Si regulan lo que dices, regulan lo que piensas
Aunque parezca mentira, es así nomás: si regulan lo que dices, deciden lo que piensas…
Es que el lenguaje moderno, políticamente correcto, no sólo es contrario a la parresía (esa virtud olvidada que regula el miedo a decir la verdad por temor al qué dirán o a la persecución) sino también contrario al mismo intelecto, hecho para adecuarse a la realidad tal-como-es.
Los que realmente manejan el mundo son extremadamente cuidadosos al momento de dirigir el pensamiento del rebaño global: palabras, frases, gestos y conceptos que, tarde o temprano, terminan condicionando nuestro modo de pensar.
Porque de nuevo: si regulan lo que dices, regulan lo que piensas.
- Si estamos obligados a decir “interrupción voluntaria del embarazo” en vez de “aborto", tarde o temprano, terminaremos pensando que en vez de un asesinato, hubo una decisión libre y sopesada para “frenar” una gestación en curso.
- Si repetimos como loros que “no hay que discriminar", a la larga o a la corta creeremos que toda opinión, conducta o expresión, tienen el mismo valor, sea la de Sócrates, Maradona o de Nerón.
- Si debemos llamar “señor banquero” a un miserable usurero, terminaremos creyendo que es lo mismo un florero que un estercolero.
Porque es así nomás…: si regulan lo que dices, regulan lo que piensas…
Venga un vídeo que, quizás, nos haga pensar, del Dr. Jordan Peterson, destacado psicólogo canadiense, especialista en el estudio de la psicología anormal y social.
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi, SE
4 comentarios
Me parece que vi en un vídeo del último; sobre los del "Experimento de Asch". Cuántas veces no habré caído en ello; hasta que, -A Dios gracias-; voy topando con trabajos como los de Ustedes.
D. Pablo, dice, como hacia los 15 años, cayó en sus manos un pequeño trabajo de Santo Tomás; en concreto: LAS OBJECIONES. Le costó mucho desentrañarlo; y eso que era un gran lector. ¿Tiene Usted algún trabajo sobre ello?
Gracias.
Por eso el cuidado del manejo de las palabras, no cayendo en aquello que quieren que digas es sumamente importante. Yo por ejemplo nunca digo " interrupción del embarazo" ni "valores". Estén de moda o no las virtudes yo sigo hablando de ellas porque son inteligibles desde Aristóteles y en cambio los llamados "valores" son palabras vacías que se usan sin que nadie haya intentado pensar sobre ellos.
Si me pongo a pensar en el agradecimiento o en la paciencia hay materia para ello, por deducción puedo encontrar muchos ejemplo; si me pongo a pensar en la solidaridad solo topo con una manada de lobos que cazan juntos, un sindicato o un grupo de mafiosos, pero una persona sola que es solidaria con un concepto no es solidaria con nadie.
Tado debe ser analizado o, de lo contrario, nos encontraremos diciendo tonterías que ni siquiera son nuestras.
Con respecto a que las personas con problemas tienen que hablar y no ser diagnosticadas por meros síntomas no es el primer psiquiatra que sostiene esa opinión. Por lo visto ahora la asociación psiquiátrica del NOM tiene un libro gordo donde aparece una sintomatología y, a partir de ella se hacen los diagnósticos. Hay un libro escrito por dos psiquiatras españoles "Manuela de Psicopatología" de Laura Martin-Fernando Colina, que protestan por lo mismo.
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