"Inactivos no vamos a quedarnos" (san Josemaría. 1974).
Recojo unos textos de una Carta de san Josemaría, Fundador del Opus Dei, a sus hijas y a sus hijos, de principios del año 1974. Venía precedida de otras dos -en un año, tres cartas, extensas e intensas- pues, acuciado por lo que estaba empezando a pasar en la Iglesia, y por lo que “veía venir” -las tres están “tocadas” de un punto verdaderamente profético, en especial, esta última-, no podía callar. Le “dolía” callarse por más tiempo,y se le hacía insoportable: sufría, como sufren los santos.
Y acertó de lleno: todo lo que denuncia en ella, es ahora patente a los que ven, oyen y entienden, porque quieren; cosa que, en aquellos primeros setenta, no era evidente, ni muchísimo menos. Más bien parecía que todo funcionaba y estaba en su sitio; por no hablar de la “borrachera” postconciliar en la que, como bien veían los santos, se estaban instalando algunos -pronto, bastantes y de peso-, y que -tal como vemos hoy y ahora-, iba a derivar en una destructiva “cirrosis". A día de hoy, ya en pleno “delirium tremens” terminal.
Y había que tener un gran valor para escribir lo que escribió, y para hablar lo que habló. Pero que nadie se llame a engaño: lo que escribió lo hizo, como primera intención, ab intra del Opus Dei: para sus hijas y sus hijos que entonces estábamos en la Obra, y para todos los que, con la gracia de Dios, vendrían después.