esclavos que se decía poder “intercambiar a un cristiano por una cebolla”.
España también sufrió ataques a gran escala. Después de una razia en Granada en 1556 que se llevó a 4.000 hombres, mujeres y niños, se decía que “llovían cristianos en Argel”. Y por cada gran razia de este tipo, había docenas más pequeñas.
La aparición de una gran flota podía hacer huir a toda la población al interior, vaciando las zonas costeras.
Cuando aparecían los piratas, la gente a menudo huía de la costa hacia la ciudad más cercana (…). Los piratas volvían una y otra vez para saquear el mismo territorio (…).
Durante los siglos XVI y XVII, los piratas establecieron bases semipermanentes en las islas de Isquia y Procida, cerca de la desembocadura de la Bahía de Nápoles, elegida por su tráfico comercial.
Al desembarcar, los piratas musulmanes no dejaban de profanar las iglesias. A menudo robaban las campanas, no sólo porque el metal fuese valioso, sino también para silenciar la voz distintiva del cristianismo.
En las pequeñas y más frecuentes incursiones, un pequeño número de barcos operaba furtivamente y se dejaba caer con sigilo sobre los asentamientos costeros en mitad de la noche, con el fin de atrapar a las gentes “mansas y todavía desnudas en la cama”. Esta práctica dio origen al dicho siciliano “pigliato dai turchi” (“tomado por los turcos”), y se emplea cuando se coge a alguien por sorpresa o por estar dormido o distraído.
Las mujeres eran más fáciles de atrapar que los hombres, y las zonas costeras podían perder rápidamente todas las mujeres en edad de tener hijos. Los pescadores tenían miedo de salir, y no se hacían a la mar más que en convoyes. Finalmente, los italianos abandonaron gran parte de sus costas (…).
La piratería llevó a España y sobre todo a Italia a alejarse del mar y a perder con efectos devastadores sus tradiciones de comercio y navegación: “Por lo menos para España e Italia, el siglo XVII representó un período oscuro en el que las sociedades española e italiana fueron meras sombras de lo que habían sido durante las anteriores épocas doradas” (…).
La vida bajo el látigo
Los ataques terrestres podían ser muy exitosos, pero eran más arriesgados que los marítimos. Los navíos eran por lo tanto la principal fuente de esclavos blancos (…). Un buen barco mercante de gran tamaño podía llevar unos 20 marinos en buen estado de salud, preparados para durar algunos años en galeras. Los pasajeros en cambio para servían obtener un rescate. Los nobles y ricos comerciantes se convirtieron en piezas atractivas, así como los judíos, que a menudo podían significar un suculento rescate pagado por sus correligionarios. Los dignatarios del clero también eran valiosos porque el Vaticano solía pagar cualquier precio para arrancarlos de las manos de los infieles.
Cuando llegaban los piratas, a menudo los pasajeros se quitaban sus buenos ropajes y trataban de vestirse tan mal como fuese posible, con la esperanza de que sus captores les restituyeran a sus familias a cambio de un modesto rescate. Este esfuerzo resultaba inútil si los piratas torturaban al capitán para sonsacarle información sobre los pasajeros (…)
A su llegada al norte de África, era tradición que los cristianos recientemente capturados desfilaran por las calles para que la gente pudiera hacer burla de ellos y los niños cubrirlos de basura.
En el mercado de esclavos, los hombres estaban obligados a brincar para demostrar que no eran cojos, y los compradores a menudo querían desnudarlos para ver si estaban sanos, lo cual también permitía evaluar el valor sexual de hombres y mujeres; las concubinas blancas tenían un gran valor, y todas las capitales esclavistas poseían una floreciente red homosexual (…).
La mayoría de estos esclavos públicos pasaban el resto de sus vidas como esclavos en galeras. Resulta difícil imaginar una existencia más miserable. Los hombres eran encadenados tres, cuatro o cinco a cada remo, y sus tobillos quedaban encadenados también juntos. Los remeros nunca dejaban su bancada, y cuando se les permitía dormir, lo hacían en ella (…).
El profesor Davis señala que no existía ningún obstáculo a la crueldad: “No había fuerza que pudiese proteger al esclavo de la violencia de su amo, no existían leyes locales en contra de la crueldad, ni una opinión pública benevolente, y raramente existía una presión efectiva por parte de los Estados extranjeros”.
Los esclavos blancos no sólo eran mercancías, sino también infieles, y merecían todo el sufrimiento infligido por sus dueños.
El profesor Davis señala que “todos los esclavos que, habiendo vivido en bagnos (que es como se llamaba a los almacenes de esclavos), sobrevivieron para contar sus experiencias destacaban la crueldad y la violencia endémica ahí practicada”. El castigo favorito era el azotamiento. Un esclavo podía recibir hasta 150 o 200 golpes, lo cual podía dejarlo lisiado. La violencia sistemática convirtió a muchos hombres en autómatas (…).
