Padre Leonardo Castellani: el profeta incómodo (la mitad de su vida)
No hace mucho, el escritor español, Juan Manuel de Prada descubrió al gran padre Leonardo Castellani, quizás lo mejor que haya dado la Argentina en el ámbito católico del siglo XX. Pocos lo conocen o mejor dicho, no tantos como debieran.
Presentamos ahora la versión digital de una obra genial: el libro del Dr. Sebastián Randle titulado “Castellani (1899-1949)“. Su autor tuvo la dicha de trabajar a la luz de los diarios íntimos y las publicaciones éditas del gran jesuita argentino. Criticado por propios y ajenos y silenciado por muchos, creemos sin embargo que, aunque hay pasajes que no suscribimos del todo, es absolutamente indispensable para entender el cambalache del siglo pasado.
Con permiso expreso del autor, lo ponemos a disposición para quienes deseen conocer al “profeta” más grande que tuvo la Argentina y aguardamos mientras tanto, la segunda parte (1949–1981) que fue prometida para fin del corriente año.
Como se trata de un libro “gordo", me permito presentar aquí también un excelente resumen que escribiera mi maestro, el Dr. Octavio A. Sequeiros, justamente hoy 27 de Abril, a siete años de su partida a la casa del Padre: “Castellani: el profeta incómodo", aparecido en la Revista Gladius Nº 59 (2005), 55-100.
Que les aproveche.
Libro del Dr. Sebastián Randle en formato mobi, pdf y word
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi
58 comentarios
Sin embargo hay que advertir de su milenarismo (rechazado en el punto 676 del Catecismo).
Un excelente resumen sobre ello por parte de monseñor Miguel Antonio Barriola, distinguido con la estatuilla "Padre Leonardo Castellani", en su artículo "EL REINO DE MIL AÑOS (APOC 2O, 1 - 1O) APORTES PARA SU INTERPRETACION" que puede encontrarse por internet fácilmente y es, sencillamente, impagable.
La erudición del Padre Castellani combinada con sus argentinismos, localismo y universalidad, hacen de él un sujeto sui géneris que es imposible repetir con un molde. Esa particularidad me encanta y debe encantarle a De Prada, que es escritor, porque en uno de sus libros nombra a Fabrice Hadjadj, un teólogo francés moderno que también tiene un estilo literario propio de él. Ni el Padre Castellani ni Hadjadj escriben como se espera que deben escribir: Castellani era argentino, Hadjadj es un converso judío y Chesterton era muy british. Es decir, maravilloso para evitar la monotonía que repele bastante y para ensalzar la libertad que dentro de la Iglesia es muy buena cuando no afecta a la ortodoxia.
Más que intentar ver el rostro de Jesucristo he intentado imaginarme su voz, cómo diría Él: ¡raza de víboras! y cómo "ama a tu prójimo como a ti mismo". Imposible decirlo con el mismo tono de voz.
Ser un cascarrabias es sólo una forma de ser, si Castellani lo era también lo era mi abuelo ¿y qué?: "Escuchá las zonzeras que dice el Padre X" Que el Padre X diga zonzeras no afecta al Catolicismo. Y que Castellani se equivoque alguna vez tampoco.
Por cierto antes era La Argentina, El Perú, pero ahora no sé si es correcto decirlo así. Suena más castizo que decir Argentina o Perú.
Genera prejuicios!!!!Ha es muy bueno pero!!!!!! catarata de defectos, la envidia espiritual, el odio a las cosas de Dios;La Acedia,Padre Bojorge, hay que ponerse de rodillas con agua bendita!!!!!!!!!Es Diabolica, y me dicén que no anda el diablo en la Iglesia, somos hermanos en la Sangre de Cristo, pero a la Iglesia hay que entrar con agua bendita!!!!!!
Sin duda, no todo lo que dice el P. Castellani ha de tomarse del mismo modo, y tiene sus extravagancias y errores.
Pero recuerdo que mi primer lectura filosófica impactante una vez vuelto a la fe católica, fue su artículo sobre "San Agustín y Descartes", fascinante hasta en sus oscuridades que exigían gran esfuerzo de comprensión no necesariamente exitoso.
Ahí mismo, por ejemplo, es de lamentar su adhesión acrítica al "aquikantismo" de Joseph Maréchal, que tengo entendido fue profesor suyo en Lovaina o algo así.
Pero incluso ahí tiene el buen sentido de ponerlo nada más que como "alternativa posible", siendo la otra el realismo tradicional.
Luego leí sus comentarios a la Summa en la edición del Club de Lectores y otras cosas más.
Un grande, sin duda alguna, junto con Derisi y Menvielle no se me ocurre nombrar a otro de ese nivel en esa cultura católica argentina de la que conozco tan poco.
Pero el libro de Randle, que recién comencé a leer, es capítulo aparte.
Atrapa como una novela de suspenso y tiene muchísimas mas cosas que una novela, tiene la historia de la Iglesia en los tiempos modernos en retazos y girones, con datos reveladores y juicios muy acertados, al menos en lo poco que he leído hasta ahora.
Muchas gracias y saludos cordiales.
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El libro de Randle es buenísimo.
Castellani es muy recomendable pero, en filosofía, hay cosas criticables, como es el caso de adhesión a Marechal que cita.
Es un sabio insobornablemente cristiano, lúcido y noble.
O sea, un católico como Dios manda.
Un profeta de nuestro tiempo, frente al cual el fariseismo se defiende acusándolo de excesivo y malhumorado.
Pero es esas estamos, Castellani seguiría hoy condenado por la Compañía de Jesús y por tantos obispos preocupados ante todo por resultar simpáticos al mundo.
Cosa última esta que Castellani sabía del todo incompatible con el seguimiento de Nuestro Señor Jesucristo.
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Ud. ha hablado bien; ¡cuánta falta haría volver a leerlo! En este mismo momento la editorial Gladius, de Buenos Aires, está publicando la opera omnia del gran escritor argentino. Van por el segundo de los tres volúmenes.
La interpretación que da la Iglesia actual es la de San Agustín. Todo dependerá de qué valor se le quiera dar al Catecismo cuando dice que el milenarismo (TODOel milenarismo) está rechazado.
