La muerte de dos biblistas distintos. Barriola y Rivas

En el espacio de apenas tres semanas han partido de este mundo los conocidos biblistas sudamericanos, el uruguayo Mons. Miguel Antonio Barriola,  (27/5/1934–14/5/2022) y el argentino, Mons. Luis H. Rivas (4/8/1933–9/6/2022).

Del primero de ellos se hizo eco, rápida pero muy escuetamente, la arquidiócesis de La Plata, en cuyo seminario fue profesor durante años y, con más holgura, el portal Infocatolica.

Mons. Barriola nació en 1934 en Montevideo y, luego de su ordenación sacerdotal, se licenció en Teología Dogmática por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma en 1960 y en Ciencias Bíblicas por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma en 1962, recibiendo, en 1975, el Doctorado en Ciencias Bíblicas. Fue miembro fundador del Instituto Teológico del Uruguay (1963) y perito enviado por el episcopado uruguayo a la III Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAM) en Puebla (1979).

Fue un “pastor con olor a oveja”, como algunos dicen hoy pues, lejos de permanecer en un cómodo escritorio rodeado de pergaminos egipcios, ejerció como  párroco durante años impartiendo catequesis, confeccionando sacramentos y dedicándose a la cura de almas.

Dictó clases de latín, griego, filosofía, teología y (sobre todo) de Sagradas Escrituras en diversos centros de estudio y seminarios a lo largo y a lo ancho de toda Sudamérica.

Nombrado miembro de la Pontificia Comisión Bíblica, tanto por Juan Pablo II como por Benedicto XVI, recibió en 2010, el título de “Prelado de Honor de Su Santidad”.

Por su honestidad intelectual y doctrina católica, la Conferencia Episcopal Argentina le encomendó la revisión de la famosa “Biblia Latinoamericana” (una traducción izquierdizante propia de los años ’70 que inculcaba la “lucha de clases” por medio de la visión “oprimidos-opresores” y demás yerbas) fruto de la cual fue el famoso “Suplemento obligatorio”(1978) que alertaba sobre sus errores cosa que, para Barriola, resultó el ostracismo intelectual de la progresía católica bíblica.

En los últimos años tuvimos habitual correspondencia con él y, a pesar de encontrarse prácticamente postrado, víctima de una herida física que no cerraba, no le impedía responder las consultas que uno pudiera hacerle aún planteando respetuosas diferencias.

Quizás una de sus últimas contribuciones haya sido la revisión de la Biblia de Straubinger, en una de sus últimas ediciones, con la que no quedó conforme, según él mismo nos escribió.

Pues bien. Partió un biblista católico. Dios lo tenga en Su gloria

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Monseñor Luis H. Rivas también partió de este mundo hace días, como señala la agencia informativa AICA.

Argentino, como dijimos y profesor de Sagradas Escrituras de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina desde 1967. Sostenedor del método histórico-crítico y de los modernos métodos literarios aplicados a los escritos bíblicos, se desempeñó durante décadas como profesor de seminarios y universidades, llegando a ser el censor de El Libro del Pueblo de Dios y uno de los diecinueve especialistas que participaron en la traducción del Nuevo Testamento de la Biblia de la Iglesia en América, nueva traducción dirigida a todos los hispanohablantes de América (un proyecto “con miras a facilitar una traducción actualizada hecha por especialistas latinoamericanos”).

Licenciado en Teología y en Exégesis bíblica, también Prelado de Honor de Su Santidad (1991), Rivas se volcó (fuera de cinco años de atención pastoral) a la vida intelectual. Autor de innumerables libros y artículos -a diferencia de lo que pasaba en sus clases- era extremadamente astuto al momento de publicar sus libros o artículos. Sabía que scripta manent y prefería proferir ciertas enseñanzas de manera oral que de forma escrita (sólo a veces se le escapaban, como cuando planteaba que, lo de las “siete palabras” de Nuestro Señor en la cruz, fueron más bien un invento que “los evangelistas pusieron en boca de Jesús” para que “ayudaran a comprender lo que significa para los creyentes la muerte de Jesucristo”[1].

