Separación de España para ser fieles a España. 25 de Mayo de 1810: Autonomía argentina
Queridos amigos de QNTLC:
Como todos los años, para esta fecha del 25 de Mayo, publicamos algo alusivo acerca de lo que fue la autonomía hispanoamericana en su versión argentina.
Para ello, ya hemos dejado aquí, hace algunos años, un texto resumiendo los acontecimientos de Mayo de 1810 y un pequeño vídeo realizado por unos jóvenes amigos (aquí).
Esta vez, con la intención de ilustrar lo escrito a partir de palabras e imágenes, publicamos este breve vídeo con esta breve exposición que nos recuerda o nos descubre las verdaderas causas de la autonomía de España: la fidelidad a su Fe, a sus tradiciones y a sus leyes.
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi, SE
29 comentarios
Dios le guarde don Javier
Y mientras os separabais de España, aquí quedaron muchos que dieron la vida durante todo el siglo XIX, y luego en la cruzada del 36-39, para que España siguiera siendo lo que había sido España: nación católica evangelizadora y civilizadora del orbe.
Hoy España es una nación apóstata. Los pueblos que se separaron de España, también.
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Retrasamos la apostasía entonces... PJOR
¡Libertad, libertad, libertad!
Entiendo que no es la misma una secesión que separarse del Cuerpo de Cristo, pero es como si un protestante dijese: "Nos separamos de la Iglesia para ser fieles a la Iglesia".
Las Españas de América se separaron de la España peninsular. Y la España peninsular terminó por separarse de las Españas de América. Y todas las Españas han terminado por apostatar.
Recomiendo el magnífico libro de José Antonio Ullate sobre el asunto:
"Españoles que no pudieron serlo: la verdadera historia de la independencia de América", ed. Libroslibres, Madrid, 2009.
España entró en decadencia y Napoleón y los Ingleses con sus logias aplicaron sus falsas banderas y dividieron a los pueblos con sus "partidos"
se quedaron con los recursos naturales de los paises ; para eso nos legaron sus ferrocarriles para llevarse todo al puerto, los politicos todavia deben pertenecer a una LOGIA....la historia nacionalista está errada, porque no hay una Argentina que no sea la liberal laicista (gorro frigio y saludo masonico) , lo otro es lo que queda de Hispanidad católica que todavia no pudieron eliminar...
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Todo lo que ud. quiera, pero la historia de Mayo de 1810 es la que está en las fuentes; luego, obviamente, todo se desmadró y aquí ganaron los liberales y laicistas. Pero los motivos de Mayo, fueron los motivos de Mayo y éstos, según las fuentes primarias y secundarias, fueron para ser fieles a España, no lo contrario, mal que les pese a muchos españoles, por entonces, aliados de Inglaterra. Bendiciones. PJOR
Ahora, que Dios dirige la historia y saca bienes mayores de los males que permite es otra cosa.
España entró en decadencia y Napoleón y los Ingleses con sus logias aplicaron sus falsas banderas y dividieron a los pueblos con sus "partidos"
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Depende de a que llamemos entrar en decadencia. Si queremos decir que la buena salud espiritual del barroco había truncado en buena parte, movida por ideas modernistas podría darse por buena. Si nos referimos a una decadencia material, diría que no. Aparte de que en España se sufre una grave crisis de la Hacienda en 1793, había habido un proceso modernizador a lo largo del siglo XVIII muy interesante, tanto en la Península como en América.
Pero ni lo uno, ni lo otro -lo espiritual y lo material- deberían de contemplarse de forma grosera, ni las calles del barroco olían a incienso, ni el siglo XIX despertó con pintadas de "la Iglesia que ilumina es la Iglesia que arde" en las paredes. Que la Historia no es en blanco y negro es un tópico que se cumple. Hablamos de una época en la que el régimen político del Antiguo Régimen está en crisis, y en la que los hombres deben de enfrentarse a desafíos intelectuales que eran nuevos. Las crisis son complicadas y a veces salen mal.
En la propia España peninsular tenemos a ministros en tiempos de Carlos III refiriéndose a América como a colonias en el sentido peor del término, y planes para la independencia de América como el de Aranda. Y la política americana de Carlos IV fue errática. Creo que hay una influencia importante inglesa y de las ideas afrancesadas o estadounidenses, e intereses bastardos, pero las culpas están repartidas.
