"No hay curas homosexuales. Hay homosexuales curas". La pedofilia homosexual en la Iglesia. Sermón

Para oír el sermón, hacer clic AQUÍ

Durante el siglo VI, los bárbaros comenzaron a ingresar en la Iglesia, con sus bondades y sus vicios. El ite et docete se estaba dando; faltaba acristianarlos y hacer que el Evangelio empapara la vida de los hombres.

Durante el siglo X, llamado el siglo de hierro, las costumbres en la Iglesia se habían vuelto insostenibles en ciertos ambientes, incluso en el propio clero. Fue entonces cuando un hombre extraordinario, originario de Ravena, Italia, surgió como una luminaria feroz: San Pedro Damián, monje benedictino que llegó a ser cardenal de la Iglesia y martillo de herejes.

Por entonces, decía:

“Ha arraigado entre nosotros cierto vicio sumamente asqueroso y repugnante. Si no se lo extirpa cuanto antes con mano dura, está claro que la espada de la cólera divina asestará sus golpes, de un momento a otro, para la perdición de muchos (…). El pecado contra natura repta como un cangrejo hasta alcanzar a los sacerdotes[1].

 

La Iglesia necesitaba de una reforma. Y así lo hizo; con el tiempo, San Pedro Damián se convirtió incluso en doctor de la Iglesia.

 

*    *    *

 

Pero analicemos ahora brevemente lo que pasa en la actualidad.

En los últimos años y como una oleada devastadora que ahora sale de nuevo a la luz, varios casos de abusos sexuales han surgido entre los sacerdotes católicos. Y, con toda verdad, hay que denunciarlos y repudiar este pus de la Iglesia, sin negar la realidad.

Pero también, para mantenernos firmes y dignos, es necesario recordar ciertas  verdades que, por ser política o eclesialmente incorrectas, simplemente no se dicen.

Brevitatis causae enunciaremos sólo tres de ellas.

 

1) La homosexualidad ¿es una enfermedad o una perversión?

Si alguien dijese hoy que la sodomía es una enfermedad, sería rápidamente lapidado por la inquisición “progre”. El mismo Catecismo hace una salvedad a tratar de ella; sin embargo, hasta hace pocos años, el Manual de Diagnóstico de los trastornos mentales (algo así como la “biblia” de los psiquiatras) la tenía entre las “enfermedades mentales”; fue recién luego de 1973 que, por la presión del lobby gay, la Asociación Psiquiátrica Americana la reclasificó como un “trastorno”: la disforia de género.

Esta verdad hoy “pasada de moda”, hace apenas unos días salió de la boca del mismísimo Francisco en una de esas entrevistas aéreas que gusta dar. Tan eclesialmente incorrecta fue la frase que el obispo de Roma fue censurado por la Oficina de prensa del Vaticano en su publicación oficial escrita…

Es que, hay verdades y verdades…

Pero, ¿qué dice la Biblia sobre el tema? Veamos sólo tres citas:

(Lev 18,22): “No te acuestes con un hombre como si te acostaras con una mujer. Eso es un acto infame”. 

(Rm 1,26-27): “Por eso, Dios los ha abandonado a pasiones vergonzosas. Incluso sus mujeres han cambiado las relaciones naturales por las que van contra naturaleza; y, de la misma manera, los hombres han dejado sus relaciones naturales con la mujer y arden en malos deseos los unos por los otros. Hombres con hombres cometen actos vergonzosos y sufren en su propio cuerpo el castigo de su perversión”.

(1 Cor 6,9-10): “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios”.

Muy bien… pero entonces… ¿En qué quedamos? ¿Es una enfermedad o es una perversión? Una vez le preguntaron esto a un político argentino quien, en otras épocas, respondió

- “Si es una enfermedad, hay que curarla y si una perversión, hay que erradicarla”.

“Ahora… -dirá alguno- ¿qué tiene que ver todo esto con la pedofilia?”.

Pues acá vamos a la segunda verdad olvidada o silenciada.

 

2) La inmensa mayoría de los abusos sexuales de menores han sido abusos homosexuales

Sí; así de claro. Las estadísticas –incluso las últimas de USA– lo confirman. Los abusos sexuales cometidos por parte de algunos sacerdotes católicos, fueron abusos sodomíticos.

Es decir, y para ser claros: no hay sacerdotes homosexuales, sino homosexuales que “trabajan” de sacerdotes. Para que esta gente llegase al sacerdocio, debió de existir una pésima selección de los candidatos, pasando por alto las cuatro idoneidades el Código de Derecho Canónico ha exigido siempre para los candidatos a las órdenes sagradas: la idoneidad física, psíquica, moral e intelectual…

Y en muchos casos, huelga decirlo, hubo una selección o promoción al revés…

Esto viene desde hace décadas, cosa que nos lleva a declarar la tercera verdad silenciada.

 

3) Hay una extraña relación entre los abusos litúrgico/doctrinales y los abusos sexuales

No queremos decir con esto –valga la aclaración de entrada– que sólo se han dado los casos en ambientes “progresistas”. No. La realidad siempre manda y el caso Maciel y los Legionarios de Cristo, Karadima y El Bosque, y Buela, con el Instituto del Verbo Encarnado, demuestran lo contrario, como escribimos al redactar Los “abusos sexuales de los buenos”. Es decir: la sodomía no es exclusiva de los “progres”, pero hay, sí, una relación entre progresismo y abuso homosexual. Veamos.

La Iglesia siempre ha sido enormemente delicada en el trato que sus ministros deben tener con el prójimo, varón o mujer; y esto no por jansenista, sino porque sabe que en el hombre (en todo hombre) el pecado original ha dejado marcas. Esta es la razón –entre otras– por la cual existían rejillas en los antiguos confesionarios.