Lo curioso y triste es que los actuales milenaristas suelen dárselas de ortodoxos y conservadores, y acaban adoptando las malas maneras de Castellani para desacreditar a la misma Doctrina de la Fe.
Para que quede clara la relación del milenarismo y la Tradición, entresaco estas palabras del Cardenal Franzelin, indiscutida autoridad sobre la Tradición, para los que creen que el milenarismo está en la base de ésta:
"A partir de aquel tiempo en que la inteligencia de la doctrina y dogmas católicos fue explicada y cultivada en grado máximo, desde el comienzo del siglo IV y en el siglo V, en los cuales florecieron casi todos los máximos doctores de la Iglesia, esta supuesta Tradición apostólica y la inteligencia verdadera del sentido obvio de las Escrituras y del mismo símbolo, no sólo se oscureció cada vez más y fue dada al olvido, sino que se vio combatida y rechazada por todos los doctores, en cuyas obras todavía aparece alguna mención de este asunto, ¿habrían conspirado unánimemente los doctores para desviar la Escritura de su sentido claro y obvio hacia explicaciones más difíciles, figuradas y (en hipótesis) falsas, toda vez que se trata de los últimos días, no sólo en uno u otro pasaje, sino en muchos libros del Antiguo y Nuevo Testamento? En la Iglesia universal, cuando se explica al pueblo ya en las catequesis e instrucciones, ya en las escuelas la segunda venida de Jesucristo, la resurrección de los muertos y el último juicio, ¿se habría ocultado constantemente y por todas partes, al menos a partir del siglo IV, la verdad transmitida por los Apóstoles y en su lugar se habrían enseñado cosas que no pueden componerse con aquella verdad? Pero no hay quien pueda entender cómo todo esto pueda ser compatible con la economía de la Tradición y con la prometida asistencia del Espíritu Santo, que preserva del error a la inteligencia católica, guiándola hacia toda verdad.
Sin duda, puede haber y hay verdades, que, transmitidas primeramente implícita y más oscuramente en la predicación de los Apóstoles, o una doctrina comprendida primitivamente más por costumbre práctica que en teoría, alguna vez hayan sido ocasión de controversia dentro de los mismos confines de la Iglesia; pero, una vez nacida (tal controversia), poco a poco fueron explicadas y declaradas más lúcidamente, hasta que pasaron al universal consentimiento de toda la Iglesia. . . Pero nunca sucedió, y es imposible que pase, dada la economía de la Tradición, que, en orden inverso, un artículo de la fe, comprendido al principio explícitamente y en sentido claro y obvio en la predicación eclesiástica y la inteligencia católica, después, habiendo surgido tal vez una controversia, retroceda hacia la oscuridad, pase al disenso y que, por fin, prevalezca contra él un consenso opuesto y negador, la cual negación, para más, domine sin contradicción en la iglesia universal de Dios a través de muchos siglos, en mil quinientos años. Por lo tanto, según el mismo primer principio de la interpretación católica se demuestra que aquella claridad de las Escrituras, de la que se jactan los quiliastas, no es más que aparente, y en realidad de verdad, en aquellos mismos pasajes, por su misma aparente claridad hay mucha oscuridad latente; no menos se demuestra esto, de lo que tratamos aquí, a saber: que aquella antigua doctrina anterior al siglo cuarto NO FUE UN CONSENSO CATÓLICO"
Además demuestra cómo el origen de esta perspectiva milenarista tuvo lugar en Asia Menor: Papías, obispo de Hierápolis en Frigia; Justino tuvo su diálogo con Trifón en Efeso; Ireneo provenía de la misma provincia; Tertuliano adhiere a esta doctrina, después de caer en el Montanismo, herejía de origen frigio. No hubo un solo Padre latino que sostuviera esta sentencia, ni se la admitió en Roma, fuera de Hipólito.
1) Aquí lo que dice el Catecismo:
"Esta impostura del Anticristo aparece esbozada ya en el mundo cada vez que se pretende llevar a cabo la esperanza mesiánica en la historia, LO CUAL NO PUEDE ALCANZARSE SINO MÁS ALLÁ DEL TIEMPO HISTÓRICO a través del juicio escatológico: INCLUSO EN SU FORMA MITIGADA, la Iglesia ha rechazado esta FALSIFICACIÓN DEL REINO FUTURO CON EL NOMBRE DE MILENARISMO, sobre todo bajo la forma política de un mesianismo secularizado, "intrínsecamente perverso"" (punto 676).
2) Aquí lo que dice la Constitución Dogmática "Lumen Gentium" del Concilio Vaticano II:
"Así, pues, Cristo, en cumplimiento de la voluntad del Padre, inauguró en la tierra EL REINO de los cielos, nos reveló su misterio y con su obediencia realizó la redención. La Iglesia O REINO DE CRISTO, presente actualmente en misterio, por el poder de Dios crece visiblemente en el mundo."
3) Aquí lo que dice el Papa Emérito Benedicto XVI en su obra "Escatología":
"El no frente al quiliasmo significa que la Iglesia rechaza la idea de una plenitud definitiva de tipo intrahistórico o la idea de una perfección interior de la historia en sí misma. Esto quiere decir que la esperanza cristiana no implica concepto alguno de una plenitud interior a la historia. Esa esperanza expresa, por el contrario, la imposibilidad de que el mundo llegue a la plenitud interior. Los distintos elementos conceptuales que sobre el fin del mundo proporciona la Biblia, tienen en común precisamente el representar un rechazo de la esperanza de una situación salvífica definitiva de tipo intrahistórico.
Esta postura es totalmente acertada incluso considerada racionalmente, porque la idea de una consumación definitiva en la historia no cuenta con la apertura permanente de la libertad del hombre, siempre expuesta a fallar."
4) Y ya puestos, lo que dice G. Gilleman al explicar el Decreto de 1944 en su artículo sobre el error milenarista (en 1945):
"El Decreto afirma que el milenarismo (o quiliasmo) aún mitigado o espiritual (...) no puede ser enseñado sin imprudencia (...) La fe de la Iglesia NO CONOCE MÁS QUE DOS VENIDAS DE CRISTO Y NO TRES".