Pero, desde luego, es triste que aquella extraordinaria construcción política, creada en torno a un eje comercial y administrativo tricontinental desapareciese.
Conozco el periodo de Rosas en Argentina, y el de Gabriel García Moreno en Ecuador, pero no estoy muy al tanto del resto.
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Fuera del caso de Juan Manuel de Rosas y un período breve en el siglo XX, luego de la caída de Perón, no hubo tal cosa; lo de Franco fue una gracia para España -mal que les pese hoy a muchos. Pero reitero: 1810, en cuanto "autonomía" es lo que había que hacer (hasta legalmente había que hacerlo, según las Leyes de Indias y de Partidas); luego (reitero), "luego", vendrán las independencias con sus derivas liberales; pero eso es otro cantar. Como otro cantar es pensar que, dado que Franco apareció en la vida de España, debían mantenerse las Indias sumisas a la España de... José Bonaparte y los patéticos borbones. Más bien, Franco fue Franco, a pesar de la decadencia española. O, más bien, Franco fue la verdadera España y el resto, república reconquistada... PJOR
Encuentro acertado el video del padre Javier porque puntualiza de forma detallada aquel momento histórico en el nacimiento de Argentina. Y aunque todas aquellas buenas intenciones no quedaron sino en agua de borrajas, siempre es bueno que los americanos del sur, del centro y buena parte de los del norte, recuerden que antes de ser lo que son desde entonces, fueron españoles de América Y CATÓLICOS, y que algunos de aquellos hombres lo tenían muy claro. Porque todos juntos, españoles católicos de América, de la Península Ibérica y Filipinas, fuimos una gran y poderosa nación que hablaba la misma lengua y rezaba al Buen Dios. A todos aquellos nuestros honorables antepasados, que escribieron las mejores páginas de nuestra historia, una de las historias más bellas que cualesquiera nación del mundo haya forjado, no solo deberíamos honrarlos, sino observarlos con mayor atención, porque sin duda, eran mejores y más sabios que nosotros.
Los Austrias hundieron la economía española con una política monetaria delirante. El que quiso poner un poco de orden, Olivares, se encontró con la incomprensión de todas las oligarquías. Quienes mas lo sufrieron fueron los castellanos, que tuvieron que soportar el grueso de la carga fiscal, según un modelo fiscal de entonces que era una locura. El siglo XVII supuso un camino de refeudalización. De refeudalización y de miseria generalizada, con pérdida de población. La industria manufacturera desapareció. Desapareció incluso la producción de espadas toledanas -más de 90 marcas diferentes registradas, con su propio logotipo-, las que habían sido las mejores del mundo.
El coronel Luis de Urbina, el maestro espadero valenciano Luis Calixto y la política industrial de Carlos III.
"Espaderos toledanos. Esperanza Pedraza Ruíz"
realacademiatoledo.es/wp-content/uploads/2011/04/www.realacademiatoledo.es_files_toletum_0011_toletum11_pedrazaespaaderos.pdf
Podemos poner muchos ejemplos. La producción de papel estuvo sujeta a un régimen fiscal real exclusivo que impidió su desarrollo. Con los Borbones se liberaliza la industria y aunque España siguió siendo deficitaria en cuanto a producción -Génova era la gran proveedora de papel en España, tanto en la península como en América-, ésta aumenta y aumenta la calidad del papel producido.
En el siglo XVIII hay una auténtica época dorada de la impresión española, con impresores de la categoría de Joaquín Ibarra o Gregorio Sancha, con fabricantes de punzones -lo que no se había conocido hasta entonces- como el artesano analfabeto y miembro de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona Eudald Pradell, o el ilustrado Jerónimo Antonio Gil, que crea un tipo de tipografía autóctono recuperando la excelente tradición de calígrafos españoles, y en particular a Palomares -Francisco Javier de Santiago Palomares-. Gil fue administrador de la Casa de Moneda de México y fundador de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos mexicana.
"Tipografía y caligrafía en España durante la segunda mitad del siglo XVIII"
unostiposduros.com/tipografia-y-caligrafia-en-espana-durante-la-segunda-mitad-del-siglo-xviii/
¿Qué decir de la Real Armada? La segunda del mundo para 1793, no solo en cuanto a número de barcos, sino en cuanto a su calidad -Romero Landa-, calidad -científico-técnica y moral- de sus oficiales, instituciones de formación e infraestructuras -Arsenales reales, astilleros, sistemas de aprovisionamiento-, las cuales se diversificaban por tres continentes distintos. Una Armada que protagonizaría muchas de las del medio centenar de expediciones de carácter científico que promovió la Corona, dentro de una política de estudio y conocimiento de los territorios que conformaban el reino como no se conocía desde los tiempos de Felipe II.
