Breve historia de la Comunión en la mano. Orígenes histórico de su uso y desuso
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Historia de la comunión en la mano. P. Javier Olivera Ravasi, SE
Breve historia de la Comunión en la mano.
Orígenes histórico de su uso y desuso
P. Javier Olivera Ravasi, SE
11 de Marzo de 2020
(el presente texto ha sido modificado en algunas citas en Mayo de 2023)
“La administración del Cuerpo de Cristo corresponde al
sacerdote por tres razones: porque él consagra en la persona de
Cristo… porque el sacerdote es el intermediario
designado entre Dios y el pueblo… porque por reverencia
a este Sacramento, nada lo toca sino lo que está consagrado”
(Santo Tomás de Aquino, S. Th, III, q. 82, a. 13)
A raíz de varias consultas sobre el tema de la posibilidad o no de la comunión en la mano, nos hemos visto obligados a resumir su historia, su conveniencia e inconveniencia, basándonos, principalmente, en el excelente trabajo de Mons. Juan Rodolfo Laise titulado, La comunión en la mano. Documentos e historia, Vórtice, Buenos Aires 2005, 152 pp[1], al cual remitimos.
Con las presentes líneas sólo hemos querido acercar al público en general la historia del uso y desuso de esta práctica hoy en día tan extendida que comenzó siendo un permiso excepcional y hoy parece norma general.
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi, SE
1) Contexto del permiso para recibir la comunión en la mano
En el documento de Pablo VI titulado “Memoriale Domini. De modo Sanctam Communionem ministrandi”[2] del año 1969, el Papa planteaba que, en algunos lugares, se venían cometiendo diversos abusos litúrgicos al impartir la Sagrada Comunión en la mano con la excusa de que se seguía, de ese modo, un uso antiguo.
Puntualmente, la práctica era seguida en diversos países de tradición protestante (Holanda, Alemania, Bélgica, etc.) que, por aquel entonces, sufrían una enorme pérdida de la Fe (recordemos el famoso “Catecismo holandés”, que debió ser corregido por el mismo Pablo VI), poniendo en duda la presencia real de Cristo en la Eucaristía, negando cualquier clase de presencia en las partículas o fragmentos de hostia, al mismo tiempo en que no se distinguía con claridad entre el sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial.
Es decir: era un tiempo de crisis de Fe, de allí que Roma rogase “prevenir todo peligro de que penetren… falsas opiniones sobre la Santísima Eucaristía”, sostenidas, justamente, por los promotores de la desobediencia.
2) Una excepción que se volvió regla
Ante la práctica generalizada en estos países, la Santa Sede se vio obligada a actuar y reafirmar que la comunión en la boca no sólo era la práctica que “ya debe considerarse tradicional” en la Iglesia (MD, 1278) sino que el dar la comunión en la mano podía conllevar ciertos peligros, a saber: “el que se llegue ya a una menor reverencia hacia el augusto Sacramento del altar, ya a la profanación del mismo Sacramento, ya a la adulteración de la recta doctrina” (MD, 1279).
Se realizó entonces una encuesta entre la mayoría de los obispos del mundo sobre qué convenía hacer ante los abusos: la respuesta fue categórica: la inmensa mayoría determinó que debía seguirse con la forma de administrar la comunión (de rodillas y en la boca), pero… ¿qué hacer en aquellos países donde la costumbre se hubiese, ilegítimamente, arraigado?
Y se respondía: “si en alguna parte el uso contrario… se hubiera arraigado ya, la misma Sede Apostólica… confía a estas mismas Conferencias la carga y el oficio de sopesar las circunstancias peculiares, si las hay, con la condición, sin embargo, tanto de prevenir todo peligro de que penetren en los espíritus la falta de reverencia o falsas opiniones sobre la Santísima Eucaristía” (MD, 1282).
Es decir: dejaba en las manos de las Conferencias Episcopales (la reunión de obispos de cada país) que votasen y, luego, comunicasen a Roma su decisión, dejando –eso sí– libertad a cada obispo en su diócesis.
El documento se completaba con una Carta Pastoral en la que se concedía a las Conferencias Episcopales el indulto (permiso) de distribuir a los fieles la Sagrada Comunión en la mano, siempre y cuando ese modo de recibir la comunión ya fuese frecuente allí por la costumbre, dejando en claro que: “La nueva manera de comulgar no deberá ser impuesta de modo que excluya el uso tradicional… De modo que cada fiel tenga la posibilidad de recibir la Comunión sobre la lengua” (n. 1285, 1) por lo que el “el rito de la Comunión dada en la mano no debe ser aplicado sin discreción” (n. 1286, 2).
Es decir, se trataba de una excepción y de un indulto (un “perdón” o “permiso excepcional”).
3) El caballito de batalla: “los primeros cristianos comulgaban así”
Quienes han argumentado el tema de la comunión en la mano han hecho uso siempre de un arcaísmo litúrgico, es decir, “los primeros cristianos lo hacían así”.
Sobre el tema, el mismo Papa Pío XII decía, refiriéndose a quienes intentan hacer renacer “lo que se hacía antes”, sin demasiado criterio, lo siguiente: “la liturgia de los tiempos pasados merece ser venerada sin ninguna duda; pero un uso antiguo por el mero hecho de su antigüedad no ha de ser considerado más apto y mejor ya en sí mismo (Mediator Dei, nº 43).
La vuelta a una forma antigua no es por sí misma un motivo de tranquilidad. Menos aún cuando esa forma fue abandonada en algún momento, desechada luego y finalmente prohibida por su imperfección.
Como sucedió con la comunión en la mano…
Casualmente –y aunque parezca una paradoja– que debe hacerse siempre y en todo lugar lo que se hizo antes son normalmente los primeros en atacar, por ejemplo, la misa tradicional, la comunión de rodillas, el canto gregoriano, etc., etc.
Además; si debiésemos seguir en todo a los “primeros cristianos”, sin más criterio que “porque antes se hacía así”, deberíamos:
- Consagrar la Eucaristía sobre la piel de un asno (como algunos nestorianos hacían).
- Dejar de comulgar habitualmente (antes se comulgaba apenas una vez al año o en fiestas y solemnidades importantes).
- Sentarnos por separados, hombres y mujeres.
- Celebrar de cara a Dios.
- Ayunar desde la noche anterior.
- Para las mujeres, usar el velo.
Es decir: “todo tiempo pasado fue mejor”, cuando conviene.
4) ¿Cómo comulgaban los primeros cristianos y por qué dejaron de hacerlo así?
Los testimonios antiguos en este sentido son múltiples y no siempre uniformes.
Uno de los más famosos y más manoseados, quizás resulte el de San Cirilo de Jerusalén (S IV) que narra así el rito de la comunión:
“Acercándote por lo tanto, no lo hagas con las palmas de las manos separadas, ni con los dedos apartados, sino haz con la izquierda un trono para la derecha ya que esta mano está a punto de recibir al Rey. Haciendo el hueco con la palma, recibe el Cuerpo de Cristo, añadiendo ‘Amén’… ¿Porque dime: si alguno te diese unas limaduras de oro ¿no las guardarías con toda diligencia procurando no perder nada de ellas? ¿No procurarás, pues, con mucha más diligencia que no se te caiga ninguna migaja de lo que es más precioso que el oro y las piedras preciosas?… “Y después de que hayas tomado el Cuerpo de Cristo y hayas recibido el cáliz de la Sangre, no estires tus manos sino inclínate haciendo un acto de reverencia y profunda veneración y di ‘Amén’ y santifícate tomando la Sangre de Cristo también. Mientras la humedad esté todavía sobre tus labios, tócalos con tus manos y santifica tus ojos, tu frente, y todos tus otros órganos sensoriales. Finalmente, da gracias a Dios, que te ha considerado digno de tales misterios”.
Hasta aquí, el texto atribuido a San Cirilo que, por lo extraño de la última parte (la de tocarse los sentidos externos) ha sido considerado dudoso o, al menos, con partes interpoladas.
Otros autores antiguos también narran algo parecido al momento de explicar el rito de la comunión:
Tertuliano, dice: “cuidamos escrupulosamente que algo del cáliz o del pan pueda caer a tierra”; San Hipólito recomienda: “cada uno esté atento… que ningún fragmento caiga y se pierda, porque es el Cuerpo de Cristo que debe ser comido por los fieles y no despreciado”; San Efrén: “comed este pan y no piséis sus migas… una partícula de sus migas puede santificar a miles de miles y es suficiente para dar vida a todos los que la comen”; y Orígenes: “Con qué precaución y veneración, cuando recibís el Cuerpo del Señor, lo conserváis de manera que no caiga nada o se pierda algo del don consagrado. Os consideraríais justamente culpables si cayese algo en tierra por negligencia vuestra”.
Todos estos autores, vale decirlo, narraban el rito mientras la Iglesia carecía de libertad, es decir, en tiempos de persecución, antes del Edicto de Milán y la relativa paz que trajo Constantino (313) de allí que, casi por la misma época, otros autores narrasen expresamente el contexto de esa “comunión en la mano", como es el caso de San Basilio Magno (330-379):
“No hace falta demostrar que no constituye una falta grave para una persona comulgar con su propia mano en épocas de persecución cuando no hay sacerdote o diácono” (Carta 93)
Esto ha hecho que, algunos estudiosos hayan planteado que la comunión en la mano se dio, en los primeros siglos, con mucha reverencia siempre, a causa de la persecución que se padecía y en tiempos en que no había diáconos o sacerdotes que pudiesen administrarla (vgr. Leclercq, “Comunión” en el Dictionnaire d’Archéologie Chrétienne).
Sin embargo, ese argumento, no parece convencer del todo pues, como narra el Cardenal Du Perron al refutar al hereje Du Plessis Mornay (quien aducía que, porque antes se comulgaba en la mano, no habría conciencia de la presencia real de Cristo en la Eucaristía entre los primeros cristianos) la eucaristía se daba incluso en tiempos en que la persecución primera había pasado ya, sobre todo, en los lugares alejados de Roma.
Sin embargo, pasado el tiempo y poco a poco, la Iglesia comenzó mutar al respecto, como se lee ya en el Concilio de Zaragoza (a. 380), otro será el planteo de la Iglesia: “Excomúlguese a cualquiera que ose recibir la Sagrada Comunión en la mano“, aunque no muy uniforme.
Por ejemplo, en el Concilio Trulano (691-692) de Constantinopla, se planteaba, por un lado que “ningún laico imparta la comunión, estando presente el obispo, el presbítero o el diácono” (Concilio Trulano, 691-692, canon 58, Mansi XI, 969-970, Venecia, 1765) pero, algunos cánones más adelante, el mismo Concilio, permitía (se entiende, cuando no hubiere obispo, sacerdote o diácono), la comunión en la mano, a condición de colocarlas en forma de cruz, sin intermediación de objeto alguno, como se lee:
“El divino apóstol llama con énfasis al hombre creado a imagen de Dios, cuerpo de Cristo y templo. Por ello, aquél que reciba la dignidad celeste a través de la salvación, comiendo y bebiendo a Cristo, dispone su alma para la vida eterna, santificándola con la participación de la gracia divina.
Por lo tanto, si alguien quisiera participar del Cuerpo Inmaculado en el tiempo de la asamblea y presentarse para la comunión, acérquese poniendo las manos en forma de cruz y así reciba la comunión de la gracia. Pero aquellos que, en lugar de las manos, quieran usar un receptáculo de oro o de otra materia y, a través de ellos, recibir la Comunión Inmaculada, a esos no los admitimos para nada, puesto que prefieren una materia inanimada e inferior a la imagen de Dios. Por lo tanto, si alguien fuera hallado dándole la Comunión Inmaculada a éstos que llevan tales receptáculos, sean segregados tanto los ministros como quienes la reciben” (Concilio Trulano, 691-692, canon 101, Mansi XI, 985-988, Venecia, 1765).
Más adelante y ya en Occidente, se determinaba en el Concilio de Rouen, año 878, la norma de la comunión en la boca:
“La Eucaristía no debe ser colocada en las manos de un laico, sea varón o mujer, sino sólo en la boca. Si alguien desobedece esta norma, dado que desprecia a Dios Omnipotente y no respeta su grandeza, sea excluido del altar” (Sínodo de Rouen, 878 A.D., canon 2, Mansi 10, 1199ff.). Testimonios similares se encuentran en Reginon de Prüm, De Synodalibus causis et disciplinis ecclesiasticis, Reginonis abbatis Prumiensis libri duo (I 199, VII), ed. Wasserschleben, Leipzig 1840, pp. 102-103. Para un completo tratamiento del tema, ver M. Lugmayr, Handkommunion: Eine historischdogmatische Untersuchung, Vorwort Prof. em. Dr. Robert Spaemann, Stella Maris Verlag, 2001).
A primera vista, podría decirse que, la comunión en la mano, comenzó siendo el uso normal de la Iglesia que nació en tiempos de persecución. Con el tiempo, sin embargo y a medida que el mundo conocido iba siendo evangelizado el uso se mantuvo pero volcándose, poco a poco, a la praxis de la comunión en la boca por mano de los clérigos y -siempre- con extrema veneración, de allí que Pablo VI, indique que: “consta que los fieles creían y con razón, que pecaban… si, habiendo recibido el cuerpo del Señor y conservándolo con todo cuidado y veneración, algún fragmento caía por negligencia” (Mysterium Fidei, 32).
Es por todo esto que, a nuestro juicio, sería engañar a los fieles sin contextualizar el cómo se daba esa “comunión en la mano” en la “Iglesia primitiva”.
Veamos, sin querer abundar, el espíritu con que se hacía; para ello nos puede servir el ejemplo de la secta de los nestorianos, existente aún hoy (quizás los cismáticos más antiguos que existen hoy en día, cuyo origen se remonta al siglo V). Así se narra el rito de la comunión:
“Todos avanzan con gravedad y con un aire recogido. En la entrada del Santuario, del lado de la Epístola, hay un incensario humeante. Cada comulgante, al pasar delante se perfuma con él las manos, el rostro y el pecho; luego, llegando ante el sacerdote y permaneciendo de pie, le besa la mano y presenta su mano derecha extendida y cruzada sobre la izquierda. El sacerdote deposita allí una partícula de Hostia que el comulgante absorbe enseguida, lamiéndose la mano y pasándola luego por la frente para secarla, luego va delante del subdiácono, le besa la manga del alba, bebe del cáliz, se seca la boca con el purificador y se retira del costado del Evangelio, manteniendo su mano sobre los labios. Las mujeres comulgan del mismo modo, pero al fin de la Misa, después de que los hombres se han retirado”.
Mons. Athanasius Schneider, experto en Patrística e Iglesia primitiva, explica que hay una enorme diferencia entre la forma de comulgar en la Iglesia primitiva y la actual práctica de la comunión en la mano:
“En la Iglesia primitiva había que purificar las manos antes y después del rito, y la mano estaba cubierta con un corporal, de donde se tomaba la forma directamente con la lengua. Tras sumir la Sagrada Hostia el fiel debía recoger de la mano con la lengua cualquier mínima partícula consagrada. Un diácono supervisaba esta operación”[3].
Nos preguntamos: quienes defienden el comulgar en la mano “porque así se hacía antes”, ¿comulgarán hoy de la misma manera? Pues bien, independientemente de si el uso de la comunión en la mano se dio en tiempos de persecución o no (cosa que, al parecer, es bastante discutida entre los historiadores de la liturgia), el tema más importante es que, la Iglesia, en un momento, cambió de postura al respecto y comenzó a distribuirla en la boca.
5) Un uso que la tradición interrumpió y hasta prohibió
Pero, si no constituía (ni constituye per se un sacrilegio); si en los primeros tiempos se hacía con enorme devoción…, entonces: ¿por qué la Iglesia, en un momento de la historia, llegó a prohibir este uso?