Como se ve, el milenarismo espiritual es parte del mitigado, ambos rechazados por la Iglesia, y cosa ya conocida y advertida en 1945 como se ve. Me quedo con la doctrina segura de San Jerónimo, San Agustín, Benedicto XVI, el Concilio Vaticano II y el Catecismo. Quien quiera seguir otros caminos rechazados por la Iglesia, aunque los defienda el mismísimo Castellani, allá él.
De modo que: respecto al reino de los mil años, me quedo con San Agustín y rechazo a Castellani (que, insisto, faltó a la verdad al defender el milenarismo).
Yo no ando con tiempo ahora, pero el Padre Alfredo Saénz, gran jesuita argentino y un gran amigo, toca el tema del Apocalipsis según Castellani y -específicamente- el tema del milenio, en uno de sus libros ("El fin de los tiempos y siete autores modernos"); el texto está aquí bibliaytradicion.wordpress.com/tradicion/el-apocalipsis-segun-leonardo-castellani/#IV3 , por si alguno quiere pegarle un vistazo y comentar con más precisión dándonos una mano a todos.
Desde ya que, lo que el padre Barriola diga sobre el tema, es totalmente bienvenido y agradecido.
Al menos veo que alguien sí se ha leído ese artículo que es sencillamente imprescindible para curarse de los errores doctrinales de Castellani (que los tiene, siento decirlo). Como bien señala el artículo y Joaquín remarca, Leonardo Castellani faltó a la verdad.
Se me olvidaba indicar cuál es el punto que enlaza a Castellani con el Milenarismo, y es este: Manuel Lacunza, jesuita chileno cuya obra "La Venida de Cristo en Gloria y Majestad" tuvo una fuerte repercusión en sudamérica, lo que obligó al Santo Oficio a pronunciarse con dos Decretos de 1941 y 1944, que son la base del punto 676 del Catecismo.
Manuel Lacunza inspiró el milenarismo protestante (que es abrumador) a través de Edward Irving, por lo que es el origen de este error en la actualidad. El propio Castellani reivindica a Lacunza en su libro "Los Papeles de Benjamín Benavides"; uno de sus capítulos se titula precisamente así: "Lacunza vindicado", y el protagonista muere del mismo modo que murió el chileno.
Castellani ha deslumbrado a todos, pero su obra no está por encima de lo que dice la Iglesia. Aunque tanto él como el padre Alfredo Sáenz (al que yo también he leído y admiro mucho) se esfuercen en distinguir un milenarismo espiritual desligado del mitigado, TODO milenarismo está rechazado. Sólo recordar el Catecismo de nuevo y las palabras de Gilleman que he transcrito arriba y que lo dice bien a las claras.
Si alguien quiere un poco más de información, le invito a visitar mi humilde blog, en especial el post titulado "El milenarismo en la actualidad". Y por supuesto el artículo de monseñor Barriola, sencillamente imprescindible.
El mileranismo del c. XX del Apocalipsis es clarísimo: sólo haciendo una interpretación fordadísima de la letra, de la literalidad del mismo, se puede llevar a pensar que desde la fundación de la Iglesia ya vivimos en el Reino de Dios. ¿Qué Reino es ése si todavía hay pecado, muerte, corrupción, y todos los pecados del Mundo, a pesar de la Iglesia católica a la que tanto amamos? El milenarismo espiritual significa que el triunfo de Cristo, que el Reino de Dios en la tierra, que pedimos en el padrenuestro, sólo puede instaurarse POR LA PARUSÍA, y esto es un dogma de la Iglesia. Una vez instaurado el Reino en la tierra (del que hablan tantos profetas y los Salmos) habrá nuevos cielos y nueva tierra, el niño meterá la mano en la madriguera de un aspid y no le picará, el león y el cabrito pacerán juntos, se forjarán las espadas como arados, nadie tendrá niños para sobresalto, nadie construirá para los demás (etc, etc, etc.) y luego será el fin del mundo. Es muy evidente que el triunfo de la Iglesia se dará después de la derrota del Anticristo (como puedes ver en Apoc, 20, 4: "los que no adoraron a la Bestia"), así como que en su Parusía, los degololados en la gran tribulación resucitarán (primera resurrección, también en Apoc, 20, 4: "revivieron y reinaron con Cristo mil años", como también la comenta San Pablo al hablar de las dos resurrecciones (la primera, en la Parusía, de los de Cristo, y la segunda, de todos, al final del mundo). Apocl, 20, 5-8: "5 Los demás muertos no revivieron hasta que se acabaron los mil
años. Es la primera resurrección.
6 Dichoso y santo el que participa en la primera resurrección; la
segunda muerte no tiene poder sobre éstos, sino que serán Sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él mil años.
7 Cuando se terminen los mil años, será Satanás soltado de su prisión
8 y saldrá a seducir a las naciones de los cuatro extremos de la tierra,
= a Gog y a Magog, = y a reunirlos para la guerra, numerosos como la arena del mar" . Lo mismo en San Pablo, en 1 Corintios 15, 22-24: "22 Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también
todos revivirán en Cristo.
23 Pero cada cual en su rango: Cristo como primicias; luego los de
Cristo en su Venida.
24 Luego, el fin, cuando entregue a Dios Padre el Reino, después de
haber destruido todo Principado, Dominación y Potestad.".
Repito, amigo Isael, no soy yo el extravagante. Lo dice la Escritura y la mayoría de los padres de la Iglesia, y revelaciones aprobadas por la Iglesia como la de Amsterdam.
No todos los Padres siguieron el milenarismo, se oscureció hasta abandonarse, y es una moda, un error, que rescata Lacunza en el siglo XIX y expande Castellani en el siglo XX. Pero no deja de ser un error.
Desde San Agustín se ha dado una interpretación espiritual a Apocalipsis 20 y la primera resurrección se considera el bautismo.
La Iglesia enseña una resurrección final para el Juicio, no dos. Y espera una Segunda Venida de Cristo en la Gloria del Padre, no tres.
Lo del milenarismo da pie a interpretaciones y nunca me he aclarado sobre el asunto.