Los esclavos públicos también contribuían a un fondo para mantener a los sacerdotes en el bagno. Era una época muy religiosa, e incluso en las condiciones más terribles los hombres querían tener la oportunidad de confesarse, y, lo más importante, de recibir la extremaunción. Había casi siempre un sacerdote cautivo o dos en los bagnos, pero para estar disponible para sus deberes religiosos, otros esclavos debían contribuir y comprarle su tiempo al Pachá, por lo que a algunos esclavos en las galeras no les quedaba nada para comprar comida o ropa (…).
Una forma de aligerar la carga de la esclavitud era “tomar el turbante” y convertirse al islam. Esto eximía del servicio en galeras, de los trabajos más penosos y de alguna que otra faena impropia de un hijo del profeta, pero no de ser esclavo. Uno de los trabajos de los sacerdotes de los bagnos era evitar que los hombres desesperados se convirtieran, pero la mayoría de esclavos no parecían necesitar el tal consejo. Los cristianos creían que la conversión podría poner en peligro sus almas, además de requerirse también el desagradable ritual de la circuncisión de los adultos. Muchos esclavos parecían sufrir los horrores de la esclavitud tratándolos como un castigo por sus pecados y como una prueba a su fe. Los dueños les disuadían de la conversión, ya que éstas limitaban el uso de los malos tratos y bajaban el valor de reventa de un esclavo.
Para los esclavos, resultaba imposible escapar. Estaban muy lejos de casa, a menudo eran encadenados, y podían ser identificados de inmediato por sus rasgos europeos. La única esperanza era el rescate. A veces la suerte no tardaba en llegar. Si un grupo de piratas había capturado tantos hombres como para no tener ya espacio bajo el puente, podía hacer una incursión en una ciudad y luego regresar a los pocos días para vender los cautivos a sus familias (…).
La mayoría de los esclavos dependían de La labor caritativa de los Trinitarios (orden fundada en Italia en 1193) y de los Mercedarios (fundada en España en 1203). Estas órdenes religiosas se establecieron para liberar a los cruzados en poder de los musulmanes, pero pronto cambiaron su trabajo por el de la liberación de los esclavos en poder de los piratas berberiscos, recaudando dinero específicamente para esta labor (…). Sin embargo, nunca hubo suficiente dinero para liberar a muchos cautivos, y el profesor Davis estima que no más de un 3 o un 4% de los esclavos fueron rescatados en un solo año. Esto significa que la mayoría dejó sus huesos en las tumbas anónimas de cristianos, fuera de las murallas de la ciudad.
Las órdenes religiosas llevaban cuentas exactas de los resultados obtenidos. En el siglo XVII, los trinitarios españoles, por ejemplo, llevaron a cabo 72 expediciones para el rescate de esclavos, con una media de 220 liberaciones por cada una de dichas expediciones (casi 16.000 rescatados). Era costumbre llevarse con ellos los esclavos liberados y hacerlos caminar por las calles de la ciudad en las grandes celebraciones. Estas procesiones, que tenían una profunda connotación religiosa, se convirtieron en uno de los espectáculos urbanos más característicos de la época. A veces los esclavos marchaban en sus antiguos hábitos de esclavos para enfatizar los tormentos que sufrieron; otras veces llevaban trajes blancos especiales para simbolizar su renacimiento. Según los registros de la época, muchos esclavos liberados no se reinsertaron por completo después de sus vivencias, especialmente si habían pasado muchos años en cautiverio.
Grillos y cadenas de esclavos españoles presentados como ex-votos
(Iglesia de San Juan de los Reyes,Toledo)
¿Cuántos esclavos?
El profesor Davis señala que las numerosas investigaciones efectuadas han logrado que se determine con la mayor precisión posible el número de negros traídos a través del Atlántico, pero no existe ningún esfuerzo similar para determinar la extensión de la esclavitud en el Mediterráneo. No es fácil conseguir cifras fiables. Los árabes no suelen conservar los archivos. Pero a lo largo de sus diez años de investigación, el profesor Davis ha logrado desarrollar un método de estimación.
Por ejemplo, el registro indica que desde 1580 hasta 1680 hubo un promedio de unos 35.000 esclavos en países berberiscos. Contando con la pérdida constante a través de la muerte y del rescate, si la población se mantuvo constante, entonces la tasa de captura de nuevos esclavos por los piratas era igual a la tasa de desgaste. Hay una buena base para la estimación de las tasas de mortalidad (…).
Davis concluye: entre 1530 y 1780 hubo, con casi total seguridad, un millón y tal vez hasta millón doscientos cincuenta mil cristianos blancos europeos esclavizados por los musulmanes de la costa bereber. Esto supera con creces la cifra generalmente aceptada de 800.000 africanos transportados a las colonias de América del Norte y más tarde a los Estados Unidos.
El profesor Davis explica que, a finales de 1700, se controló mejor este comercio, pero hubo un renacimiento de la trata de esclavos blancos durante el caos de las guerras napoleónicas.