En la vida del genial San Juan Bosco, patrono de la juventud, se lee:

«Con sus mismos alumnos, que tanto le querían y a quienes él correspondía con amor paterno, mantenía siempre un aspecto reservado y digno y nunca se permitió zalamerías de ningún género como besarlos o abrazarlos. A lo sumo, para demostrarles su satisfacción por la buena conducta, ponía un instante su mano sobre el hombro o sobre la cabeza o golpeaba ligeramente su mejilla, acompañando siempre esta caricia con un oportuno consejo (…). Formaba a los clérigos asistentes semejantes a él. Les llamaba la atención si advertía que tenían demasiada familiaridad con los alumnos. No permitía que los asieran de la mano, que los dejaran entrar en sus celdas, ni que anduvieran en los dormitorios entre cama y cama, salvo el caso de grave necesidad. Quería que todo entretenimiento o conversación se tuviera en presencia de todos, y bajo ningún pretexto en lugares apartados. Les advertía que en sus gestos, escritos y palabras no hubiese nada que, ni de lejos, ofreciera dudas sobre su virtud”[2].

Es decir: siempre la Iglesia intentó ser extremadamente cuidadosa. La pregunta entonces es obligada ¿cómo pudo ser que tantos hombres de Dios (obispos o cardenales incluidos) hayan caído en el pecado nefando en los últimos años? Quizás podamos arriesgar una respuesta y es esta.

Antiguamente, el sacerdote era un hombre consagrado al sobrio y estricto servicio del altar. Con los vertiginosos cambios del mundo moderno y la nueva liturgia que se impuso de modo abrupta a inorgánicamente luego del Concilio Vaticano II, el sacerdote no tardó en convertirse, poco a poco, en el centro de la “asamblea” y su anfitrión mayor (la misma postura de mirar al pueblo en vez de mirar a Dios en la Santa Misa, ya dice mucho).

Despojado muchas veces de las rúbricas litúrgicas y librado a la libertad de la predicación sin sanciones concretas, los abusos doctrinales y las innovaciones en las misas, llegaron a convertirse en hábitos, es decir, en algo-que-se-tiene-como-propio. Y acá va la pregunta: si no se respetaban las cosas divinas, ¿por qué deberían respetarse las terrenales? Hay quienes llegan incluso más lejos diciendo: “los abusos sexuales cometidos por clérigos están relacionados con los abusos litúrgicos, y la perversión sexual es reflejo de la perversión litúrgica”.

No lo sabemos con certeza. Lo cierto es que, el planteo no resulta irracional. Los abusos perpetrados contra la liturgia y los sacramentos son de los mayores delitos que se pueda cometer contra Dios. Si lo más grande y más santo que existe no merece la máxima veneración, ¿cómo va a serlo nuestro prójimo?

“Si no somos capaces de tratar con respeto el Cuerpo de Nuestro Señor y Salvador, ¿cómo vamos a respetar el cuerpo del prójimo? (…). Cuando la Misa se echa a perder, todo lo demás se estropea también (…). No es casual que el papa (Benedicto) que se está encargando de limpiar la Iglesia de abusos esté también empeñado en limpiar la liturgia. Si no somos capaces de respetar a Dios, no nos respetaremos unos a otros”[3].

*    *    *

 

Hasta aquí entonces las reflexiones.

¿Qué hacer ante todo esto?

  1. De nuestra parte, penitencia, oración y reparación; sabiendo que, desde el principio, el trigo y la cizaña están mezclados aquí abajo.
  2. Saber que, con esto, aunque se ha exagerado hasta el cansancio para afear el rostro de la Esposa de Cristo, hay casos probados y ciertos que debemos rechazar con todas nuestras fuerzas, condenándolos sin justificativos; éste será un signo de credibilidad.
  3. Promover una verdadera reforma de la Iglesia, desde la verdad y la castidad, sin puritanismos ni laxismos.

 

Si todo esto es una gran purificación de la Iglesia, entonces pasará.

Y si es un signo del fin de los tiempos, a levantar las cabezas, que está pronta nuestra liberación.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi

[1] San Pedro Damián, Tratados (Vol II), Tratado VII: Liber gomorrhianus, traducción y notas de José-Fernando Rey Ballesteros, edición Kindle 2017, 20.

[2] Jean Baptiste Lemoyne, Memorias biográficas.

[3] https://adelantelafe.com/la-relacion-entre-los-abusos-liturgicos-y-los-abusos-de-menores/

 

 


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29 comentarios

  
Luis López
Mi humilde opinión como católico.

Sería necesaria una reforma que rehaga de nuevo el camino transitado tras el Concilio Vaticano II (calificado como una verdadera revolución francesa por cardenal francés) Por encima de todo ser honestos, y admitir el fracaso sin paliativos de éste, que ha contribuido:

1º.- A destruir de facto la unidad católica (hoy los mismos católicos, desde el Papa hasta el último bautizado, hablamos idiomas distintos acerca de nuestras creencias comunes en materia de fe y moral. Que alguien, tras visitar cualquier parroquia, se atreva a negarme esto.

2º.- Y al triunfo de la laicidad más agresiva, sin que le hayamos presentado batalla alguna; es más habiéndola directamente facilitado. Por nuestra incomparecencia -avergonzándonos de la realeza de Cristo sobre TODO, incluido las realidades temporales- hemos abierto una autopista al demonio para que se implante en el mundo, y ahora a ver cómo lo podemos sacar. .

En fin, salvar lo bueno que de este Concilio se pueda, volver a ponerse las armas -de verdad- para luchar contra un mundo más abiertamente diabólico que nunca, y dejarse de componendas. Decir la verdad aunque duela. Y salvando la caridad hacia el prójimo, mandar a la basura cualquier atisbo de misericordia ante el mal y ante el error.