Según señala el gran historiador Jungmann, “esta costumbre de entregar la Eucaristía en la mano traía consigo el peligro de abusos… Con todo, más que el temor a los abusos, influyó, sin duda, la creciente reverencia al sacramento a que se diese más tarde la sagrada forma directamente en la boca” (El Sacrificio de la Misa, B.A.C., Madrid 1963, pp. 942 ss.). Es decir: se trató del desarrollo y profundización del dogma del misterio de la Transubstanciación lo que llevó a que, con el tiempo, la reverencia fuese más y más crecida hasta que la Iglesia, comenzando por Roma y hacia afuera, comenzó a mandar que la eucaristía se diese en la boca.
Se cuenta que la reverencia era tan grande entre los siglos XIII y XV, que muchos sacerdotes llegaban a comulgar tomando la hostia directamente de la patena con la lengua (uso exagerado testimoniado por San Buenaventura y por las rúbricas de varios misales del siglo XV).
Es el mismo Papa Pablo VI el que, en Memoriale Domini plantea las causas de este cambio: “después de que la verdad del misterio eucarístico, su eficacia y la presencia de Cristo en el mismo fueron escrutadas más profundamente, por urgirlo ya el sentido de la reverencia hacia este Santísimo Sacramento, ya el sentido de la humildad con la que es preciso que éste sea recibido, se introdujo la costumbre de que el ministro pusiese por sí mismo la partícula de pan consagrado en la lengua de los que recibían la comunión” (MD, 1276).
Tres razones entonces llevaron a la Iglesia a cambiar el uso anterior:
- El conocimiento de la verdad del misterio eucarístico.
- La reverencia hacia el Santísimo Sacramento.
- La humildad que conlleva recibirlo de esta manera.
Y este cambio se produjo en la Iglesia universal (es decir tanto en Oriente como en Occidente).
Tan notorio era el significado de reverencia de recibirlo en la boca que varios “reformadores” protestantes (como Martín Bucero, asesor de la reforma anglicana), se esforzaron rápidamente en cambiar el uso de la comunión en sus países, introduciendo la comunión en la mano para que sus fieles, ni pensaran en la presencia real de Cristo, ni hicieran distinción entre el sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial.
6) La mejor forma de rendir culto: en la boca
Uno podría preguntarse: ¿hay una mejor forma de recibir la Eucaristía? Y la Iglesia ha respondido que sí: en la boca. Y esto no hace a una persona más santa que la otra (eso sería fariseísmo), sino simplemente a ser humilde y a recibir el Santísimo Sacramento, como la Iglesia lo ha mandado, incluso al día de hoy.
La comunión en la mano ha sido, en nuestros tiempos, una excepción que intentaba subsanar un abuso litúrgico especialmente, en los países de tendencia protestantizante, de allí que según el documento Memoriale Domini, se enseñe que hay un modo que es mejor que otro pues, con la comunión en la boca, “se asegura más eficazmente la distribución reverente, decorosa y digna de la Eucaristía, se aparta todo peligro de profanación y se guarda más perfectamente el cuidado para con los fragmentos de hostia”.
7) ¿Se puede negar la comunión en la boca?¿Se puede imponer la comunión en la mano, de cualquier modo?
La respuesta merece una aclaración previa. La normativa vigente impide que se imponga la comunión en la mano así porque sí.
Así lo dice la misma Instrucción Redemptionis Sacramentum:
“Todas las normas referentes a la liturgia, que la Conferencia de Obispos determine para su territorio, conforme a las normas del derecho, se deben someter a la recognitio de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, sin la cual, carecen de valor legal.[28]
Por “recognitio", se entiende en derecho canónico, el acto de la autoridad eclesiástica que toma conocimiento de un acto de otra autoridad u organismo subordinado y le da su visto bueno para que pueda surtir plenos efectos jurídicos.
Y se aclara:
“En la distribución de la sagrada Comunión se debe recordar que «los ministros sagrados no pueden negar los sacramentos a quienes los pidan de modo oportuno, estén bien dispuestos y no les sea prohibido por el derecho recibirlos» ( cfr. 177). Por consiguiente, cualquier bautizado católico, a quien el derecho no se lo prohíba, debe ser admitido a la sagrada Comunión. Así pues, no es lícito negar la sagrada Comunión a un fiel, por ejemplo, sólo por el hecho de querer recibir la Eucaristía arrodillado o de pie" [91].
Y es por ello que nadie puede ser obligado a recibirlo en la mano y todos pueden recibirlo en la boca y, si quieren, de rodillas, como ha señalado la Sagrada Congregación para el Culto divino al decir que “aún en aquellos países donde esta Congregación ha aprobado la legislación local que establece el permanecer de pie como la postura para recibir la Sagrada Comunión… lo ha hecho con la condición de que a los comulgantes que escojan arrodillarse no les será negada la Sagrada Comunión… Los sacerdotes deben entender que la Congregación considerará cualquier queja futura de esta naturaleza con mucha seriedad, y si ellas se verifican, actuará disciplinaramente en consonancia con la gravedad del abuso pastoral”[4].
8) Objeciones frecuentes y respuestas
a. Es sólo una vuelta a la práctica primitiva
Falso: la comunión en la mano, a lo que nos ha llevado, no es a las fuentes de la Iglesia primitiva, reverente y venerante del Santísimo Sacramento, sino una postura cercana al protestantismo, donde el Santísimo Sacramento puede verse devaluado.
b. Es más acorde a la dignidad del cristiano y corresponde a una etapa de adultez
La Iglesia, por medio del documento de Pablo VI (MD) dice que es preciso recibir la Eucaristía con humildad (“de los que se hacen como niños es el reino de los cielos”, decía el Señor) y que éste fue, justamente, uno de los motivos para comenzar a comulgar en la boca.
Además, la dignidad del cristiano ya queda suficientemente destacada por el hecho de poder recibir en la comunión el cuerpo y la sangre del Señor.
c. Comulgar en la mano trae una mayor conciencia del “sacerdocio común de los fieles”
El sacerdocio común está ya suficientemente expresado por la posibilidad de participar en la liturgia y recibir la Comunión, cosas que sólo puede hacer un bautizado. Se halla muy difundida, sin embargo, una concepción exagerada del sacerdocio común que ignora por completo la distinción esencial entre éste y el sacerdocio ministerial.
d. Tan digna la mano como la boca
Estrictamente hablando todas las partes del cuerpo son dignas pero en cualquier cultura hay partes del cuerpo que son consideradas nobles y otras innobles, pudendas y no pudendas. Y no es necesario ejemplificar.
Además, las manos del fiel se distinguen de las manos del sacerdote porque estas últimas fueron especialmente ungidas para tocar el Cuerpo del Señor desde su ordenación sacerdotal (así lo decía Juan Pablo II: “El tocar las Sagradas Especies, su distribución con las propias manos, es un privilegio de los ordenados y señala una participación activa en el ministerio de la Eucaristía”; Domin. cenae, 11”).
e. Respeto a la libertad de los fieles
Si se propone a los fieles elegir, sin advertir los peligros que este uso conlleva, en realidad se les está ocultando la verdad y, “sólo la verdad os hará libres.
f. Está más acorde a la sensibilidad actual en lo que respecta a la higiene
El punto no tiene ningún apoyo en la tradición o el magisterio.
Se plantea que el presunto peligro de contagio de enfermedades sólo se evitaría prohibiendo la Comunión en la boca (o permitiendo el “autoservicio”) pues de lo contrario, aun comulgando en la mano, la hostia que se recibe es tocada por los dedos del ministro que pueden haber tenido contacto con una enfermedad contraída por medio de la mano del otro.
* * *
Hasta aquí entonces, un simple resumen acerca de este tema tan controvertido que, muchas veces, en vez de ser sopesado con serenidad, embandera posturas ideológicas más que verdades lógicas.
Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar. Sea por siempre bendito y alabado.
P. Javier Olivera Ravasi, SE
11 de Marzo de 2020
[1] La mayoría de las citaciones han sido tomadas del libro de Mons. Laise, al cual remitimos.
[2] Desde ahora, MD.
[3] https://www.religionenlibertad.com/polemicas/17082/la-comunion-en-la-mano-no-tiene-nada-que-ver-con.html
[4] Congregatio de Cultu Divino et Disciplina Sacramentorum, Prot Nº 1322/02/L.
79 comentarios
Lo más importante para recibir la comunión de rodillas, en nuestra lengua, es necesario que nuestro corazón, nuestros pensamientos estén ordenadamente preparado a la Voluntad de Dios, no a nuestra voluntad personal, porque nos estaríamos engañando.
Se equivocan aquellas pobres almas cuando se imaginan: "la misma dignidad hay en recibirlo tanto de rodilla y en la boca como hacerlo de pie y en la mano.
Los comulgantes que solamente están de pie y ponen precisamente la mano, son personas demasiados difíciles, hacen su propia voluntad. No hablo de lo que hay en sus corazones, sino por los frutos que muestran, llegan a airarse, a desafiar a otros. Aparecen malos modos, amigos de discusiones. Y esto no les hacen ningún bien en su alma.
Recibir a Jesús en nuestros labios, de rodillas, tenemos que negarnos a nosotros mismos, y no caer en la trampa de la presunción, porque nada somos, y menos seremos si presumimos de ellos. Pero que con nuestro ejemplo, haya quienes se animen y comiencen a arrodillarse ante el Señor nuestro Dios.
Durante el Pontificado de San Juan Pablo II, en una iglesita, muchas personas no se arrodillaban, pero cuando yo con todo respeto, reverencia, lo hacía, arrodillarme ante el Rey de reyes para recibirle en la sagrada Comunión en la boca. Quedé sorprendido, cuando se me ocurrió mirar hacia donde distribuía la Sagrada Comunión, y no había comulgatorio, y había algún anciano que también se arrodilló con todo respeto, y lo mismo otros jóvenes, incluso alguna niña, esas personas, aunque eran pocas, ya estaban dando una lección a otros, que para arrodillarnos, la enfermedad, la edad, no son obstáculos. Pues el amor a Dios nos hace libres; el amor a Jesucristo.
Por el contrario, generalmente las personas que reciben a Jesús de pie, en la mano, al terminar la Santa Misa, en lugar de dar gracias a Dios, enseguida forman corros para hablar dentro de tal o tal iglesia. Ya vemos que son personas difíciles, y no se puede equiparar en dignidad. Pues lo que vale es el amor y respeto a Cristo Jesús.
Muchos sacerdotes santos, nada más terminar la Santa Misa, solamente querían tener el mayor tiempo para dar gracias a Dios, porque en la Sagrada Forma Consagrada está verdaderamente el Señor, solamente un numero demasiado pequeño de cristianos, tienen en cuenta a quien a recibido.
Hoy, es una pena, personas que discutían entre sí dentro de la iglesia, llegaron a comulgar, no se prepararon dignamente. Es importante la preparación para recibir al Señor, que debemos hacernos dignos de Él, y el arrodillarnos es precisamente, porque no deseamos perder la humildad, sino perfeccionarnos momento a momento para el Señor.
El corporal es un pañuelo de hilo fino, debe avisarse antes al cura y éste lo purifica (inmersión en agua) pero es lento y se necesita la ayuda de laicos purificadores. Si el corporal es de la iglesia, ha de ser de un solo uso, es rápido pero incrementa gastos. La comunión en la boca es lo ideal: ni gasta, ni profana.
2. La comunión en la mano sin corporal, hoy, de facto, VIOLA SU PROPIA NORMA DE DISTRIBUCIÓN: casi nadie las cumple, pues cogen la forma de la mano del cura, directamente, no se dice nada...
3. Hay 4 maneras de distribuir la comunión bajo las dos especies:
1. El comulgante bebe directamente del cáliz, n. 244-245
2. Intinción, se moja parte de la hostia en el cáliz, n. 246-247
3. Con una caña (se bebe del cáliz)
4. Con cucharita (se bebe del cáliz)
Catecismo Católico 1373 al 1377
Código de Derecho Canónico 425
Instrucción general del Misal Romano 240 al 248
4. Vigilar el Rite dispositus: no estar en pecado grave mortal
Que se autoproclamen uds con más fe y más humildad, q acusen a los demás de lo q vds hacen y piensan.
Porque los q pretenden q cualquier tiempo pasado fue mejor son vds. Yo digo q en el momento presente se puede comulgar de ambas formas y así lo hago, indistintamente y con toda la fe del mundo.
Simplemente les recuerdo a vds q sus tradiciones no son las primitivas, luego cambiaron, del mismo modo q pueden volver a cambiar.
Jamás he tenido ningún problema con la comunión en la lengua- así comulgo cuando es bajo las dos especies. Pero oyéndoles a vds no sé si la próxima vez me sentiré formando parte de su farisaico club de supuestos humildes con supuestamente más fe q nadie, cosa q me podría quitar la devoción inmensa q siento habitualmente comulgando en la mano.
Se puede comulgar con toda devoción de las dos maneras, por mucho q vds lo ensucien todo.
Ya San Cirilo explica perfectamente como hacerlo y la Iglesia mantiene esas instrucciones hoy como ayer.
Que no te la cuenten.
Gracias por seguir acrecentando el número de visitas de este sitio. Me encomiendo a sus devotas oraciones. PJOR
Yo, personalmente, no tengo nada contra la comunión en la mano siempre y cuando no se alegue que es un retorno a usos primitivos, pues NO lo es, sino una cesión ante un abuso. Pero la razón por la que no tengo nada en contra es porque en otras culturas puede ser más conveniente: en algunos países de Asia NO se arrodilla uno en la Consagración, sino que hace una reveencia y se comulga sólo en la mano. Yo he estado en Misaa en Corea del Sur donde sólo yo me he arrodillado y donde sólo yo he comulgado en la boca. Esas son las directrices de la CE de Corea del Sur.
Pongo esto como ejemplo para demostrar que NO se trata de un retorno a la primitiva Iglesia. De hecho, antes del novusordo TODOS en Corea se arrodillaban y comulgaban en la boca. Si esto ha cambiado radicalmentw es porque el novus ordo lo permite, dígase lo que se quiera.
La Tradición no "cambia y vuelve a cambiar", NO, lo que ha cambiado en la Iglesia es otra cosa: el Rito.
Quien piense que el novus ordo es Rito Romano debe hacérselo ver.
Y, repito, puede que todo esto no sea tan malo, puede que el novusordo no sea tan malo, lo que es inaceptable es que nos quieran seguir vendiendo la moto.
son textos atribuidos a San Cirilo, pero la mayoría de los Padres de la Iglesia, incluso Papas como San Pío XII, han defendido la comunión de rodillas y en la boca.
El alma indiferente, lo mismo le da recibir a Jesús de rodilla y en la boca, que luego lo hace de pie incluso poniendo la mano. No debemos burlarnos de Jesús, porque eso sería en perjuicio personal.
La Iglesia ya comenzó a restablecer las cosas, Concilio de Zaragoza, año 380, «excomúlguese a cualquiera que ose recibir la comunión en la mano»; Sínodo de Roma, (año 404), por el Papa Inocencio I, etc. Pues los pastores por inspiración del Espíritu Santo, esto es lo que enseñaban, la comunión en la boca. Los transgresores quedaban excomulgados.
Cuando se recibe en la mano, es verdad que se le hace desprecio a Dios, y el demonio no quiere que el alma encuentre culpa en algo tan terrible.
Cuando nuestro corazón se ordena a la Voluntad de Dios, y por el Espíritu Santo, el comulgante se arrodilla y recibe a Jesús en la boca. Pero si no se arrodilla, es necesario que se entregue más en la vida de oración, que se niegue así mismo, y comprenderá más claramente que es lo que el Señor quiere para cada corazón.
Se debe recuperar la bandeja de la Comunión, para que ninguna partícula consagrada caiga por los suelos.