Anduvo por aquí uno que le sacaba punta a Santo Tomás Moro por escribir la Utopía. ¿Pueden entrar aquí personas más papistas que el Papa? El pensamiento utópico tiene ciertos puntos en común con el milenarismo, si no nos aclaramos puede ser condenable hasta el libro del Apocalipsis que, por cierto, es dificilísimo de interpretar.
Necesitaría que la Iglesia condenara una cosa o la otra para oponerme. ¿Existe una condena formal? ¿No? Pues dejémoslo como asunto meramente opinable.
Si ese asunto va a anular a Castellani podríamos cerrar aquí los comentarios antes de que lo comparemos con Lutero.
Si los milenarismos son un problema no creo que sea a cuenta de Castellani. Esta sociedad, no hay más que ir al cine, es apocalíptica y no por el cristianismo precisamente.
A él leo, pertenece por el contrario el texto que sigue.
"El antisemitismo es el odio ciego al judío por el hecho de ser judío. Sin necesidad que lo condene la Iglesia, el antisemitismo es abominable, y lo curioso es que también es natural. En el hombre caído todo lo natural que no se vuelve sobrenatural es abominable, por lo menos en el plano teológico, sobre todo cuando está más cerca del polo animal que del polo racional: como el apetito sexual sin sacramento. Antisemitismo es propalar escandalosamente los crímenes de algunos judíos, como si entre los cristianos no hubiese criminales, tratantes de blancas incluso. Antisemitismo es achacar a los judíos todos los males de la época, para golpear el mea culpa en el lomo ajeno. Antisemitismo es envidiar las riquezas de los judíos...
...Los judíos judaicos escupieron al Cristo y lo siguen escupiendo. Pero los cristianos se deben guardar muy bien de escupir a los judíos; de miedo que el esputo encuentre la cara de la Virgen sin Mancilla, que está allí al pie de la Cruz, entre los verdugos, los lamentables hijos de su pueblo, ella, la Madre del Hombre Pecado, la Flor de la Raza Anatema".
Nadie quiere comparar a Castellani con Lutero, pero si yerra y falta a la verdad, debe advertirse.
No estaría de más que los libros de Castellani, perfectamente editados en España por Juan Manuel de Prada, vinieran con una introducción o al menos con unas notas redactadas por un teólogo, no por un novelista, y que señalase los errores.
Castellani, del que nadie duda de su genio literario y su encendida defensa de las verdades de la Iglesia, ha resucitado el milenarismo de Lacunza y se ha puesto en contra ni más ni menos que de San Agustín y de la Doctrina de la Fe. Y con eso ha causado un gran mal, hay que decirlo. Son muchos los católicos, sobre todo sudamericanos, que han asumido sus tesis.
Rexhjs: la interpretación del Padrenuestro en clave milenarista no es de recibo. La finalidad del cristiano es la vida trinitaria, no la búsqueda de un Reino milenario. "El reino de Dios está entre vosotros" (Lucas 17, 21).
Como dice el Catecismo (y para un católico el Catecismo ES BÁSICO), la esperanza mesiánica en la Historia "NO PUEDE ALCANZARSE SINO MÁS ALLÁ DEL TIEMPO HISTÓRICO a través del juicio escatológico".
Por último, esto dice Scott Hahn sobre los milenaristas "católicos": "Buscan el Reino en el lugar equivocado, y buscan la clase equivocada de Reino".
1. Existen diferentes milenarismos. Uno, es herético. Otro, de acuerdo con el decreto del Santo Oficio “no puede enseñarse con seguridad”; no es herético y la decisión es reformable (sobre este punto, v. Cartechini, De la opinión al dogma).
2. Las condenas son de interpretación estricta. Nunca es lícita la interpretación extensiva de una condena.
3. Se debe demostrar -y no sólo afirmar- que el p. Castellani sostuvo alguna forma de milenarismo condenado. No basta con citar textos magisteriales, esa es la mayor del silogismo; el núcleo, es la menor: demostrar probar que las tesis de Castellani realmente encuadran en la condena, interpretada en sentido estricto, nunca extensivo.
4. Por grande que sea autoridad académica de quien lo afirme, siempre será oportuno recordarle que sus juicios no son autoritativos, magisteriales, asistidos especialmente por el Espíritu Santo, ni remotísimamente protegidos por el carisma de la infalibilidad. En materia de “hechos dogmáticos”, la competencia para zanjar controversias, la tiene el Magisterio y no los peritos en S.E.
5. Por último, hay peritos que se equivocan, cuando se meten en temas ajenos a su disciplina (p. e.j., una vez un biblista se puso a defender cierta reforma litúrgica, y pasó un papelón histórico con 30 años de retraso bibliográfico sobre las fuentes de la controversia) y también cuando opinan sobre temas que son propios de su disciplina.
Somos falibles. Y los peritos, también…
Saludos.
El de Castellani, igual que el de Lacunza, es el llamado "Premilenarismo", es decir, que previamente acontece la Segunda Venida de Cristo para vencer al Anticristo y reinar con los santos, resucitados entonces, por mil años. Luego se volverá al Cielo y soltará a Satanás por breve tiempo, volverá en una tercera venida donde resucitará al resto de personas para el Juicio, y Fin. Es el milenarismo abrumadoramente seguido por los protestantes estadounidenses, obsesionados con el Apocalipsis, obsesión que han transmitido a los que llamo yo "apocalípticos de baratillo" "católicos", que esparcen el mismo error.
Existe un "Postmilenarismo", según el cual el Reino debe forjarse por los hombres y luego acontecerá la Segunda Venida. Era el mayoritario en los EEUU hasta la Guerra Civil, semejante al considerado por Teilhard de Chardin, y por eso no aceptado por la Iglesia en el punto 677 del Catecismo.
El de la Iglesia es el llamado "Amilenarismo", o con mejor expresión, "milenarismo realizado", dado que el milenio de Apocalipsis 20 no es exclusivamente futuro, sino en proceso de realización. La Doctrina Católica entiende que la Iglesia es el Reino que existe aquí en la tierra en estado de expectación y que habrá una sola resurrección de la carne de todos los muertos, buenos y malos, que tendrá lugar en la Segunda Venida de Cristo. Interpreta la primera resurrección según lo hace San Agustín en La Ciudad de Dios: una resurrección espiritual, es decir, el bautismo.