Sé que es una utopía porque nadie quiere admitir que hemos llegado a este punto precisamente a causa de un Concilio en principio tan ilusionante. Pero es necesario que, como Jeremías, digamos alto la verdad. Aunque como a él nos metan en un pozo.
03/09/18 11:33 AM
  
Forestier
Pyues yo digo, después de años de información: La tendencia y práctica homosexual, es uno de los más graves trastornos psicológicos que puede sufrir el ser humano.
En cuanto a un fragmento de la frase: "No hay sacerdotes homosexuales, sino homosexuales que “trabajan” de sacerdotes", la completaría diciendo: "lo que hay son personas que como tales tiene esta dignidad, y algunas de ellas, de lás más variadas profesiones, incluso de algunos pocos sacerdotes, tienen tendencias homosexuales, que en la mayoría de casos, con una adecuada terapéutica, se pueden superar. No deberíamos sustantivar el adjetivo homosexual, por que el sustantivo, para poner las cosas en su sitio es el de "persona": por tanto, nada de homoxesual, vago, laborioso, metiroso... sino persona que es vaga, homosexual, mentirosa, etc.
03/09/18 12:00 PM
  
Luisfer
Padre J.
El planteamiento puede ser parte de una totalidad pero no se ajusta a todos los casos y circunstancias. Probablemente, esta es una de las épocas en las que menos abusos se hayan producido por parte de sacerdotes por una sencilla razón: Hay más control y la información lo detecta mucho antes, es decir, existen mecanismos de control.
Me explico, abusos y actos homosexuales puntuales ha habido siempre, cuanto más en ambientes donde es precisa la castidad, bien voluntaria como ocurre en ambientes eclesiales, bien forzada como puede ser cárceles o situaciones prolongadas de aislamiento en el ejército, internados, guerras...etc.
Un repaso a la literatura española nos muestra que ya en el siglo de oro e incluso en la poesía medieval se habla de clérigos muy corruptos y mujeriegos cuando no jugadores. Algunos de ellos escritores como el propio Góngora. Una lectura de la poesía satírica de Quevedo ilustraría esto que digo. Se podría hablar de la Regenta y de más ejemplos donde se muestra que la castidad a veces no fue respetada por los sacerdotes.
Esto nos lleva a pensar que la situación no ha cambiado demasiado en cuanto a las tendencias del hombre, lo que es diferente es que ahora se descubren más cosas que antes. En el caso de los abusos, todos conocemos casos de sacerdotes que se enviaron a otras parroquias para evitar problemas. Por lo tanto, en conclusión no puede relacionarse de forma tajante con abusos litúrgicos ni mucho menos culpar al concilio. Puesto que desde siempre ha existido este tema y por supuesto ahora la tolerancia va o debe ser cero, hay que filtrar de forma severa las personas que entran en la Iglesia como sacerdotes. Y añadiría un control extremo en las congregaciones tanto a nivel espiritual como profesional. Es necesario además tener siempre buenos ejemplos de personas fuertes, resistentes, que arrastren hacia el orden y el bien. Es sabido que el mal ejemplo es más contagioso que la peste y habría que mostrar espejos positivos de sacerdotes intachables para no desviarse lo más mínimo.
Mi impresión es que el problema no es la homosexualidad (que quizás también lo sea en parte) sino la vida en celibato. La aceptación de esta forma de vida requiere apoyo moral pero también práctico para que el sacerdote no ceda a las tentaciones que a buen seguro se le van a presentar.
Hasta que no se vea el total y no sólo la parte creo que no se va a solucionar el problema de los abusos desde sus raíces.

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1) Soy un enamorado de la poesía satírica de Quevedo desde mi juventud. Me conozco algunas de sus poesías de memoria porque es quien ha hecho carne el "castigan ridendo mores" de los romanos. Un genio.
2) Es cierto que, los abusos o la homosexualidad existió siempre en la Iglesia (ya lo dije en mi sermón en palabras de San Pedro Damián); el problema está en que, mientras antes se la castigaba ahora se la intenta promover y hasta realizar "cleros pride"... Y esto es algo nuevo.
3) Sobre eso de que una vida de celibato lleva a los abusos homosexuales no voy a ponerme a refutar algo así acá; es un tema más que trillado y sería indigno de mis lectores a quienes considero bastante instruidos (uno cuando está a dieta tiene hambre de comida, no de un enema; y no sigo...)
Dios lo guarde. PJOR

03/09/18 12:31 PM
  
Pedro
Entonces D.Javier,
Es enfermedad y/o perversión??
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¡¡¡Virtud, hombre virtud!!! "¿Quién es ud. para juzgar?". Vamos: que mi libertad es limitada, máxime en un portal europeo. PJOR
03/09/18 1:13 PM
  
Ricardo de Argentina
Me parece Padre, que la pregunta que planteó le quedó sin responder. Intentaré hacerlo, basándome en lo que usted mismo aporta:
LA HOMOSEXUALIDAD ES UNA PERVERSIÓN QUE, EJERCIDA SOBRE NIÑOS, LOS ENFERMA. Además de pervertirlos.

Cuendo a finales del siglo pasado se consideró a la homosexualidad solamente como una "enfermedad", SE COMETIÓ UNA TERRIBLE HIPOCRESÍA, porque si bien resultaban enfermas muchas de las víctimas de los abusos homosexuales, los pervertidos que los sodomizaban no eran enfermos sino graves pecadores, y a ellos no se los denunciaba sino al contrario, SE PROMOVÍA ABIERTAMENTE LA HOMOSEXUALIDAD, en consonancia con la agenda revolucionaria.

En la siguiente etapa revolucionaria en la que nos encontramos, se intenta cohonestar la enfermedad -que podríamos llamar "síndrome del sodomizado"-, impidiendo su cura. Y tanto se pretende negarla que ni nombre se le ha puesto, sino que se la alude equívocamente como "tendencia homosexual".
Al mismo tiempo se pretende cohonestar también la perversión homosexual a través de la imposición del "orgullo gay".
Y enfocando todas las luminarias mediáticas tendenciosamente y en exclusiva sobre los casos de perversión eclesial, se pretende hacer creer que la Iglesia Católica es un nido de homosexuales.

Satán la hace completita, ¿verdad?

