26 de Mayo: San Felipe Neri: humor y humildad
“Felices los que saben reírse de sí mismos, porque nunca terminarán de divertirse” (Santo Tomás Moro)
Desde hacía muchos años por las calles de Roma se solía encontrar a un humilde capuchino de estatura mediana y de modales amables y graciosos.
Llevaba siempre en sus espaldas una bolsa y era llamado por la población “Fra Deo gratias”, ya que a quienquiera que encontrase por el camino, se dirigía a él con este particular saludo, que significa “Gracias a Dios”. Era el religioso una especie de hermano lego que pasaba la vida haciendo el bien por las calles de Roma y pidiendo limosnas. Su nombre era Felice da Cantalice, quien, por humildad, solía llamarse a sí mismo “el asno de los capuchinos”.
Un día, teniendo cierta prisa y en medio de una multitud, comenzó a decir:
- ¡Paso, señores! ¡Dejad pasar el asno de los frailes!
La gente, haciéndose a un lado, se preguntaba dónde estaría dicho animal.
- ¿No lo veis? –respondía Fra Felice–, soy yo, ¡el asno de los capuchinos!.
Su compostura era tan similar a la del santo florentino que casi podría decirse que eran almas gemelas. Cuando ambos se encontraban parecía como si quisiesen ver quién hacía el mayor ridículo.
Uno se arrodillaba frente al otro; el otro bailaba una pieza en su honor y, cuando se despedían, se decían:
- ¡Podría verte morir reventado por amor de Dios!
A lo que el otro respondía:
- ¡Y yo podría verte colgado y destrozado por el mismo amor!
La gente que asistía a estos extraños encuentros se divertía sobremanera y quedaba totalmente edificada por tanta gracia y simplicidad.
Narremos otro episodio entre ambos.
Una calurosa tarde, Fra Felice se encontró en Vía dei Banchi Vecchi con Felipe; luego de las acostumbradas payasadas de bienvenida, le preguntó:
- ¡Eh, florentino!, ¿tienes sed?
- Es la Providencia que te manda con este calor endemoniado –respondió Felipe.
- ¿Sabes? Tengo aquí un vino realmente bueno –dijo el fraile.
En tanto, algunos de los que pasaban por allí comenzaron a observar el espectáculo.
Fra Felice tomó la botella que le acababan de donar para los capuchinos y se la dio al Padre Felipe. Éste, mostrando mucha avidez, la tomó con ambas manos y la llevó hasta la boca como si fuese todo un borracho profesional, bebiendo con enorme placer.
La gente reía y se decía para sí:
- ¡Mira, mira a estos dos frailes cómo beben!
Luego de que Felipe bebiera, le tocaba el turno a su amigo:
- Ahora quiero que tú también te mortifiques públicamente –le dijo en voz baja.
Fra Felice haciendo lo mismo, se llevó la botella a la boca y después de haber terminado hasta la última gota, se saludaron mutuamente y siguieron cada uno su camino.
Eran muestras públicas de humildad para no pasar por santos.
19 comentarios
Leer la vida de los Santos, pero no por simple curiosidad, sino para imitar sus virtudes,
Tampoco debemos fiarnos de todos los pensamientos que hay en Internet, que tratan de atribuir a Santo Tomás Moro por ejemplo. Cuando quise comprobar que hay de acierto en esa frase de Santo Tomás Moro, la Biblioteca de Autores Cristianos, en la vida que nos presenta de este santo, no he encontrado esa frase.
A propósito del humor a costa de los Santos, cuando leyendo biografías bastantes serias e inteligentes como la Biblioteca de Autores Cristianos, en su colección «Año Cristiano»; que cuando lo conocí había cuatro tomos, siempre estuve buscando y esperando que nuevamente pudiera aparecer y poder comprarlo. Fue una grata sorpresa, que de aquellos 4 tomos, ahora son 12, uno por cada mes del año, biografías extensas, y otras menos extensas.
A los santos se les mete en la zambra de los videntes, los adivinos, la superchería y las voces de ultratumba. Ahora hay santorales para agnósticos y santorales de puro humor a costa de los santos que pueden alcanzar cotas notables de acidez o de impiedad. ¿No es el caso de anuncios y montajes publicitarios a cargo del santoral y al servicio de cualquier producto del mercado? » (Joaquín L. Ortega. Director de la BAC. Año Cristiano, Introducción, Enero pág. XVI. Biblioteca de Autores Cristianos. 2002).
