Las Cruzadas. ¡Hasta los Santos en Las Cruzadas! – Video (4-4)

Muy bien Padre Javier Olivera Ravasi . la Iglesia de nuestros días debe ser mas agresiva y menos tolerante con los enemigos de Jesucristo ,que pretenden pervertir la Fe Verdadera ,relajando la moral y adaptándose al modernismo reinante, por medio de la ideología de Género y demás artimañas de Satanás.

Por ejemplo, para congraciarse con una gran potencia mundial como es la República Popular China, no se puede decir , qué
el marxismo es quien mejor aplica la
Doctrina Social de la Iglesia y el Evangelio de Jesucristo. Tampoco se puede ser tolerante con el aborto o con la homosexualidad ,por muy de moda qué la esté el la actualidad.

Hay que ser más intolerantes con los que pretenden pervertir el Depósito de la Fe y la Sana Doctrina. Hay que estar dispuestos a pagar el precio de nadar contra corriente en medio de un mundo dominado por Satanás, puesto temporalmente en libertad,después del Milenio Preliminar.

Padre Javier ,qué Dios lo colme de bendiciones ,por trabajar estudiando la Historia ,y después compartirla con los demás .

Las viejas glorias del pasado, las mejores epopeyas como las Cruzadas o la Conquista y Evangelización de América, sólo se recuerdan para escarnio y humillación de sus mejores protagonistas. La verdad parece haber sido sepultada, lo que ayer se defendía con pasión, hoy ha sido condenado, y lo que estaba condenado, ha sido consagrado por ley. El vicio es una virtud, y la virtud, masoquismo. No sólo los enemigos de Dios piensan así, porque en vez de enarbolar la bandera de aquellas viejas glorias la Iglesia se la pasa pidiendo perdón, perdón por las Cruzadas, perdón por la Inquisición, perdón a los judíos, a los indios, a los gitanos, a los homosexuales, perdón por no haber pedido antes perdón... ¿Pero quién alguna vez le pidió perdón a la Iglesia, empezando por el mayor de los crímenes de la historia, el deicidio de Nuestro Señor Jesucristo? Nadie, nunca nadie pidió perdón a la Iglesia, que es pedir perdón a Cristo Dios. Aún así, en Roma no se cansan de pedir perdón. Pero claro, si en la Iglesia ya muchos no creen ni en el infierno ¿cómo van a creer en la gesta de las Cruzadas si junto con la espada hasta el proselitismo han condenado? Si el temor de Dios es el miedo a condenarse, la mejor prueba de la apostasía debe ser la pérdida del temor de Dios. ¡Y debe ser así nomás, porque en Roma son legión los que se ríen del infierno...!