03/09/18 1:22 PM
  
Luisfer
Padre J.
Nada más que puntualizar que no he querido decir que celibato lleve a abusos homosexuales sino que puede derivar en pecados carnales por presión puramente hormonal. La naturaleza de dichos actos será unas veces una, otras veces otra.
Saludos.
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Entendido. No hay nada que la gracia y una vida conforme a la virtud pueda superar, además de la devoción a María Santísima, que por algo le llamamos la "Virgen". Dios lo guarde. PJOR
03/09/18 2:35 PM
  
claudio
Has dado en el centro del blanco, hay homosexuales sacerdotes, es lo que primero describe y luego prohibe la Instrucción de 2005 sobre las ordenaciones.
"A la luz de tales enseñanzas este Dicasterio, de acuerdo con la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cree necesario afirmar con claridad que la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir al Seminario y a las Órdenes Sagradas a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostienen la así llamada cultura gay".
Aclara también la Instrucción que "Respecto a los actos enseña que en la Sagrada Escritura éstos son presentados como pecados graves. La Tradición los ha considerado siempre intrínsecamente inmorales y contrarios a la ley natural. Por tanto, no pueden aprobarse en ningún caso.
Por lo que se refiere a las tendencias homosexuales profundamente arraigadas, que se encuentran en un cierto número de hombres y mujeres, son también éstas objetivamente desordenadas y con frecuencia constituyen, también para ellos, una prueba".
03/09/18 2:37 PM
  
Cipriano. Venezuela
A mi modo de ver, plantear el asunto como enfermedad o perversión es un falso dilema pues son (o pueden ser) ambas cosas.

Enfermedad, si seguimos el patrón establecido por el "Manual de Diagnóstico de los trastornos mentales (la “biblia” de los psiquiatras) aunque posteriormente haya sido borrado por presiones del lobby gay. Pues ésto último no invalida lo ya acreditado, a menos que justifiquen el cambio dentro de la Ciencia. Y aquí entra entonces las orientaciones del Catecismo (numerales 2357-2359), así, el homosexual que no encuentra explicación a su orientación sexual hacia personas del mismo sexo debe, si es verdadero cristiano, guardar la castidad. Ésto se corresponde en la práctica con lo que hoy enseña una persona que antes era homosexual me refiero, por ejemplo, a Richard Cohen.

Perversión, si obviando lo que dice la Biblia (citas traída por el padre Olivera) el Catecismo (numerales ya señalados) o el mismo sentido común, la persona que tiene tendencia homosexual, o los buscadores de "nuevas sensaciones" (que esto también hay) se da al desenfreno y la satisfacción de sus instintos sexuales contranatura.
03/09/18 2:50 PM
  
Rosita
"El ingrato escribe el bien en el agua y el mal en la piedra". A quien pueda entender, que entienda.
03/09/18 4:27 PM
  
maru
Personalmente , creo lo que vd. cita. Si.no se respeta lo.divino, no se va a respetar lo terreno, más claro, imposible. Por qué , en la liturgia cada sacerdote hace lo que le da la gana?, si ya hay quien no se arrodilla.ni.hace genuflexión en la consagración,; ésto, solo puede ser porque no creen que tengan al cuerpo sacramentado de Cristo en sus manos y si no creen.... cualquier cosa u acto puede pasar. En cuanto a lo que muchos dicen del celibato, yo me pregunto, por qué abundan tantos pederastas casados?? Hoy dia, si hablas de que muchos se ''pasaron'' con lo del Concilio, que no cumplen las normas litúrgicas, que no se oye , en las homilias, hablar del pecado, virtud, novísimos, etc.etc.enseguida te tachan de carca, radical, fanático, homófobo, etc.etc. Han sido muchos años de DEJADEZ, EDULCORIZACION, PROGRESISMO (mal entendido) , adaptar la Iglesia al mundo, en vez del mundo a la Iglesia y volver a las ''raices'', se me antoja imposible. Ojalá me equivocara! También creo que hay homosexuales ordenados sacerdotes y no sacerdotes homosexuales, al menos en su inmensa mayoria.
03/09/18 4:34 PM
  
José Luis
Cuando el alma se somete a las tentaciones y siente placer, en el pecado, los impuros se deleitan en sus impurezas.
¿Puede haber buena voluntad en los homosexuales y buscan a Dios?

«Los habitantes de Sodoma eran malvados y pecaban gravemente contra el Señor» (Genesis 13,13).

Es importante saber esto. La maldad de los homosexuales aumenta cada vez más de generación en generación hasta atreverse en la actualidad, a apropiarse que una vocación por la cual, no fueron llamados por el Espíritu Santo. Cuando meditamos la Palabra de Dios a la luz de los Santos Padres, vemos que es así.

La maldad extrema de los homosexuales solo puede detenerse cuando ellos dejan este mundo y termina en ruina perpetua. Que el Señor es quien establece los tiempos.

El Apóstol Pedro, es un buen ejemplo de pastor del rebaño de Cristo, que supo confirmar al pueblo de Dios y tuvo también la importante ayuda de San Pablo. Pues a poco se desvía del camino. Pero el Señor obró por medio del bienaventurado Pablo.

Y esto es lo que enseña San Pedro Apóstol.

• «¡Les prometen la libertad, siendo ellos mismos esclavos de la corrupción!, ya que uno es esclavo de quien le ha vencido. Porque si después de haber escapado de las impurezas del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, se dejan atrapar nuevamente por ellas y son vencidos, sus postrimerías resultan peores que los principios. Más les valiera no haber conocido el camino de la justicia que, después de conocerlo, volverse atrás del santo precepto que se les entregó. Se ha cumplido en ellos aquel proverbio tan acertado: 'El perro vuelve a su propio vómito' y la cerda lavada a revolcarse en el fango. » (2 Pedro 2,19-22)

Entonces, claro, el exceso de la corrupción sodomita, es cuando se quiere establecer para toda la Iglesia este pecado abominable. Cuando el “Papa Francisco”, tenía que reprender con mucha severidad a los malvados, no lo hace. Entonces no tiene el Espíritu del Santo Apóstol Pedro.

Pero llega el momento que será Dios que va a poner cada cual a su lugar, en el tiempo y en la eternidad.

El Catecismo de la Iglesia Católica no debe separarse de las Sagradas Escrituras, porque así también llegamos a comprender todo con más claridad.