Una vida de santo, de santa, bien escrita, vemos su penitencia, sus sacrificios, como superaron terribles tentaciones. Ahí se busca el espíritu de la fe, pues el humor puede ser una cosa aparte, pero no es eso lo que a mi parecer pretendían los santos, sino su entrega radical y obediente a Jesucristo. Pienso también que aquellos escritores, a costa de los santos, buscan su propia gloria. Por eso, y con frecuencia, también se dice, en algunos medios de noticias, que tal pastor hizo reír por su chiste, por su humor, por sus bromas. Pero creo que no estamos para esas cosas, sino como enseña la Palabra de Dios, la penitencia, el sacrificio, llorar los pecados. No hace mucho, alguien compartió una estampa, Cristo todo herido, llagado, colgado en la cruz, muerto, Y debemos poner más nuestra mirada en los sufrimientos de Cristo. El cristiano de por sí, es alegre, pero sin la caza del humor.
Si lo que buscamos en los Santos, son sus anécdotas, solo eso, para pasar un buen rato, nos estamos perdiendo cosas bellísimas del Espíritu Santo.
No soy de los que tienen confianza de tales frases que atribuyen a los Santos, pero que no indican donde han sido tomada.
La vida del cristiano es alimentarse del conocimiento de Cristo, no dejarnos llevar por las fantasías de muchos escritores que están lejos de la verdadera piedad.
Los santos padecían, incluso mucho más que nosotros, tentaciones espantosas, como he referido. Pero no querían pactar con la medida del pecado, y no aceptaba la medida de nuestro hombre viejo.
Cuando leemos algunas escenas de algún santo, simpáticas, tenemos que fijarnos también en sus ayunos, en que han sido incomprendido, despreciado. Sin embargo, vivían felices. La naturaleza del cristiano no es dejarse someter a la amargura ni a las incomprensiones que tenemos en este valle de lágrimas, peregrinos somos para la verdadera Patria que nos espera el Señor.
Cap. VI: De la imitación del Señor
Consideremos todos los hermanos al buen pastor, que por salvar a sus ovejas sufrió la pasión de la cruz. Las ovejas del Señor le siguieron en la tribulación y la persecución, en la vergüenza y el hambre, en la enfermedad y la tentación, y en las demás cosas; y por esto recibieron del Señor la vida sempiterna. De donde es una gran vergüenza para nosotros, siervos de Dios, que los santos hicieron las obras y nosotros, recitándolas, queremos recibir gloria y honor.
[Cap. XX: Del religioso bueno y del religioso vano]
Bienaventurado aquel religioso que no encuentra placer y alegría sino en las santísimas palabras y obras del Señor, y con ellas conduce a los hombres al amor de Dios con gozo y alegría (cf. Sal 50,10). ¡Ay de aquel religioso que se deleita en las palabras ociosas y vanas y con ellas conduce a los hombres a la risa! (1-3)
Pues bien por un largo tiempo los citadinos no sabíamos nada de éste san Félix. Nadie hablaba de él, de sus origines, etc., ni siquiera se celebraba su día como corresponde al santoral. Un día (estoy hablando de 20 años más o menos) colocaron en el templo una estatua con la imagen, presumiblemente de un santo, pero lo llamativo era que cargaba a Jesús niño en los brazos. Intrigado por el asunto pregunto y me responden que es san Félix, y la verdad es que representaba doble sorpresa para mí, porque no sabía de algún otro santo que cargara al niño Dios en los brazos, recordaba a san Antonio de Padua, a san Cayetano, a san Cristobal (sobre los hombros) incluso a san José, hasta ahí, pero no a un "san Félix".
Entro en internet a investigar, pero resulta que en el santoral de la Iglesia hay veintidós Félix (entre ellos tres papas) ¿cual será? Finalmente encuentro el coincidente, y ciertamente, san Félix de Cantalicio (Felice da Cantalice) lo representan con el niño Jesús en brazos. Por cierto la estatua parece que estaba en la curia parroquial hasta que el último Obispo de Ciudad Guayana decidió pasarla al templo de la Inmaculada Concepción en san Félix.
Total para no hacer tan largo esto, termino diciendo que el poblado fue fundado el 20 de noviembre de 1724 por capuchinos catalanes con el nombre de la Purísima Concepción del Caroní, y que san Félix de Cantalicio era, como dice el padre Javier un hermano lego capuchino y su fiesta se celebra el 18 de mayo, recién hace unos días.
