Luterándonos: los judíos
“A partir del planteamiento luterano, si somos coherentes, quedan solamente dos posibilidades entre las cuales optar en el curso de la historia: o el hombre se disuelve en su angustia y ya no es nada (y es la consecuencia del existencialismo ateo), o bien el hombre, basándose en esa misma angustia y corrupción, da un salto en el vacío y se autodefine superhombre (es la opción de Nietzsche). En el fondo Nietzsche regenera a Hobbes, en el sentido de que la “última ratio” del hombre es el poder. El dominio es posible solamente contra el amor, a partir de la contraposición, en el hombre, entre la razón y el corazón. Un tal poder, como “última ratio", implica la muerte de Dios. Se trata de un paganismo que, en los casos del nazismo y del marxismo, adquirirá formas organizadas en sistemas políticos” (Conferencia del P. Jorge Mario Bergoglio en Mendoza (Arg.), 1985, titulada: “Lutero: una “idea loca” que ha evolucionado en herejía y cisma”. La conferencia completa puede leerse aquí y fue republicada en un libro editado ya como Papa, en 2014; ver aquí).
Martín Lutero siempre se preocupó por el judaísmo y, aunque en un inicio intentó buscar su conversión, desistió de ello y se volcó a denigrarlos.
En los últimos años de su vida publicó cuatro opúsculos de una agresividad sin igual[1].
Veamos lo que decía:
Los judíos son un pueblo «abyecto y despreciable, es decir, no un pueblo de Dios, y su jactancia de linaje, su circuncisión y su ley deben ser considerados sucios» (…). Están manchados con «las heces del diablo (…) en las que se revuelcan como cerdos» (…). La sinagoga es una «novia impura, sí, una ramera incorregible, una mujerzuela impía». No se les debe mostrar ninguna piedad ni misericordia, ni facilitar protección legal alguna (…) «estos infectos gusanos venenosos» deben prepararse para el trabajo forzado o la expulsión definitiva» (…). «Seremos culpables de no destruirlos»[2].
Y agregaba:
“Si un judío viene a pedirme el bautismo, se lo daré. Pero enseguida lo llevaré al puente del Elba, le pondré una rueda de molino al cuello y lo tiraré al agua”[3].
“¡Que se quemen sus sinagogas y sus escuelas! ¡Lo que no se puede quemar, cúbraselo con tierra! ¡Que se lo sepulte de tal manera que jamás ya nadie encuentre de ello una piedra ni un desperdicio! ¡Que se derriben y demuelan sus casas! ¡Que se les quites sus libros de oración y sus talmudes! ¡Que se prohíba a sus rabinos, bajo pena de muerte, comunicar su enseñanza! ¡Que se rehúse a los judíos todo derecho de amparo y de protección pública! ¡Que se les prohíba hacer comercio! ¡Que se apoderen de sus economías, sus joyas, su oro y su dinero!… Y si ello no es suficiente, ¡que se los eche de todas partes como a perros rabiosos!”[4].
En otro texto tituladoDel Nombre Incognoscible y las generaciones de Cristo, los equipara con el mismo demonio:
“Aquí en Wittenberg, en nuestra iglesia parroquial, hay una puerca esculpida en la piedra de la que maman cerditos y judíos; detrás de la puerca se encuentra un rabino que alza la pata derecha de la cerda, le levanta el rabo y le mira con gran esfuerzo en el Talmud bajo el rabo, como si quisiera leer o ver algo muy difícil y excepcional; sin duda encontraron su Schem Hamphoras [Nombre de Dios] en ese lugar”.
“Ellos son nuestros principales enemigos. No dejan de blasfemar de Cristo nuestro Señor, tratando a la Virgen María de puta, a Cristo, de bastardo, y a nosotros de imbéciles o abortos (Mahlkälber: algo así como alimento de ganado). Si ellos pudieran acabar con todos nosotros, lo harían de grado. Ya lo hacen a menudo, especialmente aquellos que se hacen pasar por médicos, aunque a veces ayudan, porque el diablo ayuda a terminar la faena al final. Suelen ejercer la medicina como en la Suiza francesa. Administran veneno a personas que morirán en una hora, un mes, un año, o en diez o veinte años. Son muy duchos en este arte”[5].
[1] Martín Lutero, Sobre los judíos y sus mentiras (1543); Del Nombre Incognoscible y las generaciones de Cristo (1543); Advertencia contra los judíos (1546).
[2] Martín Lutero, On the Jews and Their Lies, 154, 167, 229, cited in Michael, Robert. Holy Hatred: Christianity, Antisemitism, and the Holocaust. New York: Palgrave Macmillan, 2006.