Posiblemente, el redactor de los numerales que dice, que no han encontrado una explicación, sí que existe.

A las personas homosexuales, lo que menos le interesa, y lo digo reflexionando con la Palabra de Dios, es la conversión de Cristo, porque vemos que Jesús iba por distintas ciudades, predicando la conversión, los pecadores con tendencias de Sodoma, veían los milagros de Jesús, escuchaban sus palabras, que si no se convertían terminarían en condenación eterna. Tampoco cuando predicaron los Santos Apóstoles, Pedro y Pablo entre otros, no puede. Porque según la Palabra de Dios, verdaderamente tienen odio a Dios, aunque se vistan de pastores, pero para destruir el rebaño de Cristo.

Comenzando por el numerál:

2357 La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. …

Dice: "permanece en gran medida inexplicado", no dice definitivamente, porque fuera de la Palabra de Dios no se puede comprender las cosas, pero yendo a la Palabra de Dios.

Por ejemplo: (Romanos 8,6-8; Santiago 1,13-15).

• «Los que viven según la carne desean las cosas de la carne … El deseo de la carne es muerte … Por ello el deseo de la carne es hostil a Dios, pues no se somete a la Ley de Dios; ni siquiera puede someterse. Los que viven según la carne no pueden agradar a Dios» (Romanos 8,6-8). Entonces, eso de que dicen que tiene "buena voluntad" es contrario a la verdad y a la caridad.

“2358… “No eligen su condición homosexual. Deben ser aceptado con respeto”.

Ahora bien, el demonio insiste, a esas personas, y si terminan aceptando, es que termina eligiéndolo, pues el demonio siempre busca formas de convencerlos. Si no lo convence en un pecado, pues busca otros resquicios hasta que el tentado sienta placer, y ese placer le lleva a odiar a Dios.

«Nadie cuando es tentado diga: “Es Dios quien me tienta.” Porque Dios, no pudiendo ser tentado al mal, no tienta Él tampoco a nadie. Cada uno es tentado por su propia concupiscencia, cuando se deja arrastrar y seducir. Después la concupiscencia, habiendo concebido, pare pecado, y el pecado consumado engendra muerte. » (Santiago 1,13-15).

Cada cual voluntariamente se entrega a la tentación con que el maligno le propone, puede rechazar o admitir la tentación, si el diablo ve que coopera con la tentación seguirá repitiendo todas las veces. Pero si no admite la tentación eso es lo que ganamos todos.

Por eso, Jesucristo, cuando nos enseña el Padre Nuestro, decimos; "no nos dejes caer en la tentación y líbranos del Malo", líbranos del mal.


En la oración perseverante, todos encontramos la solución para vencer nuestras tentaciones, los tentados no padecen una misma tentación, pero el Señor nos da los remedios para no hundirnos en nuestras tentaciones.


Todo está correctamente explicado en la Sagrada Biblia, en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, y debemos convencernos de ello. Tambien acudiendo a las fuentes de los Santos Padres de la Iglesia Católica.



También San Juan Pablo II, con estas palabras.

• «La acción de Satanás consiste ante todo en tentar a los hombres para el mal, influyendo sobre su imaginación y sobre las facultades superiores para poder situarlos en dirección contraria a la ley de Dios. » (Juan Pablo II, Audiencia General, miércoles, 13 de agosto de 1986. La caída de los ángeles rebeldes)

Cada uno de nosotros, si no imitamos a aquel hombre que habiendo recibido un talento, terminó por descuidar su responsabilidad y enterrando su talento bajo tierra. O sea, el hacer lo que no conviene.

¿Se puede amar al homosexual? eso sería admitir su pecado. Se puede amar al ser humano, pero como ser humano, no en cuanto relacionado con su pecado. Porque la homosexualidad es una cosa extremadamente abominable a los ojos de Dios.

Por si acaso, no voy a responder a comentaristas, porque lo que se trata es de salvar el alma, siendo fiel a cada uno de los Santos Mandamientos y preceptos de Dios y de Nuestro Señor Jesucristo y el amor a la Santa Madre Iglesia Católica..
03/09/18 4:35 PM
  
pablo
Me parecen que algunas expresiones erróneas pueden llevar a desvalorizar el orden de la gracia. Cuando se dice que "no hay sacerdotes homosexuales, sino homosexuales que “trabajan” de sacerdotes", se puede dar a entender: que estos sacerdotes no han recibido el sacramento del orden; o bien, que lo recibieron pero la eficacia de su ministerio no se produce por un defecto moral de la persona. Si se lo entiende así, no se puede naturalizar más el orden sobrenatural de la gracia haciéndolo depender del mérito humano. Lo que diría San Pablo!

Por otro lado, ciertamente que la mayoría de los casos de pederastia son referidos al sexo masculino, y que probablemente se deba a que se cumple lo "del zorro y del gallinero; pero la pederastia no se identifica ni con la homosexualidad ni con la heterosexualidad, porque la perversión de la primera implica que el objeto sexual no tenga los caracteres sexuales secundarios desarrollados. Igualar los dos desórdenes es desconocer por completo el tema,

Ciertamente que la persona homosexual, por lo genera conlleva, por diferentes razones sociales y psicológicas, un desorden que implica heridas que lo vuelven incapaz de ejercer el oficio de pastor; y que en este sentido no es prudente admitirlos como candidatos; pero igualmente cierto, es el hecho de que existen personas con esta tendencia, que sin perderla por completo, han logrado un equilibrio psicológico y una castidad genuina que los habilita para la tarea de pastores y que conservan la gracia de la ordenación de manera indeleble; por lo cual, no son menos sacerdotes que los demás.

De ahí que, a la pregunta si se debe admitir a las órdenes sagradas a candidatos con esta tendencia, el documento del 2005 haya respondido alegando a la profundidad, es decir la vehemencia con que esta tendencia a arraigado en la persona.
03/09/18 4:51 PM
  
Toribio
"Para que esta gente llegase al sacerdocio, debió de existir una pésima selección de los candidatos, pasando por alto la idoneidad física, psíquica, moral e intelectual".