La flota norteamericana no quedó libre de la depredación. Fue sólo en 1815, después de dos guerras contra ellos, que los marinos estadounidenses se libraron de los piratas berberiscos. Estas guerras fueron importantes operaciones para la joven república; una campaña que se recuerda en las estrofas de “a las orillas de Trípoli”, en el himno de la marina. Cuando los franceses tomaron Argel en 1830, todavía había 120 esclavos blancos en el bagno.
¿Por qué hay tan poco interés por la esclavitud del Mediterráneo, mientras que la erudición y la reflexión sobre la esclavitud negra nunca termina? Como explica el profesor Davis, los esclavos blancos con dueños no blancos simplemente no encajan en “la narrativa maestra del imperialismo europeo.” Los patrones de victimización tan queridos por los intelectuales requieren de la maldad del blanco, no del sufrimiento del blanco.
El profesor Davis también señala que la experiencia europea de la esclavitud a gran escala muestra el engaño en que consiste otro tema favorito de la izquierda.
[1] "Hubo más europeos esclavizados por los musulmanes que esclavos negros enviados a América” (http://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=4449).
[2] Robert C. Davis, Christian Slaves, Muslim Masters: White Slavery in the Mediterranean, the Barbary Coast, and Italy, 1500-1800, Palgrave Macmillan, 2003, 246 pp.
52 comentarios
Igualmente, el archivo al desván de los trastos de las inigualables glorias de Lepanto.
¿Seá acaso que la "historia oficial" está tan cerradamente manejada por los anglosajones, que lo que a ellos no les ha afectado, o donde ellos no se han involucrado, sencillamente no existe?
Leña al moro.
Más odio, más odio, sembremos más odio.
Etiquetemos, generalicemos, odiemos a toda una raza, a toda una religión.
Lo del amor al enemigo, los innumerables escritos magisteriales sobre el respeto a la libertad de conciencia y a la dignidad de los otros a la basura.
Leña al moro.
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No, no. Memoria de lo que ya pasó, defensa ante el invasor agresivo y evangelización de los que lleguen. Libertad de conciencia sí, pero no para hacer el mal; y castración intelectual tampoco.
Sinceramente, no conocía la magnitud del problema. Pensaba que se trataba de escarceos aislados durante los siglos XVI y XVII. Ahora entiendo mucho mejor el decreto de expulsión de los moriscos.
Somos el único país que rechaza e ignora su propia historia. Hace tres años, se pasó por el aniversario de la batalla de las Navas de Tolosa totalmente de lado. Nada se hizo en recuerdo de nuestra batalla más importante de la Reconquista. Y mucho me temo que pasará lo mismo con Lepanto. En España, lo políticamente correcto es una dictadura cultural e ideológica. Y por desgracia, no sólo la gente de izquierdas si no todo el mundo mantiene esa actitud. Grandes, pequeños, izda, derecha, rubios castaños, morenos... nadie se interesa absolutamente por nada de lo que ocurrió en el pasado, de lo que sucede en presente ni de lo que planea en el futuro.
Y sin intención alguna de generalizar ni poner a todo musulmán en el mismo saco, coincido plenamente en que Europa se suicida, es víctima de su propia condescendencia, de su "buenismo", de su "lightez" si se me permite semejante palabro y de tolerancia mal entendida.
A veces. En otras ocasiones dichas armadas simplemente miraban para otro lado por alianzas con los turcos (Francia, en el siglo XVI). Vamos, que la idiotez europea en ciertos asuntos viene de lejos.
Pero el título del artículo es descorazonados. Con los moros en la costa la actitud que hay que tener es la del Papa. Desgraciadamente esos motos no suelen llegar a la costa sino que mueren en el intento ante la indiferencia de muchos.
Cualquier día de estos cambiamos el final de lanparábolandelnbuen samaritano y lo tachamos de buenista. Es tan fácil desnaturalizar el cristianismo desde la mundana ideología del miedo....
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El título "Moros en la costa" hace referencia a la mención que hace Davis sobre cómo se acuñó, no es para meter miedo.
Hay que acoger a los que vengan; es una obra de misericordia, pero como dije en la introducción, el "laicismo" como valor universal no sirve; si no se intenta evangelizar a esa gente, mal cumplimos el mandato del Señor.
de una galera turquesca,
ambas manos en el remo
y ambos ojos en la tierra,
un forzado de Dragut
en la playa de Marbella
se quejaba al ronco son
del remo y de la cadena:
"¡Oh sagrado mar de España,
famosa playa serena,
teatro donde se han hecho
cien mil navales tragedias!,
pues eres tú el mismo mar
que con tus crecientes besas
las murallas de mi patria,
coronadas y soberbias,
tráeme nuevas de mi esposa,
y dime si han sido ciertas
las lágrimas y suspiros
que me dice por sus letras,
porque si es verdad que llora
mi cautiverio en tu arena,
bien puedes al mar del Sur
vencer en lucientes perlas.