Una Armada que no existía cuando sucedió la muerte de Carlos II. Y hay que recordar que fue Carlos II quien se decidió por la opción francesa para su sucesión precisamente teniendo en cuenta para ello el potencial naval que suponía la alianza con esta potencia frente a la desnudez en que dejaba a España la amistad con Austria. El objetivo irrenunciable era mantener la integridad del reino, y para la época de las independencias americanas el reino no es solo que se hubiese mantenido íntegro, sino que se había ensanchado enormemente y estaba en su momento de mayor apogeo.
¿Y la religión? Los borbones ni siquiera eliminaron el Tribunal del Santo Oficio. Además, los borbones no eran los borbones. Los borbones eran los ministros españoles, españoles de pura cepa, que eran los que diseñaban las políticas. ¿Y la Barcelona en la que Francisco Santpons diseñaba su propia máquina de Vapor y Salvá y Campillo inventaba el primer telégrafo eléctrico? ¿Y el Madrid de la avenida de la ciencia, con su jardín botánico, el gabinete de ciencias naturales, el hospital de cirugía de San Carlos -del gran Antonio Gimbernat-, el observatorio astronómico, el Real Gabinete de Máquinas o los tres laboratorios de química que llegó a haber? ¿Saben la cantidad de instituciones de formación técnica que se llegaron a crear a lo largo de toda la geografía de amabas orillas? Yo todavía descubro de vez en cuando alguna nueva. ¿La preocupación por la reforma de la enseñanza -muy en el estilo de los ilustrados, preocupados por la instrucción y las buenas costumbres- o las políticas sociales, carreteras, puertos y promoción de la industria?
En definitiva, que parece que hubiese dos bandos. Los austracistas, que denigran totalmente a los borbones. Y los ilustrados, que consideran a los Austria poco menos que entre locos y disparatados. Los dos se equivocan, entre otras cosas porque hablamos de personajes que vivieron épocas distintas y que se enfrentaron a retos distintos. Y de haber compartido un mismo tiempo probablemente hubiésemos tenido la ocasión de comprobar como su comportamiento no hubiesen diferido mucho.
Ahora bien, muchos dicen que los españoles de América rompieron con los peninsulares porque rompieron con el elemento de cohesión con ellos que era el rey. Esto supone olvidarnos de otros elementos como la lengua, la religión y la cultura, pero aún asi, ¿puede decirse que unos reyes que ya habían roto con la fe de su propio pueblo eran un elemento de cohesión válido para la nación hispana?
Desgraciadamente, eso hoy no sucederá si no media milagro del Cielo. Las iglesias católicas a las que yo acudo, están vacías. Somos cuatro gatos mal contados. La mayoría personas mayores o muy mayores.
Y respecto a lo que comenta de los reyes, así es, estoy deacuerdo con su parecer, esos reyes ya no eran válidos.
Aunque si esos reyes habían roto con la fe, lo habrían hecho de puertas para adentro, porque en apariencia seguían siendo católicos, al menos hasta SM Alfonso XIII, que consagró España al Sagrado Corazón de Jesús y recibió amenazas de la masonería. Y a su vez el propio don Alfonso mantenía una red de pisos para sus muchas 'mujeres' y su frenesí lujurioso por todo Madrid. Don Juan Carlos de Borbón parece que también ha sido un fiel imitador de su abuelo. De raza le viene a éstos, que no son precisamente galgos, sino más bien caniches.
Ciertamente no hace falta que un rey deje de ser católico para que su gobierno no lo sea, para que su gobierno y sus fines sea de facto anticatólico o muy anticatólico, un gobierno de un rey traidor a su pueblo; con que ese rey sea un católico tibio, y se rodee de masones sin saberlo o a sabiendas, ancha es Castilla... Masones ha habido (y probablemente hay) en altas y muy altas cotas del clero también, y eso es más difícil. Pero lo que nunca van a hacer esos hijos de satanás es salir a la luz pública a declararlo.