Un solo punto del Catecismo pesa más que toda la obra de Castellani.
Yo veo que el Magisterio de la Iglesia hila mucho más fino en estos asuntos que los que aplican por su cuenta la doctrina de la Iglesia. La Iglesia tendría que haber condenado a Castellani si había algo herético en sus asertos. ¿Lo ha hecho?
Aquí vendría bien aquello de: "Roma Locuta Est, Causa Finita Est" para no
extendernos ad infinitum.
Dicho esto, y prescindiendo por el momento de esos decretos del Santo Oficiio, el error del militarismo mitigado es evidente practicando la "exégesis canónica" que recomendaba Benedicto XVI, porque es claramente contrario a la escatología en los Evangelios y en las cartas paulinas, cuya doctrina puede resumirse como:
0. Milenio simbólico, incluyendo la conversión de todo Israel a Cristo luego de "que entrase la plenitud de los gentiles" (Rom 11:12,25-26).
1. Tribulación (Mt 24:21-26; Mc 13:19-23; 2 Tes 2:3-12; Apoc 20:7-9 menos final de 9), seguida inmediatamente por:
2. Cataclismo cósmico (Mt 24:29; Mc 13:24-25; Lc 21:25-26; 2 Pe 3:10-12), inmediatamente antes de:
3. Segunda Venida de Jesús, unida a:
- resurrección de los muertos, con los fieles entre ellos en un estado incorruptible, o sea glorioso,
- transformación, o sea glorificación, de los fieles que estén vivos en ese momento,
- y arrebato ("rapto") de TODOS los fieles (los resucitados y los vivos y transformados) al encuentro de Jesús
(Mt 24:30-31; Mc 13:26-27; Lc 21:27; 1 Tes 4:15-17; 1 Cor 15:51-53).
4. Juicio Final.
Los puntos 2 a 4 corresponden a Apoc 20:final de 9-15.
I. ¿Cómo es entonces que el Apocalipsis y San Pablo hablan tan claramente de la segunda venida de Cristo, que, por cierto, será pronto, tras la gran tribulación, en el fin de los últimos tiempos?
II. ¿Cómo negar que tanto Apocalipsis como San Pablo hablan de la primera resurrección, en la venida de Cristo, y de una resurrección final en el fin del mundo, en el juicio universal? Lo que siempre ha tenido muy clara la Iglesia es que el fin de los tiempos no es el fin del mundo, y que Cristo debe reinar hasta poner a sus enemigos por escabel de sus pies (1 Cor, 15, 25).
III. Algunos pasajes bíblicos que, LITERALMENTE, hablan de un Reino de Cristo en la tierra: 1.Los mil años del Apocalipsis, 20.
2.La lectura que hizo Cristo en la Sinagoga de Nazaret sobre Isaías, 61, 1 y 2: Isaías, 61:
“1. El espíritu del Señor Yahveh está sobre mí, por cuanto que me ha ungido Yahveh. A anunciar la buena nueva a los pobres me ha enviado, a vendar los corazones rotos; a pregonar a los cautivos la liberación, y a los reclusos la libertad; (este año de gracia son los 1000 años del Reino).
3.Salmo 2 completo
4.Daniel, 2, 35: el reino de Dios, la piedra que se convirtió en montaña, llenó toda la tierra.
5.Daniel, 7, 27: tras la visión de las cuatro bestias… “bajo los cielos”.
Y estoy de acuerdo con el catecismo, estaría bueno: "NO PUEDE ALCANZARSE SINO MÁS ALLÁ DEL TIEMPO HISTÓRICO a través del juicio escatológico". Quiere decir que la Iglesia no triunfará por sí misma en la Tierra, sino que necesita de la Venida de Cristo y del juicio escatológico. Y después de ese juicio, el Reino en la tierra, con Satanás encadenado. Finalmente, como dice literalmente Apocalipsis XX, tras un período de tiempo indefinido (los mil años pueden ser un número simbólico), de nuevo el Demonio será soltado y será vencido finalmente, y, al acabarse el mundo, el Reino de Cristo en la tierra (desde su eucaristía), destruido el mundo, se unirá con el cielo, porque ya no habrá mundo. ¿Cómo si no entender los pasajes de la Biblia que hablan de que Cristo instaurará "nuevos cielos y nueva tierra" (2 Pedro, 13: "Pero esperamos, según nos lo tiene prometido, nuevos cielos y
nueva tierra, en lo que habite la justicia."? ¿No ves, Isael, que es clarísimo? ¿Por qué forzar tanto la letra de la Biblia para darle un sentido simbólico enrevesado a tantos y tantos versículos que hablan del Reino en la tierra, tras su Venida?
1 Corintios, 20, 22-26: "22 Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo. 23 Pero cada cual en su rango: Cristo como primicias; luego los de Cristo en su Venida. 24 Luego, el fin (fin del Mundo), cuando entregue a Dios Padre el Reino, después de haber destruido todo Principado, Dominación y Potestad.
25 Porque debe él reinar = hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies. 26 El último enemigo en ser destruido será la Muerte."
"17 Pues he aquí que yo creo cielos nuevos y tierra nueva, y no serán mentados los primeros ni vendrán a la memoria; 18 antes habrá gozo y regocijo por siempre jamás por lo que voy a crear. Pues he aquí que yo voy a crear a Jerusalén «Regocijo», y a su pueblo «Alegría»; 19 me regocijaré por Jerusalén y me alegraré por mi pueblo, sin que se oiga allí jamás lloro ni quejido. 20 No habrá allí jamás niño que viva pocos días, o viejo que no llene sus días, pues morir joven será morir a los cien años, y el que no alcance los cien años será porque está maldito. 21 Edificarán casas y las habitarán, plantarán viñas y comerán su fruto. 22 No edificarán para que otro habite, no plantarán para que otro coma, pues cuanto vive un árbol vivirá mi pueblo, y mis elegidos disfrutarán del trabajo de sus manos. 23 No se fatigarán en vano ni tendrán hijos para sobresalto, pues serán raza bendita de Yahveh ellos y sus retoños con ellos. 24 Antes que me llamen, yo responderé; aún estarán hablando, y yo les escucharé. 25 Lobo y cordero pacerán a una, = el león comerá paja como el buey =, y la serpiente se alimentará de polvo, = no harán más daño ni perjuicio en todo mi santo monte - dice Yahveh."
