6.10.21

"Arar en el mar". (Por lo eclesiástico)

Desde hace ya demasiados años, en el mundo católico se trabaja decididamente para… ¡FRACASAR! Se nos cumple aquello de san Pablo: bene curris, sed extra viam! Incluso me atrevería a decir que para DESMANTELAR todo lo construido, defendido y transimito en los más de 2000 años de vida.

Algo así como lo que decía una canción -o un dicho-, allá por mi juventud:“arar en el mar”. Imagen gráfica, visual y definitoria del DESIERTO ESPIRITUAL en que se han convertido naciones enteras, entre ellas España; que ha ido de la cima al abismo, al perder su signo de identidad más significativo: CATÓLICA.

Su “ser católica” ha marcado su Historia, no solo la más grandiosa sino toda la que ha vivido, desde siempre, y hasta hace unos años. Pasando no solo por América, sino por casi todo el mundo.

A partir de ahí, no ha hecho otra cosa que ir deslizándose a la fosa; de tal modo y manera que se ha convertido en la historia de una muerte que, si quizá no venía anunciada, sí que ha sido su final más triste y desesperanzador. Al menos, por el momento; pero sin ningún viso de cambio, también por el momento.

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2.10.21

"Amar a la Iglesia" (por san Josemaría Escrivá)

Casi siempre nos dejamos llevar por una intención, por una inclinación muy pronunciada: acudir al Señor, para RECIBIR. Y está muy bien. Él mismo nos lo aconseja vivamente: Venid a Mi todos los que estáis cansados y agobiados, que Yo os aliviaré. ¿Cómo no le vamos a hacer caso…?  Habría que estar majaras…

Pero esa no puede ser nuestra única actitud, ni para con Él, ni para con su Iglesia, que es a donde nos ha traído, precisamente para encontrarse con nosotros. Y nosotros con Él, por supuesto: tenemos que dicidirnos a DAR y DARNOS. 

Lo mismo hemos de hacer respecto a la Iglesia. Hay que ir a buscar, a recibir: y lo hacemos. Pero hay que ir a darle también: de entrada, a AMARLA y a SERVIRLA como Ella quiere serlo de cada uno de sus hijos. El que las madres estén siempre dispuestas a dar y a darse, no significa que no se les agrande el corazón y gocen cuando reciben de sus hijos lo que más anhelan: CARIÑO.

Por eso, me he permitido acudir con este título: “Amar a la Iglesia”, de la mano de san Josemaría Escrivá de Balaguer, para intentar suscitar ese cariño, que necesitamos tenerle y manifestarle. Es el título de una publicación que recoge tres Homilías del Santo, más dos escritos del beato Álvaro, publicado todo en 1986.

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25.09.21

La Iglesia Católica: el Amor de Dios que sale a nuestro encuentro.

La IGLESIA CATÓLICA. La ÚNICA y VERDADERA Iglesia. “Separada” de todas las demás, como separado está Dios de “los dioses", que no de los HOMBRES. Porque, lo mismo que “los dioses no son Dios", “las iglesias no son LA Iglesia". 

Hay la misma distancia entre LA Iglesia y “las iglesias” como la que hay entre Dios y “los diosecillos”. La misma que existe entre la NADA y LO REAL. Entre la VERDAD y la mentira. Entre el ACIERTO y el error. Entre lo que SALVA y lo que no sirve más que para pasar el rato, y cantar un poco si se tercia…

Luego, los “académicos", -los sabios y entendidos-, pueden marear la pediz todo lo que quieran, y jugar con las palabras y con sus intenciones; podrán acercar “conceptos” y demás… pero no lograrán superar la distancia ontológica y sobrenatural que existe entre la Iglesia Católica y todo lo demás que hay por ahí.

Caso aparte sería el tema de la iglesia ortodoxa. Pero no vay a entrar al tema, pues no me merece la pena. Otros, los que disfrutan con “lo académico", que lo hagan si quieren. Aunque hay mucho escrito ya al respecto.

¿Qué o Quién marca la diferencia? Ni más ni menos que Dios mismo: la Iglesia Católica ha salido de las manos de Dios. En Jesucristo. Y ninguna otra puede apuntarse ese tanto. A lo más, se apuntan bien deprisa a lo de “cristianas": es que ven qué es lo que les da más resultado.

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21.09.21

Vidal, "veneno mortal".

Sí. Y cada vez, según pasa el tiempo y se hace más mayor, más “veneno mortal” se vuelve el Vidal.

Viene a cuento de lo que ha escrito Arregui -tal para cual, o a cual peor-, alojado cuasi amorosamente en RD -la letal “picadura” perversa, ponzoñosa y mortífera del momento-, con el aplauso maligno y cálido del susodicho Vidal.

Ya que, a imagen y semejanza de los demonios que nunca se toman vacaciones, él nunca descansa tampoco en su arremeter contra la Iglesia Católica. Y de eso vive el buen hombre…, cobrando hasta de “institucioncillas” -para aparentar seguir siendo algo-, y “personajillos” de la propia Iglesia, que quieren seguir siendo algo. Y ahí tienen a RD como vientre “maternal"; aunque sea de alquiler y pago…

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16.09.21

"Todo lo que atares en la tierra...". II

Jesús no solo le dijo a Pedro lo de: Tú eres Pedro y sobre esta “piedra” edificaré mi Iglesia. Ni únicamente aquello de: Lo que atares en la tierra quedará atado en el Cielo.

Estos “talibanes a lo católico” -ya se ve el interés que tienen por la Palabra de Dios: que la cortan por donde les parece y les conviene, y se quedan tan panchos-, dan por echar en olvido lo que Jesús dijo también a Pedro y, en él, a sus Sucesores: unas palabras mucho más roqueñas, con gran diferencia, que las primeras que ya glosamos en un post anterior; porque lo pone a caldo: ¡Apártate de Mí, Satanás, que me escandalizas! 

Por supuesto que se las explica al detalle, bien concretitas y en profundidad: Pues no estás en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. Se las explica a él, a sus sucesores, y a todos nosotros: hay que estar, como primera provisión, en la cosas de Dios; si no, erramos profundamente. Y le ofendemos, necesariamente.

Pedro pretendía, con toda su buenísima voluntad y su gran corazón -que Jesús conocía al dedillo, por cierto-, pero EQUIVOCADAMENTE -las palabras de Jesús son meridianas e inequívocas-, apartarle de su subir a Jerusalén, y allí ser entregado por los Sumos Sacerdotes: ¡que era exactamente la Voluntad de Dios Padre para con Él! Y todo, como no podía ser de otra manera, en favor nuestro.

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