La rana lesbiana y la princesa
Los cuentos para niños siempre han sido eso: cuentos para niños.
Acá hay uno que, a nuestro entender, se le pasó a Miguel Sanmartín Fenollera en su excelente blog (muy recomendable, en serio) y que pasan tres veces al día por el canal estatal argentino, Pakapaka.
“La vida es corta, hacéte torta"; y quizás sea mejor, porque al menos no se van a reproducir.
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi
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9 comentarios
Es como decir: "La vida es corta, cómete tu propio brazo".
Me explota el cerebro ante tal absurdo.
snif, snif, me emocionan los finales felices.
De un gobierno que fue votado por la mayoría de los católicos.
La confusión es total.
El enemigo controla, las finanzas, los medios de comunicación, los mecanismos coercitivos del estado y la educación donde ejerce una férrea dictadura, hace lo que le da la gana y cualquier intento de oponerse aunque sea por medios legales es criminalizado por la vía practica con la complicidad del aparato judicial policial. La pregunta es ¿Cómo oponerse? No se trata de ejercicio defectuoso de la democracia. No, se trata de la democracia que niega la ley natural y el orden moral objetivo. Frente a un régimen así la rebelión puede no sólo ser legítima sino posiblemente obligatoria. El único punto oscuro que encuentro es ¿como? Porque no lo veo nada claro.
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