Los borbones no eran hispanos, eran franceses que no entendían la forma de ser hispana ni nuestra idiosincrasia, y no solo fueron eso, sino que además alguno o algunos fueron profundamente antiespañoles, como lo fue Felipe V. Y no podía ser de otra forma cuando su abuelo había combatido contra España toda la vida y por todos los medios posibles. En los campos de batalla, y con la leyenda negra a todo trapo de la mano de sus plumillas.
De manera que entraron en La Hispanidad, como elefantes a una cacharrería, y ellos y sus cortesanos, se desconectaron por completo con su propio pueblo, al que despreciaban desde su soberbia estupidez y sus prejuicios. En el arte del siglo XVIII, que siempre fue directa o indirectamente sufragado por las élites, se ve perfectamente la catástrofe que provocaron esos reyes extranjeros; pasamos de un plumazo de la genialidad a raudales del siglo de Oro español, a la mediocridad más absoluta de mano de los afrancesados. Desnortaron el Imperio con sus reformas, expulsaron a los Jesuítas, exquilmaron la enseñanza sobre todo en América, que controlaba el clero, llevaron a cabo desamortizaciones salvajes contra la Iglesia, y lo peor, crearon confusión e inseguridades a los hispanos, al señalarnos siempre como un pueblo atrasado, salvaje y problemático frente a las supuestas sociedades avanzadas de más al norte, más allá del Pirineo. Ser hispano era el problema, ser europeo la solución, como si España no fuese Europa, y nuestra civilización, la hispana, no fuese la más orgullosamente católica y la más grandiosa que conoció la tierra desde el nacimiento de Cristo. Como hoy siguen rebuznando algunos, ser 'Hispanoamericano' es el problema, ser anglo de EEUU, la solución ¡Ojalá nos hubieran colonizado los ingleses! En fin.
La realidad es que esas soluciones de más allá de los Pirineos eran como esas vacías palabras de embaucador que siempre viajan de la mano del maligno. Eran cajas engalanadas, perfumadas, empelucadas y empolvoreadas, que no contenían nada, y si algo llevaban eran excremento y miseria moral. Balzac refleja muy bien la profunda degeneración moral del París de principios del XVIII. Eso fue lo que llegó a La Hispanidad de la mano de los 'ilustrados' Borbones, por mucho que algunos se obstinen en camuflar todo el mal olor de ese periodo con perfumes. Habrá que comprenderlos, deben ser que son de origen cortesano francés o afrancesados, y no se les va el olor.
Y eso no significa que no hubiera grandes hombres hispanos en esos periodos, siempre los ha habido, y si Dios Quiere, los habrá, pero desde los borbones, todo se fue paulatinamente a la ruina. Y ahí seguimos, después del periodo de gracia de Franco, hallámonos en manos de los 'afrancesados' de hoy que son los 'europeístas o globalistas' , y de fango y miseria moral hasta los topes.
Qué Dios tenga misericordia de todos nosotros.
En España hubo Franco. Ahora pregunto: ¿eso frenó en algo el modernismo y consecuente apostasía en ese país? No, para nada.
El Reino de Dios crece evangelizando paganos, ya sean bautizados o no. Si eventualmente la evangelización da como fruto autoridades verdaderamente cristianas, pues bien, si no lo da, igual la tarea continua la misma, evangelizar, con buena doctrina, buena liturgia y buena vida cristiana. Ahí tienen que ir todas nuestras municiones.
Dios la fundó sobre la tierra para que fuera soportable su castigo.
Desde aquel día es para el hombre desamparado como el árbol del camino.
Porque da frutos como el árbol y como el árbol tiene sombra y tiene nidos.
Manos de amor la hicieron grande como sus cielos, sus montañas y sus ríos.
Como el candor de sus rebaños y la virtud de sus trigales infinitos.
Manos seguras en el día de la victoria y en la noche del vencido.
Tanto en el puño de la espada como en la mano y en el hombro del amigo.
Podemos dar gracias al cielo por la belleza y el honor de su destino.
Y por la dicha interminable de haber nacido en el lugar donde nacimos.
Su nombre suena en el silencio con el sonido luminoso de las armas.
Vive de gloria y de justicia como el perfume de la flor vive de savia.
Es un sonido de monedas caritativas que la tierra desparrama.
Y de trigales que maduran sagradamente para el cuerpo y para el alma.
