El nacimiento de la cultura cristiana
“Piensa como un filósofo y habla como un hombre común”. Dicen que ese consejo era una constante entre las enseñanzas del Estagirita (es decir, de Aristóteles, para seguir con su consejo…). Sí; porque no es frecuente que los que se dedican al estudio de las cosas “serias” se expresen llanamente, sin vueltas ni “blasfemias de las academias”, como diría Rubén Darío.
Este es el caso del Dr. Rubén Peretó Rivas, catedrático de filosofía medieval, mendocino y estudioso de los Padres de la Iglesia (una conferencia suya puede verse aquí) quien, hace apenas unos meses ha publicado el hermoso libro que acabamos de leer titulado El nacimiento de la cultura cristiana“ (Lectio, Córdoba 2021, 194 pp., disponible también en Homo Legens aquí y en Amazon aquí).
¿Y de qué trata? Pues intenta (y lo logra) ser una excelente introducción no tanto a la historia medieval, sino a su cultura, forjada a lo largo de los siglos contra el mundanal ruido del paganismo, los bárbaros y los pecados propios: la Cristiandad, ese tiempo en que “la filosofía del Evangelio gobernaba los estados”, al decir de los papas.
Recorrer sus páginas, prologadas delicadamente por Natalia Sanmartín Fenollera, nos hizo recordar esas lecturas clásicas de Christopher Dawson, Belloc o Leclercq cuando nos narraban en nuestra juventud, ese nacimiento lento pero constante de quienes fueron, poco a poco, transmitiendo un tesoro que habían recibido desde antiguo: el tesoro de la sabiduría cristiana.
Comenzando con el Vivarium de Casiodoro y pasando por el Subiaco benedictino hasta llegar a la corte de Carlomagno con Alcuino de York, uno se va adentrando poco a poco en la mens medieval, su modo de pensar, de rezar y de -en definitiva- de vivir cristianamente donde el hombre, si bien era tan miserable como nosotros, sabía que vivía de cara a Dios y que el pan era pan y el vino vino, salvo que estuvieran consagrados.
Peretó Rivas, adrede sin aparato bibliográfico y con vistas a llegar al gran público, va analizando el modo en que una madre educaba a sus hijos, la espiritualidad medieval (hoy desconocida luego de la devotio moderna que tan profundamente ha calado en el mundo hispano) y, sobre todo, el vivir litúrgicamente, el vivir conforme los “signos de los tiempos” que el Opus Dei (la liturgia, por las dudas) marcaban.
No se trata de un libro de añoranzas del pasado, ni de deseos de un tiempo que no volverá, sino de un intento por mostrar que, al final de cuentas, la historia del catolicismo, que surca el paso de los siglos entre “las tempestades del mundo y los consuelos de Dios” según San Agustín, tiene a buenos y malos como protagonistas activos (o pasivos) de esta empresa que va formándose, es decir, recibiendo su forma sustancial, conforme las almas que la animan (o des-animan).
De eso se trata esta obra, de una introducción criteriosa y sencilla que puede hacernos enamorar no sólo de la historia medieval, sino también de sus ideales, sus arquetipos y su modo de vivir según Dios, que, como ya ha hecho, puede no sólo resucitar, sino hacer lo propio con nuestra cultura cristiana, hoy subsistente sólo en algunos que siguen apostando por una verdadera restauración católica.
Prosit y
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi, SE
3/1/2021
4 comentarios
El monasterio de Santa María de Valbuena es un monasterio cisterciense español. Está situado en el municipio de Valbuena de Duero, en la provincia de Valladolid de la comunidad autónoma de Castilla y León. Pertenece a la pedanía de San Bernardo y se halla levantado en la ribera del río Duero.
Fue fundado en el siglo XIII por Estefanía Armengol, hija de Armengol V, conde de Urgel, y de su esposa María Pérez y nieta del conde Pedro AAnsúrez Sus primeros monjes vinieron de la Abadía de Berdona (Francia) (Berdoues en ffrancés que, a la vez, era filial de la abadía de Morimond.
Tras muchos avatares a lo largo de su historia, pasando por la Desamortización de Mendizábal, solo se mantuvo activa su iglesia, la cual fue parroquia de la nueva pedanía de San Bernardo, por lo que se conserva en muy buen estado. En 1967, el arzobispado de Valladolid compró a sus propietarios de entonces los edificios monacales. A finales de los años 1990, el monasterio fue cedido a la Fundación de Las Edades del Hombre para establecer en él su sede. Hoy día es el único hotel balneario de 5 estrellas existente en España y pertenece a la cadena de hoteles de lujo Castilla Termal.
Enhorabuena a todos los fieles católicos de Europa , América , y del mundo entero.
Feliz Año Nuevo !!!
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