"Dios Padre ha querido correr el riesgo de nuestra libertad". Parte II
“Dios Padre ha querido correr el riesgo de nuestra libertad”. Así se expresaba, con absoluto acierto y profunda convicción, san Josemaría Escrivá de Balaguer, Fundador del Opus Dei: Dios nos ha hecho LIBRES, con todas las consecuencias. Unas consecuencia que, no debemos olvidarlo nunca, con profundísimo agradecimiento, pues lo paga Él en primerísimo lugar.
No es el único en “pagar” por ello -"sufrir” las consecuencias-; porque tantas veces, con el mal uso de nuestra libertad, hacemos mal a otros; y, siempre, nos lo hacemos a nosotros mismos. Pero al que primero “afectan” nuestros pecados es a Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo: es el PRIMER OFENDIDO.
¿Por qué este hacernos libres el Señor, a pesar de lo mal que podemos usar ese DON tan divino?
Hay una y única razón: porque sólo ahí y desde ahí -o sea, LIBREMENTE-, podemos amar y amarLe. Las vacas no aman: no pueden ni planteárselo, porque no pueden amar. Nosotros podemos y debemos -pero hemos de volver a Dios para saberlo con absoluta seguridad-, porque nos ha creado a imagen y semejanza suya. Dios es AMOR. Y nosotros debemos serlo también.
Pero, para poder AMAR, hemos de ser LIBRES. Por eso estamos dotados de entendimiento y voluntad: para poder manejarnos de este modo, conformes a nuestro SER y conformes a nuestra NATURALEZA.