Nombre de luz para los ciegos, nombre de hogar para los hombres sin morada.
Para el hambriento y el sediento, nombre de pan y al mismo tiempo nombre de agua.
Nombre que suena entre los nombres como entre todas las demás la voz amada.
¿Quién no distingue entre los otros el tintineo de la llave de su casa?
Es el amor hecho armonía y el incansable corazón hecho palabra.
Nobles espadas la escribieron para que ahora la pronuncien las campanas.
El ancho río de la patria viene cantando de una fuente dolorosa.
Pero este mar que lo recibe recuerda el gusto de las lágrimas remotas.
El árbol fiel que nos cobija tiene raíces torturadas en la sombra.
De aquel obscuro sufrimiento viven las flores y los frutos y las hojas.
Nuestro es el día perdurable, nuestro es el sol, nuestra es la luz maravillosa.
Para gozar lo que hoy gozamos fue menester la noche larga y tenebrosa.
Este sosiego pensativo tiene relámpagos de hierro en la memoria.
En los arados impasibles hay un lejano resplandor de espadas rotas.
La patria duerme como un niño, con la cabeza en el regazo de la historia.
Su sueño es dulce y reposado como el que sigue a la virtud y a la victoria.
La patria vive dulcemente de las raíces enterradas en el tiempo.
Somos un ser indisoluble con el pasado, como el alma con el cuerpo.
Como la flor con el perfume, como las llamas y la luz con el incendio.
Como la madre con el hijo que tiene en brazos, como el grito con el eco.
Mucho dolor fue necesario para sembrar lo que cantando recogemos.
Nuestra nobleza está fundada con la firmeza del amor en todo aquello.
Como la roca en la montaña, como la dicha de la casa en los cimientos.
Como la piel en nuestra carne, como la carne dolorosa en nuestros huesos.
Seres borrados por los siglos están velando por nosotros desde lejos.
Cuando florecen los linares, sus ojos claros nos contemplan en silencio.
Dios la fundó sobre la tierra para que hubiera menos llanto y menos luto.
Dios la fundó para que fuera como un inmenso corazón en este mundo.
Mano sin tasa para el pobre, puerta sin llave, pan sin fin, sol sin crepúsculo.
Dulce regazo para el triste, calor de hogar para el errante y el desnudo.
La caridad es quien inspira su vocación de manantial y de refugio.
En las tinieblas de la historia la Cruz del Sur le dicta el rumbo más seguro.
Ninguna fuerza de la tierra podrá torcer este designio y este rumbo.
Por algo hay cielo en la bandera y un gesto noble y fraternal en el escudo.
¡Gracias, Señor, por este pueblo de manos limpias, frentes altas y ojos puros!
¡Gracias, Señor, por esta tierra de bendición y porque somos hijos suyos!
«La Patria» - Francisco Luis Bernárdez (1900-1978).
Lo que quiero decir es que, en mi opinión, no tiene sentido decir que la América hispana se entregó a la apostasía por romper con los Borbones, porque en la España peninsular, donde siguió gobernando esa dinastía, la apostasía fue aún mayor.
Se ha hablado del gobierno del general Franco, que desde luego ayudó a retrasar unos años esa apostasía, pero no olvidemos que el nacionalcatolicismo tampoco estuvo exento de algunos errores liberales, como bien advirtieron los tradicionalistas en su época. Errores que, a la larga, permitieron que la apostasía continuara una vez acabado el régimen.
Sobre lo que comenta acerca de los Borbones, suscribo 100%. Me permito añadir que además, ellos enrarecieron las relaciones con la América hispana, introduciendo ideas de moda en Francia como la condición de "colonias" o separación de las personas por su raza, hasta entonces ajenas al mundo hispano.
Aunque si esos reyes habían roto con la fe, lo habrían hecho de puertas para adentro
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España tenía un concordato con Roma. Lo mas que se puede decir es que se suele hablar de que en España había dos corrientes distintas. Los llamados jansenistas, que no eran jansenistas, sino mas bien regalistas. Y otros que ahora no me acuerdo del apodo que llevaban, quienes eran tratados por los primeros de laxos, de influencia jesuita. Por lo demás, el clero tenía su fuero, su situación privilegiada -con su propio derecho penal, por ejemplo-, y la religión católica era la única reconocida y practicada en la nación. Ningún otro país se le podía equiparar en ese sentido. La Inquisición incluso procesó a un ministro como Olavide.