Dame ya, sagrado mar,
a mis demandas respuesta,
que bien puedes, si es verdad
que las aguas tienen lengua,
pero, pues no me respondes,
sin duda alguna que es muerta,
aunque no lo debe ser,
pues que vivo yo en su ausencia.
¡Pues he vivido diez años
sin libertad y sin ella,
siempre al remo condenado
a nadie matarán penas!"
Luis de Góngora y Argote
(Aunque Antonio 1 sugiera que cualquier persona medianamente informada conoce a Dragut, a mi me parece que no y creo que ganaría por goleada si hiciéramos una encuesta)
Todos los días rezo por los cristianos perseguidos, me acuerdo de Asia Bibi y de Shabhaz Batti pero al día siguiente vuelvo y doy clase a los pakistaníes-son punjabíes todos, no sé por qué-y tengo muy buenas relaciones con ellos. ¿Acaso el samaritano de la parábola no sabía la opinión que de ellos tenían los otros judíos? ¿le impidió eso ayudar al herido?
Por cierto falta mucho para que eso pueda concretarse, ya que una buena parte de la población repite el verso que le han enseñado: "Estamos en Libertad". Y quedan tan panchos con esa droga.
Quienes acceden a puestos de decisión política conocen bien de qué va la cosa, a quien se debe obediencia, quiénes son los que de última mecen la cuna del poder. Pero esa gente no va a cambiar la situación porque están comprometidos con el actual estado de cosas.
Por eso creo que es prioritario que quienes no estén contaminados con la corrupta maquinaria democrática vayan conociendo quiénes manejan los hilos del poder real.
Creer que los tales son los "jetones" que ganan las elecciones es más que una igenuidad imperdonable. Es un crimen de lesa patria.
Al respecto, Néstor Martínez nos trae en su blog un regalo valiosísimo, a saber la conferencia del Prof. A. Quarracino, un argentino que es un profundo conocedor de los flujos de poder dentro del Imperio.
No te la pierdas.
Por desgracia Satanás y sus ´hijos´ nos la siguen contando, hasta por derecha, no digamos por la izquierda.
Recuerdo que la entonces ministra de ´incultura´ nos decía que D. Miguel de Cervantes, el manco de Lepanto fue un converso, voluntario, al mahomatismo, como el cuñado de la ´menistra´ . Sin dudas a más de uno se la contaron y les coló...
Éste en cambio, tomado del último artículo de LF, sí sabe de qué habla:
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"¿qué contar cuando ves a un obispo nigeriano diciendo que la oración, especialmente el rosario, es el mayor arma contra Boko Haram, al mismo tiempo que pide la intervención de la comunidad internacional para parar el genocidio de los fundamentalistas, citando el Catecismo para señalar lo católica que es la doctrina de la legítima defensa?"
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La Pérfida Albión, con todas sus hipocresías, nos dio a W. Shakespeare, al Cardenal Newman, a Chesterton, a C. S. Lewis y a muchos más.
Ilustres teólogos, pintores y novelistas eran "gabachos" y así sucesivamente.
También hay gente muy tiquismiquis pero yo lo de godos, gallegos, gachupines, maturrangos y chapetones aplicado a los españoles me lo tomo a beneficio de inventario y no me molesta lo más mínimo.
¡Pues no he oído yo pocas canciones patrias cantadas por argentinos en las que cuentan cómo nos daban p´al pelo! También los hay como Ricardo de la Argentina que parece amar a España más que yo.
"Dicen que los chapetones
ya nos cuentan derrotaos
pero no saben que somos
pocos pero bien montaos"
(Cielito)
Pues si yo soy chapetona, a mucha honra, el moro será moro también.
Estáis forjando unas alianzas rarísimas que os pasarán factura.
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Estimado: quizás se le pasó leer a ud. la primer nota al pie de página; allí está la referencia que ud. buscaba. De todos modos, dos respuestas.
1) El artículo original está en francés aquí: marie-masson-gaechter.over-blog.com/article-au-xvie-siecle-les-esclaves-blancs-razzies-par-les-musulmans-furent-plus-nombreux-que-les-africains-113797183.html
2) Si es de la Nouvelle Droite o de la Ancienne Droite o de la Nouvelle Gauche, me tiene sin cuidado. "La verdad, venga de quien venga, viene del Espíritu Santo".
3) Si ud. conoce las intenciones del corazón de la gente, lo felicito. Pero esta vez no acertó.
Que la fuente del artículo sea una publicación de mundana ideología racista y extremista sí dice mucho de la ideología que subyace en el artículo y que nada tiene que ver con el cristianismo y la doctrina de la Iglesia. Ideología mundana pura y dura.
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Argumento "ad hominem", una vez más. Creo que voy tener que volver a publicar mis posts sobre los sofismas. ¿Es verdad o no lo que dice el artículo? y si es verdad: ¿a qué viene tirar la pelota afuera?