Cuando el comulgante lo recibe en la mano, debe tener presente, que siempre queda alguna partícula que se ha desprendido, y termina por sacudirse de la mano hasta el suelo. Y se repite en cada comunión desordenada.
Pensar que no debe haber perjuicio en querer recibirlo en la mano y de pie, es porque no se ama a Dios y se desea más la propia voluntad que no puede ayudar en la fe.
Sofía, usted dice: "Yo digo q en el momento presente se puede comulgar de ambas formas y así lo hago, indistintamente y con toda la fe del mundo.", lo dice usted, claro, pero no la piedad y el amor a Dios, usted puede decir y hacer lo que quiera, pero el Señor le pedirá cuenta. Porque no se puede pasar de la piedad a la impiedad, de la virtud a la tibieza.
«[93.] La bandeja para la Comunión de los fieles se debe mantener, para evitar el peligro de que caiga la hostia sagrada o algún fragmento.»[ Cf. MISSALE ROMANUM, Institutio Generalis, n. 118.] (INSTRUCCIÓN, REDEMPTIONIS SACRAMENTUM. Sobre algunas cosas que se deben observar o evitar acerca de la Santísima Eucaristía)
Pero la forma de comulgar de San Cirilo no es la actual ni mucho menos.
Y además, la discusión tiene una solución muy simple: la forma recomendada por San Cirilo es puramente pragmática y obedece al tipo de pan eucarístico usado en su àmbito, que no es el actual. Sobre esto no cabe duda alguna pues él mismo explica que se haga así para que no caigan migas.
La consecuencia de la aplicación estricta de los primcipios de san Cirilo es la comunión en la boca, toda vez que cambien las características físicas del pan eucarístico.
Pretender que de san Cirilo deriva la comunión en la mano actual es tan ridículo como pretender que los ministros extraordibarios de la comunión derivan de los laicos que Justino cuenta que llevaban la comunión a los enfermos, o que las diaconisas actuales derivan de las diaconisas bautismales que ayudaban a las mujeres a entrar en la piscina.
Los juicios q hacen sobre los demás -por ejemplo los q me obsequia Jose Luis- solo demuestran lo q albergan vds mismos en su interior, juzgan a los demás mirándolos desde la suciedad de sus propios ojos.
No hablo de quienes comulgan en la boca, sino de los q cumplen a la perfección el papel de los fariseos en los evangelios.
Es milagroso conservar la fe en la Iglesia leyéndoles a algunos de vds.
Aconsejar no comulgar antes q comulgar en la mano...Decir q puede ser malo para la fe ir a misa novus ordo y q se puede prescindir en ese caso del mandamiento de la Santa Madre Iglesia y santificar las fiestas de algún otro modo, erigirse en jueces de todos los papas y concilios en nombre de no se sabe cuál interpretación de cuál papa o concilio o sínodo de cuál época y considerar la Tradición la época elegida desautorizando todo lo anterior y posterior...
Son vds una pura contradicción bastante farisaica, siempre descalificando a los discípulos de Jesús por no hacer las cosas como a vds se les antoje.
A vds sí q les pedirá cuentas, Jose Luis. Que ni entran ni dejan entrar en el Reino de los cielos y confunden las tradiciones humanas con la voluntad divina.
Todo el q comulgue en la mano, según las indicaciones q da la Iglesia, con fe y con respeto, no tiene por qué aguantar sus estupideces, con perdón, pero eso es lo q son: condenas absurdas de quienes no tienen ningún poder legítimo para juzgar ni condenar a nadie.
muchas gracias por el artículo. Entiendo que las citaciones de los textos antiguos se pueden encontrar en el libro de Mons. Laise, ¿verdad?
Y el texto al que se refiere cuando dice: "Pablo VI, en MD, indique que: “consta que los fieles creían y con razón, que pecaban… si, habiendo recibido el cuerpo del Señor y conservándolo con todo cuidado y veneración, algún fragmento caía por negligencia”" creo que es de Mysterium Fidei y no de MD.
¡Un saludo!
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Las citaciones de casi todos los textos antiguos están extraídos del libro de Laise. Correcto.
Gracias por la observación de la cita sobre Mysterium Fidei de Pablo VI. Acabo de corregirla. Se lo agradezco. PJOR
Vaya por delante que siempre comulgo en boca excepto cuando estoy acatarrado.
El tema del coronavirus no es bakadí. Ahora ya se está sabiendo que hay un 20% de personas jóvenes y sanas a los que les afecta de manera grave y han de ser intubadas. Cierto es que el 80% reatante de personas jóvenes y sanas lo pasan como una gripe muy fuerte y santas Pascuas.
Dicen los especialistas que se transmite por gota mediana, distancia 1- 1, 5 metros.
Cuanto más si el sacerdote al administrar la Comunión en boca entra en contacto por accidente con la saliva del comulgante que esté infectado.
Sea por dispensa o por indulto creo que Comulgar en mano es la mejor manera de hacerlo ahora y dadas las circunstancias para contener la propagación de la epidemia.
Personalmente preferiría volver a tiempos de antaño donde se Comulgaba muy pocas veces en el año porque se tenía verdadera consciencia de a Quién rescibíamos en la Comunión.
https://www.antena3.com/noticias/mundo/el-llamamiento-de-un-cirujano-espanol-en-milan-no-hay-suficientes-medicos-ni-enfermeras-imaginad-todo-un-hospital-con-gente-intubada-por-el-coronavirus_202003115e68fe882469280001a505fd.html
Por supuesto q existe una NORMA sobre como comulgar en la boca y en la mano.
Y los q tienen q seguir sus "convicciones" y dejar en paz a los demás son vds, q no tienen ningún derecho a hacer los juicios q hacen.
Los q descalifican ILEGÍTIMAMENTE una forma de comulgar son uds. Y he dejado muy claro q no me refiero a quienes prefieren comulgar en la boca ni a los q prefieran la misa en latín, etc. Sino a los q prejuzgan y descalifican farisaicamente a los demás y a veces sin dejar siquiera derecho de réplica amparándose en bloggers q son como ellos mismos.
Vds no son el magisterio ni son infalibles ni tienen derecho a acusar a nadie de falta de respeto ni de falta de fe, simplemente porque miran a los demás con ojos de fariseos. Menos mal q no representan vds a nadie excepto a sí mismos.
La Iglesia ha dado unas NORMAS q yo sigo con cien mil veces más fe q la q tenga cualquiera de esos q os dignáis juzgar por las apariencias la fe de los demás.
La selección de información manipulada para servir a un propósito solo convence a los convencidos de antemano.
Con los datos en la mano, tan legítimo es comulgar en la mano como en la boca y sus descalificaciones solo los descalifican a vds.
Por lo demás le deseo lo mejor: Paz y Bien
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Sra. Sofía: yo no creo haberle faltado el respeto en ningún momento y he intentado poner luz con los datos que la misma Madre Iglesia da. Le sugiero que modere sus formas por dos motivos: en primer lugar, porque, de lo contrario, da la apariencia de no dar razones, sino pasiones; y en segundo lugar porque si sigue así el tono, voy a tener que borrar ciertos comentarios suyos o de otros. Aviso 1. PJOR
Esto solo es comprensible porque la que escribe está pasando por un mal momento.
Me permito desearle también PAZ y bien, y unas palabras más. Se trata de expresión exterior del Amor, no son solo apariencias. Es propio del ser humano expresarse, la palabra trae implícita la exteriorización. Es como el marido o la esposa que nunca dice "te amo", o nunca le dé un beso a su cónyuge, Esa ausencia de demostraciones exteriores no significa que no haya amor, pero es un indicador muy fuerte de que algo no anda bien. Valga esta imperfecta comparación.
Excelente e inmejorable respuesta a Sofía, sigue de forma machacona erre que erre en contra de la Historia de la Iglesia, especialmente de los expertos en patristica. Que haga lo que le dé la gana, al parecer la gusta mucho la polémica, mejor no hacerle caso.
Paz y bien en el Señor.
En cuanto al tono, creo q antes se ha pasado conmigo quien prejuzga y descalifica acusando de despreciar a Dios, de falta de fe y de impiedad a quien no tiene ningún motivo para calumniarnos, ni a mí ni a nadie q comulgue como manda en la actualidad la Santa Madre Iglesia, en la boca o en la mano, por mucho q a él no le guste comulgar en la mano.
Quien así prejuzga al prójimo actúa como un fariseo y eso no es un prejuicio ya, por mi parte, sino una descripción de quien se juzga superior a nosotros y nos acusa de cosas bastante más horribles juzgando por las apariencias desde su propia subjetividad.
¿Eso le parece a vd de buen tono quizás? ¿No tiene importancia q te insulten como creyente acusándote de no creer y de desprecio a lo q más quieres y respetas en esta vida?
Reaccionar apasionadamente es lo menos q puedo hacer, pero soy bastante moderada cuando me limito a llamar al fariseismo por su nombre. ¿Qué sabrá nadie de la fe de cada cual? El desprecio no ha sido el mío precisamente.
Paz y bien
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Ok; la próxima individualice bien los golpes porque al hablar en general, parece que caemos todos.
Y todos cálmense, que aunque tengamos opiniones distintas no es para echarse fardos unos a otros.
In necessariis unitas in dubiis libertas in omnibus caritas
Gracias por desearme paz, yo también se la deseo.
Y de acuerdo en que el amor hay que expresarlo, eso hago yo, de forma adecuada, que no tiene por qué ser la suya de vd.
Amor y respeto se expresan cuando se extiende la mano, como quien pide limosna, para recibir de Dios, por medio de la Iglesia, se pide sabiéndose indigno - lo hemos dicho con las palabras del centurión, poco antes - pero con confianza y agradecimiento, porque Dios se nos ha querido dar así, amándonos El primero. Y le recibimos con infinito respeto por el misterio que representa la Eucaristía. Cuando decimos AMEN a las palabras del sacerdote "El cuerpo de Cristo", cuando comulgamos antes de irnos a nuestro sitio, cuando damos gracias a Dios... estamos expresando nuestro amor y lo hacemos de formas que la misma Iglesia nos ha sugerido, y lo hacemos como los cristianos de todos los tiempos, los primeros que comulgaban en la mano, los que después comulgaron en la boca, los de ahora que comulgan unas veces de un modo y otras de otro, porque los dos suponen la misma fe, el mismo respeto y el mismo amor.
No he sido yo quien ha juzgado ni despreciado una forma de comulgar - yo también comulgo en la boca, cuando se comulga bajo las dos especies. Mi actitud de fe de respeto y amor es exactamente la misma en un caso y en el otro.
Simplemente defiendo que vds no pueden descalificar ni despreciar una forma de comulgar legítima, ni a los que así comulgan.
Despedida cordial.
Si la enfermedad fuera tan infecciosa, se añaden los guantes del cura y las mascarillas de ambos.
El corporal ideal es el de un sólo uso. Si es personal y de uso reiterado, debe decirse antes al cura que se comulgará con corporal y después el cura lo purifica.
La comunión en la mano sin corporal es contagiante, porque la mano contiene gérmenes (virus, bacterias, hongos) peligrosos si hay un virus sin vacuna ni antiviral como el COVID y hay riesgo de coinfecciones oportunistas, y porque esta comunión manual sin corporal es profanadora, desprende partículas que son el Cuerpo de Cristo.
La comunión en la mano sin corporal ha sido una involución y retroceso reprochables bajo el Concilio Vaticano II, pues además se da el abuso escandaloso de la desobediencia en la forma legal de administrarse.
Y hay un segundo abuso escandaloso: los laicos que distribuyen la comunión NO SE PURIFICAN LAS MANOS ni antes ni después de administrar las formas. Desde 1968, todo ha sido un error que hay que rectificar: HAY QUE ANULAR EL INDULTO de la comunión en la mano sin corporal.
Aparte, la cuestionable distribución de la comunión por mujeres, a anular también. Hay que reconocer que el tema del Nuevo Misal y la modernización de la comunión, más la desobediencia a la Humanae vitae y el error de Amoris laetitia y el Rescripto de 5 de junio de 2017 en la comunión y absolución de los adúlteros, NO han servido para respetar a Jesús Eucaristía ni para hacer progresar a la Iglesia.
La Iglesia avanzará cuando respete la Eucaristía y los Mandamientos con la confesión.
Entiendo que si las conferencias episcopales permiten la comunión en la mano yo al recibirlos en la mano y de pie no cometo ningun pecado.
En principio no, porque lo permite la Iglesia, pero la comunión en la MANO SIN CORPORAL es un catastrófico error de la Iglesia, tal como históricamente lo demuestra las erróneas formas de distribución explicadas por el P. Olivera Ravasi. Esta comunión será derogada, más pronto o más tarde.
PERO si tú sabes que la comunión en la mano sin corporal (de pie, sentado, estirado o de rodillas) causa profanaciones porque desprende partículas que son el Cuerpo de Cristo, y quieres comulgar en la mano sin corporal, entonces sí que PECAS GRAVEMENTE, porque es materia grave, conocimiento y consentimiento. Y lo mismo el cura y el obispo.
Por eso solicito que la Iglesia retire el indulto ya ahora, los curas no la den ya más en la mano sin corporal, y los comulgantes sólo comulguen en la boca o en la mano con corporal, purificado si es de uso reiterado, o de un solo uso.
La actual crisis de la Iglesia se centra en la Eucaristía y la familia, y nos recuperaremos cuando:
1. Todo el Nuevo Misal de 1969 de Pablo VI se reforme integramente en otro rito donde se recupere su sentido sacrificial
2. Sólo se comulgue en la boca o en la mano con corporal purificado
3. Se catequice y se predique, se confiesen los pecados y se haga proselitismo
4. Se acepte la Humanae vitae, Evangelium vitae y Veritatis splendor (actos intrinsece malum)
5. Se derogue completamente el Capítulo VIII de Amoris laetitia y el Rescripto de 5 de junio de 2017 que eleva la comunión y absolución de los adúlteros a magisterio auténtico: innegociable y obligatorio
Hemos de reconocer que ya se acabó una fase histórica de la Iglesia, y debemos empezar otra eliminando todos los muchísimos errores del periodo 1965-2020. Y se ha de hacer YA AHORA.
En un comentario anterior, yo decía, que había un tiempo que comulgaba de pie, pero nunca puse la mano, porque quería amar a Jesús, no maltratarle, no tratarle con indiferencia. La bondad del Señor me ayudaba a corregirme, y es gracias al Espíritu Santo, que por fin, desde aquella vez que me arrodillaba para recibir a Jesús,
Filipenses, 2, 5-11
5. Tened entre vosotros los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús,
6. el cual, siendo de condición divina, no consideró como presa codiciable el ser igual a Dios,
7. sino que se anonadó a sí mismo tomando la forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y, mostrándose igual que los demás hombres,
8. se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
9. Y por eso Dios lo exaltó y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre;
10. para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos,
11. y toda lengua confiese: '¡Jesucristo es el Señor!', para gloria de Dios Padre.
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¿Por qué seguir humillando a Jesús para recibirle como hicieron los fariseos?
En la Comunión, si creemos que Jesús está verdaderamente ahí, es por lo que le recibimos de rodilla y en la boca. No existe nada en común entre la fe y la tibieza.
El que no se arrodilla sus obras dicen que no creen. Pues la Iglesia no enseña el maltrato a Jesús, sino el amor y la verdad. Y con verdad, la Iglesia de Cristo se arrodilla ante Él. Y nosotros que somos hijos e hijas de la Iglesia, somos miembros de la Iglesia Católica, por la comunión nos arrodillamos.
« Y por eso Dios lo exaltó y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre; para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese: '¡Jesucristo es el Señor!', para gloria de Dios Padre.» (Efesios, 2, 9-11).