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... Y a su vez el propio don Alfonso mantenía una red de pisos para sus muchas 'mujeres' y su frenesí lujurioso por todo Madrid. Don Juan Carlos de Borbón parece que también ha sido un fiel imitador de su abuelo.
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No como Felipe IV. Sus bastardos se cuentan por decenas. El mas famoso, el gran Juan José de Austria, hijo de La Calderona. La actriz mas famosa de su tiempo. Felipe IV no fue una excepción, obvia decirlo, nos podemos retrotraer hasta Fernando el Católico si es necesario.
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... Los borbones no eran hispanos, eran franceses ... antiespañoles, como lo fue Felipe V. Y no podía ser de otra forma cuando su abuelo había combatido contra España toda la vida y por todos los medios posibles.
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No como los austrias, que provenían de Albacete, provincia de Valladolid. Nacieron justo debajo de las campanas de Santiago de Compostela.
El abuelo de Felipe V se llamaba Luis XIV. Su madre era hermana de Felipe IV y hablaba a su hijo en Español. Luis XIV tenía a toda la camarilla de cortesanos de la rama de su madre que era española y sabía de la cultura española. El Palacio de Versalles, con sus jardines, se inspiraba en el Real Palacio del Buen Retiro de Felipe IV. Los jardines de ese palacio hoy desaparecido casi en su totalidad son el origen del actual Parque del Retiro madrileño. Y es que todas las casas reales europeas estaban emparentadas, eran un miniuniverso.
Luis XIV le hizo la guerra a España porque España era la potencia hegemónica. Ya el Gran Capitán le ganó la partida a los franceses en el Sur de Italia y Francisco I estuvo preso por Carlos V en la Torre de los Lujanes. Cuando Felipe II heredó el trono ya no fue proclamado emperador, sin embargo reinó en un imperio de facto -Austria nunca fue un imperio ni nada que se le parezca- en el que no se ponía el Sol, y adoptó el lema Non Suficit orbis. Los franceses vivieron a la sombra española hasta la Paz de Westfalia o la Paz de los Pirineos.
¿Felipe V antiespañol? Se suele dibujar a Felipe V como un rey débil, de hecho estaba mentalmente desequilibrado, e influenciado por su mujer, Isabel de Farnesio, que era italiana, por otro lado. La corte de Felipe V siguió estando formada por los mismos integrantes de la Corte de Carlos II. Por los del bando borbónico, no por los del bando austracista, como es lógico.
Le recomiendo este libro de Christopher Storrs. Aunque inglés no es negrolegendario ni antiaustracista. De hecho es uno de los autores que mas ha hecho por recuperar la figura injustamente tratada de Carlos II.
"El resurgir español 1713-1748". Christopher Storrs
legimi.pl/ebook-el-resurgir-espanol-1713-1748-christopher-storrs,b744992.html
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... ellos y sus cortesanos, se desconectaron por completo con su propio pueblo, al que despreciaban desde su soberbia estupidez y sus prejuicios.
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Los borbones fueron muy queridos por el pueblo. ¿Se desconectaron, soberbia, desprecio? No se, lo normal entre los reyes, mas o menos. Se fundaban Reales Academias o centros de asistencia social. A Carlos III le gustaba visitar la imprenta de Joaquín Ibarra y el propio Felipe V cuando se trasladó a Sevilla fue a los toros, espectáculos teatrales y a recibir una flota llegada desde Las Indias. También presidió el traslado del cuerpo de Fernando III el Santo hasta la Catedral.
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... expulsaron a los Jesuítas
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El propio papa Clemente XIV disolvió la compañía. Cuando fue restaurada, volvió a ser introducida en España por Fernando VII.
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... llevaron a cabo desamortizaciones salvajes contra la Iglesia
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¿Desamortizaciones salvajes? Supongo que se referirá a las de los años treinta del siglo XIX, pero eso no tiene que ver con el periodo sobre el que tratamos. Calificar de salvajes las de Carlos IV me parece un exceso. El primero que hizo una desamortización de bienes de la Iglesia fue Felipe II.
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... al señalarnos siempre como un pueblo atrasado, salvaje y problemático frente a las supuestas sociedades avanzadas de más al norte, más allá del Pirineo.
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Exageración. Si algo se puede destacar del siglo XVIII es el patriotismo que reinaba en el ámbito político y militar.