Te lo puedes creer o no, pero es más fácil creer que los santos tuvieran caracteres distintos que creer que hicieran milagros.
Eso es como suponer que Chesterton tiene un problema con la santidad por ser como era. Si tiene problemas con la santidad, desde luego, no es por eso.
A mi me han hecho sonreír hasta los Evangelios, quizás porque tengo facilidad para ello, pero los últimos versículos del Evangelio de San Juan (21, 18-23) cuando Jesús le dice a Pedro lo que le espera cuando sea viejo y él mira hacia atrás y ve al Discípulo Amado y pregunta: -¿y éste qué? a mi siempre me hace gracia porque me da ternura que San Pedro quisiera apoyarse en el mal de muchos.
Ten en cuenta que nadie es gracioso si el otro no se ríe y entonces el problema no es del gracioso sino del malaje* que le está escuchando.
*Para el que no sea andaluz malaje ("mal ángel") es todo aquel que es cenizo, plomo, insípido y taciturno, porque "tener ángel" significa, precisamente, tener gracia.
La última sonrisa que el mundo vea será la de un cristiano contemplando la Segunda Venida de Jesucristo.
Fíjate a quienes han sido atribuidas la frase: "Un triste santo es un santo triste":
a Santa Teresa de Jesús,
a San Francisco de Sales,
a San Francisco de Asís.
No sé si habrá algún otro, pero a mí me han llegado así.
Hay carmelitas descalzas, de las que conocen la vida de Santa Teresa de Jesús, dice que la frase se le atribuye a la Santa Doctora. Se le atribuye, pero que no es original de ella.
En un mensaje del Papa Francisco:
• «Teresa de Jesús invita a sus monjas a «andar alegres sirviendo» (Camino 18,5). La verdadera santidad es alegría, porque “un santo triste es un triste santo”. Los santos, antes que héroes esforzados, son fruto de la gracia de Dios a los hombres. Cada santo nos manifiesta un rasgo del multiforme rostro de Dios. » (Mensaje, Vaticano, 15 de octubre de 2014).
A no ser que se haya equivocado en la redacción de este mensaje del Papa Francisco, en las obras completas de Santa Teresa de Jesús, dice algo distinto:
«Y es esta nuestra naturaleza tan negro, flaca, que aún quitándonos la ocasión con decir no es nada, lo sentimos, cuantimás viendo lo sienten por nosotros. Hácenos crecer la pena pensar que tenemos razón, y pierde el alma todas las ocasiones. que haya tenido para merecer, y quéda más flaca para que otro día venga el demonio con otra cosa peor. Y aún acaece hartas veces que, vos no queráis sentirlo, os dicen que si sois bestia, que bien se sientan las cosas, u que hay alguna amiga.» (Obras completas de Santa Teresa de Jesús, Camino de perfección, 18,5. pág. 233. Biblioteca de Autores Cristianos. BAC. 1982)
Qué importante es colocar las frases o pensamientos espirituales, si no, pues terminamos haciéndonos la vida más complicada.
Lo de Santo Tomás Moro, bueno, era un cristiano, no era un monje, tenía una misión que cumplir, no era predicador, y él pensaría de esa forma, si la frase se atribuye a Él.
Pues lo que hemos tenido más tiempo para ir conociendo la Sagrada Biblia, las diversiones no son compatibles con la vida cristiana. Ya sé que habrá cristianos que lo pasan bien, que dirá lo que quiera decir. pero no podemos anular la Palabra de Dios por las tradiciones humanas.
En la vida de los Santos no estamos a la caza del humor, aunque nos alegre la vida como San Felipe Neri y San Felix Cantalicio, hace algunos años ya lo había leído, me hizo gracia. Pero la vida del creyente está en padecer por amor a Cristo, pues no suceda que nuestras risas se conviertan en el futuro en llantos y amargura. La alegría cristiana está por encima de toda mediocridad.
Las anécdotas de los Santos nos estimula a vivir la vida de piedad auténtica. La alegría del Evangelio cuando se comprende, el alma deja de ser mundana. La alegría del cristiano el mundo no puede conocerlo, El cristiano aunque sufra, y derrame lágrimas por amor al Señor nuestro Dios, es más alegre que cualquier cosa que pueda haber en este mundo.
No debes cambiar las cosas, no iba yo por ahí, de tener "cara de palo", o cualquier otra cosa. No,
La alegría cristiana está por encima de la medida de nuestro hombre viejo.
