Misión e ignorancia invencible: ¿es mejor que se queden paganos?

Aprovechando una inteligente consulta dirigida al blog por una joven, comparto aquí la respuesta acerca de la necesidad o no de las misiones.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi


 

“Siempre he tenido una duda y especialmente este último tiempo leyendo sus publicaciones. Sé que usted podrá aclarármelo.

Es una pregunta llena de ignorancia y no de mala intención pues realmente admiro todo lo que usted y su amigo, el P. Federico, hacen allá.

Yo tenía entendido que si uno no conocía a Dios porque no había llegado a él la predicación de la Palabra entonces no se condenaba (pero como opinión personal creo que tampoco podría ir al Cielo). Pues entonces cuando se misiona en lugares dónde jamás se ha escuchado sobre el Dios verdadero puede hacerse tanto un bien como un mal… Un bien si las personas responden al llamado de la salvación y un mal si no lo hacen; entonces en este último caso ¿no hubiese sido mejor que jamás hubiesen recibido la Buena Nueva ya que se podrían haber salvado por ignorancia? Al mismo tiempo, sé que es deber de todo cristiano hacer apostolado. Mis oraciones lo acompañan siempre”.


 

Va entonces la respuesta.

El tema es tan serio y tan importante que –incluso– está, lamentablemente, muy de moda hoy en día por una mala teología que se equivoca enormemente en esto. Antes que nada y como complemento (o prólogo), podrías leer este magnífico post del padre Iraburupublicado hace un buen tiempo.

La cosa podría plantearse así: si ser ignorante del Salvador podría hacer merecedor de la salvación, entonces los católicos en realidad le haríamos un gran daño a los pagamos al predicarles a Jesucristo y, por ende, el mismo Hijo de Dios, San Pablo, San Francisco Javier, San Francisco Solano y muchísimos más habrían sufrido increíbles penurias al predicar el Evangelio, volviéndolos personas más culpables y más pecaminosas delante de Dios. Pues es claro que no todos se convirtieron con la predicación.

Entonces, si esto fuera así, no sólo el mismo Cristo hubiese venido en vano, sino que se equivocó enormemente al decir que la vida eterna consistía en que todos conociésemos al Dios verdadero y a Su enviado (“esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo”; Jn 17, 3).

Y lo mismo cuando nos dejó su “testamento espiritual”:

Jesús les dijo: “Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará” (Mc 16,15-16).

Pues no; la cosa ha sido clara siempre: hace falta predicar; y predicar “oportuna e inoportunamente” (2 Tim 4,2) para que Dios sea glorificado y para ayudar a nuestros hermanos a que se salven. 

Para no ser extensos, veamos sólo un par de textos del Magisterio auténtico:

-S.S. Pío IX, Carta Encíclica “Quanto confiamur moerore”, 10 de agosto de 1863: 

“es necesario recordar y reprender nuevamente el gravísimo error en que míseramente se hallan algunos católicos, al opinar que hombres que viven en el error y ajenos a la verdadera fe y a la unidad católica pueden llegar a la eterna salvación. Lo que ciertamente se opone en sumo grado a la doctrina católica. Notoria cosa es a Nos y a vosotros que aquellos que sufren IGNORANCIA INVENCIBLE acerca de nuestra santísima religión, que cuidadosamente guardan la ley natural y sus preceptos, esculpidos por Dios en los corazones de todos y están dispuestos a obedecer a Dios y llevan vida honesta y recta, pueden conseguir la vida eterna, por la operación de la virtud de la luz divina y de la gracia; pues Dios, que manifiestamente ve, escudriña y sabe la mente, ánimo, pensamientos y costumbres de todos, no consiente en modo alguno, según su suma bondad y clemencia, que nadie sea castigado con eternos suplicios, si no es reo de culpa voluntaria. Pero bien conocido es también el DOGMA CATÓLICO, a saber, que NADIE PUEDE SALVARSE FUERA DE LA IGLESIA CATÓLICA”

Y también el catecismo de San Pío X:

170.- ¿Puede alguien salvarse fuera de la Iglesia Católica, Apostólica, Romana? - No, señor; fuera de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, nadie puede salvarse, como nadie pudo salvarse del diluvio fuera del Arca de Noé, que era figura de esta Iglesia.