De entrevistas realizadas a algunos de sus muchos alumnos, varios aseguran que, de modo habitual, en sus clases, intentaba desmitificar diversos pasajes bíblicos, o bien negando su historicidad o planteando que no había base escriturística alguna para creer tal cosa (vgr.: la virginidad de María “no era bíblica” o que la autoría del Magnificat no era de la Madre de Dios sino una extrapolación del canto de Judith; o la negación de la autoría de diversos hagiógrafos a libros del Antiguo y Nuevo Testamento; o que, el pesebre, era un cuento de viejas). Tal modo de enseñar hacía que, varios de los jóvenes estudiantes, debiesen soportar estoicamente las heterodoxas hipótesis como si fueran hechos consumados a fin de poder pasar de año. Y, las “estudiantas” un destrato fuera de lo normal (como indican varias de ellas aún sin ser del movimiento “ni-una-menos”).

En cuanto a “los milagros de Jesús”, siguiendo a Bultmann, hacía -en sus clases- un excesivo hincapié en el “signo” más que en el “hecho asombroso”, planteando que el cuarto Evangelio, particularmente los discursos joánicos, eran de fuente gnóstica[2].

Algunos recuerdan todavía cuando en la década de los ’90, la facultad de derecho canónico de la Universidad Católica Argentina, dictó un curso acerca de la canonización de los santos pidiéndole a Rivas que disertase acerca de los milagros de Cristo según los evangelios: cuál no fue la sorpresa al ver que, para el ilustre biblista, tal cosa era imposible pues, el Nuevo Testamento, no era sino “el fruto de la fe post-pascual de los discípulos” y, en todo caso, el único modo de atestiguar algo cercano a un milagro por parte de Jesús, era el mismo Talmud que lo menciona como un “hechicero”.

¿Y Pentecostés? Una construcción de San Lucas que insiste en querer mostrar que el Espíritu Santo en la Iglesia es la ley, de allí que lo presente en esa fiesta propia para el pueblo elegido.

¿Y la historia sagrada? Un cuento horrorizante que intenta mostrar “todo como si fuera una historia: desde el paraíso terrenal con la serpiente que hablaba, al diluvio universal, Sansón y Jesucristo resucitado… como si fuera una historia literalmente”[3].

Pues bien. Partió un biblista. Que Dios lo tenga también en Su gloria.

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¿Y a nosotros?

A nosotros nos otorgue el amor por las Sagradas Escrituras y la fidelidad al Magisterio bimilenario que construyó la civilización occidental y cristiana.

Que no te la cuenten.

P. Javier Olivera Ravasi, SE

11/6/2022

           

 

16 comentarios

  
Juan Argento
En mi opinion, la narracion del NT y la del AT tienen grados de historicidad muy diversos, los que en general corresponden con el tiempo transcurrido entre los acontecimientos narrados y su puesta por escrito, esto es unas pocas decadas en el caso del NT y cientos o miles de años en el caso del AT.

La excepcion a lo dicho antes es la creación de los seres humanos a partir de una primera pareja, constituida originalmente en estado de gracia, y la desobediencia de esa pareja, lo cual fue exactamente así y es consistente con la conclusión de la genética, a partir de la secuenciaciòn del cromosoma Y, de que todos los hombres que viven hoy descienden patrilinealmente de uno que vivió hace aprox. 300.000 años en Africa.

En mi opinion, éstos son los únicos eventos narrados en el AT cuya historicidad es NECESARIA para la fe cristiana. Nótese que NO estoy diciendo que son los únicos eventos históricos de los narrados en el AT.

En contraste, toda la narración del NT es históricamente fáctica, incluyendo los milagros, con la salvedad de que los sinópticos en algunos casos simplifican las circustancias de tiempo y/o lugar mientras que el Apostol Juan, que escribió después de ellos y probablemente con sus evangelios ante sí, las da con exactitud. Por ejemplo, Mateo y Marcos agrupan las comidas en casa del fariseo Simon (Lc 7,36-50) y en casa de Lázaro (Jn 12,1-11) en una sola datandola 2 dias antes de la Pascua, o sea 13 de Nisan, mientras que Juan la data 6 dias antes de la Pascua, o sea 9 de Nisan, tal que Jesús entra en Jerusalén el día siguiente, 10 de Nisan, simultaneamente con los corderos pascuales.