Hecha un repaso: del P. José María Iraburu, aquí en Infocatólica:
La alegría cristiana (I) -
La alegría cristiana (II)
La alegría cristiana (y III)
(315) La alegría pascual cristiana (I), la que falta al mundo (9-04-2015).
(316) La alegría pascual cristiana (II), hay que pedirla y procurarla (14-04-2015).. -Oración y alegría
(318) La alegría pascual cristiana (y III), y sus cien motivos (26-04-2015).
Etc.,
Aparte de esto, no nos puede ayudar en el crecimiento, si solamente leemos el Evangelio para reírnos, pero luego no nos parecemos a Jesús, en la obediencia a Dios Padre, en el amor tan intenso que tenía por salvar a las almas.
La Sagrada Biblia no es un libro de entretenimiento, de "pasar un buen rato". Pues es necesario vivir para el cielo, vivir para Dios, que para eso hemos sido creado. No para hacer el payaso, ni buscar los aplausos.
Nadie está a la caza del humor, lo sabrías si tú tuvieras ese don, el humor es parte del carácter de una persona. Nadie se salva por tener buen humor pero tampoco se condena y, además, el humor nada tiene que ver con la vida plácida, el relajo, la salud o la alegría.
Mi propio padre tuvo una larguísima y dolorosa enfermedad y no perdió el sentido del humor que, de vez en cuando, afloraba porque él era así.
Si entiendes que la vida de piedad auténtica está reñida con las personas cuyo carácter tiene esa tendencia te estás inventando un pecado que no existe, no aparece en los Evangelios, ni en la Tradición, ni en ninguna encíclica y dejas fuera de la piedad a todo aquel que no sea un muermo. La vida del creyente no es padecer por amor a Cristo, eso te lo has inventado tú, la vida del creyente es alabar a Dios en las alegrías y en las penas y saber cuando es tiempo de sembrar y de cosechar, de acudir al festejo de las Bodas de Caná y de morir en la Cruz. El carácter triste puede llevar a la acedia y ésta, según los Padres de la Iglesia y Santo Tomás de Aquino, es un problema muy serio.
Separar la alegría del humor es un artificio que te has inventado y que no existe, no es lo mismo pero tampoco son términos opuestos ni tampoco son sinónimos el humor y la mediocridad. ¡Menudo cacao mental!
¿Y la ternura? ¿cómo la expresas? ¿A cinco metros de distancia del sujeto y poniendo cara de ajo porro?
La verdad es que no te veo como evangelizador con esa forma de entender las cosas. ¿A quién se puede convencer diciendo que el humor pertenece al hombre viejo? ¿en qué parte de los Evangelios dice tal cosa? ¿Vas a reprender a todo el que haga una broma por "mediocre"? ¿crees que la falta de humor te va a salvar de la mediocridad? ¿crees de verdad que el Día del Juicio a alguien se le va a reprochar el haberse reído alguna vez en su vida aunque haya sido un ejemplo de misericordia? ¿piensas que la frase "por sus frutos los conoceréis" se está refiriendo a los que no sonríen como más fructíferos que aquellos que jamás lo hacen?
Yo no percibo en tus escritos ninguna alegría, será por torpe, pero más bien parece todo lo contrario. ¿Cómo demuestras que estás alegre?
Los sistemas nazi y soviético sólo entendían el sarcasmo (la parte mala del humor) pero odiaban el humor sano, por algo sería.
Es mejor que te dediques en serio a leer el Evangelio, pero con amor y fe,
EN el comentario anterior te he dejado unos temas, que puedes leer del P. José María Iraburu.
Pero me has hecho sonreír, y es que en el Nuevo Testamento nos explica muchas cosas interesante, la Palabra de Dios. Pero cuando, quien sea, leyendo la Sagrada Biblia, no busca la gloria de Dios, no llega a entender nada. Palas Ateneas, en ningún momento te he acusado, pero hay muchas personas que son muy mal pensadas. Porque no se les dice siempre las cosas a su propio gusto. Pero tus comentarios hacia mí, no me molestan nada, pues no tienen sentido las preguntas que has hecho.
Cuando comencé, ya hace muchos años, a leer la Sagrada Biblia, Antiguo y Nuevo Testamento, habla sobre las necias risas, locura, las carcajadas de los necios, y el Señor nos pide que no tengamos semejantes conductas, porque ellos se muestran así, porque no aceptan al Señor, y son enemigos de los hijos e hijas de Dios, disfrutan de este mundo.
