Batalla cultural y guerra espiritual

Padre Javier Gracias por poner un poco de luz en medio de tanta oscuridad, algo que hoy es más necesario que nunca. Si bien en su largo peregrinar la Iglesia siempre supo salir airosa de mil batallas contra todos los enemigos que se cruzaron en su camino, hoy las cosas están cambiando.porque la ideología de género se alza como un gigantesco Leviatán que arrasa con todo lo que encuentra a su paso. Dentro de esa estrategia, los hijos de las tinieblas hasta cuentan con la inestimable colaboración de los traidores que tenemos adentro, que no son pocos. La cultura, definida por los hábitos y costumbres que los pueblos heredan de sus mayores, hoy está sometida al fuego cruzado de la Revolución entendida como el alzamiento contra el orden establecido, hoy puesto en el baquillo de los acusados.como el reo culpable de estigmatizar y perseguir a las minorías de homosexuales, lesbianas y trans que integran el colectivo LGTB. Como usted bien dice, desde tiempos inmemoriales siempre se dio por entendido en qué consistía un hombre normal y una mujer normal, razón por la cual cada uno cumplía un determinado rol aceptado por todos como natural. Era imposible pensar que pudiera ser de otro modo. Como padre de familia, el hombre se preocupaba por ganar el sustento para los suyos y como madre la mujer se ocupaba de la casa y la educación de los hijos. Hoy eso es mala palabra, los roles han sido borrados del mapa al extremo de que las mujeres son camioneras, boxeadoras, juegan al fútbol o al rugby y el matrimonio homosexual es igual al de un hombre y una mujer. Y a quien dice lo contrario enseguida el INADI lo acusa de homofóbico serial. Lo mismo ocurre si los padres se oponen a la transexualidad de sus hijos menores, al punto de que en algunos países ya son encarcelados. Y esto parece que recién empieza. ¿Quién persigue a quién entonces? Ante este panorama desolador, ¿qué podemos esperar? Nos espera lo peor, no hay otra alternativa. La apostasía que vemos en la Iglesia y la rebelión del mundo contra Dios y la Iglesia son indicios vehementes de que el tiempo se ha cumplido. Gracias a Dios, Cristo ha vencido al mundo y a la muerte, así que el castigo que está por caer de un momento a otro sobre esta generación impía será sin ejemplo. Pero lejos de entristecernos deberíamos alegrarnos, porque como bien dice el Evangelio, "cuando veáis que ocurren estas cosas levantad vuestras cabezas porque vuestra liberación está cerca". Después, no cabe duda que lo mejor está por venir.

Gracias a Dios al P. Javier que habla, enseña, advierte, y pongámosle, 5 mas en Argentina, que haríamos si no estuvieran ellos.

Chesterton decía, "a cada época y CULTURA, la "salvan" un pequeño puñado de hombres que tienen el coraje de ser inactuales", creo que esos hombres, son los santos. Cuando digo santos, me refiero a católicos, que cumplen sus deberes de estado, con sencillez, humildad y que a veces, pasan inadvertidos hasta para otros santos, que a su vez, es muy posible tambieén, que pasen inadvertidos.
Sin embargo, su labor de LEVAR, es indispensable para la sociedad, con los ojos del mundo, lo que hacen es NADA,.......Siempre pienso en Pedro, me lo imagino tosco, cobardón y demás cosas, sin embargo, seguramente no podamos medir lo importante que fue su obra. Lo mismo con tantos santos y mártires católicos. Con poquitos, Dios, hace mucho.
No se si es Revolución o Contrarevolución, lo que sé que es verdad, es que la santidad de unos pocos, hará la diferencia y que los influencers mediáticos que nos llevan hacia tal o cual salvador, no juntan, desparraman.