Me parece importante destacar los diferentes grados de historicidad del NT y del AT porque son relevantes para el anuncio de la fe cristiana a personas con conocimientos al menos básicos de la ciencia moderna.

Por supuesto, quien no tenga problema en creer que Abraham vivió 175 años (e incluso en creer que en ese momento Sem todavía vivía, teniendo una edad de 450 años y 150 años de vida por delante!), pues que lo crea. Pero sería una pena que ignorara que las duraciones, simbólicas o reales, de las vidas de Abraham, Isaac y Jacob forman una secuencia que apunta a la duración real de la vida de otra persona:

Abraham: 175 = 5 x 5 x 7
Isaac: 180 = 6 x 6 x 5
Jacob: 147 = 7 x 7 x 3
?????: 64 = 8 x 8 x 1

Para conocer ?????: ccel.org/ccel/emmerich/lifemary/lifemary.xxiii.html
11/06/22 11:05 PM
  
Franco
Mientras leía las opiniones del tal Rivas, no pude evitar pensar en "La Biblia de nuestro pueblo" de Schökel, que es la que yo tengo. De hecho, me fijé si aparecía algún "Rivas" en el equipo, pero no lo encontré. Y me fijé porque los comentarios parecen un calco de las opiniones mencionadas en este post.
11/06/22 11:19 PM
  
Miriam de Argentina
Gracias padre por poner clara la biografía de ambos.
Porque no es lo mismo ser "reconocido" que fiel. Tener el título (y oficio) de biblista y serlo realmente por la fidelidad a la Palabra de Dios.
Me horrorizo de la "interpretación" que hace un párroco de la Escritura... pero si seguramente habrá tenido un hereje chanta como este de profesor....
Nos asombramos de como está la Iglesia...lo asombroso es que con estos profesores en las universidades católicas, aún haya fieles católicos...una razón más para creer que la Iglesia es de Dios, porque si fuera una mera institución humana (un club) ya no existiría hace rato
12/06/22 3:00 AM
  
Tito España
De ese árbol, Rivas, ¿qué frutos pueden esperarse? Lo más triste es que hayan sido reconocidos como expertos biblistas.
12/06/22 1:30 PM
  
Vladimir
No sabía esto de Mons. Rivas. Me extraña entonces que tuviera las puertas abiertas en el CANAL EWTN, de cuya ortodoxia nadie puede dudar.
13/06/22 12:01 AM
  
P. Gabriel
Lo cierto es que ambos son progres. Barriola con fe, Rivas sin fe.
Basta leer las basuras que escribió Barriola sobre el Apocalipsis.
Recemos por ambos.
13/06/22 6:35 AM
  
marcelo
la fe es una cuestión simple alejada de estos académicos biblistas, canonistas, liturgistas, moralistas, pastoralistas, etc
14/06/22 12:36 AM
  
Luis Fernando
"Sostenedor del método histórico-crítico y de los modernos métodos literarios aplicados a los escritos bíblicos"

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O sea, basura apóstata al 100%. Secuestradores y asesinos de la Biblia y de la fe. Eruditos miserables que si aplicaran sus técnicas a obras magnas de la literatura universal quedarían en ridículo. Por ejemplo, El Quijote lo habría escrito Miguel de Cervantes y otros 20 autores anónimos... como poco.
14/06/22 1:18 PM
  
Carsten
Luis Fernando:
Benedicto XVI dice que que el método histórico-crítico "nos ayuda realmente" (con grandes matices). Lo dice en Verbum Domini 34 y se cita a sí mismo en el Sínodo de 2008, y allí remite a Dei Verbum 12...
Ya sé que los Papas se pueden equivocar, pero no se puede decir que la exégesis histórico-crítica sea basura apóstata al 100%. Porque Benedicto no lo es.
14/06/22 6:45 PM
  