20, “6 Dichoso y santo el que participa en la primera resurrección; la
segunda muerte no tiene poder sobre éstos, sino que serán Sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él mil años.”
1, 6: “ha hecho de nosotros = un Reino de Sacerdotes = para su Dios y
Padre, a él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.”
Esta posición, ya gravemente errónea en sí misma, fue empeorada aún más por su discípulo Gerardo de Borgo San Donnino, cuya doctrina sí fue condenada por la Iglesia y él mismo sentenciado a prisión perpetua.
A mi juicio, el joaquinismo es relevante hoy porque la posición contemporánea usualmente llamada por los fieles ortodoxos "catolicismo light", como por ej. la criticada por Bruno Moreno en su artículo "polemicas-matrimoniales-xviii", puede ser descripta como un joaquinismo secularizado, mundanizado y laxo. (Hago esta precisión porque el joaquinismo del siglo XIII tendia a una vida de acuerdo a la regla original de San Francisco, o sea una vida de total pureza y pobreza evangélicas.)
El profesor Juan Cruz Cruz escribió en 2013 un excelente artículo sobre el tema, a continuación del cual yo agregué. como comentario, mi sintesis de los dos errores en la base de la teología de la historia de Joaquín de Fiore.
www.leynatural.es/2013/09/17/la-plenitud-milenarista-del-progreso-el-caso-fiore/
Lectura obligada sobre el tema es por supuesto la refutación de S. Tomás de Aquino al joaquinismo en Suma Teológica, Parte I-II, Cuestión 106, Artículo 4:
hjg.com.ar/sumat/b/c106.html#a4
De la lectura del Catecismo y en general de todo lo que nos ha enseñado la Iglesia se sigue que tras la Segunda Venida habrá resurrección de todos los muertos, Juicio y Fin (puntos 680 a 682).
Eso de que luego de la Segunda Venida y tras vencer al Anticristo aún deberá ser soltado Satanás por breve tiempo es algo totalmente exótico.
Francamente, cuando se lo cuentas a alguien, especialmente un sencillo en la Fe, le suena más que raro.
Y recordar además que el error del milenarismo y el error del "rapto", sólo defendido por protestantes y "católicos" milenaristas vienen de a mano.
El Reino ya está en la Tierra: se llama Iglesia.
Castellani faltó a la verdad, y con su verbo encendido y genio literario les ha colado a muchos católicos un error doctrinal que se resisten a sacudirse.
El punto 676 del Catecismo ahí está.
Sobre Joaquín de Fiore le han respondido más arriba y no estoy en condiciones de aportarle nada interesante.
La Iglesia nunca condenó al P. Castellani por sus opiniones teológicas sobre el milenio. Y esto es importante apuntarlo porque en tiempos de Pío XII se aplicaban sanciones incluso a quienes enseñaban doctrinas no seguras.
En todo caso, se ha de tener en cuenta que se califica como doctrina no segura a aquella que se teme que sea errónea, o que pueda producir malos efectos pastorales, y que, por tanto, se prohíbe difundir de manera indiscriminada, si bien no se excluye que se continúe investigando sobre ella. Cabe recordar, con Cartechini que "cuando la Iglesia declara que ciertas proposiciones no pueden enseñarse con seguridad... significa que por lo menos hoy esta no es segura, pero no se puede inferir que la contradictoria sea común o cierta...". La prohibición suele tener mucho de circunstancial y contingente, por lo que es revisable y llegado el caso reformable.
Saludos.
Ap. 22, 17 " El Espíritu y la Novia dicen: «¡Ven!» Y el que oiga, diga: «¡Ven!» Y el que tenga sed, que se acerque, y el que quiera, reciba gratis agua de vida."
PALABRA DE DIOS
En este tema, o con San Agustín, San Jerónimo, BXVI, el CVII y el Catecismo, o con Castellani; pero las dos cosas no pueden ser.
No es oro todo lo que reluce.
A mi una de las cosas que me llamó la atención es el elogio que hace de la astucia. La astucia es un elemento que no se tiene en cuenta a pesar de estar recomendado en los Evangelios por el propio Jesucristo. También sale bien parada en la filosofía de Aristóteles y no se contempla como negativa tampoco en la de Santo Tomás.
Sin embargo nunca es recomendada por la Iglesia porque, naturalmente, tiene una parte oscura. Pero, en cambio, si es recomendada la solidaridad, que, se pongan como se pongan, es tan neutra como la astucia, porque ambas dependen de su finalidad por no ser buenas ni malas en si mismas.
A Castellani la mayoría de los católicos le parecíamos poco espabilados y creo que tenía razón. Castellani, debido a mi propia singularidad, que aceptando el dogma, me muevo sola dentro de la Iglesia, me gustan los que también se mueven solos como San Roque o San Felipe Neri. Los encuentro sumamente refrescantes. Sé que es difícil porque ir por libre llama la atención y suscita sospecha, pero creo que merece la pena.
Los astutos no caen en sectas, ni siguen al Flautista de Hamelin. Por eso a Palas Atenea le gustaba Odiseo, porque era astuto.
Justamente nada más, ni nada menos, que el Venerado Padre Saénz, cae rendido, y no lo hace por amistad, ante la Sabiduria, del Padre Castellani, cuando escribe sobre el apocalipsis.
El Padre Alfredo Saénz,!!!!!!!!!No el cura de la esquina, con todo lo que lo aprecio!!!!!!,Prengunten al Padre Iraburu, lo que poiensa!!!Está en uno de sus blogs, en realidad ,le debo al Padre Iraburu, comenzar a leer a mi compatriota.Somos prejuiciosos, hay que decir algo en contra del padre, para no condescender, con el resto.
