Pornocracia y Coronavirus
Sabemos que la guerra cultural no descansa.
Será por eso que, para evitar que la población escape a ese grado imperante de idiotización amorfa, se nos ofrezcan diversos cebos virtuales imposibles de degustar y sólo pasibles de deglutir.
Como a los animales.
Y si no, basta con abrir los diarios de los últimos días para que, además de enterarse cuántos muertos hubo en Burundi (país africano que probablemente ud. jamás visitará) se nos intente llevar a un nivel de dopamina gratuito para que el “quédate en casa” sea más llevadero…
Y de paso, no pensemos, claro; porque el que piensa es peligroso.
Para no repetirnos, sugerimos la lectura de un texto publicado hace ya más de cinco años (en dos entradas) titulado: así: PORNOCRACIA (primera entrada y segunda entrada): los orígenes históricos de la dominación sexual para,
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi, SE
PD: como antídoto, dejamos estos vídeos sobre la pureza que quizás sirvan
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3 comentarios
Siempre analizando la realidad de una manera tan profunda.
Estamos en un mundo absolutamente satanizado y estupidizado, valga la redundancia.
Le quiero dar miles y millones de gracias por hacer que, desde mi casa, pueda participar en la celebración de la Santa Misa y acercarnos a esta realidad tan preciosa y rica en todos los sentidos como es la Tridentina.
Rezo por usted.
Saludos, padre.
Muchas personas escogen su propia eternidad. Los que mueren en estado de impureza, en pecado mortal, en esos momentos de su agonía, que por Justo Juicio de Dios se condenan. Nadie les ha obligado a condenarse. Mejor les hubiera valido no haber nacido esas personas inmorales.
Son más los que se condenan por sembrar según los vicios de la carne. Ya no hay lugar para Dios, y por sí mismo, se convierten en guarida de demonios y de todo vicio. Los vicios de la carne se ha de combatir con todas las fuerzas, si es que el alma quiere salvarse,
Esta pandemia, a muchos les ha llevado al castigo de Dios, porque pecaron todo lo que quisieron, y no se arrepintieron. También es verdad, como dice el Apocalipsis, que el manchado, el sucio, el pecador, pecará más, y lo seguirá haciendo cuando pase de momento esta plaga.
Un estudioso del virus, un virólogo, "Adolfo García Sastre cree que cerca de un 20% de la población ya se ha infectado y que la mayoría de ellos tendrá inmunidad frente al coronavirus"; "El virólogo burgalés que investiga la vacuna del Covid-19 anuncia «una segunda ola» después de verano".
Ya sabemos que lo que es imposible para los hombres, todo es posible para el Señor. Como en otros siglos, pandemias que rodearon el mundo, numerosas muertes, como una limpieza para quitar toda la basura que hay en el mundo, el pecado, la corrupción, la inmoralidad y toda maldad. En tiempos de Noé el diluvio, en tiempos de Abrahám una lluvia de fuego y azufre a ciudades como Sodoma y circunvecinas, luego, la peste, etc. Y se repite. Pero el Señor concede un respiro a las almas que se convierten a Él. Si a muchos no le sirven estas lecciones, las almas se ensuciarán aún más, hasta que en definitiva reciban sentencia condenatoria. Porque Dios no puede soportar el más mínimo pecado en las almas.
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