JSP
1. Es necesario recordar que la fe católica no se basa sólo en la sola scriptura (Sagradas Escrituras) y el libre examen exegético.
2. La fe católica se basa en el testimonio de hechos historicos transmitidos por los Apóstoles de forma oral y escrita, y por fuentes paganas.
3. No hay otro evangelio, y si vienen falsos profetas, espíritus (postconciliares) y evangelios sean anatemas como nos dice San Pablo.
14/06/22 9:39 PM
  
Jorge Cantu
Vladimir:

"No sabía esto de Mons. Rivas. Me extraña entonces que tuviera las puertas abiertas en el CANAL EWTN, de cuya ortodoxia nadie puede dudar".

Hermano: son distintos 'padre Rivas'. El de EWTN es mexicano, legionario de Cristo, Padre Juan Rivas, LC, a mi parecer claramente ortodoxo en su enseñanza y con un estilo de predicación muy interesante.
14/06/22 10:29 PM
  
Jorge Cantu
¿Cómo puede llegar un hereje así a ser convocado como "Prelado de Honor de Su Santidad"?

Es como si el Papa León X hubiera convocado a Lutero o a Calvino.
14/06/22 10:35 PM
  
Vladimir
El que yo he visto en EWTN, es el que aparece en la foto que aquí presentan. Ahí dio toda una serie de charlas bíblicas, además fue entrevistado, con grandes encomios, en los programas CARA A CARA y FE EN VIVO. No hay duda que es el mismo: el Padre Luis Heriberto Rivas, argentino.
15/06/22 3:47 PM
  
Carsten
Vladimir:
La verdad es que tiene razón.
Quizás se habrán dejado engañar por la aparente ortodoxia de sus escritos, como explica el p. Olivera. O quizás EWTN no es lo que usted piensa...
Me inclino más por la primera opinión.
Aunque Bermúdez, en fin...
16/06/22 12:20 AM
  
Angeles Wernicke
Tengo la Biblia de Monseñor Dr. Juan Straubinger, de 2007, editada por la Universidad de La Plata, Argentina...No soy ninguna experta pero me gusta mucho...
19/06/22 1:23 AM
  
Walter Formica
Que pena siento al leer este articulo, al ver que se habla de dos personas que ya no están físicamente presentes.

Don Bosco nos enseño una gran máxima: "Del prójimo hay que hablar bien o callar"...

.....y yo me atrevo a agregar : "y más si están muertos, ya que no tienen la posibilidad de opinar"

No conocí a Mons. Barriola, pero si participé de varios encuentros con el querido P Luis Rivas: Un verdadero estudioso y maestro en su materia. Basta solo ver las pruebas que el mismo artículo narra con respecto a las tareas que le asignaron (Censor de la Biblia, traductor, profesor en seminarios y universidades, etc). Pregunto: ¿llegó ahí por casualidad?: desde luego que no...

Por eso, para no faltar a la caridad que nos ha enseñado el Divino Maestro con su vida, cada día más trato de seguir la enseñanza de Don Bosco, antes de hablar públicamente mal de los demás....


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"Del prójimo hay que hablar bien o callar...", decía Don Bosco.
Rta: sí, siempre y cuando ese prójimo no sea un peligro para la Fe; ahí es cuando hay que alertar. Más aún cuando se trata de personas públicas, como el mismo Don Bosco hacía con ciertos herejes o cismáticos de su tiempo, a fin de que sus discípulos no los siguieran.
Si hasta el mismo Cristo habla mal de los fariseos, sin que estuvieran presentes diciendo:"son ciegos que guían a ciegos" (Mt 15,14).
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"Y más si están muertos, ya que no tienen la posibilidad de opinar"
Rta: entonces, habría que eliminar todos los libros de historia de la teología, el Denzinger, etc.

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Si tiene alguna prueba para desmentir lo que he dicho de Rivas, con fuentes, pues encantado de retractarme. Bendiciones. PJRO
21/06/22 11:44 PM

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