Tus comentarios han sido demasiado precipitados. Tómate tu tiempo, y mira esas enseñanzas del P. Iraburu, pues él te lo explica muchísimo más claro. Y espero que lo entiendas.
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí. Su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón. Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa alianza según lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en principio ahora y siempre por los siglos de los siglos.
Amen.
Yo no te trato a tí como una persona que no sabe lo que los Evangelios dicen si con alguien que un punto, que no es de doctrina, ve las cosas de un modo bastante extraño.
No es mi costumbre cuando hablo por mi misma citar los Evangelios, dado el tema del post, pero si quieres puedo cogerlos, hacer corta-pega y quedar como una reina.
¡Carcajadas necias y locas, risas estentóreas, quién ha hablado de eso!
Nadie ha menospreciado el humor de los santos, pero es necesario aprender de la Palabra de Dios.
Hace años comencé a escribir una serie de temas, y entre ello está eso que es el humor, las risas y carcajadas, necesité de la Sagrada Biblia, y también el pensamiento de los Santos Padres. "Corta y pega", lo justito, cuando no tengo esos datos en los libros en casa, pues claro que me hace falta. Por eso me he dedicado a comprar determinados libros, para comprobar si eso que dice tal santo o santa está o no está. Normalmente, lo que muchos encuentran en internet, son esas frases que tratan de atribuir a los Santos... pero que no se llega a encontrar en los libros importantes. Y por tanto, cuando en una frase, no pone ni capítulo, ni número de página, ni el título, sino que lo atribuye a tal, muchas veces lo he dejado pasar, porque no era verdad.
Sobre las risas necias, la encontramos en una meditación atenta a la Sagrada Biblia en el Antiguo Testamento. Sería demasiado fácil si yo pusiera la cita, aunque lo tengo en el documento que escribí, no lo voy a copiar.
Luego, también en el Nuevo Testamento Jesús también le desagrada esas risas, porque en un futuro se convertirán en llanto eterno, si el alma no se convierte a tiempo. Antes de leer la Sagrada Biblia, yo también reía como los necios, a carcajadas, pero son risas del diablo. La Sagrada Biblia a todos nos ayuda a comprender.
También los Santos, como San Francisco de Asís, que ya dejé dos admoniciones arriba.
Y si lees lo que en el primer comentario había escrito, que no ha sido "copia y pega", pues lo he pasado digital. «Ahora hay santorales para agnósticos y santorales de puro humor a costa de los santos que pueden alcanzar cotas notables de acidez o de impiedad...» (Joaquín L. Ortega. Director de la BAC. Año Cristiano, Introducción, Enero pág. XVI. Biblioteca de Autores Cristianos. 2002).
Muchas personas desean divertirse a costa de los Santos, y de ahí no pasa, se olvidan de sus ayunos, de sus sufrimientos, etc. para parecerse a Cristo. EL olvido de los padecimientos de Jesús y de María Santísima, enseguida desaparece cuando quieren pasar un rato divertido. Pues entonces en lo que leen de esos santos, no es la búsqueda por la gloria de Dios, sino los deseos del hombre viejo.
(Eclesiástico 27,13)
(Lc 6,25).
(Ga 3,3-4)
San José María Escrivá de Balaguer, «Amigos de Dios; 129, 178, 258»
También podría añadir otros textos que enseña otros Padres de la Iglesia como San Juan Crisóstomo, San Francisco de Sales, San Jerónimo, San Clemente de Alejandría, San Bernardo, etc.
Pero de nuevo, esfuércese un poco más, y a vaya a esos sitios, donde el P. José María Iraburu ha escrito enseñanzas espirituales que pueden ayudarla mucho mejor. Pero por comodidad, sé que no lo hará. Entonces, si se siente aburrida, rece con devoción el Santo Rosario, y espero que encuentre el verdadero sentido de la alegría espiritual, que no es ruidosa.
Y con esto ya pongo punto y final a este tema.
Soy catequista, bueno ayudo a una hermnana religiosa en la catequesis con los niños que preparan la comunión.
A mí me gusta pensar que Jesús disfruta cuando enseñamos la Biblia y sus enseñanzas, así como la visñda de los Santos, a los niños, y lo hacemos de forma alegre, responsable y divertida. Me imagino a Jesús y a la Virgen y a todos los Santos ,sonriendo con las ocurrencias de los niños.
El Padre Pio era (yo también pienso igual) una persona recta, pero muy alegre, divertida, y llena de amor.
Esa es para mí la imagen del cristiano.
Dios os bendiga
Dejar un comentario