[3] Alfredo Sáenz, La Nave y las tempestades. La Reforma Protestante, Gladius, Buenos Aires 2005, 218.
[4] Ídem, 218-219.
[5] Michael, Robert. Holy Hatred: Christianity, Antisemitism, and the Holocaust. New York: Palgrave Macmillan, 2006, 117.
24 comentarios
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Cierto, ¿y?¿qué conclusión saca con eso? Acá sólo se muestra el pensamiento de Lutero en sus fuentes. Cuando queramos hablar de las fuentes y de los comportamientos de otros, lo haremos (de hecho, ya lo hicimos al tratar sobre la inquisición y, sobre todo, de Isabel la Católica). Dios lo guarde. PJOR
Dios me perdone por "poco ecuménico", pero Lutero tiene expresiones tan fuertes en sus escritos que hacen sospechar que en su corazón albergaba ese satánico sentimiento.
¿No ve Ud., por ejemplo, que el judío recién bautizado y tirado puente abajo inmediatamente después, se salvaría con toda seguridad al no tener tiempo de cometer pecado mortal alguno?
Ah, cuánto nos falta todavía de talante ecuménico !!
Saludos cordiales.
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Palas: interesante el tema. Por si le sirve, le indico una reseña que hice hace casi diez años sobre el tema de Heidegger y el nazismo. Puede leerla aquí. Dios la guarde. PJOR
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Trabucaire: si no me equivoco, del P. Beer, no hay traducido nada a ninguna lengua. Si estoy equivocado, avíseme por favor. Me encantaría poder leer divulgarlo si estoy equivocado. PJOR
El famoso discurso del rectorado sí presenta en forma favorable a Hitler.
De hecho, después de la guerra Heidegger fue sometido a un proceso de "desnazificacion" cuyo interrogatorio estuvo a cargo de uno que había sido discípulo suyo y que para entonces estaba al servicio de la OSS, antecesora de la CIA: el freudomarxista Herbert Marcuse, de la Escuela de Frankfurt.
Saludos cordiales.
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Muchas gracias. PJOR
No juzguemos tan alegremente a la gente. Que también nosotros tenemos nuestros oscuros y nefastos siglos de la Inquisición, las guerras santas, y de matanzas a supuestos herejes.
Parece que el papa Francisco recientemente ha cambiado de opinión respecto a Lutero. También creo que hoy Lutero no pensaría lo mismo sobre los judíos. Y los judíos tampoco son, en general, lo que fueron en el siglo I.
Simplemente: es que nadie piensa y siente lo mismo que cuando contaba veinte años de edad. La gente evoluciona, a Dios gracias.
Acerquémonos a unos cristianos a otros con buena voluntad. Así sea.
Vistas las acciones y leídos los testimonios de esta gente no parece que el antisemitismo atribuido a Lutero hiciera mella en ellos. El antisemitismo es una cosa más popular que aristocrática.
investiga sobre la inquisición protestante, y te sorprenderá de las cosas terribles. Acusas fácilmente a la inquisición de la Iglesia Católica, pero no lo has estudiado porque fue el motivo. Para salvar guardar la doctrina de la Iglesia Católica, es decir, defender los intereses de Cristo, que el judaísmo quería extirpar de España hasta sus cimientos.
Según los protestantes, cada sacerdote católico debe ser ahorcado o degollado, son terribles los crímenes que cometieron contra la fe católica. Hoy sucede eso, que es astucia del demonio, defender los propósitos malvados para justificar el protestantismo, pero la historia está ahí, la que no ha sido manipulada.
Si lees una exhortación de San Antonio María Claret sobre Martín Lutero y los protestantes, intentaron destruir toda raíz de la Iglesia Católica, pero no pudieron, gracias a Dios. Hoy como siempre, se intenta manipular la historia de la Iglesia Católica, fácilmente caen los que no tienen fe.
Luego, no debes confundir eso de "juzgar", nadie está juzgando el alma de cada persona, pero son los hechos malos, los que deben ser juzgados. Porque Jesucristo, dice que sí, que se puede juzgar, hay que leer bien ese pasaje, poniendo atención. Pero no quedarse ahí, sino que toda la Palabra de Dios es conveniente comprenderlo a la luz de la fe del Magisterio de la Iglesia Católica.
San Antonio María Claret, da por hecho que Martín Lutero, como sus seguidores han terminado juzgado y condenado en el infierno.
Los controladores de El País debieran hacer lo mismo.
A mi me han llamado de todo menos bonito.
La mayoría de los comentarios entran en la categoría de insultos.
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