Dios exaltó a su único Hijo, el Salvador del mundo, por eso, debemos mostrarle la máxima reverencia, somos criaturas de Dios, y nos arrodillamos, cuando el sacerdote nos dice: "el Cuerpo de Cristo", y respondemos: "Amén", porque así lo creemos es el Hijo de Dios en la Eucaristía, es el mismo que vino a redimirnos, a salvarnos, a prepararnos las moradas eternas del Reino de los cielos, ¿Cómo no nos queremos arrodillar? Nos negamos a nosotros mismos, imitamos a los Apóstoles que se arrodillaban ante el Señor, tantos enfermos en agradecimiento al Señor se postraban, se arrodillaban, y le reconocían como el Salvador del Mundo. Es el amor a Cristo el que nos lleva a arrodillarnos, que si nuestro ángel de la guarda, se arrodilla también, debemos hacer lo mismo.
Y toda lengua, no desde la mano, sino que Jesús viene por nuestra lengua a nuestro corazón, creemos realmente en la presencia de Dios en la Eucaristía, en la Sagrada Comunión. Siempre necesitamos dar gracias a Dios porque por las manos consagradas del sacerdote, nos ayuda a que seamos uno en Cristo Jesús para gloria de Dios Padre.
No voy a entrar directamente en este debate. Tengo las ideas claras, ya las tenía antes y con la lectura de este artículo, con aspectos que desconocía, me han dejado más claras las cosas. Actuaré en conciencia.
Desde ayer sin embargo estoy cabilando en algo que me tiene descolocada. Italia cierra absolutamente toda actividad comercial, excepto dos cosas:alimentación y farmacia.
Entonces digo yo:se cuida las necesidades corporales, y el alma?. Iglesias cerradas y las personas sin sacramentos. El debate que tenéis, igual dentro de unos días no es ni necesario.
Es como si hubiésemos expulsado a Dios de la resolución de este problema. Digo más, no existe ni una sola iniciativa, y aquí pongo a Francisco y toda la Iglesia jerárquica, que impulse peticiones a Dios Todopoderoso. Es realmente sorprendente. Los mismos católicos expulsa os a Dios de esta realidad que está conllevado grandes dosis de sufrimiento. Ayer había varios testimonios de italianos con historias personales realmente terribles, y absurdas. Pienso tb en sobretodo las personas mayores, que viven solas, que deben afrontar esto. En las que están en las residencias, aquí en Galicia se permite por protocolo una visita por persona, pero si no estoy errada, en Madrid se cancelaron.Eso si los estudiantes universitarios salen de Madrid, sin ninguna limitación, siendo en este momento el mayor foco en España.
En mi opinión no estamos a la altura de las circunstancias, sobrenatural ente hablando. Sólo hablamos de miedo, medidas preventivas, contagios..
.. Por favor la historia de la Iglesia es una historia de entrega, siempre de la mano de Nuestro Señor. Sin misas, sacramentos, sin palabra,.... es como si nos cerrase los supermercados y la farmacia. TODO ES UN DISPARATE. Así lo veo yo, y no trato de polemizar, solo que no entiendo ciertas conductas.
Ayer el cajero del supermercado, al devolverme el dinero me toco la mano. Me dice:"voy a tener que darlo con pinzas". El dinero viene y va, a eso nadie le pone pegas, y mira que circula por manos. Para informaros, seguro lo sabéis, se habla que este virus permane ce en la superficie días, estudio chino,. Superficies variadas.
Italia cierra absolutamente toda actividad comercial, excepto dos cosas:alimentación y farmacia.
Según lo oído, abren bares, restaurantes, bancos, tabacos, transportes, servicios públicos esenciales de todo tipo, farmacias, clínicas, hospitales (obvio), ortopedias, fábricas, quioscos de prensa y revistas...
El cierre de toda Italia se debió a que todo el norte emigraba hacia el sur de Italia. Solución: todo cerrado e improvisando.
La verdad, se cierra todo pero las excepciones lo abren casi todo donde no hayan enfermos y ancianos: muy italiano.
Lo lamentable es el papelón de la Iglesia: todos los cardenales y obispos han cerrado las iglesias y el Vaticano, se hacen misas clandestinas, se deben de atender de cualquier manera a ancianos y enfermos solos de las parroquias... típico de los prelados italianos... mucha propaganda animando a los demás por una Iglesia en salida hacia las periferias de los pobres y emigrantes, pero si están contagiados, entonces cerrado todo y debajo de la cama temblando...
Acabo de leer en esta misma web que un arzobispado retira el agua bendita de los templos, una medida sensata para evitar contagios, pero, ¿ qué tiene que pensar el anteriormente llamado pueblo de Dios ?
El agua bendita, ¿ no debería preservar de todo mal ?
Esta crisis sanitaria ahondará más aún en la increencia y producirá todavía más ateos y agnósticos..
😮😮😮😮😮
e parece un gesto de pieda
En el artículo de Juanjo Romero tiene Vd un comentario similar al que me dirije a mi, convenientemente replicado por Juan F. Aquí no hace mención a las imágenes, pues en el anterior comentario citado queda en evidencia que si cree, su desconocimiento de Dios,es absoluto. Evidentemente Vd. analiza y ve las cosas con un ángulo imposible de coincidir con el mío.
A Dios se le encuentra de las maneras más insospechadas y humanamente incomprensibles.
Del Covid 19 se dice de todo, hay que reconocerle que hasta el día de hoy, nadie había aportado este efecto que Vd le atribuye. Anda muy errado en cuando y cómo Dios se hace presente en la vida de cada uno de nosotros, creyentes o no.
"Si oís hoy su voz, no endurezcais vuestros corazones". Hb 3.
En primer lugar, yo no la he acusado a vd de decir lo q ha dicho Jose Luis, así q no se haga la víctima vd.
En segundo lugar es vd la q entró haciéndose la víctima, diciendo q los deje en paz, cuando se puede comprobar q yo siempre he dejado en paz a los q comulgan en la boca y q precisamente lo q digo es q nos dejen en paz vds a los q comulgamos en la mano o en la boca, según las normas de la Iglesia.
En tercer lugar ud miente cuando dice q yo he dicho q la Iglesia mande comulgar en la mano. Yo he dicho q existen unas normas en la Iglesia para comulgar en la mano y en la boca y q yo las cumplo. Evidentemente es cierto q existen esas normas. Y sobre lo q hagan o dejen de hacer en otros lugares remotos ni he dicho nada ni me importa nada.
En mi diócesis de toda la vida son conocidas las normas eclesiales para comulgar en la mano y en la boca y se comulga legítimamente de ambos modos. Y en la actualidad, teniendo en cuenta las circunstancias, si bien no se niega a nadie la comunión en la boca se recomienda hacerlo en la mano, como se recomienda no dar la paz, pero no se ha prohibido nada.
No se tolera la comunión en la mano, les parece tan bien como a San Cirilo.
Así q haga vd lo q quiera pero dejenos en paz a los q no compartamos sus prejuicios.
Paz y bien y espero q despedida cordial.
Veamos:
• Finalmente es esencial arrodillarse, como actitud corporal de adoración, en la que seguimos estando preparados, dispuesto, disponible, pero a la vez nos inclinamos ante la grandeza del Dios vivo y de su Nombre. Jesucristo mismo, según el relato de San Lucas, durante las últimas horas antes de su pasión, oró de rodillas en el huerto de los olivos (Lc 22,41). Esteban cayó de rodillas, cuando antes de su martirio vio el cielo abierto y a Cristo de pie (Hechos 7, 60). Ante Él, el que está de pie, Esteban se arrodilla. Pedro rezó arrodillado para suplicar a Dios la resurrección de Tabita (Hechos 9,40). Pablo, después de su gran discurso, rezó con ellos arrodillándose (Hechos 20, 36). Con gran profundidad se expresa el himno cristológico de la carta a los filipenses (Flp 2, 6-11), que traslada a Jesucristo la promesa de Isaías del homenaje universal de rodillas ante el Dios de Israel: Jesús es Aquel ante «cuyo nombre toda rodilla se dobla, en el cielo, en la tierra y en el abismo» (Flp 2,10). De este texto se desprende no solo el hecho de que la primitiva Iglesia se arrodillaba ante Jesucristo, sino también el motivo: ella le rinde homenaje públicamente a Él, al Crucificado, como Señor del mundo, en el que se ha cumplido la promesa del dominio del mundo por el Dios de Israel. Con ello da testimonio frente a los judíos en que la ley y los Profetas hablan de Jesús cuando se refieren al «Nombre» de Dios, y frente a las pretensiones totalitarias de la política, deja sometido el culto imperial a la nueva soberanía universal establecida por Jesús, que pone sus límites al poder político. En resumen, expresa su sí a la divinidad de Jesús; nos arrodillamos con sus testigos –desde Esteban, Pedro y Pablo– ante Jesús y esto es una expresión de fe para ella irrenunciable desde el principio, como testimonio visible en este mundo de su relación con Dios y con Cristo. Ese arrodillarse es la expresión corporal de su sí a la presencia real de Jesucristo, que como Dios y hombre, con cuerpo y alma, con carne y sangre está presente entre nosotros. (Obras completas de Joseph Ratzinger/Benedicto XVI, Tomo XI, IV la Eucaristía, centro de la Iglesia. Páginas 263-264. Biblioteca de Autores Cristianos. BAC. 2012)
También podemos encontrar en la web del Vaticano:
OFICINA PARA LAS CELEBRACIONES LITÚRGICAS
DEL SUMO PONTÍFICE
Los signos externos de devoción por parte de los fieles
• Finalmente queremos destacar el arrodillarse en la consagración[19] y, donde se conserva este uso desde el Sanctus hasta el final de la Plegaria eucarística[20], o al recibir la sagrada Comunión[21]. Son signos fuertes que manifiestan la conciencia de estar ante Alguien particular. Es Cristo, el Hijo de Dios vivo, y ante él caemos de rodillas[22]. En el arrodillarse el significado espiritual y corporal forman una unidad pues el gesto corporal implica un significado espiritual y, viceversa, el acto espiritual exige una manifestación, una traducción externa. Arrodillarse ante Dios no es algo “no moderno”, sino que corresponde a la verdad de nuestro mismo ser[23]. “Quien aprende a creer, aprende también a arrodillarse, y una fe, o una liturgia que desconociese el arrodillarse, estaría enferma en uno de sus puntos capitales. Donde este gesto se ha perdido, se debe aprender de nuevo, para que nuestra oración permanezca en la comunión de los Apóstoles y los mártires, en la comunión de todo el cosmos, en la unidad con Jesucristo mismo” [24].
Notas:
[19] Cfr. IGMR, n. 43; J. Jungmann, Missarum sollemnia 2, Ed. anastatica, Milano 2004, pp. 162-164.
[20] Cfr. IGMR, n. 43.
[21] Cfr. IGMR, n. 160; J. Jungmann, Missarum sollemnia, 2, p. 283.
[22] Cfr. Benedicto XVI, Luce del mondo, Libreria Editrice Vaticana, Città del Vaticano 2010, pp. 219-220.
[23] Cfr. J. Ratzinger, Opera omnia. Teologia della liturgia, Libreria Editrice Vaticana, Città del Vaticano 2010, pp. 175-183.194-195, 558-559.
[24] J. Ratzinger, Opera omnia. Teologia della liturgia, p. 183.
Todos los santos han necesitado el agua bendita, para el que tiene fe, es bastante eficaz. Si el alma está en pecado mortal, lo más importante es la confesión sacramental, y una vez habiendo recuperado la gracia de Dios, el agua bendita a todos nos ayuda a borrar nuestros pecados veniales, recuperar la gracia de Dios y perseverar en el camino de la santidad.
Ahora la situación, a causa de la pérdida de la fe, de tantos pastores, las pilas de agua bendita, el cristiano fiel no podrá encontrarlo. Pero aquí quien gana es el diablo. Sabe muy bien que el agua bendita, le causa demasiado daño, y ha llegado a convencer a los alejados de Dios, que no es necesario ponerla en las pilas. Si antes de este suceso, le decía yo a un sacerdote, que era importante poner agua bendita, por dos veces insistí, y me respondió que no ponía el agua bendita porque no quería. Y lo mismo se lo dije a otro, dijo que sí, pero nada de nada. No hay agua bendita. Ahora, aquí en España, serán muchos que tendrán esa excusa, “nuestros superiores ha prohibido el agua bendita.
Santa Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia, obras completas.
Libro de la Vida, capitulo 31, págs.. 165-166.
«Estaba una vez en un oratorio, y aparecióme hacia el lado izquierdo, de abominable figura; en especial miré la boca, porque me habló, que la tenía espantable. Parecía le salía una gran llama del cuerpo, que estaba toda clara, sin sombra. Díjome espantablemente que bien me había librado de sus manos, mas que él me tornaría a ellas. Yo tuve gran temor y santigüéme como pude, y desapareció y tornó luego. Por dos veces me acaeció esto. Yo no sabía qué me hacer. Tenía allí agua bendita y echélo hacia aquella parte, y nunca más tornó. » (Libro de la Vida, 31, 2)
«De muchas veces tengo experiencia que no hay cosa con que huyan más para no tornar. De la cruz también huyen, mas vuelven. Debe ser grande la virtud del agua bendita. Para mí es particular y muy conocida consolación que siente mi alma cuando lo tomo. Es cierto que lo muy ordinario es sentir una recreación que no sabría yo darla a entender, como un deleite interior que toda el alma me conforta. Esto no es antojo, ni cosa que me ha acaecido sola una vez, sino muy muchas, y mirado con gran advertencia. Digamos como si uno estuviese con mucha calor y sed y bebiese un jarro de agua fría, que parece todo él sintió el refrigerio. Considero yo qué gran cosa es todo lo que está ordenado por la Iglesia, y regálame mucho ver que tengan tanta fuerza aquellas palabras, que así la pongan en el agua, para que sea tan grande la diferencia que hace a lo que no es bendito. » (Libro de la Vida, 31, 4)
«Otra vez, poco acaecio ha lo mesmo, y no duró tanto, y yo estaba sola. Pedí agua bendita y las que entraron después que ya se habían ido (los demonios)… olieron un olor muy malo, como de piedra azufre. » (Libro de la Vida, 31,6)
Carta 179, 13, página 1084
«Este temor que dice, entiendo cierto debe ser que el espíritu entiende siente mal espíritu, y aunque con los ojos corporales no le vea dévele ver su alma u sentir. Tenga agua bendita junto así, que no hay cosa que con más huya. Esto me ha aprovechado muchas veces a mí. Algunas no paraba en solo miedo, que me atormentaba mucho; esto para sí solo. Más si no lo acierta a dar el agua bendita, no huye, y ansí es menester echarla alrededor»
Además de que es importante seguir estos avisos de Santa Teresa de Jesús, para no echar a perder tanta agua bendita, nos rociemos con ella, con la señal de la cruz, que esto es también muy eficaz contra el espíritu maligno.
Dirigido para José Luis (OFS) y Jordi, con absoluto respeto.
Soy católico, y cabe decir, que desde luego no estoy tan formado en la fe -doctrina como ustedes. Estoy de acuerdo que recibir la comunión en la boca es lo más digno, acertado y rechazo hacia uno mismo cuando se hace de rodillas. Y más allá de una profanación de recibir la comunión en las manos por la cuestión de la indiferencia de pensar o suponer que es lo mismo si se recibe en la boca, que en lo personal estoy algo de acuerdo con ustedes, pero no del todo, ya que Dios conoce a la perfección los corazones e intenciones de cada uno (Jer 17,10; Sal 139,1; Lucas 16,15).