172.- ¿Podría salvarse quien sin culpa se hallase fuera de la Iglesia? - Quién sin culpa, es decir, de buena fe, se hallase fuera de la Iglesia y hubiese recibido el bautismo o, a lo menos, tuviese el deseo implícito de recibirlo y buscase, además, sinceramente la verdad y cumpliese la voluntad de Dios lo mejor que pudiese, este tal, aunque separado del cuerpo de la Iglesia, estaría unido al ALMA de ella y, por consiguiente, en camino de salvación".

 

Y más cerca nuestro, Juan Pablo II, viendo estos errores, lo afirmaba con pena en la Redemptoris missio:

«la misión específica ad gentes parece que se va parando, no ciertamente en sintonía con las indicaciones del concilio y del magisterio posterior… En la historia de la Iglesia, el impulso misionero ha sido siempre signo de vitalidad, así como su disminución es signo de crisis de fe» (2). «El número de los que aún no conocen a Cristo ni forman parte de la Iglesia aumenta constantemente; más aún, desde el final del concilio, casi se ha duplicado» (3).

Ahora, luego de todo esto, vamos a la pregunta. ¿Conviene predicarles a los paganos? ¿Se podrían salvar sin la predicación o conviene dejarles así nomás?

La doctrina es clara: si alguien que nunca oyó hablar de Cristo ni tuvo posibilidad de convertirse, sigue la ley natural (no robar, no mentir, amar a Dios, etc…) y tiene “ignorancia invencible” (es decir, sin culpa propia se encuentra en el paganismo, pues nadie jamás le predicó, etc.), entonces podría salvarse, por un camino extraordinario que Dios trazase para él, e incluso llegar al Cielo por los mismos méritos de la Iglesia.

Ahora: el camino ordinario al que Dios nos llama es: “predicación-conversión”, pues el hombre, luego del pecado original, se encuentra dañado, de allí que sea necesario “re-ligarlo” con Dios por medio de la enseñanza revelada.

Ya lo decía Santo Tomás de Aquino en el primer artículo de la Suma Teológica:

“El fin tiene que ser conocido por el hombre para que hacia Él pueda dirigir su pensar y su obrar. Por eso fue necesario que el hombre, para su salvación, conociera por revelación divina lo que no podía alcanzar por su exclusiva razón humana. Más aún, lo que de Dios puede comprender la sola razón humana, también precisa la revelación divina, ya que, con la sola razón humana, la verdad de Dios sería conocida por pocos, después de mucho análisis y con resultados plagados de errores. Y, sin embargo, del exacto conocimiento de la verdad de Dios depende la total salvación del hombre, pues en Dios está la salvación” (Suma teológica, I pars, q. 1, a.1).

 

El tema es: si a nosotros, que tenemos la gracia del bautismo, que intentamos confesarnos y comulgar, que tenemos todos los auxilios divinos para salvarnos, etc., etc., etc., nos cuesta cumplir con la ley de Dios inscrita en nuestros corazones (que, al final de cuentas, son los mandamientos), ¿cuánto más le va a costar a un indio azteca, a un idólatra hinduista, o a budista nihilista?

Es más: muchos de ellos (si no la mayoría) adoran a dioses falsos, es decir, no han llegado, con la sola razón natural, a alcanzar la verdad de Dios, volviéndose –si le creemos a San Pablo- inexcusables para Dios:

Lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de forma que son inexcusables, porque, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, antes bien se ofuscaron  en sus razonamientos y su insensato corazón  se entenebreció” (Rm 1,20).