2ª pregunta: ¿Se puede cuantificar? Particularmente lo dudo. Tampoco es fácil de cuantificar la Trata. Ahora bien, de ninguna manera fueron 800.00 africanos sino muchísimos más, millones desde luego, Y, además, el tú más no nos lleva a ninguna parte.
3º) Si nadie está interesado en el asunto, que se conoce muy mal. ¿Por qué?
Independientemente de la fuente de la que haya sido sacada la información ya me he dado cuenta de que hay hechos históricos de los que no se habla y siempre se habla de los mismos.
Es posible que no sea prudente sacar el asunto ahora, pero tampoco lo será seguramente en el futuro, de manera que habrá que modificar la biografía de Miguel de Cervantes porque no es políticamente correcto saber que estuvo cautivo en Argel. Y de todas maneras si estuvo cautivo en Argel ¿en qué contexto ponemos el evento? ¿Hacemos lo mismo con los jenízaros o tampoco los jenízaros vienen a cuento?
El Papa Francisco habló de los armenios y se formó el revuelo.
En resumen: podemos hablar exclusivamente de Europa y sus tropelías, y quizás del Japón que parece que soporta bien que se hable del Manchukuo, pero si alguno se molesta borremos la historia.
Ni turcos ni árabes aceptarán jamás su responsabilidad por nada, así que ya podemos empezar a borrar toda la historia del oriente próximo.
El drama humano que se está viviendo hoy es tremendo, miles de seres humanos se están ahogando en el Mediterráneo y eso caerá sobre la conciencia de todos, pero tendremos que asumirlo nosotros porque ellos no lo harán jamás.
La culpa sólo es culpa cuando es asumida, si no se asume no lo es. Eso está haciendo Turquía con los armenios y eso harán todos los países musulmanes, así que la única conclusión posible es que al sur del Mediterráneo no hay culpables, todos están al norte.
Da pena ver tus Iglesias vacías, pero mucha más pena da ver a tu gente vacía de esa Fe que otrora movió montañas.
Si cae la Fe española, poco nos queda a los Cristianos.
No se porque te escandalizas tanto, acaso la ideología imperante que maneja la historia a su antojo, dervirtuandola y llenándola de consignas laicistas, burdas y mentirosas, es menos racista y extremista con los que osen contradecirla en sus dogmas?
Estoy con el padre, la Verdad, venga de donde venga, viene del Espíritu Santo.
La actitud que demuestras es la misma que críticas, eres extremista y racista.. aplaudo al padre y a todas las personas que día a día testimonian la Verdad sin miedo, ni complejo.
Mi oración por todos ellos, pues hoy más que nunca se necesitan mártires coherentes.
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Debatan tranquilos pero no se vayan del tema del post ni se excedan en las palabras.
Hay algunos que, por posts anteriores, están off side. Acá no juegan; conténtense con leer o no lean.
"Os quejáis-se les dice a los inquisidores-de que el emperador del Japón hace quemar a fuego lento a todos los cristianos que están en sus estados. Pero él responderá: os tratamos a vosotros, que no creéis como nosotros, como vosotros mismos tratáis a los que no creen como vosotros, No podéis quejaros más que de vuestra debilidad, que os impide exterminarnos, y que hace que nosotros os exterminemos"
La carta sigue impecablemente escrita pero, desde un punto histórico, es interesante: La Inquisición es de todos conocida con pelos y señales y hasta los papas han reconocido que fue una institución como mínimo con muchos claroscuros. ¿Qué pasa con la mención al Japón?
Pues que no existe, lo mismo que no existen los corsarios berberiscos ni las leyes inglesas contra católicos.
Los kakure kirishitan, esos a los que alude Montesquieu, son unos perfectos desconocidos aunque llevaran siglos en las peores condiciones posibles, lo mismo que los jenízaros-ejércitos de cristianos esclavizados por los turcos-o los recusantes en Inglaterra.
Eso es lo que Antonio 1 considera que no es conveniente saber para no fomentar el odio, en cambio todo lo que la Iglesia católica hizo puede saberlo cualquiera para bien de todos. En este momento los cristianos de Oriente se van a convertir también en kakure kirishitan y pueden soportarlo todo hasta que les caiga encima la bomba atómica y seguir en el limbo histórico por los siglos de los siglos. La labor de la historia es sacar a la luz a todos: a los cristeros, a los kakure kirishitan, a los recusantes católicos-ahorcados, eviscerados y descuartizados- a las víctimas de las distintas inquisiciones, a los albigenses y a los cátaros, a las distintas formas de evangelización que se han empleado, a la esclavitud-sea del tipo que sea-al colonialismo y a los desastroso regímenes de ciertos países de África y Asia, etc...
Lo que Antonio 1 pide es una selección de la historia en la cual haya un único culpable: La Iglesia y de rebufo eso que llamamos Occidente.