Pero, en todo caso, poniéndonos muy estrictos a rajatabla, que recibir la comunión en la mano es profano, blasfemo porque nuestras manos muy probablemente estén contaminadas porque obviamente con anterioridad hemos tocado cualquier objeto, aún así que con anticipación y toda consciencia antes de recibir la comunión sacamos nuestro "gel antibacterial" (que yo no lo hago, ni lo haría, algunos sí) para que las manos vayan lo mejor posible limpias..., y bueno, como ustedes bien dicen y estoy de acuerdo: quedan, se desprende partículas del Señor en nuestras manos..., díganme si me pudiesen asegurar que recibir la comunión en la boca no quedaría alguna microscópica partícula del Señor en nuestras encías o en algún diente o cavidad carnosa del interior de nuestras bocas, y que inconscientemente, después nos metamos el dedo a nuestras bocas para remover, o que de repente tosamos y expulsemos esa microscópica partícula del Señor cayendo al suelo y alguien la pisotee por accidente ¿Cómo me aseguran que íntegramente el Cuerpo del Señor pasó a sus tráqueas sin dejar ningún residuo o partícula microscópica en alguna zona del interior de sus bocas?
Entonces, si nos ponemos muy estrictos a rajatabla, también existiría profanación si llegase ocurrir alguna incidencia de lo que describí de recibir la comunión en la boca en el párrafo anterior. Por cierto, cómo van con Mateo 25, 31-46? Lo están cumpliendo a cabalidad, reciben al forastero, al inmigrante??..., si no ya saben lo que sucedería lo que dice el Señor en ese pasaje; digo yo, si nos queremos poner muy estrictos a rajatabla (que está muy bien) todo por el Señor.
Es a vd a la que le cuesta comprender e insiste en decir la falsedad de que yo he dicho que la norma de la Iglesia es comulgar en la mano. Yo he dicho que la norma de la Iglesia es comulgar en la mano o en la boca según las instrucciones que el magisterio ha dado.
A lo largo de la historia se ha comulgado primero en la mano, después de las dos maneras, después en la boca y ahora de las dos maneras, tanto si a vd le gusta como si no.
Naturalmente cuando se hace la transición de un modo a otro, una de las dos maneras es la excepción, eso es todo.
Y no es que quiera comulgar en la mano porque los cristianos de los orígenes lo hicieran así, aunque lo hicieran así. Tampoco es que me guste comulgar en la mano porque San Cirilo lo plantee bien, que lo plantea bien. Tampoco es que tenga nada en contra de comulgar en la boca, cosa que me parece natural cuando es bajo las dos especies y me parece perfecto para quien lo prefiera de todos modos en cualquier momento: Simplemente es que hay dos maneras de comulgar absolutamente correctas y legítimas y no tienen vds derecho a descalificar a los que comulguen en la mano, como no tienen derecho a descalificar a San Cirilo ni a San Pedro y San Pablo ni a San Tarsicio ni a ninguno de los q comulgaron en la mano a través de la historia.
Mientras cumplimos las normas de la Iglesia lo mismo me da que pretenda vd que los demás tenemos las manos sucias como que otros digan que la que tiene la lengua sucia es vd, la cuestión es que cada cual se preocupe de cumplir las normas y deje en paz a los demás.
Si vd faltaría el respeto a Dios de comulgar en la mano, ese es su problema, no el mío: yo tengo todo el respeto del mundo cuando comulgo en la mano, según las normas e instrucciones de la Iglesia actual que sigue en continuación con la del siglo I.
Y como yo no me he metido con su forma de comulgar, haga el favor vd de no meterse con una de las dos formas legítimas actuales de comulgar, que yo practico ambas con igual amor y respeto y así lo seguiré haciendo.
Menos juzgar al prójimo y más evangelio.
Disculpe que la he estado llamando Grabiela, un lapsus comprensible según las circunstancias.
Bueno, pues por mucho que vd devanee, le digo que NO, que no tienen por que importarme las peculiaridades que puedan existir en cualquier lugar remoto o no, lo que me importa es lo que dice el magisterio de la Iglesia que en esto concretamente me remite a mi obispo, cosa que me parece muy bien.
Por supuesto a mí también me parece adecuado que haya un momento para la adoración de rodillas. Para mí ese es el momento de la consagración, no el de la comunión, y mientras al magisterio le parezca bien, lo que opinen particularmente vds no me interesa.
Existen razones para expresar el amor y el respeto en la comunión recibiéndola de pie y si vds no las entienden, pues no lo hagan y listo, pero déjennos en paz a los demás.
Paz y bien.
La Iglesia entiende que Cristo está presente en un fragmento del pan eucarístico que tenga aspecto de pan reconocible para los sentidos: forma, gusto, etc. Cristo no está presente en una molécula de almidón desprendida del pan eucarístico, ¿de acuerdo? Tampoco se da la presencia en un fragmento del pan eucarístico degradado que haya perdido el aspecto de pan, por ejemplo, mojado con agua o con saliva.
Tulkas
Agradezco su intervención. Usted dice:
"Cristo no está presente en una molécula de almidón desprendida del pan." eucarístico, ¿de acuerdo?"
Honestamente, no lo entiendo muy bien..., ya que el otro comentarista le aludía a otro:
"Cuando el comulgante lo recibe en la mano, debe tener presente, que siempre queda alguna partícula que se ha desprendido".
A mí entender en esa oración es que Cristo sí está o puede estar desprendido del fragmento del pan eucarístico, cuando él menciona "partícula". Si mi interpretación es errónea, entonces le agradecería que me explicara dicha oración.
Saludos
“Es que San Cirilo, es que la Iglesia, dice que esto es legítimo, las dos formas”. Pero el Magisterio de la Iglesia no es opiniones personales, “hago lo mismo de las dos formas”, o sea, de un sí a un no. No tiene que ver con la fe, sino con los propios intereses que no son los de Cristo. Esto endurece el corazón, el corazón se cierra al amor de Dios.
Nuestro hermano sacerdote, D. Javier Olivera, lo ha explicado bien en ese video, no se le ha tenido en cuenta para nada, sino “el propio yo”, la Iglesia se arrodilla ante su Señor, porque tiene fe, y decir cosas de la Iglesia, que no enseña, es engañarse así mismo. El Santo Padre Benedicto XVI, también quiso recuperar la comunión de rodillas y en la boca, no se le tiene en cuenta. Pero sí ese texto que se atribuye a San Cirilo, pero luego al cabo de los años, fueron otros Padres de la Iglesia quienes han estado progresando en la fe, en la virtud.
«El mismo Pablo VI ha tenido que lamentar públicamente: "Ciertas formas de actuación en diferentes partes de la Iglesia son motivo de no poca preocupación y dolor… ... sobre todo a esa mentalidad según la cual muchos reciben con disgusto cuanto proceda de la autoridad eclesiástica. ... Se hacen experimentos arbitrarios… y se introducen ritos que repugnan abiertamente a las normas de la Iglesia." » (Disc. "Ad exequendam Constitutionem de Sacra Liturgia", 14-10-1968, A.A.S., 1968, p. 735.) (Comunión en la Mano, página 119.).
Es falso cuando hay quienes dicen, que comulgar de pie y en la mano, es legitimo, no, no hay verdad en esto.
«La introducción de este uso ha sido ilegal y abusivo», nos dice el obispo de San Luis: «En realidad el motivo de la Instrucción Memoriale Domine no fué examinar y permitir la posibilidad de la adopción de la comunión en la mano, sino más bien la necesidad de su PROHIBICIÓN. » (C. M., pág. 136.)
«EL PAPA PABLO VI prohibió la Comunión en la mano porque lo consideraba un cambio ofensivo… después de haber hecho una encuesta a todos los Obispos del mundo. » El Texto concluye: El Papa decidió no permitir la comunión en la mano.
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Interesantes textos que rechaza la comunión de pie y en la mano. Pues es una ofensa al Señor, no hay amor, pues en esto, hace años he estado profundizando, documentándome para evitar cualquier error.
Los tiempos de San Cirilo no los mismos que los que ahora estamos. San Cirilo de ver como están las cosas, habría prohibido precisamente, lo que se le atribuye.
Las malas costumbres en el recibimiento del Señor, adoptadas por años, parece ser, que es imposible de corregir.
Con la mano, somo se ha dicho, se toca muchas cosas, y aunque se lave las manos, cuando se toca el pomo de la puerta, que otros han tocado, quedan gérmenes, al banco donde se siente, lo mismo, etc., etc. Jesús no merece ningún maltrato, sino respeto, comulgar de rodillas es necesario la perseverancia en la fe, en el respeto al Señor. Por lo que se ve entonces, que el diablo es quien engaña a las almas, haciéndoles creer que son legítimos, pero estudiar los textos del Magisterio, que solamente se pide más reverencia y amor a Jesús cuando recibimos la Santísima Comunión.
Hay personas que no han aceptado el “indulto”, porque esto sería la pérdida de la fe.
Errores humanos de algunos nuestros pastores porque no había unidad en la fe, sino divisiones, que por desgracia se atribuye como magisterio de la Iglesia Católica, y muchos se inclinan por esto. Pero que la Iglesia Santa, ha estado corrigiendo, y seguirá corrigiendo.
Hemos de tener en cuenta, que en repetidas veces, el Papa Juan Pablo II; ha estado corrigiendo los numerosos abusos que muchos han cometido, y siguen cometiendo, también el Papa Benedicto XVI, pero se le hacen oídos sordos. No quieren aprender la rectitud, sino que hacen de los errores como si fuera lo más importante.
« Así pues, quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del cuerpo y de la sangre del Señor. Examínese, por tanto, cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba del cáliz; porque el que come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación. Por eso hay entre vosotros muchos enfermos y débiles, y mueren tantos. Si nos examináramos a nosotros mismos, no seríamos condenados. Pero al ser juzgados, somos corregidos por el Señor, para no ser condenados con el mundo. Por tanto, hermanos míos, cuando os reunáis para comer, esperaos unos a otros. Si alguno tiene hambre, que coma en casa, para que no os reunáis para vuestra condenación. El resto lo dispondré cuando llegue.» (1º Corintios, 11,27-34)
San Pablo tuvo que poner orden, discernir a quien recibimos, y no de cualquier manera, es lo que nos enseña el amor de Dios. Que hay diferencia.
Eso ya es excederse, comparar el recibimiento de Jesús, como si fuera un alimento material, no tiene nada que ver. El alimento espiritual cuando lo recibimos legítimamente, es decir, que no ofendemos al Señor, por lo que no ponemos la mano. Y es que al perderse todo el respeto al Señor, pues suceden cosas terribles.
Totalmente ciertísimo, lo que dice usted, Hernán, que la comunión en la mano, es profano, blasfemo, etc. Es verdad, es una terrible injuria que se comete contra el mismo Dios, contra el Hijo de Dios.
Hay almas que están tan metida en la oscuridad, que no hay manera de que quieran aceptar la verdad. La profanación nunca fue una forma de amar a Jesús. Será legítima para este mundo, para los que han naufragado en la fe y no quieren recuperarse.
Por lo que existe una contradicción en comulgar de pie y luego en la mano, es la tibieza, el no saber que hacer, ahora sí, ahora no, ahora sí, ahora no, como decía también San Juan María Vianney, que esas personas son irresolutas, como dice el Apóstol Santiago. Inconstantes, que no reciben de Dios las gracias.
Es muy sencillo.
La recta Fe católica confiesa que los sacramentos son SIGNOS, no sólo signos ciertamente, pero absoluta y radicalmente signos.
En el momento en el que no existe el SIGNO deja de existir el sacramento.
El signo es, naturalmente, algo perceptible por los sentidos como tal.
Por ejemplo: el Bautismo ha de ser con agua y no puede ser con un líquido que aunque sea el 95% agua no parezca agua. Por ejemplo, no se puede bautizar con agua teñida de rosa, aunque el tinte constituya solamente un 0,05 % del líquido.
En cuanto desaparece el signo, desaparece el sacramento. Por ejemplo: si tomas vino eucarístico y lo diluyes hasta tal punto que deja de parece vino, deja de haber sacramento y deja de haber Presencia.
Con el término "partícula" no se refiere un fragmento molecular, sino un fragmento macroscópico suficientemente grande como para que pueda seguir habiendo SIGNO, es decir, un trozo de pan que parezca pan.
Dejaría de haber signo, por ejemplo, en cuanto para la apreciación de ese signo fuera necesario por ejemplo un instrumento óptico como un microscopio, por poner un extremo fácilmente comprensible.
Para que haya sacramento tiene que haber MATERIA SACRAMENTAL necesariamente, y signo.
La norma de la Iglesia es que se puede comulgar de las dos maneras, en la boca como se hacía universamente en ese momento, o en la mano como se había hecho en la antigüedad, dejando esta "novedad de la antigua norma" al juicio de los obispos. No sé de un solo sitio en el que los obispos hayan negado a los fieles la comunión en la mano. Pero si lo hubiera, imagino que en ese caso sería por alguna razón válida, teniendo en cuenta las circunstancias de esa diócesis concreta, de modo que yo lo aceptaría con mucho gusto, aunque no creo que jamás me vaya a encontrar en esa tesitura porque se comulga de las dos maneras en todas partes.
Yo cumplo las normas para comulgar con la lengua o con la mano y lo hago correctamente y con la misma devoción de una manera o de la otra.
En cuanto a las razones que vds dan para eliminar una de las dos formas correctas de comulgar no tienen ningún peso, aunque vds se empeñen en imponernos a los demás SUS propias ideas.
Jose Luis,
“el Magisterio de la Iglesia no es opiniones personales” Exacto. Por eso no sigo SUS opiniones personales que pretenden colar como magisterio de la Iglesia cuando no son más que SUS interpretaciones personales, su “yo” magnificado al extremo de pretender imponérsenos como magisterio sin serlo. Y comulgar de las dos maneras no es ir de un sí a un no, es ir de un sí a otro sí, porque no hay un solo modo de hacer las cosas correctamente.
Que su fe sea tan débil que solo se pueda expresar de una manera no debería servirle para juzgar la fe de los otros. Tengo fe cuando me arrodillo en la consagración para adorar, tengo la misma fe cuando me acerco en la comunión a recibir al mismo Dios que se me da como alimento para el camino que he de recorrer también de pie, tengo la misma fe cuando se lo agradezco y lo interiorizo, ya lo haga de pie, de rodillas o sentada. Y lo hago de las formas que el magisterio ha indicado que son aptas para nuestro día de hoy, con la actitud de fe, de amor, de respeto y de agradecimiento que hay que tener y que vd no es quién para juzgar porque nadie le ha dado esa misión que su ego se atribuye.
Sugiere que San Cirilo estaba mas atrasado que los que vinieron después? Es el colmo. La santidad y el progreso espiritual no es vd quién para juzgarlo. El comulgar en la mano o en la boca, fue cambiando de acuerdo con las circunstancias sin más ni menos respeto, porque es de esperar que todos los santos en todas las épocas tuvieran el mismo. Y nuestro tiempo es este y en este se puede hacer y se hace de las dos maneras sin ser ninguna de ellas mejor ni peor que la otra.
Yo voy a comulgar con las manos limpias. Si le da a vd por pensar que tienen gérmenes no le quiero contar los gérmenes que puede haber en su boca, esa no es la cuestión, toda vez que se supone que uno se lava las manos y se cepilla los dientes.
Y si en un momento prohibieron la comunión en la mano, sería por la forma en que se hacía en aquellos momentos. El como hay que hacerlo está muy claro, se recibe, no se toma, se hace con reverencia, se comulga en el sitio que se recibe antes de irte a tu sitio. Si se hacen las cosas bien no hay ningún problema.
En cuanto al sacrilegio, no hay forma de evitar que lo haga por mucho que el sacrílego comulgue en la boca. Pero no creo que haya muchos sacrìlegos por ahí acechando.
Y si en un momento dado no se permitía comulgar en la mano porque no se hacían bien las cosas, ya se ha dejado perfectamente claro cuál es el modo correcto de comulgar en la mano y así lo consideran nuestros obispos unidos al Papa que les dio el poder de decidir.