 

Si entonces, muchos de los paganos son “inexcusables”, ¿no es una enorme obra de caridad -la primera de todas- el ayudarles para que salgan urgentemente de esa situación? ¿No es eso lo que han intentado hacer miles de santos misioneros a lo largo de la historia de la Iglesia?

Si no hubiese sido necesaria la misión, entonces el Hijo del Padre jamás hubiese sido “misionado”, es decir, “enviado” al mundo a morir por nosotros para salvarnos; mejor era dejarnos en “ignorancia invencible” y así que cayésemos en el hoyo de… los fariseos o de los idólatras.

Es ésta y no otra la necesidad y la urgencia de la misión; y es por esto que los enemigos de la Iglesia la combaten intentando “oenegeizarla”.

Espero que sirva esta respuesta dada medio a las corridas. Material debe haber de sobra para profundizar y, quizás, algún lector del blog pueda sugerirla.

Con mi bendición y anhelo de que, alguno de los que lea estas crónicas, reciba algún día la gracia de la vocación misionera para que Cristo Rey, reine verdaderamente en todas las almas, y venzamos toda ignorancia que nos aleja de Él.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi

15 comentarios

  
Grego
Sinceramente yo pienso que la auténtica batalla no es solo de opinión, es más profunda. La auténtica diferencia se dá entre los que tienen una fe de libro, que es una fe intelectual; ya sea heredada, ya sea estudiada, o aprendida teológicamente en una tendencia muy común hoy, que es a querer hacer ciencia y masticable la fe...Y aquellos que han tenido un auténtico encuentro con Jesús Resucitado, alimentados por la gracia y Sacramentos, e instruidos por el Espíritu Santo, cuya vida se llena de gozo, alegría y regocijo en el Señor y corren a comunicarlo, porque nada les hace más feliz, y quieren dar a los demás lo mejor de sus vidas, que es sin duda Cristo.
Los otros, los que no quieren hacer proselitismo, son los que su fe no les hace auténticamente felices, y claro nadie habla con gozo de lo que no le llena profundamente.
Esta es la diferencia real, no hay otra.
18/01/17 11:43 AM
  
Ricardo de Argentina
Para que esa joven piense lo que piensa, tan equivocadamente, ha debido beber en la enseñanza herética que circula libremente dentro de la Iglesia, y que vacía a las misiones de sentido. Y vacía a la Iglesia de su misión, también. Porque Iglesia que no misiona, no es propiamente Iglesia.

Pienso que los herejes "católicos" que pretenden encapsular a la Iglesia, van por el camino ordinario hacia su condenación.

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En realidad, bebió la mejor doctrina pero es difícil no estar empapados de ciertas ideas que nos invaden. Dios lo guarde. PJOR
18/01/17 12:42 PM
  
Tulkas
La Iglesia sólo conoce un medio de salvación, Cristo, y lo que Él ha instituído: renacer del agua y del Espíritu.
18/01/17 12:56 PM
  
Scintilla
Le aporto el recuerdo, querido padre, del último concilio ecuménico, la constitución dogmática Lumen gentium. Dice así en II,16 según la traducción oficial:
"Y la divina Providencia tampoco niega los auxilios necesarios para la salvación a quienes sin culpa no han llegado todavía a un conocimiento expreso de Dios y se esfuerzan en llevar una vida recta, no sin la gracia de Dios. Cuanto hay de bueno y verdadero entre ellos, la Iglesia lo juzga como una preparación del Evangelio [cf. Eusebio de Cesarea, Preparación para el Evangelio, I,1] y otorgado por quien ilumina a todos los hombres para que al fin tengan la vida. Pero con mucha frecuencia los hombres, engañados por el Maligno, se envilecieron con sus fantasías y trocaron la verdad de Dios en mentira, sirviendo a la criatura más bien que al Creador (cf. Rm 1,21 y 25), o, viviendo y muriendo sin Dios en este mundo, se exponen a la desesperación extrema. Por lo cual la Iglesia, acordándose del mandato del Señor, que dijo: «Predicad el Evangelio a toda criatura» (Mc 16,15), procura con gran solicitud fomentar las misiones para promover la gloria de Dios y la salvación de todos éstos."
Creo que más sintética y claramente no se puede decir, componiendo lo que usted dice con lo que suponía, con no mal criterio, su consultora. Todos esos hombres de buena fe son los que, nada más escuchar el evangelio, lo adoptan de buen grado porque ven en él aquello a lo que les llevaba la gracia de Dios. Lo reconocen y reconocen a Jesús. Como aquel Job: Sé que mi Redentor vive. Pues eso, que viva nuestro Rey y Redentor. Con un abrazo.
18/01/17 12:57 PM
  