- Eso por un lado. Y a su vez por tres motivos cronológicamente sucesivos: 1-Cuando había muchísimas vocaciones, por pura estadística tenía que haber más número de los unos y de los otros. 2-Cuando los aires del Concilio llevaron a muchos a abandonar el sacerdocio, lo hicieron los que comenzaron una nueva vida matrimonial, evidentemente en aquellos años con una mujer; los que no tenían esa opción femenina se tuvieron que quedar e incrementaron la proporción. 3-Cuando disminuyeron las vocaciones se tuvo que aligerar la exigencia y entonces colaron muchos; por lo tanto, mayor proporción todavía.

Pero por otro lado, una cuarta etapa será, o está siendo ya, la de una vuelta atrás en la proporción, es decir que habrá menos por la sencilla razón que usted ha señalado en el post anterior: "viendo un ambiente propicio en los seminarios, ingresaron a ellos como el zorro ingresa en el gallinero". En nuestros días, proliferan más esos "ambientes propicios" que antes. Antes el seminario era tal vez la opción más asequible, para unos porque efectivamente vieron allí "oportunidades non sanctas"; y para otros, siendo menos malpensados, porque temiendo quedarse solterones y "sospechosos", vieron que el sacerdocio era la tapadera perfecta.

De manera que hoy día, al final casi se le puede agradecer a la normalización homosexual el haber librado a la Iglesia de no ser ya una de las pocas salidas de los homosexuales, que tienen otros caminos por donde tirar.
03/09/18 5:25 PM
  
Maite C
Creo firmemente que la homosexualidad es una perversión, no una enfermedad.
Nadie nace homosexual, así como nadie nace drogadicto.

El homosexual se hace a sí mismo en circunstancias distintas, a base de probar un acto antinatura y engánchandose por vicio. Incluso estando casado abandonando a su esposa e hijos para ir con el amante masculino del que se ha "encaprichado" por decirlo delicadamente.

Lo cual no quiere decir que la persona que ha caído en el fango se de cuenta y sepa rectificar con la ayuda que necesite.
03/09/18 7:00 PM
  
Mario
"No hay curas homosexuales, sino homosexuales que "trabajan" de curas".

Entonces, Carlos Miguel Buela, fundador del IVE, al que Vd. pertenece, no era realmente cura.

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Está ud errado. Ni este sacerdote dejó de serlo por sus actos ni yo pertenezco al IVE desde hace ya cuatro años (de hecho, soy uno de sus denunciantes sin ser su víctima)
03/09/18 7:35 PM
  
Francisco de México
"Si alguien dijese hoy que la sodomía es una enfermedad, sería rápidamente lapidado por la inquisición “progre”

Padre, tiene razón, pero no podemos callarnos. La razón es muy simple: es una conducta autodestructiva que disminuye la esperanza de vida quien la padece 10 años, al igual que el alcoholismo. Ambos matan indirectamente a través de otras enfermedades, el primero mata por SIDA, Hepatitis, etc. El segundo por cirrosis.

Todas todas las conductas autodestructivas son consideradas enfermedades por los médicos, incluso la OMS, todas. Por supuesto que por presiones políticas se estableció la única excepción al quedar eliminada de la lista oficial la homosexualidad, pero ello no cambia la verdad: acelera la muerte tanto como el alcoholismo.

Si alguien lo duda, que le pregunte al CDC la autoridad máxima en materia de medicina, dirección "www.cdc.gov/hiv/spanish/statistics/ataglance.html"

"Los hombres gais y bisexuales representaron una cantidad del 82 % (26 375) de los diagnósticos de VIH entre los hombres y el 67 % de todos los diagnósticos.



03/09/18 9:13 PM
  
Soledad
La homosexualidad es una perversión en su conducta activa. Nada hay que discutir.
Como se llega a esto?. Supongo que cada caso tendrá una historia personal. Oyes de todo, y muchos directamente buscan nuevas experiencias.
No hay que perder de vista que no hay base genética en este tendencia demostrada científicamente. Lo que sí hay en muchos casos es una herida psicológica de carácter emocional. Si escuchas las vivencias biográficas de mucho de ellos es evidente. Por ello la postura de la Iglesia, es como siempre sabia y maestra.
El celibato no es el problema, millones de catolicos solteros viven la castidad.
Yo pienso Padre que al ser desordenada la tendencia, es profundamente turbadora. Si además existe una historia personal de sufrimiento emocional, o de abuso (algunos han sufrido esta lacra), la tentación se hace poderosa..No digamos el relajamiento de las costumbres y la promoción del "orgullo". Todo suma.

Todos estos sacerdotes, número, tiempo, lugar, se salen de las estadísticas. Es como si se hubiese facilitado su entrada. Después la cobertura y por último el encubrimiento hizo todo. Evidentemente si tienes esa tendencia y te introducen en un ambiente con esa s depravación es, el acabo se. Si estás en edad prepuberal, la confusión puede ser atroz, y provocar desviaciones de conducta. Un caldo para crecer y multiplicarse "todo tipo de agentes infecciosos".

Sobre lo que comenta de la liturgia, diría que nos hemos centrado en el hombre y hemos dejado de mirar a Dios. No sólo en la liturgia sino tb en la pastoral. Sólo hablamos de derechos humanos, del sufrimiento, de las necesidades del hombre.................... Dios se ha convertido en un anciano bonachón en zapatillas. Las homilías a veces parecen la perorata de un psicólogo o un libro de autoayuda. Tanto se ha querido acercar a la Iglesia al mundo, que estamos en un mano a mano. Se abrió la Iglesia, pero el mundo fue el que entró en ella. También en estos temas.
04/09/18 12:41 AM
  
Anastasia
Yo pienso que algunos homosexuales tienen trastornos psíquicos. En esas condiciones no sé cómo puede ser valida una ordenación sacerdotal, pues no se da una de las condiciones fundamentales, así sea como tendencia controlada.
04/09/18 4:36 AM
  
