Virgen Inmaculada y humanidad maculada. Las consecuencias del pecado original. Sermón

Muy exactas y claras sus palabras, Padre Javier. Como usted lo dice, y lo ilustra con la imagen, María pisó la cabeza de la serpiente al dar su Sí, el Fiat de la Encarnación. Ahora falta que destruya definitivamente y de modo absoluto el poder del demonio, para lo cual Dios le ha otorgado la misión de hacerlo efectivo. Pero el demonio usa su astucia y su poder para demorar en lo posible su derrota infligida por la Mujer Vestida de Sol. Así, no se recurre a la Virgen para solicitar su auxilio omnipotente concedido por Cristo ante los males graves que aquejan a la Iglesia y al mundo. Se clama porque nos hundimos, se pide a Dios que intervenga, que venga pronto el Señor, pero evitamos manifiestamente dirigirnos a María como a quien tiene el poder de hacerlo. Cristo ha decidido obrar por medio de Su Madre para mayor humillación de satanás que confundió a Eva, y será vencido por la Mujer. En la medida que esto no se entienda le hacemos el juego al enemigo, porque estamos rebelándonos al designio de Dios. Debemos humildemente apelar a María, si queremos participar con Ella del triunfo de Su Corazón Inmaculado en el mundo, que será pese a quien pese, el único camino posible para terminar con la hecatombe actual.

Estimado Padre, una vez leyendo un libro vi la siguiente pregunta:

Si se ofrece una misa por un difunto pensando que está gozando en el cielo pero que en realidad está condenado, ¿el dolor en el infierno disminuye?

Muchas gracias de antemano por su respuesta.
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No; ya no. En el infierno no se puede ya merecer ni para sí ni para otro.