Seminarista
Muchas gracias por el artículo, yo muchas veces me había planteado la misma duda que dicha joven, que parecería desprenderse de elementos del magisterio ya citados.
18/01/17 1:06 PM
  
El gato con botas
En la Iglesia actual hay mucho "opinante", y por tanto, muchos con la idea de que mi norma es según mi criterio. Veo que se lee poco el Evangelio.
18/01/17 1:14 PM
  
Rexjhs
Muchas gracias padre Olivera. Con su permiso, hago un breve resumen. Ud. juzgará si es acertado o no:

1. Todo hombre tiene escrito en su corazón la ley natural de Dios
2. Por esa razón y por otras razones (preambula fidei), a todo hombre le es posible conocer que existe Dios y cuáles son las normas morales que hay que cumplir en esta vida para serle fiel
3. A pesar de esto, el pecado original generó en nosotros la tendencia a pecar (amartía), lo que hace ciertamente difícil, cuando uno está metido en una religión falsa, llegar a la verdad. Complicado, pero no imposible.
4. El conocimiento de la revelación hecha por Cristo (Evangelio) sobre cómo es realmente Dios y lo que le complace facilita, a los hombres de buena fe, la salvación. A ello hay que sumar la ayuda de la gracia santificante que conceden los sacramentos
5. Conclusión 1: el hombre pagano que, de buena fe, con ignorancia invencible de Cristo, busca la verdad inscrita en su corazón y la obedece, se salva. Pero, de entre los que tienen esa buena fe se salvan pocos, por la tendencia al pecado existente en todo hombre y porque las falsas religiones le llenan la cabeza de errores y le apartan de esa ley natural. Esos hombres de buena fe, sin duda, se salvarían seguro si conocieran a Cristo y sus sacramentos (de ahí la importancia de misionar).
6. Conclusión 2: los no católicos con ignorancia vencible no se salvan ni aquéllos que no buscaron la verdad (carecían de buena fe). Muchos de estos se salvarían si se les misionase y predicase la Verdad.

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Querido Rexjhs: es exactamente como lo ha resumido. Gracias por el esfuerzo y, si alguno se anima por una brevísima temporada, los esperamos por la meseta tibetana. Sólo hace falta saber un poquito de inglés, nada más. Dios lo guarde. PJOR
18/01/17 1:33 PM
  
Enrique P.
Gloria in excelsis Deo et in terra pax hominibus bonae voluntatis....
18/01/17 4:42 PM
  
Juan Argento
Hay tantos textos del Nuevo Testamento, e incluso del Antiguo, para refutar esto. Cito tan sólo algunos que me vienen a la mente.

1. La primera petición del Padre Nuestro es "santificado sea tu Nombre". ¿Cómo va a ser santificado el Nombre de Dios si no es conocido?

2. Dios "quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad" (1 Tim 2,4), no que se salven en el desconocimiento de la verdad.

3. "Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo." (1 Jn 5,20). ¿Querrá Dios que nos guardemos esa inteligencia para nosotros solos o que la compartamos? La primera opción me recuerda al servidor que enterró su talento en vez de hacerlo fructificar.