Así que deje de calumniar a los que comulgan correctamente – que últimamente me he estado fijando y son todos, todas las personas que veo comulgar lo hacen según los cánones, tanto los que comulgan en la mano que son mayoría, como los que comulgan en la boca.
Así que si para vd estar de pie es una falta de respeto, no lo esté. Pero métase en la cabeza que para otras personas estar de pie en según que situaciones puede ser la forma más adecuada de mostrar respeto obediencia agradecimiento etc y vd no es quién para imponer sus criterios a los demás.
Tendrá vd buena intención, pero sin duda también la tendrían los judaizantes que le daban la lata a San Pablo y no por eso tenían razón.
Exáminese vd mismo como todos los demás hacemos, en vez de examinarnos a los demás y todos saldremos ganando.
Despedida cordial.
Ahh y luego hay un abuso que puede ser tolerado: en la mano.
Allá donde se tolere este abuso uno puede, sí, cometer este abuso. Yo he cometido este abuso muchas veces.
Sus opiniones serán muy interesantes para vds, pero vds no representan al magisterio ni a la Iglesia ni a Jesucristo, así que pasando.
Estoy de acuerdo en que la mayoría de las razones que se esgrimen a favor y en contra NO tienen peso. Pero también estoy de acuerdo en que una correcta catequesis conduce a recibir la comunión de rodillas y en la boca, aunque el abuso de comulgar en la mano esté permitido.
No he leído todo lo que usted ha escrito, porque no veo sentido alguno, no hay enseñanza de la fe de la Iglesia, y eso no ayuda a sembrar el bien. Pues diga lo que usted quiera, pero es el diablo que se propone esas irreverencias contra el Señor.
He mostrado la autoridad del Papa Benedicto XVI, de Pablo VI, etc., que ellos sí que tienen autoridad para enseñar la fe de la Iglesia, y nada de usted ha dicho sobre eso, pues lo ha desechado, y solamente se ha obsesionado con lo que escribo. Pero le agradezco sinceramente ese ejemplo, que es el fruto de las personas que reciben a Jesús, ahora de rodilla, que no estoy ahí para verlo, gracias a Dios, que luego lo hace de pie, y en la mano, siguiendo el ejemplo de personas, y no del amor a Cristo. Los herejes también se imaginan que aman a Cristo, todos ellos están convencidos que tienen razón. Yo, en cambio, nunca quiero desviarme de la fe de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica, Romana, siendo fiel al Papa Benedicto XVI.
Lo que muestro en defensa de los intereses de Cristo, es la fe de las almas santas, el Evangelio, documentos de la Iglesia, la Autoridad de los Santos. No son “opiniones”, pues ahí están
En los primeros tiempos de la Santa Iglesia, hubo muchas personas que cometían errores, Jesús y los Apóstoles nos previene contra ellos. Si los Apóstoles se arrodillaban, yo también-
Yo no sigo el ejemplo de las personas, en cuanto sus errores del pasado, que también llegaron a corregirse, renunciando a toda impiedad.
Usted siga diciendo lo que mejor le parezca, ya le juzgará el Señor, sí, todos seremos juzgados según nuestras obras. Pero el que trata indiferente al Señor se verá demasiado apurado. Pero yo seguiré recomendando, nunca imponiendo, que es más importante la comunión de rodillas y en la boca, no de pie y en la mano, pues necesitamos romper con nuestros errores del pasado, pues el Señor merece todo nuestro respeto, amor, no indiferencias.
Ya voy terminando. Y puede que lea algunas cosas, pero si comento, no es para ofender, nunca lo hago, aunque suele haber personas no solamente usted, que se siente ofendidas por las cosas que escribo, y eso que ni siquiera les he llegado a mencionar. sé lo que Jesús nos enseña a todos, y obedezco. (Aquí termino con usted.)
* * *
Algunas veces han llegado a decirme: “pero es que quiere que todos piensen como tú, José Luis”. Y yo me sorprendo cada vez, y pienso: --“¿es que no se han dado cuenta de lo que trato es de que estén pendiente de Jesús?”--
Nunca me hago publicidad, mi interés es Cristo Jesús.
Pero sí, queridos hermanos, es mejor arrodillarnos para recibir al Señor, Jesús es Dios, es nuestro Padre, y no le podemos tratar como a nuestros padres terrenales, amaremos al Señor sobre todas las cosas. El demonio no puede someternos cuando nos arrodillamos y con las manos juntas, para recibir a Jesús, porque luchamos contra nuestras indiferencias, no aceptamos la tibieza que nos cierra el Reino de Dios.
La comunión de rodillas y en la boca, nos ayuda a ser más humildes, ya que combatimos contra nuestras malas inclinaciones. La paciencia es fruto de las almas santas.
Siempre nos vamos a encontrar personas tan alejadas del amor de Dios, que se imaginarán que comulgar de pie se mantiene en la misma dignidad que los que lo hacemos con más respeto al Señor, de rodillas y en la boca. Pues no queremos someternos al príncipe de este mundo. Y saldremos ganando, pues el Señor nos ayuda, que si en el pasado hemos comulgado estando de pie, de rodillas y en la boca, Jesús expulsa al diablo de nuestro alrededor, lo aleja de nosotros mismos.
La norma de la Iglesia, para recibir a Jesús, no es que se comulgue indiferente, sino de rodilla, y en la boca. Lo que ciertos pastores modernistas defienden es que se haga en la mano y de pie. Y es porque cuando no hay fe, cuando no se cree en el misterio de la Eucaristía, pues ahí esta los errores.
Si comulgar en la mano de pie, agradase al Señor, no habría apostasía, ni esta pandemia del coronavirus, ni las adversidades climatológica, no habría tantas enfermedades. Pues esto es lo que vemos. No agrada a Dios, la comunión mal hecha, Atrae la Santa Ira de Dios sobre el mundo entero. El maltrato que se hace a Jesucristo todos los días no ayuda a las almas, rompen con la unidad que Cristo quiere.
Jesús no nos ha enseñado que hagamos lo que queramos, sino que debemos negar incluso todos los deseos desordenados.
Ya había comentado anteriormente, que San Juan Pablo II, como Benedicto XVI, había escrito contra los abusos, y de esto no quieren saber los que defienden la comunión de pie y en la mano, lo cual, es que no quieren saber nada de las normas de la Iglesia, y mienten cuando hablan de ello. En realidad, no le interesan las enseñanzas de la Iglesia ni de los Papas, cuando defienden los intereses de Cristo Jesús.
Siempre me ha interesado las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia Católica.
Debemos combatir contra las insidias del maligno, que pretende justificar los numerosos abusos litúrgicos.
En cuanto a cambios, más cambio respecto a los orígenes supone comulgar en la boca y de rodillas, pero eso del cambio no es un argumento q pueda utilizar contra ninguna de las formas actuales de comulgar.
SUS opiniones no son las q validan ni invalidan nada, ni representan al magisterio, ni son infalibles, ni hay por qué hacerles más caso q el q hizo San Pablo a los judaizantes, por jansenistas q se pongan.
En cualquier caso, enterados quedamos de lo que opinan uds. Gracias por darnos SU opinión.
Paz y bien.
Cuando la esquizofrenia domina a cualquier persona, nada, ya se cree que lo que dice es la verdad, pero no dejan de ser una opinión, pues nada hay en el Magisterio que favorezca la Comunión de pie, estos son errores que algunos pastores han sucumbido.
Cuando somos perseverantes, recibiendo a Jesús de rodillas y en la boca, no somos coléricos, ni tenemos la necesidad de mentir a nadie, para defender los intereses de Cristo. Y así, también el Señor nos libra de la esquizofrenía, porque abrimos nuestro corazón a Él.
Existen libros, documentos muy importantes de la Iglesia Católica, de su Magisterio que defienden el modo correcto de recibir a Jesús.
Nuestro enemigo el diablo, está como desesperado, ahora por el "coronavirus", que es lo más terrible, que muchos reciben a Jesús en la mano. Pero el alma que se encomienda al Señor, porque desea recibirlo de rodillas, es el Señor que obra todos los milagros.
Animo a los lectores que lean lo que más arriba he llegado a escribir, con enseñanzas del Papa Benedicto XVI, eso está dentro del Magisterio de la Iglesia.
Más arriba también he comentado que el Papa Pablo VI llegó a lamentarse por aquello de la comunión en la mano, incluso lo llegó a prohibir.
San Pablo VI, llegó a sufrir mucho por las irreverencias, los maltratos que se cometía contra el Señor. Pues fue como algo bastante erróneo, el engaño del "indulto", lo que le arrastró a muchas personas, a endurecer su corazón.
En mis comentarios, no peleo contra persona alguna, aunque deseen permanecer en la oscuridad de su ceguera, sino contra lo que es opuesto a la perfección y santidad. Y para no hacerme culpable, si me hubiera callado por lo poco que sé. Pero es la Iglesia, que siempre está al servicio de Dios, y no puede contradecir la Palabra de Dios, y aprendiendo de la Iglesia, nunca de mis opiniones personales.
Ya me gustaría a mí, que todos se llenasen del Espíritu Santo, pero esto es una decisión personal. El arrodillarnos ante el Señor es una ventaja para ir creciendo en humildad y fe. En el caso contrario, hay demasiadas rabietas, soberbia, engaños.
Pero como había comentado, fíjense más arriba en otros comentarios que he escrito, siempre es progresar en el amor a Dios, arrodillándonos para recibirle.
Yo continuaré escribiendo en mi blog personal para mayor gloria de Dios, y que las almas no se dejen engañar por nuestro enemigo el diablo.
La desaparición/prohibición de la COSTUMBRE LOCAL Y CIRCUNSTANCIAL de comulgar en la mano (en ningún caso una práctica universal en ningún momento de la historia) es un desarrollo coherente, no un cambio.
Las opiniones son eso, opiniones, pero lo que no es admisible es que se tomen como verdades falsedades. A saber:
1-es FALSO que un indulto sobre un abuso permitido esté en igualdad de condiciones con la Tradición común y universal y manifiestamente atestiguada de la Iglesia
2-es FALSO que la comunión en la mano fuese práctica común y universal en la Iglesia en ningún momento de la historia
Por eso, hay opiniones mejor acreditadas que otras.
Y con respecto a san Pablo, pues decía: "examinadlo TODO y quedaos con lo bueno". Y también decía: "todo os está permitido, pero NO TODO te conviene".
Es complicado juzgar la buena o mala fe, la buena o mala formación de los favorecedores y detractores de la comunión en la mano, pero es evidente que aunque la forma abusiva se pueda realizar, y de hecho en países enteros es la única forma (repito el caso de Corea del Sur), este CAMBIO corresponde a circunstancias externas (tolerancia con el abuso, inculturación) etc que de ninguna forma son intrínsecas a la naturaleza del Sacramento. El mismo san Basilio atestiguaba lo excepcional de la comunión en la mano en la Antigüedad y su testimonio es mucho más claro y tiene mucho más peso que los testimonios más ambiguos sobre esta práctica.
San Basilio es ya del siglo IV.
Que los primeros cristianos tras la fracción del pan, lo recibían en la mano, está atestiguado suficientemente en siglos anteriores.
Como San Cirilo, fuera local o no, enseñaba cómo comulgar debidamente en la mano, me parece perfecto que la Iglesia actual nos enseñe cómo comulgar debidamente en la boca o en la mano, para que lo hagamos bien en cualquiera de los dos casos.
Me parece bueno seguir las normas que me han indicado los obispos de mi diócesis y los de otras diócesis en las que he estado a lo largo de mi vida.
Y me parece malo el discurso de personas que ponen sus ideas por delante de las de nuestros pastores y pretenden imponer sus propios criterios a los demás, como vds.
Me parece excelente que nuestro magisterio permita comulgar en la boca o en la mano siempre que se haga correctamente y con las debidas disposiciones.
En momentos como este, además, los que no quieran comulgar en la mano deberían quedarse para el final, o si no, limitarse a una comunión espiritual, porque no tienen derecho a contagiar a nadie y pueden ser portadores sin saberlo. Pero allá vds y su curiosa conciencia.
Despedida cordial.
PS
He eliminado de mi comentario una cita de San Pablo sobre los judaizantes, por si acaso eso era lo que estaba impidiendo que lo publicara el blogger.
Aunque me extraña que, en cambio, deje pasar a otro comentarista insultos que demuestran que no se reconoce en el espejo. Va a ser verdad que algún amigo del blogger se ha olvidado de tomar la "pastillita" esa que nombraba él ayer. ¿A quién me recuerda en sus "argumentos"? Al final todos cortados por un mismo patrón, parece ser. Por sus frutos los conoceréis, dijo Jesús. Pues eso.
Paz y bien.
Como cada domingo, me preparo para irme a la Santa Misa, me gusta llegar antes de tiempo, con casi una hora, esperando a que abriese la puerta. Me la encontré abierta. Me quedé largo rato, allí, delante del sagrario, rezando la liturgia de las Horas y el Santo Rosario.
Llegaron pocas personas, temerosas de que no podría haber misa. Luego el sacerdote, "yo voy a dar la comunión en la mano". Este sacerdote sabía bien que otros domingos me daba la comunión estando de rodillas y en la boca. Y cuando más le hablaba con tranquilidad, yo le dije que iba a ofender a Dios. Pero él se alteraba, alzando la voz, y para que las pocas personas la oyeran, hubo quien se marchó de la iglesia, también me fui yo, porque sea como sea, no se puede recibir a Jesús con el corazón violento, agresivo. Le dije, "rezaré por usted, por su conversión a Cristo". Encontrarnos con sacerdotes así, siempre hemos de responder con serenidad, con paz y caridad, para que Jesús no se aleje de nuestro lado.
Como yo insistía, en querer recibir a Jesús de rodilla y en la boca, yo no estaba en comunión con la Iglesia Católica, prácticamente él me excomulgó con esa palabra, pero no supo reconocerlo, ya que estaba furibundo el pobre.
Amo a la Iglesia Católica, la defiendo con paz y serenidad, amo al Papa Benedicto XVI, a él le debo obediencia desde el primer día de su Pontificado. En una de las catequésis del Papa Benedicto XVI, dedicado a San Jerónimo (2), dice:
«Permanece firmemente adherido a la doctrina de la tradición que te ha sido enseñada, para que puedas exhortar según la sana doctrina y refutar a quienes la contradicen" (Ep. 52, 7). En particular, dado que Jesucristo fundó su Iglesia sobre Pedro, todo cristiano —concluía— debe estar en comunión "con la Cátedra de san Pedro. Yo sé que sobre esta piedra está edificada la Iglesia" (Ep. 15, 2). Por tanto, abiertamente declaraba: Yo estoy con quien esté unido a la Cátedra de san Pedro» (Ep. 16).
En Benedicto XVI descansa la Cátedra de Pedro, y quiero perseverar con amor y respeto.
Luego recorrí la ciudad, buscando alguna iglesia abierta, todas estaban cerradas. Apenas había unas persona paseando por la calle. No había coches, prácticamente los autobuses iban vacío, taxis ninguno.
Y como no era posible ir a alguna iglesia, me fui a la parada de autobús, pero un coche policía se me acercó, y me preguntaba, que es lo que hacía en la calle, le expliqué, que como las iglesias estaban cerradas, ya me quedaba por venir en el autobús a casa. Advirtiéndome, pues, que podría pagar una fuerte suma de multa, si me veía por la calle.
Ruego a Dios que pase este tiempo, pero para eso, necesitamos orar constantemente.
Cuando más leo sobre la comunión en la mano, resulta que es una practica herética, lo enseña sacerdotes instruidos.
Para no pecar contra Dios, necesitamos entonces la Comunión Espiritual.