¿Cuántos católicos conocen a un cristero, a un kakure kirishitan o a un recusante católico inglés. Muy pocos.
Bien, hay va uno de cada: General Lauro Rocha, Daimiro Amakusa Shiro, Guy Fawkes. Al primero no lo conoce nadie, los otros dos han sido pasto de crueles burlas, mitos de todo tipo y sus iconos han servido de rechifla universal. Los tres fueron cristianos combatientes y los tres perdieron, naturalmente.
Las razzias y piraterías de los moros duró bien hasta el s.XVIII, con Felipe V y Fernando VI, y es con el almirante Barceló, un excelente marino, cuando se les empiezan las cosas a torcer a los berberiscos. Además, que la Virgen del Carmen sea patrona de los marinos se debe a él.
es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Barcel%C3%B3
No olvides que la persecución en Inglaterra fue además administrativa en los casos comunes, y la muerte de los católicos se hacía en tres fases: confiscación de bienes por ser católicos, marcado por vagabundos y ahorcamiento por reincidentes.
Inquisiciones de marca blanca, esclavitudes practicadas por otros pueblos y colonialismo no europeo no interesan porque no podemos hacernos responsables de ellos, ergo no existen.
"El título "Moros en la costa" hace referencia a la mención que hace Davis sobre cómo se acuñó, no es para meter miedo.
Hay que acoger a los que vengan; es una obra de misericordia, pero como dije en la introducción, el "laicismo" como valor universal no sirve; si no se intenta evangelizar a esa gente, mal cumplimos el mandato del Señor."
Sin embargo, me parece que el título del artículo es desafortunado, porque puede llevar a equívocos y, en mi humilde opinión, un cura, como imagen de Dios debe tener especial cuidado en ello.
Bendiciones.
de abreviar las palabras largas: en vez de "cuba libre" (coca-cola con ron)
se empezó a decir "cubata". En vez de un bocadillo, se decía un "bocata". Y en vez de Sudamericano, "Sudaca". Pero esto se aplicaba sólo a los del Caribe: Centroamérica, Colombia, Venezuela, e Islas del Caribe (Cuba, Puerto Rico, etc.). No se decía nunca de los argentinos, chilenos, brasileños, uruguayos, ni de los mexicanos.
En consecuencia: "sudaca" no es peyorativo; y un argentino, no es "sudaca". Jaime
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He estudiado en Roma y allí se usa. De todos modos, es ironía.
Debido a la brevedad de mi anterior mensaje pude transmitir una idea equivocada. No le juzgo a usted, pues creo que publica el artículo con buena intención. Sí juzgo a los que han publicado el artículo originalmente; porque los conozco a fondo, porqué sé cuáles son sus intenciones y porque sé lo que buscan con esta clase artículos.
No soy capaz de leer el corazón de la gente, pero sí soy capaz de leer un texto y analizar lo que pretende transmitir el autor, que no siempre coincide con lo que declara a primera vista. En este caso, como los autores son partidarios de la segregación de razas --en particular de la negra, a la que consideran en el escalón inferior de la cadena evolutiva, muy cercana al mono-- intentan minimizar las injusticias que sufrido esta raza. Por ello promueven la idea de que los negros también habrían esclavizado a los blancos, con lo que los negros no tendría derecho a quejarse por haber sido esclavizados y, en el fondo, se merecerían todo lo que les pasó. Para transmitir esta idea parten de dos falacias:
1) Presentan a los tratantes de esclavos de religión musulmana como negros, cuando en realidad árabes y bereberes son blancos, o desde luego son mayoritariamente blancos. De esta forma, el hecho de que "blancos esclavizan a otros blancos" lo convierten en "negros esclavizan a blancos", con intenciones muy claras.
2) Intentan identificar a los negros con el islam, para despertar en el lector una doble demonización (por el color de la piel y por la religión). La realidad es que el África negra es mayoritariamente cristiana. En África, a medida que la piel se hace más clara, más probabilidades hay de encontrarse con un musulmán.
3) Presenta como una gran revelación historiográfica el hecho de que los musulmanes tuviesen esclavos, una verdad que habría sido ocultada por una conspiración de musulmanes, negros e izquierdistas. La realidad es que todo el mundo con dos dedos de frente sabe que el Imperio Otomano tuvo esclavos y que en todas las épocas hubo tratantes musulmanes, como los hubo judíos.
Creo haberle demostrado por qué falta a la verdad ese texto. Pero aunque usted lo considere verdad, tenga en cuenta que no sólo es importante lo que se dice, sino también QUIÉN lo dice y POR QUÉ lo dice. Y le pongo un ejemplo. En el Mein Kampf hay párrafos que, tomados de manera aislada, son muy acertados y dicen grandes verdades. Sin embargo, no quedaría muy bien que un obispo ilustrase una carta pastoral con algunas citas de esta obra, por más que los fragmentos escogidos dijesen grandes verdades. Por lo menos no sin una seria advertencia al principio.