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... desde los borbones, todo se fue paulatinamente a la ruina.
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En absoluto. El siglo XVIII supuso un nuevo florecimiento de la monarquía hispana, frente a la etapa de declinación que se vivió durante el siglo XVII. En donde también se recurrió en muchas ocasiones a pactos con protestantes frente al poderío francés, aclaro para despistados y puristas.
Mas allá de la mirada tópica y de trazo grueso lo que hay que entender es que en el siglo XVIII se vive una época de crisis, de crisis de la civilización. Estas crisis son producto de los cambios en las condiciones de orden material -usemos este término aunque sea de origen marxista-. Hoy en día también vivimos en una época de crisis. Política, económica, social, cultural y, espiritual. ¿Conocen ustedes la tetralogía Fundación de Isaac Asimov, en la que el psicohistoriador Harry Sheldon prevé matemáticamente el futuro y diseña un plan que busca reducir la barbarie a la que está abocada la civilización a los 1000 años, y en la que se incluyen estrategias que atajen los momentos de crisis previstos?
Las crisis, y la historia en general, no responden a un único motor, son complejas. Por ejemplo, el surgimiento del liberalismo responde en gran medida a demandas de orden político, a la crisis del sistema estamental del Antiguo Régimen. Pero ¿Alguien es capaz de citar algún otro país en el que la crisis de la modernidad en el siglo XVIII se haya afrontado desde un mayor compromiso con la religión que en España?
Vaya estudiar historia .
Gente como Ud. son responsable de la leyenda negra .
¿Cómo se refiere Jovellanos respecto a la prohibición de los Autos Sacramentales en su informe para la reforma de los espectáculos públicos del año 1790?
"En medio de los mayores progresos de nuestra dramática, se conservó esta supersticiosa costumbre hasta nuestros días, en que los llamados autos sacramentales fueron abolidos del todo. Y sin duda que lo fueron con gran razón, porque el velo de piedad que los recomendó en su origen no bastaba ya a cubrir, en tiempos de más ilustración, las necedades e indecencias que malos poetas y peores farsantes introdujeran en ellos, con tanto desdoro de la santidad de su objeto como de la dignidad de los cuerpos que los veían y toleraban".
Sobre el teatro:
"Por lo que a mí toca, estoy persuadido a que no hay prueba tan decisiva de la corrupción de nuestro gusto y de la depravación de nuestras ideas como la fría indiferencia con que dejamos representar unos dramas en que el pudor, la caridad, la buena fe, la decencia y todas las virtudes y todos los principios de sana moral y todas las máximas de noble y buena educación, son abiertamente conculcados. ¿Se cree por ventura que la inocente puericia, la ardiente juventud, la ociosa y regalada nobleza, el ignorante vulgo pueden ver sin peligro tantos ejemplos de impudencia y grosería, de ufanía y necio pundonor, de desacato a la justicia y a las leyes, de infidelidad a las obligaciones públicas y domésticas, puestos en acción, pintados con los colores más vivos y animados con el encanto de la ilusión y con las gracias de la poesía y de la música? Confesémoslo de buena fe: un teatro tal es una peste pública, y el gobierno no tiene más alternativa que reformarle o proscribirle para siempre.
(...)
He aquí el grande objeto de la legislación: perfeccionar en todas sus partes este espectáculo, formando un teatro donde puedan verse continuos y heroicos ejemplos de reverencia al Ser supremo y a la religión de nuestros padres, de amor a la patria, al soberano y a la constitución; de respeto a las jerarquías, a las leyes y a los depositarios de la autoridad; de fidelidad conyugal, de amor paterno, de ternura y obediencia filial; un teatro que presente príncipes buenos y magnánimos, magistrados humanos e incorruptibles, ciudadanos llenos de virtud y de patriotismo, prudentes y celosos padres de familia, amigos fieles y constantes; en una palabra, hombres heroicos y esforzados, amantes del bien público, celosos de su libertad y sus derechos y protectores de la inocencia y acérrimos perseguidores de la iniquidad. Un teatro, en fin, donde no sólo aparezcan castigados con atroces escarmientos los caracteres contrarios a estas virtudes, sino que sean también silbados y puestos en ridículo los demás vicios y extravagancias que turban y afligen a la sociedad: el orgullo y la bajeza, la prodigalidad y la avaricia, la lisonja y la hipocresía, la supina indiferencia religiosa y la supersticiosa credulidad, la locuacidad e indiscreción, la ridícula afectación de nobleza, de poder, de influjo, de sabiduría, de amistad y, en suma, todas las manías, todos los abusos, todos los malos hábitos en que caen los hombres cuando salen del sendero de la virtud, del honor y de la cortesanía por entregarse a sus pasiones y caprichos".