Birlibirloque
Muy buena su nota y bien contestado lo referente a Buela. Personalmente rechazo la trillada idea de la homosexualidad y pederastia como consecuencias del celibato. Lo que si creo es que muchos homosexuales (tal vez piadosos) pueden verse atraídos por la vida religiosa, que cuenta entre una de sus mayores exigencias...no casarse (con una mujer). Evidentemente falla la selección. También es verdad que es dificil escudriñar el corazón del hombre.
04/09/18 5:21 AM
  
Daniel Argentina
El catecismo sabiamente habla de "desorden" y de "actos desordenados". Tan fácil recurrir a esas palabras para no tener problemas de términos, en Argentina o en Europa. :D
Padre, yo no creo como vos, ya lo dije, que la totalidad sean homosexuales; creo que hay pedófilos reales, homosexuales reales y homosexuales de circunstancia. Estos últimos, como enseñaban los viejos tratados de teología moral, solo lo son por vivir en un ambiente exclusivo de varones, como lo son las cárceles y los buques.
Y tampoco creo que el porcentaje de hechos dentro de la ICAR difiera del del resto de la sociedad y que el conjunto difiera en el tiempo. Si creo que el modelo anticlerical actual lo agita mucho para atacar a la Iglesia. Que si cometió el error de ocultar. Entonces, siempre habrá de esto. Siempre producirá espanto. Lo importante es descubierto, no tolerarlo.
04/09/18 5:42 AM
  
Soledad
Me pregunto como pueden estar viviendo todos estos acontecimientos hermanos en la fe, homosexual es, castos, que plantan cara a su realidad siendo fieles a Cristo. Para ellos mi oración, mi apoyo tb humano y mi agradecimiento, pues con ellos llegan gracias al Cuerpo Místico de Cristo. Sobreabundates.
04/09/18 9:33 AM
  
Francisco de México
¿Es la homosexualidad una conducta autodestructiva que disminuye la esperanza de vida al par que el alcoholismo? Si, esa es una respuesta objetiva que puede demostrarse en forma estadística. ¿Entonces puede utilizarse el nombre de "enfermedad" como todas las otras conductas autodestructivas? Así debería de ser, pero el inquisición gay lo considera herejía.

Hablando científicamente, podemos afirmar categóricamente que es una anormalidad. Las estadísticas chapuceras del lobby basadas en el informe Kinsey aseguran que son alrededor del 10%, lo cual es falso, dicho informe seleccionó intencionalmente a prostitutos y presos para llegar a dicha proporción.

En la actualidad se estima que es 1%, pero también es falso, se basan en estadísticas en base a la pregunta: ¿Alguna vez en la vida has tenido algún tipo de contacto con tu propio sexo? Ello incluye violados, tocamiento infantiles, etc.

Una pregunta mas apropiada para saber el número correcto sería ¿Has tenido una relación homosexual en los últimos 5 años? Nunca se ha hecho dicho estudio, pero en mi patria es posible que sea alrededor de 1 entre 10,000, con seguridad que en otras naciones donde se promueve el orgullo gay será diferente, pero resulta mas que evidente que el número de homosexuales que hayan tenido sodomía en los últimos años es sumamente bajo como porcentaje de la población general.

04/09/18 1:01 PM
  
Hugo de Payns

No creo que tenga mucho que ver, sinceramente.

Me parece mas realista la postura del comentarista Toribio. En efecto, la aprobación del celibato obligatorio para acceder al presbiterio en el rito latino, en el concilio de Letran (si no me equivoco), fue una decisión que permitió "cribar" para el sacerdocio a quienes tenían una plena disponibilidad para la iglesia, en una época de indudable fervor religioso.

En el siglo XX, como apunta el comentarista, se produjo la desgraciada revolución sexual, con todo lo que ello implica. Parece lógico que en épocas pasadas, de piedad pública, hombres con inclinaciones homosexuales plenamente controladas, castos, vieran la vida religiosa con buenos ojos. Serían minoría, desde luego, pero supongo que los habría. Que algunos de estos hombres cayeran en el vicio tras la revolución sexual, atendiendo a las fechas de los escándalos, parece evidente.

En cuanto al abandono de muchos sacerdotes heterosexuales tras el ultimo concilio, parece lógica consecuencia de un concilio en el que se consagró (si no me equivoco, pues no lo conozco mucho) la santidad tanto en la vida ordinaria como en la religiosa, cuando en épocas pasadas la postura era bastante diferente. Tengo entendido, corrijame si me equivoco, que en el concilio de Trento se anatemizó a todo el que dijera que el matrimonio es un estado de vida superior al celibato, contra la tesis protestante, y a todo el que dijera que el estado célibe no es el mejor para el hombre.

Por otro lado, parece consecuencia de la revolución sexual que sean mas los que, incapaces de ser castos, se casen, siguiendo las indicaciones del apóstol.

También me parece cierto lo que dice Toribio, lo único que parece positivo de la normalización de la homosexualidad es que presumiblemente alejará nuevos escándalos de la iglesia, porque ya no la verán como una salida profesional. Aunque seguirá pasando, recordemos el caso de dos sacerdotes que vivían de forma abiertamente gay en Galicia, jóvenes, que pasó hace bien poco.

No sé si es un momento oportuno para ordenar hombres casados en el rito latino o no. Es verdad que con esta disciplina la iglesia ha llegado a donde esta, pero también es verdad que sin ella logró convertir al imperio romano. En todo caso parece poco probable que ayude a solventar este problema, por lo señalado acerca de la "normalizacion" homosexual. Si que sería tomado por la opinión pública como una medida contundente, pero la opinión pública no es lo que importa.
04/09/18 1:08 PM
  
Francisco de México
El paladín de la homosexualidad Kinsey, es un hombre profundamente retorcido: estudió a prostitutos, presos y, si aceptamos las declaraciones de algunos involucrados, llegó incluso a la felonía de pagar a padres para que violara a sus hijos, publicado aquí en Infocatólica, por Juanjo Romero.

