"¡La doctrina no se toca!". Pero hacen lo contrario.
Este último sínodo, el famoso de…: bueno, hasta esto han falseado a conciencia, pues se ha celebrado en Roma, a donde se han traído -a cuerpo de altísimo clero, supongo-, a un buen número de indígenas y asimilados, para dar la nota -de color, ecológica, naturalista, paganaza y folklórica- que queda muy bien en los medios; como digo, este último sínodo como tal, ha acabado.
Pero queda lo mejor: ese toque final del propio Papa -redacción última y firma-, requisito sin el que todo lo anterior no sería más que bla, bla, bla; o sea, como hablar del sexo de los ángeles. Mientras que, con lo que firme y publique el Obispo de Roma, cambia la perspectiva, porque será, o lo pretenderá al menos, un camino a seguir.
¿Hacia dónde? Solo lo sabe él; y los que le rodean más de cerca, su camarilla de validos, protegidos y paniaguados, que están en este ajo, como han estado en todos los anteriores. Nosotros, aún sin saberlo de cierto, sí podemos apuntar algunas cosas que están no solo en la lógica de lo que se viene haciendo, sino exactamente en la realidad de cómo se está haciendo.