El mito feminista de Sor Juana Inés de la Cruz. Ante un nuevo aniversario
Ante un nuevo aniversario de su nacimiento.
El feminismo es inseguridad con pantalones. Pero no se queda allí nomás, en ese problema no resuelto en la adolescencia, sino que continúa en el tiempo y en el espacio.
Y debe justificarse.
Uno de los modos clásicos es la re-visión en clave “homo” de la historia y, para ello, desde hace décadas que se viene utilizando la imagen de la gran Sor Juana Inés de la Cruz, “la décima musa", como se llamó a esta religiosa ejemplar que hoy intenta ser “plantada” como el ícono del lesbianismo (un buen artículo sobre el tema puede verse AQUÍ).
A fin de conocer más su obra y su vida hemos de conversar con Alejandro Soriano Vallès, uno de los más grandes conocedores mundiales de Sor Juana para,
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi, SE
Alejandro Soriano Vallès es graduado por la Universidad Nacional Autónoma de México en el área de letras. En 1995 recibió el “Premio Nacional de Ensayo Sor Juana Inés de la Cruz", convocado por la Universidad Autónoma del Estado de México y el Instituto Mexiquense de Cultura, con el trabajo La invertida escala de Jacob: filosofía y teología en El sueño de Sor Juana Inés de la Cruz. Es significativa su aportación acerca de diversos aspectos de la vida y el pensamiento de Sor Juana Inés de la Cruz. Su obra incluye, además, artículos, ensayos y poemas aparecidos en diarios y revistas especializadas.
3 comentarios
Creo que no tenía mucha vocación cuando entró en religión, de hecho se cambió de un convento a otro porque el primero era muy riguroso y no podía vivir sin sus libros. Pero al final de su vida Sor Juana Inés de la Cruz mandó a paseo su biblioteca y murió combatiendo una pandemia, eso que ahora tanto nos afecta.
Nada que ver con las feministas, porque la genialidad es una cuestión particular y, además, no se contagia y, muchas veces, ni siquiera se hereda. Así que no sirve como símbolo de nada, Sor Juan Inés fue novohispana, pero en México no ha habido otro ni otra como ella. Que se entere bien López Obrador, que no quiere enterarse.
No le deseo a nadie la carga de ser un genio, todos ellos lo pasan muy mal, tienen problemas de comunicación porque nadie está a su altura y se sienten muy solos.
Ahora bien, si pretenden hacer creer que el ser una mujer en aquel tiempo aumentaba su problema les recomiendo que lean biografías de otras personas con un cociente intelectual tan elevado y verán que todas fueron infelices. Es una cruz que Dios manda a algunas personas aunque nadie lo vea así.
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