4. "hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre maduro a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, para que no seamos ya niños, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a merced de la malicia humana y de la astucia que conduce engañosamente al error, antes bien, viviendo la verdad en la caridad, crezcamos en todo hacia Aquel que es la Cabeza, Cristo" (Efesios 4,13-15).

18/01/17 7:44 PM
  
Andrés B.
Rexjhs, ¿puedo tomar tu comentario para una nota en mi página de Facebook Scioquicredidi? Por supuesto pondría la fuente y demás...

Padre Olivera, siempre pienso que con su misión en el Himalaya acumula "carbones encendidos" sobre las cabezas de quienes lo maltrataron aquí (ya sabe, lo de los profetas). Y aun así encuentra tiempo para estas cosas tan necesarias, de formar las conciencias. Es para mi, al menos, un fuerte testimonio y no pocas veces un reproche por mi pereza.
Laus Deo Virginique Matri!
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Entonces, Andrés, lo esperamos en el Himalaya!!! Jé! Dios lo bendiga. PJOR
18/01/17 9:37 PM
  
Ramón
Gracias por el artículo. Lo guardo. Un saludo padre.
18/01/17 10:35 PM
  
David García
"a todo hombre le es posible conocer que existe Dios y cuáles son las normas morales que hay que cumplir en esta vida para serle fiel"
Esta afirmación es falsa, la verdad es que ningún hombre realmente lo sabe, aunque hay muchos que creen en diferentes Dioses, con sus diversas normas morales.
No es lo mismo saber, que creer, de hecho, si realmente lo supieran siquiera los creyentes, ya no necesitarían de la fe, ni se llamarian creyentes, si no "sapientes".
Así que no, esa premisa es falsa porque hay millones de ejemplos que la refutan, sin ir mas lejos, a mi me es imposible conocer que existe Dios.
18/01/17 11:41 PM
  
José Ángel Antonio
Si Jesús dijo "id y anunciar el Evangelio a toda criatura, haced discípulos, llegad a los confines de la tierra", yo creo que eso es lo que debemos hacer. La Iglesia existe para evangelizar (decía Pablo VI) a todos los hombres.

Ahora bien, de las 52 colectas semanales en mi parroquia de Madrid solo 2 se dedican a misiones (ni siquiera hacen la del clero nativo... y eso que nuestros párrocos son de congregación misionera). Esa "urgencia de anunciar" no la veo. Con el dinero de dos bancos para sentarse en una parroquia madrileña puedes formar a 50 catequistas rurales en Camerún, si no me equivoco.

Por otra parte, no es convincente lo de """Si no hubiese sido necesaria la misión, entonces el Hijo del Padre jamás hubiese sido “misionado”, es decir, “enviado” al mundo a morir por nosotros para salvarnos "".

La misión no es NECESARIA para Dios. Será conveniente y él la ha ordenado. Pero podía habernos salvado sin cruz, sin misión y de mil otras formas.

Por último, los paganos que se salven -que creo que serán multitud- no será por ser asombrosamente virtuosos sino por razones misteriosas de la gratuidad divina (no seamos pelagianos) como explica la Dominus Iesu que es relevante para la cuestión planteada:

""Acerca del modo en el cual la gracia salvífica de Dios, que es donada siempre por medio de Cristo en el Espíritu y tiene una misteriosa relación con la Iglesia, llega a los individuos no cristianos, el Concilio Vaticano II se limitó a afirmar que Dios la dona « por caminos que Él sabe ».
19/01/17 2:35 PM
  
rastri
Dice aquí:

Apocalipsis 7:13-17
13 Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido?
14 Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
15 Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.
16 Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno;
17 porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.

Estos, que ciertamente existieron , tampoco oyeron de la promesa de un Redentor; Simplemente, por ley natural de su razón de ser dieron su vida antes que admitir que este Universo y el Sol fuera el Dios de su creación.