Los de "El Manifiesto" son neopaganos y no lo ocultan. Sus dos grandes pilares ideológicos son la segregación de razas y el odio contra el cristianismo, al que pretenden extirpar de Europa por ser una "religión del desierto" que destruyó los "valores indoeuropeos". Esa gentuza nos odia a los cristianos y nos considera iguales o peores que los musulmanes, aunque últimamente intentan disimular un poco para hacer "entrismo" en ambientes cristianos (no por casualidad una de sus principales inspiraciones es Gramsci). Y es preocupante es que lo estén consiguiendo en algunos casos, valiéndose de la legítima preocupación que tenemos por los sucesos que afectan a los cristianos en países musulmanes.
Algunos respetuosos comentarios.
1.- Estás escribiendo en un foro católico, el padre Javier en el pasado presentó una serie en la que se analizaban los fósiles como prueba de evoución, además ha sido largamente debatido en Infocatolica y es de sobra conocido la falta de pruebas científicas al respecto, así que el argumento de desprecio a los negros por estar mas cerca del mono suena a un católico como algo totalmente sin sentido.
2.- La exposición del padre es del libro "Cristianos esclavos, amos musulmanes" no de "Blancos esclavos, amos negros". Historicamente muchas razas han sido esclavas, empezando por los eslavos.
3.- Es un hecho de sobra conocido que en la batalla de Lepanto los musulmantes llevaban esclavos cristianos en galeras, porque prisioneros de guerra (o sus descendientes) fué casi sinónimo de esclavo.
4.- La esclavitud es un tema que se puede analizar en al menos 5 milenios, pero invariablemente se analiza de manera sumamente parcial solo en los últimos siglos. El artículo muestra una parte inapreciable de lo que sistemáticamente no se publica.
Saludos.
Si tomamos palabras derivadas de ese imperio que antaño se utilizaban vemos que han desaparecido, tales como jenízaro, sufíes, derviches giróvagos, harem, esclavas saqaliba (blancas y con ojos azules), etc...
Tampoco es tan conocida la lucha de los húngaros y los rumanos contra los turcos y que, muchos de ellos fueron reinos tributarios.
Si tomamos las obras de Erasmo o de Tomás Moro-Renacentistas- vemos el miedo a los turcos metido hasta el tuétano porque llegaron a cercar Viena y el Mediterráneo les pertenecía.
La mentalidad romántica del s. XIX hizo de ellos motivo de novelas en las que lo exótico prevalecía y ya sólo representaban peligro para los griegos. No olvidemos que Lord Byron se involucró en la lucha a favor de estos últimos y murió. Los turcos con narguilé y harenes fueron envueltos en un ambiente de leyenda más favorecedor que otra cosa. Fueron la primera experiencia oriental que Occidente tuvo y, pasado el Renacimiento y los momentos máximos de su poder, todas las mentes enfebrecidas de Europa empezaron a hacer relatos de viajes, novelas y cuadros en la que los turcos salían bastante favorecidos. No hubo leyenda negra contra ellos. Después se les condenó al olvido. Pero, históricamente hablando, el primer tropezón que dieron fue con el asunto de los armenios, cuando en pleno s. XX ya no estábamos para romanticismos. No, no sabemos que Turquía estaba llena de esclavos rusos, griegos, italianos, croatas y dudo que haya un buen libro de historia que lo explique, habrá muchos hispanistas pero otomanistas hay pocos. Esas afirmaciones gratuitas de "todo el mundo sabe" no podrían sostenerse con una encuesta. Yo tengo una sobrina, que es farmacéutica, que de todo este asunto no sabe nada, pero sabe algo sobre La Inquisición, aunque sea algo tan vago como que fue muy mala.
Lo que digo es exactamente lo que dice Gutierre, que los señores que han publicado el artículo original que presenta aquí inocentemente el padre (y que ha provocado comentarios con generalizaciones como "siguen siendo tan miserables y crueles como entonces") son unos racistas desalmados con unos fines muy poco cristianos.
A mi me fastidió que Franco guardara silencio sobre lo que pasaba en el mundo exterior porque me hizo creer que el único malo en el mundo era él; la Iglesia pide perdón por sus errores callándose los de los demás y la conclusión es la misma. Eso puede que sea muy evangélico pero desde el punto de vista de un historiador falsea la verdad porque la deja a medias.
No se parte de la esclavitud en general, se parte de la esclavitud transatlántica, de la que disponemos abundante información, películas y novelas, la conclusión es que esta esclavitud es la importante mientras que las demás son residuales, cuando es justo al revés.