Tomado de Religión en Libertad:
La comunión espiritual también obra milagros: San Buenaventura, los pies de Cristo, la niña Rosalía
Tres milagros de la comunión espiritual
A veces Dios la premia con el aviso del Sermón de la Montaña (“¿Quién de vosotros, si un hijo le pide pan, le dará una piedra?”) y se obra el milagro de la administración sobrenatural de la Eucaristía.
San Buenaventura, ya agónico, sufría continuos vómitos y no podía soportar la Sagrada Hostia. En el lecho de muerte, pidió tenerla junto al pecho para hacer una última comunión espiritual. Fue entonces cuando, a la vista de los hermanos presentes, un ángel extrajo una partícula del copón y la introdujo en el corazón del moribundo.
Para otros el regalo ha sido aún mayor.
El Jueves Santo de 1250, dos fervorosos franciscanos de Gaeta (Italia) se preparaban para comulgar en los oficios, cuando el superior les envió a limosnear pan. Al regresar al convento, el sacramento ya había sido administrado.
Así que se arrodillaron ante el altar para hacer una comunión espiritual: “La obediencia”, protestaban ante el sagrario, “nos ha privado del consuelo de recibiros; no nos privéis, al menos, de vuestra divina bendición”.
Hubo algo más que eso. A los pocos instantes el mismo Jesús salió del monumento: “Yo soy el Salvador a quien invocáis, he escuchado vuestros deseos y voy a satisfacerlos”. Y les dio de comulgar, además de dejar en el pavimento del altar las huellas de sus pies, todavía hoy objeto de veneración.
O está el caso que refiere el capuchino Fray Ambrosio de Valencina (18591914) sobre una niña, Rosalía, cuya santidad intrigaba a su amiga Conchita.
Un día la sorprendió en su habitación, de rodillas ante el Sagrado Corazón, con el rostro encendido y “como fuera de sí”. “Estoy comulgando”, le dijo, y le explicó que se trataba de “la comunión espiritual, para estar más estrechamente unida con Jesucristo deseando ardientemente recibirle y tenerlo en el corazón”. Rosalía confesó a su amiga que todas las noches se acostaba deseando amanecer en el cielo.
Aquel verano, Rosalía se despertó con el Sol una mañana y consagró el primer instante, como hacía siempre, a su devoción favorita. Su ángel de la guarda, a quien Jesucristo había ordenado llevarla ese día al Paraíso, aprovechó tal ímpetu de amor divino para cumplir el mandato.
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La Comunión Espiritual también tiene maravillosos efectos santificantes, que el alma puede percibir, cuando el corazón no tiene oscuridad por causa del pecado.
Los que no queremos manchar nuestra alma, con comuniones indignas, en que se ha perdido la fe, el respeto al Sacramento de la Eucaristía, que deseamos permanecer muy unidos a Cristo, pues esto es lo que tenemos. Los enemigos de la Eucaristía están esforzándose lo que puede, por los abusos litúrgicos, que tanto han luchado los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, a ellos le obedecemos por amor a Cristo Jesús.
Yo a ejemplo del Papa Benedicto XVI estoy unido con quien esté con la Cátedra de Pedro, nunca desviarme de la doctrina de Cristo Jesús.
¿Qué problema tiene que san Basilio sea del siglo IV?
Los testimonios de (posible) comunión en la mano NO atestiguan un uso universal, sino excepcional y condicional, además de local.
Eso por un lado, por otro lado, san Cirilo NO DICE CÓMO SE DEBE COMULGAR, salvo que alguien considere que debe mojarse los dedos en los labios mojados de vino y con ese mismo vino eucarístico frotarse los ojos, la nariz y los oídos.
Dejémoslo en que la Iglesia permite una forma abusiva de tomar la comunión, forma absolutamente novedosa, nunca vista, y sólo justificada por pura permisión y bondad por parte de la Iglesia hacia abusos establecidos.
Efectivamente, un fiel tiene actualmente, según las disposiciones LOCALES de su obispo la posibilidad de comulgar a la manera consgrada por la Tradición de la Iglesia o de una manera abusiva, aunque permitida.
NO hay más vueltas que darle.
- San Basilio es ya del siglo IV es una frase que va seguida de la aclaración incluso para dummies:
"San Basilio es ya del siglo IV.
Que los primeros cristianos tras la fracción del pan, lo recibían en la mano, está atestiguado suficientemente en siglos anteriores."
O sea que nadie ha dicho nada negativo sobre San Basilio, excepto vd mismo; simplemente explicamos que hubo tres siglos antes que el cuarto, en los que no es cierto que la práctica generalizada fuera la comunión en la boca.
- San Cirilo, local o no, es también del siglo IV, y da unas normas para tomar la comunión en la mano que siguen siendo válidas hoy día, no porque sean del siglo IV, ni porque sean de San Cirilo, sino porque siguen siendo oportunas en el siglo XXI a juicio del magisterio actual.
No veo por qué van a tenerse que asumir también otros detalles de la comunión bajo las dos especies que no vienen al caso. Del siglo IV podemos tomar lo que el magisterio crea conveniente hoy. Del siglo IV y del siglo I y del que sea.
Dejémoslo en que el magisterio rescata una forma de comulgar que existía ya en el siglo I y que no tenía por qué perderse.
El magisterio nos da hoy las instrucciones oportunas respecto a catequesis en cuanto al fondo y a la forma de comulgar, sea en la boca o en la mano.
- Efectivamente, la Iglesia ha dado la norma universal de que los obispos decidan si se puede comulgar de dos maneras, como en los primeros siglos, o solo de una según convenga localmente y casualmente el Espíritu Santo ha decidido que los obispos en todas partes encuentren conveniente que se pueda comulgar tanto en la mano, como en la boca.
-Lo único abusivo aquí es su actitud pretendiendo despreciar una forma legítima, respetuosa y correcta de comulgar.
Una forma, cuya conveniencia se ve hoy más que nunca, aunque yo siempre he tenido en cuenta cuando he estado resfriada para no comulgar en la boca. Vd preferirá contagiar a la gente o no comulgar supongo, pues vd mismo, pero es SU opinión.
Como si vd guarda doce horas de ayuno para no "abusar" de la "dispensa" de guardar solo una hora.
Nos va a dar lo mismo.
No son vds el Magisterio, no son vds nadie para imponer nada, así que PASANDO.
No hay que darle más vueltas.
Da igual que san Basilio sea del siglo IV o del siglo XXII al igual que da igual que lo que dice san Cirilo (supestamente) es una barbaridad. El caso es que aquí tenemos un claro caso ausencia de consenso.
En la ausencia de consenso hay que seguir el testimonio más fiable, que en este caso es el de san Basilio, a años luz de lo que se atribuye a san Cirilo. Probablemnete lo de san Cirilo, si no es una simple costumbre local, es metafórico.
Por lo tanto, nos encontramos ante un caso flagrante de ausencia de consenso entre los Padres y encima ante un testimonio dudosísimo.
Hay un nulo manejo de las fuentes y un nulo conocimiento de cómo la Iglesia actúa ante la Tradición y ante el testimonio de los Padres. Fruto de ello es esta perlita:
"Dejémoslo en que el magisterio rescata una forma de comulgar que existía ya en el siglo I y que no tenía por qué perderse."
Pero el caso es que se ha perdido, y se ha prohibido. Obviamnete para una mentalidad en la que todo puede cambiar y ya está en función de un omnipontente "Magisterio" (cómo si el Magisterio no dependiera de la Tradición y de las decisiones magisteriales anteriores), da igual todo. Da igual, por supuesto, que DE HECHO esa forma local y circunstalcial se perdiese y se prohibiese. A la señora le DA IGUAL, y como a la señora le da igual, el resto nos ponemos por encima del Magisterio.
La costumbre local y circunstancial de comulgar en la mano se perdió y se prohibió porque conviene a la naturaleza del Sacramento que se pierda y que se prohíba conforme la Iglesia adquiere una mayor consciencia
Conclusión: nada que ver con el abuso actual (permitido, sí, pero abuso).
San Basilio, en la carta 93 se refiere PRECISAMENTE a lo mismo: Comunión con el Sacramento conservado en las casas o en las celdas de los monjes.
¿Va quedando claro ya a qué tipo de "Comunión en la mano" se refieren los Padres? Nada que ver con el abuso actual (permitido, pero abuso).
Esto permite entender entonces la aparente discrepancia entre Basilio y Cirilo, sin recurrir a que Basilio desconocía el uso normal de la Comunión Litúrgica en una Iglesia tan importante como Jerusalén.
..........................
La Iglesia permite una novedad absoluta y un abuso: comulgar en la mano. Dado que la Iglesia lo permite, que cada uno haga lo que considere, pero que no se nos diga que esto tiene nada que ver con la Comunión en la Antigüedad o que un abuso permitido está en igualdad con la Tradición ateatiguada y definida, clara y para todos disponible.
Si no existe el consenso entre los Padres, difícilmente se puede seguir el consenso entre los Padres.
En el Evangelio de Nuestro Seńor Jesucristo no se habla del consenso de los Padres, sino de Pedro y de los apóstoles -por tanto de sus sucesores hasta hoy, con capacidad para discernir lo q pide el Espíritu.
El "consenso" entre la Iglesia de Jerusalén y Pablo consistió en la posibilidad de actuar diversamente en las comunidades paulinas. A los judaizantes q se pusieron pesaditos les dijo Pablo q se mutilasen ellos.
Si se va comprendiendo mejor con el tiempo y en el siglo IV no comulgan como en el I, igual en el XXI. Ud no es papa ni obispo ni santo padre de ningún siglo, ni puede imponer su curioso punto de vista por el cual depende de la lengua o de la mano q algo sea abusivo, en vez de depender de la disposición interior y el cumplimiento de las normas recomendadas.
Así q pasando.
En conclusión: el abuso está permitido, ciertamente, y también puede convenir en estos tiempos de peste PERO que no se nos quiera hacer pensar, ni por asomo, que este abuso permitido tiene nada que ver con la comunión de la Antigüedad.
Copio, es largo, pero vale la pena que la gente lea antes de desbarrar:
"7. La Iglesia católica rinde este culto latréutico al sacramento eucarístico, no sólo durante la misa, sino también fuera de su celebración, conservando con la máxima diligencia las hostias consagradas, presentándolas a la solemne veneración de los fieles cristianos, llevándolas en procesión con alegría de la multitud del pueblo cristiano.
De esta veneración tenemos muchos testimonios en los antiguos documentos de la Iglesia. Pues los Pastores de la Iglesia siempre exhortaban solícitamente a los fieles a que conservaran con suma diligencia la Eucaristía que llevaban a su casa. En verdad, el Cuerpo de Cristo debe ser comido y no despreciado por los fieles, amonesta gravemente san Hipólito [61].
Consta que los fieles creían, y con razón, que pecaban, según recuerda Orígenes, cuando, luego de haber recibido [para llevarlo] el Cuerpo del Señor, aun conservándolo con todo cuidado y veneración, se les caía algún fragmento suyo por negligencia [62].
Que los mismos Pastores reprobaban fuertemente cualquier defecto de debida reverencia, lo atestigua Novaciano digno de fe en esto, cuando juzga merecedor de reprobación a quien, saliendo de la celebración dominical y llevando aún consigo, como se suele, la Eucaristía..., lleva el Cuerpo Santo del Señor de acá para allá, corriendo a los espectáculos y no a su casa [63].
Todavía más: san Cirilo de Alejandría rechaza como locura la opinión de quienes sostenían que la Eucaristía no sirve nada para la santificación, cuando se trata de algún residuo de ella guardado para el día siguiente: Pues ni se altera Cristo, dice, ni se muda su sagrado Cuerpo, sino que persevera siempre en él la fuerza, la potencia y la gracia vivificante [64].
Ni se debe olvidar que antiguamente los fieles, ya se encontrasen bajo la violencia de la persecución, ya por amor de la vida monástica viviesen en la soledad, solían alimentarse diariamente con la Eucaristía, tomando la sagrada Comunión aun con sus propias manos, cuando estaba ausente el sacerdote o el diácono [65].
No decimos esto, sin embargo, para que se cambie el modo de custodiar la Eucaristía o de recibir la santa comunión, establecido después por las leyes eclesiásticas y todavía hoy vigente, sino sólo para congratularnos de la única fe de la Iglesia, que permanece siempre la misma."
"“Lo suyo sí que es o evidente mala fe o evidente falta de comprensión lectora. O ambas.”; “incluso para dummies”; “Vd preferirá contagiar a la gente”; “algún amigo del blogger se ha olvidado de tomar la "pastillita" esa”; “los que no quieran comulgar en la mano deberían quedarse para el final, o si no, limitarse a una comunión espiritual, porque no tienen derecho a contagiar a nadie”; “ni hay por qué hacerles más caso q el q hizo San Pablo a los judaizantes, por jansenistas q se pongan.”; “Comulgue vd con pajita”; “Que su fe sea tan débil que solo se pueda expresar de una manera”; “nadie le ha dado esa misión que su ego se atribuye”; “se supone que uno se lava las manos y se cepilla los dientes”;etc."
Según voy aprendiendo, de aquí de allí... pues Pablo VI, se lamentó de ese error grave, que llegó a prohibir la comunión en la mano. Y los hechos históricos deja claro, que la comunión en la mano es una herejía arriana, porque al no creer en la divinidad de Jesús, no se respeta la comunión. He estado leyendo, que cuando San un obispo le daba la comunión de mano, a un fiel cristiano: San Hermenegildo, pues no quiso tomarlo con la mano, pues aquel obispo era un hereje arriano. Por este hecho, San Hermenegildo murió mártir. Mártir de la ortodoxia, estaba realmente convencido que Cristo está ahí, y como no era sacerdote, sino un rey.
Es un testimonio digno de imitar. Incluso el Papa Juan Pablo II, ya también lo había prohibido, como el Santo Padre Benedicto XVI.
Los herejes defienden precisamente este hecho de que se debe recibir en la mano, porque no se busca imitar a los primeros cristianos fieles, sino a aquellos que cayeron en distintas herejías.
Los herejes han conseguido en nuestros tiempos, traspasar el altar, para hacer pecar al pueblo de Dios.
Cosa que me parece perfecta, porque ya he dicho que la comunión en la mano hay una forma correcta de hacerla. Uno de los problemas sería que causara disensión entre dos formas de comulgar, pero ese no es el caso por parte de los que comulgamos en la mano, que no tenemos nada en contra de comulgar en la boca y que además a veces lo alternamos según las circunstancias. Con la misma fe en la Eucaristía, con el mismo amén al Cuerpo de Cristo, con el mismo respeto y el mismo amor.
Son vds los que critican una forma legítima de comulgar y acusan calumniosamente a los que comulgan en la mano de no tener fe o respeto o amor, juzgando desde su propia débil fe que por lo visto se perdería de comulgar en la mano, cualquiera sabe por qué.
Por supuesto si hay abusos, comulgando de la forma que sea, eso no es culpa de la forma concreta de comulgar, sino de quien no haga bien las cosas.
De cualquier forma yo no veo esos abusos, me he puesto a fijarme en como comulga la gente y veo que la gente lo hace según las normas externamente - no puedo juzgar el interior; pero de las personas que conozco puedo decir que su fe y su respeto a la Eucaristía son irreprochables.
De modo que pueden seguir insistiendo en quitar una de las dos formas de comulgar, que otros seguiremos insistiendo en que se pueda comulgar de las dos formas.
Y desde luego en las circunstancias actuales veo muy apropiado que se comulgue en la mano aunque se pueda hacer de las dos formas, porque creo que es irresponsable comulgar en la boca sin poder estar seguro de que no se es un portador del virus.
Pero allá cada cual con su curiosa conciencia, y desde luego si para vds comulgar en la mano les lleva a perder la fe o faltar el respeto a Dios, pues no lo hagan. A mí es que no me disminuye la fe, ni el respeto, ni el amor, lo más mínimo, porque francamente no comprendo esa exaltación de la lengua frente a la mano que carece de explicación.