Lo podemos ver en: "www.infocatolica.com/blog/delapsis.php/1010270249-kinsey-pago-a-mi-padre-y-mi-a"

Un breve y escalofriante fragmento:

"Las investigaciones llevadas a cabo con varios cientos de niños —desde los dos meses a los 15 años— consistieron en actos sexuales perpetrados por un grupo de nueve personas. Algunas de ellas fueron ‘entrenadas’. El Informe Kinsey «sobre los hombres», afirma que los niños reaccionaron a las manipulaciones sexuales por parte de los nueve adultos de diversas maneras: se retorcían, gritaban horriblemente, tenían violentas convulsiones, grandes temblores y/o experimentaban horribles dolores."
04/09/18 2:32 PM
  
Santi
No creo correcto utilizar la sodomita como sinónimo de homosexual:
-Hay relaciones homosexuales sin sodomía.
-Hay relaciones heterosexuales con sodomía.

Por otro lado, hay muchísimos homosexuales que no cometen ningún tipo de práctica con menores a los que les hacen mucho daño artículos como este. No sé si será consciente de ello y, en el caso de que sea consciente de ello, no sé si le importará.
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"No creo correcto utilizar la sodomita como sinónimo de homosexual".

Tiene razón. También podemos llamarlo simplemente "puto", como le dicen en mi barrio.

"Hay muchísimos homosexuales que no cometen ningún tipo de práctica con menores... no sé si le importará."

Es verdad, pero la enorme mayoría de los que lo cometieron dentro del clero eran maricones. Sobre si me importa o no, naturalmente que sí, sobre todo por las víctimas menores o mayores que padecieron este pecado que "clama al cielo" (Catecismo Nro 1867), de estos invertidos.
04/09/18 7:12 PM
  
Francisco de México
La batalla contra la ideología de género empieza por el uso del lenguaje, es importante notar que es bastante menos exacto es decirle "gay" (que significa alegre) que sodomita a quienes realizan determinadas prácticas.

De alegres no tienen nada, el algo porcentaje de suicidios lo confirma, ellos saben que hay algo muy equivocado con lo que hacen.


04/09/18 10:17 PM
  
José Luis
• Soltadlo y traédmelos, —dice. ¡Oh, Señor Jesús! ¿Qué es lo que dices? ¿Quién es el que puede soltar las ataduras de los clérigos y de los falsos religiosos, las riquezas y los honores y los placeres con qué están atados, y domar su soberbia y traerlos a ti? «Todos, —dice Jeremías—, son cual corcel que marcha impetuoso» (Jeremías 8,6). Y otra vez dice: «Se ha vuelto la carrera de ellos mala, y su fortaleza diferente» (Jeremías, 23, 10 Vulgata): diferente de la semejanza con qué los creé (cf. Génesis 1,26); o diferente de la semejanza e imagen, porque están manchados no con un vicio, sino con diversos vicios. Por lo cual añade: «El profeta y el sacerdote están manchados, y he encontrado su maldad en mi casa. Se me han vuelto todos como Sodoma y Gomorra. Por eso dice el Señor: Mira, yo les daré de comer ajenjo —o sea, la amargura de la muerte eterna— y les daré de beber hiel, —o sea, la amargura de los remordimientos de conciencia- Pues de los profetas de Jerusalén —o sea, de los clérigos y religiosos—, han partido la corrupción sobre el país» (Jeremías 23,11.14.15) [San Antonio de Padua, de los sermones dominicales y festivo, Domingo de Ramos, II,7. )

El Señor decía que nunca se ha de imitar las costumbres paganas. El pecado como el de Sodoma y Gomorra, nunca ha procedido de la relación con el Señor, sino con el rechazo, con la desobediencia a los Santos Mandamientos y preceptos divinos.

Dios no creó al ser humano para los vicios y pecados de ningún tipo, conforme a la credibilidad que todos damos a la Palabra de Dios, este pecado abominable, hace abominable a los que practican esas demoniacas costumbres de Sodoma y Gomorra.
05/09/18 1:46 PM
  
Santi
Al citar entrecomillado de manera incorrecta lo que le digo no ha respondido a lo que le pregunto.

-¿Es consciente del dolor que causa en muchos homosexuales sin ninguna tendencia pedófila que se les relacione con dichas prácticas?

-¿Le importa que padezcan dicho sufrimiento?

La inmensa mayoría de los homosexuales no son pedófilos, por lo que no deberíamos prejuzgarlos.
Del mismo modo que la inmensa mayoría de los curas no son pedófilos, la inmensa mayoría de los mexicanos no son narcotraficantes y la inmensa mayoría de los hombres no son maltratadores.

Una cosa es un pecado que te destruye por dentro, y otra diferente es el pasar a destrozar a un niño inocente. No confundamos.
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No me queda otra que entrecomillar sus preguntas para poder responderle.
"-¿Es consciente del dolor que causa en muchos homosexuales sin ninguna tendencia pedófila que se les relacione con dichas prácticas?"

La verdad que no veo por qué deberían ofenderse. Son homosexuales, no irracionales: toda persona, en sana lógica, sabe distinguir (hablando semánticamente) el género de la especie: género "homosexual", especie "pedófilo"; género "sacerdote", especie "inculto", "vago", "alcohólico", "santo", etc. Que la inmensa mayoría de los abusos sexuales de sacerdotes hayan sido cometidos por grupo de homosexuales empedernidos, no lleva a que todos los invertidos sean pedófilos, claro. "A quien le quepa el sayo, que se lo ponga", decía mi abuela.

"-¿Le importa que padezcan dicho sufrimiento?"
Supuesto el caso de que alguno no supiese usar la sana lógica, lo lamentaría doblemente: en primer lugar, porque no pueden razonar bien; en segundo, porque padece de esa tremenda cruz de la homosexualidad.

05/09/18 6:05 PM
  
Luis
¿Cómo se va o se quita la atracción por el mismo sexo?
¿Cómo se origina? La homosexualidad o mejor dicho el "echarse con varones "es una práctica pecaminosa, bien, pero¿Qué hay de la atracción? ¿Acaso dejando la práctica hay que quedarse casto para el resto de la vida?¿ Asi como si nada?
12/01/19 12:38 PM

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