Se lo dí a personas ateas, Reflexiones Politicas, siempre recuerdo que se lo entregue a una persona que atendi, y me lo devolvío conmovido y me dijo:Que curita esté !!!!!!Es ideal para ateos, los conmueve, porque lamentablemente, la Iglesia en sus hombres de Dios, está lleno de prejuicios, para hablar algo en contra del padre hay que saber Mucho!!!!!Y convierte Y/o conmueve a Ateos!!!!El padre Saénz, como yo en lo mío diferencio la amistad ,de la verdad!!, es lo que hay que hacer, leyendo Cristo Vuelve y/o no vuelve, ahi está la leyenda de su fidelidad a la Iglesia!!!!Que le rompan sus obras!!!!!!y el comentario de que habla el Padre Iraburu, que en 1950, se atreve a afirmar, que la obra de teilhard estaba sin Imprimatur!!!!!!, Roma muchos años, cuando hizo mucho daño esté personaje, recién lo condeno.
Gracias Padre Iraburu!!!!Usted no es Argentino, pobre Padre!!!!,lo empece a leer gracias a Usted.
Luis Fernando también lo leyo, manifestó que el pecado contra el Espiritu santo es el fariseismo, contra el que tenemos que luchar, hasta la muerte!!!Según el Padre Castellani!!
Hay que unir a la Iglesia Argentina, oro por mis obispos, me dicen que soy incauto, miro siempre lo mejor, y si hay algo, que puede detener al enemigo, es la unión por la caridad.Siempre con libertad interior!!
Aún sosteniendo - como lo defiende quien ahora escribe - que realmente se haya equivocado en este punto el P. Castellani, no por ello se ha de arrinconar todo el caudal de sus profundas a la vez que chispeantes exposiciones, su erudición y pedagogía, lucidez brillante en detectar desviaciones, que todavía serpentean y tantos otros tesoros que brindan sus publicaciones, desde "Camperas" en adelante. Nadie, porque Sto. Tomás no haya admitido la Inmaculada Concepción de María, dejará de alimentarse con la enjundia de su pensamiento perenne.
Con todo, se podría aclarar que una advertencia del magisterio, por mínima que sea ("tuto doceri non potest": no se lo puede enseñar con seguridad: el milenarismo), sigue vigente hasta que no se desdiga el mismo magisterio.
Por otro lado si algún exégeta no sólo se basa en su especialidad, sino que aduce argumentos bíblicos, patrísticos y de los mejores intérpretes del Apocalipsis (como es el P. Ugo Vanni), habrá que entrar a sopesar las razones que aduce, sin arrinconarlas ligeramente.
Peritos de todo tipo: biblistas, patrólogos, liturgistas, progresistas, tradicionalistas han cometido todo tipo de grusísimos errores.
Si se dispone de réplicas válidas, a ponerlas en juego.
Concretamente Castellani ha absolutizado al respecto, los primeros tramos de la Tradición, que expertos como Franzelin y muchos más tienen como más que discutibles. No se puede pasar por alto la oposición a tales posturas de Jerónimo, Agustín y el silencio de siglos posteriores a las mismas . ¿Un doctrina tan pretendidamente arraigada en la fe de la Iglesia, habría sido combatida por esos dos grandes genios de la patrística de los siglos IV y V?
El ya citado Cardenal Franzelin, es incluído en la bibliografía, a la que acudió Castellani. Sin embargo ni una sola vez se detiene, al menos a contradecirlo en un punto en que, si lo leyó, sabe muy bien, que no está de acuerdo con sus tesis.
Nadie que sea hijo de la Iglesia pretenderá gozar de Infalibilidad, a no ser que sea Papa o padre conciliar definiendo solemnemente para toda la grey católica. Pero, como ya se adela tó, si aporta argumentos bíblicos, patrísticos y de los mejores intérpretes, se los discuta, al menos.
Cuando una persona formada, puede leer, lo que piense que es la Verdad.
Sólo Dios nos tiene que lavar la Cabeza, nadie más, la Libertad interior!!!!
Hay muchos movimientos psudotradicionalistas, que imponen sus autores por la fuerza, soy un hijo del carmén, aca hay un millon de Moradas,Santa Teresa,la libertad interior.En el Carmén siguiendo a sus fundadores, hay amplia libertad, parece mentira no !!!!
Siempre hay que unirse con las personas, que tienen puntos de contacto en esté momento, el enemigo es demasiado grande, hay que unir y no dividir.
Edit Stein lo que nos une son ideas de amor, las que nos divide de odio.
Perdon!!!
El Padre fue formado y educado por lo mejor de la Iglesia, luego de lo cual fue combatido y escarnecido por lo peor que anida en la estructura visible de la Esposa de Cristo.
Luego de su frustrante vieja a Roma a entrevistar al Prepósito de la Compañía y su posterior confinación en Manresa, Castellani opta ser francotirador. Sin Misa, sin prestigio y sin misión jerárquica, blande su pluma y dispara contra los enemigos de Cristo. Y así muere, aunque ya con la Misa devuelta por Juan XXII, y un inmenso prestigio entre quienes le frecuentaban. O sea todos quienes bien le conocían y habían podido sortear el espesísimo manto de silencio que le había tendido una buena parte de la jerarquía argentina y jesuítica.
Recuerdo al respecto la siguiente anécdota: tendría yo unos treintaypico cuando conocí la obra del fraile Fyay Petit de Murat, entusiasmándome por "El Libro del Buen Amor", del que compré varios ejemplares para regalar. Regalé uno a un tío que era catequista parroquial junto a su esposa. Cuando se lo entrego ellos lo miran extrañados -pues del fraile no tenían ni remota idea- entonces acuden al Prólogo, redactado por Castellani. ¡Para qué! Mi tía lo mira al tío y le dice:"Che, éste no era ése que estaba prohibido?" A lo que mi tío asintió. Y yo me fui, con la absoluta convicción de que jamás lo leerían al buen fraile.
Uno que escribe también ha disfrutado y disfruta de las cosas de Castellani que se han publicado en España, pero en su día se topó con personas muy poco recomendables, metidas incluso en sectas destructivas ("Misión de la Virgen del Pozo") que defendían sus postulados alucinantes basándose en el milenarismo de Castellani.