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Perdón Rastri, pero esta interpretación suya sería bueno que dijese de dónde la obtuvo. Al menos yo, es la primera vez que la leo. Al contrario, la interpretación bíblica tradicional señala que éstos son los que vivirán al final de los tiempos; acá transcribo, por ejemplo, el comentador del gran exégeta católico, Mons. Straubinger: "Si los vv. 4-8 se refieren exclusivamente a los salvados del pueblo judío, aquí se alude en cambio a innumerables cristianos que vienen “de todas las naciones”, o sea de la gentilidad, por lo cual los intérpretes refieren a los cristianos todo este capítulo. La Liturgia aplica los vv. 9-12 como Epístola en la Misa de Todos los Santos. Según Tertuliano se trataría de los salvados en tiempos del Anticristo (cf. 12, 6 y 14 y nota a los vv. 2 ss.). Las túnicas blancas y palmas y lo dicho en el v. 19 sobre la tribulación los vincula con los sacrificados de 6, 11, por donde parecería que aquí se ha completado el número que allí se anuncia. No, puede negarse, sin embargo, la concordancia del v. 17 con 21, 4, ni la del v. 15 con 21, 3 y 22, 3 que parecen tener un alcance más general"

Dios lo guarde. PJOR
19/01/17 7:01 PM
  
PS Martin
Gran explicación:


"La doctrina es clara: si alguien que nunca oyó hablar de Cristo ni tuvo posibilidad de convertirse, sigue la ley natural (no robar, no mentir, amar a Dios, etc…) y tiene “ignorancia invencible” (es decir, sin culpa propia se encuentra en el paganismo, pues nadie jamás le predicó, etc.), entonces podría salvarse, por un camino extraordinario que Dios trazase para él, e incluso llegar al Cielo por los mismos méritos de la Iglesia."


Es decir, la Iglesia es el unico camino garantizado posible, que no el único posible, lo cual no anula como bien explicas la necesidad de evangelizar. Lo contrario es un riesgo innecesario, y el detalle de "ignorancia insalvable" implica que quiza el que pudiendo salvar lo salvable y por omision no lo haga, quiza este asumiendo parte de la culpa de aquel a quien no llega la noticia por culpa del que sabe.


Es fácil de entender por qué debe existir posibilidad de salvarse fuera de la Iglesia, aunque no podamos garantizarlo por mucho que hagamos: dado que todos compartimos por Cristo la misma dignidad, y todos tenemos la puerta de la salvacion abierta (para entrar si queremos, lo cual implica creer y obrar de acuerdo a esa voluntad) si aceptaramos que solo bautizados podemos salvarnos, estariamos asumiendo que Dios ha creado millones de humanos sin ninguna posibilidad de salvacion (los indios de America hasta 1492, las personas anteriores a Cristo, cuya redencion tambien se extiende en el tiempo...), pero es que aunque hubiera creado a una sola persona sin darle alguna posibilidad de salvarse, ya estaria entrando en contradiccion, y Dios no "puede" contradecirse. Ademas esa persona no seria libre pues en ultima instancia la unica libertad que existe es la misma que la de los angeles, aunque nuestra respuesta sea toda nuestra vida: SI o NO a Dios.

Otra cosa es que despues quienes no han podido gozar de las gracias de la Iglesia, quiza deba necesariamente sufrir un determinado purgatorio. Lo cual aunque positivo por garantizar la salvacion, no olvidemos que algunos lo comparan con el mismo infierno con una unica diferencia: la esperanza de saber que termina. Pero ademas nuestra referencia hacia sus "tiempos" de permanencia es en siglos terrestres, lo cual no es deseable para nadie. Por ello aparte del mandato dado por Cristo de evangelizar, y de nuestra responsabildiad frente al hermano, es un acto de caridad en la medida en que busca su maximo bien para garantizar la salvacion, librarle del terrible Purgatorio y sus males, que a veces desdeñamos, y abrirle la posibilidad de vivir una vida mucho mas plena y feliz y de ayudar a otros a encontrar tambien a Cristo.
19/01/17 7:42 PM

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