Memoria para el arreglo de la policía de los espectáculos y diversiones públicas y sobre su origen en España. Gaspar Melchor de Jovellanos.
cervantesvirtual.com/obra-visor/memoria-para-el-arreglo-de-la-policia-de-los-espectaculos-y-diversiones-publicas-y-sobre-su-origen-en-espana--0/html/fedbb6e0-82b1-11df-acc7-002185ce6064_4.html
Es diferente, y respectiva a las clases de las misma sociedad, y para que se arraigue entre los hombre, se ha de dar desde la más tierna edad.
Tiene la educación principios comunes a todos los individuos de la república: tales son los que respetan a la religión, y al orden público.
Un buen cristiano consultará su conciencia, para vivir arreglado a los preceptos divinos, y a la moral de Jesu-Cristo.
Es tan perfecta esta ley divina, que no sólo modera las pasiones destempladas; sino que enseña a respetar al Soberano, y a los Magistrados, que en el Real nombre gobiernan al público. También dicta la caridad con sus semejantes, para no hacerles ofensas, y aliviarles en sus verdaderas necesidades.
El orden público consiste en el respeto paterno; en la fidelidad de los matrimonios; en la educación y buen ejemplo a los hijos; y en que cada uno cumpla con sus obligaciones particulares.
Estas reglas son comunes a todos los súbditos, y el respeto a las leyes, que prescriben las relaciones, respectivas de cada uno de los individuos de la sociedad en común.
Los artesanos en esta parte, deben vivir subordinados a las leyes generales de la sociedad: de manera que no formen una especie de pueblo apartado.
Qualquiera excepción de las reglas, que deben ser comunes a todos, perjudica al estado, y perturba notablemente el buen gobierno: inconveniente que se tocará, siempre que los artesanos obtengan fueros particulares, o se substraigan de la policía general, y ordinaria.
Estos principios en la práctica, no se han conocido muy bien en las ordenanzas gremiales, al tiempo de aprobarlas: de esta confusión han resultado notables inconvenientes al orden público, y al fomento y progreso sólido de las artes".
Discurso sobre la educación popular de los artesanos y su fomento. Pedro Rodríguez Campomanes, 1775.
cervantesvirtual.com/obra-visor/discurso-sobre-la-educacion-popular-de-los-artesanos-y-su-fomento--0/html/fee9a17e-82b1-11df-acc7-002185ce6064_4.html#I_1_
Salvo que el mismo Storr, igual que ha mostrado el resurgimiento español bajo Felipe V, también ha puesto en su debido lugar la resistencia de la monarquía hispánica bajo Carlos II, que tampoco fue una época de hundimiento, ni siquiera decadencia sin más, como quiere la leyenda.
Hace poco me encontré con que Gibbons, en su célebre Historia de la decadencia y caída del Imperio romano, se refiere a Francia, España e Inglaterra, y creo recordar que en ese orden, como las tres grandes potencias del siglo XVIII.
Cierto que la vulgata tradicionalista (Menéndez Pelayo, Maeztu etc.) exalta a los Austrias y denigra a los Borbones. Pero autores tradicionalistas como Rafael Gambra y hoy Miguel Ayuso son mucho más equilibrados y reconocen la continuidad esencial de los Borbones con los Austrias y los grandes activos de nuestro siglo XVIII. Hasta el cataclismo de 1808, la traición de 1812 y el marasmo (fue la palabra elegida por Julián Marías) de nuestro siglo XIX. Y hasta llegar después a la gloriosa reacción de 1936, Franco como katejon y la ruina espiritual de nuestra patria desde la apostasía constitucional de 1978.
Mezclar esas cosas importantes con las andanzas extramatrimoniales de Felipe IV, Luis XIV, Luis XV, Alfonso XIII o el grotescamente llamado Emérito, no tiene ningún sentido histórico.
y causadas por sus insaciables avaricia , codicia y ambiciones .
¡Viva Cristo Rey!
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