Nunca sabremos los miles de esclavos subsaharianos que acabaron en el Norte de África o en Turquía, ni cuántos fueron vendidos a europeos por mercaderes árabes, pero, por lógica, tuvieron que ser muchos más que los que atravesaron el Atlántico ya que era más fácil llevar un wólof a Argel que a La Habana. Y, si estoy equivocada lo seguiré estando porque nadie ha hecho un libro serio comparando ambos tipos de esclavitud y, mucho menos, sus secuelas. Según la Wikipedia entre 12 y 18 millones de esclavos fueron vendidos por mercaderes árabes a lo largo de los siglos y, en siglos anteriores-VII y VIII-los tomaban de los países eslavos (de ahí el nombre). No me creo las cifras de la Wikipedia pero, poniéndonos en que no tenemos otra, la esclavitud atlántica se calcula en un máximo de16.000.000. Con lo cual estaríamos hablando de lo mismo, pero una existe en forma escandalosa-sentinas, látigo y bozales- en la mente de la gente y la otra simplemente no existe más que como referencia exótica en las emocionantes novelas de aventuras.
Y si no, ya ves la pena que daban las esclavas blancas pintadas en cuadros como el que ilustra el artículo, absolutamente ninguna, o sea como las negras. Y el romanticismo francés te puede suministrar una bonita colección de harenes, todos ellos muy emocionantes.
Hay cosas que no interesan saber. Del avión alemán hablaron una semana en telediarios; de los 150 cristianos asesinados, por ser cristianos y previamente apartados como tales, una tarde. Lo mismo con Charlie. Hay cosas de las que no interesa hablar.
Por eso tenemos que hacer muchas protestas por todo esto, rezar y prepararse para cuando nos toque.
Una última observación, Padre. Como usted, hablan en la Falange y poco más. A los demás la corrección no se lo permite.
Primero insulta a todos los musulmanes y luego me insulta a mí. Es usted una joyita, oiga. Eso es evangelizar y lo demás son cuentos.
La visión de un grupo humano y lo que hace se pasa por el cedazo de aquellas virtudes imperantes en la época, con lo que se pierde objetividad.
Para los románticos del XIX había dos aspectos supervalorados: la libertad y el valor. De manera que los cosacos, que tenían ambos aspectos en grado eximio, pasaron a ser muy populares. Así se explica que alguien, del que ya nadie se acuerda, Ivan Mazeppa-Atamán de los cosacos zaporogos-fuera tan popular que tiene un poema (Lord Byron), una ópera (Tchaikovsky), un poema sinfónico (Liszt) y un cuadro de Gerîcault. Los zaporogos evitaron que los turcos se comieran Ucrania (ver el cuadro de Ilia Repin: "Cosacos zaporogos escribiendo una carta al sultán turco") pero, si perdían el combate, pasaban a ser esclavos de los turcos.
En el s. XX los cosacos, aliados de los alemanes y aficionados a los progromos pasaron a ser justamente lo contrario, una especie de apestados de los que solo se habla entre dientes y escupiendo por el colmillo. Naturalmente ignorando, para no tener cargo de conciencia, lo que en inglés se llama: "Betrayal of Cossaks at Linz" o Masacre de los cosacos en Linz (cuyos autores fueron ingleses, ya que un batallón irlandés se negó a tomar parte en la traición). La libertad y el valor ya no eran valoradas como virtudes y el carácter salvaje y libertario de los cosacos-acostumbrados a hacer alianzas con cualquiera que les garantizara su libertad- horrorizaba.
Pero ninguna de las dos visiones tiene en cuenta otras características bastante curiosas:
1) Los cosacos, que no eran subsidiarios del estado zarista sino aliados, cada vez que construían una aldea pagaban de sus bolsillos la iglesia y la escuela, por lo que habían erradicado el analfabetismo en un país dónde el 90% de los campesinos eran analfabetos.
2) Enviaban a sus jóvenes más dotados a la universidad por lo que había cosacos (y cosacas) en todas las facultades universitarias.
3) Les gustaba escribir y eso justifica que dos de los premios nobeles concedidos a rusos fueran para cosacos-Shólojov y Solzhenitsyn.
Los cosacos han desaparecido del mapa por sus características: la mitad-cosacos blancos-fueron exterminados y la otra mitad-cosacos rojos-fueron domesticados y perdieron su identidad.
Seguramente todas las visiones de los cosacos son parciales pero ciertas, pero nunca han sido conocidos en su realidad porque los juzgamos según cambian nuestros propios valores, no los suyos.
Ya sé que esto no tiene que ver con el post, pero si tiene que ver con la tesis que sustento: todas las épocas tienen sus tabúes. En este momento todo lo que tenga que ver con musulmanes es tabú y más vale no meneallo.
Evidentemente los cosacos no eran ningunos angelitos-tampoco lo son los que tiraron a los cristianos por la borda- pero dado el buenismo actual tal actuación en este momento sería impensable. ¡o temporas, o mores! Así que, como no queda bonito, no se cuenta esperando que la gente no se fíe de las fuentes de extrema derecha y no las compruebe. Todas las fuentes, todas, hay que comprobarlas siempre.
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Creo que no
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