En cualquier caso es digno de admiración que Dios nos de su propia Vida y tan maravilloso es que Jesús le tocara la lengua al sordomudo como que le tocara los ojos al ciego o la mano a un manco o a un leproso. La humildad debe ser la misma, como el respeto, el agradecimiento etc.
Paz y Bien
La Iglesia no solo lo permite, sino que da unas instrucciones para comulgar correctamente en la mano (inspiradas en las de San Cirilo), como instrucciones hay para hacerlo correctamente en la boca.
Ambas formas es bueno que existan y por eso existen, porque el Espiritu Santo así se lo ha inspirado a los obispos y al pueblo y cumpliendo los requisitos que decía el Papa se viene haciendo con fe respeto y legitimidad avalada por el Magisterio.
La actitud correcta no es la de quien se llama a sí mismo Tradición ateatiguada, curioso lapsus, sino la de respetar ambas formas de comulgar siempre que se haga correctamente. Cada una de ellas tiene su lugar.
Y es abusivo que vds se autonombren como Magisterio de la Iglesia, en vez de dejar su lugar a los sucesores de los apóstoles que son los que nos indican cuáles son las formas correctas de comulgar, los requisitos y las disposiciones adecuadas.
Supongo que si deja repetir lo mismo una y otra vez a los que piensan como vd, igual debería dejar contrarrepetir a los que piensan distinto.
Porque está muy bien que vd por lo visto sienta más devoción de rodillas y en la boca, aunque de hecho vd comulga de pie y de su propia mano, pero resulta que otros tenemos esa devoción igualmente cuando comulgamos de pie y RECIBIMOS en la mano la Eucaristía en vez de recibirla en la lengua.
Es algo q a vds no les entra en la cabeza, según parece, creyendo que todo el mundo es como vds mismos.
No, señora, NO. No diga ustedes, OK?
Yo lo que digo es que es MENTIRA estas cosas:
1.-que la comunión en "la mano" fuera un uso habitual y universal en la Iglesia Antigua
2.-que la comunión en la mano actual tenga nada que ver con el uso REAL de la comunión en la mano en la Iglesia Antigua
3.-que los testimonios de los Padres tengan algo que ver con la comunión en la mano actual
4.-que la comunión en la mano no sea simplemente un abuso permitido por la bondad de la Iglesia
5.-que la comunión en la mano esté en igualdad de condiciones con la Tradición explícita de la Iglesia
6.-que la comunión en la mano sea menos digna: la única forma indigna de recibir la comunión es en pecado mortal o, como los herejes, sin discernir el Cuerpo de Cristo;
comulgar en la mano es un ABUSO PERMITIDO POR LA IGLESIA, no es ni digno ni indigno, es un abuso permitido, no atestiguad o en la Antigüedad y cuyo u
Demuéstralo, o relee Mysterium Fidei a ver lo que dice el Magisterio al respecto.
La diferencia entre la Tradición atestiguada y la fantasía es que una puede demostrarse documentalmente, la otra no.
No hay constancia, en NINGÜN momento de la historia, de una forma de comulgar que sea remotamente parecida al abuso permitido de la actualidad.
Creo haberlo mostrado y demostrado.
Es cierto que san Cirilo era semiarriano y que algo de esto puede haber en su rarísima forma de comulgar. Pero no tengo más información al respecto.
Ahora que leo lo que puso Tulkas, lo que no veo es que lo que él dice en los primeros renglones sea lo que dicen las citas que pone más abajo en las que no mencionan para nada que los primeros cristianos no comulgaran en la mano sino simplemente que además se llevaban la comunión a las casas. Eso es un añadido no una resta.
En todo caso, como yo no estoy en contra de la comunión en la boca, no tengo ganas de seguir esta discusión absurda. Pueden vds hacer lo que crean oportuno, simplemente deberían dejar de calumniar a los demás cuando hacen bien las cosas según el magisterio.
Ahí les dejo, pueden seguir rajando de todo el mundo y autofelicitándose por su supuesta tradicionalidad (selectiva).
El Espíritu Santo y nuestros pastores son los que importan para dejarse guiar por el Magisterio de la Iglesia, vds pueden pensar lo que les parezca.
Sinceramente, les deseo Paz y Bien.
En mi tierra usamos el ustedes mucho y pienso seguir haciéndolo, no veo el problema. En este caso me refiero a todos los que descalifican la comunión en la mano, sin tener por qué hacerlo - preferir pueden preferir lo que quieran.
Yo no he dicho que la comunión en la mano fuera universal, porque eso no se puede probar, pero lo normal es que lo fuera, lo raro es q evolucionara hacia la comunión en la boca. En el peor de los casos existían las dos formas. ¿Y?
No es cierto que la comunión actual no tenga nada que ver con la de entonces, eso lo dirá vd. No hay más que ver la descripción de cómo hay que comulgar que hacen nuestros obispos y la que hace San Cirilo.
Veo que ahora decide atacar ad hominem a San Cirilo declarándole semiarriano.
Total, que todo vale para tener razón. Ante eso le declaro a vd neodocetista por la misma cara que vd tiene y dejo esta conversación absurda.
Sigo deseándole Paz y bien.
Y tengo trabajo telemático que hacer, ciao.
Pero esto resulta que es "UNA SUMA". ¿Una suma a qué, si puede saberse? Una suma a un constructo ideológico y a-histórico que es que los cristianos de la Antigüedad comulgaban dentro de la Liturgia de forma análoga a lo que hoy denominamos "comunón en la mano".
Es decir, si es una suma, es una suma a un CERO, porque no hay ningún testimonio, ni directo ni indirecto, que atestigüe una costumbre de comunión en la Antigüedad que se parezca en nada en absoluto a la actual.
Sí, efectivamente, 1 + 0 es una suma, pero no por eso CERO deja de ser CERO: CERO testimonios antiguos de un tipo de comunión que sea lejanamente similar, o antecedente, o inspiración, o esté a años luz de ese abuso permitido que hoy se denomina comunión en la mano.
Ahora bien, sí está permitido, eso es verdad.
Claro, porque de hecho los primeros CRISTIANOS SÍ COMULGABAN EN LA MANO, si por comulgar en la mano se entiende tomar fragmentos grandes de pan eucarístico para poder comulgar diariamente en su casa sin diácono o presbítero.
Hombre, claro, llevarse a casa el pan eucarístico es comulgar en la mano, claro, ¿cómo si no lo iban a llevar? ¿sobre la cabeza? ¿iban acaso a moder los trocitos en su domicilio?
Venga ya, esto es absurdo.
Acabo de ver la descontextualización que hace Tulkas de mis contestaciones a sus salidas de tono previas.
Contesto adecuadamente a otros q han nombrado antes la pastillita o la enfermedad - aunque es raro que en esta ocasión Tulkas no lo haya hecho porque es su argumento preferido.
Contestaba también a los sarcasmos e ironías del tal Tulkas, manteniendo el decoro.
Y que no se preocupe por mi documentación que he leído todas las referencias que han hecho y por eso critico sus conclusiones.
Despedida cordial
PS
Dedíquese ahora a excomulgar a San Cirilo si le parece, yo tengo que marcharme.
Es imposible que el Magisterio de la Iglesia Santa de Dios lo apruebe, pues meditando los documentos de la Iglesia, están claro.
El Papa Pablo VI, marcaba unas opciones, cuando se tomaba la comunión en la mano, por la violencia de la persecución contra los cristianos; ya por amor a la vida monástica, cuando estuviera ausente el sacerdote o el diácono. Pablo VI no ha querido añadir nuevos modos como el que quiera tomarlo con la mano, lo haga. Pues esto lo digo, porque tengo la encíclica en casa, El Magisterio Pontificio Contemporáneo, los dos tomos, y es de gran riqueza espiritual.
Por lo que es imposible que me invente nada falso, que es al contrario, siempre con la verdad.
Si las catequesis de San Cirilo es de gran valor, que también lo tengo, y es verdad que en una de sus catequesis que habla sobre poner la mano, es porque todavía no había bandeja de la comunión. Pero no estoy seguro, si iba dirigido a monjes. Pero ahora, también el Papa San Juan Pablo II, que la bandeja de la Sagrada Comunión se debe mantener, y que el comulgante nunca por sí mismo debe tomar la Sagrada Comunión:
CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO
Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS
INSTRUCCIÓN REDEMPTIONIS SACRAMENTUM
Sobre algunas cosas que se deben observar o evitar acerca de la Santísima Eucaristía
• [93.] La bandeja para la Comunión de los fieles se debe mantener, para evitar el peligro de que caiga la hostia sagrada o algún fragmento.[180]
• [94.] No está permitido que los fieles tomen la hostia consagrada ni el cáliz sagrado «por sí mismos, ni mucho menos que se lo pasen entre sí de mano en mano».[181] En esta materia, además, debe suprimirse el abuso de que los esposos, en la Misa nupcial, se administren de modo recíproco la sagrada Comunión.
Notas:
[180] Cf. MISSALE ROMANUM, Institutio Generalis, n. 118.
[181] Ibidem, n. 160.
***
Los herejes siempre han rechazado las enseñanzas de la Iglesia, y suelen mentir cuando defiende esa herejía arriana, de tomar la comunión según le convenga, con la mano.
Los sacerdotes como tienen delante de sí, el Misal Romano, saben lo que deben hacer, pero al desobedecer, lo hacen bajo su responsabilidad, y no van a pasar un buen rato ante el Tribunal de Cristo.
La Iglesia Católica precisamente por su humildad, se mantiene fiel al servicio de la Palabra de Dios, como Juan Pablo II y Benedicto XVI.
"Cyril of Jerusalem and Eusebius of Samosata, are both saints in the Roman calendar, though connected with the semi-arian party. Eusebius was the friend of St. Basil, surnamed the Great; and Cyril is still known to us in his perspicuous and eloquent discourses addressed to the Catechumens."
Es muy interesante que Newman define también a Cirilo como "arianizante por necesidad" para mantener la unidad de la Iglesia en comunión jerárquica con un matropolitano arriano o semiarriano.
Sea como fuere ya digo arriba que no sé hasta qué punto el ambiente semiarriano de Cirilo pudo influenciar su más que peculiar forma de administrar las especies del Sacramento.
Perla: "lo normal es que lo fuera, lo raro es q evolucionara hacia la comunión en la boca".
Pues no, no lo era. Quien diga que lo fuera lo tiene que atestiguar, no basta con afirmarlo. Está bien leerse lo que le invitan a uno a leer, pero mejor está saber primero de qué se está hablando y segundo entender adecuadamente lo que se lee.
También es raro que Dios mismo tomara carne humana de una mujer hebrea y sin embargo así fue. Al hablar de historia no importa lo raro o no raro que algo pueda parecer a la mentalidad moderna, lo que importa es el hecho en sí, y a partir del hecho en sí sacar consecuencias lógicas oportunas.
¿Qué significa que la evolución a la comunión en la boca sea "raro"? ¿Qué significa que la prohibición de la comunión en la mano sea "raro"? No es raro porque otras formas de comunión eran puramente circunstanciales, desligadas de la Liturgia y absolutamente diferentes a la práctica actual de la comunión en la mano (ABUSO PERMITIDO, no se nos olvide). A quien le parezca "raro" es por alguna de estas razones:
1.-o no comprende la naturaleza del Sacramento
2.-o no comprende la naturaleza de la Liturgia (lo más probable en el caso de sofía), porque la Liturgia es para EXPRESAR la Fe de la Iglesia; la Liturgia no es para que uno se regodee en su propia percepción interior de piedad (en cuyo caso da igual lo que se haga siempre y cuando esté "permitido"),NO, la Liturgia es para EXPRESAR LA FE y por eso fue conveniente que desapareciera y se prohibiera la práctica circunstancial y local de comulgar con la propia mano.
Yo nunca le he dicho que tenga usted una enfermedad psiquiátrica. Lo que le he dicho es que tiene un desequilibrio emocional de algún tipo, lo cual es evidentemente manifiesto leyendo sus comentarios, el tono, la fijación obsesiva con algunos comentaristas, su participación compulsiva, etc.
Y esa opinión la mantengo.
-Su autodiagnóstico se lo puede quedar vd, Tulkas, en vez de pretender endosármelo. En su mismo comentario muestra su desequilibrio, porque hace falta estar mal del coco para utilizar ese tipo de "argumentación."
- Mi tono es el que se corresponde para mantener el decoro. Aunque vd descontextualice mis respuestas, se puede comprobar que no soy yo la que saco pastillitas ni enfermedades a relucir ni la que ataca ad hominem a nadie precisamente.
- No tengo ninguna fijación con ningún comentarista, en todo caso será al contrario, pues vd ha ido persiguiéndome de blog en blog, incluso metiéndose en muchas ocasiones en conversaciones que no iban con vd para decir cosas tan hipócritas, falsas, cínicas y absurdas como las de su comentario de las 7:22.
-Pero eso no me va a impedir contestar como corresponde y desde luego no voy a dejar de participar porque vd sea un cínico maleducado que disfraza sus obsesiones con un barniz seudocultural. Ese es su problema.
-No se preocupe, que aunque su participación sea compulsiva, la mía no lo es. Si he escrito muchos comentarios, también los ha escrito vd, en su caso con compulsión según deja entrever. Yo simplemente contesto a lo que me parece adecuado contestar.
-Supongo que está acostumbrado a acallar comentaristas con ese comportamiento de matón de barrio disfrazado de boy scout, pero no va a funcionar en mi caso.
Seguiré hablando de lo que crea oportuno y si vd obsesivamente y compulsivamente se refiere a algo de lo que yo he comentado, volveré a contestar adecuadamente siempre que tenga tiempo y ganas.
Le deseo mucha salud y que no se olvide su pastillita, que rebosa bilis.
-Sobre San Cirilo: abandonó también a los semiarrianos y se unió a la doctrina ortodoxa de Nicea, por eso fue desterrado cinco veces bajo los emperadores Constantino y Valente.
De modo que atacar ad hominem a este santo no sirve de nada para invalidar ningún modo legítimo de comulgar, me temo.
- En todo caso tendrá que demostrar que no era lo normal comulgar en la mano los primeros siglos, quien piense que no lo era.
Eso de que se lo llevaban a su casa en la mano pero luego no comulgaban en la mano es de lo más curioso. Que presente pruebas.
Yo no digo que lo raro no se pueda dar, sino que tendrá que probarlo, porque de lo que no hay constancia es de que comulgaran recibiéndolo en la boca en vez de en la mano.
-Insisto en que yo no he hablado en ningún momento de "tomar con la mano" sino de RECIBIR en la mano.
- Por supuesto que la liturgia es expresión de la fe y que hay que tener en cuenta la naturaleza del sacramento.
En todas estas cuestiones yo remito al Magisterio de la Iglesia. A la catequesis de la Iglesia sobe la Eucaristía, al significado del Sacramento, a los modos en que nos enseña el Magisterio que son adecuados para recibir la Eucaristía.
Y lo que diga cualquier individuo, por mucho que se dedique al estudio obsesivo de todo aquello que pueda confirmar sus prejuicios previos y que se dedique a la repetición compulsiva de esas ideas y al ataque personal a quien no las comparta, pues me tiene sin cuidado.
Cuando alguien expone adecuadamente y educadamente sus ideas sobre estas cuestiones, aunque no las comparta las respeto, las tengo en consideración, aunque en último término me importa lo que diga el Magisterio.
Pero cuando se utilizan estos métodos que hemos visto aquí, cada vez me convencen menos: por sus frutos los conoceréis.
Cualquier cosa que escriba en defensa de la herejía de la comunión en la mano, a los ojos de Dios no tiene validez.
El maligno por mucho que insista, no tiene razón, ni los herejes.
¡Ay, Dios mío, cuánta ceguera!
Saludos, p. Javier.
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