Su artículo, que considero sencillamente imprescindible, me ayudó a desmontar algunas de sus ideas y a amar más a la Iglesia.
Un cordial saludo con admiración.
se aparecerán a los cristianos y les enseñarán. A mi me gusta -no quiero ser atrevido aunque si soy ignorante aunque no del todo- la idea de la Efusión del Espíritu Santo, del Reinado de Cristo por su Espíritu. Y el fin del mundo, o de las cosas o mejor, no el fin, sino la TRANSFORMACION en cuerpos gloriosos y almas de visión beatífica, nos dirá que estamos en la 'época' del Padre de quien procede el Hijo y que existen en el Espíritu Santo, que es su Comunidad de decir 'engrendro porque amo' y 'soy engendrado y vivo para Ti, Padre' engendro y engendrado, darse y darse, darse y recibir y darse, Espíritu Santo.
Para ser veraz, tengo el libro en mis manos:"El autor se somete en todo al Juicio de la Santa Madre Iglesia Romana;y si en él hubiere cualquier proposición en contra de lo ya declarado o definido por ella, la da por no dicha y retractada;pero si hubiere proposiciones no claramente en contra de lo cierto y definido, mas simplemente opinables e indagatorias-Necesarias a la investigacipon científica-la interpretación heterodoxa que diere de ellas , el crítico qque ustedes saben que "se vuelva contra él, y sea imputada a su necedad y malicia",como dice Quevedo y Villegas en su famoso prólogo.
Esto no es romper un libro, pero afirma en forma contundente la fidelidad del Padre Leonardo Castellani a la Iglesia, lejos de los heterodoxos de hoy.
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Sebastián, ese era el argumento anti-milenarista de San Agustín y se basaba en el Credo: "Y vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos". Algo tan importante como un milenio de paz con Jesús reinando visiblemente en un tiempo intermedio -después de su segunda venida y antes del juicio- no podría quedar oculto. El Credo tendría que decir algo así: "Y vendrá, reinará durante mil años, y juzgará a vivos y muertos". Pero el razonamiento de Castellani es correcto: capitalismo, comunismo, etc. Los enemigos de Cristo en lugar de postrarse a sus pies se han multiplicado. ¿Dónde quedó lo de "cielos nuevos y tierra nueva"? Son varias las citas bíblicas que se refieren al triunfo de Cristo y a un milenio de paz que esperan su cumplimiento. Es verdad que el Reino ya está en la Tierra y se llama Iglesia pero eso no nos impide creer en un milenio de paz sin Segunda Venida ni rapto, es decir, con Jesús reinando desde la Eucaristía, Juan Pablo II mencionó una civilización del amor. ¿Donde está?. El Amilenarismo o "milenarismo realizado" podría constar de dos partes. La primera parte de 2,000 años y la segunda parte 1,000 años en la cual los enemigos de Cristo se postrarán a sus pies. Ese milenarismo es perfectamente católico. En mi opinión el mérito de Castellani es hacernos pensar.
Por alusiones.
Beatriz: en efecto tiene razón sobre lo que dice de San Agustín. De ser tan importante el milenio se hubiera incluido en el Credo, y no es el caso. Los milenaristas actuales "católicos" (todos seguidores en este punto de Castellani) interpretan incluso el Padrenuestro de este modo, con el "venga a nosotros tu reino" diciendo: "ya que no ha venido, ha de venir en algún momento futuro", lo cual me parece no sólo risible, sino gravísimo; básicamente porque el Reino ya está entre nosotros, que es la Iglesia, y porque el reinado de Dios está en nuestros corazones.
Sobre lo que comenta del capitalismo, comunismo, etc, decir que Castellani no sólo faltó a la verdad en su cita de los Santos Padres cuando defendía su milenarismo, sino que además no tuvo en cuenta lo más mínimo las palabras de San Agustín sobre "el perro atado": Satanás es un perro atado y sólo hace daño cuando uno imprudentemente se le acerca. Los males, los grandes males de hoy, de ayer y de mañana, se deben a ese tonteo con Satanás y con el pecado.
Sobre una futura época de extraordinaria paz, amor y piedad, no dudo que pueda haberla, y de hecho confío que será así. Nuestra Madre ya anunció el Triunfo de su Inmaculado Corazón, pero a eso no se le puede llamar milenarismo, ni mitigado ni espiritual, porque no habrá una resurrección de algunos muertos y Segunda Venida. Como dice el Catecismo, la esperanza mesiánica no puede alcanzarse sino más allá del tempo histórico (es decir, fuera de él, como nos recuerda nuestro Papa Emérito).
Siento decir que el genio literario de Castellani y su defensa briosa de muchos dogmas no fue a la par con su genio teológico, y sus particulares interpretaciones y omisiones sobre las palabras de algunos Padres de la Iglesia lo demuestran. Revivió el milenarismo de un oscuro jesuíta llamado Lacunza y mira, aquí estamos discutiendo de algo sobre lo que la Iglesia es muy clara: Milenarismo NO (punto 676).
Castellani ha abierto una brecha por la que ha entrado un humillo nada santo, y ahí están sus consecuencias: sobre sus ideas milenaristas son seguidas y cacareadas en algunos medios sudamericanos poco recomendables (Roberto O'Farrill, Galat, apocalípticos de baratillo estilo José Alberto Villasana, que considera al Papa Francisco antipapa, Luis Eduardo López Padilla, advertido en la arquidiócesis de Guadalajara y vetado en dos españolas, las de Valencia y Madrid, por su relación con la secta "Misión de la Virgen del Pozo"...).
A todos nos gusta cómo escribe Castellani, pero no está ni de lejos por encima de San Agustín (y tampoco de Fulton Sheen, en proceso de beatificación, y al que atacó en algunos de sus escritos considerando sus cosas "teología para negros")
En serio lo pregunto ¿tan difícil será estar en este punto con a Iglesia? Como católicos, no debería haber ninguna duda.
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And the winner is...: Padre Castellani. Cerramos los comentarios...
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